Agulha Revista de Cultura: Agulha Revista de Cultura # 248

∞ editorial | El mundo sinfónico de las noticias sin fin

01 | El cambio de calendario, la llegada a 2024, incluso en medio de la agitación humana que se extiende por el planeta, encuentra a Agulha Revista de Cultura con una serie de buenas novedades en sus planes editoriales. Un ejemplo es la edición de Triplov (Portugal) de una muy abarcadora antología del Surrealismo: https://triplov.com/wp-content/uploads/2024/01/Viagens-do-surrealismo-de-Floriano-Martins-2024.pdf. Con un pie en el 2023 y el otro en el 2024, contamos con la publicación de dos dossiers organizados y traducidos por Elys Regina Zils y Floriano Martins para las revistas Esteros (Uruguay, 2023) y La Otra (México, 2024). Los enlaces respectivos: La juventud de la poesía en Brasil: muestra de poesía contemporánea (https://esteros.org/2024/01/11/la-juventud-de-la-poesia-en-brasil-muestra-de-poesia-contemporanea/) y Voces femeninas de la poesía brasileña actual (https://www.laotrarevista.com/tag/voces-femeninas-de-la-poesia-brasilena-actual/). Ahora nos preparamos para otra etapa del “Atlas Lírico de Hispanoamérica”, una producción de la revista Acrobata, donde también se publicará a lo largo de este año una serie de 48 grandes poetas surrealistas de todo el mundo, en la oportunidad de un siglo cumplido desde la publicación del Primer Manifiesto del Surrealismo. Estamos ajustando algunos cambios sensibles en el diseño de nuestro portal, que deberán presentarse en la edición de marzo. Paralelamente a la publicación de este número, tendremos la publicación de la antología bilingüe Las cinco puntas del abismo, segundo título de la colección “Libros de la Red”, de LP5 Editora, de Chile. Nuestros agradecimientos a todos, los nuevos colaboradores, y en especial a Maria Estela Guedes, Carolina Zamudio, José Ángel Leyva, Demetrios Galvão y Gladys Mendía, por la luz vibrante en el íntimo de todos los túneles. Por lo tanto, no hay crisis en nuestro vapor de maravillas. A lo largo del año brindaremos noticias de diversos proyectos ya en marcha, libros, revistas, eventos, dentro y fuera de Brasil, confirmando el pleno desempeño de Agulha Revista de Cultura.

02 | Las noticias de la música llegan desde México:

CÉSAR INCA | Las perpetuas raíces de la excelencia progresiva mexicana

Hoy nos complace enormemente presentar el que tal vez sea el primer lanzamiento grandioso dentro de la escena progresiva latinoamericana, al menos, en la modalidad digital; nos referimos a Rizoma, el nuevo disco del ensamble mexicano LUZ DE RIADA, el cuarto en su discografía a 8 años de Cuentos y Fábulas Vol. 3. Publicado en el blog de Bandcamp del propio grupo a inicios de enero, su publicación física en CD está programada para mediados de este mismo mes de febrero, mientras que su edición en vinilo ya está reservada para el 21 de abril. El colectivo liderado por Ramsés Luna [saxofones acústicos y sintético, y voz] se completa con Luis Nasser [bajo], Sergio Aldama [batería y percusión electrónica] y Édgar Arrellín [diseño sonoro]. El ensamble contó también con las ocasionales participaciones del baterista Pat Mastelotto (sí, el mismo de STICK MEN, KING CRIMSON y TUNER), Mattias Olsson (sí, el mismo hombre de mil y un proyectos que se dio a conocer hace más de 30 años en ÄNGLAGÅRD) también a la batería, Tim McCaskey (SONUS UMBRA, THE DEVIL’S STAIRCASE) a las guitarras eléctrica y acústica, Enoc Jiménez a la guitarra eléctrica, alguna verseada de Armando Palomas y una recitación de la poeta brasileña Maria Lúcia Dal Farra con un poema de Floriano Martins (también brasileño, poeta y artista visual). La creación del material contenido en Rizoma está repartida entre Luna y Nasser, ya sea por separado o como coautores. La producción del disco que ahora reseñamos estuvo a cargo de la banda, siendo así que las sesiones de grabación estuvieron bastante repartidas: los estudios EAR Audio y Luna Móvil de México y el, Subliminal Studio de Chicago sirvieron para registrar las baterías, los vientos y las cuerdas, respectivamente. Además, mastelotto y Olsson grabaron sus intervenciones en sus propios estudios. Los ulteriores procesos de mezcla y masterización estuvieron en manos de Edagr Arrellín en el antes mencionado Ear Audio. Bueno, repasemos ahora los detalles específicos del repertorio.

