terça-feira, 14 de dezembro de 2021

ALFONSO PEÑA & FLORIANO MARTINS | De la gran fraternidad surrealista a las presentaciones especiales



A principios de los años ochenta, en nuestra casilla postal apareció el tabloide Resto do Mundo. Llegaba de Fortaleza, Brasil. Estábamos habituados a recibir diversos materiales de Hispanoamérica; en la redacción de la revista Andrómeda era muy frecuente ver un abanico de importantes publicaciones (Plural, Casa de las Américas, Crisis, Puesto de combate, Anthropos, Punto Seguido, Diario de Poesía, entre muchas otras). Muy pronto entramos en contacto con el editor de Resto do Mundo, el poeta cearense Floriano Martins.

De entrada, sorprendía gratamente que esa publicación apuntase a la poesía de Latinoamérica con la intención de darla a conocer en Brasil, pues a su editor le preocupaba que Brasil, por su enorme superficie, su diversidad cultural y su “mixtura”, solo se viera a sí mismo. Floriano le daba gran importancia al Surrealismo Latinoamericano. Cuando nos conectamos directamente, nos envió alguno de sus materiales. Desde entonces mantenemos un diálogo intenso y constante. Las parcerías y complicidades van en uno y otro sentido.

La edición de Escritura Conquistada (Diálogos con Poetas Latinoamericanos, 1998) fue una buena muestra de la capacidad investigativa de Floriano. Luego vendría el volumen O começo da busca (2001), para adentrarse en la corriente del Surrealismo Latinoamericano. Con Alma em chamas (1998), inauguró la senda de su propia creación.

Además de sus ensayos sobre literatura, música y plástica, Martins se mueve con soltura en el terreno de la traducción; tampoco se puede pasar por alto que mantiene una gran comunicación con los mundos de la plástica y la música.

El surgimiento de Internet, le dio un nuevo ritmo al poeta Floriano Martins. Desde el espacio virtual y junto al colega paulista Claudio Willer, han consolidado su mensaje, a través de la creación, a fines de 1999, de Agulha, Revista de Cultura (www.revista.agulha.nom.br). En esta publicación electrónica se combinan los trabajos críticos y de investigación, además de las entrevistas con artistas de distintas latitudes. En este medio -como si se tratase de fantásticos bailarines- el español y el portugués sostienen un diálogo ágil.

Una experiencia interesante: enviar un mail al poeta Martins; es muy posible que la respuesta llegue de inmediato. Muchos quedan sorprendidos por esa celeridad que es, simplemente, el resultado de la genuina vocación de Floriano por mantener contacto con sus lectores y amigos de todo el mundo.

En la conversa que sigue se ilustra cabalmente ese deseo, que él ha logrado a plenitud. [AP]

 

AP Floriano, recuerdo las primeras ediciones (a mediados de los años ochenta), que vos enviabas desde Fortaleza a los diferentes países hispanohablantes. Llamaba la atención el tabloide con el nombre Resto do Mundo. Era una publicación que infundía vigor a la creación poética y la gráfica. Ya en esa época se podía advertir tu interés y el “coloquio” que mantenías con la corriente del Surrealismo Latinoamericano. Será muy esclarecedor que nos hables sobre este tema.

 

