1 | Podemos pensar en muchos movimientos
literarios antiguos y modernos y abstraernos de algunos de sus dirigentes pero es
imposible hacerlo sobre el superrealismo sin figurarse, en forma inmediata, a André
Breton, pues su personalidad incorruptible y su fértil creación literaria, a la
vez que su continua búsqueda de nuevos valores, lo hacía la encarnación misma del
movimiento. No es hipérbole decir que André Breton es el superrealismo.
André
Breton en “Amauta” y el
contacto con Xavier Abril
1 En Amauta No. 17, Lima, setiembre de 1928, p.96.
2 Puede leerse ahora en: André Breton.
Poèmes, París, Gallimard, 1967, pp. 73-74.
2 | El primer conocimiento de Breton en el Perú, del que yo tenga noticia, fue
su aparición en la revista Amauta, dirigida
por José Carlos Mariátegui (1894-1930). En las últimas páginas del número 17, dentro
de la sección Mensajes, se publicó, con
el título de “Texte surréaliste” y con la explicación de “En el libro de Xavier Abril” [1] una versión castellana no muy inspirada del poema de Breton “Le verbe
être”, fechado en París 1927, que posteriormente se integraría
a su libro Le révolver à cheveux blancs. [2]
3 Xavier Abril. Difícil trabajo. (Antología) (1926-1930). Madrid, Editorial Plutarco, 1935. La secci (…)
4 José Carlos Mariátegui. Correspondencia. Introducción, compilación
y notas de Antonio Melis. Lima, (…)
3 | El poeta peruano Xavier Abril (1905-1990) había tomado, en efecto, contacto
con André Breton quien, solo podemos suponerlo, debe haber copiado su poema en un
libro inédito de aquél (probablemente Taquicardia)
que luego pasaría a formar parte de la colección Difícil trabajo. [3] Asumo que es Taquicardia por otra cita de Breton en un
número posterior de la misma revista Amauta
que veremos dentro de un momento. Xavier Abril tradujo por sí mismo el poema de
Breton o envió a Mariátegui el original francés para su publicación en Amauta y éste fue traducido por un colaborador
anónimo de la revista. El Epistolario
del ideólogo peruano no nos aclara, por desgracia, estas cuestiones editoriales
en las pocas cartas conservadas o existentes de Abril a Mariátegui. El interés de
Mariátegui en los movimientos de vanguardia es patente y en especial por el movimiento
superrealista. Aparentemente, Mariátegui le solicitó a Abril la dirección de Breton
pues el poeta peruano se la señala escuetamente en una carta fechada el 8 de octubre
de 1928. [4]
5 La respuesta de Breton a esta
encuesta se encuentra transcrita en Amauta
No. 18, Lima, octubre de (…)
6 André Breton. Œuvres complètes I. Edition établie par Marguerite
Bonnet avec, pour ce volume, la c (…)
4 | Puede pensarse válidamente que el motivo principal era hacer llegar al poeta
francés el número 18 de Amauta que se
abría con la encuesta “¿Existe una literatura proletaria?” traducida, según se informaba en un gorrito, del
número 16 de Monde correspondiente al 8 de setiembre de ese mismo año, un semanario
dirigido por el novelista Henri Barbusse, y luego reproducida en las hojas bibliográficas
que con el título Labor se anexaban a
Amauta. [6] La encuesta, precisamente, comenzaba con la respuesta de André Breton. Informemos,
como coincidencia y curiosidad, que esta respuesta no ha sido recopilada en el primer
tomo de las obras completas del poeta francés en las ediciones de la Bibliothéque de la Pléiade6 que abarca sus libros, artículos
y declaraciones en publicaciones periódicas e inéditos hasta el año 1930.
5 | En este mismo número de Amauta,
se publicó también en la sección Testimonios
una nota firmada por Breton tomada de la revista Les Feuilles Libres (traducida, ya sea por Xavier Abril o por alguno
de los colaboradores de Amauta) comentando
la exposición de poemas y dibujos realizada por Juan Devéscovi y Xavier Abril en
París en 1927.
7 En Amauta No. 18, Lima, octubre de 1928, p. 84.
6 | Para alguien que, como Breton, ignoraba el castellano, la nota demuestra
más arrebato y entusiasmo que conocimiento pues frases como las siguientes sobre
Xavier Abril “Recuerda
la manera de los iluminados: RIMBAUD, ALFRED JARRY, LAUTREAMONT” y esta otra: “El poeta realiza el deseo lírico de Apollinaire” [7] no se justifican no sólo por lo que escribía Abril en esa época sino tampoco
por nada de lo que escribiría después. No he podido verificar la publicación de
Les Feuilles Libres, pero pienso que muy
bien podría tratarse de una nota publicada sin firmar. Por otro lado, no puede por
menos de extrañarnos que no se mencione en la nota, casi en absoluto, a Juan Devéscovi
pues tratándose de una exposición de dibujos y poemas, la parte plástica debía haber
sido el mayor atractivo en el comentario. Hasta no localizar esta nota en Les Feuilles Libres la cuestión planteada
queda por resolverse.
8 En Amauta No. 24, Lima, junio de 1929, pp. 49-52.
7 | En junio del siguiente año se publicó de nuevo en Amauta un artículo de Xavier Abril: “Estética del sentido en la crítica nueva” [8] que llevaba por subtítulo “Izquierda,
frente: ANGULO DE ANDRE BRETON” y que aclaraba
en una nota que se trataba de “Apuntes literarios
de un libro sobre el Surrealismo en preparación”. Este artículo, en realidad, no aclara nada
sobre los fundamentos del superrealismo y se hace difícil pensar que fuera parte de “un libro […] en preparación”. El artículo es uno de los más malos de los que escribió Abril por esos años; es una mezcla confusa y apresurada
de seudo lirismo exaltado del que transcribo el siguiente párrafo para evitarme odiosas calificaciones:
9 Ibid. p. 50.
En André Breton, es mineral su
poesía y su garganta de puro platino de la post-guerra. De lo que se trata en poesía
–además del libido– es de la garganta. La facultad más fina –física en los poetas
de hoy– es el instrumento laringe. Sin embargo, de nada está más lejos –y está bien
que lo anote ya– esta poesía de garganta que de la ópera. No se vaya a conciliar
peligrosa y mundanamente garganta a canto, y por ende, a Opera. Sería una verdadera tragedia
a lo Verdi. Je ne sais pas vraiment ce que pensera après-ceci Jean Cocteau– de son
livre Opéra.
Yo soy un neo-romántico sin duda
alguna, que ve en la garganta la mejor posibilidad de micro para la realización
de una perfecta poesía, que teniendo como origen al subconsciente, encuentre su
forma y expresión –el surrealismo es forma y expresión en Bretón– en la garganta,
que luego debe comunicarla al mundo como un aparato de la radio. No me refiero con
esto a facilidades de recitación. Estas son siempre condiciones, no cualidades,
mundanas y burguesas, que no pueden tener ninguna importancia en una verdadera poética
de construcción y de silencio, esto, a pesar de que propongo la garganta como instrumento.
Pero como digo, no se trata de canto. [9]
8 | Podemos dar por terminado con esta publicación el primer contacto conocido
de un poeta peruano con André Breton pero que juzgamos, por desgracia, completamente
estéril.
Los comentarios
de José Carlos Mariátegui: “Nadja”
9 | La relación de André Breton con José Carlos Mariátegui es muy diferente:
no existió el contacto directo y no se conocen comunicaciones escritas entre ambos,
pero la penetración de Mariátegui para juzgar al superrealismo, como lo denominaba
el pensador peruano, es notable en los cortos artículos que escribió sobre el poeta
francés y el movimiento superrealista.
10 José Carlos Mariátegui. “Nadja, por André
Breton”. En Variedades No. 1141, Lima, 15 de enero de
19 (…)
10 | El primero de ellos se publicó en la revista Variedades [10] dentro de la serie Figuras y aspectos de la vida mundial y es
un valioso comentario de Nadja libro de
Breton aparecido dos años antes.
