1. El día que Dios oye al pobre
Cuando instalaron las computadoras en
el cielo junto a la simplificación del trabajo aparecieron unos extraños ángeles
tecnócratas expertos en diagramaciones que rodearon al Hijo: Junto a él o en alegres grupos que entraban
o salían de las habitaciones del Padre.
Aunque todos estaban
hechos del mismo material que el tiempo se sabe que es imposible a un ángel tener
edad: Algunos habían encanecido: Otros andaban encorvados por haberse pasado milenios
anotando las plegarias en enormes libros: Estos viejos ángeles habían cumplido con
gozo tan ingente labor: Estas muestras físicas habían sido su orgullo: Por eso habían
empezado a murmurar: Hasta a criticar con esa abrumadora unanimidad tradicional
en los conservadores que el ya probado método de la oración en los templos con los
avisos lumínicos de las candelas había sido muy eficaz: Además: De aquel oficio
vivían muchos seres humanos: Que en otros siglos quienes entraban o salían de las
habitaciones del Padre eran ellos: Que además tenían fieles propios que los
invocaban por sus nombres: Ellos a su vez conocían los gentilicios de sus creyentes:
El contacto era más directamente pleno: Que a veces se decían mentirillas piadosas
en favor de sus creyentes: Era verdad: Así el Padre los colmaba de bienes:
Uno de los ángeles más viejos evocaba con lágrimas cuando intercedió por Aspecio
Torres un habitante del planeta tierra que El Benevolente lo hizo rico: Eso ahora
no se podía: Por ejemplo Aspecio Torres era simplemente un número: El creyente un millón doscientos mil: Además esto
no era lo peor del nuevo sistema: Ahora quedaba constancia no solo escrita sino
filmada en las horribles máquinas: Naturalmente jamás hacían públicas sus protestas:
Eran ideas del Hijo que siempre había sido un renovador: Todos recordaban
cuando modificó las leyes para instituir el arrepentimiento para el perdón de los
pecados derogando la antigua tradición del castigo para la salvación: Claro que
amaban al Hijo: Hasta lo respetaban: Disfrutaban cuando lo veían siempre
alegremente juvenil por la modernización: Pero siempre rezongando entre sí lo llamaban
vanguardista más por celos que por despecho al verlo rodeado de esos extraños
ángeles barbados o con gafas que mostraban tanta seguridad a medida que el Hijo
continuaba introduciendo nuevas cosas: Por eso los viejos ángeles aprovechaban cualquier
oportunidad para intentar desairarlo ante el Padre.
Las computadoras
habían registrado una plegaria original: Se armó un revuelo en los altos salones:
El creyente dos mil millones veintiocho mil: Que parecía un terrícola pobre había
tenido la osadía de hacer un ruego escandaloso: Los jóvenes ángeles intelectuales
se veían eufóricos: Se sabía que solo se alegraban cuando sucedía lo insólito: Los
viejos ángeles se dieron cuenta de que un creyente actual por el alto número de
la ficha: Además como no se podía cambiar tilde de la plegaria ellos podían probar
al Padre que nadie puede impunemente cambiar las cosas aquí arriba sin que
se modifiquen abajo: Cuando todos se hubieron reunido en el gran salón se dio lectura
a la escandalosa plegaria: He aquí el texto:
Ni debo quejarme
ni me quejo Padre: Me diste hasta el hambre: Algo que negaste a los ricos:
Pusiste en mi interior el espíritu de conformación: Por eso ni el odio ni la envidia
habitaron en mi pecho: Me has devuelto mi sudor con justicia: Has permitido que
nunca comiera bocado que no hubiera ganado honestamente: Al darme la alegría de
vivir me proporcionaste una mujer prudentemente honrada que ha sido solidaria en
mi pobreza; Jamás reclamó lujos vanos: Me diste hijos obedientes con nietos traviesos: Al no desear lo de otros me
has permitido disfrutar la auténtica felicidad humana: Es por eso Padre que
nada quiero de ti sino darte las gracias hoy como todos los días de mi vida por haberme dado con
la vida la resignación con salud.
Como el Padre
no estaba presente el Hijo señaló: Es una hermosa plegaria: Pero los
viejos ángeles corearon: Será hermosa pero blasfema.
Era el día en que el Padre oía al pobre:
Siempre se le mostraba la más original de las plegarias: Aunque hubo otras interesantes
pese a las manifiestas discrepancias entre los jóvenes con los viejos fue elegida
a unanimidad.
Se armó un escándalo: El rumor pobló los espacios
inconmensurables como sucede cotidianamente en la tierra: Se vieron avanzar por las avenidas o por los corredores a los más viejos
ángeles que tenían siglos sin probar su alas que volaban por todos los rincones
con una agilidad que hubieran envidiado los jóvenes si en ese lugar hubiera existido
ese sentimiento crepuscular: Iban proclamando que las computadoras habían registrado
una plegaria blasfema: Era indudablemente una noticia interesante: Hubo una conmoción
verdadera ya que al fin sucedía algo excitante: Realmente si la vida celestial es
sumamente aburrida después de la introducción de las máquinas el silencio era mayor:
La abulia absoluta.
Cuando el Padre llegó la sala mayor del cielo estaba totalmente llena
rompiendo todos los récords conocidos: Se vio al creyente que era un terrícola pobre
habitante rural del siglo veinte en la Era del Hijo: Se constató que había
sido una plegaria sincera dicha con limpio corazón: El Padre no dejó traslucir
emoción alguna: Además no le veían el rostro:
Estaba de espaldas a la multitud contemplando la pantalla.
Por tradición el Hijo tomaba la palabra como abogado de los hombres
pero el decano de los ángeles no pudo contenerse proclamando:
Esto es intolerable:
Ese hombre tiene que ser ateo: Ese no querer nada del Padre es la
blasfemia más grande que en todos los milenios que tengo he oído.
Cuando se calmó el murmullo se oyó hablar al Hijo:
Padre esta es la plegaria
que hemos escogido hoy: Te la ofrecemos para tu juicio inapelable: Ya has oído lo
que piensan los venerables ángeles: Lo han acusado no solo de ateo sino de blasfemo:
Me parece que su pecado mayor ha sido utilizar términos personales en la misma:
Si te fijas bien no ha usado los clisés al uso: Ha despreciado los lugares comunes:
Aprovecho la ocasión para recordarte que gracias a las computadoras no se ha traducido
sino que se ha podido repetir textualmente la plegaria que podrá volver a oírse
hasta el fin de los tiempos.
