∞ editorial | Homenaje a Harold Alvarado Tenorio
El aniversario del nacimiento del historiador de arte, publicista y artista
de Třebíč, Jan Dočekal
(12 de julio de 1943), fue conmemorado en el Museo Vysočina de Třebíč, ciudad natal de Dočekal,
con una exposición de verano de ocho docenas de pinturas y collages, en su
mayoría de los últimos tres años.
El aniversario de vida del artista fue también el impulso
para un acercamiento actual a su obra en América del Sur, en Brasil y
Argentina. En el pasado participó en exposiciones surrealistas internacionales
en ambos países, así como en Costa Rica, las cuales recibieron una viva
respuesta de las revistas de arte locales. Agulha Revista
de Cultura de Brasil, editada por
Floriano Martins, un aclamado columnista, incluyó cinco docenas de pinturas y
collages de Dočekal en su
número 237, de agosto, como ilustraciones para diez artículos sobre las obras
de poetas hispanoamericanos del siglo XX. Y en la edición de julio de la
revista argentina Pasaje, publicada
por el poeta Carlos Barberito y el artista surrealista Sergio Bonzón, se
publicaron ocho collages de Dočekal
con un texto introductorio del columnista, poeta y artista costarricense
Alfonso Peña.
Y así se puede concluir que lo que vaticinó hace diez
años en el texto del catálogo de su exposición Collages etc., se ha hecho
realidad:
Me encantaba
mirar collages mucho antes de hacer el primero hace cincuenta años. Hasta
finales de los noventa, el collage era mi única necesidad artística. El único
utilizable por así decirlo, no pude encontrar nada más. Sólo desde el umbral
del nuevo milenio (no era un cronograma fruto de una resolución, sino una
necesidad largamente postergada) también dibujo y pinto. Sin embargo, el
collage sigue siendo un punto de referencia constante, una certeza cohesiva.
Contiene el germen a priori de nuevos mensajes, el secreto de conectar lo
aparentemente desconectado. La génesis del collage es la literatura visual, un
poema cuya última estrofa apunta a muchos otros versos que se desarrollan fuera
de la conciencia y la voluntad del autor. Si un collage así sale al mundo, creo
que hay esperanzas de que no se pierda. Como
se puede ver, los collages del artista de la República Checa tampoco se
perdieron en América del Sur.
02 | Este número de Agulha
Revista de Cultura es nuestro homenaje a uno de los intelectuales
hispanoamericanos más activos, por sus logros y por exponer siempre sus ideas
independientemente de los interrogantes que encuentre en el entorno cultural.
Se trata del colombiano Harold Alvarado Tenorio (1945). Poeta, traductor,
ensayista, creador y director de la revista Arquitrave,
Alvarado ha publicado innumerables libros en todos los ámbitos de su actividad,
desde las traducciones de Kavafis y Eliot, pasando por estudios como 25 Conversaciones (Colombia, 2011), Ajuste de cuentas (España, 2014) y Retratos de memoria (México, 2022),
hasta su relevante poesía, expresada en libros como Summa del cuerpo (2002), Ultrajes
(2007) y De los goces del cuerpo
(2012). Como consta en la biografía registrada en su sitio web,
En la
Universidad Nacional de Colombia impulsó la creación de la carrera de estudios
literarios tras años de desprecio por las literaturas nacionales, fue Director
de Departamento de Literatura, realizando actividades como periodista en el
diario La Prensa
donde llevó por más de un lustro la página de Cultura, que le valiera el Premio
Simón Bolívar.
En Beijing
trabajó como asesor cultural de la Editorial China hoy, y publicó una antología
de Poemas chinos de amor, que
luego ha sido reeditada en varios países.
Agora vamos ler uma breve conversa que tivemos com ele
Floriano Martins e eu:
FLORIANO MARTINS | En 1995, Roberto
Vélez Correa comentó su proyecto de crear un Instituto para el Desarrollo de la
Literatura Colombiana y Latinoamericana. ¿Cuál fue el destino de este proyecto?
HAROLD ALVARADO TENORIO | No tuvo destino alguno. Las luchas
intestinas, en la facultad de ciencias humanas de la Universidad Nacional de
entonces lo impidieron. Se trataba de crear un instituto donde se estudiara
Colombia y Latinoamérica, incluido el Brasil, como entidades vivas; su
historia, sus literaturas, su geografía, etc. Todo ofrecido a nacionales y
extranjeros que vendrían al país a perfeccionar el español y el portugués,
lenguas en alza.
