Na Agulha Hispânica # 9 (maio de 2011) insiro no corpo do editorial uma conversa que tive com
o jornalista venezuelano Miguel Antonio Guevara acerca de meu trabalho editorial.
Trata-se de diálogo relevante porque ali tratamos dos destinos da Agulha Revista
de Cultura em sua nova fase, bem como da criação
e desenvolvimento de dois outros projetos editoriais, a Banda Hispânica e a Banda Lusófona, surgidos ainda no decorrer de nossa parceria com o Jornal de Poesia. Reproduzo ainda nesta nossa edição comemorativa
dos 20 anos da Agulha Revista de Cultura
o último editorial da Agulha Hispânica
(novembro de 2011). Os dois referidos textos se somam a uma série de depoimentos
e arquivos que registram a importância do trabalho editorial da Agulha Revista
de Cultura e seus desdobramentos na consolidação
de parcerias em alguns países. Aqui estamos, 20 anos o mundo conosco. E seguiremos.
Abraxas
• MIGUEL ANTONIO GUEVARA | Breve diálogo con Floriano Martins
MAG | Con todo respeto, poeta. Usted es una de esas personas que
con bastante esfuerzo y dedicación ha mostrado a gran parte de los ávidos investigadores
y lectores de la poesía latinoamericana que el Brasil es mucho más que fútbol, samba
y carnaval. Me refiero precisamente a ese esclarecimiento en torno al desconocimiento
que existe entre nosotros mismos, habitantes de este gran territorio. ¿Cree usted
que actualmente podemos hablar de un mayor reconocimiento de la palabra, y me refiero
especialmente al acervo literario de habla portuguesa, que desde hace tanto lo tenemos
al lado y por distintas brechas, entre ellas la del idioma, nos han impedido acceder
a ella? Por otro lado, ¿cree usted que a través del Internet se ha llevado la voz
poética brasileña a nuevos lugares, a nuevos lectores? Basta con colocar “poetas
brasileños” en un buscador para recibir decenas de nombres.
FM | Yo no tengo participación, por
ejemplo, en el conocimiento que los venezolanos tienen de literatura brasileña.
Creo que el catálogo de la Biblioteca Ayacucho habla por si solo. Yo he publicado
muestras de la poesía brasileña en España, México, República Dominicana, pero no
en Venezuela. Una lástima que todavía no tenga sido posible la edición de la obra
poética de Carlos Drummond de Andrade, preparada por mí para Ayacucho. Drummond
fue poeta mucho leído en español hace décadas, pero actualmente ya no se encuentran
sus libros en este idioma. Hay otros brasileños importantes, como Jorge de Lima,
Murilo Mendes, Raul Bopp, Augusto Meyer, Gerardo Mello Mourão, que aún no se conocen en tu país. El problema más grande tiene que ver con los herederos. Por otro lado, no hay problema con el fútbol, la samba y el carnaval. Son aspectos fuertes, característicos de toda una cultura. Lo que pasa es que esas fuerzas fueron como que destrozadas por exceso de intromisión del mercado en la magia de sus acentos. Pero lejos de sembrar nostalgia, lo que tenemos que hacer es buscar nuevos mecanismos de explorar la creación y sus trucos de difusión. Por supuesto que la Internet es parte de eso, pero no es todo, tampoco es Dios que va a arreglar todos los dilemas de la cosa. En cuanto a eso de buscar a los poetas brasileños en la Internet, bueno, puedes encontrar varios en el Proyecto Editorial Banda Lusófona (que incluye también poetas de lengua portuguesa en los demás países que hablan ese idioma), así como en páginas particulares (blogs) y una que otra publicación periódica. El principal espacio en este sentido es el Jornal de Poesía, que dirige Soares Feitosa, que es nuestro asociado. Ahora mismo estamos buscando una manera de actualizar las páginas, su contenido y también su diseño. Sin embargo, sigue faltando la creación – que en mi entender es una responsabilidad de naturaleza institucional – de un sitio amplio donde se pueda encontrar reunida la obra de nuestros más importantes poetas. En verdad, hay que buscar un equilibrio en la participación del Estado en su actuación en el ambiente cultural. No puede el Estado ser resbaladizo, como en Brasil, así como no lo puede ser demasiado pegajoso, como en Venezuela. Las dos situaciones hacen daño a la cultura. Como todo en la vida, hay que buscar equilibrio.
