La parte occidental está ocupada por la
República de Haití, que es bilingüe, allí la gente culta mantiene el francés
como lengua principal, mientras el pueblo no solo habla creole o criollo, que si bien en su origen derivó del francés
mezclado con términos propios de los esclavos africanos que se rebelaron contra
el imperio francés, como del español vecino, sino que ya tiene su literatura.
El hecho lingüístico determina que aunque los
países sean siameses, todo es distinto en cada espacio de tierra soberana.
Como los haitianos ocuparon la parte oriental
por veintidós años, determinó lo que se ha llamado nuestra arritmia histórica, por ser la única colonia que no se
liberó de los europeos. Un hecho de esa magnitud marcó para siempre las
relaciones entre los dos pueblos. La
resistencia de los habitantes de la parte oriental por su catolicismo, impidió
que el Haití que la invadió pudiera imponer su religión y su cultura que era
parte de su herencia africana al ser la primera república negra del mundo. En
nuestro territorio se siguió hablando y escribiendo en español, aunque el
francés quedó, no solo por la adopción de los códigos y porque casi todos los
textos estaban en esa lengua, y por ello, hasta entrado el siglo pasado, los
intelectuales dominicanos leían y hablaban francés y fue fácil tomar a París
como lugar obligado para los estudios superiores y no a Madrid, de quien nos
habíamos independizado con la llamada Restauración de la Independencia,
circunstancia que aceleró la temprana aparición del modernismo.
La integración cultural con Puerto Rico y
Cuba, las hispánicas islas vecinas, fue siempre más fluida que la
dominico-haitiana, por la barrera de la lengua.
La relación del país vecino con Francia era
natural y lógica a pesar de su confeso africanismo, ya que casi toda África
negra era botín europeo. Eso influyó para que tanto la literatura como el arte
haitianos estuvieron más avanzados en muchos aspectos que en la dominicana, más
españolizada, con las consecuencias de que sus escritores y sus movimientos no
repercutieran entre nosotros, sumado a ello el hecho de que España y Francia
mantenían históricos recelos de tal magnitud que para que lo que ocurriera en
París influyera en Madrid, debió aparecer el mejor dotado de todos nuestros
poetas hispanoamericanos, el nicaragüense Rubén Darío con su modernismo.
La separación lingüística, sobre todo en las
élites intelectuales de uno y otro país,
ha producido que se ignoren olímpicamente. Solo a fines del siglo pasado
se tradujeron algunas obras importantes de historiadores y otros escritores
haitianos, pero en Haití, que sepamos, los buenos literatos dominicanos son
ignorados.
Durante el siglo XIX algunos escritores de los
más importantes de su historia literaria, nacieron del lado nuestro, pero
entonces por el jus sanguinis
haitiano proclamado en su constitución,
no se les concedía la nacionalidad a los nacidos en otro país.
Lo de la lengua francesa entre los escritores
haitianos, sobre todo en los poetas, produjo que se anticiparan a Darío y a los
demás modernistas en lengua española, adoptando el parnasianismo y el simbolismo.
Todo lo contrario sucede con los otros dos
países hispanos de las Antillas, Cuba y Puerto Rico, ocupado por los españoles,
donde la integración ocurrió desde los
tiempos coloniales, precisamente por las costumbres hispánicas y las bases
tradicionales de las poblaciones mezcladas con negros que produjo un coctel de
razas. Por tener tradiciones, lengua y
pasado colonial español ningún antillano de esas tres islas se siente
extranjero en la otra. Y es notable que las otras dos, aunque están rodeadas de
islas que parlan inglés, papiamento, holandés o francés, tampoco tienen una
comunicación efectiva de vasos comunicantes y cada grupo cultural crece y se
desarrolla sin influencias notables de lo que hacen los vecinos, salvo
excepciones de figuras destacadas.
Ahora más que nunca se nota la
soledad con el internet y las
llamadas redes sociales, que van
haciendo a cada persona una isla, que si bien tiene contactos con otras, se
desarrolla en privado o en medio de talleres y grupos afines.