11 | Mariátegui, explicándose por tomar como tema de su comentario al libro de
Breton, después de haber escrito en su artículo anterior sobre el realismo de la
nueva literatura rusa, vierte una página definitiva sobre el nuevo realismo y su
simpatía al superrealismo:
El tema de mi último artículo de
“VARIEDADES” fue el realismo de la nueva literatura
rusa. ¿Podrá pensarse que abandonó demasiado arbitrariamente la línea de esta meditación porque discurro en mi artículo de hoy sobre “Nadja” de André Breton? Es posible. Pero yo no
me sentiré nunca lejano del nuevo realismo,
en compañía de los suprarrealistas. La benemerencia más cierta del movimiento que
representan André Breton, Luis Aragón y Paul Eluard es la de haber preparado una
etapa realista en la literatura, con la reivindicación de lo suprarreal. Las reivindicaciones
de una revolución literaria como política, son siempre “outranciéres”. ¿Por qué las de la revolución suprarrealista no habían también de serlo? Proponiendo a la literatura
los caminos de la imaginación y del sueño, los suprarrealistas no la invitan
verdaderamente sino al descubrimiento, a la recreación de la realidad.
Nada es más erróneo en la vieja
estimativa literaria que el concepto de que el realismo importa la renuncia a la
fantasía. Esa es, en todo caso, una idea basada exclusivamente en las experiencias
y en las creaciones del sedicente realismo de la novela burguesa. El artista desprovisto
o pobre de imaginación es el peor dotado para un arte realista. No es posible entender
y describir lo real sin una operosa y afinada fantasía. Lo demuestran todas las
obras, dignas de ser llamadas realistas, del cinema, de la pintura, de la escultura,
de las letras.
12 | En su conciso y apretado comentario, Mariátegui da varias notas justas en
su apreciación del personaje alucinado de la obra de Breton al igual que de la calidad
del libro:
André Breton ha tomado de su mundo
ordinario, de su especulación cotidiana los elementos de “Nadja”. La descripción de esta bizarra criatura se ciñe a los días de su diálogo con el poeta suprarrealista.
Nadja no es un personaje absurdo, imposible, irreal. El encuentro de esta protagonista
desorbitada, errante, constituye una experiencia accesible para el habitante de
una capital como París. Basta que el habitante sea capaz de apreciar y buscar esta
experiencia. Nadja, la de André Breton, es única. Pero sus hermanas, –criaturas
de una filiación al mismo tiempo vaga e inconfundible– deambulan por las calles
de París, Berlín, Londres, se extinguen en sus manicomios. Son la más cierta estirpe
poética de la urbe, el más melancólico y dulce material de la psiquiatría.
A Nadja no se le puede encontrar
sino en la calle. En otro lugar, alguna sombra velaría su presencia. Es indispensable
que su encuentro no se vincule al recuerdo de un salón, de un teatro, de un café,
de una tienda. Su sola atmósfera pura, transparente, personal es la de la calle.
Por la acera de la calle banal, ordinaria, la veremos avanzar hacia nosotros con
paso seguro y propio. La reconoceremos por su sonrisa, por sus ojos, aunque nada
la diferencie demasiado de los transeúntes. Así es como, de pronto, André Breton
se halla delante de ella en la rue Lafayette.
[…]
André Breton precede el relato
de sus días cerca de Nadja de un capítulo que es algo así como la introducción teorética
en su experiencia. Y al retrato, a la descripción, a la ausencia de Nadja, clausurada
ya en el manicomio, sigue otra divagación que es como la estela de la protagonista
en la imaginación del poeta. Y como para probar que el libro moderno, como la revista,
no puede ya prescindir de la imagen de la figura, de la escena gráfica, André Breton
ilustra Nadja con fotos de Man Ray, con cuadros de Max Ernst, con dibujos de Nadja,
con retratos de sus amigos, con vistas de la calle. Su “Nadja” preludia, tal vez, bajo este aspecto
del procedimiento, una revolución de la novela.
11 José María Eguren. Obras completas. Edición, prólogo y notas
de Ricardo Silva-Santisteban. Lima, M (…)
13 | Es del todo probable que el poeta José María Eguren (1874-1942) accediera
al libro de Breton a través de Mariátegui. Si no fue así, su conocimiento se debería
únicamente al comentario de Mariátegui. Eguren debe haber quedado impresionado por
este personaje femenino pues lo menciona hasta por dos veces en sus artículos recogidos
luego en su libro Motivos [11].
12 En Amauta No. 29, Lima, febrero-marzo de 1930, pp. 21-23.
14 | En el primero de ellos “La belleza”, publicado originalmente con el
título “Motivos estéticos” [12] nos dice Eguren con su lenguaje teñido siempre de honda poesía:
13 José María Eguren. Op. cit. p. 248.
La belleza natural y la artística
corren paralelas. La naturaleza supera al arte en extensión, luz y perfume. Nunca
se logrará pintar el mar perfecto; pero el arte es el alma misma del hombre. El
ocultismo de la Naturaleza se adivina con lentitud prolija. Debussy en la música,
Proust y los novelistas de vanguardia plasman la sucesión de los momentos vitales.
Es un avance; Soupault mezcla las almas con los colores nocturnos como en una pintura;
Breton crea su adorable Nadja, flor de la calle y de la locura; Valéry Larbaud,
su Fermina deliciosa. [13]
14 En La Revista Semanal No. 187, Lima, 2 de abril de 1931.
15 | En otro artículo posterior “El nuevo
anhelo”, [14] Eguren vuelve a mencionar al personaje de Breton y ensaya o describe su
apreciación acerca del superrealismo:
15 José María Eguren. Op. cit. p. 294.
Marcel Proust ha exteriorizado
los momentos del hombre y de las cosas, ha prescindido del argumento, del episodio
y la anécdota, para plasmar la vida auténtica, que es rítmica como el latido, y
que, mentalmente, es un diorama de sensaciones y pensamientos, o banalidades inconscientes.
La penúltima evolución ha sido el surrealismo, considerado como un realismo de realismo.
Los prosélitos de esta tendencia viendo mixtificada la realidad por atavismos o
falsos rumbos, proponen la verdadera realidad poética, y buscan en la vida ¿pos
como la Nadja de Breton, tan transitoria que si no la hubiera descubierto dicho
escritor, nada conoceríamos de la deliciosa niña. Pero si en la realidad se descubren
bellezas que parecen soñadas, ante todo el surrealismo es una realidad de sueños. [15]
La resonancia
del “Second manifeste du surréalisme”
16 En Variedades Nos. 1146 y 1148, Lima, del 15 de febrero y del 5 de marzo
de 1930, respectivamente.
16 | Apenas un mes después de su artículo sobre Nadja, volvía Mariátegui con un nuevo comentario sobre Breton y el superrealismo
en la misma serie ya citada Figuras y aspectos
de la vida mundial. A propósito de la aparición en 1930 del Second manifeste du surréalisme publicó Mariátegui
dos artículos casi consecutivos en Variedades [16] con los títulos “El balance
del suprarrealismo. A propósito del último manifiesto de André Breton” y “El segundo manifiesto del suprarrealismo”.
17 | En el primero comienza Mariátegui confesando nuevamente su aprecio por el
movimiento:
Ninguno de los movimientos literarios
y artísticos de vanguardia de Europa occidental ha tenido –afirma– contra lo que
baratas apariencias pueden sugerir, la significación ni el contenido histórico del
suprarrealismo.
18 | Y concluye:
El “suprarrealismo” tiene otro género de duración. Es, verdaderamente, un movimiento,
una experiencia.
19 | Todo el primer artículo puede considerarse, como bien lo manifiesta su autor,
un “fijar, en algunos acápites, el
alcance y el valor del suprarrealismo” y aunque no oculta que en el siguiente artículo ha de polemizar con los textos
e intenciones del “suprarrealismo” no podemos por menos de ver que
son la simpatía y la admiración las que guían la pluma de Mariátegui al escribir
sobre el movimiento encabezado por Breton:
No ha nacido armado y perfecto
de la cabeza de sus inventores. Ha tenido un proceso. Dada es el nombre de su infancia.
Si se sigue atentamente su desarrollo, se le puede descubrir una crisis de pubertad.
Al llegar a su edad adulta, ha sentido su responsabilidad política, sus deberes
civiles, y se ha inscrito en un partido, se ha afiliado a una doctrina.
