sexta-feira, 14 de maio de 2021

AGATHI DIMITROUKA | Bolĺvar, eres bello como un griego (Parte 2)

 


Agulha Revista de Cultura, dirigida por el poeta, dramaturgo, traductor, editor y artista plástico Floriano Martins se une al proyecto liderado por la poeta, escritora y traductora griega Agathi Dimitrouka en el cual reúne a voces latinoamericanas que publican poemas cuya temática es la cultura helénica o la Grecia actual. Este proyecto, que va a acabar en una antología en libro natural, lleva como título el famoso verso del poeta y pintor griego y surrealista Nikos Engonópulos “Bolívar, eres bello como un griego” y se publica por la revista de cultura Χάρτης (hartismag) presentando a poetas de América Latina. Y eso porque sus países, los que otrora fueron colonias de España, se animaron por la Revolución Griega de 1821 y lucharon por su propia Independencia con el Libertador Simón Bolívar. Además, fueron de los primeros países que reconocieron a Grecia como país independiente. Así, pues, armado cada uno con su pluma, y con único estandarte la poesía, nos reunimos cada mes para celebrar los doscientos años desde aquella llama que nos ha unido y nos sigue uniendo.

 

ANDRÉS MORALES (Santiago de Chile, 1962) es Licenciado en Literatura por la Universidad de Chile y Doctor en Filosofía y Letras con mención en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Barcelona (España).

Ha publicado veintiocho libros de poesía entre los que destacan: Por ínsulas extrañas (1982); Soliloquio de fuego (1984); Lázaro siempre llora (1985); No el azar/Hors du hasard (traducción al francés, París, 1987); Ejercicio del decir (1989); Verbo (1991); Vicio de belleza (1992); Visión del oráculo (1993); Escenas del derrumbe de Occidente (1998 y 2014, nueva versión revisada); Réquiem (2001); Izabrane Pjesme/ Poesía Reunida (traducido al croata, Zagreb, 2002); Demonio de la nada (2005); Los Cantos de la Sibila (2008); Poemas/Pjesme (traducido al croata, 2011); Antología breve (2011), Escrito (Santiago, 2013; Madrid, 2014); Poemas Escogidos/Poezii Alese (versión al rumano, Bucarest, 2014); Écrit dans un miroir (Escrito, traducido al francés, París, 2015), Esencial (Antología, 1982-2014); A los muertos (La Plata, Argentina, 2016); Tránsfugo (2017); Antología esencial (Madrid, 2018); Variaciones sobre “La Pantera” y otros poemas (2018); Escrito en Glagolítico (2018), Paese de occhi i sogni (traducido al italiano, Roma, 2019); Oráculo (2019); Antología Poética (Madrid, 2020) y Premonición del vacío/Prémonition du vide (traducido al francés, París, 2020) y traducido al rumano como Premonítía Neantuluí (Bucarest, 2020).

Su obra poética se encuentra parcialmente traducida a trece idiomas y ha sido incluida en más de sesenta antologías chilenas y extranjeras y en un gran número de revistas literarias nacionales y del exterior, siendo distinguida con diferentes reconocimientos nacionales e internacionales entre los que destacan: Premio Manantial de la Universidad de Chile (1980), Premio Internacional Miguel Hernández al mejor poeta joven latinoamericano (Buenos Aires, Argentina, 1983), Beca Pablo Neruda (1988), Beca de Hispanista extranjero (como poeta y académico investigador) del Ministerio de Asuntos Exteriores de España (Madrid, 1995), Fondo Nacional de las Artes de Chile 1992 y 1996, Beca de Creación Literaria para escritores del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile en los años 2001, 2004 y 2008. Premio Nacional de Poesía “Pablo Neruda” 2001, Primer Premio en el XII Concurso Internacional de Poesía “La Porte des Poètes” de París (Francia), 2007, Premio Hispanoamericano “Andrés Bello” 2014 de Madrid, España (por el conjunto de su obra poética) y el Premio de Ensayo “Centro Cultural de España” en sus versiones 2002 y 2003.