Murilo Mendes, Raul Bopp, Augusto Meyer, Gerardo Mello Mourão, que aún no se conocen en tu país. El problema más grande tiene que ver con los herederos. Por otro lado, no hay problema con el fútbol, la samba y el carnaval. Son aspectos fuertes, característicos de toda una cultura. Lo que pasa es que esas fuerzas fueron como que destrozadas por exceso de intromisión del mercado en la magia de sus acentos. Pero lejos de sembrar nostalgia, lo que tenemos que hacer es buscar nuevos mecanismos de explorar la creación y sus trucos de difusión. Por supuesto que la Internet es parte de eso, pero no es todo, tampoco es Dios que va a arreglar todos los dilemas de la cosa. En cuanto a eso de buscar a los poetas brasileños en la Internet, bueno, puedes encontrar varios en el Proyecto Editorial Banda Lusófona (que incluye también poetas de lengua portuguesa en los demás países que hablan ese idioma), así como en páginas particulares (blogs) y una que otra publicación periódica. El principal espacio en este sentido es el Jornal de Poesía, que dirige Soares Feitosa, que es nuestro asociado. Ahora mismo estamos buscando una manera de actualizar las páginas, su contenido y también su diseño. Sin embargo, sigue faltando la creación – que en mi entender es una responsabilidad de naturaleza institucional – de un sitio amplio donde se pueda encontrar reunida la obra de nuestros más importantes poetas. En verdad, hay que buscar un equilibrio en la participación del Estado en su actuación en el ambiente cultural. No puede el Estado ser resbaladizo, como en Brasil, así como no lo puede ser demasiado pegajoso, como en Venezuela. Las dos situaciones hacen daño a la cultura. Como todo en la vida, hay que buscar equilibrio.
MAG | La palabra, la poesía misma es
encuentro. Encuentro con el pasado, con el presente. Ahora mismo vivimos ese encuentro
del poema, de la escritura a pulso a la del presente y las nuevas formas. Todo se
acelera y continúa acelerándose vertiginosamente, mucha gente ha abandonado los
diarios escritos a mano. La máquina de escribir. También la infructuosa vía hacia
las editoriales para dar a conocer su voz. En la red se encuentran cientos de portales
digitales, diferentes espacios que a través de sencillos editores de texto nos ofrecen
la difusión de la palabra para seguir asumiendo el oficio, dando rienda suelta a
la exclusa abierta de la palabra. Usted mismo es partícipe del Proyecto Editorial Banda Hispánica que tiene
proyección mundial gracias a estas nuevas vías. ¿Qué tan válido sería argumentar,
o mejor dicho, redimensionar la teoría, el análisis literario de siempre en una
visión basada en esa disposición a recibir directamente la crítica del lector, de
cualquier persona que sea capaz de acceder a nuestros espacios en donde ponemos
a disposición la obra ejecutada?
FM | La aceptación del arte no es fruto
de una imposición, sino de una descubierta. Por supuesto que un programa de gobierno,
en su concepción más sinistra, puede llevar toda una población a desfrutar mala
poesía. Es posible, pero seguro un día, por ventanas olvidadas de ese sistema perverso,
pasará un trozo de sensibilidad que posará su mirada en buena poesía. La Internet
es un mecanismo sólo de circulación, más amplia que el libro, por ejemplo, de poesía.
Pero lo que acaba por imponer su lectura, imponer la descubierta de un poema, de
un poeta, es la calidad de la obra. Lo mismo pasa con los creadores, con los poetas.
Si es un tipo cerrado, harto de vanidad, que se toma demasiado en serio, no importa
que su crítico llegue a través del periódico impreso o de la pantalla de la computadora.
Simplemente no tendrá ojos para él.
MAG | En entrevista realizada en Venezuela
por el poeta Hermes Vargas usted afirma que en éste nuestro continente suramericano,
poseemos una de las tradiciones líricas más fuertes del mundo. En pleno siglo XXI,
¿cómo asumimos una posición inclinada en el sentido de originalidad, si se ha escrito
tanto es posible seguir participando en un contexto de autenticidad, después de
tanta información y tanto que se ha dicho y hecho?
FM | Es un riesgo poner demasiada importancia
en la información cuando el tema es originalidad. El hecho de que se agranden los
desafíos es motivo para que uno se quede todavía más atento a las resultantes de
esa relación. Nuestro tiempo es el tiempo del arte machacado por el mercado y la
política. El mismo Octavio Paz ya llamaba la atención de eso hace décadas. Cambiamos,
en nombre de esas dos fuerzas, los conceptos de avaluación del arte. Y el inmediatismo,
que es el palco de lectura de lo que se produce en nuestro tiempo, es un verdadero
enemigo de la creación artística. En gran parte, por esa razón es que la fuerte
tradición lírica de que hablo, en nuestro continente, ya no sea tan expresiva y
reveladora.