FM No sólo el Surrealismo. En el inicio de los 80, comienzo a descubrir América Hispánica, un mundo enteramente nuevo para mí. Quedo verdaderamente fascinado con la intensidad, matices, lenguaje, actuaciones, son lecciones que voy tomando en cada nuevo contacto. Ya entonces colaboraba con la prensa en algunos lugares de Brasil y en Portugal, con traducciones, artículos y entrevistas referentes a la poesía hispanoamericana. El diario Resto do Mundo surge de la necesidad de fundar un espacio específicamente dedicado a la difusión de literaturas desconocidas en Brasil. El dilema fue el mismo de siempre, por el que ya pasamos todos nosotros, editores en cualquier lugar del mundo: no había soporte financiero para dar continuidad a la aventura editorial. Mis primeros contactos con el surrealismo en América Latina coinciden con este período. Claro que antes conocía las residencias nerudianas, sin embargo, hablo aquí de otra dimensión del surrealismo, más profunda (del punto de vista del lenguaje y también del carácter de la escritura y de su autor) y que posee un tono distinto al surrealismo europeo. En esa época tenía correspondencia con estudiosos como los españoles Jorge Rodríguez Padrón y Ángel Pariente, también con el rumano Stefan Baciu. Fueron años de una correspondencia muy intensa, sobre todo con Rodríguez Padrón. Registré todo eso en forma de entrevistas, y recuerdo que tú mismo trataste de publicar una parte de este diálogo con Rodríguez Padrón (posteriormente la serie completa, fue incluida en una edición de Cuadernos del Ateneo, en Tenerife). Por otro lado, cuanto más aprendía yo con los dos españoles, más me parecían absurdas las ponderaciones del rumano. Donde Baciu veía surrealismo, yo sólo conseguía ver modernismo, cubismo y otras señales oriundas de una mezcla de períodos. De tal manera, aquella antología del surrealismo que él publicó fue desde el primer momento motivo de desafío para mí, el desafío de la corrección; el volumen me incomodaba de tal forma que me impuse la tarea de corregirlo.

 

AP La pesquisa te abrió puertas inesperadas. Entraste en contacto y participación inmediata con muchos creadores del continente. Me queda la impresión de que cuando das a conocer O começo da busca estabas “iluminando la senda”. Poco tiempo después aparecería el impresionante volumen Un Nuevo Continente, Antología del Surrealismo en Nuestra América (Ediciones Andrómeda, 2004) con una extraordinaria colección de retratos de los poetas participantes realizados por el artista Fabio Herrera. Cuando me adentro en las páginas del libro, experimento un “vértigo” al encontrarme con poetas de muy diferentes estirpes: César Moro, Aimé Cesaire, Olga Orozco, Roberto Piva, Eunice Odio, Claudio Willer, Emilio Adolfo Westphalen, solo para citar algunos. Conversemos en términos de la idea primigenia; lo que desencadenó en los últimos años.

 

FM Son los matices a los que me refería anteriormente. Sumemos nombres como los de Enrique Gómez-Correa, Francisco Madariaga, Enrique Molina; estos tres, por ejemplo, al lado de César Moro y Aimé Cesaire, son para mí el quinteto fundamental del surrealismo en América Latina, donde localizamos los registros más renovadores del surrealismo. Son ellos, en esencia, lo que se podría llamar: fundadores del surrealismo en nuestro continente. Toda aquella carta de principios dada por el surrealismo es ambientada entre nosotros: establece una boda perfecta entre el plano intelectual y orgánico, las afinidades con el surrealismo europeo y su correspondencia con los planos cósmicos y existenciales del continente americano. La fundación, por así decir, de un nuevo continente. Es interesante observar que todo este asunto era absolutamente sigiloso en Brasil en los años 80 y también en la década siguiente. Mi encuentro con Sergio Lima propició algunas realizaciones (muestras colectivas, folletos, un ciclo de ponencias), sin embargo, era preciso avanzar en relación al tema, sin guiarse por el proceso de ortodoxia y, al mismo tiempo, tratando de tocarlo con más osadía en términos de proyectos editoriales. Hubo entonces un reencuentro con Claudio Willer, quien luego invité para coeditar conmigo Agulha, Revista de Cultura, creada al final de 1999. Con Willer fue posible avanzar en los dos planos esenciales: abolir toda y cualquier perspectiva de ortodoxia y crear condiciones de ampliación, de difusión y discusión del tema. En otra época serían impensables aspectos como haber sido invitado por la Academia Brasileña de Letras para dar una conferencia sobre surrealismo en Brasil y que la Editora Perspectiva, dedicara un extenso volumen (1.000 páginas) al surrealismo, invitándonos a mí y a Willer, entre otros, para componer el grupo de ensayistas que conforman esa obra. También fuera de Brasil fue posible avanzar, dando legitimidad al tema, tratando de Breton. La antología que editaste en Andrómeda fue bastante ampliada, manteniendo título y proyecto original para un volumen de casi 700 páginas que en el 2008 publicó Monte Ávila Editores, en Venezuela. Pude allí avanzar en mi investigación (no diría aun que la haya concluido), hasta donde es posible localizar la presencia del surrealismo.

