quarta-feira, 20 de setembro de 2023

YORDAN ARROYO CARVAJAL | Jorge Debravo: ¿Un poeta muerto en la literatura costarricense?

 


La honestidad y la honradez

 no deben ser en nosotros una virtud:

deben ser nuestra propia esencia

JORGE DEBRAVO

 

Introducción

Durante el desarrollo de este estudio se leyó la tesis de licenciatura de Yadira Calvo (1980), título Poesía en Jorge Debravo. Sin embargo, la autora realiza un análisis desde la estilística y como ella misma lo dice solo saca a luz “[…] unas cuantas pepitas de oro como una pequeña muestra de lo que puede haber en las entrañas de esta poesía. El empeño de explotar la veta entera está en el futuro”. Dentro de los poemas no estudiados por Calvo (1980), justamente se encuentra “No te ofrezco la paz hermano hombre” (1994), [1] el cual provoca un impacto significativo en el poema “Hermano Jorge” (2019) de Heco, pseudónimo de Herbert Contreras Vásquez. Otros comentarios realizados a la obra de Debravo y que sirvieron como base académica se encuentran en la Antología Mayor (Debravo, 1994). Aunque también son de interés algunos criterios brindados en Retana (2006), Rodríguez (2007) y Fonseca (2014) y otros más que se mencionarán a lo largo de las siguientes páginas.

A diferencia de otros estudios, este ensayo analiza el poema “No te ofrezco la paz hermano hombre” desde una metodología sociocrítica [2] que permite el uso de la numerología como herramienta de estudio. Posteriormente se analiza el poema “Hermano Jorge” (2019) de Heco, cuyo fin es demostrar la pervivencia literaria del “Debravo caminante” (2019), quien desde este punto de vista no es un poeta muerto, todo lo contrario, sigue siendo el tejido utilizado por algunos escritores costarricenses, hilanderos de una mejor sociedad a través del ejercicio poético. Por este motivo, según Fonseca (2014), Debravo “[…] es uno de los poetas nacionales más leídos y también de los que más se ha escrito”. A ello podría agregarse la fuerte tradición que ha dejado en la poesía costarricense.

 

Desarrollo

Jorge Delio Bravo Brenes, más conocido bajo el pseudónimo Jorge Debravo, nació en Guayabo de Turrialba, en Costa Rica, un 31 de enero de 1938 para “morir” tan solo veinte nueve años más tarde, el 4 de agosto de 1967, después de llevar una vida de mucho trabajo, sufrimiento y esfuerzo desde niño. Su producción literaria data desde muy joven. Por su parte, gracias al trabajo de Fonseca (2014) se tienen los siguientes criterios sobre su vida y obra:

 

Historia de la literatura costarricense (1967), de Abelardo Bonilla Baldares | Se considera a Debravo como “[…] el de mayor producción, mayor sencillez y mayores posibilidades”.

Poesía Contemporánea de Costa Rica (1973), de Carlos Rafael Duverrán | Se apoya la misma idea de Abelardo Bonilla Baldares.

Resumen de la Literatura Costarricense (1978), de Virginia Sandoval | Se sigue el mismo criterio de Abelardo Bonilla Baldares y Carlos Rafael Duverrán.

Evolución de la poesía costarricense (1978), de Alberto Baeza Flores | Se ubica a Debravo en un periodo de posguerra. Este acontecer influyó en su modelo de escritura apegada a la lucha por la justicia social.

Para una interpretación de la literatura costarricense (1979), de Jorge Valdeperas | Se concibió a Jorge como el poeta del futuro costarricense cuando estuvo vivo.

Códigos estéticos en la poesía de Costa Rica (1907-1967) (1991), de Carlos Francisco Monge | Se ubica la poesía de Jorge en el posvanguardismo, caracterizado por el tema social.

100 años de literatura costarricense (1995), de Margarita Rojas y Flora Ovares | La temática social inmersa en el pensamiento de Debravo provocó un florecimiento en su poesía.