MAG | Un detalle excelente de la plataforma
de publicación o muestrarios online, es que precisamente en esos espacios nos exponemos
a una inmediata confrontación con el público, un contacto directo. Ejemplo preciso
es una nota que transcribió un poeta venezolano amigo mío en una red social. Se
trata precisamente de su entrevista en Escritura conquistada a Luis Alberto
Crespo, en donde usted mismo comenta: “Al contrario de países como Puerto Rico y
Uruguay, casi no se verifica, en Venezuela, la presencia de mujeres que escriban
poemas. Casos aislados son Ana Enriqueta Terán y Hanni Ossott”. Usted no se imagina
la cantidad de respuestas que recibió sobre todo con eso de “Casi no se verifica”.
¿Cómo nos justifican Floriano Martins y Luis Alberto Crespo tantos nombres pasados
por alto, dejando de lado tantísimas voces femeninas de nuestro territorio? Sobre
todo tomando en cuenta la importancia del documento que usted realiza, que ciertamente,
tiene una repercusión continental.
FM | Hablas de cantidad, algo que no
sirve sin calidad. En Venezuela no hay una mujer poeta de fuerza expresiva como
las argentinas Olga Orozco u Alejandra Pizarnik. Lo mismo en relación a las uruguayas
Marosa di Giorgio u Amanda Berenguer. Igual que la peruana Blanca Varela. Pero eso
no llega a ser un problema, no estamos proponiendo una pelea de géneros, diciendo
que la poesía hecha por hombres es mejor, o que la poesía en Argentina o Perú sea
mejor que la venezolana, nada de eso. Es simplemente una verificación. Cambiemos
Venezuela por México o Chile, da igual. Peor que en Chile la presencia de un Premio
Nobel (Gabriela Mistral) no fue suficiente para generar una presencia femenina más
expresiva en su lírica. Yo particularmente no veo dilema en eso. La referencia al
tema, en la entrevista, fue simplemente para saber la opinión de Luís Alberto Crespo.
Yo hablé en dos nombres, pero en las antologías internacionales de la poesía hispano-americana,
por ejemplo, simplemente no hay poetas venezolanas. Pero también no hay bolivianas
o paraguayas. Lo primero que uno piensa sería en el fuerte influjo agrario en la
historia de cada país, o sea, que todo eso no tiene que ver propiamente con la poesía,
pero con la situación que enfrenta (sufre) la mujer en su ambiente cultural. Era
el tema que yo esperaba fuera desarrollado por el entrevistado.
• AGULHA HISPÂNICA FINIS TERRAE
Em janeiro de 2010 publicamos o número inicial
da revista Agulha Hispânica. Completamos agora, em novembro de 2012, seu
ciclo previsto de 12 edições e um total de 132 matérias, todas elas dedicadas às
artes e à cultura de língua espanhola. As cartas de navegação indicam que construíamos
aqui uma ponte em duplo sentido. De um lado, a conclusão de uma primeira fase (1999-2009)
da Agulha Revista de Cultura; de outro, a sempre necessária recordação de
que o Brasil não é um continente em si, mas sim parte de uma terra mais vasta, em
sua grande maioria determinada por uma cultura de língua espanhola. Graças a este
segundo aspecto, tratamos de definir melhor os nossos projetos editoriais, criando
ao lado da já existente Banda Hispânica um equivalente a que intitulamos Banda Lusófona.
A partir de janeiro de 2012 cuidaremos de
uma segunda fase da Agulha Revista de Cultura, de acordo com o que já antecipamos
em sua edição # 0 (setembro de 2011). O conjunto de matérias publicadas pela Agulha
Hispânica poderá ser visitado pelo leitor interessado a qualquer momento em
nosso portal.
Em dois anos de circulação da Agulha
Hispânica, há um balanço mínimo que cabe aqui observar. Houve certa decepção
da parte de colaboradores de língua portuguesa quando dissemos que os temas de interesse
da revista circunscreviam-se à cultura e às artes de língua espanhola. Um acompanhamento
estatístico permitiu verificar que fomos mais visitados por leitores de língua espanhola
do que leitores de língua portuguesa. A ideia de despertar a atenção, no leitor
brasileiro, acerca de um ambiente cultural de um idioma vizinho, não funcionou.
