1 | A un siglo de depuración del
surrealismo, registrado su rechazo a ser confundido con una escuela o apenas más
un ismo, es imposible descartar la propiedad estética de cualquier obra de creación.
¿Cuál es tu entendimiento de un ideal estético del surrealismo?
BOB DANCO | El Arte y El
Surrealismo no tiene fronteras. Lo bello y lo feo son solo cuestión del ojo del
espectador, pienso que no existe un ideal estético del Surrealismo.
FRANKLIN FERNÁNDEZ | Es evidente que buena
parte de mi trabajo plástico o literario, bebe del surrealismo. Tiene una filiación
directa con el surrealismo. Considero que el surrealismo es el depositario de un
sentido –o de un sin-sentido–, que en ciertos períodos produce en mi obra un tránsito
meditativo, consciente-inconsciente, latente en todo mi proceso de creación.
Pertenezco a
una generación postsurrealista, postconceptualista, postminimalista… Una generación fundamentalmente autorreferencial.
En ese sentido,
diría que soy portavoz del surrealismo,
de su ideal estético, de su verdad latente. Siempre he estado en la esencia de su
conciencia, en la esencia de su realidad, en la esencia de sus intercambios simultáneos.
Pero la realidad vista desde ese orden ficticio de la conciencia que habita en nuestro
ser. O desde ese caos que pertenece al mundo de la inconsciencia. De lo imposible
y lo invisible.
¿Cuál es mi entendimiento
de un ideal estético del surrealismo? Perderme en las infinitas posibilidades que
ofrece desde esa realidad onírica, consciente-inconsciente, más allá de la simple
o compleja manipulación estética de la realidad (Para mí sólo es real lo que imagino,
no lo que realizo). Y lo vivo desde la más íntima e intensa aventura del espíritu
humano, ocupándome menos de su dimensión estética que del alma que impulsa a la
creación plástica o poética que busca, en mi caso, la propia identidad.
SUSANA WALD | Entiendo que el surrealismo busca una estética abierta,
concentrada en la idea de lo maravilloso, de lo que a través de la creación visual
o por otro medio produce una sensación de “frisson”, una vibración interior en la
persona. Esta vibración ha sido siempre asunto de la estética. Creo que el campo
de la estética, como todos los otros, se amplía y en muchos casos abraza a ideales
que alientan al surrealismo. Esto lo noto en el trabajo de investigación de jóvenes
que están “descubriendo” en el pasado siglo los elementos del movimiento surrealista
que ahora aparecen para ellos como verídicas, dignas de estudio, y quién sabe incluso
la emergencia de impulso para una nueva ola de actividad.
2 | Las clásicas expulsiones de
surrealistas llevadas a cabo en la formación original parisina fueron de naturaleza
conductual. La mala calidad de una obra jamás fue un aspecto que llegó a juicio.
Incluso hoy, aunque las expulsiones ya no son un hecho corriente, surrealistas cuando
comentan a sus pares, lo hacen considerando simpatías y adhesiones, lo que acentúa
la existencia de una cofradía. ¿Hasta qué punto ese club de amigos distorsiona el
entendimiento que se podría tener de la más relevante revolución cultural del siglo
XX?
BOB DANCO | La Tierra es
redonda, el Tiempo es fugaz. Los amigos de hoy, pueden ser los enemigos de mañana.
A mí me gustan más los animales que los humanos, hacer parte de un club no me parece
una buena idea, al menos que sean los insurrectos.
FRANKLIN FERNÁNDEZ | A un nivel internacional,
esa congregación o hermandad que forman algunos devotos del surrealismo reafirman
mi convicción de que se comparten ciertos ideales e intereses de la génesis surrealista,
que no ha muerto del todo. Por lo que el surrealismo, está vivo y en marcha.
En Venezuela,
cada generación ha centrado su interés alrededor de un nutrido grupo de intelectuales
o ‘cofradías’, sobre las cuales se han generado pugnas, controversias, polémicas,
simpatías, afinidades, logros, fracasos. A mediados del siglo XX, investigadores,
poetas y artistas de rigor crítico entablaron un debate estético de altura en torno
al arte figurativo y abstracto, sin precedentes en la historia cultural venezolana.
