segunda-feira, 17 de novembro de 2014

25 años de Blanco Móvil | Eduardo Mosches & José Ángel Leyva


Creada y siempre dirigida por el poeta argentino naturalizado mexicano, Eduardo Mosches (1944), la revista Blanco Móvil cumple 25 años de existencia, inolvidable conquista que se hace realidad gracias al empeño valioso de su director, lo mismo que por la cualidad del trabajo editorial y su peculiaridad de ser publicación dedicada, a cada número, a la literatura de un país, sistematizando muestras concentradas de la tradición lírica o narrativa de diversos países en esos 25 años de plena aventura periodística. Reproducimos aquí las palabras proferidas por Eduardo Mosches y también por José Ángel Leyva en la fiesta de cumple de Blanco Móvil, como un registro de la importancia de esta bella revista. Y desde ya, vale la visita: www.blancomovil.com. [FM]


I - Desde los 25 años de Blanco Móvil

 Eduardo Mosches

Eduardo MoschesLa revista nace en el ámbito de la librería Gandhi. El proyecto unificó el interés de los futuros lectores, los clientes de la librería y una visión de acercamiento literario de la publicación. Los primeros números eran dedicados a escritores, con breve análisis de su obra realizado por otros escritores, y una muestra ejemplar de su obra. Entre los escritores seleccionados estaban Agustín Yañez visto por Sara Sefchovich, José Revueltas por Guillermo Samperio. Elena Poniatowska por María Luisa Puga, Clarice Lispector y Elena Garro por la entrañable Esther Seligson, Fernando del Paso por Mónica Mansour, y muchos más. Posteriormente, pasamos a realizar números temáticos que fueron desde un acercamiento al cuento hondureño, la literatura del samizdat en la extinguida URSS, la narrativa brasileña, la japonesa, entre tantos otros. Desde esos momentos se planteó la concepción editorial de Blanco Móvil, la cual se expresa en presentar al lector mexicano nuevas ventanas de interés hacia literaturas poco conocidas, o temas poco obvios, para ampliar la visión interés del lector y hasta de los propios escritores en México. Y siguió pasando el tiempo y cambiamos el tamaño ampliando su hechura.
Y continuamos con la intención editorial de que cada número de la revista esté dedicado a un tema. Han salido revistas con el tema de ciencia ficción en América Latina, en México, España, Francia, Italia, sobre danza y literatura, sobre el cuerpo, sobre las drogas, el lenguaje, la de múltiples países, casi todos los de América Latina, muchos de Europa y de Asia y África. Por lo tanto, toda la primera parte, sustancial de cada número, está dedicada a los textos de los escritores y poetas específicos, pero asimismo, hay varias secciones de inéditos de poetas y narradores, o de secciones esporádicas, por ejemplo, textos narrativos ligados a conflictos como el palestino, israelí, escritos del subcomandante Marcos, entre otros, siempre con un tono literario, crítico social, pero literario. Asimismo, se presentaron con bastante constancia separatas, con temas diferentes. Por ejemplo, alrededor de seis años, publicábamos un dossier en cada número dedicado a los jóvenes narradores y poetas de los estados de la república. Esto permitió un acercamiento importante de los lectores de la revista al quehacer literario de jóvenes creadores en el país. El nombre de ese suplemento es el de “Voces Interiores”. Llegamos a acercarnos a la literatura de 27 estados, y aun aproximado de 600 escritores. Era y es un hecho importante, una forma de acercarse al quehacer de la literatura nacional, o sea, a lo que se realiza en los propios estados y no únicamente desde la óptica centralista de la Ciudad de México. Otro ejemplo, es el de la separata “Del Otro Lado”, que creamos, también por varios años, fue el de la literatura chicana, la literatura de los mexicanos estadounidenses. Salió una quincena de suplementos dedicados a ese tema. Era un acercamiento a la otra vertiente histórica, los mexicanos creadores en los Estados Unidos.
Jorge Boccanera en una entrevista que realizamos no hace mucho tiempo, me preguntó ¿Cómo se financia BM y cómo y dónde se distribuye? Mi respuesta fue la siguiente:

A tu pregunta la podemos dividir o entremezclar con ambas preguntas que son también opciones. Existe un programa gubernamental de apoyo a las revistas independientes. El apoyo es anual, con la posible renovación por otro año más, y hay que esperar otro año de gracias, para poder volver a intentar a recibir dicho apoyo. El apoyo monetariamente hablando sirve para pagar la mitad del costo de edición. Blanco Móvil recibió un apoyo en 1984 y 85. Casi 10 años más tarde, lo volvió a obtener en los años 2002 y 2003. Como pudimos subsistir como revista independiente a lo largo de esos años, la pregunta y su respuesta no es sencilla. Ante todo las colaboraciones de los escritores y poetas, pintores y fotógrafos, y hasta del mismo diseñador de portada han sido gratuitas. Como la política editorial es la de realizar números monográficos, por ejemplo, hemos llevado a cabo temas referentes a la literatura de países como Alemania, Canadá, Israel, Cataluña, Suiza, Líbano, Dinamarca, Austria, entre otros. Logramos obtener o de las representaciones diplomáticas o de algunas empresas de esos países, un apoyo económico por anuncios o por subsidios o adquisiciones masivas de ejemplares de los números específicos. Por otro lado, intentamos obtener anuncios de instituciones culturales públicas, hecho que no es demasiado constante. En fin, el ingenio y la amplísima colaboración de todos los amigos, los que cuidamos la edición y su corrección, incluyendo al impresor que desde hace muchos años, trabaja con nosotros, el cual, no en pocas ocasiones, nos ha dado créditos de varios meses para pagar algún número. La tarea es ardua y difícil en un país perteneciente al territorio del subdesarrollo. Pero estamos contentos y el trabajo editorial se realiza en forma colectiva y con no poca alegría.

Sila ChantoEn estos 25 años y 115 números publicados, con número cero incluido, han participado entre narradores, traductores, poetas y ensayistas, un aproximado de 3, 500 escritores/as. Esta participación fue absolutamente solidaria, todos apoyaron el proyecto a sabiendas de las apreciables dificultades económicas que le aquejaban, aquejan y si continuamos en la empresa, aquejarán. Son varias las satisfacciones. Entre lo más relevante se encuentra el hecho de haber creado un ámbito de mancomunidad solidaria entre los poetas, narradores, fotógrafos, pintores, en el país y en otros lugares de este planeta. Mancomunidad basada centralmente en el interés de la difusión literaria y cultural, dejando de lado los mandamientos neoliberales de la ganancia, sea cual sea, desarrollando en este pequeño proyecto ese ámbito solidario. La amistad como hecho dominante, el interés: la apuesta por un proyecto cultural.
Algunas otras satisfacciones son más específicas, como la de haber editado en 1992 un número especial de la revista dedicado a las literaturas indígenas en México, antes de la insurrección zapatista, lo cual demostró la percepción respecto a la importancia de esas literaturas.
Por otro lado, la relación con los escritores de y en nuestro país. Nombrar a todos es difícil, olvidar a otros sería una transgresión desagradable, por lo tanto, agradezco a todos los que nos acompañaron con sus poemas, cuentos, fragmentos de novelas, traducciones, los ensayos breves (la limitación de espacio, el escollo mayor). Ahí están de varias generaciones, desde los nacidos en los 30, pasando por los 40, 50, y 60, con todo y memoria histórica, y a los de los 70, y una punta diminuta del iceberg del futuro, que son los nacidos en las dos últimas décadas del siglo XX.
Pero a pesar de que uno no puede nombrar a tantos miles seré ingrato, y me desdigo de lo dicho anteriormente, y nombraré a algunos, iniciando por miembros del consejo de redacción, que ya llevan un buen trecho de tiempo, empecinados, y son: Gerardo Amancio, Oscar de la Borbolla, Beatriz Escalante. José María Espinasa, Francesca Gargallo, Aralia López , Eduardo Milán, Cynthia Pech, Eve Gil, Adriana González Mateos, Bernardo Ruiz, Mayra Inzunza, Guillermo Samperio, y la querida Esther Seligson, recientemente fallecida, Juan José Reyes, Juan Antonio Rosado, Felipe Vázquez y Ángeles Godinez.
Pero también están aquellos que son constantes, pero en otros ámbitos, por ejemplo: Pablo Rulfo que nos acompaña en la realización excelente del diseño de portada desde hace una veintena de años, y asimismo, en este mismo número celebratorio nos encontramos con una muestra de su obra plástica, y por otro lado, en este espacio creativo se encuentran los compañeros que realizan el diseño interior de la revista desde hace varios años, que son Alejandra Galicia, Marco Kim y Alejandra Riba o dando un salto hacia la buena lectura, con Juan Carlos Colombo y Francesca Guillén que han leído en decenas de presentaciones de la revista, o presencias musicales persistentes como las de Nayeli Nesme, Jorge García, Hebe Rossel, Natalia Pérez Turner, Guillermo Briseño, Vicente Rojo Cama y la presencia de pintores y fotógrafos que engalanaron plásticamente como Rogelio Cuellar, Eloy Tarcisio, Eunice Chao, Gabriel Macotela, Roger Von Gunten, José L. Cuevas, Graciela Iturbide, El Fisgón, Gustavo Monroy, Pedro Valtierra, Mariana Yampolski, Iván Gardea, entre tantos otros amigos.
Y agradezco a todos y espero que sigamos agradeciendo en los próximos años a todos los colaboradores que se presentarán con su obra escrita, y plástica a seguir estimulando la imaginación, la memoria histórica y la casual, la sensibilidad, la reflexión, y el deseo lúdico de la lectura, en el formato que sea.
Espero que las nubes de palabras nos sigan envolviendo y de vez en cuando estallen las tormentas. Un abrazo a todos.