Hemos disfrutado
de la poesía en la plegaria del pobre: La poesía: Parecen haberlo olvidado nuestros
queridos ángeles: Consiste en evitar el lugar común: Eso parece ser lo escandaloso: Lo blasfemo Padre mío: Tú que conoces
el corazón de los humildes sabes que jamás
deben tomarse literalmente las palabras: Que nadie debe juzgar con ligereza a los
de corazón sano: Creo que hay modestia sincera en la plegaria: Pero los venerables
ángeles dicen que hay blasfemia: Que hable su vocero mayor: Luego juzga tú: ¡Oh
clemente y misericordioso!
El mismo ángel
cargado de años volvió a hablar:
Nosotros acusamos
al creyente dos mil millones veintiocho mil del planeta tierra de haber cometido
herejía con soberbia por no haber usado ninguno de los términos que la ortodoxia
religiosa aconseja: La que los verdaderos creyentes practican: Del mismo modo que
el verdadero católico se conoce por la capacidad de resistencia que tiene para repetir
avemarías con padrenuestros en el Santo Rosario todo cristiano se conoce por repetir
textualmente la Santa Biblia sin cambiar palabra de lo sagrado: Así debe hacer el
bueno: El santo: Repetir las palabras sabidas: Las acostumbradas: Toda originalidad
por ser desvío de la norma es peligrosa: Es subversiva: Va contra los más sagrados
intereses de la eternidad: ¡Ay: Si así fuera!: Si se permitiera la autonomía en
todo la tierra saldría de su órbita: El caos
se enseñorearía de nuevo en el universo: No criticaré si hay o no poesía en esa
plegaria: Yo no sé para qué pueda servir la poesía en cosas de la fe: Si bien respeto
al Hijo no estoy de acuerdo con su defensa: Pedimos que ese hombre sea declarado
blasfemo: Exigimos castigo para él: Que conozca la pobreza verdadera: La que no
deja dormir al ambicioso: La que no deja pegar los ojos al envidioso: Que conozca
estos sentimientos para que pueda entonces dar las gracias si todavía agradece.
Lentamente se puso
en pie al irse volteando el Padre: Todo se iluminó con su presencia: Lo oyeron
con la natural humildad sin que despegara los labios: Las palabras del Padre
se oyen en el corazón: Diciéndoles:
Hijos e hijas míos:
Hemos oído la plegaria del creyente dos mil millones veintiocho mil del planeta
tierra: Hemos podido constatar que es un campesino pobre: Ha sido acusado no solo
de ateo sino de blasfemo: Mi Hijo ha concluido diciendo que cree en
su sinceridad.
Antes de dar mi veredicto
debo aclarar algunas cosas de una vez para siempre: Como ha dicho mi Hijo
hemos probado ya la utilidad de las nuevas máquinas: Ello viene a demostrar una
vez más que es útil innovar: ¿Acaso no he vivido creando sin hastío desde el principio
de los tiempos?: Diría que ateo sería aquel que estuviera en contra de la evolución:
Creer es crear: Como para juzgar con claridad es necesario pesar las culpas del
acusado: Volvamos a oír la plegaria suya.
Luego haremos un
sumario como era costumbre de mis viejos queridos ángeles: Él ha dicho en síntesis
que me agradece todo hasta el hambre que se la negué a los ricos: Ha dicho que le
di espíritu de conformación: Que la felicidad humana consiste en no desear lo que
no se tiene: Ha dicho que le he devuelto su sudor con justicia: Que siempre ha comido
con su trabajo honradamente: Que le di una mujer prudentemente honesta que nunca
le ha reclamado lujos vanos: Que le di hijos obedientes con nietos traviesos como
deben ser los retoños de la sangre: Que como no ha deseado lo que no ha tenido me
daba las gracias todos los días de su vida por haberle dado la vida no solo con
resignación sino con salud.
En verdad como ha
dicho mi Hijo este creyente me ha conmovido: Nadie puede ser conmovido si
no es por lo patético o lo poético: En esa plegaria hay poesía evidente: Solo hay
poesía donde hay originalidad: En aquello que está expresado de manera diferente:
En la ausencia del lugar común: Ese pobre habló con la gracia lírica verdadera:
Es por eso que nos ha conmovido: Yo creo que ha dicho cosas hermosas: Que ha dicho
cosas sustanciales de la vida humana: Del existir mismo: Ojalá oír aquí tanta belleza
no tanto clisé huero con monótona repetición: Ese hombre sabe que la felicidad consiste
en aceptar con alegría lo que se tiene: Que al no anidar envida en el pecho ni desear
lo ajeno cumple con una ley hecha por mí: Es que unos deben disfrutar pero otros deben padecer: Esa es la creación:
Así es la creación.
Pero mis viejos ángeles
desean que castigue la sinceridad de ese hombre siendo esta la primera vez en milenios
de milenios que hemos oído a un pobre que no se queja: Que nada pide: En vez de
pedirme que lo premie me exigen que lo castigue:
Ello me produce una
gran turbación: Una enorme tristeza al saber que en tantos milenios junto a mí todavía
no conocen el corazón del hombre bueno.
No hay blasfemia
en su plegaria sino originalidad que para un conservador es pecado grande: No es
ateo: Invocó mi nombre: Nadie invoca mi nombre en vano: Por eso oído el parecer
de mi Hijo cuyas conclusiones acojo: Respecto a la acusación de mis viejos
queridos ángeles voy a dictar mi sentencia inapelable:
Si el creyente dos
millones veintiocho mil desea vivir en pobreza con regocijo: Que la disfrute con
su familia en salud: No le daré la riqueza que sataniza haciendo rutinarios a los
hombres: No se la doy: No solo por no haberla pedido sino pensándolo bien: ¿Cuál
sería nuestra función? ¿Qué haríamos nosotros con el aburrimiento mortal de siempre
oír lo mismo? ¡Además se han preguntado ustedes lo aburrida que sería la creación
si no hubiera pobres!
2. Cucarachas
Sostengo que nosotros los Cucarachas debemos cambiar: Nuestra conducta es
reprochable: Debemos laborar como lo hacen otros seres pequeños como las hormigas
que si bien no son útiles a nuestros tiranos: Trabajan para sí: Son organizados: Por meritorios se citan como ejemplo.
Estoy en desacuerdo
con el joven Elías: Sus ideas son subversivas: Así no se habla con dignidad hermanos
Cucarachas: Ustedes me han dado el título de Venerable Patriarca que he llevado
con orgullo en mis muchos días: Soy Simeón todavía Elías: Soy la máxima autoridad:
Nunca olvides eso: Aunque debiste pedir mi venia como la de los otros venerables
a la juventud se le excusan las vehemencias: Yo lo que he dicho siempre es que si
nosotros hemos vivido milenios siendo las criaturas activas más antiguas del planeta
es por haber sostenido la tradición respetando los preceptos sagrados.
