quinta-feira, 29 de dezembro de 2022

LUIS BRAVO (Uruguay, 1957)

LA CREACIÓN POÉTICA & SUS ESPEJOS



FM | Como creador, ¿eres un perseguidor de imágenes o simplemente mantienes abiertas las puertas de la percepción para que entren?

 

LB | No es para mí una imagen sino una voz, una voz inmedible, una voz que no emite sonido, sino que habla a través de lo escrito. No la persigo, solo me dispongo a recibirla. Ya en el trance creativo todo puede ocurrir. Lo impredecible, lo “inesperado” a lo que refiere Heráclito, lo indecible que Heidegger adjudica a la poesía. La creatividad de la escritura no es mera voluntad, ni solo trance pulsional, es algo que llega de manera diversa, aunque se está escribiendo mucho antes de llegar al papel o a la pantalla. Registrarlo es solo el primer paso. Luego viene la composición. Una labor que disfruto cuando percibo que hay buena consonancia con el material escrito. Es un íntimo regocijo, pero también un desafío. El trance creativo es un espacio-tiempo lúdico, fuera del tiempo cronológico. Crear es jugar para mí, y ese locus me da una libertad. Igual, como estoy atravesado por muchas lecturas y vivencias literarias, lo que hago con todo ese bagaje es intentar devorarlo. Preciso esa antropofagia estética que me ayuda a no repetir sino a crear, justamente. Esto implica una pluralidad de voces que no cumplen con la típica obra de voz unívoca. Mi producción, tanto escrita como sonora o de puesta en voz, es polifónica y heteróclita. Esto me llevó años reconocerlo y asimilarlo como una naturaleza propia. Creo que el imaginario del siglo XXI está más abierto a concepciones más dinámicas y menos rígidas de la compleja identidad de la criatura humana.

 

FM | ¿Tienes una esperanza de vida ideal? ¿Cuál? ¿De qué modo tu creación hace parte de ella?


LB | No estoy pensando en ninguna vida ideal. Tampoco en lo construido desde la razón que estructura principios rígidos en el orden estético, ni ideológico. Mi universo creativo tiene su propia mitología que se manifiesta más allá de mi conciencia. Sé que como lector soy una hibridación de culturas, un mestizaje de estéticas, y que mis registros son muy variados entre sí. Contienen lo escritural, lo fónico, la puesta en voz, lo visual, la síntesis o la proliferación, los códigos intermediales.

Mi creación participa de esta concepción ontológica, una polifonía del ser, con la que no es fácil convivir. Escribir también ayuda a sobrellevar esa complejidad.


 

FM | ¿Cómo percibes las diferencias entre lo que pretendías crear y lo que realmente creas? ¿Te molesta este abismo sutil de vez en cuando? Si se ha reducido (o incluso desaparecido) con el tiempo, ¿a qué atribuyes tal evidencia?



LB | Percibo esa diferencia en la etapa de composición. Una vez que trabajo los materiales, y que el tiempo pone distancia con lo escrito, he percibido esa distancia entre lo que estaba allí para decirse y lo que está registrado. En tal sentido, escribo desde la puesta en voz de lo escrito. Esto me ayuda mucho a definir el ritmo, para mí un elemento sustancial de lo poético. Soy vocacionalmente músico, y eso influye en mi escritura. 3.2. Considero que, salvo excepciones esa distancia es natural. Si hay un “abismo” es porque entonces lo escrito está muy lejos, y acaso ese material no sirva. Si hay que hacerle muchos cambios prefiero dejarlo de lado, porque tampoco se trata de forzarlo. 3.3. La experiencia me ha servido para que la composición sea más fluida. Hay una paradoja allí. Por un lado, conozco más mis caminos expresivos, y por otro, trato de evitar reiterarme; si bien admito las obsesiones, intento abrir campos que me permitan explorar y descubrir nuevos horizontes de mi escritura.

 

FM | Al visitar el templo de Zoroastro, Italo Calvino descubre que el fuego real es el fuego oculto. ¿Cómo alimentas el fuego de la creación en tu escritura? ¿Podríamos hablar de la existencia de algún rito?