Desde el año 2007 es miembro de la Academia Chilena de la Lengua y del Instituto de Chile y, desde el año 2014, de la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras de Madrid, España. En el año 2019 es elegido vicepresidente de esta academia. De igual forma, Andrés Morales es autor de una serie de libros de ensayos y ediciones de importantes libros de poesía española, hispanoamericana y europea.

Actualmente desarrolla su escritura poética juntamente con sus clases de Taller de Poesía, de Literatura Española Clásica y Contemporánea y de Poesía Chilena en la Universidad de Chile donde se desempeña como Profesor Titular.

 


CARLOS VÁSQUEZ-ZAWADZKI (Colombia, 1946). Estudios de Literatura en Universidades del Valle, Toulouse y Bordeaux. Investigador y académico. Periodista. Editor. Traductor. Director de programas académicos, Decano de la Facultad de Humanidades, Decano de Cultura, Director de la Escuela de Estudios Literarios y Secretario General de la Universidad del Valle. Profesor titular de la misma. Codirector del Festival internacional de Cali y del diario El Pueblo de la misma ciudad. Intervenciones/ invitaciones en Universidades de Francia, Cuba, Italia, U.S.A., España, Canadá, Ecuador, Polonia y Republica Checa. Publicaciones, entre otras: Diario para Beatriz, La oreja erótica de Van Gogh, Tercer laberinto –cartografías poéticas, Liberaciones, Sol partido en la naranja, Tiresias y su cayado y otros poemas, Rotaciones, Amares, Percusiones (Premio Internacional de literatura ‘Gustavo Adolfo Bécquer’). Ensayos de teoría literaria, El reino de los orígenes, Cartografías culturales (ensayos). Estanislao Zawadzki, Auguste Rodin, pensar con las manos (biografías). Dados circulares, cuentos polifónicos (en colaboración), Un año después (en colaboración), Bocas de agua y fuego (en colaboración), Cartagena de Indias: Territorio Literario (en colaboración), Una tarde impura de verano (narraciones). La abuela perdió un recuerdo, Rafico y su potrillo de mar y La línea soñada del horizonte (relatos para jóvenes). Director, editor de revistas: Poligramas, Caliartes, Plumadas, Ecos. Jurado en concursos literarios a niveles nacional e internacional. Trabajos suyos han sido traducidos al inglés, italiano, francés, hebreo, portugués, polaco y lituano. Premios en Cuba, España y Colombia. En la actualidad, Presidente del PEN Colombia de escritores.

 

*****

 

1 | ANDRÉS MORALES

 

ORÁCULO 

A Gonzalo Rojas

  

-No hay azar más claro que el iris de mi ojo,

pregunten a los hijos que van llorando tierra,

deténganse en el mar a respirar su vuelo

si el sol es transparente y gime y no aparece.

 

La adivina cierra sus ojos y crepitan

los dientes y su lengua, malhumorada, seca.

 

-La rueda vuelve siempre al centro de su cielo

y todo se detiene y habla y permanece.

 

-Desnuda en el desván irá tejiendo siempre,

tal vez nunca regrese su amante de la guerra

y bailarán los años y sin reconocer

los trozos de metal, la columnata, el mar.

 

-Después veo silencio y un grito despiadado.

La sangre descubrió su propio peso hueco.

Más allá un incendio y el caballo cónsul

y mártires que huelen a gloria antojadiza.

...Hay nubes en mis cejas y peces,

hay planetas...

Puedo ver la huella cómo se desfigura y cae.

La luna se avecina, el ángel se avecina.

Dos mil campanas hieren, se clavan en mi oído

y Jericó se rinde y el águila perece

mientras el toro huye detrás de los leones.

 

Penúltimas noticias, los heraldos corren:

Ha caído Roma, Tenochtitlán el Cuzco.

 

-Otra vez el llanto recorre mis anillos.

 

-La policía aguarda detrás de las murallas,

no hay escapatoria, me arrastran con azufre,

me fuerzan, me condenan, me besan en la cara.

 

-¡Alejen los espejos, aviven ese fuego!

 

-El hambre me conmueve y siento como vuelan

los cuervos en mi boca, enloquecidos míos.