O poeta argentino Aldo Pellegrini,
em 1966, ao publicar na Espanha sua Antología de la poesía viva latino-americana,
dizia, no prólogo, que “Brasil y la
América hispana comparten los mismos problemas y utilizan un idioma accesible para
cualquiera de las partes”. O desejo, mais do que constatação, de Pellegrini,
é algo que não se verificou até hoje, exceto em um ambiente circunstancial que mais
reflete uma justificativa da ausência de diálogo do que propriamente um interesse
de aproximação cultural. Mesmo nas mesas de negociação comerciais ou diplomáticas
encontramos desinteresse mútuo em maior conhecimento da língua ou da cultura dos
países envolvidos.
Brasil e América Hispânica são dois mundos
desencontrados. Os pontos em comum são de uma graça magnífica, porém é uma terra
de cegos, em que ninguém quer ver; nativos simplesmente se regozijam da cegueira
que os impede de compartilhar um mundo tão vasto e rico, tão múltiplo e afinado
em uma legitimidade mestiça que dota o próprio continente americano de uma potencialidade
invejável. Aventurar-se como o fez Ken Burns (1953) pelas vísceras da formação do
jazz nos Estados Unidos e a partir dessa viagem compor um documentário que reflete
essencialmente uma riqueza mestiça, é algo que nos falta à América Latina, naquele
sentido de estabelecer diferenças, similitudes, singularidades, afinidades, uma
viagem musical cujas entranhas podem dar a senha para descobrir outras viagens,
no mundo plástico, na literatura etc. Não justifica eleger os Estados Unidos como
um inimigo comum, ao mesmo tempo em que não fazemos nada por mergulhar em nossa
história e buscar conhecimento ulterior e pontos coincidentes.
A história da colonização do continente
americano é a mesma, de uma ponta a outra de nossa vastidão territorial, sob muitos
aspectos. Exploração humana e de recursos minerais, escravidão e deformação religiosa.
O balanço de meio milênio não nos torna mais ou menos vítimas ao norte ou ao sul.
Desastres ecológicos, acidentes “naturais” provocados, racismos disfarçados em truques
de inclusão
social, não há governos mais ou menos cretinos em toda a extensão territorial. Cada um participa com seu talento para a desagregação. E à sua maneira, ao modo da conveniência de cada um, as castas intelectuais são coniventes, passivas ou ativas, desse processo de desintegração cultural.
social, não há governos mais ou menos cretinos em toda a extensão territorial. Cada um participa com seu talento para a desagregação. E à sua maneira, ao modo da conveniência de cada um, as castas intelectuais são coniventes, passivas ou ativas, desse processo de desintegração cultural.
Eu sempre encontrei muita dificuldade no
meio intelectual de meu país ao dizer: “temos uma responsabilidade direta nisto…”,
em grande parte por esse alheamento que tanto caracteriza o intelectual no Brasil,
essa ideia distorcida de que errados são os outros. Um país sem diálogo, que avança
(não evolui) por negociações sob a mesa, subterfúgios, arranjos irreveláveis, subornos
etc. Uma mesma casta se julga no direito de dissociar-se em defesa ou acusação de
Cuba, Estados Unidos, Venezuela, Honduras, sob inúmeros aspectos alheia à essência,
alimentada futilmente pelos efeitos de mídia. O Brasil abandonou à própria sorte
sua região central e se fez cego em relação à fronteira com os demais países sul-americanos.
A única ponte possível, nos dois casos, é a da prevaricação política, do tráfico
em suas múltiplas formas corrosivas, a prostituição etc. Nem os poetas da região
escrevem sobre o tema. Ninguém se compromete com nada neste país. Terra de Pilatos,
aqui ninguém suja as mãos. O país olha para um mar fictício, talvez sonhando com
D. Sebastião que venha nos trazer a glória excelsa na terra.
Contudo, a maravilha da existência humana
é que os desafios não se esgotam. Concluímos este breve ciclo de dois anos da revista
Agulha Hispânica, que assume nova forma de circulação dentro do Projeto Editorial
Banda Hispânica, ao mesmo tempo em que inauguramos, já em janeiro de 2012, a nova
fase da Agulha Revista de Cultura. Sempre contando com a cumplicidade irmã
do Jornal de Poesia, avançamos em mais uma etapa, plenamente conscientes
de nossa contribuição à cultura.
*****
EDIÇÃO COMEMORATIVA | CENTENÁRIO
DO SURREALISMO 1919-2019
Agulha Revista de Cultura
20 ANOS O MUNDO CONOSCO
Número 147 | Dezembro de 2019
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
logo & design | FLORIANO MARTINS
revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS
| MÁRCIO SIMÕES
ARC Edições © 2019
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