Não se chega à definição de uma voz própria sem uma essencial exigência consigo
mesmo, sem aquele natural rigor que faz com que poeta e artista enfronhem-se em
um curso abissal, buscando a reflexão de suas formas e o corpo ideal de suas ideias.
Embora nosso tempo esteja demasiado manchado por uma absoluta falta de reflexão
em torno não somente da criação artística mas também de toda uma rede de experiências
através da qual o homem percebe e sedimenta sua existência no mundo, isto não quer
dizer que não encontremos mais entre nós poetas e artistas envolvidos com o pensamento
filosófico e suas ressonâncias, com o plano estético da criação e seus riscos e
necessidades existenciais. Ao entrevistar o poeta e artista plástico Juan Calzadilla
(1931), veio à tona uma vez mais a convicção de que a criação resiste ainda e resistirá
sempre, desde que haja a consciência da indispensabilidade de uma voz própria, exigindo
de si, com atrevimento e agudeza crítica, um estado permanente de reflexão sobre
a linguagem e seus motivos. Calzadilla é um dos artistas convidados para a Bienal
de S. Paulo de 2004. Também neste ano se publica no Brasil, pela primeira, uma antologia
de sua poesia, A condição urbana, pela Ed. Letras Contemporâneas.
FM – Quais as tuas relações com a Bienal de São Paulo, uma vez que aqui já
estiveste nos anos 60, não como artista mas como assistente de Inocente Palacios,
então responsável pela curadoria dos artistas da Venezuela na VIII edição desta
que se destaca entre as mais importantes bienais em todo o mundo?
JC - Antes de entrar en materia, me gustaría
aclararte que participo en la Bienal de São Paulo de 2004 en una sección especial
que las autoridades del evento han llamado Núcleo Histórico. En esta sección se
exhiben propuestas o reseñas de artistas plásticos de trayectoria importante o que
han hecho aportes significativos al arte desde una posición, por decir algo, marginal
o poco reconocida en el plano internacional y a veces, también a nivel nacional.
Ese podría ser mi caso. Tengo entendido que son muestras que se disponen en espacios
cerrados, más bien pequeños y acondicionados como las salas de las museos, con referencias
muy precisas y aislados del eje central de la Bienal, que está constituido por la
exhibición lineal, a lo largo de un extenso pasadizo, a ambos lados y en dos niveles
del gran pabellón, de un número importante de obras de arte consideradas por los
curadores entre las más representativas de cada país participante, confirmando prestigios,
publicitando y llamando la atención sobre los artistas representados, sobre todo
en lo que concierne al mercado de obras de arte que está en línea con las vanguardias,
las grandes ferias, los museos y el coleccionismo mundial.
Creo, por tanto, que, lejos de esta orientación,
el interés de la curadora venezolana por presentar mi obra gráfica en São Paulo
(de difundirla, no de promocionarla, y pensando en el Núcleo Histórico) sólo puede
justificarse por lo que dice el Comisario General de la Bienal, Prof. Affons Hugg,
autor de la propuesta normativa que rige al evento, y, con carácter vinculante,
a todos los participantes. Para Fugg, el arte es un territorio libre cuyas fronteras
indefinidas escapan a todo control, sea de los estados o del imperio, de la censura,
de la moral o las religiones; un territorio libre al que los artistas ingresan con
sus obras para hacerlo aún más libre e indominable, y en donde, como faltan las
leyes que norman la política y la economía, todos los cambios, intercambios, transferencias,
robos y permutaciones, históricas o transhistóricas, son admisibles. Se rompen paradigmas
y continuidades y se adoptan, transplantan o reciclan técnicas y lenguajes de otros
artistas, espacios y tiempos, e incluso el lenguaje, las imágenes y los mitos de
las civilizaciones desaparecidas para hacer del aparato de la historia del arte
un organismo viviente, activado. Historia o, mejor, territorio hecho de transverberaciones,
violaciones, atribuciones y desconocimiento de fronteras genéricas, y que, sobre
todo, legitima la transdisciplinariedad de un lenguaje a otro, de un idioma a otro,
de un territorio a otro.