 

-¡Por qué jamás anuncio lo que se escribe ayer!

 

...Hay nubes en mis manos,

recuerdo sólo el mar...

 

 

UN ORÁCULO DE DELFOS

 

A Harold Alvarado Tenorio

 


Pregunta el Sacerdote a la Sibila por orden de Alejandro, el Macedonio:

 

- ¿Acabaré el trabajo por la paz de aquellos reinos y ciudades y el rico porvenir que ellas merecen?

 

Responde el Sacerdote después de oír los gritos, las guturales sílabas y el llanto entrecortado. Las carcajadas locas. Los ojos entornados:

 

-El barco que te lleve

no tornará jamás.

Serás un nuevo Ulises

sin Ítaca, sin patria:

con una rica herencia,

con un legado oscuro.

 

El barco que te lleve

encallará en la cúspide

de un lejano Olimpo

de Dioses que poseen

las llaves de las puertas

de todas las ciudades.

 

El barco que te lleve

será tu propio cuerpo,

brioso, acalorado, por fiebres

consumido.

 

 

SEFERIS

 

A Víctor Lobos

 

Una palabra

sola

abrirá el espacio

del mar

o de los cielos:

 

Hipnos,

sueño,

hipnos.

 

Como un rayo que sorprende

y un solemne trueno

rompiendo los infiernos.

 

Como la voz secreta

del poema oscuro

solo,

mendicante.

 

Como la superficie fría

de muertos hoy presentes

en la memoria huida,

en el pasado inquieto.

 

De las palabras

una

y

un poeta

cierto:

 

Hipnos,

sueño,

hipnos.

 

Después ya se adivina

el llanto de las olas.

 

 

GRECIA*

 

A Ángela Gentile

 

Una columna rota frente al Egeo pétreo. Una columna que es la espina de mi lengua y de todas las otras lenguas. Un recuerdo vago que sube a los muros de Micenas o el calor de primavera mirando la caldera de Thira.

Una palabra, Grecia, que recorre mi sangre y avienta el corazón. No un país ni un estado, una patria que hiere y una patria que acuna.

Un espacio en el tiempo, en la palabra, en el sueño.

Una forma de vida, de muerte y de eternidad.

 

[*] Poema en prosa escrito para la ocasión.

 

 

2 / CARLOS VÁSQUEZ-ZAWADZKI

 

CARTA A TIRESIAS Y SU CAYADO

 

Para Eduard Stresino, maestro de maestros

 

Pero no, no esperes de mi que yo revele

mi infortunio -mejor no decirlo: el tuyo.

Sófocles

 

...dime, Tiresias, ¿quién gozaría más

en esta prueba de ser en el otro la mitad - tajada?

Miriam Moscona

 

Epifanías de tu palabra en la espiral de nuestros orígenes:

...“es terrible saber, cuando de nada sirve

el saber a quien lo posee”. Pero, Tiresias, tú estás

al servicio del Oblicuo Apolo:

 

Es tu saber de visiones inequívocas en casa de Edipo,

 

Es tu saber de regiones transparentes del poder y la sangre,

 

Es tu saber de génesis míticos descifrables ahora,

 

Es tu saber de perversidades del primero y último de los humanos,

 

Es tu saber de juegos cruzados en destinos tribales,

 

Es tu saber de teatros ecuménicos y verdades públicas,

 

Es tu saber circular del logos y la muerte del padre,

 

Es tu saber de sexo ciego en sábanas maternas...

 

Epifanías de tu palabra en la espiral de nuestro presente:

...“es terrible saber, cuando de nada sirve”.

 

 

TIRESIAS I

 

¿Qué cosa no viene del mar?

Elsa Cross

 

De islas, mitologías y corales la escucha:

ritmos de sílabas y agua corporal

como sol anaranjado de anagramas.

 

Sal de la escucha sobre tu piel errante:

muerde las huellas arena crujiente,

dibuja tu cayado enigmas, laberintos.

 

La pérdida edípica en cercanías del origen:

mar incinerado de interrogantes

en miradas secretas de luna creciente.