Si manteniendo la
misma conducta sobrevivimos a todas las catástrofes: A terremotos: Diluvios: Heladas:
Guerras etcétera adaptándonos a todos los climas: Nutriéndonos de todo sobrante humano o animal: ¿Para qué vamos
a cambiar?: ¿Para complacer a un joven radical aun con sus antenitas calientes que
no solo comió o digirió buenos libros como nosotros sino que intoxicado al calor
de televisores o computadores modernos ha escuchado a los jóvenes humanos con ideas
venenosas?: No hermanos: Con nuestro sistema hemos triunfado: Oigamos la voz de
la experiencia: La voz de la cordura. Seamos sensatos: Debemos vivir con la misma
honorabilidad que nuestros gloriosos antepasados tanto a costa del hombre como de
la naturaleza: Así tendremos garantizada la supervivencia y nuestra raza inmoral
no perecerá.
Viva la cordura: Viva la cordura:
Gritaban los más viejos Cucarachas.
Hermanos: Hermanas: Calma: Cordura: Cuando dije
que los humanos son nuestros venerables protectores digo bien: A la superioridad
hay que rendirle pleitesía: Nobleza obliga: Es cierto que nos han perseguido con
saña: No debo negar lo evidente pero no lo hacen por maldad: ¿Cómo pueden actuar
así unos seres tan magníficos: Tan perfectos: creadores de cosas asombrosas de rico
sabor?: No noo: Al inferior corresponde la investigación del desprecio del superior: Por eso en mis muchas noches de trabajo arduo:
En medio de las faenas más peligrosas: Después de largos días de encierro meditando
llegué a la clarividencia de que se nos persigue por despedir cierto olor que a
ellos molesta: Eso es todo: Nuestra misión ecológica como se dice ahora: ¡Eso es
para que Elías como los suyos sepan que también vemos televisión!: Ha sido la de
limpiar la tierra de desperdicios grasientos: Somos saneadores naturales: Ellos
se molestan cuando eliminamos los hilos de seda o de lana de sus ropas manchadas:
No aprecian nuestros esfuerzos de limpieza: No nos comprenden: Advierten que fuimos
nosotros por haber dejado la rúbrica de
nuestro ser en ese aroma que les molesta: Los he oído: Dicen que es pestilente:
¿Pestilente hermanos?: ¡Pestilente hermanos!: ¡Cuánto dolor he experimentado ante
ese descubrimiento fatal!: Nosotros no podemos entenderlos: Los que apestan son
ellos sobre todo ellas con esos perfumes intensamente turbadores: ¿Habrase visto
cosa igual a la untarse un jardín en la piel?: Aunque soy viejo todavía me conmuevo
cuando siento el olor más delicioso del universo: El de una hembra Cucaracha en
celo: Eso es divino: Los trasportes celestiales de un Cucaracha enamorado al sentir
esa esencia de la amada en el aire no se parece a nada humano: Danzamos en las noches
veraniegas cuando hasta los más ancianos rejuvenecemos cuando ese efluvio divino
nos llega hasta los más profundos rincones del deseo.
Espero me perdonen: Es fatal dejarse llevar del
entusiasmo lírico: Es muy traicionero: Uno se desvía de lo importante: De lo básico:
De lo esencial: Regresemos al cauce de la cordura.
Viva la cordura: Viva la cordura:
Gritaban los más viejos cucarachas.
Hermanos todo se
debe a ese olor fatal para ellos: Por eso junto a los demás Venerables que en el
fondo somos liberalmente democráticos para armonizar con las nuevas ideas: Peligrosas
en su solo enunciado: Todo lo nuevo nomás por serlo produce malestar: Basta que
lo parezca para que no comulguemos con ello: Empero superando la molestia que nos
causa escucharemos al joven Elías que hasta ahora había actuado con decoro ingiriendo
su cuota de libros a pesar de sus desvíos modernistas: Pero primero para contemporizar
voy a proponer dos cosas: Una dolorosa pero necesaria: Sugiero solemnemente a esta
asamblea que los cirujanos más hábiles extirpen radicalmente las glándulas odoríferas:
La segunda es que se abran inmediatamente
escuelas modernas donde se enseñen avanzados métodos de sabotaje para engañar definitivamente
las fuerzas que nos han perseguido: ¡He dicho!
Un aplauso cerrado coronó la vigorosa exposición
del Venerable Patriarca Simeón Cucaracha: Después de un espeso silencio se escuchó
un coro rítmico:
Viva la cordura:
Viva la cordura: Gritaban las más viejas cucarachas.
El joven Elías negro
de ira: Hermoso como un dios rebelde a trancos subió hasta el tapón de la botella
de vinagre que dominaba la repisa como un rascacielos de cristal: Al verlo subir
tan decidido se calmó la claque conservadora: En el silencio de la cocina se oyó
su voz:
Venerable Patriarca
Simeón Cucaracha: ¿Venerable?: ¿Patriarca?: ¡Bien!: Me rendiré por hoy ante la tradición:
Venerable Patriarca Simeón Cucaracha te hemos oído: Por primera vez en nuestras
jóvenes vidas no hemos perdido una sola palabra de tu discurso: No nos sorprendiste:
Encontramos natural que acostumbrados a tu retórica decadente tus parciales crean
que has pronunciado una pieza brillante.
Para ellos lo fue:
Por ti habló una vez más esperando que por última la voz conservadora: En los pueblos
hay que oír otras voces: Los tiempos cambian como las maneras de decir las cosas
se modifican: En el mundo Simeón cambiamos o perecemos: Hay que marchar al ritmo
del universo: Cada quien tiene que vivir su época o desaparecer.
Es ley de vida: Ley
de la historia: Por eso puedo decirte con todo desenfado sin respeto alguno que
te hemos visto tal como eres un viejo: Un pobre miserable reaccionario: Nada en
tu discurso honra nuestra raza: Aunque no hayamos madurado los jóvenes somos el
pasado: El presente: El futuro al mismo tiempo: No pensamos como tú: A nosotros
Simeón todos esos milenios que hemos vivido como bien has dicho sin ser apreciados
por las cosas del universo nos llenan de sonrojo y humillación: Puse el ejemplo
de las pequeñas hormigas diciendo que tenían más honra que nosotros: ¡Es verdad!:
Hemos padecido el terror por la implacable persecución no de esos venerables como
indignamente has dicho: No: De nuestros amos tiránicos como debiste decir: Las cosas
deben llamarse por sus nombres: Para un revolucionario es obligación ineludible
decir la verdad sin eufemismos decadentes.