Y, en este plano, se ha comportado
de modo muy distinto que el futurismo. En vez de lanzar un programa de política
suprarrealista, acepta y suscribe el programa de la revolución concreta, presente:
el programa marxista de la revolución proletaria. Reconoce validez en el terreno
social, político, económico, únicamente, al movimiento marxista. No se le ocurre
someter a la política a las reglas y gustos del arte. Del mismo modo que en los
dominios de la física, no tiene nada que oponer a los datos de la ciencia, en los
dominios de la política y la economía juzga pueril y absurdo intentar una especulación
original, basada en los datos del arte. Los suprarrealistas no ejercen su derecho
al disparate, al subjetivismo absoluto, sino en el arte; en todo lo demás, se comportan
cuerdamente y ésta es otra de las cosas que los diferencian de las precedentes escandalistas
variedades revolucionarias o románticas de la historia de la literatura.
20 | Efectivamente, al comenzar su segundo artículo la visión de Mariátegui para
con la ruptura personal que significó el Second
manifeste du surréalisme entre Breton y otros escritores es, en forma manifiesta,
positiva hacia el poeta francés:
Andre Breton hace, en el segundo
manifiesto del suprarrealismo, el proceso de los escritores y artistas que habiendo
participado en este movimiento, lo han renegado más o menos abiertamente. Bajo este
aspecto, el manifiesto tiene algo de requisitoria y no ha tardado en provocar contra
el autor y sus compañeros de equipo, violentas reacciones. Pero en esta requisitoria
hay lo menos posible de cuestión personal. El proceso a las apostasías y a las deserciones
tiende, sobre todo, en esta pieza polémica, a insistir en la difícil y valerosa
disciplina espiritual y artística a que conduce la experiencia suprarrealista.
21 | En todo el artículo, la apreciación de Mariátegui tiene, repito, una indisimulable
simpatía para el movimiento superrealista y solo al final, muy tibiamente y luego
en un encendido elogio, critica la entonación de ciertos pasajes del manifiesto:
El mejor pasaje tal vez del manifiesto,
es aquel otro en que, con un sentido histórico del romanticismo mil veces más claro
del que alcanzan en sus indagaciones a veces tan banales los eruditos de la cuestión
romanticismo-clasicismo, André Breton afirma la filiación romántica de la revolución
suprarrealista.
[…]
Pero las frases de gusto dadaísta
no faltan en el manifiesto, que tiene en esos pasajes –”yo demando la ocultación profunda, verdadera del suprarealismo”, “ninguna concesión al mundo” etc.– una entonación infantil que en el punto a que
ha llegado históricamente este movimiento, como
experiencia e indagación, no es ya posible excusarle.
17 En Mundial No. 509, Lima, 22 de marzo de 1930. Los editores de las obras
completas de Mariátegui l (…)
22 | Una quincena después de la aparición del segundo comentario sobre el segundo
manifiesto, Mariátegui publicó en Mundial [17] un nuevo artículo sobre el movimiento, referido esta vez a una encuesta
de la revista La Révolution Surréaliste
titulado “El superrealismo y el amor”, menos interesante por su mismo
carácter circunstancial y por la mención, solo de pasada, sobre André Breton.
18 César Vallejo. “Autopsia del superrealismo”. En Variedades
No. 1151,
Lima, 26 de marzo de 1930, pp (…)
23 | Pero en la revista Variedades,
cuatro días después del último artículo de Mariátegui y a veintiún días de la publicación
del segundo artículo de este último sobre el segundo manifiesto del superrealismo,
aparecía un artículo de César Vallejo (1892-1938) francamente adverso al movimiento,
titulado “Autopsia del superrealismo” que circuló también a nivel continental en varias
revistas sudamericanas. [18]
24 | Pese a haber pertenecido al famoso “Grupo Norte” de Trujillo, el poeta peruano
comienza criticando el vicio del
cenáculo y la multiplicación de las escuelas
literarias. Lo curioso del caso es que cita solamente como “improvisadas” (según sus propias palabras) a aquellas
corrientes que fueron verdaderamente revolucionarias en la poesía y la pintura contemporáneas: el expresionismo, el cubismo,
el dadaísmo y el superrealismo. Si descontamos
la tercera que, como bien dice Mariátegui, fue la infancia del superrealismo, vemos
que la visión del poeta peruano era estrecha respecto a su apreciación de estos
tres importantes y fructíferos movimientos que se dieron en el acceso a la modernidad
a comienzos del presente siglo.
19 Un cadavre. París, 1930.
25 | Pero para Vallejo, que analiza el movimiento desde la miope ortodoxia marxista
de la época, el superrealismo ha muerto oficialmente con la publicación de Un cadavre, [19] un panfleto publicado por varios de los poetas superrealistas disidentes,
en contra de quien siempre fue considerado cabeza del grupo: André Breton. Vallejo
afirma:
En verdad, el superrealismo, como
escuela literaria, no representaba ningún aporte constructivo. Era una receta más
de hacer poemas sobre medida, como lo son y serán las escuelas literarias de todos
los tiempos. Más todavía. No era ni siquiera una receta original. Toda la pomposa
teoría y el abracadabrante método del superrealismo, fueron condensados y vienen
de unos cuantos pensamientos esbozados al respecto por Apollinaire. Basados sobre
estas ideas del autor de “Caligramas”, los manifiestos superrealistas
se limitaban a edificar inteligentes juegos de salón relativos a la escritura automática,
a la moral, a la religión, a la política.
26 | Pero, quizá el más grande de los errores del movimiento, su aproximación
al comunismo, justo en el momento en que se iniciaba la oscura época del stalinismo,
lo ve Vallejo como un acto positivo del superrealismo:
Es sólo en este momento –y no antes
ni después-, que el superrealismo adquiere cierta trascendencia social. De simple
fábrica de poetas en serie, se transforma en un movimiento político militante y
en una pragmática intelectual realmente viva y revolucionaria. El superrealismo
mereció entonces ser tomado en consideración y calificado como una de las corrientes
literarias más vivientes y constructivas de la época.
27 | Pero algo peor aún, en otro párrafo lamentable, a mi modo de ver, máxime
tratándose de un poeta de la notable calidad de César Vallejo, es su crítica de
la “libertad” que se tomaban los superrealistas
de las grandes directivas marxistas.
Rompieron con numerosos miembros
del partido y con sus órganos de prensa y procedieron en todo, en perpetuo divorcio
con las grandes directivas marxistas. Desde el punto de vista literario, sus producciones
siguieron caracterizándose por un evidente refinamiento burgés. La adhesión al comunismo
no tuvo reflejo alguno sobre el sentido y las formas esenciales de sus obras. El
superrealismo se declaraba, por todos estos motivos, incapaz para comprender y practicar
el verdadero y único espíritu revolucionario de estos tiempos: el marxismo. El superrealismo
perdió rápidamente la sola prestancia social que habría podido ser la razón de su
existencia y empezó a agonizar irremediablemente.
28 | Si en su requisitoria, en forma elegante, Breton había usado, y aquí cito
las palabras de Mariátegui “lo menos
posible de cuestión personal”, Vallejo
da crédito a las ofensas del panfleto Un cadavre
y se toma
el trabajo de traducir algunos de los textos de Ribemont-Dessaignes, Roger Vitrac,
Jacques Prevert y Jacques Rigaut.
29 | Vallejo termina adjudicando a todo el grupo superrealista, las bazofias escritas
contra Breton:
Solo que estas mismas apreciaciones
sobre Breton, pueden ser aplicadas a todos los superrealistas sin excepción, y a
la propia escuela difunta. Se dirá que éste es el lado clownesco y circunstancial
de los hombres y no el fondo histórico del movimiento. Muy bien dicho. Con tal de
que este fondo histórico exista en verdad, lo que, en este caso, no es así. El fondo
histórico del superrealismo es casi nulo, desde cualquier aspecto que se le examine.
Así pasan las escuelas literarias.
Tal es el destino de toda inquietud que, en vez de devenir austero laboratorio creador,
no llega a ser más que una mera fórmula. Inútiles resultan entonces los réclames
tonantes, los pregones para las galerías, la publicidad en colores, en fin, las
prestidigitaciones y trucos del oficio. Junto con el árbol abortado, se asfixia
la hojarasca.