ELYS REGINA ZILS | Paralelamente
salieron a la luz los tres volúmenes de Literaturas de América Latina, al que
Roberto Vélez Correa se refiere como un amplio estudio donde el escritor le
mete el diente fuertemente a los hitos y a los autores claves que han
consolidado aquello por lo cual somos respetados y admirados allende la comarca.
¿Estos libros lograron el impacto que esperabas?
Luego, al recambio de directivas de esa
universidad, quien fuera elegido fraudulentamente como decano de humanidades,
decidió, con el impreso, recoger la edición y enviarla al ostracismo. Hay
quienes hoy, además, que solo hicieron cien ejemplares de cada uno de los
tomos, haciendo en pasta dura unos veinte, que el rector magnífico, regalaba a
sus amigos intelectuales.
Yo vivía entonces en Beijing y nada pude hacer
para evitar esos daños. Tampoco se hizo una edición en papel virtual, que
hubiese salvado la edición impresa. Como soy egresado de esa universidad, que
está en manos desde los años setenta de una facción de la Social Bacanería
colombiana, quienes alcanzaron cargos de importancia en las escuelas de letras
también decretaron el exilio del libro. Hoy ni siquiera tengo un ejemplar de
ella.
FM | Luis Fayad llama la atención sobre cierta oposición o
contraste existente entre lo que se presenta en tu poesía y lo que ésta nos
ofrece detrás de su telón mágico, la música de sus arraigadas sugerencias. O
como él mismo dice, que has cantado a las sensaciones del desasosiego, pero
desde una percepción de alegría. ¿Qué ha buscado la poesía en Harold
Alvarado Tenorio?
HAT | Desde que comencé a escribir poemas, muy joven, en la Bogotá de mis
estudios secundarios, leí en Borges y en la poesía china. Luego en España
descubrí y conocí personalmente a varios de los poetas de la llamada Generación
del Cincuenta, sobre quienes hice un libro que circuló en los años ochenta en
varias universidades norteamericanas. También traduje entonces algunos poemas
de Kavafis y de Eliot. Pero más allá de esas lecturas e influencias, me
interesé siempre por romper con los temas gastados que rondan el poema erótico
e hice que mis textos fuesen ambiguos, tanto sentimental como sensualmente. Aun
cuando se ha escrito algo sobre mis poemas, no creo haber alcanzado la
perfección que merece el género. Y tampoco he podido superar los modelos y los
tonos que he elegido, no he logrado, como dicen los artistas chinos, borrar el
arquetipo, o como dice Borges, alcanzar mi propia voz. Creo merecer el olvido.
Soy digno de él.
ERZ | En cuanto a la traducción, más concretamente en el
caso de la lírica china, ¿cómo aportó algo a tu propia poesía la intimidad con
esta lengua tan lejana?
HAT | Lo único que podría decir es que en las versiones he prestado la
pobre dicción que me distingue. Yo he inventado, a partir de la comprensión
posible que ofrecen mis ignorancias lingüísticas, y con ayuda de muchos y
otros, esos poemas. A veces siento que he acertado al pretender transmitir al
lector lo que deseaba decir o sugerir o agregar al mundo el autor de aquellos
poemas mudados. Muchos de los poetas clásicos chinos son más fáciles de
trasladar a nuestra lengua, pero no crea, hay muchos, y grandes, que desde
entonces y ahora son impenetrables si no se sabe chino, si no se conoce bien el
mandarín. Yo creo que una de las poesías más engorrosas de trasladar a otras
lenguas es el mandarín, sea clásico o moderno.
FM | ¿Cómo se siente un gran entrevistador, un gran
provocador de preguntas esenciales, cuando se detiene al otro lado del
micrófono y se encuentra lidiando con un universo repetitivo y adicto de
preguntas que giran obsesivamente en torno a dos o tres temas?
HAT | No me gustan las entrevistas. No me gusta que me hagan repetir
historias o conceptos que han sido adquiridos de oídas. Ya también me aburre
hacer entrevistas. Hice muchas y las preparé con cariño y admiración. La
entrevista también es un arte. Es el invento de un mundo en torno de quien
habla y responde.
ERZ | ¿Hasta cuándo Colombia seguirá diluyendo las raciones
del Modernismo? En un siglo de persistencia en un juego de estética moderada,
¿qué poetas serían, en tu opinión, la excepción?
