en
el balcón se ilumina de color
el
proscenio de las flores
y
más allá al fondo a lo lejos
el
coro del barrio
el
mundo a coro
conjetura
¿tendrá
fin esta pandemia?
Esa foto sincrónica no es estática, tiene múltiples reverberaciones que se
desplazan metonímicamente por fuera de ese corte temporal y aparecen como
actualizaciones fantasmáticas de otros dolores, otras ausencias.
la
bruma sola de las lindes
da
en ofrenda
un
silencio sabio
como
el alba
El yo poético es un yo múltiple que se engarza en una voz común, la del
encuentro y la reciprocidad. La poeta es una rabdomante que cataliza el entre nos. No en vano, aparece el epígrafe de La peste,
de Camus. Una novela donde dos médicos, en medio de una epidemia de peste en
Argelia, desentrañan el sentido de la solidaridad humana.
no
hubo el menor contacto de una sola yema de los dedos
solo
ese relámpago de risa
que
se les ocurrió dorado en la mañana
como
el perfume de una retama en flor
Las imágenes multisensoriales que pueblan Como la sierva sedienta son hondas, no sólo por lo profundas sino
por la dirección de éstas hacia el interior del yo lírico en lugar de fuera de
él. Un sentido intensificado de los contornos emocionales de los objetos.
Como bien señala Jerome Rothenberg: el poder de la imagen honda es su
habilidad para representar dos mundos en uno, directamente, sin concepto que
venga entre la experiencia interna y su significado. Con esto viene un ataque
al misterio de lo real, en el cual todas nuestras percepciones habituales son
continuamente cuestionadas.
Además, estás imágenes son abiertas, refractarias al cierre. Hay una
interrelación expresiva, un camino de doble vía entre sujeto y objeto unidos
por una percepción particularizada, singular.
solo
oquedad mi cuerpo
en
él la juventud fue violín
de
donde la música crecía
como
cresta de agua y cristal
Antes que una voz (un estilo), en este libro hay una visión. Uso este
término refiriéndome concretamente a la contemplación inmediata y directa sin percepción sensible,
más que a un punto de vista particular sobre un tema, un asunto. Esta visión se
corresponde a un lenguaje donde coinciden palabra y efecto: el poema hace lo
que dice.
Aunque pareciera una contradicción, lo cierto
es que en el libro de Perosio operan las dos fuerzas: por un lado, una batería
de imágenes con alta eficacia, consteladas y desplegadas por una percepción
fina y paciente y, por el otro, una visión muy potente, que elide la instancia
sensorial, y es pura presencia: directa e inmediata.
Esas dos fuerzas replican de alguna manera la
construcción de Las moradas de Santa Teresa, donde la mística ponía el ejemplo de dos fuentes: una
recibe el agua de muy lejos, traída trabajosamente por diversos conductos. La
otra está sobre el mismo nacimiento de un manantial, y recibe el agua de su
mismo origen.
algún
día vendrá como brisa
y
al besarme así
quedaré
iluminada
porque
al fin
la
habré conocido
En efecto, la cierva sedienta es el símbolo de quien reza tendiendo
con todo su ser, cuerpo y espíritu, hacia Dios, al que siente lejano pero a la
vez necesario. El término hebreo nefesh
en el Antiguo Testamento, indicaba a la vez el alma y la garganta. No
es de extrañar que una larga tradición describa el rezo como respiración: es
originario, necesario, fundamental como el aliento vital, como la poesía.
En este entramado se despliegan los poemas que respiran sutiles y
corpóreos a la vez, sometidos al inexorable ritmo circadiano del día y la
noche. Los versos reponen una prosodia coloquial y cercana, invitando a
atesorar el momento de la escucha.
Por otra parte, esa sed tantálica se magnifica en el presente del libro:
la pandemia, y se modula, especialmente, a través del tono elegíaco.
Pérdidas, heridas, ausencias, lo que falta, son mucho más que el
himno insidioso de un lamento, también representan la fe hacia un retorno, un
volver a unir -o al menos intentarlo- esas piezas dispersas, como ese relincho
de oro que relampaguea en el aire, tal como nos recuerda la poeta.
ALEJANDRO MÉNDEZ. Poeta. Trabaja en la UNA como jefe de trabajos prácticos en el Taller de poesía 1. Publicó los siguientes libros de poesía: Variaciones Goldberg (Ediciones del Dock. Buenos Aires. 2003); Medley (Suscripción. Larga distancia. Barcelona. 2003). Tsunami (Crunch! editores. México. 2005). Chicos índigo (Bajo la luna. Buenos Aires. 2007). Cosmorama (Accésit del I Premio Internacional de poesía El Buscón. Ediciones Liliputienses. Cáceres. España. 2013). Pólder (Bajo la luna. Buenos Aires. 2014). Para arder (Bajo la luna. Buenos Aires. 2021). Creó la primera curaduría autogestionada de poesía contemporánea argentina (2006-2016): Las afinidades electivas/las elecciones afectivas. Fue editor en Deshielo (editorial digital de poesía). En la actualidad se encuentra cursando la Maestría en Historia del Arte Moderno y Contemporáneo (UNA), además de coordinar talleres de poesía y clínica de obra.
TARŌ OKAMOTO (Japão, 1911-1996). Filho do cartunista Ippei Okamoto e da escritora Kanoko Okamoto. Estudou na Sorbonne nos anos 1930 e criou muitas obras de arte, após a II Guerra Mundial. Foi um artista e escritor prolífico até sua morte. Entre os artistas com os quais Okamoto se associou durante a sua estadia em Paris estiveram André Breton e Kurt Seligmann, este último uma autoridade surrealista em magia e que conheceu os pais de Okamoto durante uma viagem ao Japão, em 1936. Okamoto também se associou com Pablo Picasso, Man Ray, Robert Capa e sua parceira, Gerda Tarō, que adotou o primeiro nome de Okamoto como seu próprio sobrenome. Em 1964, Tarō Okamoto publicou um livro intitulado Shinpi Nihon (Mistérios no Japão). Seu interesse em mistérios japoneses foi provocado por uma visita feita ao Museu Nacional de Tóquio. Depois de ficar intrigado com a cerâmica Jōmon que encontrou lá, ele viajou por todo o Japão para investigar o que entendia como o mistério que se encontra sob a cultura japonesa e, em seguida, publicou Nihon Sai hakken – Geijutsu Fudoki (Redescoberta do Japão – Topografia de Arte). Tarō Okamoto é o artista convidado desta edição de Agulha Revista de Cultura, e sua presença entre nós se deu graças à generosidade do bailarino e tradutor Daniel Aleixo. Sugerimos visitar o Museu de Arte Tarō Okamoto: https://taro-okamoto.or.jp.
Agulha Revista de Cultura
Número 259 | janeiro de 2025
Artista convidado: Tarō Okamoto (Japão, 1911-1996)
Editores:
Floriano Martins | floriano.agulha@gmail.com
Elys Regina Zils | elysre@gmail.com
ARC Edições © 2025
∞ contatos
https://www.instagram.com/agulharevistadecultura/
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FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com
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