quarta-feira, 27 de janeiro de 2021

ESCRITURA CONQUISTADA | Helen Umaña (Honduras, 1948)

  


LAS VANGUARDIAS EN HONDURAS

 


FM | ¿Cuál es el punto inicial de la vanguardia en Honduras? ¿Cómo era el ambiente cultural entonces?

 

HU | Los escritores de Honduras, hasta muy avanzado el siglo XX (décadas del sesenta y setenta), en términos generales, todavía se movían dentro de las viejas fórmulas románticas, modernistas y criollistas. Sin faltar la aplicación del realismo social muy apegado a la ortodoxia marxista. La vanguardia, que ya había despuntado en Nicaragua y Guatemala, parecía sumamente lejana, pese a que una mujer, Clementina Suárez (1902-1991), hacia finales de la década del cincuenta, ya había publicado poemas con una tónica novedosa. Al principio deudora de las grandes poetas sudamericanas, encontró su propia fórmula expresiva en la que, con el ingrediente erótico o amoroso en fuertes dosis, supo trascender hacia planos en donde lo social, no mimético sino desde la búsqueda de la imagen o del símbolo, revitalizó sus versos. Fue una mujer que se adelantó a su época. Iconoclasta, fue signo de contradicción en la pacata sociedad de principios del siglo XX. Sin embargo, en su momento (probablemente los lastres machistas), su aporte poético fue soslayado o invisibilizado. En justicia, tendría que considerársela como una precursora de la renovación poética posterior.

Óscar Acosta (1933) publicó Poesía menor (1957) y El arca (cuentos, 1956). En el primero, se despojó de retoricismos y, sin llegar a la iconoclasia, entregó una poesía con un lenguaje de sabor cotidiano. De voz íntima, bastante directa y aparentemente sencilla. En El arca, se alejó de la problemática de corte realista en cuentos brevísimos que bordean los linderos de lo maravilloso y fantástico. Una ruptura completa con sus coetáneos. Por décadas, también el silencio cayó sobre ambos libros. Sin seguidores inmediato.

Hacia fines de los sesenta, en La Ceiba, una ciudad provincial, un grupo de jóvenes se aglutinó en torno a la figura de Nelson Merren (1931-2007), escritor que sabía inglés y cuya posición económica le permitió viajar y obtener libros en el exterior. Él publicó, en periódicos y revistas, una poesía que se apartaba de lo tradicional. No fue un autor complaciente. Cuestionó tópicos sacralizados por la costumbre (el papa, los formulismos burocráticos, etc.) mediante el uso de figuras insólitas (vr. gr., hablar de “un huevo frito” en uno de sus versos) y del lenguaje conversacional. Formalmente diferente al estilo prevaleciente en los poetas de su entorno. Además publicaba comentarios sobre la obra de poetas extranjeros y mostraba aspectos novedosos. Sus dos libros (1968, 1971), en términos generales, fueron ignorados. Su revalorización fue muy tardía (a mediados del ochenta). A partir de entones, muchos poetas, de tendencia iconoclasta (Rigoberto Paredes, Ricardo Maldonado y otros), se han reconocido deudores de su poética.

Nombre imprescindible es el de Roberto Sosa (1930-2011), un poeta de gran fuerza lírica. En dos de sus libros iniciales (1969, 1971), supo despojarse de las adherencias de la retórica manida y accedió a una poesía muy refinada en la que incorporó formas del Creacionismo y del irracionalismo poético (especialmente del Surrealismo) en donde la palabra se aparta del significado “normal” y adquiere connotaciones insólitas cuya decodificación representa un reto para el lector. Una poesía que acude a la imagen de factura exquisita pero cargada de resonancias semánticas que nunca se pierden en el vacío: aterrizan en una problemática terrena, real, que hiere a la mayoría. En esta forma su poesía se aposenta en el espíritu y se torna orientadora de una manera de percibir el mundo. El poeta, pues, como maestro de un pueblo. Con un puente muy firme que lo unió a la colectividad.

