terça-feira, 18 de agosto de 2020

ACTO IV | El bosque de los secretos

EL MUSEO DEL VISIONARIO, de Floriano Martins y Berta Lucía Estrada

 

Ahora comienza el bosque encriptado.

La sombra escondió los árboles.

[…]

La inmensa jungla tiene insomnio. 

RAUL BOPP

 

El escenario es una penumbra. Mientras tres figuras barren el piso, una pantalla desciende del techo. Salen las figuras, la penumbra se desvanece, aparece un bosque en la pantalla, un paisaje de animación. Los cinco animales totémicos del acto anterior se mueven por el escenario en la pantalla. Sus movimientos cambian según las palabras de cada uno de ellos.

 

HURÓN

Tenemos que robar el bosque y esconder nuestros secretos allí.

 

RATA-CALVA-VOLADORA

Pero ¿por qué robar, Hurón? Es más simple esconder los mismos secretos en el bosque sin que él sospeche lo que hemos hecho.

 

CANGURO CON ALAS

Pero los secretos son secretos solo si sabemos que existen.

 

LAGARTO

Bien, entonces dejamos que el bosque sepa que escondemos nuestros secretos en él.

 

HORMIGA-CIGARRA

Eso me parece bien, porque así es como estamos creando un bosque inquieto. Un paisaje de curiosidad permanente.

 

HURÓN

No olviden a Diana Cazadora; si ella se llega a enterar que tenemos secretos escondidos en su bosque ese será nuestro fin. Cada vez que el viento me levanta la cola intuyo que es ella que corre detrás de una presa; nunca descansa, siempre está al acecho. Me da la impresión que sus flechas son infinitas; entre más lanza más tiene. Ah!… y su arco siempre está tensado.

 

HORMIGA-CIGARRA

Y no olviden al ciervo que la sigue como si fuese un galgo dócil. Ahora que lo pienso es por Diana y su ciervo que el bosque vive inquieto; sabe que ninguna de sus criaturas está a salvo de su mirada. Donde pone el ojo pone la flecha.

 

LAGARTO

Es verdad; afortunadamente los árboles me brindan escondrijos seguros; y ni su mirada de águila puede entrar hasta el fondo de mi cueva.

 

CANGURO CON ALAS

Bueno…, pensándolo bien los secretos podrían guardarse en los huecos de los árboles; así Lagarto sería su eterno guardián.

 

RATA-CALVA-VOLADORA

Y yo puedo cuidarlos de noche; Diana Cazadora le teme a la oscuridad; nunca sale antes que los largos dedos de la aurora aparezcan por los intersticios de las hojas. Si lo sabré yo que solo vuelo en las noches.

 

CANGURO CON ALAS

Como los árboles ya están llenos de secretos, ahora pueden caminar por el bosque, incluso de camino al mar…

 

HORMIGA-CIGARRA

Y pueden cantar… Qué noche espléndida, cuajada por el sonido de los árboles…

 

HURÓN

Sin embargo, no todo es un secreto en el corazón de un árbol.

 

LAGARTO

¡Qué horror sería una vida dedicada a los secretos!

 

RATA-CALVA-VOLADORA

Las sombras no tendrían más motivos para serlo, porque, después de todo, todo en las sombras no es más que un galimatías de secretos.

 

CANGURO CON ALAS

¡Un prado de misterios!

 

HORMIGA-CIGARRA

¡Una sopa de rompecabezas!

 

HURÓN

Tendría que pasar toda mi vida robando las claves de estos enigmas.

 

LAGARTO

Este loco solo piensa en robar…

 

RATA-CALVA-VOLADORA

¿Con cuántos gatos podemos garantizar una nueva vida al azar?

 

El bosque está todo acurrucado por la agitación de los animales. El vuelo bajo de Canguro con Alas siempre es imprevisto. Rata-calva-voladora lo sigue dondequiera; el frenesí de ambos los impulsa. Lagarto improvisa piedras desde donde mantiene su ilusión de control. Hurón excava el follaje caído en busca de amuletos para su colección. Hormiga-Cigarra canta mientras trabaja y parece ser el personaje más incomprensible de esta fábula de anarquías.

 

HORMIGA-CIGARRA

No entienden lo que hago; tal pareciera que me temen. A veces miran con desconfianza algunas de las montañas que hacemos día a día. ¿No será que piensan que mis compañeras y yo podríamos hacerlos desparecer en menos de lo que canta un gallo? Sin embargo, aquí sigo en mi labor mientras que canto de sol a sol; por algo los escucho decir a menudo: – El canto de Hormiga-Cigarra aleja la lluvia. En cierta forma soy su centro meteorológico. ¿Será que trabajar y cantar son palabras enemigas?

 

EL BOSQUE

Me llamo Bosque-Floresta-Selva-Jungla; y a pesar de tener tantos nombres mi función principal es la misma: proteger a los animales que viven en mis dominios. Es cierto que Diana Cazadora cree que ella es el ama y señora de todos nosotros; yo la dejo soñar, así puedo controlar mejor sus movimientos. De no hacerlo hace tiempo habría acabado con todos los animales que rondan mis árboles. Es cierto lo que dicen, si, estoy inquieto, inquieto por ellos; en cierta forma son mi progenie.