En el caso de la poesía, El Techo de la Ballena fue el caso más legendario. Este
último representó una tendencia que irrumpió en momentos en que se cernía sobre
el país un marcado clima de incertidumbres políticas de intensas confrontaciones
sociales y culturales.
Sesenta años
después, el panorama actual no es muy diferente. Aunque en aquella ocasión lo cultural
había trascendido lo político, hoy lo político ha trascendido lo cultural. A mi
juicio, hay algunos aspectos de la posible herencia surrealista que puede interesar
a un artista o historiador joven de hoy. Lastimosamente, la Venezuela actual es
un país donde se erige lo sórdido. ¿Distorsiones?, por supuesto. Bastaría revisar
y analizar los distintos panoramas sociales en torno a temas culturales profundos.
Hay mucha apatía, indolencia, rechazo, pugna, hostilidad. No hay comprensión de
un ideal común. ¡Nunca ha habido un ‘debate’ tan absurdo, radical y violento! Ninguna
mentalidad sensible puede ser indiferente a semejante conflicto. Para que nuestro
trabajo tenga trascendencia y una cierta complicidad con el público, debe existir
un diálogo respetuoso y permanente.
Pienso en este
momento en Susana Giraudo cuando te dice en una entrevista, algo que me gustó mucho:
“Los poetas crecemos, como crece todo en la naturaleza. Podemos hacerlo correctamente
si tomamos como tutor la palabra de nuestros grandes antecesores”. Ese es el camino.
La palabra, es decir; el diálogo. ¡No existe otro camino! De los poetas solo puede
esperarse, buena o mala poesía. Pero de
los políticos solo puede esperarse politiquería.
La poesía es el camino, el sendero verdadero.
SUSANA WALD | Hubo expulsiones en el interior del surrealismo debido
a discrepancias en cuanto a la mercantilización del esfuerzo creativo. Eso parece
razonable. Otras expulsiones me parecen absurdas y frecuentemente inaceptables.
Creo que las expulsiones han mermado la energía necesaria para esta revolución cultural.
La ortodoxia y las formas de los fundamentalismos llevan a vacíos y no permiten
la productividad y la inter-polinización en las ideas. Esto está en contra de los
fundamentos de las normas que gobiernan todo lo que es vital.
3 | Las revistas surrealistas
–antes impresas, hoy también virtuales y con una larga recuperación de los inicios
de esta actividad en ediciones facsiladas y en formato pdf–, forman un acervo incomparable
frente a cualquier otro movimiento, escuela o vanguardia a lo largo de los siglos.
Defiendo que las más valiosas son aquellas que jamás refutaron otras perspectivas
de vida y obra, ajenas y/o complementarias del surrealismo. Tales revistas son,
a mi ver, el espacio entrañable de una contra ortodoxia, pleno ejercicio de generosidad
y compartición de mundos dispersos. Sin embargo, todavía se mantiene, declarado
o no, inmenso rechazo del surrealismo justamente por su principio ortodoxo. ¿Cómo
separar aquí la cizaña y el trigo?
BOB DANCO | En francés la
cizaña es la zizanie y el trigo le blé. En la jerga francesa le blé
es el dinero. No hay diferencia. Dios
es verde, es el dólar y aquí abajo todos pelean por él.
FRANKLIN FERNÁNDEZ | La herencia del surrealismo
rebasa, por mucho, el riesgo de convertirse en una equivocación, repetición o anacronismo
ortodoxo. Postsurrealistas de fructífera andadura han puesto de manifiesto que la
vigencia del surrealismo no es un empeño del pasado. Esto es lógico si se interpreta
como visión de un presente que apunta hacia el futuro. Entonces, ¿por qué se reniega,
aún hoy, del surrealismo? ¿Acaso no es fuego latente, ardor y fulgor transfigurado?
¿No son acaso diferentes para todos los hombres los sueños de este mundo?
Quiérase o no,
el surrealismo es el lenguaje actual por excelencia. Las revistas impresas o digitalizadas
en diferentes países del mundo, lo testimonian. Son reflejo de la efervescencia
política y cultural; contribuyendo a formar y conformar un frente de lucha en defensa
de ese ismo. Permitiendo verificar su
pervivencia activa vitalizada en cualquier rincón lejano del planeta.