Pompeyo del Valle (1929) combinó la poesía de intención política, dentro de una tendencia de izquierda claramente expresada en la que, con frecuencia, daba un salto lírico mediante imágenes de fino acabado. Combinó lo social con poesía de carácter intimista. Tuvo lectores entusiastas pero las corrientes académicas predominantes, regidas por grupos políticos contrarios, lo excluyeron e invisibilizaron. Tardía ha sido su unánime aceptación. Desde Comayagua, Antonio José Rivas (1924-1995) y Edilberto Cardona Bulnes (1935-1991) constituyen dos casos especiales, especialmente porque tuvieron una vida bastante aislada. Rivas, en su único libro publicado en vida (Mitad de mi silencio, 1964), hizo derroche de metáforas de gran acabado. Una especie de neobarroquismo que le ganó el respeto de muchos lectores. Otros juzgaron que el libro, apartado de la problemática social, expresaba el encerramiento en una torre de marfil. Cardona Bulnes, en su libro más importante (Jonás, 1980, que además circuló muy poco porque la edición completa se perdió), es deliberadamente oscuro pero sumamente denso. Quizá inaccesible para el lector común y corriente, su poesía todavía tiene que estudiarse más.

Las anteriores son las voces más renovadoras en las primeras siete décadas del siglo XX. Actualmente, se les reconoce su calidad de maestros. Nombres importantes a partir de esa generación: José Adán Castelar, Tulio Galeas, José Luis Quesada, Juan Ramón Saravia, José González, Efraín López Nieto, Amanda Castro, José Antonio Funes, Galel Cárdenas, Geovanni Rodríguez, Gustavo Campos, Fabricio Estrada, Lety Elvir, Ana María Alemán, María Eugenia Ramos…

En narrativa, la situación era similar. Hacia la mitad del siglo XX (y aún en décadas posteriores), a lo más que se llegó fue al realismo social (Ramón Amaya Amador, 1906-1966), criollista o costumbrista. Sin embargo, se había dado un antecedente que careció de continuadores, probablemente, por la muerte prematura de Arturo Martínez Galindo (1903-1940), motor del grupo “Renovación” cuyo centro de acción fue la ciudad de Tegucigalpa. Incluso, elaboraron una revista con ese nombre. Martínez Galindo, desde la década del veinte, en periódicos y revistas, publicó varios cuentos en los que había superado las fórmulas romántico-modernistas. Con perspectiva cosmopolita y en lenguaje directo, abordó temas a los que no se había atrevido ningún escritor en el país (homosexualismo, lesbianismo, paidofilia…). Muy joven, fue asesinado y, durante años, sus cuentos quedaron refundidos en revistas y periódicos. No tuvo continuadores inmediatos.

En los años finales del sesenta, la situación de inercia se superó gracias a la labor de escritores que accedieron a estudios universitarios, especialmente en las carreras de letras, tanto en el país como en el exterior. Hablamos de Eduardo Bähr (1940), Julio Escoto (1944), Roberto Castillo (1950-2008) y Marcos Carías Zapata (1938). Con ellos, la narrativa dio el viraje definitivo. Incorporaron las técnicas que los grandes narradores latinoamericanos venían produciendo desde hacía varios años. Todavía, con la excepción de Castillo, muerto en forma prematura, ellos siguen trabajando.

Desde la década del ‘90, la vida cultural apegada a los cánones que maneja el mundo occidental, dejó de circunscribirse a la ciudad capital. En las principales ciudades de provincia, hay grupos de escritores que se relacionan entre sí con propósitos de superación. Creo que uno de los núcleos más destacados reside en San Pedro Sula. Algunos son profesionales de las letras. En sus conversaciones, no como esnobismo sino con un gran acervo de lecturas, amén de los clásicos consagrados, afloran los nombres de Roberto Bolaño, Villoro, Vila Matas, Rey Rosa, Castellanos Moya, Halfon… Hablo de Mario Gallardo, Armando García, Giovanni Rodríguez, Jorge Martínez, Gustavo Campos, Marta Susana Prieto… Desde Nueva York, Roberto Quesada, a través de columnas periodísticas, lucha por mantenerse vinculado a la vida cultural y política del país. En La Ceiba y Choluteca también hay mucha inquietud y se han publicado bastantes libros. Sin embargo, en estos dos últimos casos estimo que todavía la exigencia formal no ha calado en profundidad.