Es en este aspecto corsario, incurso en las
reflexiones que Hugg hace respecto a la fundación no de uno sino de múltiples territorios
libres de la imaginación, donde se basa el argumento de la curadora Elida Salazar
para llevar mi obra a la Bienal de São Paulo. Es decir, en cuanto a que se trata
no de la obra óptima de un artista plástico consagrado, sino la de un poeta de la
escritura. Vale decir, de un transgresor convencido.
FM - Em uma declaração coletiva do Grupo Surrealista
de Madrid encontramos que “la imagen no conserva hoy ningún poder mágico liberador.
El arte se ha degradado en otra forma de entretenimiento de masas, adquiriendo su
mismo valor. Se debería abrir una reflexión y un debate lo más riguroso posible
antes de inaugurar una nueva exposición.” Acreditas que
esteja saturado o atual modelo de exposição de obras plásticas? E em que radicaria tal saturação?
JC - Hablar de un arte degradado a través de
sus manifestaciones hasta hacer de él un “entretenimiento de masas” me parece todavía
una concesión lisonjera, un reconocimiento. Pienso que la degradación es más estructural
y se presenta afectada por el mercado del arte y los sistemas de distribución globalizada
de sus productos y por un coleccionismo ostentoso, exquisito, que potencia los precios
para marcar más la diferencia entre lo que se considera como arte (élite) y lo que
está por debajo (masas). Si el arte recobrara una de sus funciones de ayer, es decir,
la de entretener al público, todavía podría esperarse algo de él. Felices las ciudades
cuyos museos están llenos de un público ingenuo, de todas las edades, listo para
asombrarse. Pero esto ya es difícil de ver. Lo que tenemos detrás de la sala vacía
de cada exposición es muy a menudo un marchand, que al mismo tiempo funge de curador,
es decir, el que decide qué es lo que el público debe ver.
Yo adhiriera a la declaración surrealista de
Madrid si se conviniera, como tú dices, en que el modelo de exposición está agotado,
con esta duda: ¿Está agotado el modelo o los mecanismos de dominación que lo manejan
en función de intereses que no reflejan el arte, sino a los media y a la parte financiera
del negocio? La reflexión, por tanto, debe partir de una crítica al sistema, a las
relaciones entre poderes en el mundo actual, para luego poder avanzar hacia un modelo
nuevo, que no sea sólo distractivo.
FM - Pensando em termos de Venezuela, onde estive recentemente e pude ver
como os espaços de exposição de obras vêm sendo aproveitados, sobretudo concentrando-se
na recuperação de acervos de grandes artistas do país, como acreditas que devam
funcionar os mecanismos governamentais de apoio à produção artística
JC - Ciertamente. Pero creo que los museógrafos
pueden dar una mejor respuesta que yo. Entiendo que hay ciudades como Caracas en
donde, en tiempos de gran bonanza económica, un poco atrás, se crearon muchos museos,
improvisadamente, sin un plan previo, diciéndose o actuando todos como museos de
arte moderno, museos que venían a cumplir casi la misma función. En algunos casos,
como el nuestro, se crearon por capricho de artistas plásticos que querían que esas
nuevas instituciones llevaran sus nombres, y así fue. Museos ocupados más que todo
en programar exposiciones retrospectivas, recuentos históricos y los consabidos
salones de todo tipo. Careciendo de patrimonios propios, se convirtieron en galerías
y descuidaron la formación de colecciones patrimoniales y de una plataforma de investigación,
privando de apoyo a los artistas locales del momento, a expensas de privilegiar
todas las ocurrencias de los curadores. Hoy tenemos un sistema museográfico atrofiado,
cuando llegó a ser el mejor de Latinoamérica. Algo como lo que les ocurrió a Argentina
y Brasil.
FM – Tua primeira visita ao Brasil se deu em função da VIII Bienal de São
Paulo, em 1965. Vieram então Jacobo Borges, Gerd Leufert e Francisco Hung. Na época,
andava bastante atuante em Caracas o grupo El Techo de la Ballena, do qual eras
um dos fundadores. De alguma maneira as propostas do grupo se fizeram representar
através dos artistas venezuelanos que aqui vieram?