Allí está la
más reciente producción de Guillermo del Toro (La forma del agua), un film producto de un ‘sueño’ de infancia.
Una película que retrata el amor entre una mujer (conserje sordomuda), y un monstruo
(anfibio suramericano). Sientes allí cierta energía surrealista mediante distintos
enfoques poéticos que combinan lo mágico, lo fantástico y lo cotidiano. Un amor
imposible que se nutre desde el secreto de lo indecible. Hay arte, belleza y horror en esa película, producto del germen
de los mundos fantásticos (alebrijes), mágicos y oníricos vivenciados por del Toro
durante su niñez.
Desde mi modesto
punto de vista, estamos haciendo un surrealismo propio en América Latina, con poca
ortodoxia y mucha libertad. ¿Por qué nos cuesta tanto reconocer lo propio?
SUSANA WALD | Las actividades de quienes tienen una visión amplia e incluyente
las van a juzgar las generaciones futuras. Hay elementos dentro del surrealismo
que son de profundidad, tales como los ideales del amor, la libertad y la poesía
que son sentidas como válidas por muchos, sobre todo en las personas jóvenes. Otros
asuntos, referentes a política, sea nacional o literaria, van a perder su actualidad
y su relevancia con el pasar del tiempo. Es en esos campos donde se va a desgastar
el interés en las revistas que vemos. En el resto, seguirá existiendo.
4 | Dos denominaciones siempre
me llamaron la atención, dentro del ambiente surrealista, no porque me parezcan
inapropiadas, sino antes por la partición que llevan entre sí de elogio y rechazo:
movimiento surrealista y civilización surrealista. ¿Hasta dónde esas denominaciones
se distinguen y qué representan a punto de parecer antípodas?
BOB DANCO | No comprendo
la pregunta… Voy a preguntarle a mi gato... Te mandaré un email el próximo año…
No puedo negar que ya
sea movimiento o civilización, hay Magia entre nosotros.
FRANKLIN FERNÁNDEZ | El surrealismo es
tan antiguo como la humanidad y ha venido revelándose en todos los períodos históricos.
En el sentido filosófico de cuando se descubren las realidades oscuras que se ocultan
detrás de las realidades visibles, palpables. Al surrealismo debemos los grandes
debates culturales a fin de favorecer el conocimiento, y con ello el respeto, entre
las diferentes culturas y civilizaciones.
Sí, pienso que
el surrealismo ha existido siempre. Ha existido, existe y existirá como movimiento y como civilización, como movimiento civilizatorio. El surrealismo ha pretendido
reconstruir la historia del hombre y de sus culturas desde los primeros pasos de
la humanidad hasta las expresiones más recientes. Buscando en el pasado las lecciones
permanentes de energía, como caudal de herencias que es patrimonio común a todos.
En nuestro país,
el ejemplo clásico, lo debemos a José
Antonio Ramos Sucre. Humanista enardecido por la pasión imaginaria, supo reflejar
genialmente en sus poemas, la metafísica simbólica. Una prosa culta, hermética,
supersticiosa, premonitoria, lírica, fantasmal. Ramos Sucre crea universos, escenarios
y ámbitos aparentemente complejos, cargados de un simbolismo prodigioso, parnasiano desde sus raíces. Son tan fecundas,
que es difícil no compararlo también con los poetas bucólicos griegos.
¿Acaso no fue
este uno de los más grandes intentos de fuga, escape y recorrido por todo ese conglomerado
de antiquísimas culturas y civilizaciones? ¿Acaso no fue esta una de las más grandes
tentativas por transplantar los sentimientos cotidianos a una atmósfera poética
labrada entre las ruinas de la edad media, paisajes nórdicos remotos, edificaciones
medievales grumosas, tierras de leyendas escandinavas, ciudades quiméricas, templos
esterados de polvo, castillos enclaustrados de trampas, torres desmedradas, murallas
arcaicas pertenecientes a un luctuoso paraíso terrenal? ¿Acaso nuestra modernidad civilizada no vive, aún hoy, apeñuscada,
petrificada, solidificada entre brumas de polvo obrizo, indefinida de tal forma
que somos incapaces de vernos? Elogio y rechazo.
SUSANA WALD | La actividad surrealista se manifiesta como movimiento.