 

FM | Los movimientos locales, ¿estaban de acuerdo con las ideas de las vanguardias europeas correspondientes o acaso agregaban algo distinto?

 

HU | Con relación a la vanguardia, en Honduras, no hubo un grupo fuerte y cohesionado, capaz de hacerse oír a nivel nacional. Hasta bien entrado el siglo XX, los escritores de más prestigio como Froylán Turcios (1874-1943), Marcos Carías Reyes (1905-1949) y Rafael Heliodoro Valle (1891-1959) se mantuvieron alejados de la renovación vanguardista. Arturo Mejía Nieto (1900-1972), aunque emigró a la Argentina y enviaba sus obras y trabajos a las revistas del país, tampoco asumió a plenitud las tendencias contemporáneas. El grupo Renovación feneció en 1940, junto con su adalid, Arturo Martínez Galindo. La voz convocada, pese a que publicó un libro que recogió parte de la producción de sus integrantes, se disolvió antes de que algunos de sus miembros lograsen cuajar en el medio cultural (Merren, Galeas, Castelar y José Luis Quesada). Más que labor de grupos, el trabajo ha sido desde perspectivas muy individuales. Quizá habría que destacar la gran labor que, durante casi todo el siglo XX, desarrollaron las revistas literarias. En casi todas las cabeceras departamentales hubo revistas de amplia difusión. Incluso, los colegios, las organizaciones civiles y las dependencias oficiales tenían su correspondiente órgano de difusión. Asimismo, cada periódico se ufanaba de sus páginas culturales. Esta situación duró hasta la década del ochenta e hizo crisis hacia finales del siglo. Actualmente, en sentido estricto, se carece de ese tipo de canales de difusión.

 

FM | ¿Qué relaciones mantenían estos mismos movimientos con las corrientes estéticas de los demás países hispanoamericanos?

 

HU | En las primeras décadas del siglo XX, los contactos entre escritores fueron bastante fuertes. Entre 1924-1925 vivió en La Ceiba Porfirio Barba-Jacob. El guatemalteco Rafael Arévalo Martínez, en 1917, gracias a la intervención de Turcios, trabajó en un periódico de Tegucigalpa. Desde México, Rafael Heliodoro Valle y Arturo Mejía Nieto desde la inquieta Argentina, estaban en contacto con Honduras y, de alguna manera, eran un estímulo para los escritores del interior del país. En Guatemala vivieron o visitaron, por largas temporadas, Medardo Mejía, Ventura Ramos, Clementina Suárez, Alfonso Guillén Zelaya, Argentina Díaz Lozano, Paca Navas y otros. Por su parte, el salvadoreño Alberto Masferrer, especialmente con el teosofismo, ejercía un amplio magisterio en toda Centroamérica. El trabajo de Miguel Ángel Asturias era ampliamente valorado. Quizá, para ilustrar mejor este aspecto valga la pena citar al poeta guatemalteco César Brañas, quien traza un animado cuadro sobre las dos primeras décadas del siglo XX en Guatemala: “La Guatemala de entonces preocupábase intensa, febrilmente, por las bellas letras; se discutían los versos casi con tanto calor como las óperas o los toros… o –sotto voce– los desmanes de la dictadura o los deslices de bellas mujeres de la recatada y rigurosa sociedad metropolitana; se excitaban los elementos intelectuales al contacto, en la convivencia, con las vibrantes y ávidas juventudes Centroamericanas, predominantemente hondureñas y nicaragüenses, que Guatemala, y su desarticulada pero aún influyente universidad –decapitada por la dictadura de Barrios, artificiosa y efímeramente recompuesta para lucimiento de la dictadura de Estrada Cabrera en 1918–, albergaba y sobornaba con su prestigio tradicional. Son memorables los nombres que, en montón, saltan al recuerdo: entre ellos José María Moncada (nicaragüense), Antonio Barquero (salvadoreño), Andrés Largaespada (salvadoreño), Virgilio Zúñiga (mexicano), Alfonso Guillén Zelaya (hondureño), Gustavo A. Ruiz, Salvador Ruiz Morales, Hernán Robleto (nicaragüense), Ramón Ortega (hondureño), Hernán Rosales, Roberto Barrios, Julián López Pineda (hondureño), Juan Ramón Avilés (salvadoreño), Heberto Correa, Manuel Andino (salvadoreño), Andrés Vega Bolaños (nicaragüense), Mario Sancho (costarricense), y tantos más (…) El ambiente literario guatemalteco de 1914, con sus veladas poéticas, sus concursos literarios y las reuniones estudiantiles atraían a la capital de Guatemala muchos de los escritores y poetas de los demás países de América. Había una alegría y una camaradería literaria que jamás se había visto antes. (…) Se discutían los nuevos movimientos de literatura, sus propias obras literarias y las filosofías de Darwin, Comte, Marx, Freud y Nietzche.” (Hugo Cerezo Dardón, Porfirio Barba-Jacob en Guatemala y en el recuerdo, 1995: 47-48).

