terça-feira, 30 de novembro de 2021

LUIS FERNANDO CUARTAS | Por entre las calles abiertas de Jorge Zapata

 


Jorge Zapata es un ser de calle abierta, sus ojos se han posado en el esqueleto de la ciudad, esa espina dorsal del pez que muestra sus espinas pintadas de color. Su obra está sumergida en las calles, es un artista urbano en todo su esplendor. Se diría que visibiliza lo que se ve, pero no se cuenta: los olvidados, los humildes, los desclasados. Se aleja de la farándula y de los remoquetes de la moda, su ojo está entre zonas aparentemente hostiles, segregadas, entre prostíbulos, hoteluchos, fritangas, vendedores ambulantes, el bullicio, el mundo agitado del rebusque y el pan comer entre latas de aceite, papeles y objetos llamados cachivaches. Esta vez lo invitamos a participar en la revista Agulha del Brasil, bienvenido sea siempre.

 

LFC | Se ha llamado tu arte plástico como un artista de las calles, esto es en parte evidente en tu trabajo, más ¿será posible que haya algo más que esa evidencia? Por ejemplo, ¿existe también algo de una poética de las prácticas humanas subvaloradas, ese contar expresiones y cotidianidades de numerosas personas sin “historia”?

 

JZ | Obviamente la estética y la poética están presentes en la vida del ser humano y retoman su valor por tratarse de lugares y seres olvidados y relegados a un segundo plano, esto hace que la labor de resaltar estos inframundos retome un valor estético único y esperanzador para estos seres… los seres humanos comunes y “de a pie”, ciudadanos del país que por ser pobres no representan interés ni para el estado, mucho menos en el arte. Están poco representados. Esos que tu llamas personas “sin historia” la tienen en su día a día y en la capacidad de sobrevivir en una ciudad que les ha sido adversa. Esas son las historias que he querido narrar en mi trabajo pictórico.

 

LFC | Tus primeras experiencias fueron como diseñador, háblanos un poco sobre tus orígenes.

 

JZ | Si, realmente me ha fascinado el mundo del diseño y su aporte brindando soluciones a la sociedad de consumo que demanda cada vez más. Trabajé algún tiempo en este campo y poco a poco me fui retirando de ese mundo pues la pintura me absorbió por completo. Aun veo logotipos que creé. Aunque empecé estudiando Diseño industrial terminé estudiando diseño gráfico y luego mudé al diseño litográfico. Desde hace 20 años aproximadamente me dedico solo a la pintura.

 

LFC | Hay una realidad cruda, dura, esos seres de la vía pública, los mercadillos, los seres entre las sombras, los segregados, más en tu pintura existe un color fuerte, casi que se podría decir “alegre”, festivo, ¿hay algo de carnavalesco en esas interpretaciones pictóricas? ¿Existe en el color una mirada sobre una ciudad policromática, algo festiva?

 

JZ | El color en mi obra es muy intencional, esa realidad tan cruda y dolorosa, a veces tan gris, la lleno de color para que las personas que se acerquen a detallarla vean que detrás del color hay realidades que no se quieren ver, pero que están presentes en la vida cotidiana de la ciudad de Medellín y aún en las grandes ciudades del mundo.

 

LFC | En tu experiencia se sabe que muchos de tus talleres, de tus lugares de estudio, son en esas mismas zonas que pintas, es como un laboratorio vivo para tu creación. ¿Existe una mirada social, una especie de sociología urbana, sin ser explicita, en tu obra?

 

JZ | Yo realmente no los he buscado, mis talleres los he hallado en el camino. La mirada social claro que está presente en mi obra, soy una especie de etnógrafo y fotógrafo sin cámara, a mi manera, he querido mostrar la historia no contada de personajes humildes, algunos, y otros oscuros que tienen que sobrevivir. Seres marginales, quienes con sus esfuerzos también hacen las ciudades.

 

LFC | Cuéntanos la anécdota del cómo uno de tus cuadros fue vetado en una exposición.