 

Broncas voces de superficies espumosas:

eres tú, Tiresias, desnudo agónico

en epifanías doradas de la memoria…

 

 

TIRESIAS II

 

Los muertos naufragan en sombras memoriosas,

mordidos de soles, mares y horizontes.

 

Naufragan de olvidos como plancton abisal.

 

Naufragan en signos perecederos del Libro

perdidos en el silencio de los dioses.

 

Naufragan sin voz como lámparas votivas.

 

Naufragan en borraduras de sal y arena.

 

Naufragan deteniéndose una lluviosa tarde

en el entrecejo del semidivino ser errante.

 

Los muertos náufragos se rezagan, son anclas

para las naos señaladas por su cayado luminoso.

 

 

REVELACIÓN DE DIONISIOS*

 

…demasiado cerca para que me sueñe…

 

Ella es dulce fuego de piel

y combustiones reales e imaginarias:

agua quemada en madrugadas.

 

Me deslizo en sus ardores

y mi escritura es memoria mágica

y cicatriz de su nombre solar.

 

Cerca, su ensoñada aura dorada

ilumina día a día estas páginas.

 

Pero ella sueña otras geografías

para los sentidos, y la brújula

de sus manos enloquecen sus agujas.

 

Mi cercanía traduce metáforas

del fuego prometido de su piel:

¿incinerará mañana mis madrugadas?

 

¿Escribiré nunca silencios de su nombre?

¡En esta deliciosa copa de vino,

Dionisios revelará nuestra fortuna!

 

[*] En “Las suaves manos de Eros y El vino puro de Dionisios”, se encuentra un conjunto de poemas sobre este último.

 

NUESTRO ABC DE LA LITERATURA CLÁSICA GRIEGA

 

…la evolución progresiva del arte es resultado del espíritu de Apolo

y del espíritu dionisiaco…

F. Nietzsche

 


Parafraseemos el ABC de la lectura, de Ezra Pound, para traer a la memoria autores, obras y temas helenísticos. El plural de estas notas, incluye a nuestra generación de estudiosos y escritores –poetas, narradores y ensayistas de la Universidad del Valle, en Cali- Colombia, entre los que nombramos a Julio Arenas Saavedra, Tomás Quintero E., Carlos E. Restrepo, Harold Alvarado T., Carmiña Navia V., Gustavo Álvarez G. y el Maestro de Maestros, Eduard Stresino.

En el horizonte, Grecia como civilización pensante de la palabra escrita y su cuidado de los textos de la época helenística. Grecia, inventora del alfabeto que fijará los poemas épicos, en la medida en que introdujo vocales en el alfabeto fenicio existente. Grecia, hasta el siglo IV, una sociedad oral: los textos escritos serán apoyo para la memoria colectiva.

Grecia, a su vez, un paralelismo en la organización social: ciudades y estructuras políticas. Y con los antropólogos Conte y Durkheim, la comprensión del establecimiento de correlaciones / codeterminaciones entre pensamiento y sociedad, como formas de expresión.

¿Homero / Hesíodo, primero el uno, posterior el otro, o mejor, coexistentes?

En el ABC de nuestra lectura, primero el mito –en tanto relato (más adelante consideraremos el logos). De las epopeyas homéricas a la Teogonía de Hesíodo, el mito como historia contada, recitada en ocasiones singulares por personas determinadas, en los que se produciría una explicación del mundo social y se justificaría su estructura constituyente.

Entonces los especialistas para aprehenderlo de múltiples maneras: Kreuzer / Loedbeck, que analizarían y silenciarían el mito / Bachofen y sus tres etapas narradas: hetairismo, matriarcado y patriarcado –el mito y su sabiduría--, en las que existirían formas de organización social y familiar, un sistema jurídico y otro de creencias: un todo solidario entre las partes. / Y Miller, para quien el primitivo sería un ser irracional, inerme, desconocedor del significado de las palabras./ Y Frazer, las tres etapas de la humanidad: magia, religión y ciencia. / Y Malinowski y el funcionamiento de los mitos en contextos culturales /. Y Freud y Jung, el mito en su relación con la psiquis, consustancial a la naturaleza humana; el mito como camino al inconsciente y una dimensión ontológica fundamental, la del ser deseante, además de ser de palabra y lenguaje. / Y Lévi-Strauss y la narratividad del mito, o juego de lenguaje.

