Llamada a ser la enciclopedia de la ilustración americana, hablar de la Biblioteca Ayacucho es abrumador y complejo pues es una editorial que se concibe para rescatar, publicar y difundir de manera definitiva las obras más representativas de la literatura latinoamericana; en la que más allá de continuar con el cuidado de cada edición, donde cada libro, luego de establecidos los textos originales, va precedida desde siempre por un estudio realizado por un reconocido conocedor de la obra y del autor, de manera que la difusión de esas obras sirva para estimular la integración, independencia y progreso de los pueblos del continente.
El proyecto siempre ha sido arduo y requiere del ojo de un relojero. En estos últimos años este relojero/editor se ha visto representado por el Presidente de la Biblioteca Ayacucho: Humberto Mata, escritor y crítico de arte.
Instaurada ya como una referencia editorial obligatoria en cualquier lugar del mundo donde se realicen estudios sobre Latinoamérica, luego de casi 30 años de creada la institución refrescó el diseño de la Colección Clásica, su colección emblemática, por el diseño gráfico con fondos negros, uso de orlas y empleo de obras de importantes artistas plásticos del continente, este proceso comenzó con la reedición de Rayuela de Julio Cortazar, y con él pasó a usarse una tipografía más generosa para el lector; asimismo este proceso de renovación ha permitido la reivindicación de autores como la colombiana de finales del siglo XVII Madre Francisca Josefa del Castillo (No. 239) o el poeta haitiano Jacques Roumain (No.215), así mismo ha hecho especial énfasis en traer autores venezolanos como Ramón Palomares (No. 233), poeta que ha revisado personalmente la edición, Jesús Semprum (No. 236) y Julio Garmendia (No.243).
La Biblioteca Ayacucho a través de su página Web www.bibliotecayacucho.gob.ve coloca más de 150 títulos que pueden ser descargados en formato PDF; se trata de un tejido de documentos a través del cual se puede leer en un mismo cuerpo la obsesión del ser latinoamericano. [MRD]
MRD Augusto Roa Bastos se refiere a la Biblioteca Ayacucho como "la constructora del gran libro colectivo, el Libro que hacen los pueblos para que los particulares lean". Entonces este libro gigantesco que es la Biblioteca Ayacucho [BA] habla de la transformación que ha tenido Latinoamérica desde el comienzo, hablamos desde el Popul Vuh y el nacimiento de Huitzilopochtli, hasta los versos llameantes de Ramón Palomares. Háblame de esa transformación, ¿cómo la ha visto la Biblioteca Ayacucho y cómo la ha vivido?
HM En primer lugar quiero dar una identificación de ser y de pertenencia: La Biblioteca Ayacucho es una Fundación de Estado perteneciente al Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
En cuanto a la pregunta, para tratar de responderla tendríamos que irnos a otros pensadores que han hablado de otro libro, el gran libro de los libros. La Biblioteca tiene como finalidad, como meta, como norte, recoger el pensamiento de América Latina y el Caribe, desde los pueblos originaros hasta nuestros días. Entonces la Biblioteca, de alguna manera, quizás de la manera más firme, está haciendo este libro que es el Gran Libro del Pensamiento de Latinoamérica y del Caribe, desde los orígenes hasta este momento. Y ya sabemos que hay muchos autores, que mucha gente ha intervenido y seguirá interviniendo, como tú misma lo has dicho, desde Huitzilopochtli, el poeta–constructor formidable hasta Ramón Palomares, en ese libro del que continuamente publicamos nuevos, digámoslo así, fragmentos, avanzadas, capítulos. Nunca llegará el momento en que ese gran libro abarque todo lo que hemos pensado, siempre habrá otra cosa, otro pensamiento. Pero hasta en aquel imposible y por supuesto hoy, ese gran libro que es la Biblioteca Ayacucho constituye el libro de la unión, el gran libro de la unión latinoamericana, porque –y esto no es un invento mío, mucha gente que sabe lo ha dicho– sólo a partir de que nos conozcamos, sólo desde que conozcamos nuestro pensamiento, cómo hemos amado, cómo reaccionamos ante la flor, ante la muerte, ante la vida, sólo cuando sepamos esto desde nosotros mismos, es decir, desde nuestros libros fundamentales, podremos de verdad unirnos. Hablo de la unión a través del conocimiento, hablo de la unión más firme y duradera, de la unión desde el saber, de la unión desde el conocernos, desde el ser nosotros y el otro.