 

FM | ¿Qué aportes significativos de las vanguardias fueron incorporados a la tradición lírica y cuáles son sus efectos en los días de hoy?

 

HU | Una clara conciencia de que la poesía es, sobre todo, trabajo formal. Cuidado extremo del lenguaje. De ahí, la preocupación por elaborar una poesía atenta a manejarlo al margen de las fórmulas sumamente gastadas del romanticismo o modernismo. Está, también, la línea iconoclasta, cuestionadora del statu quo. La poesía conversacional. La anti poesía. La imagen creacionista. El Surrealismo (lo onírico, el irracionalismo poético, a lo Bousoño). El culto a la metáfora. La búsqueda deliberada de la oscuridad semántica.

 

FM | Los documentos esenciales de las vanguardias, ¿se han recuperado?, ¿es posible tener acceso a ellos?

 

HU | Aunque no hemos profundizado en este aspecto (puede ser que en las numerosas revistas exista algo al respecto), la impresión que tengo es que no hubo manifiestos o expresiones teóricas al respecto. Por lo menos, ningún crítico o estudioso ha dicho algo al respecto. Sin hipérbole, en Honduras, a nivel investigativo y crítico, está todo por hacerse.

 





  

 


Poeta, tradutor, ensaísta, artista plástico, dramaturgo, FLORIANO MARTINS (Brasil, 1957) é conhecido por haver criado, em 1999, a Agulha Revista de Cultura, veículo pioneiro de circulação pela Internet e dedicado à difusão de estudos críticos sobre arte e cultura. Ao longo de 23 anos de ininterrupta atividade editorial, a revista ampliou seu espectro, assimilando uma editora, a ARC Edições e alguns projetos paralelos, de que são exemplo “Conexão Hispânica” e “Atlas Lírico da América Hispânica”, este último uma parceria com a revista brasileira Acrobata. O trabalho de Floriano também se estende pela pesquisa, em especial o estudo da tradição lírica hispano-americana e o Surrealismo, temas sobre os quais tem alguns livros publicados. Como artista plástico, desde a descoberta da colagem vem desenvolvendo, com singular maestria, experiências que mesclam a fotografia digital, o vídeo, a colagem, a ensamblagem e outros recursos. Como ele próprio afirma, o magma de toda essa efervescência criativa se localiza na poesia, na escritura de poemas, na experiência com o verso, inclusive a prosa poética, da qual é um dos grandes cultores. Escritura Conquistada é um complemento aos projetos: Atlas Lírico da América Hispânica (revista Acrobata) – poemas traduzidos para o português – e Conexão Hispânica (Agulha Revista de Cultura) – estudos críticos sobre poetas. Nesta terceira linha, também dedicada à tradição lírica na América Hispânica, encontramos juntos os ensaios, entrevistas e prólogos assinados por Floriano Martins. Parte significativa desse material – as entrevistas – compõe o volume homônimo, Escrita Conquistada, publicado em 2018.


