En diciembre
de 1938 se fundó en El Cairo el colectivo Art et Liberté, en un
Egipto donde el Estado colaboraba en la organización y financiación de
exposiciones de arte con instituciones como la Société des amis de
l’art, presidida por el totalitario Mohammad Khalil, quien organizaba cada año el Salón du
Caire, conservador y canónico.
El favoritismo de la Société llevó a varios artistas a formar grupos
independientes para promover la obra de creadores emergentes y poco conocidos
que no tenían acceso al Salón. El grupo Art et Liberté inició
su andadura con un Manifiesto de título expresivo: “Viva el arte degenerado”
(así había calificado el nazismo una exposición de 1937 en Munich con obras de Max Ernst, Kandinsky, Paul Klee, Edward Munchy Marc Chagall entre otros). Estaba
formado por una inquieta generación de jóvenes artistas, intelectuales y
activistas, unidos por su afinidad intelectual más que por su nacionalidad, que
perseguían también una reforma cultural y política.
Se aunaron en torno a conceptos y estilos vanguardistas e
iniciaron una serie de contactos con movimientos artísticos internacionales
para intercambiar trabajos y experiencias, el más destacado de los cuales fue
el surrealismo. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial Art et Liberté se
involucró en la lucha contra el fascismo, el nacionalismo y el colonialismo.
La guerra y sus efectos destructivos actuaron de coagulante de la
producción artística y literaria del grupo. Campos de batalla, imágenes de
destrucción y muerte, gentes afectadas por el dolor, la angustia y la ansiedad,
son los ingredientes de la sección “La voz de los cañones” de esta exposición.
Entre 1942 y 1945 Samir Rafi pinta desnudos a través de una visión surrealista
del bombardeo de Alejandría. Las imágenes de mujeres obligadas a prostituirse a
causa de la guerra se reflejan en los cuerpos rotos y deformados de las
pinturas de Mahmoud Saïd,
Amy Nimr o Fouad Kamel de
la sección “La mujer de la ciudad”, título inspirado en el poema de George Henein“Saint Louis Blues”. A
ellas se suman las imágenes de soldados mutilados y escenarios de destrucción
provocados por la guerra.
En relación con España, el grupo tuvo contactos con la oposición al
franquismo: la ilustración de su manifiesto “Viva el arte degenerado” era una
reproducción del Guernica de Picasso mientras una de sus publicaciones llevaba el título
“Don Quichotte”. George Henein había vivido su adolescencia en Madrid, donde su
padre fue embajador.
En los años cuarenta Art et Liberté denunciaba en sus
figuras deformadas y distorsionadas el estado de injusticia en el que se
encontraba sumido el país, las desigualdades económicas, la explotación de los
trabajadores por una clase de magnates y terratenientes feudales. Se pueden ver
en la sección “Cuerpos fragmentados”, en obras como “Bastonazos” de Antoine Malliarakis, quien firmaba
como Mayo, una denuncia de la represión policial, y en las de Ramses Younane y Hassan El-Telminasi. La fragmentación
de la figura humana era el modo de Art et Liberté de oponerse al simbolismo y
al naturalismo burgueses.
Hay en esta exposición una rica representación de la fotografía egipcia
de la década de los años 30 del siglo XX: obras de Ida Kar, Hassia, Ramzi Zolqomah, Van Leo… en las que estos artistas
experimentan con las solarizaciones de Man Ray y los fotomontajes de Herschel. La fotógrafa norteamericana Lee Miller fue una activa componente del grupo cuando se
trasladó a vivir a Egipto tras su matrimonio con el empresario Aziz Eoui Bey.
Tras la escisión del surrealismo en dos grupos, el de Dalí y Magritte y
el de quienes practicaban la escritura y el dibujo automáticos, uno de los
teóricos de Art et Liberté, Ramses Younane creó una tercera vía a
la que denominó Realismo subjetivo, mediante el cual los artistas
incorporaban símbolos reconocibles (inscripciones antiguas, motivos faraónicos
y coptos) en obras generadas por el inconsciente. Y en 1946, tras la disolución
de Art et Liberté, otros de sus integrantes crearon el Grupo
de Arte Contemporáneo, centrado en desarrollar lo que sus artistas
denominaban un arte egipcio auténtico, centrado en la tradición popular,
incorporando mitos y supersticiones. Se trataba de integrar lo faraónico con lo
islámico, pero terminó siendo un movimiento de exaltación nacionalista.
EDIÇÃO COMEMORATIVA |
CENTENÁRIO DO SURREALISMO 1919-2019
Artista convidado: Jan
Dočekal (República Checa, 1943)
Agulha Revista de Cultura
20 ANOS O MUNDO CONOSCO
Número 134 | Maio de 2019
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
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