30 | Curiosamente la figura de André Breton parece haber merodeado o perseguido
a Vallejo porque, hasta donde se me alcanza, vuelve a citarlo tres veces más; una,
en un poema; luego, en la crónica “Las pirámides de Egipto” publicada en la revista Mundial; finalmente en Contra el secreto profesional, libro de textos
misceláneos fechado en Madrid 1928-29. En este último, dentro del apartado “Negación de negaciones”, una curiosa serie de breves comentarios
sobre paradojas leídas en libros o tomadas de la vida
real, se abre con la siguiente anécdota que circulaba en los medios
literarios franceses más o menos deformada como toda tradición oral:
20 César Vallejo. Contra el secreto profesional. Lima, Mosca Azul Editores, 1973, p. 33. En la crónic (…)
André Breton cuenta que Philippe
Soupault salió una mañana de su casa y se echó a recorrer París, preguntando de
puerta en puerta:
– ¿Aquí vive el señor Philippe
Soupault?
Después de atravesar varias calles,
de una casa desconocida salieron a responderle:
– Sí señor, aquí vive el señor
Philippe Soupault. [20]
31 | En un poema póstumo sin título, fechado el 5 de noviembre de 1937, que comienza
“Un hombre pasa con un pan al hombro…” vuelve Vallejo a mencionar a Breton.
El poema es uno de los más extraños de Vallejo y consta de veintiseis
versos que se agrupan en trece pares y en los que el poeta, luego de describir en
un verso lo que se encuentra observando, se interroga a sí mismo en el siguiente
sobre algo remoto y sin relación con la materia del verso que lo precede:
Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre
mi doble?
Otro se sienta, ráscase, extrae
un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?
Otro ha entrado a mi pecho con
un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?
21 César Vallejo. Poesía completa. Edición crítica y exegética
al cuidado de Juan Larrea, con la asis (…)
Un cojo pasa dando el brazo a un
niño
¿Voy, después, a leer a André Breton? [21]
32 | Estas dos últimas menciones de Vallejo me parecen muy distintas y distantes
del artículo de 1930. Debemos recordar también que eran más íntimas que el artículo
del que, me pregunto, ¿fue escrito quizá para las plateas comunistas de la época?
33 | En el caso del poema, creo que Vallejo va más allá, pues Breton está tomado
como un prototipo del poeta y el escritor francés se hubiera sentido probablemente
cómodo entre los otros personajes mencionados por el poeta peruano: Sócrates, Picasso,
Freud (éste último no mencionado directamente, pero sí implícito en el verso cuarto)
y, finalmente, con el propio doble de Vallejo que aparece en el verso segundo.
La perdurable
amistad de André Breton y César Moro
22 En Variedades No. 976, Lima, 13 de noviembre de 1926, pp. 45-46.
34 | Cuando César Moro llegó a París en setiembre de 1925, era más conocido en
el Perú, pues se había dedicado más a las artes plásticas, como ilustrador de libros
y revistas. A su llegada a Europa, al menos en un principio, parece haber continuado
con esta actividad plástica como lo testimonia un artículo de Francis de Miomandre
(conocido traductor al francés de las obras de Ventura García Calderón y de Miguel
Angel Asturias) publicado en la revista peruana Variedades en la que, precisamente, había trabajado Moro como ilustrador.
El artículo lleva por título “El éxito de un artista peruano en Europa.
Exposición César Moro en Bruselas”. [22]
23 André Coyné. “Ahora, al medio siglo”. En César Moro. Ces poèmes…
/Estos poemas… Traducción de Ar (…)
35 | André Coyné ha señalado el año de 1928 como el del inicio de la relación
de Moro con André Breton y los superrealistas, [23] relación ésta que sería capital para el poeta peruano, pues lo marcaría
por el resto de su vida no solo, en primera instancia, por la adopción de la lengua
francesa para la escritura de sus poemas sino por su perfecta adecuación y absorción
de la poética superrealista en su obra futura.
24 En Le Surréalisme au Service de la Revolution Nos. 5-6, París, 12 de marzo
de 1933, p. 38.
25 En los números correspondientes
al 5 y 11 de febrero y al 12 de marzo de 1933.
36 | Así como ya no volveremos a ver a Xavier Abril en una más bien postiza relación
con Breton, César Moro, como reemplazándolo, se convertirá en el único peruano colaborando
con las actividades y publicaciones del grupo. Lo demuestra el mejor de sus poemas
de ese período “Renommée de l’amour” publicado en los números 5-6 de Le Surréalisme
au Service de la Révolution, [24] al igual que contestando varias
de las “Recherches experimentales” realizadas por esta revista y
publicadas en distintos números de la misma revista. [25]
26 César Moro. Ces poèmes…, p. 82.
37 | André Coyné suministra también la información de que Moro fue quien “proporcionó la materia de una larga postdata
dedicada a denunciar las sangrientas represalias tomadas, en mayo de ese año (1932), por el dictador Sánchez Cerro, contra los marineros
de la Armada del Perú”. [26] Coyné cita, traducido, el siguiente fragmento de una carta de Breton a Moro:
27 Ibid. p. 82.
París, 17 de junio de 1932.
Mi querido amigo
He aquí el tract aumentado del post scriptum que hemos podido redactar merced a sus indicaciones.
Gracias nuevamente. Sería muy importante,
pensamos, que Ud. acepte encargarse de hacer llegar algunas de esas hojas al Perú
(carecemos de direcciones) […] Perdone estas líneas apresuradas.
Muy amicalmente. [27]
28 Violette Nozières. Bruselas, Nicolas Flamel, 1934.
38 | Finalmente, antes de regresar al Perú, Moro colaboró con un breve poema al
homenaje a la parricida Violette Noziéres, que en esos momentos escandalizaba Francia
y cuya defensa habían asumido, apasionadamente, los superrealistas. El poema de
Moro apareció en el libro-homenaje a Violette Nozières publicado en Bruselas en
1934. [28]
29 Publicado en Escandalar No.11, New York, julio-setiembre
de 1980, pp. 65-68. Posteriormente, André (…)
39 | Antes, en París, Moro había escrito un “Hommage à André Breton”, un poema algo mecánico y no muy inspirado de 93 versos
de cuyo original, en manos de quien les habla, proporcioné una copia al desaparecido poeta
Armando Rojas para su correspondiente traducción. Este poema, escrito probablemente
entre 1930 y 1932, permaneció inédito hasta su publicación, tanto en su original
como en la traducción castellana de Armando Rojas, en la revista Escandalar publicada en Nueva York en 1980. [29]
30 Exposición de las obras de Jaime Dvor, César Moro, Waldo Párraguez, Gabriela
Rivadeneira, Carlos S (…)
40 | En Lima, en mayo de 1935, se realizó una exposición de pinturas de César
Moro y de varios artistas chilenos para la cual el poeta preparó un catálogo que
incluía no sólo reproducciones de los cuadros expuestos sino una miscelánea de textos
breves y poemas de los principales escritores superrealistas. [30] Entre ellos el siguiente de André Breton sobre la imaginación:
Imaginación no es don sino por
excelencia objeto de conquista.
La fórmula lamentable: “pero no era sino un sueño”, cuyo uso, entre otros cinematográfico, ha contribuido no poco a
hacer aparecer la hipocresía, ha cesado, desde hace tiempo, de merecer la discusión.
Desconfiar, como se hace, exageradamente,
de la virtud práctica de la imaginación, es querer privarse, a toda costa, del auxilio
de la electricidad con la esperanza de devolver a la hulla blanca su conciencia
absurda de cascada.
LO IMAGINARIO ES LO QUE TIENDE
A SER REAL.
41 | Y este otro con resabio de poema:
Y cuando tiendo mis redes a los
pájaros del sueño, espero ante todo captar los maravillosos paraísos de la lluvia
total, el pájaro-lluvia así como hay el pájaro-lira.
31 Luis Mario Schneider. México y el surrealismo (1925-1950). México,
Arte y Libros, 1978. Es el libr (…)
42 | Tres años después se producía una feliz coincidencia. Por motivos políticos
Moro dejaba Lima y se trasladaba a México adonde Breton había sido invitado gracias
al Ministère des Affaires Etrangères para ofrecer unas conferencias sobre el estado
de la poesía y de la pintura en Europa. Los escritores mexicanos entusiastas del
superrealismo le dedicaron a Breton varios homenajes en las publicaciones periódicas
del momento. Los interesados en la recepción favorable y desfavorable al poeta francés
pueden consultar el excelente libro del profesor Luis Mario Schneider México y el surrealismo (1925-1950) en el
que podrán encontrar una verdadera mina de información. [31] Nosotros nos limitaremos a la parte cumplida por Moro.
