LAS VANGUARDAS
EN PUERTO RICO
DCC | El periodo más significativo de la vanguardia puertorriqueña tiene su inicio
en la segunda década del XX. Para ser preciso, en noviembre de 1921 aparece el primer
movimiento de vanguardia denominado Diepalismo. El nombre deriva de los apellidos
de sus fundadores Luis Palés Matos y José I. de Diego Padró. El Diepalismo fue una
tendencia estética muy breve, una especie de puente hacia otros movimientos que
fueron surgiendo con nuevos contenidos y matices, postulados estéticos y sociales.
En un ambiente en el que todavía predominaban los temas y tonos modernistas, la
vanguardia vino a abrir nuevas vías expresivas liberando el lenguaje de las viejas
formas y abordando una visión más provocativa y comprometida con la realidad social
y política de su tiempo. Si bien es cierto que el poeta Luis Llorés Torres había
formulado ya para 1913 las teorías estéticas llamadas Pancalismo y Panedismo (todo
es bello / todo es verso), éstas estaban encausadas en el sentido de lo que representaba
la belleza para el poeta, por un lado; y, por otro, en lo que le interesaba del
ritmo y la combinación métrica de los versos. Y aunque, en efecto, estas teorías
se fundan en una concepción novedosa del acto poético y de la unidad métrica del
verso, deben ser vistas en función de la cosmovisión del poeta y no como elementos
representativos de las vanguardias. El momento de ruptura con la tradición nace
de los nuevos ismos vanguardistas. Algunos críticos han marcado las fechas 1921
a 1956 como punto de partida y desaparición de los mismos, extendiendo así el perímetro
de las vanguardias al incluir tendencias estéticas (Girandulismo, Ensueñismo, Meñequismo,
Integralismo, Trascendentalismo), importantes, por cierto, pero de una poesía cuyas
particularidades deben mirarse cuidadosamente al catalogarlas como vanguardias.
Los movimientos que implantaron una imagen más profunda y contundente, una imagen
más significativa y afín con los movimientos de vanguardia europeos hay que fijarlos
⎼de acuerdo a mi criterio⎼ del ‘20 al ‘35. En cuanto al ambiente literario de
los primeros años, aún estaba saturado por las tendencias modernistas y del lenguaje
típico de esta estética. Cuando surgen los primeros movimientos de vanguardia en
Puerto Rico, hay que señalar que éstos no estaban tan distantes cronológicamente
de lo que ocurría en el Caribe y el resto de Hispanoamérica. Por el contrario, pueden
definirse en el mismo tiempo que surgieron las vanguardias de Cuba y la República
Dominicana como señala Klaus Muller-Bergh: “Los primeros destellos vanguardistas
en Cuba coinciden esencialmente con los de los movimientos equivalentes en Santo
Domingo y Puerto Rico”. [1] El crítico Octavio Corvalan subraya además las
fechas del ‘20 al ‘30 como el periodo decisivo de las vanguardias hispanoamericanas.
[2]
FM | Los movimientos locales, ¿estaban de acuerdo con las ideas de las vanguardias
europeas correspondientes o acaso agregaban algo distinto?
DCC | Es sabido, por los que están en el campo de las literaturas y de las artes
en general, que los movimientos de las vanguardias que surgieron en Europa influyeron
significativamente en todas las disciplinas estéticas y científicas que transformaron
el pensamiento y las artes del siglo XX. En Europa como en el resto del mundo, los
acontecimientos de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la Revolución Soviética
(1917), y los nuevos inventos científicos y tecnológicos revolucionaron las estructuras
sociales transformando el sentido de la vida en su cuestionamiento del pasado frente
a la modernidad. El repudio a los convencionalismos y el rechazo de la tradición
desemboca en la búsqueda de una realidad más profunda del ser en relación a su ambiente.
En Puerto Rico la influencia de las vanguardias tuvo su mayor dimensión en los poetas
de la segunda década del siglo XX. De hecho, los poetas puertorriqueños estaban
bien informados de las vanguardias europeas y de los cambios que éstas representaban
en la renovación del lenguaje y de su antagonismo con las estructuras sociales y
políticas de su vanguardista “Canto al tornillo” reflejando en el texto su conocimiento
del movimiento futurista y su afiliación al espíritu innovador de esta estética.
