quinta-feira, 13 de fevereiro de 2025

ESTEBAN MOORE | Raymond Carver – La precisión del enunciado es la única y verdadera moralidad de la escritura



Raymond Carver (Clatskanie, Oregon, EEUU, 1938- Port Angeles, Washington, EEUU, 1988). Clatskanie era un pequeño pueblo a orillas del río Columbia dedicado a la industria de la madera. Su padre, que trabajada en uno de los aserraderos locales afilando las hojas de las sierras, era alcohólico. Un buen narrador de historias, solía contarle acerca de sus excursiones de pesca y caza y, sobre su abuelo, un personaje que para sobrevivir durante la Guerra de Secesión combatió para ambos bandos.

La familia Carver se mudó a Yakima, estado de Washington, donde Raymond terminó sus estudios secundarios. En su juventud su material de lectura preferido fueron las novelas de Mickey Spillane y las revistas dedicadas a las actividades y deportes al aire libre.

En 1956, se casó con Maryann Burke, su novia de la secundaria, de dieciséis años de edad, quien estaba embarazada. En esos años, para sostener a su familia, Carver trabajó como empleado de limpieza, obrero en un aserradero, dependiente de farmacia y vendedor. Luego de tres años de pequeños fracasos en su ciudad natal, decide radicarse con su mujer y sus dos hijos en Paradise, California. Aquí se inscribe en un taller de escritura creativa dictado por el novelista John Gardner. Esta experiencia fue decisiva en su vida. Muchos años más tarde le confesó a Jay McInerney que durante toda su vida, mientras escribía, sentiría la presencia de Gardner, aprobando o desaprobando las palabras, frases y estrategias elegidas.

En 1963, finaliza sus estudios de literatura en la Universidad de Humbolt, California y en la de Iowa. En este período de su vida caracterizado por la estrechez económica, empleos mal pagos, la falta de tiempo para escribir y las dificultades para establecerse como escritor, el bourbon que lo acompañó durante décadas, se transforma en su único y exagerado consuelo.

En la década de los 70, ya convertido en un alcohólico de tiempo completo, sobrevive dictando talleres de escritura en distintas universidades y publica sus dos primeros libros de cuentos. En una oportunidad coordinó junto a John Cheever un taller en la Universidad de Iowa. Éste recuerda que lo único que hicieron bien ese semestre fue emborracharse. El 2 de junio de 1977 comienza a participar en reuniones de Alcohólicos Anónimos y abandona definitivamente la bebida.

En la década de los 80 varias cosas habrían de cambiar en su vida: se divorcia, forma pareja con Tess Gallagher – se casarían en Reno en 1988, dos meses antes de su muerte – y es nombrado profesor de literatura en la Universidad de Syracuse. El editor de Esquire, Gordon Lish, publica varios de sus cuentos, su círculo de lectores se expande continuamente y la crítica comienza a reconocer las virtudes de su prosa y de su poesía. Fue distinguido con el premio O.Henry; obtuvo la beca de la Fundación Guggenheim y en dos ocasiones la del National Endowment for the Arts; el premio Mildred and Harold Strauss, otorgado por la American Academy and Institute of Arts and Letters; el Premio Levinson de poesía ; la Universidad de Hartford le otorga un doctorado; recibe el Premio Brandeis de ficción e ingresa en la American Academy and Institute of Arts and Letters.

La tarea, de proporciones whitmaneanas, que se impone Carver, un hombre que revitalizó el cuento corto y el poema narrativo, es la de integrar a la tradición literaria de su país la vida y los sueños de obreros y empleados. Rescatar, expresar la voz de todos aquellos que, con sus salarios mínimos o cheques de desempleo, quedaban excluidos del sueño americano propuesto por la industria del cine, la televisión y la publicidad.

Su vida asumió visos paradojales, hijo de un obrero, pobre y alcohólico, vivió la mayor parte de sus días al borde de la exclusión social, hasta que, en sus últimos años, los complejos designios del destino lo transformaron en un escritor con un público devoto, admirado por sus pares y miembro de la academia. A pesar de ello, nunca olvidó sus orígenes, ni de dónde provenía la materia de sus historias.

