PASIÓN
Y REFLEXIÓN DE LA POESÍA
FCL | Sí, pienso en la poesía como revelación, por momentos, del ser oculto
del hombre que es el poeta. En el poema asoman a la hoja en blanco, supongo que
casi siempre inconscientemente, las voces más secretas e íntimas de nuestro
ser.
FM | La noche es, sin duda, una de las metáforas fundantes de tu poesía.
Recuerdo un pasaje de El nacimiento de la tragedia, en el que Nietzsche afirma
que “todo crecer y evolucionar en el reino del arte tiene que producirse dentro
de una noche profunda”. ¿La poesía pertenece esencialmente al reino de la
noche?
FCL | Es inexplicable la fascinación que en mí ejerce la noche. Será acaso
porque confundo su atracción con la de la poesía: el amor, la mujer, el
misterio, los sueños, el silencio, el terror, el olvido, la muerte,
FM | Al referirse a la situación de los escritores latinoamericanos de tu
generación, Alvaro Mutis declaró que “por mejores modelos europeos o
norteamericanos que tenga, el escritor de América Latina necesita inventar su
propia tradición para sobrevivir en este lugar tan especial, tan diferente del
resto del mundo, donde le cupo la suerte de nacer.” ¿Que tradición has tratado
de inventar para Fernando Charry Lara?
FCL | Quisiera ser digno de pertenecer a la tradición del nocturno y
desvelado José Asunción Silva, que considero una de las más altas de la lírica
de lengua española.
FM | El poeta alemán Gottfried Benn observa, en su fascinante ensayo
“Problemas de la lírica”, que “una forma aislada, una forma en sí, no existe
para nada. Ella es el ser, la misión existencial del artista, su meta”.
¿Concuerdas en que la forma sea el contenido supremo de la poesía?
FCL | La poesía es esencialmente manera de decir las cosas: es un orden y
ritmo inalterable de palabras, en ningún caso sustituibles, que intenta
producir emociones, conmover sentimental o intelectualmente.
FM | Teniendo a la vista la esencial capacidad crítica del lenguaje poético
para cuestionarse a sí mismo, ¿dirías que la actividad creadora del poeta
resulta en una derrota frecuente, en un fracaso inconciliable?
FCL | La elocución poética es casi siempre un continuo fracaso, como lo pensó
Vallejo, debido a que la intuición que quisiera transmitir no se manifiesta
directamente con una sola palabra, como sería deseable, sino mediante una suma
de palabras. Y éstas han sido empobrecidas, modificadas y restringidas por el
uso convencional del lenguaje.
FM | ¿Debe el poeta inventarse una lengua, como lo hicieron Joyce, Girondo,
Vallejo, Artaud? ¿O la lengua de la poesía debe ser la corriente, la común a
todos?
FCL | Siguiendo el consejo de Hopkins, a quien usted menciona, la lengua de
la poesía debería ser de preferencia la corriente, la de todos los días y todos
los hombres, pero explorada en busca de su mayor expresividad y enardecida por
la emoción.
FM | ¿Consideras válido afirmar que Colombia fue el país hispanoamericano en
que el modernismo significó la más radical forma de ruptura con la literatura
hasta entonces allí vigente?
FCL | No sólo en Colombia, sino en toda la América de habla española, el
Modernismo (de finales de siglo XIX y comienzos del presente) fue la conquista
de la independencia intelectual y la ruptura con las preceptivas literarias
hasta entonces imperantes.
FM | Según tu reflexión, los vanguardistas colombianos (Los Nuevos) no se
mantenían muy a la par de los acontecimientos poéticos de su época (años 20,
principalmente) que ocurrían en el resto del continente. ¿A qué atribuir ese
aislamiento? ¿En qué diferían los postulados de este grupo en relación con el
creacionismo, el ultraísmo y otras vertientes estéticas que por entonces hacían
eclosión en el continente americano?
FCL | Los Nuevos colombianos, en los años 20, no constituyeron un movimiento
que siguiera determinadas corrientes poética, literarias o culturales. Fueron
simplemente una generación o un grupo de escritores jóvenes, con tendencias,
ambiciones y gustos diferentes. Su distancia de las vanguardias (con
excepciones como las de León de Greiff y Luis Vidales) se debe, más que al
aislamiento cultural del país de entonces, al prestigio que por mucho tiempo
lograron conservar acá ciertas maneras del modernismo, predominantemente
parnasianas (elocuencia, ornato, simulación cultural), y a la formación y
temperamento tradicionalistas, recelosos de la aventura estética, de gran parte
de sus integrantes.
FM | Como dijo Jorge Gaitán Durán, “la dificultad admirable de la poesía es
que exige al mismo tiempo, el ‘amor loco’ por el lenguaje y la reflexión sobre
el lenguaje”. ¿De qué modo el Surrealismo –al que te refieres como “una de las
asombrosas aventuras del espíritu humano”- influyó en la formación de los
poetas de Mito?
FCL | Jamás podría insinuarse que el Surrealismo fue la principal influencia
en los poetas de Mito. Apenas sería una de las que gravitaron sobre ellos. Pero
no la de un Surrealismo ortodoxo como el de Breton. Sino limitado a la creación
poética y cercano a aquel que atrajo en algunos momentos a poetas españoles
(Cernuda, Aleixandre, Lorca) e hispanoamericanos (Neruda, Molina, Moro) y que
se definiría por la fusión en él de lucidez e inconsciencia, por la vigilancia
del material onírico. Desconfiado, por lo tanto, de la escritura automática y
creyente, sólo, del poder creador de la palabra y del libre juego del lenguaje
y de la imaginación.
FM | ¿Qué divergencias estéticas entre Cántico y Mito te habrían conducido
del primero al segundo grupo?
FCL | Cántico estuvo demasiado próximo al anterior grupo de Piedra y Cielo y
a sus tendencias, excesivamente formalistas e ingeniosas, españolas e
hispanoamericanas. Los poetas de Mito ampliaron ese horizonte interesándose en
la poesía y en las corrientes poéticas universales del siglo XX.
FM | ¿Diría que tu generación es la responsable del surgimiento de una nueva
dicción lírica en la literatura colombiana? ¿En qué sentido?
FCL | La generación poética colombiana surgida al promediar los años 40 quiso
escribir sus poemas con una dicción más expresiva que meramente esbelta. De ahí
su amor a la teoría de la poesía. Y su atención a la crítica poética y a
diversos problemas de la cultura contemporánea.
FM | Desde el comienzo fuiste muy bien recibido por la crítica. ¿De qué
manera ello repercutió en el desdoblamiento, en la continuidad de tu trabajo
poético?
FCL | Sin duda fue estimulante para mi trabajo poético, de veras breve,
encontrar algunas opiniones favorables al mismo. Pero me atrevo a decir que
jamás he escrito una línea pensando en el concepto que merezca a alguien.
FM | ¿La poesía es, todavía hoy, con la misma intensidad con que lo
afirmaras en 1942, “un acto de fe”?
FCL | Siempre he creído en la poesía como emoción esencialmente humana y reveladora de cuanto es el hombre, con sus sueños, esperanzas, desengaños y dolores. Poesía que quisiera alejada de cualquier ropaje literario, de la intención política y de toda otra ambición extraña a la sensibilidad puramente poética.
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Escritura Conquistada – Poesía
Hispanoamericana reúne ensayos, entrevistas, encuestas y
prólogos de libros firmados por Floriano Martins, además de muestra parcial de
su correspondencia pasiva.
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Floriano Martins
ARC Edições | Agulha Revista de Cultura
Fortaleza CE Brasil 2021
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