MRD Entonces si hablamos de la unión a través del conocimiento y tenemos tantos fenómenos integradores hoy en día como la Televisión con Telesur o el ALBA en medio de todo esto ¿continúa todavía hoy la BA como un fenómeno integrador de Latinoamérica? ¿Por qué es tan importante el libro como fenómeno integrador?
HM Soy recurrente en esto, pero no tengo alternativa: los pueblos se integran por necesidades, es cierto, la seguridad, la supervivencia, la paz, por ejemplo; y el logro de la anfictionía, que viene de tan lejos en espacio y tiempo, ha sido una meta siempre acechante. Algún día, decimos, la alcanzaremos o ella nos alcanzará. Y de una u otra manera, que la alcancemos o que nos alcance, ella tiene que producirse. Podemos y debemos unirnos por seguridad: fuerzas extraordinarias nos empujan al precipicio constantemente y una manera de oponerles otras fuerzas, iguales o superiores, es que hagamos el esfuerzo juntos para que el vector resultante sea indoblegable. Podemos y debemos unirnos por supervivencia: el suelo, por ejemplo, el mundo, la pacha mama, exige de todos la unión para protegerla, para desechar para siempre un modelo de crecimiento que es falso crecimiento porque implica la destrucción del ambiente, es decir, la destrucción de donde vivimos, en otras palabras, nuestra destrucción. No es posible que crezcamos para destruirnos, eso es un contrasentido. En contra de ese modelo debemos unirnos para lograr una manera sana, adecuada, justa de crecer. Hoy hablar de armonía no es una necedad, es algo primordial y acaso más importante que hablar de PIB y de todas esas cosas que de tan elevadas e inalcanzables, se convierten cada día en cosas más opacas. Podemos y debemos unirnos por la paz. Esto es algo tan elemental que parece una pérdida de tiempo hablar de ello. Sin embargo, el mundo es una guerra, dondequiera que veamos es una guerra: religiosa, étnica, política, económica. ¿Qué debemos hacer para oponernos a esa guerra? En primera instancia, unirnos. Y aquí llegamos al trasfondo de la pregunta, que es la pregunta por la integración y por la importancia de los libros en esa tarea. Desde nuestra perspectiva la verdadera unión es la producida por el conocimiento mutuo, respetuoso del otro, por el conocimiento integrador que observa siempre las diferencias. Ese conocimiento, suerte de síntesis dialéctica, lo da sin lugar a dudas y mejor que nada el contacto directo; pero también lo da, y con la firmeza de la palabra escrita, es decir, del pensamiento expresado en palabras, el libro. De allí que el libro sea un instrumento absolutamente eficaz para la integración, y de allí que la Biblioteca Ayacucho sea, siempre ha sido y será, una Biblioteca para la integración de nuestros pueblos. Es preciso resaltar constantemente la importancia de la Biblioteca Ayacucho como instrumento de integración latinoamericana y caribeña.
MRD Usted además de ser presidente de la Biblioteca Ayacucho, es un escritor: ¿Qué significa ser un escritor y ser editor de la BA? ¿Cómo se manejan ambas realidades?
HM Pudiera verse como lo que es, una suerte de bendición. Muchas veces pensé que mi fin sería como librero, otras que era preferible estar al frente de una biblioteca de pueblo, pequeña, algo escondida, mejor si muy callada y hasta solitaria. Aspiraciones egocentristas, sin lugar a dudas. La Biblioteca Ayacucho fue una aspiración desde que la conocí, pero para tener y leer sus libros. Solamente. Y ahora, con libros que están en una página web, con libros para niños, jóvenes y adultos que vendrán en otros soportes electrónicos, aparte del ya vetusto computador, aquella vieja aspiración, ahora revestida de una urgencia por incidir en el medio, aprender de él y estar en él, se renueva. Algún día lo lograré.