En un artículo, La libreta de notas de un narrador, publicado en el New York Times en febrero de 1981, Raymond Carver narra que él no eligió las formas breves del cuento y el poema narrativo para expresarse, los adoptó por necesidad y urgencia. Lo hizo en una época en la que durante el día se desempeñaba como dependiente en un comercio y, luego, en las primeras horas de la noche, baldeaba el salón de un restaurante y barría su playa de estacionamiento. Terminaba agotado recuerda, sólo podía escribir los sábados o domingos, siempre y cuando su mujer, que era camarera, tuviera alguno de estos días libres para hacerse cargo de los hijos. Estos géneros, que ya no abandonaría, eran los únicos que le brindaban la posibilidad de elaborar una idea y concluir el texto en una sola jornada.


Finalmente, cuando todo indicaba que el sueño de disponer de todo su tiempo para escribir sería una realidad, no logró desarrollar su primera novela. En esta ocasión fue la vida la que se lo negó, murió de cáncer de pulmón a los 50 años de edad.

En la elección de los géneros no existió la premeditación de una estrategia. En cambio, sí la hubo en sus lecturas, una que no le dio demasiada importancia a las recomendaciones de la academia, ni a las modas de la época surgidas de los medios universitarios. Noticias de ella están diseminadas en la gran cantidad de entrevistas que le realizaron. En ellas asimismo se puede advertir que en el momento en que el interlocutor deseaba saber más acerca de sus lecturas y las influencias que éstas tuvieron sobre su obra, desplegaba maniobras y tácticas de ocultamiento, destinadas a manipular los datos concernientes a este aspecto de su formación y oficio.

Negó enfáticamente las influencias literarias. La única influencia que reconocía como escritor era la del propio comercio de la vida: criar los hijos, trabajar dos turnos, no tener para pagar la luz y el gas, o divorciarse. Éstas eran las cosas que según él habían modelado su escritura. No obstante, y a pesar de la convicción de su negativa, traza cuidadosamente el mapa de sus lecturas y deja indicios ciertos de cómo éstas funcionaron en el armado de su poética.

La suya es una biblioteca que guarda tanto a cuentistas como a poetas, elegidos de acuerdo a su anhelo, el mismo que tuvo Sherwood Anderson a principios del siglo XX, transformar nuevamente su país y el habla de su gente en materia elocuente, significativa. Entre ellos se hallan narradores como Sherwood Anderson, Willian Faulkner, Ernest Hemingway; Tobias Wolff; Richard Ford, Donald Barthelme, Antón Chekhov; Flannery O’Connor; Eudora Welty y Willian Gass, y los poetas Ezra Pound, William Carlos Williams, Robert Frost, Galway Kinnell, W.S. Merwin, Ted Hughes, C.K. Williams y Robert Hass, rodeados de los nombres ineludibles de la literatura universal, y de los libros de infinidad de poetas y cuentistas jóvenes en quienes Carver decía hallar la frescura de la lengua.

Ellos compartieron con él el complejo proceso de su realización como escritor, uno que adoptó como guía una frase de Ezra Pound que copió en una ficha de 3 por 5 pulgadas y conservó siempre en su lugar de trabajo: “la precisión del enunciado es la única y verdadera moralidad de la escritura”.

 

 

UN POEMA DE RAYMOND CARVER

Versión al español de Esteban Moore

 

 

VOS NO SABÉS QUÉ ES EL AMOR

 

(una tarde con Charles Bukowski)

 

Vos no sabés qué es el amor

dijo Bukowski

tengo 51 años

y estoy enamorado de esa pendeja

me pegó fuertísimo

pero no te preocupés

ella también está enganchada

así debe ser mi viejo

yo me les meto en la sangre

y ya no pueden olvidarme

Tratan de alejarse

pero finalmente vuelven

todas ellas vuelven

salvo ésa

que dejé plantada

Me hizo llorar y mucho

bueno en realidad

en esos días

tenía la lágrima fácil

Por favor

no me dejes tomar bebida blanca

me pongo mal –me vuelvo despreciable

Yo podría sentarme con Uds.