Exaltaba en el poema (“gusano alucinante de la vida de hierro”) la fuerza y la mecánica
de la modernidad. En este mismo año surgía el Diepalismo, primer movimiento de vanguardia
cuyo nombre deriva de los apellidos de Luis Palés Matos y del poeta y novelista
José Isaac de Diego Padró. Ambos habían publicado en años anteriores sus primeros
poemarios sometidos al léxico modernista. Después del ‘21 cambia la óptica y se
adopta una nueva posición ante el lenguaje y el enfoque de la realidad social. Los
jóvenes poetas puertorriqueños se identificaron con las vanguardias europeas e hispanoamericanas
sin descartar un compromiso con la realidad sociopolítica del país. Algunos, como
Clemente Soto Vélez, Juan Antonio Corretjer y Francisco Matos Paoli, fueron encarcelados
por sus ideales patrióticos. En lo referente al lenguaje, el Diepalismo, por ejemplo,
enfatizó el uso de la onomatopeya, dándole un sentido acústico a la imagen poética
y de esa manera acentuando el contacto de la naturaleza. Si por un lado observamos
afinidades con las vanguardias europeas, por otro, notamos una visión personal respecto
al sentimiento patriótico y los temas de sus obras. Los poetas del Atalayismo, uno
de los movimientos más innovadores y representativos de nuestra historia literaria,
adoptaron una postura nacionalista conscientes de que la modernidad no sólo consistía
de un lenguaje innovador sino también de un compromiso político y solidario con
la patria. En este sentido agregaban, por supuesto, una dimensión humana distinta
a la de los países latinoamericanos y europeos. Una poesía y un lenguaje que difiere
de las estéticas europeas es la que encontramos en los temas de la poesía de Luis
Palés Matos. Una obra que representa uno de los grandes aportes de las vanguardias
del Caribe hispano.
FM | ¿Qué relaciones mantenían estos mismos movimientos con las corrientes estéticas
de los demás países hispanoamericanos?
DCC | En torno a las relaciones de las vanguardias puertorriqueñas con la de los
demás países hispanoamericanos ⎼pienso⎼ hay que verlas en la
proyección de las estéticas mismas, en sus coordenadas y temas. En el caso, por
ejemplo, de la poesía afroantillana (Luis Palés Matos) o en las aportaciones del
Ultraísmo, el Dadaísmo y el Futurismo, podemos hablar de influencias y relaciones.
En un sentido más personal podemos considerar las experiencias que tuvo el poeta
Evaristo Ribera Chevremont con los ultraístas españoles. Ciertamente el hilo conductor
de estas relaciones hay que buscarlas en el lenguaje innovador, las ideas y propósitos
de estos movimientos estéticos. Sabemos por las lecturas, el conocimiento que tenían
los vanguardistas puertorriqueños sobre el Ultraísmo o el Creacionismo de Huidobro
en Hispanoamérica. El contexto de sus obras nos indica que estaban bien informados.
El mismo Palés ya en 1921 había escrito un artículo sobre el Dadaísmo. Más tarde
la revista Alma Latina habría de llegar a varios países hispanoamericanos proyectando
la vanguardia de nuestros poetas. Nada menos que el “Mistagogo en Ayunas” (como
se hacía llamar Graciany Miranda Archilla), se encargaría de enviar la revista y
establecer canje con otras publicaciones. Habría que preguntarse ahora qué conocimiento
tenían los escritores hispanoamericanos de las vanguardias del Caribe hispano.
FM | ¿Qué aportes significativos de las vanguardias fueron incorporados a la
tradición lírica y cuáles son sus efectos en los días de hoy?
DCC | Las vanguardias aportaron una visión nueva y profundamente significativa
de las artes y del ambiente social e histórico en el que se desarrollaron. Los poetas
fueron receptivos a las nuevas corrientes estéticas que llegaban de Europa e Hispanoamérica.
Dejaron atrás el sentimentalismo poético y liberaron su sensibilidad del peso del
romanticismo y los temas modernistas que aún los ataban a las viejas formas. El
lenguaje poético cambió, como también cambió el modo en que el escritor entendía
el acto creativo y su posición ante la (su) realidad. Experimentaron y pusieron
en práctica otras teorías y posturas estéticas que hoy día se sostienen como un
excelente testimonio de una poesía llena de hallazgos e imágenes novedosas. Incorporaron,
del espíritu arrollador de las vanguardias europeas, el afán por crear una poesía
que fuera, sin perder el alto sentido estético, una imagen de su cotidianidad. Es
decir, una poesía que reflejara sus circunstancias humanas manifestándose contra
lo convencional y, ciertamente, como una expresión fuerte y eficaz contra el colonialismo.