JC - Cuando yo asistí a la Bienal de Sao Paulo
en l965, las galerías de arte, del tipo de Denise René, en París, eran las encargadas
de promover el envío de los artistas, porque en el fondo lo que interesaba era ampliar
el mercado de obras. En realidad se consideraba a la bienal una gran feria de arte,
como las que existen hoy en varias capitales del mundo. No creo que esto sea lo
que esté pasando actualmente, pero en todo caso, agregaré que las propuestas de
Jacobo Borges y Francisco Hung a la Bienal hubieran podido ser suscritas por El
Techo de la Ballena, y eso me animó a ir a Sao Paulo, dado que yo también había
participado en la selección de esos dos artistas, y escribí las notas que los presentaban
en el catálogo. Borges trabajaba en una figuración brutal, con la que hacía una
crítica al régimen autoritario de la época, y Hung era un pintor de acción que se
expresaba de manera gestual mediante una suerte de caligrafía monumental, que desbordaba
completamente los formatos. El estado venezolano había organizado el envío, y yo,
que había recibido cierta influencia de Hung, me sentía responsable porque de alguna
manera había sido su descubridor y animador. Sin embargo, no quiero decir que El
Techo de la Ballena aprobara o apoyara el envío en sí. Su posición era crítica y
atacaba cualquier gestión oficial o privada que supusiera continuar con la política
de premiar, becar y oficializar a los artistas o escritores; El Techo de la Ballena
asumía, en aquella época, el papel de francotirador, como pensaba Duchamp del Surrealismo
de los tiempos heroicos.
Finalmente, Hung murió sin haber desarrollado
todo su potencial, invadido por el alcohol, y Borges, convertido en ecólogo, se
apartó de la política.
FM – Já tivemos oportunidade de conversar a respeito de que a atenção da
Venezuela em relação à literatura brasileira não é correspondida. Há dezenas de
autores brasileiros bem editados na Venezuela, não havendo praticamente nenhuma
edição de escritores venezuelanos no Brasil. Este desequilíbrio se passa também
no plano das artes plásticas? E quais fatores garantem a manutenção desse abismo cultural?
JC - Esa apreciación es correcta en cuanto a
la literatura y en especial a la poesía. En Venezuela no sólo se ha traducido y
editado bastante poesía brasileña, sino que se la estudia en talleres literarios
y en universidades. Pero no creo que esto ocurra sólo con la poesía del Brasil –que
sin duda goza de un bien ganado prestigio en Latinoamérica. Hubo una época en que
leíamos más poesía francesa que venezolana, y de igual modo se la traducía con creces
sin que hubiese en esto reciprocidad alguna, pues en Francia se ha divulgado muy
poco la poesía venezolana. Y esto ha pasado, por supuesto con España. Argentina
es también deficitaria en este renglón, todo lo cual se ha explicado también por
una tendencia cosmopolita muy arraigada entre los escritores venezolanos.
Cosmopolitismo, autosubestimación, o adulación
que no dejan de ser una ventaja ante el hecho de que la poesía venezolana haya tenido
que ser descubierta por la mirada del extranjero (y lo ha estado haciendo, desde
su perspectiva, Floriano Martins). En este momento seguimos conociendo poco de nosotros
mismos, pero sabemos que afuera nos siguen y nos leen más de lo que nosotros a nosotros
mismos.
Creo que el éxito de Brasil es antiguo y se
remonta a la época del Manifiesto de la antropofagia, de Oswald de Andrade,
cuya versión en multígrafo circulaba ya desde los años cincuenta por los pasillos
universitarios. Por otra parte, suena curioso que en Venezuela se lea a excelentes
poetas brasileños que en Brasil nadie conoce. Me lo hizo ver Ledo Ivo quien, a despecho
de ser un erudito, no conocía a los poetas brasileños que yo le nombré.
FM - Tua aproximação das artes plásticas se dá como um desdobramento da poesia,
a feição plástica da caligrafia, um tipo de mescla orgânica que não foi de todo
compreendida pelas ortodoxias tanto formalistas quanto mais aparentadas ao mágico.
Esta poderia ter sido a dissensão básica entre surrealismo e arte concreta. Até
mesmo o delírio possui uma forma, não há dúvida. Mas qual o delírio da forma? Como expressá-lo?
