segunda-feira, 28 de agosto de 2017

ALFONSO PEÑA | Bob Danco y la historia del mono azul


Bob Danco se dio a conocer con sus collages de pequeño y mediano formato –conformados de recortes de revistas, libros y objetos encontrados– en los que combinaba fotos de revistas de moda, con los titulares inauditos del periodismo amarillista. En algunos de estos “ensambles” integró latas de cerveza, billetes de dólares, colillas de cigarrillos, gafas de sol, zapatillas de mujer, etiquetas de hamburguesas, preservativos, etc… Danco es un apasionado de la imagen: fotógrafo, videasta, artista visual. Su obra tiene un basamento ideológico postindustrial-surrealista… Su arte se recrea en las premisas del Conde de Lautreámont que la poesía debe ser hecha por todos… De ahí sus referencias ¡clics! a otros artistas, recortes anónimos de periódicos, parodias ácidas, opinión de sus congéneres, intertextualidades, y mucho más… Los textos de Bob Danco, también son deshilachados, automáticos, muchas veces incoherentes, no se interesa demasiado por el buen sentido, el buen escribir o la organización psíquica… Lo suyo es otra cosa: a la manera del fluir de conciencia, sus palabras, trazos, esbozos, son alaridos estridentes que emergen de un antiguo fonógrafo, o son imágenes que sobresalen de una extraña lente sobredimensionada que va registrando momentos de la vida humana y lapsus del “absurdo vivir”… ¿El mundo al revés? Blue Monkey, es su propuesta actual; no solo es un volumen: está conformado de dibujos, diseños, collages, videos… En ella vamos a conocer e indagar en lo que normalmente no nos parece digno de apreciación: lo cotidiano, “el diario vivir”, el espacio público que es fuente de información, relleno, o paradoja de lo efímero… Una recomendación: “lleve consigo sus audífonos y mientras hace el recorrido por la expo escuche la vieja salsa de Rubén Blades: “la vida nos da sorpresas”. [AP]

AP | Bob, Blue Monkey es una especie de “Rito iniciático”, siempre es importante conocer como es el acto creativo en cada ser humano… Podés contar como es que comenzás tus textos y superás la página en blanco…

BD | En realidad no pretendo ser un poeta, aunque no puedo negar que he vivido siempre en poesía.
Como lector precoz, escribo desde joven. Mi yo soñador tiende a crear historias fantasiosas, mágicas y mi punto cineasta se vuelca hacia el documental.
Mi vida fue y sigue siendo más que bohemia, soy un funámbulo de la existencia. He perdido al menos dos manuscritos de romances en alguna playa o viejo puerto abandonado, en latitudes geográficas escondidas de alguno de esos viajes casi sin retorno. 
La página en blanco, queda siempre blanca, aún después de las miles de huellas miniatura que puede dejar la tinta, hoy virtual.
Te revelo que como buen nadador, me tiro al vacío de mi inconsciente sin paracaídas. Y cuando me pierdo, aullo como un salvaje a mis amig@s, para que vengan al rescate, o me encierro en mi espacio de meditación, enciendo un incienso y espero.

AP | Buena parte del poemario está configurado de fragmentos, pequeños poemas, a veces son canciones, epigramas, y que de cierto modo se relacionan con la filosofía de la cotidianidad… ¿Podrías definir esta escritura?