En resumen, la literatura dominicana es
hispánica en la lengua, pero pro-francesa o pro-inglesa, acorde con las
influencias más notables a partir del romanticismo. Se llega al extremo de que
escritores nuestros que se destacan en otras lenguas no sean asimilados como si
fuesen nuestros. El sentido de isla, de escritores aislados que hacen cosas,
tiene su base en la tradición española, que no asimila como hace Francia que
trata como miembros de su literatura a todos los que escriben en su idioma. La
península ibérica apenas acepta los grandes nombres, diferenciando siempre que
no son españoles, aunque hayan residido en la península.
Podemos resumir: En sentido general forman
parte de nuestra literatura los textos producidos por los nacidos en el país,
no importa en qué lengua lo hayan escrito y los nacionalizados que lo hayan
hecho en español. Son fuentes para su estudio todo lo relacionado con la época
colonial y los textos que se refieren a nuestra historia o a nuestra sociedad o
se redactaran residiendo los autores en nuestro país.
PERÍODOS
EN LOS CUALES DIVIDIMOS LA LITERATURA DOMINICANA | Tradicionalmente, como ya dijimos en la
Introducción general, se indicaba en el programa oficial de 1984, el conocimiento de la literatura americana en
general con la Primera Unidad: I.- Se hablaba de los primeros que
escribieron sobre estas tierras (cronistas); II.- Lo pre colombino;
III.-Orígenes de la cultura en América; IV.- La cultura y las letras
coloniales.- Segunda Unidad: I.- La literatura en los siglos XVIII, XVIII y
XIX; II. El siglo XIX, La novela, la
historia y la fàbula; III.- Escritores por la Independencia de América. Tercera
Unidad: I.- El romanticismo en América;
II.- Segunda época romántica. III. El aticonvencionalismo en Norte América;
IV.- El criollismo, la poesía gauchesca, etc.; V.- Generación de 1880, Realismo, naturalismo y parnasianismo.-
Cuarta Unidad: 1.- El modernismo en América; II.- Los poetas de la segunda
generación presididos por Rubén Darío;
III.- La prosa y el cuento modernista; IV.- Oradores dominicanos del
primer período Siglo XX.- Quinta Unidad: I.- El postmodernismo (Poesía); II.-
El vanguardismo. La poesía vanguardista; III.- Vanguardia Dominicana Siglo XX
hasta el pluralismo.- Sexta Unidad: I.- La narrativa contemporánea. II.- El
ensayo y la prosa dominicana siglo XX; III.- El imaginismo en Norteamérica y Generación
de Post Guerra; IV.- El cuento en América siglo XX; V.- la nueva novela siglo XX; VI.-La crítica
literaria y el ensayo; VII.- El teatro contemporáneo.
Luego hubo modificaciones, pero en sentido
general no se dividía el estudio como lo estamos haciendo: Una Primera Parte para la Literatura Dominicana con apéndice de la
Literatura Haitiana. La Segunda Parte dividida según las
lenguas principales: La Literatura
Hispánica, la Literatura brasileña;
la Literatura de las islas antillanas;
la Literatura Norteamericana y canadiense.
De modo que aunque sea sucintamente el lector (idealmente el joven bachiller)
tenga una idea de lo que ha ocurrido en España antes y en América después.
Por lo visto en las reglas del juego del siglo
pasado no había forma de digerir se coctel de temas y aunque ya no se dividía
de acuerdo con los hechos más relevantes, siguiendo una rígida cronología
histórica, aunque coincidamos en muchos puntos, hemos resuelto hacer lo mismo,
es decir, dar informaciones sobre la literatura en general, señalar obras y
autores importantes y sugerir lecturas y fijarnos en los hechos que realmente
inciden en los escritores, y, por ende en la literatura, que son lo que merecen
ser estudiados. De ahí que dividiremos, de acuerdo a épocas y corrientes literarias
nuestro estudio de la siguiente manera:
1.- Época ágrafa o indígena. Literatura oral. Relación de Ramón Pané. Abarca desde los primeros
pobladores hasta el descubrimiento europeo de 1492 y la invasión consecuente a
partir de 1494.
2.-
Época de dominaciones extranjeras. Cronistas e historiadores. Seudo clásica o barroca. Primeros escritores criollos.
Primera diáspora nacional. Va desde la ocupación española hasta los tratados por medio
de los cuales España entrega a Francia la parte oriental de la isla, hasta 1822
con la ocupación haitiana. (Incluye cronistas e historiadores y oradores
religiosos, primeros escritores criollos residentes y exiliados).
