RV Eres hijo de un gran escritor, tienes una trayectoria en particular como antropólogo y como fotógrafo, ¿cómo vislumbras este acercamiento a la imagen?
RMG Antes de la antropología estudié pintura en La Esmeralda, después me metí a la universidad. Estudié antropología, ese origen en la pintura me dio pie a que ya como antropólogo, para ilustrar mis trabajos de campo, utilizara la cámara y por ahí vinculé el origen de la pintura y todo lo que había aprendido para encuadres y para el diseño de un cuadro. Pero para la fotografía etnográfica.
RV Te has acercado a temas como el desnudo, la figura humana y el desierto, ¿cuál ha sido el llamado?
RMG El inicio fue la fotografía etnográfica para ilustrar mis trabajos como antropólogo. De ahí, el siguiente gran tema, digamos, fue el paisaje. Todo lo que trabajé como antropólogo trataba sobre el manejo de recursos naturales, ecología, medio ambiente, desde hace veinticinco años antes de que se pusiera de moda. Y de estas formas del paisaje después hubo la tercera derivación hacia el tema del desnudo femenino, tratando de hacer una similitud entre el paisaje natural y las formas del cuerpo femenino que semejan paisajes. Y por ahí fue esa tercera vía, digamos, de temas que he trabajado como el desnudo.
RV ¿Qué implicaciones ha tenido tu desempeño como artista visual? ¿Ha influido el que tu padre haya sido escritor, que también haya estado cerca del mundo del arte?
RMG Seguramente sí, lo más probable es que sí. No directa, muy de manera indirecta. El no fue muy insistente en que uno u otro de los hijos se dedicara a cuestiones artísticas. Pero sí, en la casa se vivía un clima con mucha vida cultural, había artistas que eran invitados a la casa, a las reuniones, pues fue un clima que permitió que de alguna manera estuviera presente la parte artística y a mí me dio por este lado de la fotografía.
RV ¿Y la infancia? ¿Cómo percibías el mundo del arte en aquellos ayeres?
RMG Muy intuitivo, nada reflexivo. Nada orientado específicamente para darme o darles al resto de los hermanos una formación artística, explícita. Se vivió de manera muy secundaria el ámbito cultural. En la derivación o el origen seguramente apunté más hacia el lado de la antropología porque tenía lazos con el campo mexicano, el abuelo por parte de mi madre, mi abuelo materno, era agricultor, y eso propiciaba que todos los nietos nos fuéramos en las vacaciones a su rancho y conviviéramos con las gentes del pueblo, de ahí el vínculo con las formas rurales campesinas, y después la liga con la fotografía y la fotografía etnográfica y esa liga con la fotografía del paisaje; esa me llevó a la tercera liga y al gran tema que es el cuerpo femenino como formas que semejan paisajes naturales.
RV Con toda esta bitácora en tu trayectoria, ¿qué sigue Ricardo?
RMG Hice un alto en el camino porque he experimentado en la fotografía etnográfica. Dejé de hacerla mucho a partir del movimiento zapatista, en donde todo mundo empezó a tomar fotos de indígenas y era ya el tema obligado. De ahí el salto a la fotografía de paisaje, en el desnudo realicé la publicación de un libro en coordinación de la Universidad de Morelos en donde puse las tres vertientes de la fotografía de desnudo y ahí me agoté, hasta ahora. Estoy buscando una nueva línea de trabajo justamente, haciendo alusión a tu pregunta, para ver qué sigue. Al respecto hay varias ideas, estoy experimentando, pero todavía no puedo saber exactamente qué es lo que sigue. Lo que sí sé es que no puedo seguir repitiendo lo mismo. Tengo que encontrar un nuevo tema o una nueva vertiente dentro de estos temas, pero no me quiero repetir.
RV Pensando en la fotografía en México, ¿cuál es tu balance?
RV Si pudieras hacer un proyecto, consumarlo y llevarlo a cabo, ¿qué harías en este momento, hacia que te acercarías más de acuerdo a lo que ves en tu país?
RMG A registrar la vida cotidiana en las zonas rurales porque está cambiando, está evolucionando rápidamente, están dejándose de hacer muchas cosas, se están dejando de llevar estilos de vida muy tradicionales que llevan siglos de tal manera y están cambiando vertiginosamente, quizá para mal. Pero ese cambio es el que hay que registrar ahorita en todos los ámbitos. Ese cambio está transformando a las sociedades. Esta globalización está transformando al mundo y en México es el registro de la vida cotidiana. En este momento sería importante.
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Ricardo Venegas (México, 1973). Poeta. Entre sus libros más recientes se encuentran Caravana del espejo(2000), La sed del polvo (2008), y Turba de sonidos (2009). Actualmente dirige la revista literaria Mala Vida, Mester de Junglaría, además de la editorial Eternos Malabares. Contacto: ricardovenegas_2000@yahoo.com. Página ilustrada con obras del artista Ricardo María Garibay (México).
El período de enero de 2010 hasta diciembre de 2011 Agulha Revista de Cultura cambia su nombre para Agulha Hispânica, bajo la coordinación editorial general de Floriano Martins, para atender la necesidad de circulación periódica de ideas, reflexiones, propuestas, acompañamiento crítico de aspectos relevantes en lo que se refiere al tema de la cultura en América Hispánica. La revista, de circulación bimestral, ha tratado de temas generales ligados al arte y a la cultura, constituyendo un fórum amplio de discusión de asuntos diversos, estableciendo puntos de contacto entre los países hispano-americanos que posibiliten mayor articulación entre sus referentes. Acompañamiento general de traducción y revisión a cargo de Gladys Mendía y Floriano Martins. |
quarta-feira, 19 de novembro de 2014
Ricardo María Garibay, la fotografía y el desnudo | Ricardo Venegas
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