1874-1942 José María Eguren (Perú) A POESIA DE JOSÉ MARÍA EGUREN

1893-1948 Vicente Huidobro (Chile) LA COSECHA VERTIGINOSA DE LA IMAGEN POÉTICA

1899-1986 Jorge Luis Borges (Argentina) AS ENTREVISTAS COM JORGE LUÍS BORGES

1903-1958 César Moro (Perú) CÉSAR MORO ENTRE AMIGOS

1903-1973 Aldo Pellegrini (Argentina) SOBRE SURREALISMO

1904-1973 Pablo Neruda (Chile) A POESIA DE PABLO NERUDA

1910-1996 Enrique Molina (Argentina) OS COSTUMES ERRANTES DE ENRIQUE MOLINA

1912-2002 Pablo Antonio Cuadra (Nicaragua) POESÍA: EL ENSAYO DE LO INEFABLE

1915-1995 Enrique Gómez-Correa (Chile) TESTIMONIOS DE UN POETA EXPLOSIVO

1915-2001 Juan Liscano (Venezuela) LA EXPRESIÓN DE LO ESENCIAL

1917-2011 Gonzalo Rojas (Chile) A POESIA DE GONZALO ROJAS

1919-1974 Eunice Odio (Costa Rica) LAS VERTIENTES DEL FUEGO

1920-1994 Freddy Gatón Arce (República Dominicana) LA HUMANIDAD SECRETA DE LOS ABISMOS

1920-1999 Olga Orozco (Argentina) RETRATO-RELÂMPAGO DE OLGA OROZCO

1920-2004 Fernando Charry Lara (Colombia) PASIÓN Y REFLEXIÓN DE LA POESÍA

1921-2004 Javier Sologuren (Perú) UNA POÉTICA DE LA LEVEDAD

1921-2007 Otto-Raúl González (Guatemala) GUATEMALA Y SUS VOCES OCULTAS

1921-2010 Amanda Berenguer (Uruguay) VIAJES INCESANTES DEL LENGUAJE

1923-2013 Álvaro Mutis (Colombia) A POESIA DE ÁLVARO MUTIS

1924-2018 Claribel Alegría (Nicaragua) RECUERDOS DE LA REALIDAD

1924-2021 Manuel de la Puebla (Puerto Rico) MEMORIA POÉTICA DE UN PAÍS

1927 Carlos Germán Belli (Perú) PRECIOSOS MISTERIOS DE LA EXPERIENCIA POÉTICA

1927-2000 Francisco Madariaga (Argentina) “SOY SÓLO UN PEÓN DEL PLANETA”

1927-2010 Rolando Toro (Chile) A POESIA DE ROLANDO TORO

1927-2019 Ludwig Zeller (Chile) EL SURREALISMO EN LA MESA (Part. Susana Wald)