Su poética no fue un proyecto utópico que buscaba proyectar una imagen de lo desconocido,
sino la realidad de un espacio poético para todos y el de una patria libre y soberana.
Incorporaron en sus textos el gusto por la modernidad, rechazando a su vez lo caduco
de un lenguaje cuyo marco de referencias debía y tenía que trascender su momento
histórico. Graciany mismo, el Mistagogo en Ayunas, el gran poeta del Atalayismo,
una tarde me contó sus propósitos en su apartamento de Queens, en la ciudad de Nueva
York: “Remover la fronda de la poesía puertorriqueña”. En efecto, ése fue el gran
ideal, ésa su gran aventura poética. Un ideal aunado al sentido de nuestra nacionalidad,
un ideal fundado en la visión no lejana de una patria libre. Lo diría más tarde
en un esplendoroso verso otro inmenso de la Atalaya de los Dioses, el poeta Clemente
Soto Vélez: “El Archipámpano de Zíntar ha roto / el himen espeluznante de trescientas
eternidades”. Y en su prosa poética, su voz como un escudo contra el tiempo: “El
Grupo Atalayista va a universalizar a nuestra nacionalidad. Va a decirle a la consciencia
del mundo que aquí hay una nación que el monstruo yanqui desea degollar…” Más tarde,
pasado ya el fragor de esa primera vanguardia salen a la luz los libros más hermosos
y reconocidos de estos poetas: Tuntún de pasa y grifería (1937), de Luis Palés Matos;
Caballo de palo (1959), de Clemente Soto Vélez; Himno a la caballa (1971), de Graciany
Miranda Archilla. Y más recientemente la nueva edición de Grito y otros poemas (2009),
de Fernando González Alberty, en la Colección Atalaya de los Dioses de los Libros
de la Iguana, editorial fundada por el poeta y profesor Reynaldo Marcos Padua; y
Garabatos divinos, poemas y otros escritos atalayistas (2009), de Alfredo Margenat,
con un ensayo introductorio del crítico y traductor Orlando José Hernández.
FM | Los documentos esenciales de las vanguardias, ¿se han recuperado?, ¿es posible
tener acceso a ellos?
DCC | Aunque no todos los documentos vanguardistas son fácilmente asequibles,
en la Biblioteca de la Universidad de Puerto Rico y el Archivo General pueden encontrarse
libros, periódicos, revistas y otros materiales pertinentes a este periodo tan significativo
de la literatura puertorriqueña. En Nueva York, el Archivo del Centro de Estudios
Puertorriqueños de Hunter College (CUNY) posee textos y manuscritos de Clemente
Soto Vélez, Graciany Miranda Archilla y otros escritores y reconocidos artistas
de la diáspora puertorriqueña. Desafortunadamente, algunos textos aún permanecen
inéditos como, por ejemplo, los poemarios Visita al cero verde y Mil quilates bajo
el cielo, de Miranda Archilla. La Biblioteca Pública de Nueva York, en la 5ta Avenida
en Manhattan, contiene aunque no toda la colección, ejemplares de la revista Alma
Latina. Sin embargo, hay que continuar rescatando documentos aún dispersos en periódicos
y revistas para dar a conocer una visión más justa y profunda de la aportación de
estos poetas a la historia de la literatura puertorriqueña y a la hispanoamericana
en general.
NOTAS
1. En “Indagación del vanguardismo
de las Antillas”, en Las vanguardias literarias
en el Caribe: Cuba, Puerto Rico, República Dominicana. Madrid: Iberoamericana-Vervuert,
2010. (Edición y antología crítica de William Luis).
2. Ver Octavio Corvalan, Modernismo y vanguardia. New York: Las Americas Publishing Co., 1967.
*****
Escritura Conquistada – Poesía Hispanoamericana reúne ensayos, entrevistas, encuestas y prólogos de libros firmados por
Floriano Martins, además de muestra parcial de su correspondencia pasiva.
*****
*****
|
| |
|
|
|
- Escritura Conquistada - Poesía Hispanoamericana -
Floriano Martins
ARC Edições | Agulha Revista de Cultura
Fortaleza CE Brasil 2021
Nenhum comentário:
Postar um comentário