Agulha Revista de Cultura: CONSUELO MEZA MÁRQUEZ | Presentación de un libro de Aída Toledo

Con el título, Género, subalternidad y descolonialidad. Algunos aportes para el debate sobre los feminismos, Aida Toledo nos brinda una propuesta de lectura, que aborda un tema controversial en Guatemala. El trabajo se estructura a partir de categorías de análisis que organizan las lecturas: colonialidad/decolonialidad, subalternidad, violencias, feminismos, género, espiritualidad.

Es innegable que su propuesta de lectura está asociada con las tensiones de género que se tienen como experiencia en los países centroamericanos, donde la problemática y las diferentes violencias infringidas sobre poblaciones vulnerables, son habituales, y están teñidas con las políticas de Estado de cada uno de los países de la región Centroamericana.

Es por esta razón que las lecturas se orientan a partir de la categoría de la descolonialidad, porque los ensayos y artículos abordados tienen ese gesto, desde cualquiera de las categorías que se trabajan. Las teóricas y teóricos de esta tendencia están planteando la necesidad de revisar históricamente los efectos de la colonialidad del poder, que tienen un fuerte impacto en las otras, la del ser y la del saber, sobre todo cuando pensamos y analizamos desde el mundo de las mujeres.

Los feminismos representan los espacios del saber del que se desprenden las discusiones más profundas de género. La posición desde donde se lee, parte no de los feminismos blancos, sino de los feminismos latinoamericanos, que son lo que María Lugones, ha nombrado feminismos de color, planteando con esto una coalición de pensamiento que se ubica y aparece desde los márgenes o desde las periferias del poder de los estados nación.

La violencia está entendida en este trabajo como estructural. Se pone en discusión lo que Rita Segato denomina la pedagogía de la crueldad, que transforma la vida en cosa. Los cuerpos se cosifican, la naturaleza se cosifica, las mujeres y sus mundos aparecen intervenidos y extremadamente lacerados por la violencia, que hace parecer que el mundo se encuentra en una era apocalíptica.

La espiritualidad está trabajada en relación con los ecofeminismos, que aparecen dentro de las reflexiones de las religiosas de la teología de la liberación, pero también asociados con las espiritualidades de las mujeres de los pueblos originarios. Es evidente que esta visión ecofeminista desde cualquiera de los dos ángulos procede de espacios donde las mujeres han sobrevivido a las distintas etapas de la colonialidad, de donde han podido resurgir no ilesas, pero sí, resilientes.

Considero que este trabajo puede abrir numerosas líneas de investigación en cuestiones de género, y apoyar en la formación de investigadoras e investigadores, profesoras y profesores preocupados por el impacto de una cultura recreada desde la mirada masculina y una concepción vertical del poder. El libro representa un insumo importante que tendría que utilizarse como libro de texto en la formación de estudiantes de licenciatura y posgrado.

CONSUELO MEZA MÁRQUEZ. Doctora en Humanidades en el Área de Teoría Literaria, licenciada en Sociología, con especialidad en Estudios de la Mujer y en Estudios Culturales, obtuvo su maestría en Investigación en Ciencias Sociales. Es profesora/investigadora del Departamento de Sociología, desde 1984 y líder del Cuerpo Académico de Estudios de Género. Imparte las materias de Metodología Cualitativa, Estudios de Género y Talleres de Investigación. Ha dirigido tesis de licenciatura, maestría y doctorado en la línea de investigación en Género. A lo largo de su carrera como profesora, se ha comprometido con la formación de sociólogos, mujeres y varones, para cerrar las brechas de desigualdad de género.

DAVIDE GALBIATI (Itália, 1976). Para el artista, el tema de la conexión Cuerpo-Espíritu existe desde el principio de los tiempos y probablemente continuará indefinidamente. En esta dirección, Davide Galbiati busca un lenguaje plástico con formas simples y singulares que evoquen tanto a pueblos ancestrales como a civilizaciones de un futuro sideral. Sublima el aura humana en materia para hacer visible lo invisible. Se inspira en el trabajo de escultores antiguos, como Tutmosis (escultor del faraón Akenatón) y en las esculturas griegas arcaicas. El artista alimenta el ardiente deseo de oponer el ruido del mundo al silencio vibrante del quieto. Huye, pues, de las contorsiones dinámicas de las esculturas barrocas o neoclásicas para pensar en la calma telúrica de los antiguos faraones. Galbiati nos lleva a la escultura por el camino del silencio. Gracias al cariño inagotable de nuestra colaboradora Berta Lucía Estrada, Davide Galbiati es el artista invitado de esta edición de Agulha Revista de Cultura.