Durando casi 6 minutos, “Auromboros” abre el repertorio ostentando un aura solemne que se inserta dentro de una grisácea gracilidad donde se combinan lo sutil con lo muscular. El carácter mayormente parsimonioso del esquema rítmico hace posible que los pasajes vigorosos incorporen electrizantes matices Crimsonianos dentro a un desarrollo temático sólidamente proyectado hacia una cruza de jazz-fusión y psicodelia progresiva. Fuerte y extrovertido sin necesidad de ser intrépido, este tema inicia las cosas a lo grande. “Entropía” sigue a continuación para darle un viraje nuevo al esquema de trabajo concretado en el tema de apertura. Esta vez, el distinguido fulgor manifestado sobre un groove contenido destila mayores dosis de sofisticación, lo cual se condice con un mayor énfasis en el factor fusionesco. El rol de la dupla rítmica se siente aún más complejo en su arquitectura mientras el ensamble, como un todo, controla la expresividad de su vigor potencial. Cuando llega el turno de “Raíces”, el elemento fusionesco se torna ya dominante de una manera absorbente, siendo así que el lirismo diseñado para el desenvolvimiento de su foco temático se asienta plácidamente sobre las percusiones y las bases armónicas de guitarra acústica. “Atípica” es la pieza más extensa del álbum con sus 7 minutos y pico de duración. Se trata de un ambicioso ejercicio de jazz-rock progresivo con unas vibraciones folklóricas que mezclan lo cálido con lo tenso. Una vez más, el vitalismo arquitectónico de la batería y la elegancia virtuosa del bajo se compenetran para gestar la columna vertebral idónea para el tema. Se incluye un teatral monólogo femenino que parece exorcizar a los fantasmas más urgentes de la conciencia: es Maria Lúcia Dal Farra recitando el poema Canción del barco de Floriano Martins. Para los minutos finales, los tonos contemplativos se incrementan para dejar que la guitarra acústica acomode sus exuberantes líneas melódicas hasta el breve final etéreo. “Matanza De Chivos” vira drásticamente hacia lo extrovertido tras una generosa expansión introductoria del groove instaurado por la batería. El asentamiento del bloque sonoro completo está diseñado para revelar una jovialidad surrealista que, a fin de cuentas, no deja en ningún momento de ser llamativa. “Todos Por La Banqueta” prosigue por esta senda de vivacidad mientras añade un poco de complejidad al diseño temático. Lo surrealista es reemplazado por lo dadaísta en clave de un carnaval que acoge algunos pasajes histriónicamente futuristas.

“La Bestia” y “La Danza Del Tlacololero” son dos temas que duran 5 ¾ minutos y poco más de 5 ½ minutos, respectivamente. El primero de ellos establece una cruza entre las atmósferas principales de los dos primeros temas del álbum (tal vez, dando prioridad al segundo). Los momentos aguerridos son manejados con garra vigilante mientras la luminosa opulencia del discurso fusionesco delinea una expresividad mágica. Por su parte, “La Danza Del Tlacololero” comienza con un prólogo desde donde se desata una particular lucidez experimental, para luego abrir campo a un cuerpo central que comienza bajo el signo de un swing afrolatino y termina con un jam prog-psicodélico. Este último, de a pocos, va subiendo la gradación de su contundente elocuencia, la misma que termina aterrizando sobre parajes orientales. “Ñuñoa” supone un regreso pleno a las exultaciones exóticas del jazz-fusión, comenzando con una especie de danza ancestral que, en su debido momento, es sucedida por un motif más agresivo que se desarrolla bajo una remodelación psicodélica del esquema grupal. El groove inicial regresa para el prólogo. El repertorio llega a su fin con “Mil Novecientos Quince”, una pieza que recoge los ecos del tema precedente y del que abrió el álbum. La solemnidad rockera progresivamente acicalada y el extraño embrujo de la fusión filtrada por la psicodelia se alternan en sus respectivos posicionamientos dentro de la misión común de consumar la ambiciosa composición creada para la ocasión. El final perfecto para Rizoma, que es, a fin de cuentas, un disco rotundo que derrocha creatividad y agilidad por todos sus eclécticos poros sonoros. Ello redunda en la confirmación de LUZ DE RIADA como una entidad de perpetua excelencia que engalana gloriosamente a la música progresiva latinoamericana de nuestros días. Este grupo mexicano preserva la gran envergadura estética que siempre ha caracterizado a su propuesta y ahora le da un vuelo más recio; sólo nos queda recomendar este disco para cualquier fonoteca mínimamente buena dedicada al rock artístico en todas sus vertientes.