MRD ¿En qué lugar coloca la Biblioteca Ayacucho al intelectual y al pensador latinoamericano hoy?
HM En el lugar exacto de trascendencia que le corresponde. La Biblioteca Ayacucho es, también, un instrumento de valorización de nuestra actividad intelectual, un instrumento que pone al alcance del latinoamericano, del caribeño y del habitante de todas partes del mundo, el pensamiento nuestroamericano de la manera más fiel y respetuosa posible. Respetamos al autor, de ayer, de hoy, al ofrecer ediciones fidedignas de su obra. Respetamos al lector, al ofrecerle la versión más exacta y fiel de una obra que se pueda tener. Entonces, la Biblioteca Ayacucho, que es un organismo de unión por el conocimiento, es asimismo un organismo de valorización y respeto de autores y lectores. Una revolución, la revolución bolivariana está obligada a ofrecer a los venezolanos, latinoamericanos y caribeños –y al mundo en general–lecciones del hacer, está obligada a dar lo mejor en cada obra que produzca para que ella sea guía (estética, ética, científica, etc.) para el habitante de esta nación y del mundo. Por ello esta iniciativa es tan trascendental. No sólo ofrece lo más fiel, hasta donde le sea posible, en contenido sino además lo más elevado en cuanto a presencia como objeto estéticamente deseable. Es una cátedra no excluyente de responsabilidad editorial revolucionaria. Y digo no excluyente, porque al lado de la Biblioteca Ayacucho están la editoriales hermanas: El Perro y La Rana, Monte Ávila Editores, brindando lo mejor de sí mismas, dentro de sus especificidades, para que el lector, ese ser cada vez más ávido de lecturas gracias a la revolución, pueda disfrutar y aprender (porque la lectura es también un disfrute y un aprendizaje) desde sus numerosos libros que abarcan los temas más variados que podamos imaginar.
MRD Supongo que como en la literatura, al llevar una editorial también se tienen algunos silencios: ¿Cuáles son esos silencios en la BA a los que Humberto Mata desearía dar sonido algún día, pero que por alguna razón se mantienen?
HM Son muchos los silencios: y a medida que la revolución se expande y abre nuevas puertas y alumbra otras regiones, esos silencios se hacen más evidentes. Las expresiones de las poblaciones originarias de lo que ahora es Venezuela, son un silencio en Ayacucho. La mujer, a pesar de todo lo que se ha hecho y hará próximamente, es otro silencio. Las minorías son silencios. Y así, podría nombrar muchos, muchos otros silencios. Pero está la necesidad de hacer, el reconocimiento de que existen los silencios y la voluntad de llenarlos con los sonidos más adecuados. Es como para recordar una viejísima canción, Los sonidos del silencio.
MRD ¿Hacen falta los encuentros de intelectuales o para eso están los libros?
HM Siempre es saludable, refrescante, alentador encontrarse con el otro. Los libros son para muchos el mundo, pero ni siquiera ese mundo es suficiente.
MRD ¿Se puede hablar de una labor social de la BA y del intelectual?
HM Las y los intelectuales no son seres aislados del mundo, son también el hombre y la mujer y sus circunstancias. La Biblioteca Ayacucho no es un ente apartado de la circunstancia que le ha tocado vivir. Somos parte de este país, somos parte de Latinoamérica y el Caribe, somos parte del mundo. Sentimos y expresamos, con nuestros libros, con nuestras exposiciones, con nuestros talleres en todo el territorio venezolano, con la palabra de nuestros trabajadores en toda la nación, la emoción y el compromiso de formar parte de una revolución en marcha, con los aciertos que son muchos y con los errores que también los hay.
MRD: La BA ofrece muchos de sus libros en formato digital. ¿Cómo ha sido esta experiencia del libro sin papel, puede llamarse exitosa?
