Hace pocos días he descubierto en mis
guardados un cuaderno empolvado con unos dibujos y manuscritos. Son pruebas de
alto erotismo, aunque no podemos identificar más que su cercanía geográfica
-por el tema de la lengua-, o sea, siguen desconocidas autoría y sobre todo la
fecha de tan inspirada escritura. De todos modos, creo fascinante compartir con
cuántos lectores este fuego intenso de una pasión más allá de toda moral.
Abraxas
***
Cuando hablamos por teléfono aquella tarde y
comenzamos a hablar con toda naturalidad de nuestros encuentros sexuales,
estaba muy lejos de haber despertado la libido de mi querida señora. De ahí que
fuera para mí una sorpresa muy agradable cuando recibí su primera carta luego
de terminar nuestra conversación donde lo menos que hicimos fue masturbarnos a
la distancia y gemir en nuestras soledades. Sin embargo, no pensé nunca que con
eso se había desatado el torrente sexual que ella me ha comunicado en varias
cartas que voy a titular con una que ella inició:
DESCUBRIENDO MI SEXUALIDAD
CARTA # 1
Me das vida y alegría y deseos. Deseos de todo,
como si nunca me fuera a morir. Con la facilidad que tu cuerpo reacciona al más
pequeño estímulo me asustan y pienso que no estás pasivo en medio de esa
soledad que tan lastimeramente proclamas. De ninguna manera puedo creer que
estás célibe, alguna persona debe ayudarte a desahogar tus instintos porque son
unos años muy saludables en ese aspecto. Bueno, no estoy celosa ni pretendo que
seas fiel, eso ni dudarlo. No te enojes por este comentario. No sé qué me pasa
que estoy tan rabiosamente sexual desde que te conozco. Me entran unas ganas
terribles y camino por toda la casa deseando acostarme contigo. A veces estoy
tranquila pero la verdad es que estoy muy necesitada de tener sexo.
Ahora descubro que soy una mujer loca por el sexo
que no tuve, que lo quiero las veces que sea. En ocasiones en el pasado tuve
esos deseos pero hasta eso lo tenía programado y ni me atrevía a proponérselo,
en ocasiones dije malas palabras y se me reprochó, me quedaba a pié y me decía
que ya no había más nada. Tengo todas esas ansias acumuladas y necesito
soltarlas, lo malo es que tú tienes esa pared que se llama X y no puedes a la
hora de la hora conmigo. Se te aparece y te avergüenzas. Verdaderamente para mí
esto es una verdadera tragedia. Déjame hablarte vulgarmente, necesito pinga de
noche, de madrugada, al levantarme, al mediodía. Ay que rico sería verla entrar
en mi cuerpo y quedarme quietita para disfrutarla despacito y que me llene de
su leche maravillosa que me va a preñar con muchos hijitos que no sé cómo
mantendremos. Mira, la vez que fuimos a La Playa que me tomaste las manos en el
bus, sentí un corrientazo que me estremeció de pies a cabeza, eres sexo puro y
lo necesito. No creo que hayamos tenido sexo de verdad por tu prurito y yo
porque me he cohibido ante eso. Pero tenemos que vivir muchos años más, al
menos diez para volvernos locos, para drogarnos de mamar, de besarnos por todas
partes, de que me la metas esté como esté. Cuídate de no enfermarte de una
venérea para poder dártela así como está, si supieras que he notado que los
pelos están saliendo para que disfrutes mi papayota que como sabes es grande.
Hoy me hacía falta tenerte y no me vengas con que cada vez que sueltas tu
lechazo te debilitas coño, lléname de ese líquido calientito y échame un
poquito en la cara antes del final, lléname de besos. SÍNGAME HASTA QUE ME
QUEDE EN LOS HUESOS.
CARTA # 2
Me hubiera gustado adornar esos momentos eróticos
de poesía, de velas en medio de la oscuridad y ahora no sé qué va a ser de mí
porque cada vez que me siento a hablar contigo siento el reclamo de tu pinga
maravillosa que no se ha encogido, parece la pinga de un caballo cerrero,
consérvala por favor. Quisiera escribirte cosas de una pureza exquisita, como
si fuera una virgen pero ya ves, me viene la visión de eso tuyo que quiero ver
como una bayoneta y que me atraviese las entrañas.
Pero antojársele a mi cuca de querer fornicar todos
los días es algo que me hace sentir desgraciada. Digo esto porque ya no soy
joven y no tengo un macho a mi lado que me la ponga en la boca para besársela,
para mamársela hasta que me la eche en la boca y tragarla porque es alimento de
vida. A veces imagino que estoy en la cama con las patas abiertas y que me la
metes pero son puras imaginaciones y me frustro porque estás muy lejos y sé que
no querrás todos los días por aquello de que es desgastante, a mí no me importa
eso porque perdería unas cuantas libras que tengo demás . Qué te parece si nos
metemos en una bañera llena de espuma y me enjabonas la espalda, mis teticas
que son tan chiquitas, yo que he deseado tanto tenerlas bien grandotas con el
pezón oscuro y preñada de ti que me las chupes y bebas mi leche. Necesito que
me masajees mucho esas teticas a ver si crecen porque me gusta mirármelas. Pásame
tu mano por mi cuca y tácame el clítoris que me encanta como lo haces, seguro
que me voy a venir pero seguiremos en la cama donde nos apretujaremos uno
contra el otro para darnos calor. Dime, dime que te gusto que estaremos así de
ardorosos hasta la muerte. Y quien es la tonta que le dice al marido que le
duele la cabeza cuando le reclama fornicar. Yo desgraciadamente me he perdido
esas noches de locura y para mi castigo solamente de escribirte ya tengo mi
cosita desesperada.
