Invitado por la
agrupación “Cuando el Río Suena” –sus integrantes: Graciela Aletta de Sylvas,
Gloria Lenardón, Alejandra Mendez, Marta Ortiz, Jorgelina Paladini, Ana Russo,
Antonia Taleti y Mariana Vacs–, Eduardo Mosches viajó a Rosario, para presentar
su libro de poesía Avatares de la Memoria editado por la Universidad Nacional de
México: UNAM, 2010, en la sala de la Librería Ross en el mes de octubre.
Parece innecesario señalar que una Antología poética que sigue el
itinerario de una selección personal, con
poemas escritos entre 1979 y 2006 titulada Avatares de la memoria refiera a la Memoria. Cabe preguntarnos
entonces en qué consiste dicha Memoria para Eduardo Mosches y cómo encuentra su
expresión en la palabra poética.
Ponerse frente al espejo
del pasado / restregar levemente las imágenes /desvanecidas/ soplar el polvillo
que las cubre /recrearlas nuevamente /hacerlas brillar con luz propia./ Es una
labor implacable / reencontrarse / con
el otro / con ese otro que es uno” (p.28)
El proceso de construcción de la Memoria se relaciona con la identidad y
conduce a tomar distancia, si eso fuera posible, para mirarse como un otro.
Esta tarea de remontar las aguas del
tiempo se caracteriza por ser siempre
anacrónica porque en última instancia constituye un revelador del presente del
yo. Así lo considera Paul Ricoeur para quien la memoria del pasado se realiza
siempre desde un presente, se activa desde un hoy, lo que no solo define la
identidad personal sino la continuidad del sí mismo en el tiempo. No existe el
pasado, solo una escritura en tiempos de verbos pretéritos que tienen sus raíces en el momento actual.
Por eso leemos en esta
publicación, el recuerdo entendido como proceso psíquico que recupera las
instancias de otros tiempos y nutre la memoria que configura la historia
personal en un primer acercamiento a su niñez y juventud teñido con una “luz
opaca de reminiscencia”. Este pasado urde una trama de relaciones con el presente,
sin las cuales, este presente sería, a criterio de Villoro, incomprensible,
gratuito y sin sentido. En esta etapa:
“El olor a memoria permanece / en el fondo de las mareas/ surge tranquilo en
esta orilla/…..”, expresa en Susurros de
la Memoria, II, 2006. A veces “la piel sonríe gozoza” ante la evocación del
contacto de otra piel. Sin embargo existen momentos en que la sombra del tiempo
y de tánatos cruza los versos en los que el poeta se pregunta hoy: ¿“Qué será
de los recuerdos cuando ya no tengan donde encontrar abrigo?” Estos recuerdos
nutren la memoria que configura la historia personal.
Esta memoria individual parece inseparable de la colectiva y de la
recuperación de un pasado histórico con sus diferentes temporalidades en juego.
Halbwachs, el primer teórico de la sociología de la Memoria, plantea que los
recuerdos individuales no se producen de manera personal, sino que se ubican
dentro de un marco social que les da sentido. Por eso toda memoria, aun la más
personal y privada, es constitutivamente social
y por lo tanto, plural. La interrogación sobre el pasado es siempre
activa, construida en diálogo e interacción. Este enfoque es el que apreciamos,
a nuestro criterio, en la poesía de
Eduardo Mosches. Un pasado que ha dejado de ser algo inmutable, no solo sujeto
a la apropiación de la vida individual, sino comprendido como el resultado de
una dinámica política y socio-cultural. La partida del país de origen, la
Argentina, los años vividos en un kibutz en Israel, la presencia activa del sufrimiento de las
víctimas del Holocausto, la guerra árabe-israelí.
Bajo el título “Los tiempos mezquinos” (1992) incluye una poesía
homónima en la que recuerda: “En este lugar / golpeé mis manos / contra la tierra / abrí sus costillas /
sembré futura cosecha. Transpirando / me senté a conversar con la sombra/
mientras el deseo de libertad / se enredaba / en nudos judaicos” (p.27). A este
poema del cual solo cito el comienzo, siguen 18 poemas titulados “Las palabras”
porque ellas son las hacedoras y testigos de la memoria, las que operan la magia del poema fabricando
los recursos de las metáforas y metonimias y otras imágenes que actualizan
recuerdos dolorosos: “Las cifras se transforman / en nada / tantos ceros y un
seis / modelan un solo puro asombro / su carga de pieles. / Las apilamos en el
conocimiento / como camisas almidonadas.”
“ Subirse a un autobús / en alguna esquina / de Israel / hace posible
rozar / rozarse / con el cordón umbilical / de los alambres de púas./
Enfurecerse con Treblinka / es un hecho
tan claro / como una profunda espina / clavada en el talón.” (p.34)
Eduardo Mosches con la ductilidad que le dan sus múltiples patrias,
Argentina, Israel, México, escribe, estos poemas en los que asume la tarea
de “un vidriero loco que está haciendo
ventanas con caminos”, conjuga visión subjetiva y posición ideológica, abre las puertas a la creatividad, al
juego del lenguaje pero también al
disenso, desde el cual, como decía Walter Benjamin, cepilla la historia a
contrapelo.
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Organização a cargo de Floriano Martins ©
2016 ARC Edições
Artista convidado | Arturo Rivera (México,
1945)
Imagens © Acervo Resto do Mundo
Esta edição integra o projeto de
séries especiais da Agulha Revista de Cultura, assim estruturado:
1 PRIMEIRA ANTOLOGIA ARC FASE I (1999-2009)
2 VIAGENS DO SURREALISMO, I
3 O RIO DA MEMÓRIA, I
4 VANGUARDAS NO SÉCULO XX
5 VOZES POÉTICAS
6 PROJETO EDITORIAL BANDA HISPÂNICA
7 VIAGENS DO SURREALISMO, II
8 O RIO DA MEMÓRIA, II
9 SEGUNDA ANTOLOGIA ARC FASE I (1999-2009)
10 AGULHA HISPÂNICA (2010-2011)
A Agulha Revista de Cultura teve
em sua primeira fase a coordenação editorial de Floriano Martins e Claudio
Willer, tendo sido hospedada no portal Jornal de Poesia. No biênio 2010-2011
restringiu seu ambiente ao mundo de língua espanhola, sob o título de Agulha
Hispânica, sob a coordenação editorial apenas de Floriano Martins. Desde 2012
retoma seu projeto original, desta vez sob a coordenação editorial de Floriano
Martins e Márcio Simões.
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