JC - Un desdoblamiento, si, en cuanto a que
la caligrafía (como yo la entiendo) es un lenguaje visual y la poesía un lenguaje
verbal; ambos tienen en común el proceso en que se originan, es decir, mediante
un movimiento automático que, a mi modo de ver, como creía Breton, se remonta al
inconsciente, allí en ese puente donde la mente deja de tener control sobre lo que
va a pasar. El hecho de que la forma (o el poema) se materialice durante el proceso
mismo de pensarla y que el resultado no pueda ser premeditado, es justamente lo
que unifica a ambos lenguajes y haga que por momentos sus procedimientos se fundan,
y se confundan: imagen y palabra, resultando de allí esa mistura que tu llamas
ficción plástica de la caligrafía, o también: ficción verbal de la plástica.
Esto hace la diferencia con el arte programado,
con el constructivismo y el concretismo, pero también con muchos lenguajes de la
figuración que han sido incapaces de penetrar en los procesos del pensamiento automático
para concientizarlos. El arte concreto, en su formalismo, se muestra desdeñoso de
la actividad profunda de la mente humana y, por tanto, de la conexión del arte con
la magia y el sueño, con lo arbitrario y el azar. Y esto justamente, como tú dices,
produce esa impresión de agotamiento y cansancio que hemos llegado a experimentar
en ese lenguaje, pero también se produce esa disensión odiosa entre surrealismo
y constructivismo que no será superada mientras exista una voluntad programada que
no dice nada enfrentada a otra dispuesta a reconciliarse con la vida, con lo real
y su misterio.
FM – Dizes em um poema que “toda a arte de hoje é um ato de má consciência”.
Má consciência de quem, propriamente? A ideia de originalidade é um artifício imposto
pela mídia. O artista imbecil, que desconsidera antecedentes, ignorante do que se
passa à sua volta, tem sido o mais aclamado. Ao explorar tal classe de degenerados,
o mercado de artes acaba marcado por uma demasia abstrata. O homem está vazio de
todo, ou vazio de si está apenas o artista?
JC - “Todo el arte de hoy es un acto de mala
conciencia” es una frase tomada de mi libro Diario sin sujeto y al estar
descontextualizada se vuelve ambigua como el poema. Tanto como está expuesta a muchas
interpretaciones la frase de Dostoievski en El hombre del subterráneo: “toda
conciencia es una enfermedad”, o como la de Rimbaud en Las iluminaciones:
“La moral es una debilidad del cerebro”. Quizás hice ese axioma para reflexionar
sobre los errores que ha cometido la sociedad cuando ha dejado que el arte se le
escape de las manos para convertirse en un instrumento del poder económico. O en
el poder mismo. Esas podrían ser interpretaciones. Igual a como si, en términos
de auto-reflexividad, yo dijera que todas las traiciones a mi poesía las hice en
nombre de la crítica y el dibujo, que justamente nacen de ella. Volviendo a tu pregunta,
pienso que la idea de originalidad, más que un artificio, es una corrupción impuesta
por la media, y esto porque en un comienzo, cuando la lanzó Baudelaire para
definir su concepto de modernidad (y transformada luego por Duchamp en idea de la
novedad), la originalidad era inocente y benigna. Habría que ver dónde se puede
rescatar, y con qué medios. Ese es nuestro reto.
A propósito del vacío artístico como continuidad
del vacío del creador, tengo escrito un aforismo que podría, con un poco de astucia,
llevarnos al centro de la polémica. Dice así:
Haced arte con basura.
O mejor, haced del arte basura.
FM – Até que ponto a fascinação que te desperta o desenho se dissocia de
uma percepção crítica, se pensarmos em outras atividades que exerces? Recordo aqui
uma declaração do chileno Ludwig Zeller, em que dizia: “não misturar os insultos:
uma coisa é a crítica, outra é a poesia”.
JC - Yo pienso que Zeller está en lo cierto,
en el sentido de que la crítica y la poesía como actividades separadas por lenguajes
específicos, son distintos y diferentes. Igual pasa con crítica y poesía cuando
quien escribe el poema no es un crítico y el que hace la crítica no es un poeta.
Pero qué tal si el poeta fuera al mismo tiempo el crítico, partiendo de la premisa
de que la crítica de la poesía no la escriben hoy los ensayistas y universitarios
en rol de críticos, sino los poetas (al menos eso es lo que ocurre en mi país).