32 En Letras de México No. 10, México, octubre de 1939, p.5.
43 | Moro había escrito antes de la llegada de Breton, una nota sobre el libro
Trajectoire du rêve antologado por el
poeta francés. [32] Pero en el momento mismo del arribo
del escritor a México, publicó Moro, en la revista citada, un hermoso y breve poema
suyo titulado “André Breton” dentro de una selección de Poemas surrealistas también preparada y traducida
por él:
33 En Letras de México No. 27, México, lo. de mayo de 1938, p. 4.
Como un piano de cola de caballo
de cauda de estrellas
Sobre el firmamento lúgubre
Pesado de sangre coagulada
Arremolinando nubes arco-iris falanges
de planetas y miríadas de aves
El fuego indeleble avanza
Los cipreses arden los tigres las
panteras y los animales nobles se tornan incandescentes
El cuidado del alba ha sido abandonado
Y la noche se cierne sobre la tierra
devastada
La comarca de tesoros guarda para
siempre su nombre
México, abril 1938. [33]
34 Ibid. p. 3.
44 | En el mismo número de esta revista se publicó una selección de poemas de
Breton en versiones, todas ellas excelentes, de Xavier Villaurrutia, Agustín Lazo
y César Moro. Moro tradujo “Cartero Cheval” y “El gran socorro mortífero”. [34]
35 La poesía surrealista. Traducciones de César Moro. Suplemento de Poesía. Anexo a la revista Poesía (…)
45 | En el transcurso de ese mismo año en otra selección preparada por Moro: La poesía surrealista, [35] publicada como suplemento que acompaña al número 3 de la revista Poesía, tradujo Moro otro poema de Breton
perteneciente a L’air de l’eau.
36 E1 artículo de Moro que critica
el número 4 de VVV correspondiente a febrero
de 1944 se encuentra (…)
46 | Después de la gran exposición internacional del surrealismo en la Galería
de Arte Mexicano en 1940, que llevó un prólogo de Moro que se cuenta como una de
sus prosas mejores, durante la guerra, que todo lo confunde, mancha y envilece,
parece haberse motivado la desarmonía, al menos desde el punto de vista de Moro,
para con su antiguo y admirado maestro. La revista VVV publicada por Breton en Nueva York, fue el elemento detonante en
esta relación, pues en un artículo que permaneció inédito hasta su publicación póstuma
por André Coyné en el libro de prosas de Moro Los anteojos de azufre, [36] existe un vigoroso ataque de Moro
a VVV, revista que, en verdad, carece
de la fibra superrealista que caracterizaba las publicaciones que la precedían.
47 | Volviendo al ataque de Moro no publicado, no puede por menos de admirarse
su lucidez y acerada penetración a la vez que su escritura estupenda:
A una revista que no añade nada
al prestigio del surrealismo –termina Moro– preferiremos siempre un libro de Breton
o de Péret, una actividad que corresponde menos al deseo de actualidad.
48 | Ignoramos cómo continuaron las relaciones de Breton con Moro hasta la finalización
de la guerra pero es indudable que el peruano debe haberle enviado al poeta francés
sus dos libros publicados: Le château de grisou
(1943) y Lettre d’amour (1944). Por
otro lado la estancia en México de un gran amigo de Breton, el poeta Benjamin Péret,
fue propicia para su amistad con Moro.
37 André Breton. Arcane 37. New York, Brentano’s, 1945.
38 César Moro. “André Breton. Arcane 17”. En El Hijo Pródigo
No. 30. México,
setiembre de 1945, pp. 1 (…)
49 | La publicación en 1945 de uno de los más hermosos libros escritos por Breton,
Arcane 17, [37] provocó un comentario adverso de Moro en la revista El hijo pródigo. [38] El comentario comienza haciendo una salvedad:
Tarea difícil la de hacer en una
pequeña nota bibliográfica la reseña y la reserva que oponemos al último libro de
André Breton: Arcane 17. Es ingrato caer
o estar aparentemente allado de gentes que siempre hemos despreciado, aquellas de:
“¿qué quiere decir?” “no comprendo” “no he podido comprender a pesar
de mis esfuerzos”.
Inútil decir que nada tenemos, que
nada tendremos que hacer jamás con semejante ralea. Pero, quizá peor que correr el relativo peligro
de ser confundido con los filisteos academizantes sea callar en nombre de una antigua
admiración, en nombre de una convicción que pudo designarnos y describirnos enteramente
en un momento dado, lo que nos sugiere actualmente esa admiración, las fallas que
se han ido descubriendo en nosotros mismos ante tal convicción.
50 | Moro continúa en su nota con el estilo típico de un comentarista que ve las
cosas desde una óptica negativa hasta cuando hace el elogio de algo evidente: la
belleza de la prosa de Breton:
Nadie permanecerá insensible, es
cierto, a la pirotecnia del estilo de Breton; nadie, que no haya leído antes otros
libros de Breton, podrá sustraerse a la seducción de un lirismo que deja transparentar
la pureza de sus intenciones, pero, junto a la limpidez aparente, cuanto no queda
aún por sufrir un análisis más exhaustivo, una mayor severidad: los relatos de sueños
son digresiones amables, estéticas, que no aportan la luz buscada.
51 | Pero es después de este párrafo donde encontramos el motivo irrecusable de
la actitud de Moro frente a Arcane 17:
“Encontrar
el lugar y la fórmula se confunde con poseer la verdad en un alma y en un cuerpo; esta aspiración suprema basta
para desarrollar ante sí misma el campo alegórico que quiere que todo ser humano
haya sido arrojado en la vida a la búsqueda de un ser de otro sexo y de uno solo
que bajo todo aspecto le sea complementario, al extremo que el uno sin el otro aparezca
como el producto de disociación, de dislocación de un solo bloque de luz” (Arcane 17, pag. 41). Todo ésto está muy bien y es muy bello, pero
sólo de manera alegórica. Desde luego la afirmación de que todo ser humano busque
un único ser de otro sexo nos parece tan gratuita, tan obscurantista que sería necesario
que el estudio de la psicología sexual no hubiera hecho los progresos que ha hecho
para poder aceptarla o pasarla por alto siquiera. ¿Acaso no sabemos, por lo menos
teóricamente, que el hombre persigue a través del amor la satisfacción de una fijación
infantil más o menos bien orientada, más o menos aceptada por el super yo, por la
sociedad? ¿Quita ésto algo al amor, no lo enriquece más bien de una especie de fatalidad
dramática, determinándolo ya desde la infancia?
52 | Creo que basta con esta cita final para dar vuelta a la página sobre un comentario
sofístico, para llamarlo de alguna forma, contra una de las obras maestras de Breton
complementaria de esa otra que la precede L’amour
fou.
53 | La publicación de la correspondencia entre Breton y Moro arrojará muchas
luces sobre esta amistad tan interesante para nosotros los peruanos. Sabemos que
André Coyné, el albacea literario de Moro, conserva cartas del poeta francés dirigidas
a Moro que sería interesante conocer.
54 | Mientras tanto quiero comenzar reproduciendo aquí la invitación de André
Breton a César Moro a la encuesta realizada, cuando preparaba su libro L’art magique en colaboración con Gérard
Legrand:
39 Inédito.
Cher César Moro, vous savez
à quel point le Pérou est ici concerné. Puissiez-vous donner à cette enquéte le
champ le plus large autour de vous et m’aider à parfaire ma documentation? Merci, de tout coeur.
André Breton [39]
[Estimado César Moro, conoce hasta
qué punto atañe esto al Perú. ¿Podría darle a esta encuesta la más vasta difusión
que le sea posible y ayudarme a perfeccionar mi documentación? Gracias, de todo corazón.
André Breton]
40 André Breton (en collaboration
avec Gérard Legrand). L’Art magique. París,
Club Français du Livre, (…)
55 | Moro participó con una respuesta, escrita en su mejor estilo, que se encuentra
reproducida en las página 88-89 de L’art magique. [40] Pero antes de la publicación de este libro, Moro fallecía de una enfermedad
no determinada en enero de 1956. Entre las escasas notas escritas a la muerte del
poeta peruano, debe contarse la de André Breton, aparecida sin firma en la entrega
inicial de la penúltima revista que al poeta francés lo tocaría dirigir: Le Surréalisme, même. La nota se sumaba como homenaje al dibujo de una tortuga de Luis
Gayoso, un amigo de Moro que también participó en la encuesta de L’art magique. La breve nota de Breton dice,
traducida, lo siguiente:
41 En Le Surréalisme, même No. 1, París, octubre de 1956, p. 60. Debo la copia
de esta nota de Breton (…)
Nuestro amigo César Moro, que acaba
de morir en Lima, había tomado parte del movimiento superrealista y publicado tres
colecciones de poemas: Le château de grisou
(México, 1943), Lettre d’amour (México,
1944) y Trafalgar Square (Lima, 1954).