3.- Clasicismo.
Barroquismo. Romanticismo y criollismo. Segunda diáspora nacional. Va desde la ocupación haitiana (1822) y la separación de esa nación, con el
paréntesis de la Anexión a España y la Restauración de la Independencia (1865)
hasta la aparición de los primeros escritores nacionales importantes alrededor
de 1874, incluyendo los de la Segunda Diáspora.
4.- Romanticismo.
Positivismo. Neoclasicismo. La novela indigenista. Cosas Añejas. Importancia de las revistas culturales.
Criollismo indigenista. Se inicia
con la publicación de La Lira de
Quisqueya, primera antología nacional, y se alarga hasta principios del
siglo XX. Este romanticismo impulsaba
al poeta a dar el color local, y al novelista a relatar las costumbres en un
clima ideal. Al mismo tiempo el romanticismo
fue penetrado por el positivismo
que impulsó a algunos poetas avanzados a protestar y a compadecerse de los que
sufrían, con los primeros asomos de lo social y lo racial, incluyendo a los de
la citada Diáspora. En el romanticismo era nota relevante el neoclasismo, o la
imitación de los clásicos. De este período son las Cosas Añejas (1891) a imitación de las Tradiciones de Ricardo Palma, la novela Enriquillo (1879), sobre este personaje indígena que constituye la
clásica novela histórica nacional; la relevancia de las revistas culturales y
literarias que sustituían las publicaciones de libros muy escasas hasta el
final del siglo XIX y las cuales eran encuadernadas y constituían piezas
importantes en las bibliotecas. El criollismo original y el indigenista con la
aparición de Fantasías Indígenas (1877)
y la novela criollista con Engracia y
Antoñita (1892).
5.- Modernismo.
Criollismo contra modernista. Novela
modernista. Novela criollista. Auge del Poema en prosa. Aquí, como en el
resto del continente hispánico ocurre el fenómeno de que mientras el romanticismo se diluye creando
confusiones ideológicas en muchos escritores, tímidamente aparecen señales de
renovación y puesta al día en unos jóvenes modernistas
a partir de 1894 con la publicación de la revista El Hogar, pero coexistiendo
con el romanticismo, hasta el
surgimiento del postumismo en 1921.
Lo más importante fue el surgimiento a partir de 1892 del auge del poema en
prosa. El cambio de estado emocional y cultural que significó el modernismo frente al romanticismo, con sus idealismos
desaforados, sus nostalgias imperiales y su desprecio por lo vulgar, que cuando
se sintió atiborrado de exotismos, de dioses griegos y romanos, princesas,
cisnes, lirios, etc., se encontró con un nuevo criollismo, como se planteó en todos los sitios de América
exigiendo el retorno a lo propio, con el grito de torcerle el cuello al cisne en 1911 en México, que en Santo Domingo
fue explícito en 1896, quince años antes, surgiendo un movimiento criollista para enfrentarlo, sin abjurar
de las formas, que quizás hubiera durado por siempre, hasta que fue sacudido a
su vez y destronado por el postumismo.
En ese intermedio
surgen el yoísmo de con el poema Oda de un Yo (1913) y lo social con la publicación de Los Humildes (1916). La novela
modernista teñida de criollismo en La
Sangre (1914).
6.- Las vanguardias.
Postumismo. Versolibrismo. Influencia futurista. Ultraísta. Dadaísta. Surrealista. Auge del cuento y la novela. Los postumistas continúan de manera más directa y eficaz el criollismo anti modernista. Hay ahora una toma de conciencia plena de que el
escritor puede romper las reglas y liberar el lenguaje de las ataduras técnicas
y del palabrerío parnasiano. Los postumistas se embriagan de libertad,
pero los modernistas retrasados y los
clasisistas románticos permanecen, y
no abjuran y continúan escribiendo. En otras palabras, algunos poetas bien
dotados siguen midiendo y rimando versos y surgen otros populares. Para los postumistas no había palabras poéticas ni dioses griegos o latinos.