 


AP Poco tiempo después das el salto y la experiencia surreal latinoamericana te lleva a investigar “las raíces del surrealismo” en la península ibérica. En ese momento ¿se podría hablar de un “Surrealismo hispanoamericano”? Cuéntanos sobre las claves y pistas de tu investigación.

 

FM Esa laguna permanece, hay estudios dedicados al surrealismo en Portugal o en España, por separado, la mayor parte de ellos manteniendo cierta connotación historicista, de fijar el surrealismo en un momento dado de la historia, privándolo de actualidad. Comencé a preparar una antología del surrealismo en la Península Ibérica; sin embargo, me vi forzado a interrumpir este proyecto para atender la invitación de la Secretaría de Cultura de Ceará para tratar la curaduría de una Bienal Internacional del Libro. Ahora en el 2009 retomo el proyecto; inclusive retomo correspondencia con un español Ángel Pariente, autor de una antología del surrealismo en lengua española. Yo creo que es importante comprender esas relaciones entre América Ibérica y la Península matriz. En Brasil, por ejemplo, se refiere como absurdo (esto es una observación, bien reciente) nuestro desconocimiento de lo que pasa en América Hispánica.

Lo cierto es que hay desinformación y mala comprensión, y también manipulación de la información en muchos casos. Esta es también nuestra relación con Portugal. En los últimos cinco años, decenas de autores portugueses vienen siendo publicados en Brasil por iniciativa y apoyo financiero del gobierno portugués. Si se tratase una iniciativa política exterior de Suecia, aquí estaríamos con una valiosa bibliografía sueca. ¿Comprendes el espíritu de lo que digo? Carecemos, en Brasil, de consistencia histórica. Lo peor es que oímos esta frase diariamente y a nadie importa tomar la iniciativa de corregir ese tema. Se trata, entonces, de un dilema percibido y no corregido por interés, o lo que sea. Se ha establecido una hipocresía al respecto. Sin embargo, me indagas también sobre un “surrealismo hispano-americano”, y confieso no sentir atractivo alguno por este tipo de gentilicio aplicado a la creación artística. Las distinciones que he mencionado, cuando me referí a un quinteto a destacarse, se reporta al surrealismo de América Latina, en el que incluí los países que hablan portugués y francés. En América Hispánica, como en cualquier otra parte donde influyó el surrealismo, identificamos, en grado menor o mayor, aquellos poetas y artistas que rigurosamente siguieron la cartilla de los manifiestos parisienses y de las turbulentas orientaciones del grupo que dio origen al tema, y algunos otros que, aunque identificados con todos los aspectos evocados por el surrealismo, tenían una contribución muy peculiar que sumar al surrealismo y/o comprendían que el ambiente de formación, la realidad con que convivían, implicaba una escala distinta de afinación. ¿Nombres? No hay duda de que Jorge Cáceres haya sido, en Chile, un poeta más sustantivo en su relación con el surrealismo que Braulio Arenas, por la intensidad con que el primero dialogó con las ideas que generan el movimiento, en momento alguno acatándolas como órdenes de un bureau intelectual. ¿Otro caso? En Canadá la afinidad de artistas plásticos en Canadá, el manifiesto Refus Global, fue siempre crítica, y la presencia de poetas como Paul-Marie Lapointe o Roland Giguère es un diferencial enorme, en el sentido de que no eran seguidores de una estética. La obra de Lapointe inclusive se disocia en varios momentos del surrealismo. ¿Otro ejemplo? El rechazo a la actualidad del surrealismo cuando llegamos a los años 60 y aparece la contracultura. Sin la presencia de la contracultura no tendríamos poetas como Philip Lamantia, Roberto Piva y Jotamario Arbeláez. No quiero decir que la gran disidencia interna del surrealismo esté invariablemente ligada a este aspecto ortodoxo. Sin embargo, es cierto que entre nosotros, en nuestro continente, provocó algunos malentendidos clásicos.

 

AP Para nuestros lectores será muy importante conocer que existe en Internet un dossier actualizado y que “crece” constantemente dedicado al Surrealismo. Es un portal donde hay una completa documentación sobre este movimiento. ¿Cuál ha sido la reacción de los cibernautas?