1928 Graciela Maturo (Argentina) LAS VANGUARDIAS EN ARGENTINA

1929-2016 Américo Ferrari (Perú) EL RECORTE SAGRADO DE LAS PALABRAS

1930-2011 Roberto Sosa (Honduras) HONDURAS EN SU AMBIENTE POÉTICO

1930-2018 José Guillermo Ros-Zanet (Panamá) ENCUENTROS Y DESENCUENTROS

1931 Juan Calzadilla (Venezuela) HUMOR Y SÍNTESIS EN EL ACTO CREADOR

1931-2016 Jorge Ariel Madrazo (Argentina) EL POEMA COMO CUERPO VIVO

1932 Circe Maia (Uruguay) UNA VOZ A TRAVÉS DEL TIEMPO

1932 Pedro Lastra (Chile) DEL ESPEJO A LA MULTIPLICACIÓN DE LAS VOCES

1932-2004 Marosa di Giorgio (Uruguay) DIÁLOGO SIN PAUSA

1932-2013 Carlos M. Luis (Cuba) DOS ENCUENTROS

1932-2019 Thelma Nava (México) SOBRE LA REVISTA PÁJARO CASCABEL

1933-2009 Alfredo Silva Estrada (Venezuela) INSCRIPCIONES EN EL ESPACIO POÉTICO

1933-2023 Manuel Mora Serrano (República Dominicana) DOS ENCUENTROS

1934-2014 Gerardo Deniz (México) RECORTES DE UNA IRONÍA APASIONADA

1934-2021 Rodolfo Alonso (Argentina) LA RIQUEZA ABANDONADA DE LA POESÍA

1937 Miguel Grinberg (Argentina) UNA MIRADA EN LAS VANGUARDIAS

1937-2020 Rodrigo Pesántez-Rodas (Ecuador) EL ECUADOR DE LAS LUCES

1938 Fernando Palenzuela (Cuba) CONVERSA SOBRE LA REVISTA ALACRÁN AZUL

1938-2008 Eugenio Montejo (Venezuela) ANOTACIONES DE LA PERMANENCIA DEL CANTO

1939 José Roberto Cea (Honduras) CASI UN TESTAMENTO POÉTICO

1939-2014 Ulises Estrella (Ecuador) SOBRE LAS REVISTAS PUCUNA E LA BUFANDA DEL SOL