Esa denominación me parece apropiada. Como todo movimiento esta también tiene la
característica de ser fugaz. Creo que los que hablan de civilización surrealista
quieren referirse a algo más estable y permanente. Civilización es la palabra que
proviene de la idea de ciudad, quizás hablar de civilización surrealista sea un
especie de utopía, algo a lo que se aspira. Es posible que ese tipo de utopía sea
realizable. En este momento no veo más que el movimiento, no percibo una civilización,
nada en ese nivel de amplitud.
5 | Es común evocar en el surrealismo
su potencia imaginativa y su carácter experimental, en rigor aspectos complementarios.
Sin embargo, en la incuestionable imposibilidad de una renovación perenne en el
ambiente de la creación artística, en muchos casos, lo que se verifica en el surrealismo
son una repetición de recursos, modos de ser y trucos de lenguaje. ¿Cómo lidiar
con esas oscilaciones tan comunes a cualquier territorio creativo?
BOB DANCO | La creación es
entrega incondicional y descubrir los resultados de esa entrega.
FRANKLIN FERNÁNDEZ | Ya lo advertía Aldo
Pellegrini, parafraseando a Wölfflin: Cuando
un mecanismo de expresión se repite, determina fatiga.
Creo hay que
indagar más sobre las trampas de la visión y de hacer ver las inagotables e infinitas
posibilidades que encierran u ocultan las metáforas. Inquirir más, me refiero, en
el mundo de lo visible y lo invisible (en lo que se oculta detrás de lo invisible).
Ahondar hasta que nuestras vivencias transfiguradas nos inciten a cuestionar el
devenir cotidiano y la propia existencia.
Pienso en Italo
Calvino. Calvino supo ahondar en la noción visible-invisible
desde esa manifestación estética de la levedad, de lo infraleve. Y lo logró sustrayendo o quitando peso a las figuras humanas,
a los cuerpos celestes, a las ciudades, al lenguaje, al ser… Quiero decir que propuso
un nuevo enfoque, de mirar el mundo con otra óptica y desde otra perspectiva, con
otra lógica, con otros métodos de conocimiento,
comprensión y verificación. Lo que le permitió articular un discurso a su medida, un discurso más íntimo. Para
él cada ciudad era distinta e irrepetible. En ese sentido, las oscilaciones son
necesarias cuando nos ayudan de alguna manera a profundizar y descubrir otras formas livianas o posibilidades de expresión.
SUSANA WALD | No me parece que se deba buscar una renovación. La idea
de lo surreal está bien explicado, bien establecido.
Lo que sí me parece esencial es mantener el trabajo y el modo
de vida en un nivel de interioridad, para continuar con el esfuerzo de acceder a
la intervención del inconsciente. El inconsciente no se repite, es siempre creativo.
La repetición de recursos, los “modos de ser” son cosas externas que niegan el fluir
del inconsciente porque se usan como manera de lograr algún poder, es decir son
asuntos políticos, buscan acomodo y la aceptación por parte de otros.
6 | Aldo Pellegrini es uno de
los raros estudiosos del surrealismo que trató específicamente de su ambiente poético.
En una bibliografía surrealista, la tónica refuerza la relevancia de la imagen plástica.
Tal adjetivo siempre me pareció una falla crítica, porque la esencia renovadora,
ya a principios del siglo XX, se refiere a la imagen en sí y sus múltiples perspectivas.
Esta es una de las innumerables adulteraciones de los principios surrealistas o
incluso entre ellos poco se percibió la inexistencia de una distinción –excepto
meramente técnica– entre imagen plástica y poética?
BOB DANCO | El pensamiento y la acción refleja un resplandor poético de mi realidad.
FRANKLIN FERNÁNDEZ | Aldo Pellegrini trabajó
en todos los dominios para hacer promoción del surrealismo, en la voluntad de ser
con los otros y en los otros. Teórico de exquisitas e impredecibles exploraciones verbales,
buscó en las palabras un modo de expresarse y una manera de participar en la realidad
misma, poniéndose a un costado de lo creado. Como a muchos, le atrajo la experiencia
de los surrealistas y, como a ellos, probablemente lo sedujo el desbordamiento de
las fronteras genéricas, la disposición de las imágenes en el texto, la intensidad
de la sorpresa, en fin… Esa etapa experimental de mezclas profundas, rutinarias
y empíricas, de mixturas visuales y cócteles verbales, objetuales y orgánicos. Admiro sólo a los aventureros de la vida. En
cuanto a mí, me resigno a ser un aventurero del espíritu, advirtió.