 


JZ | Maja Desnudo es una de mis obras que, oficialmente tuvo que “salir del clóset” para llegar a donde está el día de hoy, en la Colección permanente del Museo de Antioquia. Yo mismo no quería comprar el bastidor que me ofrecía alguien en la calle Barbacoas porque recién había adquirido muchos lienzos para pintar, me lo estaba ofreciendo en diez mil pesos y tenía un esbozo de una maja, parecía abandonado por algún estudiante de artes. En un principio no me interesó, pero él me persiguió un buen rato y me dijo que le diera dos mil pesos… Llevé el lienzo a mi apartamento y lo use por unos días como apoyo para pintar otras obras. Un día que mi familia decidió irse un fin de semana a la finca, decidí pintar la figura de un travesti en una pose de Maja, pues creo que el arte pocas veces se ocupa de estas vidas. Lo guardé físicamente un mi closet y luego la llevé a la casa de un amigo coleccionista que me había comprado otras obras. La colgó en la sala y después fue escondida por su empleada debajo de un mueble porque le había dicho “ese amigo suyo se pasó… y además las monjas iban a ir por una donación. Después fue bajada de una taberna gay porque no les gustaban las travestis. Un año después fue excluida de una bienal de arte para hacer una nota de televisión porque el camarógrafo no quiso hacerla. Su segunda presentación en la sociedad artística fue en una exposición llamada ¿Y el amor cómo va? realizada en Bogotá con la Embajada de Francia, la Universidad Nacional y la Fundación Gilberto Alzate Avendaño. Fue realmente la salida del clóset de mi Maja desnudo, que finalmente se exhibió el MD15 y se quedó en el Museo de Antioquia.

 

LFC | En el momento cuantas con un recorrido tanto nacional como internacional, ¿cómo han mirado tu obra desde otros espacios que no sean Medellín?

 

JZ | Mi obra ha tenido buena acogida en el extranjero, he realizado exposiciones individuales y colectivas en todo el país, entre museos, galerías y espacios independientes. A Nivel internacional en Washington, Mexico, Cuba, Clermond Ferrand y Bourdeaux (Francia), Torrijos y Toledo (España) Praga (República Checa). 

 

LFC | Recuerdo el libro de Italo Calvino, Las ciudades invisibles, esas descripciones sobre escombros, pesadillas, agujeros, ojos que miran desde los muros. Veo que en tu trabajo hay mucho de reciclaje, de usar lo usado y darle otra vida, ¿Cómo llegas a ese tipo de materiales y que peso tienen en tu obra?

 

JZ | Utilizo objetos recogidos en la calle que la gente desecha en la basura porque los considera inservibles, yo les doy a esos objetos “una segunda oportunidad” y los convierto en obras de arte, lo siento como una responsabilidad mía como artista frente al cuidado del medio ambiente y el aprovechamiento de distintos materiales como acto creativo

 

LFC | Hay un ser en tu vida que ha sido como un ángel salido del asombro y te ha valorado en tu trabajo, Tere Rivera Ceballos. ¿Podrías contarnos cómo ha sido esa amistad, complicidad y reconocimiento?

 

JZ | Tere ha sido y es la piedra angular y fundamental en este proyecto de vida. Una aliada incondicional y la primera persona que creyó en mi propuesta artística. Es realmente una ser invaluable.

 


LFC | ¿Hacia dónde va Jorge Zapata? ¿Hay planes de salir del país, hay otros procesos colectivos en los cuales estés vinculado? ¿Existe cómo lo has hecho en otros años, una vocación de hacer arte en las zonas donde haces tu trabajo?

 

JZ | Por ahora en Colombia se inaugura este mes de noviembre mi exposición retrospectiva Jorge Zapata en la calle de los sueños rotos, en el Centro de Artes de la Universidad EAFIT, con la Curaduría de Sol Astrid Giraldo Escobar, y otra exposición simultánea en el Pequeño Teatro con curaduría de Omar R. Hidalgo, estoy seleccionado al Salón Nacional de artistas de la Fundación BAT y participo en la XV Subasta de artistas nacionales con Casa Tres Patios. 