 

BÁRBOL

Pertenezco a un largo y honorable linaje, soy el Pastor de los Árboles y poseo una sabiduría vieja como los montes. Soy tan antiguo como el mundo; yo estaba aquí antes que él fuera creado. Mi conocimiento del alma de los seres que me rodean es un pozo infinito de luces, centellas, de ondas que gravitan en el fondo de mis ojos. Ellos lo saben, por eso me aman y por eso me temen.

 

SERTÃO

Los mitos no saben qué hacer con la realidad de sus pasos perdidos. A veces sentimos el dolor de Anteo que no sabe cómo volar o la angustia de Ícaro cuya iluminación se le escapa en el último momento de su vuelo. Creo que la comprensión de los mitos casi siempre está fuera de lugar. Cuando soñamos, las alas ya no nos sirven para volar, y lo que importa es la fuerza onírica de nuestros pies ligeros. Las noches son la casa secreta de las tormentas. Se alimentan de todo lo que construimos o perdemos durante el día. Las noches desconocen la moraleja de los días. Y los valores nocturnos son una maraña de deseos. Por eso los mitos se niegan a ser una explicación de la realidad. Siempre deben ser el impulso que nos haga avanzar, incluso ajenos a la propia realidad objetiva.

 

RATA-CALVA-VOLADORA

El tema de tantos sueños no es otra cosa. La mirada furtiva de nuestro humor ante la fragilidad de todas las cosas. Cuando duermo me pongo mis botas de viaje y soy todos los mitos que contemplan mi vida.

 

HURÓN

No sueño con alas. Mis vuelos son bajos y siempre pienso en cosas nuevas para robar. El otro día robé un par de alas. Dédalo vive en un bosque de al lado, y cuando se enteró de mi robo, vino a pedir prestadas las alas para su hijo. No sé cómo vender o comerciar, así que lo dejé que tomara el par de alas. Ahora sueño con las alitas de Hermes…

 

LAGARTO

Las noches son la casa secreta de las tormentas, hermosa frase, Sertão; hacía falta un poco de filosofía y de poesía. Se nos olvida muy a menudo que gracias a ellas no sucumbimos a las tinieblas.

 

HORMIGA-CIGARRA

Y ahí siguen… hablando, discutiendo… Vaya partida de vagos; y, sin embargo, dicen que yo soy la vaga del Bosque. Y dale con las alas… siempre las alas. Ignoran que soy yo quien le cantó al oído de Dédalo los secretos de la miel y de las plumas; soy yo quien le dijo como podía escapar del laberinto. La tarde en que él y su hijo volaron yo entretuve al Minotauro con mis cantos; bueno… entretener… entretener… es decir demasiado; la verdad es que lo estaba volviendo loco…

 

RATA-CALVA-VOLADORA

Ahora entiendo porqué nunca has volado, Hurón; no solo robas, sino que dejas que te roben tus propios inventos; a veces me das verdadera lástima.

 

HURÓN

No es verdad. Lo que pasa es que el robo solo tiene importancia para los adeptos de la propiedad privada. Mi colección no es una propiedad, es solo una diversión. Hormiga-Cigarra también debe tener cuidado con sus ideas de entretenimiento. Porque gracias a ellos el mundo ha perdido su dimensión filosófica. El Bosque puede ser una cornucopia de milagros, pero no puedo robarle nada, porque no considera que nada sea suyo. ¿Cómo se cree que es dueño de un milagro? Lo mismo sucede con todo lo que nos rodea. No somos dueños de nada. Sin embargo, en cualquier momento, algún tonto se cree mejor que otro. Cada momento alguien compra una verdad solo para sí mismo.

 

CANGURO CON ALAS

[gritos] ¡Hora de comer, hora de matar el hambre!

 

RATA-CALVA-VOLADORA

¡Demonios, esa charla fue realmente brutal! Tienes razón, Canguro. La verdad no alimenta a nadie. Incluso el espíritu prefiere una buena ensalada de dudas.

 

EL BOSQUE

¡Me haces reír!

 

LAGARTO

La sonrisa de El Bosque es un regalo divino.

 

CANGURO CON ALAS

Si, si. Pero no pongas más excusas. Boya comer…

 

LAGARTO

Dicho de esa forma imagino que vas a comer muchas bayas; las boyas son bastante difíciles de digerir; aun para ti que eres un glotón.

 

CANGURO CON ALAS

Ja ja ja ja, Ya sabes… El Bosque está lleno de bayas; sobre todo en esta época estival. Así que quedas invitado; yo te he visto comerlas en medio de la noche, así que no te hagas el inocente.

 

Todos se dispersan y la penumbra se apodera poco a poco del escenario.

 

*****

 

Agulha Revista de Cultura

UMA AGULHA NO MUNDO INTEIRO

Número 156 | Agosto de 2020

Artista convidado: Franz Sedlacek (Áustria, 1891-1945)

editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com

editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com

logo & design | FLORIANO MARTINS

revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS | MÁRCIO SIMÕES

ARC Edições © 2020

 

 

Nenhum comentário:

Postar um comentário