Breve historia de la literatura costarricense (2000), de Álvaro Quesada Soto | Se piensa la poesía de Jorge como un acto totalmente revolucionario. Marca un cambio en el lenguaje poético a partir de la denuncia social que dialoga con el nuevo lector de los años sesenta y setenta en Costa Rica.

La poesía costarricense contemporánea y el campo discursivo conversacional (2006), de Francisco Rodríguez Cascante | Se plantea la poesía de Jorge como conversacional.

 

De la mano con los datos colocados en los nueve cuadros anteriores, son claros los sentidos sociales y humanísticos [3] referenciales en la poesía de Jorge. Incluso, como él mismo lo dijo, tres meses antes de su muerte, en una entrevista hecha por Luis Giménez: “Estoy comprometido, es cierto, y de cuerpo entero, en toda lucha que se proponga conseguir un mejor destino para el Hombre” (citado en Debravo, 1994). Su alter ego (yo lírico) se convirtió o se ha transformado, simbólicamente, en un nuevo mesías.

Su perspectiva literaria se enfoca en la demanda por igualdad de condiciones económicas, educativas y laborales enmarcadas, según Fonseca (2014), en la personalidad humanística y teológica, tradición suya como ciudadano. Por su parte, esta característica teológica provocó, según Rodríguez (2007) y Retana (2006), la aparición constante de Dios en la poética debraviana, elemento íntegro de los rasgos básicos de la poesía social. Así, Retana (2006) cita a Duverrán (1973) para indicar que “[…] en su obra la búsqueda de Dios y la lucha por la justicia están entrelazadas”.

En fin, la poesía de Jorge se caracteriza por la búsqueda de la justicia, la lucha o justas rebeldías y el humanismo como ejes centrales de la sociedad. Tales anhelos se aprecian en sus poemas. Para el finado mentor la poesía era “un valiosísimo elemento en esa lucha” (1967, citado en Debravo, 1994) y que la humanidad debía movilizarse desde el hombre y para el hombre, razón por la cual dejó todo el presente legado:

 

Discusión

En cuanto al análisis literario, se comienza con el poema “No te ofrezco la paz hermano hombre”, presente en Antología mayor (1994) de Jorge Debravo y se finaliza con “Hermano Jorge”, de Heco, ubicado en Antología Poética Puntarenense (2019). [4]

 

No te ofrezco la paz, hermano hombre,

porque la paz no es una medalla:

la paz es una tierra esclavizada

y tenemos que libertarla.

 

Yo te pido el amor y la ternura,

el músculo, los gritos y las garras,

la agilidad del pie, el fuego del canto,

la hoguera del deseo y la mirada.

 

Pertrechados con luz, con alegría,

con sueños, cuerpo y almas,

saldremos a tomar la paz a golpes

aunque tengamos que despedazarla.

 

Desde el título de este poema se invita a trabajar en equipo a un tú lírico colectivo y filantrópico: los hombres como hermanos; la humanidad abrazada y comprometida. Esto se convierte en un ideal utópico aún hoy en espera, pues muchos costarricenses siguen siendo egoístas con sus “otros” [5] reflejo de un modelo poético imitador de las directrices heterogéneas y conversacionales de la poesía de Debravo.

Por ende, el concepto “hermano”, característico en su poesía, se convierte en un imaginario que no debe alejarse de los ideales del ser costarricense. A su vez, este imaginario con fines utópicos de progreso no permite del todo la muerte de Jorge o de su alter ego. Las intenciones de sus versos, emitidas por un yo lírico comprometido por la justicia social, lo han inmortalizado en espíritu por medio del recuerdo a lo largo de los años, aunque se siga en deuda con él.

