segunda-feira, 1 de novembro de 2021

FEDERICO LUIS RUVITUSO | Estelas ignoradas – Diálogo con Luis Scafati

 


Luis Scafati es un dibujante e ilustrador argentino, ecléctico e innovador, de renombre internacional, que desde muy joven publicó y difundió sus trabajos en diversas editoriales y medios. Estudió Artes en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCU) y en 1981 ganó el Premio de Honor en el Salón Nacional de Dibujo. Incursionó en diversas formas del grabado, la acuarela y el transfer. Ilustró a Ricardo Piglia, a Franz Kakfa y a Roberto Arlt, entre muchos otros, y también publicó textos ilustrados de su autoría. Sus obras forman parte del acervo de importantes museos en Barcelona, Madrid y Frankfurt y fueron publicadas en Francia, Inglaterra y Corea entre muchos otros países del mundo. Ciudadano ilustre de Mendoza, ganó el premio Konex en 2012 como uno de los cinco mejores ilustradores de la década. Ese mismo año fue nombrado Doctor Honoris causa por la UNCU. Sin embargo, lejos de los academicismos y de las convenciones actuales, sus obras inconfundibles y sus opiniones críticas le escapan a las categorías y a los tópicos establecidos.

 

FLR | Usted es reconocido por grandes proyectos de ilustración. Pienso en la edición de Martín Fierro; en la célebre Metamorfosis, de Kakfa; en las obras de Joseph Conrad y de Edgar Allan Poe; en la reciente adaptación dibujada de Drácula, y en sus libros Tinta China, Mambo Urbano y El Viejo Uno Dos, entre muchas otras producciones. ¿Cómo piensa la relación entre el texto y la imagen en sus trabajos tanto de ilustración como de adaptación total?

 

LS | Desde siempre sentí que el dibujo es una forma de narrar; no es casual que muchos escritores dibujen y viceversa. Una imagen siempre nos cuenta algo, así sea un simple retrato. Por lo tanto, la relación de ambas partes —texto y dibujo— es, según lo entiendo, un natural complemento. Muchas veces una imagen nos dice cosas que es imposible traducir con palabras, amplifica una idea, le da otras resonancias.

 

FLR | Sus primeras publicaciones fueron en revistas de humor como Tía Vicenta, Humor y Péndulo, entre muchas otras. ¿Cómo entiende la actualidad, la insistencia y la supervivencia de la gran tradición del humor gráfico en la Argentina?

 

LS | Sí, me formé en los medios gráficos y fue allí donde aprendí todo lo que un ilustrador necesita. Mi paso por el humor fue una excusa para dibujar. Creo que de alguna manera participé en un momento cumbre del humor gráfico. Somos un pueblo melancólico, inventores del tango y de otras nostalgias, por lo tanto, el humor es una necesidad básica que compensa esa parte. Hay muchas vertientes donde el humor transita: el folklore, la literatura y, por supuesto, los medios gráficos. Hubo una época en la que las revistas de humor eran una epidemia, recuerdo algunos títulos: Rico Tipo, El ratón de occidente, Satiricón, Hortensia, Mengano, Humor, Sancho. Esto era por los sesenta y los setenta, una época complicada política y socialmente.

 


FLR | Si tuviera que elegir algunas influencias artísticas fundamentales en sus obras (tanto pasadas como contemporáneas), ¿cuáles serían?

 

LS | Un artista no nace de un repollo, somos eslabones. Desde la historieta a las ilustraciones de Roberto Páez, los grabados de Goya, el cine, la música y la literatura impregnaron mi trabajo. Y lo siguen haciendo; por ejemplo, cuando dibujé La metamorfosis, de Franz Kafka, no podía dejar de escuchar Tábula rasa, de Arvo Part. Pienso que algo de eso entró en los dibujos, no sabría decir en que parte, pero no puedo dejar de evocar esa melodía cuando los miro.

