terça-feira, 10 de outubro de 2023

RAÚL RIVERO | La escandalosa mirada de Harold Alvarado Tenorio

 


1. Sábanas y tumbas

El poeta colombiano Harold Alvarado Tenorio (Buga, 1945) pertenece a un grupo de escritores que se conoce como la generación desencantada. Él, un lobo solitario que abandonó el Valle del Cauca y vive ahora bajo el solazo de Cartagena de Indias, es el más desencantado de todos. De todos los colombianos.

Su poesía se parece al hombre o al revés, pero se roban, se hacen emboscadas y amanecen fajados por el protagonismo en los espacios culturales de su país.

La competencia es leal ya que los contendientes tienen el poder de una esencia común. El desafío es beneficioso para Colombia y para el idioma español porque con cada línea de verso Alvarado le da más vigor, claridad y pureza a una obra que le deja las complicaciones y el misterio a los mensajes internos y se presenta a los lectores disfrazada con una indumentaria elemental. Y, a la vez, el escritor se empeña en ser implacable en sus críticas y en transferir la virtud del cuchillo de monte a las palabras mientras espera que los suecos convoquen un premio Nobel para la diatriba.

“Yo cultivo mi poesía, mi conciencia replicante y mis enemigos”, le dijo a Víctor Bravo hace poco en Caracas. Y agregó: “Me he dedicado a combatir aquéllos que usan del dinero público para darse lustre, para pasarlo bomba, con el cuento de que son poetas, grandes narradores y en verdad son grandes avivatos”.

Ése es el Alvarado más espectacular y publicitado en su país, un tipo que recorre la actualidad literaria con un patíbulo en el maletero de su carro para que no se salve ninguno de los escritores, editores y críticos que dormitan en sus infinitas listas negras.

El autor de Espejos de máscaras y Los goces del cuerpo recibe también una andanada diaria de ataques y reconvenciones, pero ni las víctimas de su prosa de poeta recargada con dinamita, ni otros observadores neutrales de esas escaramuzas verbales niegan que el enorme señor de Buga es un ensayista brillante, un traductor de primera y un periodista polémico, culto, agudo y valiente.

Su poesía, identificada por su angustia por la fugacidad del tiempo y por la sorprendente levedad del placer, tiene una fuente directa en Jorge Luis Borges, la poesía china y en la generación española de los 50, con preferencia por Jaime Gil de Biedma, aunque nunca deja de mencionar a Caballero Bonald, Ángel González y Francisco Brines.

Lo recuerdo ahora, en su casa de Cartagena, independiente y solitario, frente al ordenador en el que tiene su redacción la famosa revista de poesía Arquitrave, fundada en el año 2000 y que tiene ya 51 ediciones de papel y 53 digitales.

No conozco los horarios de Alvarado para sus guerras despiadadas y los artículos que levanta con tinta y alcayatas. Sospecho que para escribir versos no tiene que ir al teclado porque dijo una vez que, sin la poesía, ya se hubiera dado un tiro en la cabeza. Me gusta compartir con los lectores de EL MUNDO lo que piensa el poeta de su salvadora:

 


Tú, la detestada, la leprosa, la purulenta,

eres la mejor de las hembras,

la mejor madre,

la mejor esposa,

la mejor hermana,

y la más larga y gozosa de las noches.

 

NOTA

Publicación original: El Mundo, Madrid, 19 de marzo de 2001.

 

 

2. Hombre de paso

Por aquí anda, con una maleta llena de libros y revistas y una cámara fotográfica. Ha regresado a España después de muchos años, y lo primero que hizo fue retratar a Juan Gelman, el poeta argentino, quien paseaba solitario por la Puerta del Sol. Después se fue a comer con Luis Antonio de Villena y Luis Muñoz, y a darle un abrazo a José Manuel Caballero Bonald.

Es Harold Alvarado Tenorio, el escritor y periodista colombiano, que realiza un viaje a su pasado con la esperanza de verse tan joven como cuando estudiaba letras en la Universidad Complutense de Madrid, donde se doctoró con una tesis sobre Jorge Luis Borges. Se propone, además, que Angel González lo reciba y lo escuche hasta el amanecer, y quiere que la excursión le sea propicia para adivinar en la ciudad el recuerdo del poeta Jaime Gil de Biedma.

Trajo el número 33 de la revista que dirige: Arquitrave. La publicación comienza con un homenaje al poeta nadaísta Jaime Jaramillo Escobar (Pueblorrico, Colombia, 1932) y termina con una nota sobre la vida y la obra de Paco Umbral.

Alvarado nació en Buga, en 1945, y pertenece a la llamada generación desencantada. Junto a la revista, viene un libro suyo, Ultrajes. Una selección de los poemas que escribió entre 1965 y 2005.

Traductor y ensayista, Alvarado publicó en 1980 la antología Cinco poetas españoles de la Generación del Cincuenta y estudios críticos sobre la poesía de T. S. Eliot y de Kavafis. Summa del cuerpo, Poemas chinos de amor y Fragmentos y despojos son algunos de sus libros más conocidos.

Es un poeta sensual, explosivo, provocador. Alguien que odia la violencia física, se confiesa seguidor de Buda, entrenó a un perro para que se alimentara de relojes y se hace retratar con un gato que se llama Borges. Al mismo tiempo, jura en público que no sabe quién es Harold Alvarado Tenorio.