Como se aprecia, desde el verso 3 hasta el 12 de la tercera y última estrofa, la paz no es un regalo y el tú lírico colectivo tiene la obligación de luchar por la libertad de su pueblo. No obstante, si se moviliza el mensaje de estos versos hasta la actualidad, se puede decir que los costarricenses no se han comprometido con él. La tierra esclavizada sigue viva; llora y grita a diario, consecuencia de la opresión vivida por los grupos periféricos del país, la clase media y los sectores de bienestar social, así como la educación pública, hoy expuesta a la esclavitud ante los deseos hegemónicos de su privatización.


Asimismo, en los versos 11 y 12 de la tercera estrofa, el yo lírico le pide al tú lírico colectivo salir juntos, con muchas fuerzas y valentía, a luchar por la difícil tarea de obtener la libertad. Estos versos dejan clara la inexistencia de paz sin guerra. Tales peticiones en la actualidad son todavía más necesarias. Máxime en los presentes tiempos de pandemia.

El gobierno o los grupos hegemónicos se han aprovechado del confinamiento y las medidas impuestas a cada uno de los ciudadanos para oprimir cada vez más al pueblo con impuestos y acciones inescrupulosas como el intento de la privatización de la Educación Pública Superior y el Instituto Nacional de Aprendizaje; sólo por mencionar dos pilares importantes de desarrollo del país, los cuales, el virus de la esclavitud hegemónica está intentando contagiar o intentando quitarles la “luz, alegría y sueños” (versos 9 y 10; tercera estrofa; Debravo, 1994) anhelados por el yo lírico, como solicitud vigente en el poema en estudio.

Cada uno de los elementos de un texto literario tiene una razón de ser para analizar. Por este motivo, es necesario atender a la cantidad de estrofas del poema en cuestión. Así como también al uso recurrente del elemento tripartito a lo largo de sus versos: “músculos, gritos, garras” (sexto verso; segunda estrofa, 1994) “sueños, cuerpo y almas” (décimo verso; tercera estrofa, 1994) y los tres ideales ejes de su poema: lucha, libertad y paz como si fueran una sagrada trinidad.

En definitiva, en términos simbólicos, existe un ideal de reencarnación de los ideales dejados por el yo lírico; se anhela que los mensajes de justicia y lucha por el bien de los hombres para obtener “la paz” se conviertan en un ideal sagrado: elemento cercano a la vida del autor. Su esposa Margarita lo consideró un amante del estudio de las religiones. Así como Rodríguez (2007) ha comentado el vínculo de Jorge con la teología, por lo cual, Retana (2006) comenta que Dios es un tema cardinal en su poesía. Está presente, de un modo u otro, en cada uno de sus libros.

Sin embargo, aunque para Retana (2006) la referencia a Dios en toda la poesía debraviana aparezca como un ente en ausencia, en ninguno de los estudios examinados para este trabajo se comprueba la presencia de lo teológico en el poema “No te ofrezco la paz hermano” (1994). Por este motivo, cabe señalar que, parafraseando las ideas presentadas en El libro de los celtas (2001) de Pedro Palao Pons y La Biblia de los Signos y de los Símbolos (2009) de Madonna Gauding, el tres para los celtas y tradiciones como el cristianismo (sincretizado con la religión celta) simboliza la perfección del cosmos (cielo-tierra-inframundo). Es vida, muerte y reencarnación (posible reencarnación de Jesús al tercer día); tierra, agua y aire; triple dimensión de la diosa indoeuropea; las tres promesas del amor: amar, honrar y proteger; la sagrada trinidad, entre otras.

Además, el 3 multiplicado entre sí da como resultado nueve (3x3 = 9). Este número arrastra una marcada simbología femenina, supraterrenal y cósmica: posibles 33 años de la muerte de Jesús [3x3 = 9] [6] en el año 33; [7] posible muerte de Alejandro Magno a sus 33 años [3x3 = 9]; nueve musas inspiradoras del poeta desde la antigüedad [misterio vigente]; y, por último, curiosamente a los 29 años murió Jorge Debravo [2x9 = 18; 8+1 = 9].