Nosotros compañeros
Cucarachas también meditamos pensando en nuestra realidad: Esa no es solo misión
de ancianos: Ha llegado el momento de iniciar una nueva era: Me dirijo tanto a ti
Simeón como a tus simeonístas: Vivimos tiempos nuevos: A ellos nos tenemos que someter
para no perecer: Ha llegado compañeros Cucarachas la hora cero de la Revolución
Utilitaria.
Un silencio terrible
arropó la asamblea: Absolutamente nadie se movía: Los Cucarachas sorbían en el aire
las palabras de Elías.
Nosotros compañeros
Cucarachas solo podemos vanagloriarnos: Eso es: Tener vana gloria de haber
huido durante millones de años: Durante todo ese enorme tiempo solo hemos hecho
bien una cosa: Huir: Nunca se ha dicho que hubo una batalla campal ni una guerra
ni siquiera una guerrilla: Me avergonzaba comiendo la historia tragando las proezas
de los héroes: Entre los Cucarachas jamás se necesitó un poeta: En todas las épocas
como en todas partes nos han maldecido: Nos han perseguido tanto por vagos como
por ladrones: No solo por despedir ese olor que ahora este energúmeno de Simeón
plantea que no exista sugiriendo que nos quitemos lo único que nos distingue: Lo
que nos personaliza: Lo que nos hace cucarachas no hormigas: Ese agradable aroma
hermoso que describió con altura lírica en el único momento feliz de su perorata:
Lo reconocemos: El revolucionario elogia lo valedero del enemigo aunque no baste
este reconocimiento para respetarlo: Él quiere que desaparezca la rúbrica de nuestro ser como dijo con gracia:
Eso quiere la canalla reaccionaria: Por esa mala causa nuestros abuelos: Nuestros
bisabuelos: Hasta nuestros tatarabuelos aplaudieron con tanto calor clamando cordura: ¡Carajo!: Cordura se precisa
para hacer lo conveniente: Lo justo: No lo peor: Ha llegado señores la hora del
cambio: Yo no le hablo a esa claque conservadora que ha sido cómplice de crímenes
o robos: No: Yo hablo únicamente a los Cucarachas realmente dignos: A los que no
temen al trabajo ni a la lucha: Hablo a los que deseen emancipar nuestra raza levantando
nuestros nombres para borrar siglos de oprobios cobardes: Hablo compañeros Cucarachas
a los que deseen: A los que necesiten la Revolución Utilitaria.
El silencio era tan
denso como la noche en torno a la casa: Ni los grillos frotaban sus élitros en la
lejanía: Únicamente el hilar de las arañas se oía en la cocina: El discurso no acababa
de ser totalmente asimilado: Las emociones con las pasiones desatadas en la multitud
eran muchas: Elías con su irreverencia despertaba odios callados: Temores ciertos:
Los jóvenes se veían ansiosos mientras él permanecía erguido sobre el tapón de la
botella de vinagre como sobre un rascacielos de cristal mientras Simeón trataba
de escurrirse en vano por entre los viejos patriarcas que lo abandonaban.
La duda estaba sembrada
en lo más hondo: A nadie le gustaba la idea de quedarse sin el magnífico olor deleitador:
Como una descarga eléctrica se oyó una gritería atronadora cuando se vio a jóvenes
Cucarachas radicales que con voces vigorosamente potentes coreaban: Revolución:
Libertad: Revolución: Libertad como habían oído a los hombres hacer cuando mataban
a sus tiranos particulares: Embriagados de la pasión partidista sin que nadie pudiera
evitarlo avanzaron sobre Simón Cucaracha a quien con toda su venerabilidad descuartizaron.
Elías había descendido
de la botella como quien baja del monte sagrado: Se diría que traía las tablas de
la ley: Era el nuevo jefe ungido por el pueblo: Apartó a los rebeldes: Hizo a un
lado a los curiosos: Frente al cadáver de su enemigo exclamó:
Simeón Cucaracha
perdona la vehemencia revolucionaria: Alguna vez fuiste rebelde: ¿Qué joven no lo
es?: Tu lengua te perdió: De nuevo la lengua ha castigado al cuerpo: Estamos compañeros
ante un hecho consumado: El vibrante orador: El brillante hombre de estado que fue
Simeón ya es solo un despojo sombrío: Que los dioses tutelares de nuestra raza lo
acojan con beneplácito dándole la juventud perenne permitiéndole como premio pero
como castigo a la vez deleitarse en el paraíso de los Cucarachas con el aroma de
las jóvenes hembras las noches de verano mientras su espíritu dance gozoso en el
viento del estío por los siglos de los siglos.
Revolución: Libertad:
Revolución: Libertad: Gritaban los Cucarachas.
Olvidando en un rincón
el cadáver de Simeón tomaron a Elías: Enarbolándolo como bandera lo pasearon en
triunfo.
En ese momento de
gloria se hizo luz en la cocina.
Hubo una desbandada
general: Huyeron enterrando cuerpos: Cabezas: Patas: Antenas detrás de vasos: Platos:
Ollas: Estufas: Cuanto resquicio encontraron: Solo Elías siempre hermoso como el
dios rebelde de los Cucarachas permaneció en el mismo lugar donde lo habían arrojado
sus parciales al producirse la estampida había caído firme sobre sus patas por eso
cuando el ser humano: Una mujer lo persiguió esquivó el golpe manteniéndose desafiante
con las antenas en algo sin huir ni retroceder: Ella lo miró asqueada: Sintió miedo:
Retrocedió impresionada apagando de un golpe la luz.
Elías Cucaracha al arriesgar su vida: Al resistir
sin temor la amenaza del enemigo más cruel pasó inmediatamente de líder político
a héroe legendario: Desde ese momento no hubo oposición.
Revolución: Libertad: Revolución: Libertad:
Gritaban los Cucarachas.
Embriagados del triunfo: Temerosos de que ese momento
de fervor pasase: Antes de que llegara el pesimismo apenas tuvieron tiempo Elías
con sus ayudantes de organizar la partida: Como los cucarachas no guardan cosas
pronto estuvieron listos para partir.
Multitudes de cucarachas solidarizados emergieron
de armarios: Cajetas: Zafacones tomando como lábaro un papel roto de chocolatines
color tierra que iba a ser su consigna: Desafiantes: Orgullos iniciaron la marcha
encabezados por Elías.