 

FLR | En los últimos años, dentro del marco de las universidades de arte, las prácticas tradicionales se encuentran en disputa con los nuevos medios y con las nuevas tendencias en el mercado del arte. ¿Ha cambiado mucho este contexto desde sus años de estudio en la Universidad de Cuyo? ¿Cómo se relaciona su producción con estas nuevas tendencias de consumo?

 

LS | Como bien dice el I Ching, todo está en perpetuo movimiento. Seguramente siempre pasó, basta revisar la historia del arte para entender que es así. Tal vez hoy todo es más vertiginoso, pero recuerdo que cuando era estudiante de artes plásticas decían que la pintura de caballete había muerto; en aquellos días estaba en el candelero el arte cinético. Hoy Duchamp, cuya producción fue mínima si la comparamos con la de Picasso que hizo todo, ocupa un lugar en el basamento conceptual porque tal vez estamos en un momento en el que todo debe tener una lógica. Sin embargo, siempre hay gente que escapa del rebaño: muchos jóvenes siguen pintando.

 

FLR | De sus declaraciones encuentro fundamental la idea de que el dibujo piensa y de que la producción en este campo está acompañada por un tipo especial de narración. En este sentido, ¿qué estrategias comunicativas le habilita el dibujo como medio artístico y qué ventajas posee este medio respecto a otras formas de producción?

 

LS | No creo que sea más ventajoso dibujar que escribir, un poema puede expresar una cosa a la que tal vez no sea posible aproximarse por otro medio. El dibujo es un lenguaje que escapa a la lógica, es el lenguaje con el que crecí, mi lengua materna. Por lo tanto, mi comunicación básica pasa por ese lugar, más allá de mi interés por la literatura, es lo que sé hacer.

 


FLR | Sus obras podrían acercarse a los trazos del terrorífico Alfred Kubin en algunos casos, a los dibujos y assamblages de George Groz, en otros, y quizás también a los climas plásticos de las xilografías de Victor Delhez, todos ellos artistas en gran medida inclasificables. En este sentido, ¿cómo se lleva con las categorías clasificatorias elaboradas por la Historia del Arte?

 

LS | Soy ecléctico y me cuesta clasificarme en determinada escuela, tal vez porque uno no tiene la conciencia y la posibilidad de ver lo que otros ven; siempre recuerdo un poema de Cesare Pavese que habla de un nadador que ignora la estela que deja en el agua mientras nada.

 

FLR | ¿En qué aspectos considera que radica el lugar periférico que la Historia del Arte le ha dado al mundo de la ilustración y del humor gráfico?

 


LS | Es que la Historia del Arte hace categorías que parten de prejuicios, jerarquías que me cuesta entender, probablemente porque analizan el hecho artístico solo con el cerebro, no comprenden profundamente lo que ven. Muchas veces me siento conmovido, se me paran los pelos de la nuca ante las llamadas «artes populares» y me cuesta sentir lo mismo ante gran parte de eso que llaman «arte contemporáneo».

 

FLR | Algunas de sus últimas obras (como otros trabajos suyos en coyunturas diferentes) denotan una manera sumamente crítica de pensar el contexto político actual en la Argentina. ¿Cuál cree que es el valor de estos gestos militantes hoy? ¿Qué papel puede jugar, actualmente, el dibujo como herramienta política?

 

LS | Ante tanto ruido mediático, ante tanta mentira organizada, ante el cinismo de estos gobiernos liberales, me salen algunos exabruptos en forma de dibujos, no sé si sirven de algo, pero cuando los hago, me siento más liviano.

 

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FEDERICO LUIS RUVITUSO. Historiador de arte. Entrevista originalmente publicada en Armiliar # 1, mayo 2017.



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[A partir de janeiro de 2022]

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Agulha Revista de Cultura

UMA AGULHA NA MESA O MUNDO NO PRATO

Número 185 | novembro de 2021

Curadoria: Floriano Martins (Brasil, 1957)

Artista convidado: Luis Scafati (Argentina, 1947)

editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com

editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com

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revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS | MÁRCIO SIMÕES

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