También había editado en Lima, antes de la última guerra, una revista El uso de la palabra que propagaba el pensamiento
superrealista en América del Sur. Al publicar el dibujo que nos ha enviado su amigo
Luis Gayoso (la tortuga era el “animal” totémico de César Moro), nos asociamos de todo
corazón al homenaje que le ofrece. [41]
56 | Con esta nota termina esta amistad que, como las verdaderas, solo acabó quebrada
por la muerte.
Una traducción
anónima de “Pleine
marge” y un comentario adverso
42 André Breton. “Pleine marge/Amplio margen”. En Nuestro Tiempo No. 3. Lima, mayo de 1944, pp. 34-37.
43 André Breton. Pleine marge. Avec une eau-forte de Kurt
Seligmann. New York, Karl Nierendorf, 1943.
57 | La revista Nuestro Tiempo, que
dirigía el poeta Juan Ríos publicó en su tercer número [42] el original del poema de André Breton Pleine marge que había aparecido en volumen el año anterior en Nueva
York. [43]
58 | El poema venía acompañado de una traducción castellana y de la siguiente
nota:
Desde Nueva York, André Breton,
el creador del Suprarrealismo nos envía, por intermedio de Víctor Liona, el siguiente
poema, cuya traducción publicamos también.
59 | Esta traducción sin firma puede atribuirse al director de la revista quien
publicó por esa época unos poemas suyos en la revista VVV que dirigía Breton en Nueva York, conjuntamente con dos sonetos
de Xavier Abril.
60 | La traducción es, en verdad, pesada pero hay que decir que tampoco el original
ayuda mucho. Pleine marge es uno de esos
poemas de Breton cuya marcha se desliza lenta en una acumulación de imágenes carentes
de la fatalidad que las haría revelarse en el poema. Agreguemos, para ser más claros,
que los más logrados y sorprendentes poemas de Breton fueron escritos hasta la aparición
de L’air de l’eau en 1934. Es indudable
que, aparte de unos pocos poemas tardíos como “La maison d’Yves” o “Sur la route de San Romano”, Breton se encontró más cómodo en su madurez en el ejercicio
de la prosa.
44 E.A. Westphalen. “La traducción de un poema de André Breton”. En La Prensa, Lima, 22 de octubre de (…)
61 | La traducción del poema de Breton apareció no en mayo, como anunciaba la
revista, sino a fines de septiembre según sabemos por el acerado y demoledor comentario
de Emilio Adolfo Westphalen publicado en el diario La Prensa en el mes de octubre [44] que arremetió inmisericorde contra los errores de la traducción de Pleine marge. El artículo de Westphalen termina
prometiendo un comentario posterior al poema de Breton que no fue nunca publicado
y, seguramente, tampoco escrito.
Carlos
Germán Belli, lector y traductor de Breton
45 “El marqués de Sade ha vuelto al interior
del volcán en erupción” se publicó en una selección de p (…)
62 | El poeta peruano Carlos Germán Belli parece haber sido uno de los pocos en
continuar en el Perú, por los años 50, en que tantos intelectuales peruanos emigraron
al extranjero, la lectura atenta de la poesía de André Breton y de otros poetas
superrealistas. Belli, cuya obra poética inicial, sobre todo, si no en la letra
sí en el espíritu, es deudora de la poesía de vanguardia y en especial del superrealismo,
destaca por sus brillantes versiones de poetas franceses contemporáneos, desperdigadas
en distintas publicaciones periódicas. Belli ha publicado hasta la fecha tres traducciones
de poemas de Breton: los que comienzan “El marqués de Sade ha vuelto al interior
del volcán en erupción” y “En la bella luz crepuscular de
1934” (ambos de L’air de
l’eau) y de un
poema tardío de Breton “La casa de
Yves” del que realizó, sabemos, hasta seis versiones
de las que existen dos publicadas; la definitiva apareció en la revista Mercurio Peruano en 1960 [45] y merece ser citada en su integridad:
La casa de Yves Tanguy
Donde sólo se entra en la noche.
Con la lámpara-tempestad
Afuera el país transparente
Un adivino en su elemento
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que uno no lo ve ya
Y la tela de Jouy del cielo
– Vosotros, desechad lo sobrenatural
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que uno no lo ve ya
Con todas las estrellas de juro por el cielo
Ella es de lazos, de jambas
Color de cangrejo en salsa
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que uno no lo ve ya
Con todas las estrellas de juro por el cielo
Con los tranvías reducidos en todos los sentidos a sus antenas
El espacio ligado, el tiempo reducido
Ariadna en su alcoba-estuche
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que uno no lo ve ya
Con todas las estrellas de juro por el cielo
Con los tranvías reducidos en todos los sentidos a sus antenas
Con la melena sin fin del argonauta
El servicio es ejecutado por esfinges
Que se cubren los ojos con ropa blanca
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que uno no lo ve ya
Con todas las estrellas de juro por el cielo
Con los tranvías reducidos en todos los sentidos a sus antenas
Con la melena sin fin del argonauta
Con el mobiliario fulgurante del desierto
Allí se maltrata, allí se cura
Allí se confabula al descubierto
Con la lámpara-tempestad
Con el aserradero tan laborioso que uno no lo ve ya
Con todas las estrellas de juro por el cielo
Con los tranvías reducidos en todos los sentidos a sus antenas
Con la melena sin fin del argonauta
Con el mobiliario fulgurante del desierto
Con las señas que cambian de lejos los enamorados
Es la casa de Yves Tanguy
46 Carlos Gernán Belli. “André Breton (1896-1966)”. En Suplemento Dominical de El Comercio, Lima, 22 (…)
63 | En la serie que se viene publicando desde hace años en el Suplemento Dominical de El Comercio, bajo
la denominación Las ideas y los hombres,
ha colaborado también con un breve pero incitante artículo sobre Breton que es un
ejemplo de buena prosa y penetración. [46]
47 Carlos Germán Belli. “El surrealismo en la poesía hispanoamericana”. En Revista Peruana de Cultura (…)
64 | Belli, interesado siempre en el superrealismo y en la modernidad, ha publicado
luego, en 1984, un personal e importante ensayo sobre el tema “El surrealismo en la poesía hispanoamericana”. [47]
Ultimas
menciones y traducciones de Breton
48 Mario Vargas LLosa. “Sobre la XI Exposición Internacional del Surrealismo:
Los manifiestos (I)”, e (…)
65 | El gran novelista peruano Mario Vargas Llosa que vivió durante un buen tiempo
en París, se ha referido tanto a André Breton como al grupo superrealista en dos
artículos publicados en 1965 y 1966 [48] con motivo de la Exposición Internacional
del Surrealismo organizada por André Breton que tuvo lugar en la Galerie de l’Oeil
en noviembre de 1965.
49 André Breton. “Ecuación del objeto encontrado”. En Amaru No. 1, Lima, enero de 1967, pp.
52-60.
50 Se encuentra en la miscelánea
“La experiencia de la poesía en su creación y en su tiempo”. En Amar (…)
66 | Al poco tiempo de la muerte de André Breton, Emilio Adolfo Westphalen tradujo
el capítulo III de L’amour fou (1937),
uno de los libros capitales del poeta francés, publicado en la entrega inicial de
Amaru [49] revista que el poeta peruano dirigió entre 1967 y 1971. Westphalen tradujo
luego una breve declaración de Breton tomada de las Entretiens del poeta francés con André Parinaud. [50]
67 | La traducción del capítulo de L’amour
fou se cierra con una excelente nota escrita con fineza y penetración, que trata
sobre la muerte y el significado de la figura del poeta francés:
No podríamos aceptar la muerte
de André Breton como un hecho diverso más entre los incontables de la crónica diaria.