1940 Francisco Morales Santos (Guatemala) DOS ENCUENTROS

1940 Gustavo Pereira (Venezuela) “AL DIABLO LOS VERSOS”

1940 José Kozer (Cuba) DOIS ENCONTROS

1940 Jotamario Arbeláez (Colombia) EXTRAVAGANCIAS POÉTICAS DEL NADAÍSMO

1941 Hildebrando Pérez Grande (Perú) LAS VANGUARDIAS EN EL PERÚ

1941 Luis Alberto Crespo (Venezuela) RESONANCIAS DEL ESPÍRITU POÉTICO

1943 Eduardo Mitre (Bolivia) LA RAZÓN ARDIENTE DE LA POESÍA

1944 Armando Romero (Colombia) DOS POETAS, CUATRO ENCUENTROS

1944 Francisco Proaño Arandi (Ecuador) DOS ENCUENTROS

1944 Renée Ferrer (Paraguay) DOS ENCUENTROS

1945 Harold Alvarado Tenorio (Colombia) POESIA & OUTRAS ESPÉCIES

1946 Carlos Vásquez-Zawadzki (Colombia) LAS VANGUARDIAS EN COLOMBIA

1946 Guido Rodríguez Alcalá (Paraguay) LAS VANGUARDIAS EN PARAGUAY

1947 Juan Cameron (Chile) LAS VANGUARDIAS EN CHILE

1947 Juan Carlos Mieses (República Dominicana) DETRÁS DE LAS PALABRAS Y LOS RITMOS

1947 Susana Giraudo (Argentina) LA POESÍA Y SUS NOMBRES INFINITOS

1948 Helen Umaña (Honduras) LAS VANGUARDIAS EN HONDURAS

1948 Miguel Espejo (Argentina) LAS VANGUARDIAS EN ARGENTINA

1948-2022 Alfredo Fressia (Uruguay) EN LAS FISURAS DE LA MIMESIS

1950 Alfonso Velis Tobar (El Salvador) LAS VANGUARDIAS EN EL SALVADOR 

1950 Soledad Alvarez (República Dominicana) LAS VANGUARDIAS EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

1950-2018 Enrique Verástegui (Perú) O MOTOR DO DESEJO

1951 Carlos Francisco Monge (Costa Rica) DOS ENCUENTROS

1951 Jesús David Curbelo (Cuba) LAS VANGUARDIAS EN CUBA

1952 David Cortés Cabán (Puerto Rico) LAS VANGUARDAS EN PUERTO RICO

1952 Julio del Valle-Castillo (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA

1952 Martin Jamieson (Panamá) LAS VANGUARDIAS EN PANAMÁ

1952 Orlando José Hernández (Puerto Rico) LAS VANGUARDAS EN PUERTO RICO

1954 Ernestina Elorriaga (Argentina) DOS POETAS EN UNA MESA DE LUZ

1955 Berta Lucía Estrada (Colombia) UNA MESA VERTICAL

1955 Carlos Barbarito (Argentina) A POESIA DE CARLOS BARBARITO

1955 Mónica Salinas (Uruguay) LAS VANGUARDIAS EN EL URUGUAY

1956 Gary Daher Canedo (Bolivia) SITIO DONDE AGUARDA UN CÁNTARO

1957 Alejandro Bruzual (Venezuela) LAS VANGUARDIAS EN VENEZUELA

1957 Homero Carvalho Oliva (Bolívia) LAS VANGUARDIAS EN BOLIVIA

1957 Luis Bravo (Uruguay) LAS VANGUARDIAS EN EL URUGUAY

1958 Adriano Corrales Arias (Costa Rica) LAS VANGUARDIAS EN COSTA RICA

1958 Beatriz Hausner (Chile) CAMINHOS DO SURREALISMO

1958 José Ángel Leyva (México) DOS ENCUENTROS

1958 José Carr (Panamá) LAS VANGUARDIAS EN PANAMÁ

1958 Nicasio Urbina (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA

1958 Omar Castillo (Colombia) DIÁLOGO ENTRE DOS POETAS

1958 Rodolfo Häsler (Cuba) EN BUSCA DE LO IMPOSIBLE

1960 José Mármol (República Dominicana) LA OTREDAD SORPRENDIDA DEL POETA

1960 Vilma Tapia Anaya (Bolivia) DOS ENCUENTROS

1961 Enrique de Santiago (Chile) LAS VANGUARDIAS EN CHILE

1962 Arturo Gutiérrez Plaza (Venezuela) LAS VANGUARDIAS EN VENEZUELA

1962 Raúl Serrano Sánchez (Ecuador) LAS VANGUARDIAS EN ECUADOR

1963 Pedro Xavier Solis (Nicaragua) LAS VANGUARDIAS EN NICARAGUA

1963-2016 Gonzalo Márquez Cristo (Colombia) CORRESPONDENCIAS ENTRE POESÍA Y ACCIÓN

1965 Jorge Fernández Granados (México) LAS VANGUARDIAS EN MÉXICO

1969 Luis Alvarenga (El Salvador) LAS VANGUARDIAS EN EL SALVADOR

1972 Gabriel Chávez Casazola (Bolívia) LAS VANGUARDIAS EN BOLIVIA

1972 Xavier Oquendo Troncoso (Ecuador) DIÁLOGO EN EL CENTRO DEL MUNDO

1973 Carolina Zamudio (Argentina) LA ILUSIÓN TRANSITORIA DE LOS ESPACIOS

1973 Ricardo Venegas (México) LA POESÍA DE RICARDO VENEGAS

1974 Fabricio Estrada (Honduras) LAS VANGUARDIAS EN HONDURAS

1974 Javier Payeras (Guatemala) LAS VANGUARDIAS EN GUATEMALA

1983 Manuel Iris (México) LAS VANGUARDIAS EN MÉXICO

1984 Alex Morillo Sotomayor (Perú) LAS VANGUARDIAS EN PERÚ


 


 

 

OBRA ENSAÍSTICA PUBLICADA

 

El corazón del infinito. Tres poetas brasileños. Trad. Jesús Cobo. Toledo: Cuadernos de Calandrajas, 1993.