II - La revista Blanco Móvil: 25 años

José Ángel Leyva

José Ángel LeyvaLa revista Blanco Móvil cumple un cuarto de siglo. Hace algunos días, mi amigo Juan Carlos de Sancho, de las Islas Canarias, me enviaba un viejo texto, si se piensa en términos de la dimensión de la vida de un hombre.  Viejo porque corresponde a su juventud,  porque el texto fue publicado hace  24 años en un periodiquito local El Borrador  cuando él aún rondaba los 30 de edad.  Cuando, como dice José Emilio Pacheco, no éramos todo aquello contra lo que luchamos. Ello me hizo pensar en tres razones para festejar la permanencia de ese Blanco Móvil.
Celebro que una revista literaria haya nacido con el pulso firme y la destreza de pegar, desde el inicio, en la diana de un blanco móvil, es decir, su propio nombre.  Eduardo Mosches, su director, es uno de esos ejemplos fieles de la importancia y la riqueza que significa para un país abrir las puertas a la migración, al otro, al extraño, al de fuera.  México es un país contradictorio por naturaleza, y en ello quizás radique su encanto. El ancestral temor y desconfianza hacia el extranjero conspira en el seno de su historia y de su  forma. Un país de litorales inmensos y abiertos por sus dos costados, por sus dos océanos,  un país de extenso territorio y una herencia cultural apabullante comparte una larga frontera de ignominias y ambiciones con la mayor potencia económica y militar del mundo. Un pueblo de indios y mestizos no sale del enredo de su identidad, no termina por asumirse en la pluralidad de sus etnias, de sus culturas, de sus presencias internas y externas, de sus migraciones: los que se van y los que arriban. La publicación literaria que fundó Eduardo Mosches, hace 25 años, es como este país que lo adoptó o fue adoptado por él, un Blanco Móvil. Un objetivo en constante movimiento y mutación que se funda en la lectura, en el cultivo de la memoria y los deseos. Es cierto que Eduardo Mosches nació en Buenos Aires, Argentina, pero no ha dejado de nacer ni de crecer en este otro lugar de América donde plantó el Blanco Móvil de sus porfías.
En su texto, “Poetas y panoptistas”, Juan Carlos de Sancho exponía, en 1986, un antiguo dilema: el poder y los poetas. El carácter de gratuidad de la poesía, de la literatura diría yo, no obstante los best seller, los premios y los privilegios, es un hecho inobjetable. La tendencia a leer literatura está a la baja, y de todos sus géneros, la poesía está en el sótano, aún cuando haya cada vez más poetas y más escuelas para nuevos versificadores, más facilidades para publicar y para salir del anonimato. De la literatura viven muy pocos y son muchos, muchísimos, los que aparentan vivir para la literatura.
Sila Chanto“Es curioso pero este oficio de vanidad obtiene a menudo un rechazo social amplio. La fiesta de los poetas es un desierto lleno de incertidumbres y al mismo tiempo un campo de batalla plagado de soledades.” Escribe de Sancho en su artículo de juventud. Para luego alertar que en ese desierto dominan los panoptistas, los que abominan de la incertidumbre, de la libertad de espíritu. Nos recuerda que Jeremías Betnham afirmaba que los panoptistas ejercían el poder del espíritu sobre el espíritu, el control sobre la audacia. El Panóptico era una edificación circular con un patio y una torre al centro desde donde los vigilantes, los panoptistas, observaban a los individuos que moraban en el anillo exterior en pequeñas celdas sin puertas hacia fuera ni hacia dentro, de tal modo que fuesen siempre evidentes sus acciones, para despojar de misterios