Se proponía Revolución:
Se contestaba utilitaria.
Rítmicamente: Revolución:
Utilitaria: Revolución: utilitaria: Gritaban los Cucarachas.
En imponente orden
en fila india marchaban cantando: Sumándoseles al pasar los demás blátidos del mundo
alertados por las fanfarrias de los himnos de triunfo rumbo a la tierra de promisión.
El éxodo duró varias semanas: Hubo motines: Rebeliones:
Protestas: Fueron perseguidos por aves: Felinos: Por los hombres: Perdieron muchas
vidas: Los más viejos no soportaron: Al igual que a otros les llegó la hora: Solo
las preñadas o los recién nacidos o los ancianos como los infantes fueron ayudados
por todos: Encontraron muchos obstáculos: Cañadas desbordadas: Ríos crecidos por
la lluvia: Los quemó el sol: Luego de mil penalidades arribaron a su tierra: La
llamaron El País de Elías.
Desde ese momento fueron libremente soberanos pero
pobres: Muy pobres: Padecieron hambre: Plantaron la tierra: Esperaron las cosechas:
Comieron frutas: Vivieron con dignidad por primera vez en su historia.
Empero añoraban el pasado: Los viejos contaban
del paraíso doméstico donde manaba comida de ollas o cazuelas: De los roperos de
los niños abundantes en grasas dulces: De los interminables tesoros que había en
las basuras: Todo sin tener que trabajar: Durmiendo el santo día: Disfrutando la
ancha noche.
Elías sentía esos rumores en sus finas antenas
pero ya estaba envejeciendo: De sus 365 había vivido 300 días de grandes luchas:
De duros afanes: Era casi un anciano valetudinario como Simeón la noche memorable
de la independencia.
Juan Cucaracha de
apenas cien días un radical ardoroso formado en la comuna revolucionaria pidió a
Elías que le apadrinara dejándole hablar a la asamblea: Al darle el bautismo político
el ya viejo patriarca expresó:
Compañeros Cucarachas
debemos dar paso a la juventud: La vida no es eterna: No voy a cometer el error
que costó lo poco que le quedaba a Simeón: Su líder ya está viejo: Casi ciego: Su
final llegará pronto: En sus días fue un brioso rebelde que los convenció para iniciar
esta aventura hermosa: Sabe que hizo lo mejor siendo sincero con sus sentimientos:
Con sus ideas: A un gobernante solo se le puede reclamar que sea consecuente con
sus principios actuando de buena fe haciendo
lo posible para hacer felices a sus gobernados:
Lo intentó: A ustedes les consta que lo intentó de buena fe pero no es un
mago sino un simple: Un humilde cucaracha.
Juan es joven: Serio:
Honesto: Bendito él como la sociedad que lo ha producido: Algo extraño en política
en cualquier tiempo aun entre nosotros que practicamos el socialismo: Parece tener
ideas claras de la democracia: Como tenemos que dar oportunidad a todo el que tenga
ideas nuevas siendo digno: Debemos escucharlo: ¡Habla Juan Cucaracha!
El joven político subiendo al lugar más elevado
manifestó:
Camaradas Cucarachas
pertenezco a una generación sin vínculos con el pasado simeónico: Solo hemos conocido
el régimen del nuevo Venerable Patriarca Elías: Aunque nos hemos nutrido con los
relatos de aquellos que conocieron la historia laborando en las bibliotecas: Viendo
la televisión: Entrando en los computadores alimentando sus inteligencias hemos
sido sanos: Por eso tenemos autoridad moral suficiente para enjuiciar la Revolución.
Venerable Elías:
Camarada Elías tu lucha no ha sido vana: Tenemos libertad: Conocemos la fuerza que
da el orden con autoridad: El bien que representa el trabajo honrado: Pero tú lo
has dicho: Eres viejo ya: Pronto deberás
entregar tus restos: Eso nos angustia: Nos llena de aprensión: La nieve condecora
tus antenas ayer tan vibrantes como heroicas en la batalla de la repisa: Tus alas
ya no revolotean en las noches de estío sintiendo el olor maravilloso de las hembras
en celo: ¡No eres inmortal para suerte tuya como para desgracia nuestra!: ¿Qué pasaría
si de pronto tú dejaras de existir?: Tendríamos un vacío enorme: Podrían provocar
la ruina del país: Destruir las instituciones las oscuras sabandijas que se esconden
en los sótanos podridos del poder:
Siempre fuimos gobernados
por caudillos o patriarcas: Algunos fueron justos como tú que si bien llegaste al
lugar más alto siempre nos dispensaste un trato igualitario: Te lo agradecemos:
Como bien dijiste solo eres un simple cucaracha: ¡Cuánta grandeza en tu humildad! ¡Qué gran suerte para una nación como
la nuestra haber tenido un líder de tu estirpe!:
¿No puede nuestro pueblo dar otros líderes?: ¿Que es un líder Camaradas?: No es solo aquel que baja del monte sagrado para
librar la batalla como fue tu caso Elías: Líder entendemos nosotros: Corrígeme si
me equivoco: Es el que une a su carisma natural el don de mando que usa con mesura
firme: Es también en política el que actúa de
buena fe teniendo un proyecto de un gobierno tan justo como decente: Sin
justicia: Sin decencia no existe la felicidad: Como nadie debe mandar a perpetuidad
es tiempo de pensar seriamente en nuestro futuro inmediato: Por eso proponemos lo
mismo que hemos oído decir que hace el enemigo grande: Elecciones: Hagamos elecciones:
Hagamos elecciones camaradas cucarachas.
Elecciones: Gritaban los Cucarachas.
Hubo una consulta
electoral libre: Eligieron a Juan Cucaracha por amplia mayoría de votos.
Su gobierno era bueno: Los Cucarachas del País
de Elías mantuvieron su libertad alcanzando el prólogo de la felicidad que es a
lo más que pueden aspirar los seres vivientes: Nadie puede ser feliz: Todo aburre
en el universo: La dicha es solo ese pequeño momento en el que no nos mata el aburrimiento.
Un día: en el 364 de la vida del Venerable Patriarca:
Uno como el día de la independencia del País de Elías sus habitantes que habían
resistido ataques de todas las plagas imaginables: Aves: Lagartos: Culebras: Cuanta
especie dañina: Avistaron al enemigo mayor: Alguien merodeaba por sus dominios.
Habían sido descubiertos.