Todos habían muerto y para colmo, Darío fallece en 1916. Ellos buscaban en sus
espíritus lo mismo que el autor de Tuércele
el cuello al cisne había pedido nueve años antes: la presencia del búho, de lo que los modernistas llamaron el reino
interior, una especie de búsqueda metafísica y que aquel no lo hizo, ya que
siguió siendo el modernista más grande de su país. El postumismo, encabezado por un poeta bien dotado, buscaba la
libertad y la densidad. Más tarde, aparecería el ismo vedrinista, término
creado en 1926.
Bajo la dictadura de
(1930-1961), algunos escritores jóvenes influidos por el postumismo y por las vanguardias
europeas montaron tienda aparte y realizaron una obra valiosa, que se
enriqueció con los aportes de la diáspora
española. A pesar del anticomunismo del régimen, un grupo de progresistas
intelectuales, artistas y escritores republicanos que huían de la guerra civil
peninsular, vinieron al país y como el hombre es un difusor de ideas, algunas
prendieron y se quedaron en nuestra tierra. Aunque es relevante señalar que los
movimientos literarios que habían transformado en Europa el hacer poético como
el ultraísmo español y la forma en la
que la Generación del 27 española lo
trascendió. El dadaísmo, el surrealismo y
la negritud, principalmente, ya comienzan a manifestarse o lo harían en los
primeros años de la dictadura.
7.-. La Diáspora Española. Los Cuadernos Dominicanos de
Cultura. La Poesía Sorprendida. Surrealismo. Negritud. Socialismo. Aunque el dictador era anticomunista,
su antinegritud que le hizo aceptar no solo una diáspora judía sino a la
española, pese a las simpatías del dictador por el caudillo español, a
sabiendas de que además de grandes figuras venían activistas políticos que a la
larga hubieron de salir del país. Los aportes a nuestra cultura y especialmente
a nuestras letras, de los integrantes multifacéticos de esa avanzada, no han
sido nunca cuantificados, pero a ellos debemos además de aportes en el
periodismo, en las letras, en la plástica, en la música con la creación de la
Orquesta Sinfónica Nacional, entre otros logros de los cuales la dictadura se
ufanaría.
Como veremos, los poetas dominicanos,
tímidamente, desde los inicios de la tiranía mostraron rebeldías e influencias
que pesarían en las nuevas generaciones. En algunos poetas se encuentran trazas
tanto del surrealismo, como de la negritud y de la protesta social. Sin
embargo, diremos que todo lo anterior culmina encabezamos con los títulos de
dos revistas culturales que aparecieron en 1943. La primera en septiembre y la
segunda en octubre. Los cuadernistas
originales eran miembros prominentes del gobierno y dependían directamente del partido
único entonces, presidido por el dictador. En su directorio estaban
prestigiosos escritores valiosos en su primer número hay colaboraciones de escritores
y otros que no podían ser acusados de trujillista, por lo que desde su inicio
fue una publicación abierta, y al mantenerse durante nueve años, hasta
diciembre de 1952 sin interrupciones largas, tiene el récord de la publicación
puramente cultural que más ha durado después de 1930. Este hecho, por la
difusión que tuvo por todo el territorio nacional en las bibliotecas de los locales
del partido único, lo consideramos en sí mismo como un movimiento a ser
estudiado.
Los sorprendidos, por el contrario, forman
un batallón en cierto modo contrario al gobierno, sin manifestar directamente
su filiación política. La dirección original estaba integrada por un poeta
chileno y valiosos exponentes de la poesía y un español, escritor y pintor, con
el lema de Poesía con el hombre
universal. Constituyendo la primera publicación nacional exclusivamente
poética. Desde el primer número aparecen versiones de poetas franceses
ingleses, y de otras nacionalidades y figuran textos de poetas de generaciones
anteriores.
Lo que se plantea en
estas dos publicaciones a lo largo de los años de su actividad ha influido en
los escritores que vinieron después. La Revista
Sorprendida desaparece en abril de 1946, año en que muchos intelectuales y
algunos de sus miembros se inscriben en partidos contrarios al dictador.
Reaparece en agosto de 1947 con el título de Entre las Soledades, de la que se editan cuatro números, hasta
noviembre de ese año, mientras los Cuadernos
siguen publicándose hasta 1952.
Los cuadernistas no hicieron una literatura
complaciente al sistema, como podría pensarse. Sus aportes, curiosamente, son
esencialmente isleños o dominicanistas frente a las novedades internacionales y
el universalismo de los sorprendidos.