Nuestras lecturas de las epopeyas homéricas, Ulises y el/ los viajes de la existencia y el encuentro con el Otro, extraño: la muerte, la guerra, el dolor, el eros, la memoria… Y la poesía de Hesíodo (considerado el primer filósofo), quien escribió cuando las musas lo visitaron estando con su rebaño, al pie del Monte Helicón. Y Píndaro y su lírica coral, sus epinicios y el camino del presente al pasado mítico. Y Simónides. Y Baquilides…

El punto de inflexión ocurrió en el estudio de los textos de los presocráticos. Tales de Mileto y otros filósofos, y la irrupción del logos. Liberándose de las visiones míticas: un pensamiento científico que sigue a los Jonios. El mito, hacía que el ser –en Homero y Hesíodo— estuviera determinado por fuerzas superiores arbitrarias. Pero con el logos, se interrogaría el orden subyacente al caos de los aconteceres, producidos por fuerzas impersonales. Así, la filosofía irrumpiría con un pensamiento racional, abandonando la mitología en su explicación irracional del universo; ahora se impone la fe científica a la religiosa.

En ese paso dialéctico e histórico del mito al logos se despersonalizarían las fuerzas de la Naturaleza: se haría una apertura gnoseológica y se relativizaría el mismo valor de las tradiciones. La filosofía razonaría, el hombre devendría medida de las cosas.

Aparece la polis y su ordenamiento social, histórico. Como también la moneda, el calendario, la escritura alfabética, consolidándose el papel de la navegación y el comercio. Las ciudades y su progreso técnico, la riqueza material, el mercado (en este los objetos se hacen mercancías y adquieren significación abstracta, C. García A.).

Pero, antes o después de este punto de inflexión de los presocráticos –cuyas lecturas nos llevarán a Aristóteles y su sistema filosófico (incluyendo su Estética) y a los Diálogos platónicos, irrumpen la tragedia y la comedia en Grecia.

Y con la lectura de Esquilo, Sófocles y Eurípides, se nos presenta El origen de la tragedia, de F. Nietzsche.

En nuestro ABC de la lectura, un interés general por Apolo y Dionisos.

Y las preguntas –en su violencia dialéctica de Nietzsche sobre la relación entre música y tragedia: el nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música: ¿Para qué el arte griego? ¿El pesimismo, acaso un signo de declive, de ruina, de instintos fatigados y debilitados? ¿Pesimismo en y de la fortaleza? ¿O por el contrario, desbordamiento de salud? ¿Qué es justo entre los griegos, mejor época, más fuerza, más valentía, el mito trágico? ¿Y que ocurriría con el enorme fenómeno de lo dionisiaco? ¿Qué significaría la tragedia nacida de Dioniso? El socratismo, a su vez, ¿es signo de declive? ¿Y la voluntad epicúrea contra el pesimismo? ¿Las creencias consideradas como síntomas de vida? ¡Ciencia y miedo al pesimismo? ¿Cobardía y falsedad, en términos morales? ¿Astucia? Sócrates, ¿fue acaso tu secreto, tu ironía?

Dioniso se presentaría como un signo fuerte de interrogación. Existiría un problema filosófico, según Nietzsche. Pero, ¿qué sería lo dionisiaco?

¿Y lo apolíneo? Este último, deseo feliz del ensueño, dios de todas las facultades creadoras de formas; dios ADIVINADOR; LA APARIENCIA RADIANTE, DEIDAD DE LA LUZ. Apolo es la imagen divina y espléndida del principium individuationis, en cuyos gestos y miradas nos describe toda la alegría y la sabiduría de la “apariencia”, al mismo tiempo que la belleza.