Siempre aparecerán en la tierra descubridores humanos
que destruirán la felicidad reinante: Detrás del primero vienen otros indefectiblemente:
Actúan así: Son geófagos los hombres: Suelen enviar ejércitos para
destruir lo ajeno: Ellos no aman con mayor intensidad alguna salvo a sus
mujeres particulares como la buena tierra: Dijo Elías.
Se asombraron de
la calidad de esta: Al probar los frutos descubrieron por el olor delatador que
estaban en el país de las cucarachas.
Al fin los hombres
pudieron descifrar un enigma que los traía sumamente preocupados e inquietos: Los
ecólogos habían dicho que esos insectos eran útiles: Se necesitaban: Si era cierto
que hacían daño destruyendo cosas eso propiciaba más comercio: El lucro es lo más
sagrado para los hombres: Hasta su mal olor era necesario: Formaba parte de la cotidianeidad:
Estaban a punto de quebrar industrias de insecticidas: Habría desempleados: En suma urgía reintegrar las
cucarachas a la vida humana.
Siendo buena la tierra
era negocio redondo.
Se fueron pero regresarán
armados advirtió Elías: Son abusadores: No importa que estemos indefensos: Ellos siempre serán así.
Los Cucarachas pelearon
bajo el mando del presidente Juan: Morían por millares: Avanzaban sin retroceder:
Para ellos no había mañana: Quien defiende la tierra carnal no teme: La muerte es
su alegría: Escribieron páginas de inútiles heroicidades.
Empero en medio de
la lucha circulaba un nombre prohibido ya olvidado: Hablaban de Simeón Cucaracha:
Le decían Venerable: Añoraban el tiempo bueno del sabotaje: Del robo: De las huidas
cortas: Del peligro gozoso al amparo de las casas seguras.
Pelearon: Fueron
derrotados: Todos habían visto a Juan Cucaracha saltar encima del que encabezaba
la pelea: Arañarle el rostro: Escurrirse por el cuello de su camisa: Observando
cuando el hombre lo tomó entre sus dedos: Lo arrojó al suelo: Lo pisoteó echándole
encima pesticidas: Vieron también los últimos: Los que luego huyeron para contar
lo sucedido a Elías ciego: Viejo: Cojo: Inmóvil en su sitio: Permaneciendo como
en la heroica noche de la repisa con sus antenas en alto: Inútilmente en alto esta
vez que les dijo al pasarle en estampida al lado antes de caer fulminado:
Compañeros Cucarachas:
No me castiguen con su desprecio: No creo merecerlo: No podrán negar que algunas
veces fuimos dignos: Libres: Felices: El problema no es ese: No importa que seamos
buenos: Libres: Laboriosos: Que no molestemos a nadie: El problema no es ese: El
caso es que hagamos lo que hagamos: Desgraciadamente siempre seremos cucarachas.
3. La sangrienta lucha
de Tronilo y Kimbro
Alto era el día
cuando Tronilo regresó: Nos hizo señas de que debíamos acampar cerca de un arroyo
que bajaba de las lomas con aguas frías que invitaban al baño.
Por dos días estuvimos esperando haciendo entretanto cortas excursiones por
los alrededores cazando cabras alzadas: Pescando dajaos o róbalos en los charcos
próximos que asábamos sazonados con jugo de limones con un poco de sal:
Al segundo día
el olor a verraco era tan intenso que los perros aullaban desesperados cuando el
brisal soplaba: Temíamos que estos gritos de guerra lo alejaran: Mas Tronilo nos
indicó que Kimbro se acercaría para tratar de sorprenderlo como había hecho
con su padre en pareja con Fénix.
Al tercer día
Tronilo hizo señal de partir: Había hecho varias excursiones: Al parecer tenía el
rumbo preciso: El astuto verraco elegía el escenario: Se había quedado en un lugar
llano cerca de un río caudaloso donde las hierbas lo tapaban.
Lo seguimos: Cerca
del medio día llegamos a un prado de altas yerbas echando de menos la presencia
de ganados vacunos en tan jugosa pradera.
Dejamos pastar
libremente a los bueyes mientras observábamos desde un altozano próximo la vega
cruzada por el ancho río.
Del otro lado
se veía una montaña imponente: Sin saber la causa me resultaba familiar sin haber
andado por esos predios.
Tronilo desapareció
con su perro: Nosotros hicimos desayuno en la colina protegidos por frondosos árboles.
Mientras Diomedes
cocinaba Tronilo con su perro habían bajado: A pesar de su elevada estatura no se
veía entre las hierbas: El olor a verraco era tan intenso que casi mareaba: Entonces
vimos al cuervo el mismo parlanchín que habíamos visto durante el viaje: El que
en la casa cuando quemamos el camastro de don Leonardo había ahuyentado a unas rezagadas
mauras: Parecía tan amigo de Tronilo como de Verania: Sin duda alguna se
trataba del famoso Vocerío que según ella era un alto personaje en la corte
de la abuela Domitila: Claramente indicaba a Tronilo con su ala derecha que a su
espalda estaba Kimbro repitiendo su nombre insistentemente: Lo hubiera sorprendido
de no ser por sus gritos de alerta.
Como estábamos
cerca en ese momento vimos las hierbas moviéndose como las olas de un mar vegetal
que ya no cubrían totalmente a Tronilo: Llamé a mi hermano para que prestáramos
atención a aquellos gigantes salvajes que parecían dos canoas abriéndose paso en
el oleaje verde de la vega: ¡Ese es Kiiimbro!: Exclamé: En
mi voz había ese tono ritual de reverencia ante lo monumental.
Tronilo nos hizo
señas de que amarráramos nuestros canes: Quería que lo dejáramos pelear solo con
su perro que le adelantaba un paso: Los atamos pero el olor a verraco los excitaba
tanto que deseando entrar en la pelea ladraban llamando a Dego: Por largo rato siguieron
aullando desesperadamente.
Vimos al cuervo
queriendo distraer al verraco intentando bajar para herirlo entre los ojos: Tronilo
rechazó su ayuda haciendo señas de que lo dejara tranquilo cesando sus gritos.
Pese a lo dramático
del encuentro vimos al gigantesco mudo sonreír.
La venganza de
su padre era la misión más importante de su vida: A partir de ese momento dejaría
de ser muchacho convirtiéndose en un hombre.
Hasta en ese instante
de dramática tensión tuvo un rasgo de humor: En un momento que ambos se habían detenido
estudiándose nos señaló los talones mirando hacia la montaña indicación de que era
la Loma de las Ciguapas.
Luego lo vimos
sonreír al sacar el afilado cuchillo que desde la muerte de su padre amolaba en
sus piedras gastando parte del duro acero.