Pellegrini contribuye
no sólo a la organización del orden, sino más bien del desorden –para decirlo con
sus propias palabras–, cuando nos previene de la exclusión de algunos nombres que
podrían haber figurado en su famosa antología. Crea, pues, un conflicto de orden
o un desorden totalmente nuevo, que puede
llegar a ser un orden peligroso, pero vital. En otras palabras, las vinculaciones
estéticas entre imágenes plásticas y poéticas, no sólo engañan sino que también
producen maravillosos equívocos.
Imagen poética e imagen plástica, en mi caso, dejan entrever
mi fascinación por el mundo de los objetos. Allí se funden. Son caldo de cultivo
de sugerentes asociaciones de ideas, en pro de la supremacía de la imagen, donde
la sintaxis pierde todos sus poderes en búsqueda de lo esencial: dotar al objeto
de cierta vitalidad estética mediante metáforas, analogías, metonimias, polisemias,
sinécdoques... Hay un juego de doble dirección entre lo literario y lo visual. Ese
lúdico vitalismo que me viene de Juan Calzadilla, Ramón Ordaz, Jiri Kolar, Nicanor
Parra, Chema Madoz y Joan Brossa. Últimamente, me he expresado con formas más leves,
sutiles, ligeras, como la magia. He aprendido a hacer trucos para los niños a los
que dicto talleres de poesía visual. Es la poesía misma que corre por canales diversos,
desde el arte y desde el corazón de la magia.
SUSANA WALD | En el siglo XX y más recientemente en el ya presente siglo
XXI se está dando una insistencia en la imagen visual en detrimento de la imagen
en la poesía escrita. Esta es una pérdida constante y terrible, porque la expresión
por la palabra, el sondeo con lo verbal, son conquistas importantísimas.
Está también el problema de que las obras plásticas, en manos
de galerías y de marchands se ven mejor difundidas que el trabajo verbal impreso
o digitalizado. La lectura requiere un alto nivel de concentración y mucha dedicación.
Lo visual golpea de inmediato, da una primera impresión superficial que es el nivel
en que se queda mucha gente. Un examen a fondo de lo visual requiere el mismo esfuerzo
que la palabra escrita y poco se hace. Esto también colabora en que el surrealismo
ha podido ser comprendido a plenitud por pocas personas.
7 | En su surgimiento, las expectativas
sociales del surrealismo giraban en torno a lo que entonces se presentaba como acciones
revolucionarias, en especial lo que tomaba por base a las proposiciones de Marx
y Freud. Octavio Paz llegó a declarar que el siglo XX sería recordado como el siglo
de Freud y del Surrealismo. Al eliminar a Marx de sus profecías se olvidó –esto
si de hecho se trata de olvido– que el mercado derrotaría, para decir lo menos,
todas las pretensiones revolucionarias, sin dejar de lado las dos destacadas por
el mexicano. ¿Cómo evaluar el tema en nuestra época? Ante un virulento absolutismo
del mercado, ¿qué hubo con las fuerzas deflagradas por Freud, Marx y el Surrealismo?
BOB DANCO | Mi filosofía
junto a mi poesía, me lleva a una deslumbrante sorpresa de valores autónomos.
FRANKLIN FERNÁNDEZ | Permíteme dividir
la respuesta a tu pregunta, en tres reflexiones breves pero vitales:
1. Sin duda,
Marx y Freud, han ejercido una influencia decisiva sobre nuestra sociedad. Ambos
están presentes en nuestra memoria, componiendo apenas un perfil glorioso. Marx,
desde la encarnación siempre viva, humana, de todo aquello por lo que lucha la gente
de bien. Freud, desde las fuerzas oscuras de la percepción o desde las zonas sensibles
ocultas del pensamiento humano. Los métodos de uno u otro, demuestran cada vez más
con mayor claridad su gran fuerza vital, aunque sigan siendo mitificados por un
amplio sector del público.