HM Exitosísima, es una de las experiencias más alentadoras que nos haya tocado vivir. Es justamente una experiencia revolucionaria. Poner el libro verdaderamente al alcance de todos, absolutamente gratuitos. Esa es una experiencia revolucionaria. Hacer que los libros puedan ser escuchados por las personas con discapacidades visuales o motoras. Esa es una experiencia revolucionaria. Lograr que en Tucupita, por ejemplo, pero también en el Tibet, en Vietnam y en Siria sean leídos los libros de la Biblioteca Ayacucho que están en su página web. Esa es una experiencia revolucionaria.
MRD Podemos catalogar los libros que edita la BA como libros "para estudiosos”, pero gran cantidad de estos libros ¿Cuántos? se están descargando y demandando a través de Internet. ¿Esto nos indicaría que tenemos más y más personas en el mundo interesadas en el estudio de los escritores latinoamericanos, cómo cree usted que debe asumir este compromiso el escritor de nuestro continente?
HM El escritor debe escribir, y hacerlo con conciencia y metido dentro de sus circunstancias, que son las de su país y las suyas.
En una revolución todos somos estudiosos y los libros son para nosotros, los estudiosos. Un país de lectores, eso ha de ser Venezuela dentro de pocos años. Un país de estudiosos.
No está demás dar cantidades, eso permite medir y comparar. Puedo decir que hasta mayo del 2010 más de un millón de personas había bajado libros de la Biblioteca Ayacucho desde la Internet. Esta es una cifra alcanzada en menos de tres años a través de un medio, el soporte electrónico, que crece de manera insospechada. La Biblioteca Ayacucho es paradigma en el libro impreso y en el digital, y sus servicios a través de la web crecen también a una velocidad envidiable.
MRD ¿Qué más tiene por hacer la BA para el siglo XXI?
HM Por supuesto, debe continuar el rescate, el estudio, la valoración y la edición de las obras que consideramos fundamentales para el pensamiento nuestroamericano. La Biblioteca Ayacucho debe ser vista como lo que es: Una institución editorial del Estado venezolano, de la Revolución Bolivariana, que ofrece los clásicos de América Latina y el Caribe vistos desde la actualidad. En esa dialéctica vive y vibra la Biblioteca Ayacucho.
También debe, por supuesto, explorar todos los medios para que ese rescate, ese estudio, esa valoración y esa “edición” lleguen a la población de Venezuela y el mundo: por el libro impreso, por el libro digital, por el libro escuchado gracias a las voces robóticas, por el libro (o algo que pueda seguir llamándose libro) brindado mediante todo el arco iris digital de que seamos capaces servirnos.
MRD: ¿Considera a la BA como un proyecto utópico?
HM Muchas veces pienso, y hasta es posible que esté en lo cierto, que lo más real de este mundo es la utopía.
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María Ramírez Delgado (Venezuela, 1974). Poeta, narradora y orfebre. Ha publicado en narrativa: Éramos malos y otros textos agrios (2000) y en poesía: En el barro de Lesbos (2001), y Quemaduras (2004). Entrevista realizada especialmente para Agulha Hispânica. Contacto: mariaramirezdelgado@gmail.com. Página ilustrada con obras de la artista Sila Chanto (Costa Rica).
El período de enero de 2010 hasta diciembre de 2011 Agulha Revista de Cultura cambia su nombre para Agulha Hispânica, bajo la coordinación editorial general de Floriano Martins, para atender la necesidad de circulación periódica de ideas, reflexiones, propuestas, acompañamiento crítico de aspectos relevantes en lo que se refiere al tema de la cultura en América Hispánica. La revista, de circulación bimestral, ha tratado de temas generales ligados al arte y a la cultura, constituyendo un fórum amplio de discusión de asuntos diversos, estableciendo puntos de contacto entre los países hispano-americanos que posibiliten mayor articulación entre sus referentes. Acompañamiento general de traducción y revisión a cargo de Gladys Mendía y Floriano Martins. |
quarta-feira, 19 de novembro de 2014
Humberto Mata: la Biblioteca Ayacucho constituye el libro de la unión | María Ramírez Delgado
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