En verdad, André Breton no fue nunca un personaje de esa crónica, sino de la poesía,
la leyenda o el mito. Era un hombre en que se concentraron fuerzas extraordinarias
cuyo poder de irradiación en el tiempo y el espacio, no apercibidas o reconocidas
quizás, no por ello dejan de seguir actuando y removiendo las apariencias de este
mundo. Muchos han escrito, y seguirán escribiendo, la “historia” de Breton y el Surrealismo. Sin
embargo, lo peculiar de un ser de leyenda, de un mito, es que nunca se sabe cuáles serán sus ramificaciones, metamorfosis,
ocultaciones, resurrecciones. Breton ha dejado tras de sí una vida llena de acciones, imágenes, ideas; algunas han sugerido,
de modo habitual o desusado, otras ideas, imágenes, acciones, aunque es de esperar
que, en una época más propicia, las mejores tal vez, las que todavía no han alcanzado
su resonancia total, se abran por fin en gozosa y exuberante florescencia. Sobre
Breton el Mago, no habrá tregua en lo que sobre él se puede especular, barruntar,
mentir. Ahí al frente, empero, quedará siempre la inamovible montaña que nos invita
al aire puro de la libertad, a una visión de nosotros que no es lo que nuestra vanidad
nos hace creer, sino lo que pudimos o podremos ser, lo que parece que nos empeñamos
en no ser.
51 En Creación y Crítica No.4, Lima, abril de 1971.
52 André Breton. Le surréalisme et la peinture. París, Gallimard, 1965.
68 | A la celebración de los 80 años del pintor Max Ernst con una retrospectiva
en las salas de la Orangerie del Jardín de las Tullerías, se publicó en la revista
Creación y Crítica el estudio de Breton
“Vida legendaria de Max Ernst” que data de 1950 [51] y que se encuentra reproducido en la versión definitiva de Le surréalisme et la peinture. [52] La versión castellana se debe al trabajo conjunto de dos poetas peruanos:
Javier Sologuren y Armando Rojas que dirigían la revista.
53 André Breton. Constellations. 22 gouaches de Joan Miró.
New York,
Editions Pierre Matisse, 1959.
54 En Oráculo No. 2, Lima, junio de 1981, pp. 11-13. Las traducciones corresponden
a los poemas: “Per (…)
55 Razón ardiente. Poesía francesa de Apollinaire a nuestros días. Traducción
y selección de Javier S (…)
69 | El poeta Javier Sologuren ha realizado varias verdones de poemas de Breton;
primeramente, cuatro poemas de Constellations [53] el último de los libros orgánicos de poemas del escritor francés que se
corresponden con 22 gouaches del pintor
catalán Joan Miró. Estas traducciones publicadas en la revista Oráculo [54] no están recogidas en ninguna de las dos ediciones del magnífico libro de
traducciones poéticas de Sologuren Las uvas
del racimo. De igual forma en su antología de poesía francesa contemporánea
reunida bajo el título de un verso de Guillaume Apollinaire, Razón ardiente, [55] Sologuren ha vertido cinco poemas de Breton entre los que destaca una nueva
versión de “Unión libre”. Las versiones de Sologuren, ejemplares
todas ellas, son notables por su fidelidad y su bella expresión castellana.
56 Ricardo Silva-Santisteban. El
ciervo en la fuente. Lima, Ediciones Pedernal,
1990. Los poemas de B (…)
70 | Quien les habla publicó hace varios años en publicaciones periódicas tres
versiones de poemas de Breton que se encuentran reunidas en mi libro de versiones
poéticas El ciervo en la fuente. [56]
La larga
y dedicada traducción de Armando Rojas
57 André Breton. El aire del agua. Traducción de Armando Rojas.
Lima, Ediciones de la Clepsidra, 1975
58 Los originales conservados de
esta traducción de los poemas de André Breton por Armando Rojas, nos (…)
71 | Antes de partir a París a fines de 1975, Armando Rojas (1945-1986), poeta
desaparecido en forma prematura, publicó la traducción completa del libro de Breton
L’air de l’eau en un delgado y elegante
cuadernillo. [57] Esta traducción no solo tiene
la virtud de su primacía en lengua castellana sino que está hecha con inteligencia
y sensibilidad para con las imágenes leves y sutiles de Breton, muchas veces faltas
de un referente cercano. Viviendo en París, comenzó el año siguiente de su llegada
a esta ciudad las traducciones de versiones de nuevos poemas de Breton correspondientes
a libros anteriores y posteriores de esta verdadera bisagra que es L’air de l’eau dentro de la obra poética
del escritor francés. A lo largo de la década siguiente continuó Armando realizando
nuevas versiones en forma lenta pero constante, en un trabajo que solo la muerte
pudo detener. La tarea, por desgracia, quedó inconclusa. [58] Lo testimonia, en primer lugar, el hecho de que existe un título que abarca
un período más amplio que el de las traducciones conservadas: Hasta perderse de vista (1919-1966). Luego,
un segundo título, aparentemente anterior, Poemas
(como el mismo Breton tituló con sencillez la antología de su obra poética reunida
en 1948) con la fecha de 1976, sin cerrar, de la reiniciación de las versiones en
París. Por otra parte, existen nueve versiones faltas de una revisión final, de
un total de cincuenta y dos poemas de Breton traducidos, pues los manuscritos mecanografiados
cuentan con numerosos sobrescritos autografiados en una búsqueda del matiz exacto
mediante la palabra precisa requerida en el transvase del francés al castellano.
72 | Creo que la publicación de esta dedicada, constante y excelente traducción
de Armando Rojas, cuya calidad excede largamente a todas cuantas conozco en castellano
(con excepción quizá de las versiones de Xavier Villaurrutia, Agustín Lazo y César
Moro) debe publicarse no solo como una estupenda muestra de la poesía de André Breton,
sino también por tratarse de un trabajo sin apremios realizado por amor a la literatura
que hermana, mediante la poesía, a las culturas de Francia y del Perú…
73 | En un país como el nuestro, cuyos inicios poéticos en castellano fueron las
versiones de los Sonetos y canciones de
Francesco Petrarca y Los Lusiadas de Luis
de Camoens en el siglo xvi por Enrique
Garcés, y se continuaron con La Rodoguna
de Pierre Corneille por Pedro Peralta y Barnuevo y de los dramas de Racine y Voltaire
por Pablo de Olavide en el siglo xviii,
la versión de los Salmos por José Manuel
Valdez y de los dramas y comedias de Shakespeare por José Arnaldo Márquez en el
siglo xix, de los poetas superrealistas
por César Moro y la poesía quechua antigua y tradicional por José María Arguedas
en el siglo actual, la publicación de la traducción de los Poemas de André Breton por Armando Rojas será una hermosa culminación
a estos gloriosos precedentes y un ábside perfecto para la honda y cálida recepción
del gran poeta francés en el Perú.
NOTES
1 En Amauta No. 17, Lima, setiembre
de 1928, p.96.
2 Puede leerse ahora en: André Breton. Poèmes, París, Gallimard, 1967, pp. 73-74.
3 Xavier Abril. Difícil trabajo. (Antología) (1926-1930). Madrid, Editorial
Plutarco, 1935. La sección Taquicardia,
fechada en 1926, es la que inicia este libro.
4 José Carlos Mariátegui. Correspondencia.
Introducción, compilación y notas de Antonio Melis. Lima, Biblioteca Amauta, 1984,
t. II, p. 452.
5 La respuesta de Breton a esta encuesta se encuentra transcrita en Amauta No. 18, Lima, octubre de 1928, pp.
1-3; fue reproducida un mes después en Labor
No. 1, Lima, noviembre de 1928, p. 3.
6 André Breton. Œuvres complètes I.
Edition établie par Marguerite Bonnet avec, pour ce volume, la collaboration de
Philippe Bernier, Etienne-Alain Hubert et José Pierre. Paris, Gallimard, 1988.
7 En Amauta No. 18, Lima, octubre
de 1928, p. 84.
8 En Amauta No. 24, Lima, junio
de 1929, pp. 49-52.
9 Ibid. p. 50.
10 José Carlos Mariátegui. “Nadja, por André Breton”. En Variedades
No. 1141,
Lima, 15 de enero de 1930.
11 José María Eguren. Obras completas.
Edición, prólogo y notas de Ricardo Silva-Santisteban. Lima, Mosca Azul Editores,
1974.