 

LB | Estuve en una montaña de la antigua Persia, en una torre de arcilla en la que ardía el fuego zoroástrico. Vi a la distancia que ese fuego siempre encendido estaba desafiando al tiempo cronológico, y al clima, por cierto. La poesía ha sido desde sus orígenes esa belleza que resiste al tiempo a través de las palabras. Una memoria del instante que quiere enfrentarse a lo eterno. En lo personal huyo de la solemnidad de ese planteo, pero su espina igual la tengo clavada en algún lugar. El fuego de mi creación es mi fuego. Si estoy apagado entonces no hay rito que valga. Tampoco me obligo a escribir desde el fuego. Valoro mucho el silencio, por ejemplo, y creo que desde allí he escrito con igual intensidad que desde el fuego. 4.2. Leer un texto motivante puede encender algo, pero insistir en generar la chispa no me resulta. La meditación me ha ayudado a despejar a veces, el amor siempre es una inspiración, pero a la vez, el amor es una catástrofe. Puede dar buenos o malos poemas, pero ha sido el fuego mayúsculo en mi vida.

 

FM | ¿Crees que hay un exceso de ideas en el mundo y que hay una especie de mal uso de esas ideas? ¿Es necesario minar constantemente nuevas ideas o lo que falta en el mundo es orden y perseverancia en las ideas existentes?

 

LB | Aunque para Platón el mundo de las ideas esté relacionado con el arte, yo coincido más con lo que le responde Mallarmé a Edgar Degás, el pintor —quien estaba intentando escribir y le había dicho que “tenía unas muy buenas ideas”—, diciéndole que la poesía no se escribe con ideas sino con palabras. Las ideas están más cerca de la filosofía. Pero en cuanto a la pregunta, no, no me parece que haya un exceso de ideas; lo que sí falta es ser coherente con algunas ideas, o los caminos para hacerlas realidad. Eso si hablamos de utopías. 5.2. “Orden y perseverancia” son palabras que no me gustan, me suenan autoritarias, o por lo menos a ese proyecto de las naciones del siglo XIX, cuya modernidad solo atendió, finalmente, a los intereses de la clase dominante. Creo que en este presente hace falta más creatividad para crear nuevas ideas que nos saquen de este pantano en el que parece la humanidad se ha enterrado a sí misma.

 

FM | ¿Cómo has contribuido a mejorar el mundo?

 

LB | No sé si he contribuido a esa tarea. Según dicen algunos de mis estudiantes — justo en estos días estoy por jubilarme de 43 años de docencia de la Literatura en el nivel secundario y en el nivel terciario— parece que sí les he aportado, por lo menos a algunos/as, en su formación como profesionales y como personas. Si eso es así, ese habría sido mi mejor aporte. He escrito cientos de artículos, ensayos, estudios, prólogos, también varios libros incluso, pero el propósito de la literatura no es para mí mejorar el mundo sino, acaso, aportar a ampliar mi propia experiencia estética como una forma de crecimiento y de expansión del horizonte humano. Quiero decir que no escribo con ningún propósito tan solidario; el arte es una pulsión y una necesidad para quien lo experimenta, pero no un programa de valores a aplicarse. No me afilio a la didascalia en el arte, prefiero la libertad y el asombro de radicar allí lo que no se halla en el mundo. En tal sentido sigo el concepto huidobriano de que el arte es otra naturaleza, que tiene valor en sí misma.

 

FM | ¿Existe una realidad hispanoamericana o el conjunto de sus 19 países aún no ha descubierto sus verdaderas perspectivas culturales para la acción conjunta? ¿Cómo cree que debería funcionar esa América tan deseada y a veces imposible?  

 

LB | La utopía latinoamericana, no incluiría en esto a la península ibérica, existe desde las luchas revolucionarias de la independencia. Simón Bolívar y José Artigas, y más tarde José Martí, tuvieron sus proyectos en tal sentido, y se enfrentaron a las enormes dificultades que, por intereses ajenos y propios, impiden su realización. En materia cultural, el neocolonialismo impuso por tramos un aislamiento de estos países entre sí, a pesar de su pertenencia a una similar situación cultural, así como de estructuras de explotación. El concepto de Patria Grande, surgido en la década del 20 del siglo anterior, volvió a tener un nuevo impulso a partir de la década del 60. Pero ese impulso de rebelión y renovación fue barrido de manera genocida, afectando a esa generación del 68 cuando los poderes hegemónicos percibieron que había un gran movimiento global de cambios. Hubo, también coincidentemente en los años 20 y en los 60 una proliferación de intercambios artísticos muy significativos en materia poética y artística; fueron contextos revulsivos y, a la vez, de construcción de tejidos culturales transnacionales. En lo interno hay otros asuntos que nos separan, para empezar, las lenguas. Pero eso no debería ser un obstáculo sino motivo de intercambio y enriquecimiento. Me refiero al español, al portugués, y al enorme patrimonio de las lenguas nativas, negadas durante siglos, pero aún resistentes.