¿Se podría entonces hacer la misma separación que recomienda Zeller? Yo pienso que
no, pues el poeta comienza su obra crítica por la reflexión, dirigiéndose a su propia
obra como si fuera su interlocutor. Yo lo he dicho con el siguiente aforema:
¿De dónde han sacado que la poesía sugiere?
Tal es
lo que la crítica dice. Pero ¿si además de sugerir
también pensara? ¿No sería esa su verdadera
razón,
digo en caso de que la tuviera.
En cambió la función de ver es conceptual.
Sólo que está atrofiada en nuestra época.
La misión del artista consiste en despertarla,
pero antes que la recupere él.
FM – Falas de uma linha dinâmica e de tensão que o desenho propicia. Mas
esta linha dinâmica e de tensão atravessa toda a história da arte, e não cabe considerá-la
como um atributo especial na arte de nosso tempo. A maneira como nos mostramos tão
sofrivelmente desatualizados por vezes parece-me um programa, algo sistêmico a que
todos nos acostumamos. O artista hoje em dia está diante do mesmo dilema existencial
e não estético: o que diabos representa. Então não haveria algo errado com
o sistema de representação?
JC - Quizás puedes estar en lo cierto cuando,
traspasando los límites, sugieres que hay una línea dinámica de tensión semejante
a la que impulsa el dibujo, una línea que atraviesa toda la historia del arte.
Con esto intuyo que te refieres al dibujo como
componente básico de las artes plásticas: aquí como boceto, más allá como diseño,
en otra parte como estructura, pero siempre configurando y constituyéndose en sistema
de representación, en motor de lo que vendrá, base de todos los géneros. Es pues
una línea que pasa por todos los grandes períodos del arte occidental, desde el
Gótico al Renacimiento y descendiendo el curso de la historia del arte moderno hasta
el Cubismo, Picasso y el Expresionismo y así hasta el presente. En su esencia, el
dibujo es determinante para la existencia y la continuidad del arte, siendo en sí
mismo lo que contribuye a su diversidad y a la pluralidad de estilos y lenguajes
y a los cambios. No veo que nada se haya modificado porque se considere al dibujo,
tal hoy, como un género autónomo. Y eso puede ser lo que, técnicamente hablando,
sucede con los demás géneros, que dependen en menor o mayor proporción del dibujo
y el diseño y que también siguen su propia línea dinámica de tensión. Lo que pasa
es que, al tratar de definir mi obra plástica y de entender su relación con la escritura,
afiliándola a algo, caigo en cuenta de que, en cuanto reflexiono sobre ella, advierto
que responde a una línea de tensión que tiene que ver más con la vida que con el
arte, y que como tal hace abstracción de la historia. Este es el dilema del artista
calígrafo, de aquel para quien el gesto es más importante que el resultado. No está
en ningún género y está en todo y fuera y dentro de los géneros. Su dilema es estar
desactualizado, como el artista contemporáneo, como tú y yo, bien porque tenga mala
conciencia o por negarse a asumir el progreso de la historia como algo en lo cual
continúa inmerso.
*****
Agulha Revista
de Cultura
# 41. Outubro de 2004. Página ilustrada com obras de Sérgio Lucena (Brasil), artista
convidado desta edição especial de ARC.
Organização a cargo de Floriano
Martins © 2016 ARC Edições
Artista convidado | Sérgio
Lucena
Agradecimentos a Isa Fonseca
Imagens © Acervo Resto do
Mundo
Esta edição integra o projeto de séries especiais
da Agulha Revista de Cultura, assim
estruturado:
S1 | PRIMEIRA ANTOLOGIA ARC
FASE I (1999-2009)
S2 | VIAGENS DO SURREALISMO
S3 | O RIO DA MEMÓRIA
A Agulha Revista de Cultura teve em sua primeira fase a coordenação editorial
de Floriano Martins e Claudio Willer, tendo sido hospedada no portal Jornal de Poesia.
No biênio 2010-2011 restringiu seu ambiente ao mundo de língua espanhola, sob o
título de Agulha Hispânica, sob a coordenação editorial apenas de Floriano Martins.
Desde 2012 retoma seu projeto original, desta vez sob a coordenação editorial de
Floriano Martins e Márcio Simões.
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