Yo, que iba a ser
religiosa y mira por donde voy, porque tú has sido el instigador.
Esas cartas me dejaron mudo y estático, pero
reaccioné y le respondí de la siguiente manera:
–Bueno, ten
lo que tengas, Cada vez que releo esas cartas tengo una erección terrible, y
hasta de recordarlas. La primera sobre todo fue una carta mágica y sincera.
Nunca tuviste más espléndidamente puta. Me dan ganas de publicarla
anónimamente, nadie te va a asociar a ella.... si se le quita la T y otros
detallitos.
Conserva
la tota tranquila. Te escribo más tarde.
PENÚLTIMA
CARTA:
Un hombre como tú tan
experimentado se reirá de mí si te digo que siento una vergüenza terrible
cuando me desdoblo y hablo como te hablé ayer. Tenemos confianza sí, sé que
esas oleadas de furor que me entran quedarán entre tú y yo pero te repito que
me siento avergonzada. En lugar de pedirte sexo que tú provocaste debí decirte
que dejáramos eso tranquilo y ahora siento la culpa de mi desenfreno. Ríete
todo lo que quieras, que soy ridícula sí.
Cuando
le pedí permiso para hacer públicas estas cartas, me respondió de la siguiente
manera:
CARTA # 4
Si me sobrevives dirás en base a estas cartas
que me ha asustado haberlas escrito que fui una calenturienta. Te doy permiso,
pero mucho cuidado con mi identidad porque muchas personas me dicen que soy una
santa y me encanta que me lo digan y no quiero que me bajen de los altares.
Bueno, manda las cartas que me salieron por este apetito insaciable de fornicar.
CODA MÁGICA
Para llevar a
cabo todas las travesuras en la cama hay que estar erotizados, libres de
prejuicios porque si no es así no sabe bueno el fuiqui fuiqui. Cuando
camino sobre la tierra, sobre la hierba y las ramas de muchos árboles me
amparan, aunque te parezca raro me erotizo y si ha llovido más, la lluvia
produce un efecto singante que ayuda a que en la noche de la tormenta muchas
pingas estén entrando en la cueva que da vida. No sé por qué será. Ayer leí que
el corazón se mantiene fuerte y que la mujer rejuvenece y se le alegra el
espíritu. Lo he observado en ciertas parejas. Ese cuento manido de que los
hijos amarran está muy Viejo, lo que amarra a la pareja es el sexo puro y claro
una actitud buena del uno al otro. Ese es el verdadero amarre. Las teticas me
han crecido últimamente, como son chiquitas no se han caído porque son limones
de los grandecitos, de los que tienen más jugo, todavía me sale una lechita que
has probado. Ay, como me enloquece que me mames mis teticas y que sigas con esa
lengua poderosa hasta el triángulo de la vida y me chupes mi huevito
porque eso es lo que has dicho que es mi clítoris. Quisiera que me cumplieras
un viaje a un campito donde haya una casita con techo de zinc y cerca un río.
Saldríamos en medio de la oscuridad y bañados por la luna hacia la orilla del
río a besarnos, abrazarnos, a que me metas tu lengua en mi boca y yo en la
tuya. Y si nos da por defecar. Pues nos metemos en el agua y allá irán nadando
los desperdicios de nuestros cuerpos porque al fin y al cabo somos animales de
costumbres. Perdona si en medio de la calentura me da un ataque de risa al ver
que hemos cagado sin la menor pena. Boyaremos en el agua agarrados de la mano y
te gritaré que me lo metas lo más rápido que puedas y que me hagas dos
parejitas de gemelos. Sé que el erotismo es como una droga y cuando pasan los
efectos volvemos a la normalidad pero dentro de esa normalidad hay muchas cosas
que me enervan la libido y fácilmente me recreo pensando en nuestros encuentros
que han sido tan rápidos y poco románticos Y será posible que nunca estaremos
juntos aunque temporalmente para darle rienda suelta a todo lo que te tengo que
decir sin decírtelo, a todo el tiempo que te quiero mirar haciendo tus cosas,
leyendo, escribiendo, cocinándome tus inventos. Estoy
segura que gozaremos mucho, a lo bayoneta.
FLORIANO MARTINS (Brasil, 1957). Um dos
editores da Agulha Revista de Cultura.
Diretor da ARC Edições. Poeta, ensaísta, tradutor. Contato:
floriano.agulha@gmail.com. Página ilustrada com obras de Egon Schiele
(Áustria), artista convidado desta edição de ARC.
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