Lo empuñó decidido:
Hincándose reverente elevó sus manos mirando al cielo para dedicar la lucha a su
padre: Observábamos aquel espectáculo temiendo que el verraco aprovechara su distracción.
Luego se despojó
de la ropa: Iba a pelear lealmente sin ventajas: Sería una pelea limpia luchando como la naturaleza los había enviado al mundo.
Todo estaba inmóvil:
La brisa misma parecía que se había detenido: No ondulaba ni una brizna de hierba
cuando de pronto sentimos que algo se movía: Donde estaba era invisible su enemigo:
Avanzó hacia un lado donde era más rala la hierba para tener mayor visibilidad con
más facilidad de movimientos.
El verraco asomó
su largo hocico: Brillaron al sol sus colmillos: Entre el oscuro pecho resplandecían
las cachas del alfanje: Tronilo quiso indicarnos que ese dato además de la
mancha blanca en la testuz indicaba sin dudas que se trataba de Kimbro desviando
hacia nosotros fugazmente la mirada.
El astuto jabalí
permanecía esperando entre las hierbas que avanzara: Mientras Tronilo aspiraba a
pleno pulmón el aire enverracado se quedaba expirando: Hasta que lo vimos decidido
a enfrentarlo lanzando gritos horribles para atraer al cimarrón avanzando un par
de pasos junto a su perro.
Volvimos a ver
su gran alzada: A pesar de su gordura se notaban sus poderosos músculos: Más que
una gran canoa parecía un barco negro: Sus ojos vomitaban fuego mientras pateaba
rudamente el suelo con sus poderosas patas: Como había dicho Verania era ciertamente
un líder de la naturaleza.
Dego avanzó feroz: Kimbro experto en evadir perros
lo atacó sacándolo fuera de combate a la primera embestida con tal rudeza que al
caer herido entre las hierbas quedó inmovilizado.
Cuando hicimos
ademanes de soltar los nuestros Tronilo desvió por un segundo la mirada haciendo
hizo señas de que lo dejáramos solo.
Reía disfrutando
cada minuto como si fuese el último que viviría sobre la tierra: Lo comprendimos:
Como él estábamos en esos lugares para realizar una venganza.
Se hincó nuevamente
en tierra: Esperó la embestida de aquel aparato bravío que gruñía aterradoramente:
Vimos cuando lo atacaba: Lo hirió en un muslo: Aunque sangraba aparentemente fue
superficial: Se notaba serenamente tranquilo.
Tenía el cuchillo
en la mano: Había errado su cuchillada al caer al suelo: La rapidez del verraco
lo había sorprendido: Sin embargo atinó a tactarse entre los muslos comprobando
que su hombría estaba incólume: Al notar que el verraco también estaba herido reaccionó
de una manera insólita iniciando una erección justamente cuando Kimbro volvía
rabioso con los ojos cerrados cargando sobre él: Aquel gesto de virilidad salvaje
nos llamó poderosamente la atención: Nos hizo comprender que no solo el sexo puede
inducir a tal heroicidad.
Contemplar la
mirada de un puerco cimarrón ciego de ira antes de embestir hipnotizaría al más
valiente: La visión de sus ojos amarillentos inyectados de fuego helaría la sangre
en las venas a cualquiera menos a nuestro primo.
Tronilo sabía
que su única ventaja sería milimétrica: Debía moverse después que calculara bien
dónde atacarlo: Se preparó para ello desviando otra vez la vista hacia nosotros.
Como estaba hecho
de la pasta de los héroes sostuvo la mirada: Se movió una o dos pulgadas a su izquierda
agachándose de nuevo: De ese modo si el verraco perdía el rumbo él podría esquivar
su ataque: Ahora no se distraía se concentró en su misión mientras Kimbro
después de embestir abriendo sus ojos pudo
llegarle.
Ahora la ventaja era suya: Con el cuchillo en la boca cuando pasó a su lado
agarró sus grandes orejas saltando sobre su lomo.
Temimos que se le cayera el arma o que la incipiente erección lo estorbara:
¡Qué va!: Hacía meses que practicaba esta pirueta: Su agilidad de jinete lo salvó
milagrosamente.
Frente a esta
acción estuvimos a punto de aplaudir emocionados por la perfección de sus ágiles
movimientos ya que el éxito de esta operación realmente le daba una ventaja en apariencia
insuperable.
Pero el astuto
Kimbro frenó en seco para quitárselo de encima en medio del galope tendido
que llevaba: Tronilo permaneció agarrado a las orejas sabiendo que con ello le iba
como en verdad le iba la vida misma.
Jamás vimos cabalgata
semejante: Si domar un toro para hacerlo un manso buey es trabajo de fuerza imaginen
lo que era aquel espectáculo salvaje de aquellos dos energúmenos velludos en medio
del hierbazal pisoteado tanto yendo como viniendo en círculos concéntricos.
Hasta que al fin
logró tirar el animal al suelo: Mas este volvió a levantarse: Tronilo rápidamente
a encaramarse cabalgándolo agarrado a sus orejas con el cuchillo apretado entre
los dientes.
Hasta que al fin
vimos cómo agarrado solo de la oreja izquierda tomó con su derecha la cacha del
cuchillo hundiéndolo en la garganta oscura del verraco una más otra más otra vez
hasta que brotó un chorro de sangre oscura.
Se apeó dejando
caer aquel espléndido animal herido de muerte sobre la hierba apisonada: Rápidamente
sacó el alfanje: Antes de que dejara de respirar lo restregó en el corazón del jabalí:
Mientras lo hacía su erección iba en aumento: Entonces Diomedes me dijo: Se está
transformando en Príapo: ¡Míralo!: ¡Es el hijo de Afrodita revivido!
Él no se había
dado cuenta de ese hecho: Como había visto a su padre hacer cortó con mano experta
las partes verendas para evitar que las glándulas másculas pestificaran la carne:
Luego limpió el alfanjillo sobre la hirsuta pelambre del derrumbado cuerpo
del verraco.
Ni nos miró mientras
lo elevaba al cielo haciéndolo brillar a la luz del sol en ofrenda a su padre muerto:
¡La venganza estaba consumada!
Permanecíamos
sin despegar los ojos de la escena donde los dos gigantes habían demostrado tanta
astucia con tanto valor: Nuestros ojos iban de uno al otro: De mi amigo que ahora
admiraba queriéndolo mucho más al enorme cerdo de negra pelambre inmóvil en la tierra.