Creo que el intercambio cultural en todas las disciplinas ha sido el lugar desde el cual esa integración ha mantenido encendido el fuego de ese proyecto. Los sistemas políticos, atravesados por intereses de las clases económicas multinacionales, han tenido como objetivo la división y no la integración. Un cambio de mentalidad en la conciencia de la hermandad sería el camino. Eso se practica en el día a día, en cómo recibimos a los inmigrantes de los países vecinos, en las políticas de intercambio cultural que, sin embargo, muy pocos gobiernos desarrollan en sus programas. Es mucho lo que hay que trabajar para dar a conocer lo que se produce en cada país, en la región y en el continente. Estamos invisibilizados por una ignorancia sistémica que nuestros propios sistemas educativos no se proponen superar. Es decir, estamos actualmente más lejos que nunca de la liberación, porque hoy se carece, básicamente, de la conciencia de la esclavitud mental y social a la que las sociedades han sido sometidas. 

 

FM | ¿Qué sueles leer fuera del español? No me refiero sólo a la literatura, porque aquí me interesa evocar tu entorno de lectura. ¿O crees que leer poetas es el único material imprescindible para tu creación?

 

LB | Además del español, leo sobre todo en inglés y en portugués. Los géneros que leo son variados. El ensayo es el prioritario. Ensayo literario, filosófico, de teoría estética, también de ciencia política. De hecho, estudié dos años de Filosofía y dos años de Ciencias Políticas, además de Literatura, que fue lo que terminé académicamente. Realizé mi doctorado en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Notre Dame (Indiana, USA); si bien fue en un programa de lengua española, la bibliografía de los cursos tenía un porcentaje muy grande en inglés. No soy un buen lector de novelas, salvo cuando tengo que darlas en un curso; pero soy un lector de cuentos. La cuentística anglosajona, portuguesa y francesa me gustan mucho, pero la mejor de todas es, sin duda, la cuentística latinoamericana del siglo XX. Ahora no leo casi en francés, como antes. Poesía leo en todos esos idiomas, y también en italiano. Me fascina leer y traducir yo mismo, es un ejercicio de aprendizaje muy disfrutable. Lo hago cotejando versiones en diferentes idiomas. Me gustaría leer en guaraní, o en otras lenguas nativas. Pero es muy difícil aún acceder en forma directa a las herramientas necesarias para ello. También leo historia y sociología, sobre todo artículos de los que me nutro para el análisis literario. Estudié griego para leer un poco a los antiguos. No logré hacerlo, pero el intento valió para acercarme a la conciencia de ese idioma que, para mí, dio obras poéticas, filosóficas y mitos que hasta hoy me inspiran.

 

FM | ¿Crees en la existencia de la sociedad?

 

LB | Es una pregunta extraña. Vivimos en sociedad. En muchas organizaciones de la sociedad a la vez. La familia es, en nuestro caso, la sociedad más cercana. Pero también está el barrio, y la pequeña sociedad del trabajo; por supuesto la sociedad civil y su necesaria intervención en la sociedad política y en las vicisitudes de la sociedad de clases, y su incesante lucha; la sociedad de los gremios y sindicatos o de organizaciones comunitarias es, a la vez, un pulmón fundamental para la gestación de derechos humanos. La sociedad de los artistas también existe, y se nutre de sus intercambios. He participado activamente en cada una de estas formas de lo social. Soy un ser social. No podría vivir, ni me interesaría, si no es en relación con la alteridad. La tarea poética es social. Sin lectores ni audiencia, sin comunicación estética no tendría ningún sentido escribir. La devolución de los otros nos permite conocer aquello de nosotros mismos que no podemos ver. Aunque la escritura es también una forma de conocimiento de sí mismo.


FM | ¿Quién eres de todos modos?

 

LB | Si supiera quién soy acaso no escribiría. No es que escriba para conocerme, aunque sí, a veces lo hago, para desconocerme. Para olvidarme de quién creo que soy. Escribir es entrar en mis otros, o abrirles la puerta para que el lenguaje traiga aquellos que están allí latentes, aquello que no sale a luz habitualmente. En tal sentido es como soñar. También es como morirse un poco. Y como hacer el amor. Es decir, hay siempre un misterio no develado en esa otra dimensión, en el encuentro con el otro. Soy ese peregrino, acaso ese poeta camaleón (al que refiere el joven John Keats) que explora mundos a través del lenguaje y de la voz.