 

FM Comencemos por el enlace: www.triplov.com/surreal/index.html. La idea surgió de una conversación que tuvimos María Estela Guedes y yo; ella dirige este valioso punto de cultura en Lisboa, TriploV: www.triplov.com. Damos al sitio una actualización relativa, muy ágil, sin embargo, en Portugal, o a partir de Portugal, genera innumerables aspectos vinculados a la cultura en nuestros países, Portugal y Brasil. Yo diría que TriploV, en su relación íntima con Agulha – Revista de Cultura, es el acento mayor en las relaciones culturales en tal ámbito. La reacción de los cibernautas nos coloca en una situación de punta en cuanto a sitios más visitados en Internet. Junto con el Jornal de Poesia (Brasil); www.jornaldepoesia.jor.br, somos los espacios dedicados a la cultura, en ámbito portugués y español, más visitados en Internet.

 

AP En 1998 aparece el volumen Escritura conquistada (diálogos con poetas latinoamericanos) bajo el sello editorial Letra y Música de Fortaleza. Fue, sin duda, un paso decisivo en cuanto a la relación de Brasil con la poesía latinoamericana en su plenitud.

 

FM Técnicamente yo diría que sí. El libro inclusive me sorprendió en términos de reconocimiento crítico. Algunos nombres de buena inflexión crítica en Brasil trataron de él en la prensa de forma satisfactoria, lo que no quiere decir que lo hayan pura y simplemente elogiado; sin embargo, entendieron el principio de la aventura cultural que el libro establece. Hasta en el exterior Escritura conquistada tuvo alguna sorprendente acogida, con reseñas críticas y reproducciones de entrevistas en países como México, Estados Unidos y Argentina. Sin embargo, el libro circuló poco, no hubo un sistema de distribución, además de lo que era incompleto dentro del proyecto que me propuse. Conservo un volumen inédito de casi 700 páginas que contienen entrevistas con 52 importantes poetas iberoamericanos. El término “decisivo” es tuyo, una delicadeza; yo particularmente no sé hasta qué punto Brasil percibe la dimensión del hecho. De cualquier manera, el libro es un registro, está hecho, no puede ser borrado.

 

AP En algunas oportunidades en que he asistido -en diversas ciudades- a Ferias del Libro y encuentros poéticos, me percato de que muchos amigos se refieren con asombro acerca de tu figura y tu quehacer. Muchos comentan que no te despegas del ordenador, otros te ven como “un virus cibernético”. Sin embargo, la fascinación proviene de que “ninguno” se explica la multiplicidad de las funciones de Floriano Martins… Ensayista, editor electrónico, traductor, poeta, artista visual, promotor cultural, hábil entrevistador… Conversemos de la revista Agulha, que en enero del 2009 ha llegado a la “desmesurada” edición 66, timoneada por Claudio Willer y vos.

 


FM Creo que todo se resume en un término: intensidad. Sin embargo, yo sigo creyendo que la intensidad no debe ser medida por el volumen de producción. Hay que discutir el carácter de la oferta, la naturaleza de la producción, su raíz o principio, o cualquier otro nombre que tenga. Agulha Revista de Cultura acaba de entrar en su 10 año de actividad ininterrumpida. Somos casi los fundadores de Internet (risas). La opción por circular de forma bilingüe vinculando las culturas de lengua portuguesa y española tuvo una recepción extraordinaria. No me gustan las estadísticas, de tal manera que evito el tema. Me gusta recibir mails diarios de todas partes del mundo consultándonos sobre autores y temas que publicamos. Me gustan las invitaciones que los editores recibimos para participar de eventos internacionales y organizar publicaciones dedicadas a la literatura brasileña. Me gusta la manera como gente de otras áreas -música, teatro, artes plásticas- se aproxima a nosotros con un sentido muy peculiar de complicidad. Entramos en una fase que nos reclama una responsabilidad mayor, porque hoy somos referencia en el mundo virtual. ¿Qué quiere decir esto? Nada. Hay que seguir trabajando. Willer y yo sabemos eso.