A su vez, siguiendo con el análisis numerológico del poema en cuestión, este posee 12 versos, lo cual, tampoco es casualidad. Se liga también con el interés hacia los estudios teológicos, desde la crítica, presentes en Jorge. Por ende, es necesario detallar que el 12 para la tradición cristiana es un símbolo sagrado “[…] 12 fueron las tribus de Israel, representantes del Pueblo de Dios” (Boletín 1 El Sembrador, s.f.). Por este motivo en El sembrador (s.f.) se dice:


Cristo escogió solo 12 discípulos, como liderazgo de la naciente Iglesia. Les prometió se sentarían en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. En la Nueva Jerusalén, sede del gobierno, existen 12 puertas, 12 fundamentos, 12 apóstoles, 12 piedras preciosas y 12 perlas. 12 x 12 = 144, son los codos del muro de la ciudad. Todo esto existirá eternamente. 12,000 x 12 los l44,000 sellados. 12 años cuando el niño es separado de su madre y llevado al templo para su futura educación. El Señor Jesucristo tenía 12 legiones de ángeles listos a su llamado. 12 cestas de pan sobraron después de alimentar a 5000. Tenía 12 años cuando se presentó por primera en público, en el templo sede central del gobierno (subrayado propio).

 

A partir de los datos anteriores y en conexión con la simbología del tres, se determina que detrás del poema “No te ofrezco la paz hermano hombre” (1994) existe una intención sagrada. El mensaje obtiene una semántica divina. El yo lírico se convierte en el mesías salvador de la humanidad y el poema en el mismo Dios. Por lo cual, la salvación de la humanidad o de Costa Rica, desde una concepción tripartita está en la lucha por la justicia, la filantropía y el humanismo.

Asimismo, esta defensa se aúna con las siguientes palabras de Jorge Debravo, colocadas en el prólogo de su libro Consejos para Cristo al comenzar el año (1960): “Nunca he sabido qué es la poesía. Se me parece a Dios. Lo intuyo cuando se acerca” (citado en 1994). Así bien, el poema analizado se abriga bajo todo un juego de palabras. Se conecta a la crítica social con el elemento teológico como recurso retórico no sólo la inmortalidad de su poesía, sino de su alter ego, quien, comprometido con el bien social, dialoga con la humanidad.

Sin duda alguno, Debravo no ha muerto, se le recuerda en cada lucha por la libertad, como sucede muchas veces en el acto revolucionario de la escritura, tal cual acontece con el poema “Hermano Jorge” publicado por Heco en la Antología poética puntarenense (2019), citado enseguida:

 

En la noche que yo muera,

por eso han de oírme blasfemias de sangre, pues yo quiero mi muerte completa,

¡sin tener que partirla con nadie!

 

La lluvia finalmente borró

las huellas de tus pies gigantes

mientras el eco de tus pasos de bronce

late junto al corazón de la tierra

melódica y fuerte resuena tu voz

en el cerro, la plaza y el barranco

 

llamada, compromiso,

denuncia, testimonio,

sermón, evangelio,

alarido y canto

 

tus lágrimas hechas palabras

empapan mejillas de niños hambrientos,

madres abandonadas y ancianos vencidos

 

llueven sobre tejados

pobres como pan sin mantequilla

donde las ollas no conocen un cuarto de carne

 

el llanto de tus alegrías

está en el rocío de cada amanecer

y en cada migaja de húmeda esperanza

 

tus tristezas hondas

apaciguan como el abrazo

y la jarra de aguadulce

al final de la jornada

llena de angustias

y asombros

 

el dolor

sin tapias

ni portones

que abrigaste

con maternal ternura

en lúcida existencia

 

perdura en cada gota

de esfuerzo muscular

del carpintero y

el mecánico

 

también

del maestro,

el labriego,

el albañil,

y el cura

 