En trabajo con comunidades apoyo el proyecto Investigarte 2.0 pintando un mural con un semillero de jóvenes de la calle Barbacoas.

 

LFC | Una vez me contaste la experiencia de hacer obra en recintos privados donde habitan tus personajes, algo así como crear exposiciones en cuartos, hoteles, recintos, llevando el arte hasta las casas, ¿cómo ha sido esa experiencia?

 

JZ | Realicé los primeros murales en la calle Barbacoas, cuando tuve mi taller allí y se incendió, realizamos una exposición Llamada Barbacoa Tropical, con la curaduría de Omar y la complicidad de otros artistas.

También hice parte de la creación del espacio cultural The Gallery At Divas, un espacio autogestionado con Miguel Gallardo, Omar R. Hidalgo y Teresita Rivera, convertido en un proyecto para la diversidad e inclusión en un sector tan marginal y estigmatizado como Barbacoas.

 

LFC | Existe una gran sensibilidad en el tratamiento de tus temáticas, ¿alguna vez has hecho un autorretrato metido dentro de esos cuadros donde también de alguna manera has pasado parte de tu vida?

 


JZ | Aparezco poco, pero si estoy en algunos.

 

LFC | Por último cuéntanos un poco sobre tu vida, lugar de nacimiento, recorridos, viajes, amistades y afinidades con otros artistas?

 

JZ | Nací en San Vicente Ferrer (Antioquia) en 1965. Desde niño tuve inclinación por las artes, dibujaba carros y aviones que me atraían mucho, sin embargo, en esa época ni siquiera pasaba por mi mente convertirme en artista. Mis primeras obras nacieron después de trabajar durante 3 años en el CTI (Cuerpo Técnico de Investigaciones) de la Fiscalía General de la Nación. El trabajo en la noche me permitió conocer la ciudad, pero con otra mirada: los crímenes, las drogas, la incautación de armas y toda la problemática de una ciudad en conflicto. Primero empecé pintando un sitio donde se expendían drogas, luego me tomé los muros de la calle, después empecé a trabajar con papel en formatos pequeños y con un estilo propio que quiero comunicar, compartir en cada obra, como una historia o una especie de crónica urbana.

Al mirar como investigador la ciudad y la gente que habitaba, el centro con sus múltiples formas de vida, estilos, la economía informal, y modos de subsistencia, empecé a encontrar una situación muy dolorosa, evidenciando una problemática de desarrollo que genera desplazamiento intraurbano y rechazo del sistema. Fue aquí donde hallé muchas historias que contar con la pintura, pues no tenía la habilidad para escribirlas. Esos seres humanos, que por razones ajenas a su propia circunstancia fueron abocados a habitar la ciudad en medio del caos que genera su propia vida, en muchos casos por un desplazamiento en contra de su voluntad, me permitieron descubrir unas nuevas estéticas y una problemática social. A estos seres les doy color en mis obras, les doy vida propia a través de mi trabajo.

Mi técnica varía entre acrílicos sobre papel, tela y materiales que reciclo en mi recorrido por la ciudad.

Algunas de mis obras hacen parte de las colecciones del Banco Mundial, Museo Nacional de Colombia, Museo de Antioquia, Museo Universidad de Antioquia MUUA y Museo MAJA de Jericó.




*****

 


[A partir de janeiro de 2022]
 

*****

Agulha Revista de Cultura

UMA AGULHA NA MESA O MUNDO NO PRATO

Número 189 | novembro de 2021

Curadoria: Luis Fernando Cuartas (Colombia, 1956)

Artista convidada: Flor María Bouhot (Colombia, 1949)

editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com

editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com

logo & design | FLORIANO MARTINS

revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS | MÁRCIO SIMÕES

ARC Edições © 2021

 

Visitem também:

Atlas Lírico da América Hispânica

Conexão Hispânica

Escritura Conquistada

 


 

 

Nenhum comentário:

Postar um comentário