hippies queridos

y chupar cerveza toda la noche

sí diez latas o más de esta cerveza, y nada

–todo bien es como agua

Pero si tomo licor

empiezo a tirar gente por la ventana

ya lo he hecho

Vos no sabés qué es el amor

Porque no te has enamorado

así de simple


yo tengo esta mina joven

que es muy, muy hermosa

Ella me llama Bukowski

Bukowski repite con su voz

suave y melodiosa

yo le contesto QUÉ

Vos no sabés qué es el amor

te estoy tratando de explicar

y no me escuchás

Si el amor irrumpiera en esta habitación

y les pateara el culo

ninguno de Uds.

podría reconocerlo

En una época pensaba

que las lecturas de poesía

eran un modo de entregarte

Mirá yo tengo 51 años

conozco algo la calle

sé que significa una lectura

pero me dije Bukowski

cagarte de hambre

es la peor de las entregas

Entendéme nada es lo que debiera ser

Ese tipo –cómo se llama

sí ese tal Galway Kinnell

vi su foto en una revista

Tiene su pinta

pero es profesor

Cristo Dios imagináte eso

Pero Uds. También enseñan

y yo ya estoy insultándolos

qué voy a hacer

No -no sé quién es

y ese otro menos

Todos son insectos

egos desproporcionados

Yo ya no hago muchas lecturas

pero ésos que construyen

una reputación

basada en 5 ó 6 libros

son todos unos insectos

BUKOWSKI dice ella

Por qué escuchás

música clásica todo el día

Eso te sorprende

no imaginás a una bestia como yo

escuchando música clásica

todo el día

Brahms Rachmaninoff Bartok Telemann

Carajo no puedo escribir en esta casa

Demasiado silencio muchísimos árboles

prefiero el centro de la ciudad

ése es mi ambiente natural

pongo mi radio en FM y la música

la música clásica fluye toda la mañana

y me siento frente a la máquina

y enciendo un habano

y lo fumo así de esta manera

así

INTENSAMENTE

Me digo Bukowski

sos un tipo con suerte

Bukowski viviste todo

sos un viejo con suerte

El humo azul flota

en la habitación y yo miro

a través de la ventana

observo la avenida Delongpre

Veo a muchas personas

caminando por las veredas

Apago el cigarro

aspiro profundamente

y comienzo a escribir

Bukowski esto es vida


Pienso

es bueno ser pobre

es bueno tener hemorroides

es bueno estar enamorado

Pero vos no sabés lo que es

Vos no sabés qué es el amor

Si la vieras comprenderías

todo lo que te quiero explicar

Ella imaginó

que fui a su casa

a encamarme

Ella adivinó mis intenciones

me lo dijo

Mierda tengo 51 años

ella sólo 25 y estamos enamorados

Ella es sumamente celosa

Jesús esta es la belleza total

Me dijo

que me arrancaría los ojos

si yo salía con otra mujer

Entendés esto es el amor

Que saben Uds.