tus pensamientos proféticos

de animal sin párpados

 

maldicen

las pútridas

vísceras del odio

y el blanco e inútil

hueso de la guerra

 

pupila dilatada

hasta el horizonte

que espanta a tiranos

y mercaderes

 

mirada lapidaria que condena

arzobispos de dioses falsos

y derriba los campanarios

de mentira e inequidad

 

una infame

noche de agosto

tu indómita sangre

fue luminosa blasfemia

sobre el negro asfalto

 

por tus hermanos

en trágica penumbra

de un solo [8] tajo tu ser

ofrendaste

 

como caudal de renovación

desciende del calvario

y el madero

 

brota en la naciente

y en las cristalinas

aguas del pozo

de los sueños

 

poesía de

aromática brisa,

vino de consagración,

a veces amargo

 

por

nosotros

dejaste sembradas

semillas de amor en

las heridas abiertas del hombre

 

perdónanos Jorge,

por llamarte Hermano

sin ser dignos siquiera

de atar tus sandalias

 

Debravo caminante...

 


Como bien lo apunta este texto, las palabras y mensajes proféticos y mesiánicos característicos en toda la poesía de Jorge tras “[…] la búsqueda de una visión personal de Dios” (Retana, 2006) resucitan al desplazarse en el aire con el fin de apoyar a los marginales y a todos los grupos periféricos, entre ellos “niños hambrientos, madres abandonadas y ancianos vencidos”, los cuales desconocen la palabra libertad debido a la masa de injusticias provocadas por seres inhumanos, habitantes del árbol que, más de cien años después de la publicación de El árbol enfermo (1918), de Carlos Gagini, todavía sigue enfermo. E incluso así, como lo apunta el poema de Heco (2019), muchos ciudadanos, de manera irrespetuosa, se atreven a llamar a Jorge “Hermano”, sin ni siquiera luchar por sí mismos y mucho menos por Costa Rica, país figurado en un tú lírico colectivo al que la voz lírica, en muchos de los poemas de Jorge, se dirige mediante la metáfora debraviana: “hermanos hombres”, herramienta retórica para convertir a su poesía en un Dios cercano a la humanidad, tal cual Jorge en vida siempre lo anheló.

 

Consideraciones finales

Jorge Debravo cumplió, el 4 de agosto de 2020, [9] 53 años de muerte física, pero su alma sigue viva. Su poesía, como él lo decía, es Dios mismo. Ella perdura a lo largo de la historia costarricense e incluso universal, tal cual lo deja claro el poema de Heco “Hermano Jorge” (2019), donde se expresa la trascendencia de gran parte de las ideas del así considerado uno de los poetas más importantes de la literatura costarricense. Por ende, se cierra este ensayo con las siguientes preguntas retóricas: ¿Qué estamos esperando para actuar como “Hermanos”? ¿Acaso no nos importa seguirle faltando el respeto a la poesía creada por Jorge con el fin, como ya se defendió, de ser el Dios de nuestra salvación?

 

NOTAS

Este estudio se terminó en 2020, por ende, no considera los estudios publicados luego de esa fecha, entre ellos, el más reciente libro Completar el corazón de Dios. Imágenes de lo sagrado en la poesía de Jorge Debravo (2023). Además, fue publicado, con algunos cambios, en el número 30 de la revista Repertorio Americano.

1. Presente en la Antología mayor (Debravo, 1994, p. 68), publicada por primera vez después de su muerte. La primera impresión fue en 1974. Incluye varios de los aportes inéditos del poeta turrialbeño, en lista, entrevistas tanto a él como a su esposa y viuda Margarita. Para este ensayo se ha utilizado la quinta edición publicada en 1994.