2. Joan Brossa
advertía que el marxismo había marcado nuestra sociedad y había sido el único contrapunto
eficaz contra la ferocidad del capitalismo. También alertaba que estaba en crisis
y que haría falta otro Marx que lo adaptara a nuestro tiempo. El hecho de convertir el engaño en instrumento
de poder –escribió– está en el orden del
día. Y el marxismo no se ha escapado. Con todo, pese a las fallas, me parece que
todavía puede ser la herramienta menos desfavorable para la evolución de la sociedad.
Es evidente que los procedimientos para realizar este cambio deben variar. Ahora
vemos bien claro que no es posible ninguna transformación política o artística sin
una transformación real del hombre. En su Oda a Marx (1983), Brossa enlaza una gran X a la fotografía de un MAR
tumultuoso (MAR + X = MARX). Nadie mejor que él, simpatizante de los movimientos
de izquierda, para poner el nombre de Marx sobre los límites. El poeta chileno Nicanor
Parra hace lo propio, con esa gran Biblia
que es El Capital (Parra se apropia de
un tomo específico de las obras completas del filósofo alemán), y lo titula –a modo
de slogan publicitario–, Los rollos del Mar(x)
muerto (1984). Parra no cree en los iluminados
–escribe Patricio Fernández en el catálogo de una exposición–, o se hace el que no cree, o invita a no creer.
De Freud publicará un poema memorable: Pájaro
con las plumas en la boca / Ya no se puede más con el psiquiatra: / Todo lo relaciona
con el sexo. Para algunos especialistas, el órgano sexual más eficiente, es
el cerebro. Para otros, el sexo. Parra lo sabe. Rasguea su texto desde las zonas
oscuras de la razón, bajo el más riguroso freudismo.
En un contexto fálico-intrauterino de alta tonalidad afectiva.
3. Los principios
del libre mercado son estupendos para aplicárselos a los pobres, pero a los muy
ricos se les protege. Los ricos son auténticos marxistas, pero con los valores invertidos.
Esa es la historia del capitalismo, es decir, de la ‘bestia apocalíptica’; cuya
encarnación es el dinero. Mientras se produzca plusvalía, habrá capitalismo. Bajo
la sombra del poder, el dinero se mantiene
intacto. Eso lo entiendes muy bien cuando enciendes la televisión. Vivimos la ficción
de que el mercado es maravilloso, que el progreso
es maravilloso, que el capitalismo es maravilloso… y eterno. La más reciente crisis capitalista mundial
y las medidas que ha suscitado en el plano económico, político y social confirman
esta verdad. No subestimemos al diablo, al demonio, a la bestia apocalíptica. La
deflagración de sus llamas, permanece. Su infierno permanece. Recemos por Freud,
por Marx, por nosotros. Oremos por el surrealismo y el socialismo. Roguemos, en
última instancia, por el sueño y el aire que respiramos.
SUSANA WALD | Las expectativas de cambio social que se dieron con mucha
fuerza en el siglo XX no eran privativas del surrealismo. En este momento hay en
muchos lugares del planeta una fuerte ola de reacción conservadora en contra de
los movimientos y las pretensiones revolucionarias alentadas por las ideas de Marx
y Freud. Sin embargo, observo que en forma subterránea, entre componentes jóvenes
de las sociedades que aún no están en posiciones de poder hay mucho interés por
recuperar los ideales de corrientes de pensamiento entre los cuales está el surrealismo.
Hubieron en el siglo XX muchos abusos por parte de los comunistas
estalinianos, mucha persecución, por ejemplo de los anarquistas, entre los que contamos
con surrealistas activos. En ese ambiente en que éramos perseguidos por el fascismo
y el comunismo por igual, la posición de Octavio Paz era una bocanada de aire.
En lo que respecta al desarrollo de la psicología, hay mucho
trabajo en marcha y mucha actividad. No se notan en el campo de la política, pero
en el nivel de trabajo interior de muchas personas y en el trabajo editorial, es
“cosa viva”, actual, persistente.
EDIÇÃO COMEMORATIVA | CENTENÁRIO
DO SURREALISMO 1919-2019
Artista
convidada: Marcelle Ferron (Canadá, 1924- 2001)
Agulha Revista de Cultura
20 ANOS O MUNDO CONOSCO
Número 139 | Agosto de 2019
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
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ARC Edições © 2019
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