 

AP Otra de tus pasiones es la traducción de textos poéticos y narrativos. Siempre se ha considerado que el traductor “camina al borde del abismo”, “al filo de la navaja”. ¿Eso siente Floriano ante la traducción de los libros de Cabrera Infante y García Lorca?

 

FM Mencionas dos variaciones del mismo crimen. El sentido lúdico que propicia el hecho de convivir con la obra de los autores mencionados camina por regiones distintas. Los diminutivos en García Lorca, por ejemplo, contrastan con los juegos semánticos en Cabrera Infante. Traduje del cubano un libro en que los textos sufren variación de lenguaje y abordaje en la medida en que un mismo tema se mantiene como matriz. Traduje de García Lorca una antología de poemas de amor preparada por la editora que me contrató. Los dos autores tenían antecedentes notables en la condición de sus traductores en Brasil. Yo siempre tengo mucho recato en lo concerniente a esta confusión -cuyo hilo conductor es puro ego- de considerar al traductor como una especie de coautor. Bien sabemos del linaje más ortodoxo que da al traductor el derecho de interferir en el original, lo que en la práctica es un desastre, excepto cuando ésta es una operación inevitable. Me gusta mucho utilizar el cine como referencia para muchas cosas en nuestro tiempo, no tanto por la manera como el arte cinematográfico envuelve otras tantas artes en sí, sino pensando en venas prácticas, y aquí el ejemplo sería el de la presencia de subtítulos en películas extranjeras, asunto válido en/para cualquier país. No hay absurdos mayores que se cometan, en términos de traducción, de lo que se verifica en los subtítulos de las películas.

 

AP Contigo y un grupo de amigos (escritores, poetas, editores, artistas visuales), desde un inicio coincidimos en que uno de los modos de “supervivencia artística”, para no perder vigencia con las diversas propuestas artísticas y culturales, consistía en “hacer alianzas, parcerías y complicidades” entre los artistas de diversas latitudes. Tu participación en este ámbito ha sido copiosa. Refirámonos a este proceso de apertura, de abolición de las fronteras mentales y geográficas.

 

FM Yo entiendo que el conocimiento, el acceso a una red de información, el talento para percibir y hacer funcionar mecanismos vinculados a la cultura, todo eso tiene que ver, directamente, con un carácter que exige saber dar pasaje, permitir que la cultura fluya, circule, se corresponda entre sí en sus diversos puntos. Agulha Revista de Cultura posee hoy una red ejemplar de complicidades, envolviendo planos privados e institucionales, que le da este entendimiento de despertar a una condición que no sea retórica y sí actuante. Sinceramente, yo no reconozco lo que llamas “proceso de apertura, de abolición de las fronteras mentales y geográficas”. Nuestros países siguen desconociéndose intensamente entre sí. Recuerdo una vez que realizamos una exposición de importantes grabadores de Costa Rica en Brasil. No hubo repercusión en términos de desdoblamientos. Son acciones aisladas, independientes del público que se alcanza en el momento en que se dan. Es preciso ampliar el rayo de acción de las sociedades. Para el 2009 proyecto acciones institucionales, encender coincidencias de inversión entre gobiernos; éste es un desdoblamiento posible. Cuando hablamos de Costa Rica o Brasil, no tenemos que olvidar que lidiamos con estructuras institucionales. Cuando avanzamos en algún reconocimiento internacional, como Alfonso Peña y Floriano Martins, este aspecto debe ser considerado institucionalmente. Si el gobierno ocasional -porque todos los gobiernos son de ocasión- no percibe esto por sí mismo; entonces, debemos recordarle su responsabilidad.

 

AP Eres invitado y participas en los diversos Festivales de Poesía en Latinoamérica. En esos espacios lees tu poesía y realizas tus propuestas artísticas. Sería interesante saber cómo analizas tu comunicación con los participantes en esas actividades.