Es importante señalar que un miembro destacado del régimen, produjo los más
altos cantos a favor de los humildes y contra el terror, junto a escritores
altamente meritorios y una cohorte de colaboradores que incluyó no solo a los postumistas, y a los mismos sorprendidos sino a los de la llamada Generación del 48, muchos de los cuales
fueron perseguidos por el régimen; por eso, a pesar de la etiqueta de revista
oficial o el estigma de trujillista a algunas de sus figuras, su labor, su
difusión a nivel nacional y su importancia indudable, lo convierten en un
movimiento que merece ser considerado tal y digno de su estudio; sin embargo,
en el mundo habían ocurrido una serie de acontecimientos durante la llamada Era
de Trujillo que hicieron necesario poner en hora los relojes. Muchas las
supieron nuestros escritores conversando con los miembros de la diáspora española. El triunfo del socialismo, el del surrealismo con la visita de su figura máxima, que vino dos veces
al país; la llegada del poeta chileno en la legación de su país desde una Cuba
revolucionaria culturalmente hablando; la presencia de los españoles de la diáspora y la integración del español de
la Diáspora al movimiento, hicieron que viejos y jóvenes se remozaran, con
estos aportes la literatura dominicana tuvo cambios notables hasta la muerte
del tirano.
8.- Socialismo en
libertad. Auge de la narrativa. La decapitación de la tiranía
produjo una nueva y diferente embriaguez de libertad. Escritores como los de la
Generación del 48, los más jóvenes de
la Poesía Sorprendida y los que
surgían a la luz, traían otro canto y el fusil que floreció en Abril de 1965 y
en la postguerra.
9.- Nueva vanguardia. Teatro y
Narrativa. Las nuevas generaciones encontraron a otra vanguardia, el Pluralismo, en medio de la rebelión estructuralista y aunque el fervor duró
poco, se hizo necesario un alto en la guerrilla literaria y volvió ahora la
densidad del búho para quitarle el fusil inútil de las manos a los vencidos
luchadores.
10.- Vanguardia actual. Revolución de los talleres Literarios. La idea
de que es fácil ser poeta o escritor y la balumba de publicaciones, marcan el
período que va después de la llamada Generación
de los 80. Por un lado La rebelión del búho es sostenida por un movimiento llamando
interiorismo a ese afán de
profundidad y del otro, la nueva vanguardia surgida también en el interior del
país, llamada contextualismo.
11.- La nueva diáspora. Actualidad literaria nacional. Si destacable en
nuestra historia literaria fue la diáspora
durante el siglo XIX a causa de las cesiones de la isla a Francia y las
diversas ocupaciones foráneas, incluyendo la haitiana, por motivos propiamente
políticos, durante el siglo pasado y luego de la Guerra de Abril, el éxodo
masivo hacia Estados Unidos, ha producido otro fenómeno a estudiar por la
cantidad y la calidad de sus producciones.
Entretanto, en el
país se sigue escribiendo y surgen nuevas voces.
MANUEL MORA
SERRANO (República Dominicana, 1933). Trabalha junto à Secretaria Nacional de
Cultura como conferencista e debatedor em diversos lugares do país e no
exterior. Atualmente mantém contrato com este órgão para conclusão de várias
obras de pesquisa, dentre elas uma História da Literatura Dominicana e
Americana. Jornalista, narrador, poeta e ensaísta. Esteve no Ceará em 2008
participando de um encontro ibero-americano de produtores culturais que serviu
de base para a criação conceitual da Bienal. Contato: luisero2004@yahoo.com. Página
ilustrada com obras de J. Karl Bogartte (Estados Unidos), artista convidado
desta edição de ARC.
Agulha Revista de Cultura
Fase II | Número 11 | Junho de 2015
editor geral | FLORIANO MARTINS | arcflorianomartins@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
logo & design | FLORIANO MARTINS
revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS | MÁRCIO SIMÕES
equipe de tradução
ALLAN VIDIGAL | ECLAIR ANTONIO ALMEIDA FILHO | FLORIANO MARTINS
GLADYS MENDÍA | LUIZ LEITÃO | MÁRCIO SIMÕES
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