Muchos críticos aseguran que su poesía tiene sus soportes más leales en el placer. Y que él usa ese placer como arma para reaccionar contra las represiones que imponen la sociedad y el Estado.

El poeta responde: “El placer ha sido siempre subversivo, pero es un camino de doble vía. Luchamos por el placer, pero si caemos en su trampa seremos de nuevo sus víctimas. Todo es una vana ilusión, una mentira. Lo único cierto es que debemos luchar por ofrecer alguna luz a los que nada tienen”.

 

NOTA

Publicación original: El Mundo, Madrid, octubre 6, 2007.

 

 


3. Facturas con rabia

Polémico, monumental, hiriente y escandaloso, Ajuste de cuentas es un libro que Harold Alvarado Tenorio escribió para tener un espejo y para multiplicarse y acosar a los batallones de sus enemigos también desde los estantes de las bibliotecas. Pero hay que decirlo todo y esta antología de la poesía colombiana del siglo XX, escrita con temblor de verdugo, es una obra de la que ya no se puede prescindir para acercarse a los hombres y mujeres que escribieron y escriben versos en los últimos años en aquel país.

Es una pieza abarcadora, de casi 700 páginas, ilustradas con fotos de los autores antologados, una selección de poemas de cada uno y unas notas introductorias del poeta y director de la revista Arquitrave que son la fuente del mayor conflicto que acompaña al libro por la severidad de sus juicios personales y el retrato implacable que hace de la mayoría de los 38 escritores que incluye en su parroquia estelar.

Ajuste de cuentas, por encima de las opiniones privadas del autor De los gozos del cuerpo y Fragmentos y despojos, es un libro útil y beneficioso para la literatura colombiana porque el crítico lúcido que es Alvarado Tenorio le gana siempre la batalla al hombre y reconoce talentos ajenos, descubrimientos, aciertos y aportes.

El escritor y periodista Antonio Caballero considera que es uno de los pocos amigos que le quedan en la vida a Alvarado Tenorio. Por eso, entre otras cosas, accedió a escribir el prólogo de la controvertida selección. Es una nota inusual, dura, de cuchillos al aire, en la que habla del “odiado y odioso” Alvarado Tenorio como un poeta capaz de “rotundas sentencias heraclitianas” y “un crítico certero”. Dice que el libro es “enredado, caótico, escrito por erupciones venenosas de palabras y de imágenes, y que casi siempre en cada página cede a la tentación de dar absurdas explicaciones ideológicas a los caprichos del autor”.

Caballero, uno de los escogidos para aparecer en Ajuste de cuentas, afirma que Alvarado Tenorio detesta a todos los poetas de la antología, vivos o muertos. “A unos por sus versos, a otros por sus personas, a otros por las intenciones que les atribuye… a otros por haber ganado un premio literario completamente inmerecido y en general desconocido por alguien que no es él mismo. A unos pocos los admira a su pesar”.

Alvarado Tenorio, una voz importante, un inventor de poemas y prólogos de Jorge Luis Borges, creador de falsos y buenos poetas chinos, traductor, profesor, ensayista, animador (a su manera) de la cultura, con todo su rencor y sus reservas, entrega un libro significativo, de consulta obligada, para la literatura colombiana y de América Latina. Aunque los poetas seleccionados y los que no incluyó no lo perdonen nunca.


Uno de los 38 poetas escogidos por Alvarado Tenorio es un tipo que, según la nota de presentación, “se graduó de bachiller mientras se intoxicaba con la más horrenda poesía que declamaban los colombianos de entreguerras”.

Firmaba con el seudónimo de Javier Garcés. Su nombre real era Gabriel García Márquez. Estos seis versos son del soneto que aparece en Ajuste de cuentas:

 

Si alguien llama a tu puerta una mañana/

sonora de palomas y campanas/

y aún crees en el dolor y la poesía./

Si aún la vida es verdad y el verso existe./

Si alguien llama a tu puerta y estás triste,/

abre, que es el amor, amiga mía.

 

NOTA

Publicación original: El Mundo, Madrid 29/04/2014.




RAÚL RIVERO (Colombia, 1945-2021). Estudió periodismo en la Universidad de la Habana. Trabajó en varios diarios de su país y en las revistas Bohemia, Unión y Cuba Internacional. En la década de los setenta se desempeñó como corresponsal de la agencia Prensa Latina en Moscú. En 1995 fundó un grupo de periodismo alternativo, Cuba Press. Ha publicado libros de crónicas y de poesía en Cuba, España, Francia, Estados Unidos, Colombia, República Checa, Polonia y Suecia. Desde abril de 2005 es columnista de El Mundo. Vive en Madrid, después de ser liberado de la cárcel en Cuba donde cumplía una condena de 20 años por su labor a favor del periodismo sin mandato. Es Premio María Moors Cabot y Guillermo Cano de periodismo.





KAREL DEMEL (República Checa, 1942). Diseñador gráfico e ilustrador, expone con frecuencia en países como Alemania, Bélgica y los Países Bajos. Su obra contempla un diálogo permanente con temas figurativos que el artista encuentra en ambientes teatrales, poéticos y musicales. Karel es el artista invitado de nuestra edición.







Agulha Revista de Cultura

Número 241 | outubro de 2023

Artista convidada: Karel Demel (República Checa, 1942)

editora | ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com

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