BD | Que es la vida sino pedazos de encuentros, trozos de recuerdos grandes o pequeños.
Tendría que haber sido un ave, aunque como vagabundo de la vida soy un Ave Phenix. Amo los cielos, amo viajar, me hacen falta los tiquetes antiguos de avión que solía coleccionar. No voy a citar los países en los que he estado y vivido ya que tomaría mucho espacio y cuando se es un trotamundos como yo se hablan decenas de idiomas. Razón por la que mis “Haikus” son en varias lenguas y expresiones.
Cuando estuve en 1985 en Costa Rica para hacer mi servicio militar, se hablaba del “Gringo loco”, pues ese soy yo, me enloquece la Salsa, me pasaba bailando del Caribe al Pacífico. Soy un salsamaníaco, un gatito Barbieri. Ese ritmo me hierve en la sangre, me recuerda que también soy latino.
Como autentico Punk, no puedo vivir sin la música,  hoy en día soy el DJ de Ostende en facebook, comparto música con mis amig@s en todo el mundo. “Blue Monkey” es una balada de emociones que le da ritmo musical al pensamiento.
Viví más de 10 años en Tailandia y quedé fascinado por Asia. Al ser de origen belga llevo en mi la iniciación a la Bande dessinée, herencia de Georges Prosper Remi, Hergé. De ahí que estas inspiraciones se sientan de color amarillo y algunas parezcan historias muy muy cortas.
La cotidianidad está allí para modificarla antes de que ella nos aniquile.
Blue Monkey es un código secreto de humor, de juegos con el inconsciente de la cotidianidad, de mi locura, de la locura, de lo absurdo, de la manipulación de los medios, de las mentiras de los dinosaurios. Es mi autopista paralela: Bajo el volcán. Defino mi escritura como una lava incandescente que fluye del desconocido.

AP | En algunos de tus poemas –por el humor negro, el desenfado– me llega el efluvio de cierta poesía desencantada, nihilista, incluso me atrevería a llamarla “automática”, claro, sin etiquetarla… ¿Tu opinión?

BD | ¿Recuerdas la película “El gran dictador”, de Charles Chaplin? Cuando se ha jugado con el mundo como un balón y te confrontas a la Religión Business el desencanto es inevitable. No soy un optimista, pero soy un pesimista informado que edifica su voluntad y se transporta a lo onírico.
La filosofía Taoísta colmó al ateo y en el símbolo del Yin y Yang, en el negro hay un puntito blanco
y en el blanco hay un puntito negro. La vida es como un tecnicolor con el negro integrado.
Y sin ceremoniales,  como muchos surrealistas,  mi escritura es automática.

AP | De Aracataca a Puerto Limón, de Shangai a Hawai, de Sevilla al Amazonas… Estas referencias geográficas le dan mucha movilidad al poemario… ¿La intención?

BD | Como te conté en un párrafo anterior soy un “caminante del cielo azul”, un viajante del tiempo.
Imagínate, antes nos desplazamos en espacio, cruzábamos fronteras, hoy en día desde una habitación podemos recorrer el mundo entero con un solo clic.
El pensamiento siempre está en acción, en constante asociación de ideas, de lugares, de historias, de vivencias. La vida es movimiento, constante movimiento. Ver más allá de nuestra nariz nos ayuda a relativizar nuestras penas. Esa movilidad de la que hablás no tiene una finalidad precia, es natural tengo el mundo dentro de mí y yo vibro en el universo. Invito al lector a un viaje.

AP | En muchos pasajes del texto se siente la armazón, el mosaico psíquico, hablo del collage… Para vos ¿hay diferencia entre la edificación de esta poesía y el collage?

BD | ¡Muy buen punto! Te comparto que se dice que estoy loco.
No hay principio ni final. Se recogen cosas, objetos, basura… que otros dejaron y con esos restos construimos algo nuevo, que brille que tenga otro color, que nos erija, que testimonie.
El andamio de esta “lírica” es una mayólica de experiencias, de vivencias, de ficción que se teje igual que un collage que anota nuestra vida, una vida, la vida. Apareciendo de manera espontánea y como goma, el hilo invisible de la sapienza.

AP | Sin embargo, cuando aprecio algunos de tus collages, pese al caos del mensaje, en algún resquicio de la arquitectura  (tijeras- papel- engrudo- objetos), hay dejos poéticos que armonizan la propuesta…

BD | Uno es un todo y el todo es uno. Y en medio del caos casualmente las cosas se manifiestan, se entre cruzan, se fusionan para dar vida a otras. Con un solo collage se puede construir decenas de collages. Lo mismo sucede con el tono de las palabras, nos permite de crear diversas melodías.
En la ruidosa existencia que presenciamos, encontrar el acento preciso que nos pone en sintonía con la armonía interior, no es cosa fácil.  Demasiados mensajes en el mundo de hoy, entonces los mezclo todos para llegar al vacío.