y de sombras la existencia de los niños, los obreros, los aprendices, los maestros, los locos. Es decir, como el Gran Hermano de 1984, de George Orwell, impedir la voluntad propia, el criterio,  la opinión, el disenso, la rebeldía, la creatividad y la búsqueda. Los poetas, los artistas, los creadores, pero en particular los poetas, conscientes o inconscientes de su papel, se salen del campo de observación de los panoptistas. Ya lo dijo José Emilio Pacheco: los poetas por definición son de una orden mendicante, tengan o no la gracia del Estado. Los poetas están fuera del mercado, mejor dicho, la poesía está libre del mercado. La poesía no se vende porque no se lee, aunque numerosos panoptistas argumenten lo contrario. Quienes dedicamos parte de nuestras vidas a promover la poesía y a los poetas lo podemos constatar. ¿Para qué entonces escribir poesía, publicar poesía, hacer revistas literarias en tiempos del consumismo? No hay respuestas fijas, cada quien tiene la suya. La de Eduardo Mosches es un Blanco Móvil, un artefacto personal y colectivo que vive a salto de mata, perseguido por la mirada letal de los medios masivos, por los convencionalismos, por la comodidad, por la pereza, por el aburrimiento, por la ignorancia, por el analfabetismo, por la institucionalización, por la obediencia, por la vejez. No sólo es resistir y permanecer una vida, 25 años, sino celebrar su memoria, su liberación, su presencia, su inconformidad.
No hay nada específico en los temas celebrativos de los textos que reúne el número 114 de Blanco Móvil.  La razón está en la propia convocatoria de Eduardo Mosches, festejar, conmemorar, homenajear, gozar, brindar, estar alegre, ponerle humor,  gusto, irreverencia a la escritura. El motivo de cada uno es lo que nace y lo que muere, lo que cambia, pero nunca lo que se acartona, lo que se momifica. Celebro pues, a estas alturas, como dice mi amigo Juan Carlos de Sancho, que a sabiendas de que no he dicho todo lo que pensaba, ni todo lo que podía, ni siquiera todo lo que deseo, podamos aún seguir intentándolo, reconocer en el otro, en el antipanoptista, una parte nuestra, mía, una parte inquieta, imprecisa, trasgresora, móvil y sin embargo constante, fiel, actual, presente. Blanco Móvil es más que una revista cultural, una ofrenda a la inteligencia en medio de la barbarie, una fiesta de letras en medio de la tragedia. Felicitaciones mi querido Eduardo Mosches, que 25 años es mucho.

Eduardo Mosches (Argentina, 1944). Poeta, editor, director de la revista Blanco Móvil. Contacto: eduardomosches@yahoo.comJosé Ángel Leyva (México, 1958). Poeta, narrador, ensayista, editor de la revista LaOtra. Contacto: josanley@gmail.com. Página ilustrada con obras de la artista Sila Chanto (Costa Rica).

El período de enero de 2010 hasta diciembre de 2011 Agulha Revista de Cultura cambia su nombre para Agulha Hispânicabajo la coordinación editorial general de Floriano Martins, para atender la necesidad de circulación periódica de ideas, reflexiones, propuestas, acompañamiento crítico de aspectos relevantes en lo que se refiere al tema de la cultura en América Hispánica. La revista, de circulación bimestral, ha tratado de temas generales ligados al arte y a la cultura, constituyendo un fórum amplio de discusión de asuntos diversos, estableciendo puntos de contacto entre los países hispano-americanos que  posibiliten mayor articulación entre sus referentes. Acompañamiento general de traducción y revisión a cargo de Gladys Mendía y Floriano Martins.

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