 

FM Ante todo, creo que ya deberíamos preocuparnos por cierto desgaste de la fórmula. He observado una reducción de público y una reducción, todavía peor, de patrocinio. Es evidente que una cosa surge de la otra. Pero, ¿dónde está la raíz del problema? Yo pienso que está en la fórmula. Dar al público un convivir mayor con cada poeta, inclusive no limitando este contacto a la simple audición de la lectura de poemas. Buscar convenios con universidades para una programación de debates, donde la lectura de poemas sea un elemento importante. Ofrecer al patrocinador una pauta más consciente en términos de retorno que impliquen una utilización más amplia de la imprenta. Invertir más en la divulgación. Es evidente que esta crítica es también una autocrítica. Pienso que deberíamos, en algún país, realizar un encuentro de organizadores de festivales de poesía, para el intercambio de ideas, y una afinación en términos de definición de un nuevo modelo. De la manera en que seguimos, creo que vamos a perder público y patrocinadores hasta imposibilitar de una vez el área, lo que sería una lástima.

 


AP En algunas de tus creaciones poéticas se pueden “bucear” elementos teatrales. Incluso hay algunos poemas organizados dramáticamente. ¿Se mantiene esa constante, o hay rupturas y transiciones de un libro a otro?

 

FM El teatro se mantiene como una perspectiva intensa de mi relación estética con el mundo. No soy un lector de poesía en su sentido dramático. Soy como un compositor de canción que no sabe cantar. Brasil tiene ya casi una tradición de compositores de canción que no encuentran intérprete a la altura y acaban grabando sus discos. No tengo talento para engañar a los otros acerca de lo que no sé hacer. Tampoco me agrada la idea. De un libro a otro, lo que ha habido es un avance en el sentido de que el poema extrapola el ambiente impreso, la página del libro. Vengo trabajando en un área que abarque teatro, música, artes plásticas; sin embargo, es temprano para decir algo más substancial. Son experiencias que voy ajustando a mi propia agenda de trabajo. Sea como sea, nada de eso impide la existencia del libro en sí. El objeto es fascinante e insustituible. Lo que pasa es que ando en busca de un teatro para mi poema.

 

AP El Dadá y el Movimiento Surrealista europeo, produjeron una renovación del “paisaje” artístico. Es vivificante observar, por ejemplo, las ediciones de obras de Max Ernst y descubrir la complicidad existente entre palabra escrita e imagen visual. Desde los inicios del siglo XX, está modalidad tomó una fuerza sorprendente. En la actualidad muchos artistas transitamos por estos recovecos. En tu caso, hay una gran integración entre palabra escrita e imagen visual: poema/collage.

 

FM No, no. Estoy enfáticamente contra esta lectura del tema. Las relaciones directas entre palabra e imagen en, por lo menos, seis décadas, son fútiles. Nada que el cubismo, por ejemplo, haya señalado; jamás fue ampliado de forma estéticamente consistente. Los efectos plásticos decurrentes de avances pictóricos y de creación de softwares en la industria de diseño industrial, nada de esto debe ser confundido como una sensibilidad artística actuando de forma anticipada. Nada, en verdad. Hace mucho que el arte sirve a la astucia del área industrial, aquellas dos zonas interligadas que suman design y publicidad. La gran mayoría de los artistas que lidian con este tipo de relación “entre palabra escrita e imagen visual” integran, una cadena de actuación donde la innovación estética es una condicionante contractual.

 

AP Cuéntanos de tus “presentaciones integrales” en diversos lugares, donde poesía, imagen visual y elementos sonoros conforman el universo de Floriano Martins.

 

FM Las variaciones se dan de acuerdo con las posibilidades físicas del espacio para el cual me invitan. Así fue posible realizar una lectura dramática de un collage de textos míos y de William Burroughs, texto montado dentro de la técnica del cut-up desenvuelta por este poeta. En el palco, cuatro actores, un escenario improvisado y la voz en off del propio Burroughs y algunas canciones de él con Tom Waits. Esto fue en São Paulo, donde también en el 2008, di una conferencia sobre fotografía digital, incluyendo la proyección de imágenes fijas y en movimiento, y canciones. Cierta vez, en Panamá, fue posible montar, en un fabuloso ambiente de creación colectiva, un espectáculo que envolvía poesía, música y danza. En Ceará, en 2007, hice una lectura de poemas mezclada con proyección de imágenes fijas y en movimiento, canciones y banda sonora. Trabajo también con letras de canción, fotografía, collage; lo que tengo en mente es crear un espectáculo teatral reuniendo todos estos elementos. Para el 2009, preparo una muestra de fotografías digitales, objetos, poemas, video, canciones y banda instrumental, elementos que actuarán conjuntamente, en torno de un punto estético único. Es evidente que esto no me aleja del libro; ese temor absurdo que se tiene de que las tecnologías suplanten el libro. Al contrario, refuerza la idea de que el arte necesita ampliar su espectro de manifestación, jamás sin interesarle la substitución, sino más bien, el aumento, la suma, la multiplicación.