Escritura conquistada. Diálogos com poetas latino-americanos. Fortaleza: Letra & Música, 1998.

Escrituras surrealistas. O começo da busca. Coleção Memo. Fundação Memorial da América Latina. São Paulo. 1998.

Alberto Nepomuceno. Edições FDR. Fortaleza. 2000.

O começo da busca. O surrealismo na poesia da América Latina. Coleção Ensaios Transversais. São Paulo: Escrituras, 2001.

Un nuevo continente. Antología del Surrealismo en la Poesía de nuestra América. San José de Costa Rica: Ediciones Andrómeda, 2004.

Un nuevo continente. Antología del Surrealismo en la Poesía de nuestra AméricaCaracas, Venezuela: Monte Ávila Editores, 2008.

A inocência de pensar. Coleção Ensaios Transversais. São Paulo: Escrituras, 2009.

Escritura conquistada. Conversaciones con poetas de Latinoamérica2 tomos. Caracas: Fundación Editorial El Perro y La Rana. 2010.

Invenção do Brasil – Entrevistas [edição virtual]. São Paulo: Editora Descaminhos, 2013.

Esfinge insurrecta – Poesía en Chile [edição virtual, em coautoria com Juan Cameron]. Fortaleza: ARC Edições, 2014.

Un poco más de surrealismo no hará ningún daño a la realidad. México: UACM – Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2015.

Sala de retratos. São Paulo: Opção Editora, 2016.

Um novo continente – Poesia e Surrealismo na América. Fortaleza: ARC Edições, 2016.

Valdir Rocha e a persistência do mistério. Fortaleza: ARC Edições, 2017.

Laudelino Freire. Rio de Janeiro: Academia Brasileira de Letras, 2018.

Escritura conquistada – Poesía hispanoamericana. Fortaleza: ARC Edições, 2018.

Visões da névoa: o Surrealismo no Brasil. Natal: Sol Negro Edições, 2019.

120 noites de Eros. Fortaleza: ARC Edições, 2020.

 

TRADUÇÕES

 

Poemas de amor, de Federico García Lorca. Rio de Janeiro: Ediouro Publicações, 1998.

Delito por dançar o chá-chá-chá, de Guillermo Cabrera Infante. Rio de Janeiro: Ediouro Publicações, 1998.

Nós/Nudos, de Ana Marques Gastão (edição bilíngue). Lisboa: Gótica, 2004.

A condição urbana, de Juan Calzadilla (edição bilíngue). Florianópolis: Letras Contemporâneas, 2005.

Dentro do poema – Poetas mexicanos nascidos entre 1950 e 1959, Org. Eduardo Langagne. Fortaleza: Edições UFC, 2009.

A aventura literária da mestiçagem, de Pablo Antonio Cuadra (em parceria com Petra Ramos Guarinon). Fortaleza: Edições UFC, 2010.

III novelas exemplares & 20 poemas intransigentes, de Vicente Huidobro & Hans Arp. Natal: Sol Negro Edições/São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2012.

Sobre Surrealismo, de Aldo Pellegrini (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2013.

Memória de Borges – Um livro de entrevistas (2 volumes). São Pedro de Alcântara: Edições Nephelibata, 2013.

Bronze no fundo do rio, de Miguel Márquez (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2014.

Tremor de céu, de Vicente Huidobro (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2015.

Costumes errantes ou a redondeza da terra, de Enrique Molina (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2016.

Reino de silêncio, de Mía Gallegos (edição bilíngue). Teresina: Kizeumba Edições, 2019.

Traduções do universo, de Vicente Huidobro. Natal: Sol Negro Edições, 2016.

O álcool dos estados intermediários, de Gladys Mendía. Santiago: LP5 Editora, 2020.

A tartaruga equestre, de César Moro (edição bilíngue). Natal: Sol Negro Edições, 2021.

 

  

 

Agulha Revista de Cultura

Criada por Floriano Martins

Dirigida por Elys Regina Zils

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