Les voy a contar algo

he conocido a tipos en la cárcel

que tienen más estilo

que las personas

que vienen a esta universidad

a las lecturas de poemas

Son chupasangres

que quieren comprobar

si las medias del poeta

están limpias

si usa desodorante

Creánme no intento defraudarlos

Quiero que recuerden algo

en esta habitación hay un solo poeta

sólo un poeta esta noche en la ciudad

y ese poeta soy yo

Qué mierda saben Uds. de la vida

Qué saben de cualquier cosa

A quién de Uds. lo echaron del trabajo

Quién fajó a su hembra

A quién lo apaleó su hembra

A mí por ejemplo

me echaron de Sears Roebuck

cinco veces

y me recontrataron otras tantas

Trabajaba en los depósitos

ya tenía 35 años

y me echaron porque creían

que yo robaba galletitas

Sé de qué se trata

Estuve ahí

Tengo 51 años ahora y estoy enamorado

Esta pendeja me dice

Bukowski

le contesto siempre

QUÉ

Tenés la cabeza llena de mierda

BEBÉ vos sí que me comprendés

Ésta es la única hembra

hombre o mujer en este mundo

de la que aceptaré

comentarios de esta índole

Vos no sabés qué es el amor

Todas vuelven finalmente

salvo ésa de la que ya te hablé

Estuvimos juntos siete años

y nos chupamos todo absolutamente

Hay un par de dactilógrafos

esta noche en esta habitación

pero escasean los poetas y no me sorprende

Tenés que conocer el amor para escribir poesía

y…

Vos no sabés qué…

Ése es tu problema, el amor

Dame un poco de eso puro sin hielo

Bueno ya es hora de comenzar el espectáculo

Sí si ya sé lo que dije

Sólo un trago más

tiene buen sabor

Vamos quiero terminar esta lectura temprano

Y después no se descuiden

no se acerquen a las ventanas




ESTEBAN MOORE (Argentina, 1952). Poeta, ensayista y traductor. En poesía ha publicado: La noche en llamas (Buenos Aires,1982); Providencia terrenal (Buenos Aires,1983); Con Bogey en Casablanca (Buenos Aires, 1987); Poemas 1982-1987 (Buenos Aires,1988); Tiempos que van ( Buenos Aires,1994); Instantáneas de fin de siglo ( Montevideo, Uruguay, 1999, mención Honorífica Premio Municipal de Buenos Aires); Partes Mínimas ( Mar del Plata, 1999); Partes Mínimas y otros poemas (Buenos Aires, 2003,  premio Fondo Nacional de las Artes); Antología poética (Buenos Aires, 2004, Fondo Nacional de las Artes),  Partes Mínimas -uno/dos- (Córdoba, 2006); El avión negro y otros poemas (Buenos Aires, 2007, auspicio, Fondo Metropolitano de las Artes y las Ciencias), Veinte años no son nada (Córdoba, 2010),  Pruebas al canto (Córdoba,  2012), Poemas -1982-2007- (Córdoba, 2015). En ensayo publicó: Primer Catálogo de Revistas Culturales de la Argentina (Ediciones Revista Cultura, auspiciado por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Federación de Revistas Iberoamericanas, Buenos Aires,  2001). Ha dado a conocer en revistas y diarios textos sobre poetas y poesía reunidos en Versiones y apropiaciones (2012) y Jorge Luis Borges: el escritor poeta (Buenos Aires, 2017). Ha obtenido becas del Fondo Nacional de las artes y por su obra ha recibido diversas distinciones entre ellas la Orden Alejo Zuloaga, otorgada por la Universidad de Carabobo, Valencia Venezuela. Colabora con publicaciones del país y del extranjero. Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, italiano, francés, alemán, lituano, portugués y Albanés e incluida en diversas antologías.




MANOEL D’ALMEIDA E SOUSA (Portugal, 1947). Poeta e artista visual. Sua obra possui um acento valioso na esfera do humor. Fazedor de coisas (simples) e criador de canídeos. Passou por vários sítios incluindo a Escola Superior de Teatro e Cinema. É fundador do projeto associativo Mandrágora onde encenou e atuou como figurante. Já pintou, desenhou e fez revistas – entre elas a Bicicleta. A seu respeito escreveu Nicolau Saião: Almeida e Sousa acentua mais ou menos conscientemente o contraste entre a reposição parcial da antiga legibilidade e o exterior atmosférico a que usa chamar-se passado. É, obviamente, um exilado da tal pintura de tradição. Os seus quadros assemelham-se a violentas sacudidelas na sua vida de pessoa que intervém mediante os materiais, os traços, a cor ou a ausência de cor, na sequência do quotidiano. É o acaso que o motiva ou, pelo contrário, é uma deliberada atenção a tudo o que o rodeia? Que possui bons olhos de pintor e independência de espírito – e de razão conceptual – não sofre dúvida. Ele subverte – e nas suas colagens isso é muito perceptível – muito do tempo presente. Mas isso é evidentemente uma busca lúcida do futuro. Manoel d’Almeida e Sousa é o artista convidado da presente edição de Agulha Revista de Cultura.

 


Agulha Revista de Cultura

CODINOME ABRAXAS # 01 – REVISTA ALTAZOR (CHILE)

Artista convidado: Manoel d’Almeida e Sousa (Portugal, 1947)

Editores:

Floriano Martins | floriano.agulha@gmail.com

Elys Regina Zils | elysre@gmail.com

ARC Edições © 2025



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