HAT | Nuestro modernismo contó con Silva y Valencia. No son poca cosa. Y
luego hemos tenido poetas con voz propia como De Greiff, Arturo, Gaitán Durán,
Amilkar Osorio, José Manuel Arango, Maria Mercedes Carranza o Antonio Silvera.
Lo que debemos entender es que nuestra llamada poesía se inscribe en la
torrente inmensa de nuestra lengua, el español, y no tiene linderos políticos
ni geográficos.
Sin embargo, hay que decir que la violencia política
liberal conservadora y el narcotráfico trajeron bajo el brazo el odio a la
cultura y las tradiciones de la lengua y las naciones y han producido en
Colombia la aparición de una legión de parásitos del estado benefactor que se
gradúan a sí mismos de poetas. Cientos, son esos depredadores del fisco y de la
lengua y pululan como las pestes medievales.
Y tiene gerentes, como aquel que se ha
enriquecido haciendo un Festival para letárgicos en Medellin con la ayuda y
anuencia del corrupto estado colombiano y los no menos corruptos gobiernos de
naciones sometidas a tiranías como la cubana, venezolana, nicaragüense, china,
soviética, coreana, con monstruos como Zinedine Ben Ali de Túnez, Teodoro
Obiang Nguema de Guinea Ecuatorial, Gnassingbe Eyadema de Togo, Omar Bongo de
Gabón o Paul Biya de Camerún, que le invitan a sus palacios, le agasajan y le
envían unos payasos que declaman en lenguas incomprensibles, traducidas por las
muchachas que contratan como azafatas del placer de los enviados por los
tiranos.
03 | Al hablar con Floriano Martins, el poeta y narrador
colombiano Armando Romero sugirió a Karel Demel (República Checa, 1942) como un
nombre fuerte para que Agulha Revista de
Cultura lo tuviera como artista invitado. Karel, diseñador gráfico e
ilustrador, expone con frecuencia en países como Alemania, Bélgica y los Países
Bajos. Su obra contempla un diálogo permanente con temas figurativos que el
artista encuentra en ambientes teatrales, poéticos y musicales. Armando Romero
también sugirió el nombre de Saad Ghosn para que pudiera ejercer como crítico
de arte, presentando la obra de Karel Demel. Saad, de origen
libanesa, es médico jubilado, educador y profesor emérito de medicina en la
Universidad de Cincinnati. Cree firmemente que el activismo está en el corazón
de la expresión artística. Es el fundador (2003) y presidente de “SOS (Save Our
Souls) ART”, una organización sin fines de lucro cuya misión es alentar,
promover y brindar espacios y oportunidades para todas las artes como vehículos
para la paz y la justicia. Reproducimos abajo su presentación de Karel Demel,
nuestro artista invitado.
Elys Regina Zils
SAAD GHOSN | Karel Demel y Maldoror
Ducasse
escribió su libro en 1868 a la edad de 22 años y lamentablemente murió,
desconocido, dos años después (1870) a la edad de 24 años. Su libro,
descubierto casi 50 años después (1917) en una librería de segunda mano en
París por el poeta francés Philippe Soupault, y compartido inmediatamente con
el poeta André Breton, así se convirtió en la fuente de inspiración y la Biblia
de los surrealistas, poetas y artistas por igual.
Lleno de
imágenes provocadoras, el libro sirvió de inspiración para las ilustraciones de
muchos grandes artistas, entre ellos Salvador Dalí, Odilon Redon, René
Magritte, Jacques Houplain y Hans Bellmer, por nombrar sólo algunos. Cada uno
de estos artistas interpretó de manera diferente el texto y las imágenes de
Ducasse infundiéndoles su propia perspectiva personal. La aproximación de Karel
Demel hacia ellos fue diferente, dejándose errar y perderse en el mundo
laberíntico del autor, creando, gracias a su método de dibujo automático y
fluido, cuadros imaginarios y surrealistas vivos, hermosos en su estética y
cautivadores por su contenido.
Conocí a Karel
Demel por primera vez hace dos años en su casa de Praga. Inmediatamente nos
llevamos bien. Hablamos francés, compartimos referencias culturales francesas,
en particular las canciones de Georges Brassens y Jacques Brel, y luego
hablamos del libro de Ducasse que parecía fascinar a Demel y que, según decía,
había ilustrado extensamente.
Yo no había
leído el libro, pero estaba vagamente familiarizado con el autor, el Comte de
Lautréamont, habíendo traducido al francés, unos años antes, un poema
relacionado con el de mi buen amigo y poeta colombiano Armando Romero.