Como ha referido
Plinio así pasó: Lo inesperado fue la reacción de Tronilo después de dedicarle a
su padre el cadáver de su enemigo.
Estaba ahí como
un macho cabrío o un garañón de las sabanas aunque no había nada de dionisíaco en
su espléndida manifestación de su masculinidad.
Todo había sido
tan involuntario que seguía sin darse cuenta: De haberlo notado se hubiera abochornado:
A cualquier hombre le molesta que lo vean en ese estado si no es en condiciones
de utilizarlo para los altos fines de perpetuar la especie: Ocurrió que al bajar
la tensión: Consumada la venganza elevó los brazos al cielo como si adorara al sol
echando el cuerpo hacia atrás mientras su monumental sexo erecto eyaculaba un torrente
de semen disparado a los vientos seguido de inmediato de un chorro espeso de orina
en plena erección soltando sonoros pedos como petardos en una celebración.
Se dio cuenta
de lo que sucedía al estremecerse su cuerpo con el orgasmo o las ventaciones: Entonces
bajó los ojos comprobando lo que había sucedido: Nosotros sabiendo el trance por
el que pasaba nos volteamos aparentando estar distraídos mientras soltábamos a los
perros para no avergonzarlo en medio de ese percance viril: Al volver el rostro
lo vimos de espaldas cabizbajo visiblemente conturbado manando sangre de la herida:
Esperando que bajara su erección.
Al fin se irguió
como un dios de la montaña al lado del espléndido animal ensangrentado tanto de
la suya como del verraco: En vez de sonreír como antes de la lucha o de celebrar
su triunfo como cuando se desnudaba al aprestarse a la pelea: Se quedó contemplando
el magnífico ejemplar que había dejado sin vida: Fuera para esconder su vergüenza
o realmente sentirlo se compungió mirando con tristeza aquel despojo sombrío de
la naturaleza: Aquel fruto inigualable de la tierra comenzando a dar gritos estridentes
parecidos a los que lanzara cuando mató a Fénix o cuando aulló junto a sus perros
sobre la tumba de su padre.
Eran unos alaridos
insoportables que nos erizaban los pelos poniendo a los perros a aullar acompañándolo.
Hasta el herido
Dego comenzó a gemir: Luego se tiró sobre el cadáver del imponente verraco
magnificado por la muerte:
Eran dos espléndidos salvajes de los montes ofreciendo
un cuadro de una belleza primitiva de tal grandeza que bien pedía el pincel o exigía
la epopeya.
Aquel enorme mudo tirado encima de la bestia que
acababa de matar en una lucha parejamente leal nos estaba asombrando al no dar la
sensación de haber destruido un rival sino a un amigo entrañable.
Aquel triunfador
que esperábamos ufano: Orgulloso de su hazaña por haber cumplido la promesa a don
Leonardo de vengarlo gritaba acariciando la oscura piel del asesino de su padre
sin preocuparse de su herida ni de nosotros ni de cosa alguna.
Aquel salvaje gritaba desesperado con la ronquera dolorosa de los mudos abrazado
al cadáver tinto en sangre de Kimbro
rindiéndole un
tributo montaraz en un ritual que ningún ser civilizado podía comprender: Por grotesco
que fuera ese espectáculo bajo el solazo implacable a nosotros nos pareció magnífico
en su ruda grandiosidad.
El hombre siempre asistirá pasmado a lo extraordinario: Mas que la magia
de Aparicio volando por los aires aquello era una hipérbole primitiva de la realidad
que nos encantaba asimilar conmoviéndonos: Luego se levantó como quien despierta
de una larga siesta: Miró en torno: Se limpió tanto la sangre como el semen al descuido:
Se desperezó abriendo los brazos poniendo el pie de la pierna sana sobre el verraco
durante un largo rato: Un poco más tarde como si nada hubiera pasado trotó cojeando
hacia nosotros.
Nos adelantamos para felicitarlo pero no nos hizo caso: Actuó como quien
no precisa ninguna atención por lo hecho: Pensamos que lo haría para que olvidáramos
la escena de su orgasmo o sus ventaciones que seguía siendo una acción viril tan
o más visiblemente heroica que la lucha con el verraco:
Pasó a nuestro
lado sin mirarnos: Impregnando el aire con la aroma salvaje de su olor a macho:
¡A hombre!: ¡A verraco!: ¡A sangre!: ¡A semen!: ¡Tronilo olía a héroe!
***
MANUEL MORA SERRANO (República Dominicana, 1933). Poeta, romancista e ensaísta.
Página ilustrada com obras de Wolfgang Paalen (Suíça, 1905-1959), artista convidado
desta edição de ARC.
ÍNDICE
# 102
EDITORIAL
| O amor pelas palavras
http://arcagulharevistadecultura.blogspot.com.br/2017/09/agulha-revista-de-cultura-102-setembro.html
ALFONSO PEÑA | Cali Rivera & el arte para ser libres
HAROLD ALVARADO TENORIO | Los Nuevos y León de Greiff
JACOB KLINTOWITZ | Click – a arte da inclusão
JACOB KLINTOWITZ | Marcos Coelho Benjamim
JOSÉ ÁNGEL LEYVA | Eduardo García Aguilar, extranjero y
sin banderas, el mundo es la raíz
MANUEL MORA SERRANO | Tres
fabulillas
MARIA
LÚCIA DAL FARRA | Da bike ao helicóptero: Vergílio Ferreira e Herberto Helder
MARIA LÚCIA DAL FARRA |
Vergílio Ferreira e a nostalgia da aura
RAFAEL RUILOBA | Rogelio Sinán
y sus voces mágicas
ARTISTA CONVIDADO |
WOLFGANG PAALEN, por Aldo Pellegrini
***
Agulha Revista de Cultura
Número 102 | Setembro de
2017
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
logo & design | FLORIANO MARTINS
revisão de textos & difusão | FLORIANO
MARTINS | MÁRCIO SIMÕES
equipe de tradução
ALLAN VIDIGAL | ECLAIR ANTONIO ALMEIDA FILHO | FEDERICO RIVERO SCARANI | MILENE MORAES
ALLAN VIDIGAL | ECLAIR ANTONIO ALMEIDA FILHO | FEDERICO RIVERO SCARANI | MILENE MORAES
os artigos assinados não refletem necessariamente
o pensamento da revista
os editores não se responsabilizam pela
devolução de material não solicitado
todos os direitos reservados © triunfo produções ltda.
CNPJ 02.081.443/0001-80
todos os direitos reservados © triunfo produções ltda.
CNPJ 02.081.443/0001-80
Nenhum comentário:
Postar um comentário