Entendimiento gnoseológico y dialéctico así mismo del estado dionisíaco: el agradable éxtasis que se eleva de lo más profundo del hombre y aun de la Naturaleza, al romperse, precisamente el mismo principiun individuationis: la exaltación dionisíaca que arrastra en su ímpetu a todo individuo subjetivo hasta sumergirlo en un completo olvido de sí mismo.

Más aún: Bajo el encanto de la magia dionisíaca no sólo se renueva la ALIANZA DEL HOMBRE CON EL HOMBRE: la Naturaleza enajenada, enemiga o sometida, celebra también su reconciliación con su hijo pródigo: el hombre.

La destrucción del principio de individuación se manifestaría como fenómeno artístico.

Ayer, en la dimensión mítica, la música apolínea era pulsación cadenciosa de las ondas del ritmo; una pulsación sonora del arte dórico, cuyos sonidos estaban establecidos de antemano.

Ahora, con Dioniso, la esencia misma de la música (y de toda la música), la violencia conmovedora del sonido, el torrente unánime de la melodía y el mundo incomparable de la armonía, estos elementos fueron cuidadosamente separados como no-apolíneos: En el ditirambo dionisíaco, el hombre se siente arrastrado a la más alta exaltación de todas sus facultades simbólicas; descubre y siente y quiere expresar algo que jamás hasta entonces había experimentado: la destrucción del velo de Maia, la unidad como genio de la especie, de la Naturaleza misma.

De ahora en adelante, la esencia de la Naturaleza se expresará simbólicamente; UN NUEVO MUNDO DE SÍMBOLOS SERÁ NECESARIO, TODA UNA SIMBÓLICA CORPORAL; no solamente el simbolismo de los labios, del rostro, de la palabra, sino también todas las actitudes y los gestos de la danza, ritmando los movimientos de todos los miembros.

Entonces, estremecimientos, ayer velados por la consciencia apolínea.

Dioniso desaparece y aparece en primavera, sustituyendo a Apolo en invierno. Atenea protegía su corazón. Es presidente, dios de los ritos.

Y es constituyente, con la ciudad y la tragedia, de un tríptico simbólico. Bajo la tiranía de Pisístrato tendríamos el rito de las tragedias y el culto a Dioniso. La tragedia es fiesta de la ciudad, y Dioniso, dios de Atenas. Los estremecimientos, katarsis, cambio/ transformaciones de la vida en ritualizaciones dramáticas. Así el ditirambo, canto comunitario, regeneración. Dioniso provocaba el éxtasis. Y la epifanía, cuando alguien desde afuera o bien desde el interior, nos revelaría quién soy, quienes somos. Ese camino es intuitivo (Dioniso castigaría las ideas claras). Dioniso, dios de toda creación nueva (agraria o cultural en la polis). Dios de la embriaguez, lo desmesurado.

Apolo y Dioniso, finalmente, ayudándose mutuamente, han dominado el alma helénica, proponía Nietzsche, con manifestaciones sucesivas, por creaciones siempre nuevas. Y la obra de arte sublime y gloriosa de la “tragedia antigua” y el ditirambo dramático como la terminación de estos dos instintos, cuya unión misteriosa, después de prolongada diferencia, se manifestó en el esplendor de semejante brote, que es, a la vez, Antígona y Casandra. Es la genialidad del arte dionisíaco-apolíneo.

En nuestro personal proceso creativo, ese arte dionisíaco-apolíneo, es fundamental y permanente:

·          Espirales – escritura ininterrumpida

·          Estremecimientos

·          Liberaciones

·          Canciones para coros y café suave

·          Tiresias y su cayado y otros poemas

·          El vino puro de Dioniso

·          Percusiones

·          Una tarde impura de verano

·          Bocas de agua y fuego

·          Azules aguas de la Memoria (inédito)

·          Ojos de mar (inédito).




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Agulha Revista de Cultura

UMA AGULHA NA MESA O MUNDO NO PRATO

Número 170 | maio de 2021

artista convidado: Friedrich Schröder-Sonnenstern (Prússia, 1892-1982)

editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com

editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com

logo & design | FLORIANO MARTINS

revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS | MÁRCIO SIMÕES

ARC Edições © 2021

 

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