Demel me mostró
sus intrincados y exquisitos dibujos y grabados basados en el libro y ambos
sentimos que sería fantástico compartirlos con los residentes de Cincinnati,
donde vivo, a fin de exponerlos al mismo tiempo al texto fundamental que había
servido de libro de cuna del movimiento surrealista.
Dos años más
tarde, la exposición MALDOROR: Dibujos y grabados surrealistas del artista
checo Karel DEMEL, resultado de mi entonces encuentro con Demel, se lleva a
cabo en el Kennedy Height Arts Center en Cincinnati. Consta de 30 dibujos en
blanco y negro y 19 grabados en color. Los grabados, que a menudo replican una
imagen de uno de los dibujos, le añaden color, además de la magistral habilidad
y ingenio de Demel como grabador.
De hecho, Demel
es uno de los principales artistas y grabadores de la República Checa. Nacido
en Praga en 1942, se graduó en el Conservatorio y en la Academia de Artes
Aplicadas en 1974. Su obra, fuertemente inspirada en la música y la poesía,
muestra una brillante artesanía, combinando a menudo varias técnicas de grabado
como la punta seca, el aguafuerte, la mezzotinta y el aguatinta. Sus
composiciones son técnicamente impresionantes y frecuentemente se relacionan
con cuestionamientos filosóficos sobre la existencia humana y la complicada
naturaleza de la vida y el destino humanos. Así que no es de extrañar que se sintiera
muy atraído por el libro de Ducasse.
Los dibujos
ilustrativos de Demel son exquisitos e intrigantes, combinan elementos reales e
imaginarios, cada uno de los cuales aborda un pasaje del libro, una escena, una
persona, una historia. Son fluidos y consisten en dibujos de líneas blancas, a
menudo ininterrumpidas, sobre un fondo negro, realzados aquí y allá por un
lavado blanco que da profundidad y un estado de ánimo un tanto irreal a su
imagen. Crean un mundo agradable pero misterioso que atrae profundamente al
espectador que intenta descifrar y analizar sus diversos elementos. Este mundo
es el de Ducasse pero también el de Demel que intenta entrar en él y recrearlo
como propio.
Los grabados en
color ilustrativos de Demel a menudo se basan en uno de sus dibujos y reflejan
la maestría técnica del artista. Son pequeños, intrincados y lo suficientemente
íntimos como para convertirse también en el propio mundo del espectador.
Tanto los
dibujos como los grabados están habitados por los numerosos personajes y
animales monstruosos que Ducasse retrata en sus escritos. Vemos a la
prostituta, al hombre cavando su tumba, al sapo, a los perros ladrando y
destrozándose, el cielo ensangrentado, el hombre haciendo el amor con un
tiburón, el espejo que refleja la belleza y la fealdad, el océano esférico
majestuoso, el hombre y la mujer a las puertas de la vida, Maldoror atacado por
la tarántula…
Todas estas
imágenes que perseguían a Demel acaban persiguiéndonos a nosotros, los
espectadores, también, y gracias a su belleza surrealista mantienen un poderoso
impacto en nosotros. Gracias a Demel, permanecen con nosotros y, como pretendía
Ducasse, nos hacen desear el bien como remedio.
∞ índice
ANTONIO CABALLERO | Harold Alvarado Tenorio y un libro a
cuchilladas
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CARLOS JIMÉNEZ
MORENO | La esencia de la destilería en Harold Alvarado Tenorio
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HELENA ARAUJO | La poesía de Harold Alvarado Tenorio
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JUAN LISCANO | La
poesía de Harold Alvarado Tenorio
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COSTA, MARÍA ANTONIETA FLORES, FRANCISCA NOGUEROL | Una mirada femenina en la
poesía de Harold Alvarado Tenorio
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ORLANDO MEJÍA RIVERA | Harold Alvarado Tenorio
y la crítica como arte de la lucidez
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RAÚL RIVERO |
La escandalosa mirada de Harold Alvarado Tenorio
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RICARDO CUÉLLAR
VALENCIA | Harold Alvarado Tenorio – Una invitación a las revelaciones del ser
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RIGOBERTO
GIL MONTOYA | Harold
Alvarado Tenorio y la parodia del abismo
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WILLIAM OSPINA
| Harold Alvarado Tenorio y la aventura del cuerpo
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Agulha Revista de Cultura
Número 241 | outubro de 2023
Artista convidada: Karel Demel (República Checa, 1942)
editora | ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com
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