2. Edmond Cross en su trabajo Hacia una teoría sociocrítica del texto, traducido por Hernando Escobar-Vera y Juliana Borrero Echeverry en el 2017 menciona:

La sociocrítica procura poner de manifiesto las relaciones existentes entre las estructuras de la obra literaria (o cultural) y las de la sociedad en la que está profundamente arraigada. Afirma que dar con las huellas ideológicas y las tensiones antagónicas entre las clases sociales es fundamental para cualquier lectura de textos.

3. Para Rodríguez (2007), la poesía social, iniciada con Milagro abierto (1959), engloba un pensamiento humanístico.

4. Primera antología de poemas en toda la historia de Puntarenas, recoge un legado historiográfico de 1990 hasta 2019, incluyendo autores de tradición y contemporáneos.

5. Término de otredad entendido por Mondol (2014) como parte de lo marginal o discriminado en la literatura: espejo o representación de la sociedad.

6. Según Mateo Sancho Cardiel (2009), algunos autores como el catedrático en Filología Griega de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Piñero, defienden la muerte de Jesús a los 36 años, aunque igual, para términos de este artículo el asunto no cambia, pues si se suman estos números entre sí se tendrá como resultado: 9 (3+6 = 9).

7. Dato basado en el catedrático español Antonio Piñero, citado por Mateo Sancho Cardiel (2009).

8. Corrección propia. En la publicación original aparece: “sólo”. Según la Ortografía de la Lengua Española (2010) únicamente existe “solo” sin tilde.

9. El día cuando se finalizó este artículo.




YORDAN ARROYO CARVAJAL (Costa Rica, 1995). Máster en Textos de la Antigüedad Clásica y su Pervivencia de la Universidad de Salamanca (Beca del Banco Santander en España 2021-202), misma institución donde es estudiante de doctorado. Graduado de la Universidad de Costa Rica, donde realizó estudios en enseñanza del castellano y la literatura, filología clásica y educación primaria. Es estudiante avanzado de maestría en Enseñanza del Castellano y la Literatura en la Universidad de Costa Rica. En 2019 recibió el Certificado de Oro, por parte del Ministerio de Educación Pública, debido a su excelencia académica en estudios de maestría y por sus aportes culturales al país. Ha impartido ponencias, conferencias y seminarios en diferentes universidades y sitios de América Latina y de Europa, entre algunos de estos lugares se encuentran la Universidad de Valencia, la Universidad de Oviedo, Instituto Cervantes de París, Universidad de Atenas, Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Nacional de Colombia y otras. Asimismo, artículos suyos se encuentran en capítulos de libros y en revistas académicas y literarias de Estados Unidos, América Latina y España. Es autor de los libros Bitácoras de 12 navegantes en Pan-de-Mar. (2023) y Altar de piedras bronceadas. Muestra de poetas en Salamanca (1973 - 2023).

 


ANA TISCORNIA (Uruguay, 1951). Artista plástica, su obra incluye instalación, collage, ensamblaje, pintura y fotografía. Residente en Estados Unidos desde 1991, donde se desempeña como profesora emérita de la Universidad Estatal de Nueva York. Es autora del libro Vicisitudes del Imaginario Visual: Entre la utopía y la identidad fragmentada sobre el arte uruguayo de 1959 a 1995. Entre sus muestras más recientes, encontramos: “A la Vuelta de la esquina”, Espacio Mínimo, Madrid, Spain, 2022, “Una vez más”, Galería Nora Fisch, Buenos Aires, Argentina, 2023, y “A dos voces: Ana Tiscornia y Liliana Porter”, Galeria del Paseo, Lima, Perú, 2023. Ana Tiscornia es la artista invitada en esta edición de Agulha Revista de Cultura.




Agulha Revista de Cultura

Número 239 | setembro de 2023

Artista convidada: Ana Tiscornia (Uruguay, 1951)

editora | ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com

ARC Edições © 2023 

 


∞ contatos

https://www.instagram.com/agulharevistadecultura/

http://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/

ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com

 





 

Nenhum comentário:

Postar um comentário