Muestras de Rizoma

Auromboros: https://luzderiada.bandcamp.com/track/auromboros-2

Atípica: https://luzderiada.bandcamp.com/track/atipica-2

La Bestia: https://luzderiada.bandcamp.com/track/la-bestia-2

Mil Novecientos Quince:https://luzderiada.bandcamp.com/track/mil-novecientos-quince

03 | Y ahora las noticias de nuestra artista invitada, Mireya Baglietto (Argentina, 1936).

Floriano Martins me contó que la conoció a través de una conversación con el poeta argentino Carlos Barbarito. Inmediatamente quedó fascinado por el trabajo de la artista y le pidió a Carlos que interviniera en la presentación de ambos, ya que quería invitar a Mireya a ser la artista de una de nuestras ediciones. La respuesta de la argentina fue inmediata y desencadenó una relación beneficiosa entre ella y Floriano, intercambios de innumerables correos electrónicos, envío de materiales, elección de fotografías cuyos ángulos representaban mejor este ciclo de alas del tiempo, las nubes preparadas por la artista para no sólo habitar el cielo de sus performances, pero, sobre todo, sugerir una infinidad de variaciones de perspectivas que nuestra mirada puede conferir a cada objeto contemplado. Su arte no es exactamente el de la contemplación, como una estética oriental, sino el de aceptar un rastro de orígenes inesperados de aspectos plásticos que pueden enseñarnos a comprender mejor las formas, los colores y los movimientos del mundo que habitamos. Nacida en Argentina en 1936, Mireya Baglietto fue inicialmente ceramista. Gracias a su experiencia con esta técnica y sus procesos alquímicos de transformación de la naturaleza, vislumbró otras perspectivas de la materia, una manera de tocar lo físico desde su alma, desde las sugerentes ondulaciones del espíritu. Ella misma nos dice: Así puse punto final a mi camino de ceramista. Durante los dos años siguientes mostré mis criaturas escultóricas en la Galería Argentina de Caracas y en el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, al mismo tiempo que comenzaba a explorar el dibujo, la pintura y los sonidos, a los que sumaba al movimiento corporal y las acciones grupales participativas. En 1980 las inquietudes se fueron transformando; a la horrible crisis que vivía Argentina se agregaba mi propia crisis existencial, que movilizaba altamente mi universo social y espiritual. Ya había abandonado la cerámica para abrazar este juego intangible, vacío de objetos y de manifestaciones formales, este algo desconocido, un algo que paciente e impacientemente lograra después de arduos meses de trabajo de investigación perceptiva. “Un espejo” fue el complemento de la intuición. Un espejo sigue siendo hoy, después de más de cuarenta años el detonador virtual de la ingravidez. La pericia me llevó a hacer de él, un compañero imprescindible para quitar la gravedad. La evidencia me mostró que cuando ciertos dogmas heredados se derriten dan lugar al inicio de nuevos caminos de libertad. Floriano me dijo que le hubiera encantado estar más tiempo con ella, lo que en cierto modo fue posible, debido a la intensidad de la correspondencia con Mireya, los innumerables correos electrónicos diarios, la discusión sobre la calidad de las fotografías de sus obras, una de esas raras reuniones que el entorno virtual permite cuando la sinceridad es el punto de convergencia. Si para los lectores de Agulha Revista de Cultura la obra de Mireya Baglietto es una revelación admirada, la preparación de este número, para nosotros, fue fruto de una riqueza inagotable. Hermosa persona, el mundo que nos desafía a comprender y que aprecia la percepción de un intercambio continuo y generoso de la experiencia humana, no es otro que lo que encontramos como afirmación de vida en su obra, y que en 2023 se revela al alcance del lector gracias a la publicación de Arte Núbico, la ingravidez de los espejos, editado por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Mireya Baglietto es nuestra amiga, siempre que tocamos el cielo que nos revela cada palabra.