 

AP Banda Hispánica está inserta en el portal de Agulha. Ahí se puede localizar una muestra de la poesía del continente. Tengo entendido que Claudio y vos trabajan en la actualidad en la renovación de Banda Hispánica. En los últimos tiempos ¿cómo fue la respuesta de los lectores y visitantes del sitio? ¿Qué esperan de esta nueva etapa?

 

FM Yo trabajo con Claudio Willer solamente en Agulha Revista de cultura. La Banda Hispánica es un proyecto aparte, que coincide con lo que se podría llamar Banda Lusa, la parte dedicada a la poesía de lengua portuguesa en el Jornal de Poesía. Este siempre fue un proyecto de Soares Feitosa, el gran regente de todo esto. Es justamente Soares Feitosa quien da la acogida estratégica a todo este trabajo conjunto. El Jornal de Poesía surgió antes de Agulha, fue el gran precursor en términos de utilización de Internet como mecanismo sistemático de difusión de poesía de lengua portuguesa; luego, muy pronto, aumentamos también la poesía de lengua española. La dificultad que tenemos en relación a la Banda Hispánica es que no dispongo de quien me ayude en el montaje de las páginas. Esto, en presencia de una agenda que se complica cada día, con el surgimiento de nuevos proyectos. Como Agulha posee una periodicidad establecida, al contrario de la Banda Hispánica, la prioridad acaba siendo la revista y el banco de datos. Pero sí estamos preparando una gran actualización para todo el Jornal de Poesía.

 

AP Desde tu perspectiva de Curador de la Bienal del Libro en Ceará (2008) ¿cómo se desarrolló esta actividad y cuáles son las visiones para la próxima cita del 2010?

 

FM Tuvimos aquí una rara oportunidad -cuyo mérito en cuanto a sugerirlas y crear condiciones para su realización cabe especialmente al Secretario de Cultura de Ceará, Francisco Auto Filho-, destinada a llamar la atención sobre el hecho de ser inaceptable cualquier disculpa que se interponga para el desconocimiento mutuo entre Brasil y América Hispánica. Ceará es geográficamente el punto, dentro de Brasil, más distante de cualquier país hispanoamericano. Sin embargo, trajimos para el ambiente de la Bienal una notable diversidad cultural representante prácticamente de todos esos países. No solamente la literatura, sino también otras manifestaciones artísticas: música, artes plásticas, revistas, videos. Un total de 150 invitados, con actividades variadas y consistentes en que, al final de diez días de Bienal, se generó un público de 650 mil personas. Resulta Indispensable referirse al carácter pionero de esta iniciativa, una rara oportunidad que nos reclama ahora, de todos quienes la hicimos posible, un desdoblamiento con igual sustancia, que avance osada y coherentemente en la sistematización de un intercambio entre nuestras culturas. Mis disculpas si no me refiero explícitamente a la agenda 2010.En este primer semestre del 2009 estamos todavía en los ajustes de toda la pauta de trabajo. La certeza positiva es que habrá un desdoblamiento igualmente expresivo. Un primer paso fue dado, del punto de vista institucional, en busca de un diálogo entre Brasil y América Hispánica. Ya habrá posibilidades de retorno.

 

NOTA

Fortaleza/San José/enero de 2009.

Entrevista traducida al castellano por Gladys Mendía (Venezuela). Poeta, editora, traductora. Directora de la revista y editorial Los poetas del cinco (www.lospoetasdelcinco.cl).




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[A partir de janeiro de 2022]
 

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UMA AGULHA NA MESA O MUNDO NO PRATO

Número 194 | dezembro de 2021

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