12 En Amauta No. 29, Lima, febrero-marzo
de 1930, pp. 21-23.
13 José María Eguren. Op. cit. p.
248.
14 En La Revista Semanal No. 187,
Lima, 2 de abril de 1931.
15 José María Eguren. Op. cit. p.
294.
16 En Variedades Nos. 1146 y 1148,
Lima, del 15 de febrero y del 5 de marzo de 1930, respectivamente.
17 En Mundial No. 509, Lima, 22 de
marzo de 1930. Los editores de las obras completas de Mariátegui lo asignan equivocadamente
a la revista Variedades.
18 César Vallejo. “Autopsia
del superrealismo”. En Variedades
No. 1151,
Lima, 26 de marzo de 1930, pp. 22-24. En Argentina el artículo de Vallejo se publicó
en la revista Nosotros No. 250, Buenos
Aires, marzo de 1930, pp. 342-347 y en Chile en Letras, Santiago de Chile, julio de 1930, pp. 27-28.
19 Un cadavre. París, 1930.
20 César Vallejo. Contra el secreto profesional.
Lima, Mosca Azul Editores, 1973, p. 33. En la crónica “Las pirámides de Egipto”, publicada en Mundial n° 302, Lima, 26 de marzo de 1926,
Vallejo narra la misma anécdota en forma resumida y ofrece como fuente el Manifiesto del superrealismo de Breton.
21 César Vallejo. Poesía completa.
Edición crítica y exegética al cuidado de Juan Larrea, con la asistencia de Felipe
Daniel Obarrio. Barcelona, Berral Editores, 1978, pp. 656-657.
22 En Variedades No. 976, Lima, 13
de noviembre de 1926, pp. 45-46.
23 André Coyné. “Ahora, al
medio siglo”. En César Moro. Cs poèmes…/Estos
poemas… Traducción de Armando Rojas. Madrid, Libros Maina, 19Í.7, p. 78.
24 En Le Surréalisme au Service de la
Revolution Nos. 5-6, París, 12 de marzo de 1933, p. 38.
25 En los números correspondientes al 5 y 11 de febrero y al 12 de marzo de
1933.
26 César Moro. Ces poèmes…, p. 82.
27 Ibid. p. 82.
28 Violette Nozières. Bruselas, Nicolas
Flamel, 1934.
29 Publicado en Escandalar No.11,
New York, julio-setiembre de 1980, pp. 65-68. Posteriormente, André Coyné lo ha
recogido en la edición de Ces poèmes…,
pp. 56-59.
30 Exposición de las obras de Jaime Dvor,
César Moro, Waldo Párraguez, Gabriela Rivadeneira, Carlos Sotomayor, María Valente.
Lima, mayo de 1935.
31 Luis Mario Schneider. México y el
surrealismo (1925-1950). México, Arte y Libros, 1978. Es el libro más completo,
informado y útil que conozco sobre el estudio del superrealismo dedicado a un solo
país de habla castellana.
32 En Letras de México No. 10, México,
octubre de 1939, p.5.
33 En Letras de México No. 27, México,
lo. de mayo de 1938, p. 4.
34 Ibid. p. 3.
35 La poesía surrealista. Traducciones
de César Moro. Suplemento de Poesía. Anexo
a la revista Poesía No. 3, México 1938.
Puede consultarse la reproducción facsimilar: Taller poético (1936-1938)/Poesía (1938). México, Fondo de Cultura Económica,
1981. la traducción de Moro se encuentra entre las pp.[373-388].
36 E1 artículo de Moro que critica el número 4 de VVV correspondiente a febrero de 1944 se encuentra entre las páginas
56-59, incluyendo el comentario de su editor que lo precede, en César Moro, Los anteojos de azufre. Prosas reunidas y
presentadas por André Coyné. Lima, [“Editorial San Marcos”], 1958.
37 André Breton. Arcarte 37. New
York, Brentano’s, 1945.
38 César Moro. “André Breton. Arcane 17”. En El Hijo Pródigo
No. 30. México,
setiembre de 1945, pp. 181-182.
39 Inédito.
40 André Breton (en collaboration avec Gérard Legrand).
L’Art magique. París, Club Français du
Livre, 1957; la respuesta de Moro se encuentra en las paginas 88-89.
41 En Le Surréalisme,
même No. 1, París, octubre de 1956, p. 60. Debo la copia de esta nota de Breton
a la gentileza de Madame Jacqueline Chénieux-Gendron.
42 André Breton. “Pleine marge/Amplio margen”. En Nuestro Tiempo No. 3. Lima,mayo de 1944, pp. 34-37.
43 André Breton. Pleine marge. Avec une eau-forte de Kurt
Seligmann. New York, Karl Nierendorf, 1943.
44 E.A. Westphalen. “La traducción de un poema de André Breton”. En La Prensa, Lima, 22 de octubre de 1944,
p. 6.
45 “El marqués de Sade ha vuelto al interior
del volcán en erupción” se publicó en una selección de
poesía francesa contemporánea en la revista Cultura
Peruana No. 129, Lima, marzo de 1959; “En la bella luz crepuscular de
1934” dentro de una selección de poetas surrealistas franceses
que incluye a César Moro en el Suplemento
Dominical de El Comercio, Lima, 24 de enero de 1965; la versión definitiva, hasta la fecha, de “La casa de Yves” en la revista Mercurio
Peruano No. 395, Lima, marzo de 1960, pp. 103-104.
46 Carlos Gernán Belli. “André Breton (1896-1966)”. En Suplemento Dominical de El Comercio, Lima, 22 de agosto de 1982.
47 Carlos Germán Belli. “El surrealismo
en la poesía hispanoamericana”. En Revista Peruana
de Cultura (Segunda época) No. 2, Lima, segundo
semestre de 1984, pp. 149-170.
48 Mario Vargas LLosa. “Sobre la
XI Exposición Internacional del Surrealismo:
Los manifiestos (I)”, en Expreso, Lima, 26 de diciembre de 1965,
p. 11; “Cuadros, objetos y esculturas (II)”, en Expreso, Lima, 2 de enero de 1966, p.
11.
49 André Breton. “Ecuación
del objeto encontrado”. En Amaru No. 1, Lima, enero de 1967, pp.
52-60.
50 Se encuentra en la miscelánea “La experiencia de la poesía en su creación y en su tiempo”. En Amaru No. 14, Lima, enero de 1971, p.
2.
51 En Creación y Crítica No.4, Lima,
abril de 1971.
52 André Breton. Le surréalisme et la peinture. París, Gallimard, 1965.
53 André Breton. Constellations. 22 gouaches de Joan Miró. New York, Editions Pierre
Matisse, 1959.
54 En Oráculo No. 2, Lima, junio
de 1981, pp. 11-13. Las traducciones corresponden a los poemas: “Personajes en la noche guiados
por las huellas fosforescentes de los caracoles”, “Mujeres en la playa”, “Mujer y pajaro” y “El bello pájaro descifrando lo desconocido
a la pareja de enamorados”; tambien
se reproducen los gouaches de Miró.
55 Razón ardiente. Poesía francesa de
Avollinaire a nuestros días. Traducción y selección de Javier Sologuren. Lima,
Editorial Colmillo Blanco, 1988. Los poemas de Breton traducidos son: “Girasol”, “Unión libre”, “El verbo ser”, “El águila sexual… “ y “En el camino de San Romano”.
56 Ricardo Silva-Santisteban. El ciervo
en la fuente. Lima, Ediciones Pedernal, 1990. Los poemas de Breton traducidos
son: “Vigilancia”, “Rano Raraku” y “En la senda de San Romano”.
57 André Breton. El aire del agua.
Traducción de Armando Rojas. Lima, Ediciones de la Clepsidra, 1975.
58 Los originales conservados de esta traducción de los poemas de André Breton
por Armando Rojas, nos fueron entregados por Michèle Gaudin, la fiel compañera de
sus últimos años, a quien agradecemos su singular devoción y su confianza que esperamos
restituir con la publicación de los mismos.
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EDIÇÃO COMEMORATIVA | CENTENÁRIO
DO SURREALISMO 1919-2019
Artista convidada: Leonor Fini
(Argentina, 1907-1966)
Agulha Revista de Cultura
20 ANOS O MUNDO CONOSCO
Número 138 | Julho de 2019
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
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