 

FM | ¿Qué te parece la idea de incluir un poema propio, comentando algo que motivó su creación?

 

EL BRASIL

 

El Brasil es un país tropical y maravilloso de América del Sur,

limitado al norte por de Andrade

al sur por de Andrade

al este por de Andrade

al oeste por los países de habla hispana que le rodean

y no comprenden su lengua ni la alegría de su pueblo.

 

Las principales producciones de Brasil son:

Tupí or not Tupí, de de Andrade

Paulicea desvairada, de de Andrade

Brejo das almas, de de Andrade.

 

El Brasil cuenta con tres ciudadanos ilustres:

de Andrade, de Andrade, y de Andrade.

Los otros habitantes se llaman a sí mismos

Oswald, Mário, Drummond,

pero todos responden al unísono al apellido de Andrade.

 

De Andrade es la única trinidad poética de América del Sur.

Pero sus obras tricompletas aún no han sido publicadas ni comprendidas en español.

 

Motivó la escritura del poema el diálogo a distancia con el poema “O Uruguai”, del poeta brasileño Murilo Mendes (1901-1975), que sigue a continuación. Acaso algunas de las preguntas y respuestas de este cuestionario están aquí respondidas, de manera poética e irónica, más concretamente aquellas que hablan de esas dificultades de conocimiento y de intercambio que aún hoy persisten entre las culturas de nuestros vecinos países de América del Sur. El poema de Murilo, con su sesgo humorístico, refiere al colonialismo de la lengua y la poesía francesa, que venía desde el siglo XIX, en un país de inmigrantes como es Uruguay. Mi respuesta, remite a cómo el neocolonialismo, que persiste en nuestras sociedades hasta el presente, impide que la cultura del resto de los países de América conozca, por ejemplo, a esos tres grandes poetas del Brasil; así como muchos brasileños, muy probablemente, también hoy los ignoren. Ese no acceso a la cultura propia, y a la de nuestros países vecinos, es un síntoma muy claro de que no ha habido aún una integración ni una democratización popular, y que las producciones culturales y artísticas entre nuestras sociedades, aún precisa romper muchas limitaciones geopolíticas.

 

O URUGUAI

(Poema de Murilo Méndes)

 

O Uruguai é um belo país da América do Sul, limitado ao norte por Lautréamont, ao sul por Laforgue, a leste por Supervielle.

As principais produções do Uruguai são: Lautréamont, Laforgue e Supervielle.

O Uruguai conta com três habitantes: Lautréamont, Laforgue e Supervielle, que formam um governo colegiado. Os outros habitantes acham-se exilados no Brasil visto não se darem nem com Lautréamont, nem com Laforgue, nem com Supervielle.

 

 


LUIS BRAVO (Montevideo, 1957). Poeta, ensayista, investigador, profesor, Dr. en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Notre Dame. En poesía ha publicado en diversos soportes en virtud de su poética intermedial: 12 libros, 6 plaquetes, 13 obras multimediales en CD, CDRom, DVD, Streaming. Entre sus obras destacan: Árbol veloz,1998; Liquen. 2003; bilingüe inglés-español, 2015; Algo pasa por la voz. 2008; Tamudando (DVD) 2010; Areñal/ ene topos bilingües & other sounds (CD) junto a J. Bennett, 2013; Lumbre, 2017; El Roce de las Voces (CD) junto a Orquesta de Poetas y J.A. Italiano, 2018. https://estudiosbanana.bandcamp.com/album/el-roce-de-las-voces; Voice & Shadow (New and selected poems
)/ La Voz y la Sombra, bilingüe. Traducido por Catherine Jagoe y Jesse L. Kercheval, 2020.
 


 


CONEXÃO HISPÂNICA 2021-2023

http://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/2022/12/conexao-hispanica-2021-2023_27.html

 


Conexão Hispânica

Curadoria & design: Floriano Martins

ARC Edições | Agulha Revista de Cultura

http://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/

Fortaleza CE Brasil 2022

 

 

Um comentário:

  1. Mucha gratitud con el gran Floriano Martins por esta entrevista y por sus proyectos poéticos de gran aporte. Un detalle: la foto mía que aquí figura fue tomada por la artista Paola Scagliotti. Nobleza obliga. Gracias!

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