AP | Retornemos al volumen, en muchos pasajes se nota un ritmo de cámara rápida/cámara lenta… hay un diapasón visual… Por momentos parece el embrión de un guion para un corto… un video, alguna de tus realizaciones… ¿De qué modo lo explicás…?

BD | Nací con una cámara incorporada en mi ojo derecho. Soy ante todo un fotógrafo, un camaraman. La imagen es la llave a la percepción, con ella podemos transmitir tanto lo correcto como lo incorrecto. El ser humano ha abusado de ella llevándonos al caos, manipulándola.
Personalmente me quedo con el cine mudo, con el corto metraje acompañado de música para dejar al observador crear su propia historia. Oh entonces documentales que cuenten atractivas y asombrosas fábulas.
Mi pensamiento está instituido como un guionista, zoom, cámara lenta, rápida, movimientos suaves o brutos, click, clack, robar instantes, fijar emociones.  “Blue Monkey” es un cortísimo cortometraje, un pasaje de un instante en una vida que desea dejar la puerta abierta a la imaginación del lector.

AP | También hay diálogos políticos sobre los personajes de actualidad del pequeño mundo en que vivimos… Las distancias se acortaron… Por medio de Internet podemos pasar en segundos del Asia, a Groenlandia, del Estrecho de Magallanes a la periferia brasileña… El mundo es un juego de ajedrez, un acertijo… ¿Cómo conciliar todo esta fragmentación delante de la pantalla de un ordenador?

BD | El circo de marionetas al poder y la autopista cibernética tiene un doble filo. El tiempo, el ritmo, las distancias, la rapidez y frecuencia de las emociones nos pueden enloquecer. No hablo de una locura sana como la de Antonin Artaud, sino de una esquizofrenia adrede como medio de eliminación.
No puedo negar que internet es mágico y nos une con lo que más amamos y deseamos de manera instantánea. Nos permite de viajar sin movernos de la silla. De difundir y compartir lo que hacemos…

Para acomodar las ideas y reunir ese mundo de realidad virtual,  con esta otra realidad y aún más con nuestra propia realidad, lo mejor es sentarse frente a un tablero de ajedrez vacío, con una cerveza en la mano y escuchar el canto de los pájaros.

AP | La pregunta del millón: ¿Por qué Blue Monkey?

BD | Se pudo haber llamado: “La jirafa de tres cabezas”, título de otro manuscrito que estoy preparando de poesía visual por así decirlo.
En los años noventa conocí en Bangkok al fotógrafo inglés Brett Walker y en medio de un delirio de alucinación  "half man"  y "half monkey" aparecieron, como en el chamanismo los vi,  vino a mi como un tótem protector y mis ojos azules completaron el personaje imaginario y Blue monkey nació.


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ALFONSO PEÑA (Costa Rica, 1950). Narrador, editor, collagista. En colaboración con la artista Amirah Gazel, organizó la expo surrealista internacional Las llaves del deseo, 2016,  primera en Centroamérica. Página ilustrada com obras de Bob Danco (Bélgica).

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ÍNDICE # 101

EDITORIAL | A persistência do mistério

AARÓN ALMEIDA HOLMQUIST | Paisaje y exilio en David Cortés Cabán

ALFONSO PEÑA | Bob Danco y la historia del mono azul

ESTER FRIDMAN | Liberdades, prisões, ilusões

HAROLD ALVARADO TENORIO 1882-1915 El Modernismo en Colombia

HILDEBRANDO PÉREZ GRANDE | Cien años de soledad y moi

JOSÉ ÁNGEL LEYVA | Jordi Virallonga, el alma de los cinco sentidos

LEDA RITA CINTRA | Brasil ilustrado

MARIA LÚCIA DAL FARRA | Cartas para quem? Leitura de Cartas a Sandra, de Vergílio Ferreira

OMAR CASTILLO | Mallarmeanas al timbal

SUSANA WALD | Reencuentro con Edouard Jaguer, impulsor del movimiento Phases
  
ARTISTA CONVIDADO FRANCISCO MARINGELLI | Por ele mesmo

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Agulha Revista de Cultura
Número 101 | Agosto de 2017
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
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revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS | MÁRCIO SIMÕES
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