Veamos algunos detalles de esa acogida y los
participantes más importantes de la misma. En el Dictionnaire General
du Surréalisme et ses Environs, (1) sus autores Adam Biro y René Passeron
mencionan que el Surrealismo penetró en el Japón por la misma vía que lo
hiciera en Francia: a través del Dadaísmo. En 1920 una publicación
llamada Yorozu-choho señaló la existencia de Dada por primera
vez en ese país. Shinkichi Takahashi, poeta que a la sazón contaba con diez y
nueve años de edad, señaló la relación entre el Dadaísmo y el Zen proclamándose
de inmediato seguidor de ambos. Ese mismo año el Futurismo también hace su entrada
en Tokio. En 1923 el poeta y teatrista Tomoyoshi Murayama organiza un grupo de
tendencia futurista/dadaísta que terminó fusionándose en una sociedad
llamada Sanka, la cual devino en 1929 en una asociación de
artistas proletarios. De entrada pues, tenemos que tres corrientes
revolucionarias penetran en el Japón impregnadas de las ideas que habría de
subvertir el orden artístico y social de Europa: el Dadaísmo, el Futurismo y el
Marxismo. El Surrealismo se encontraba a la vuelta de la esquina. El Futurismo,
por su parte, se inclinó hacia la violencia de corte fascista, dejando a pesar
de ello, una huella profunda en las tendencias más radicales del arte de
principios del siglo XX. Esas tendencias, sin embargo, se inclinaban hacia el
comunismo que comenzaba a implantarse en la Rusia de los zares. Aún el
estalinismo no había mostrado su verdadera faz, mientras que las diversas
formas que tomara el fascismo iban apoderándose de Italia primero y
eventualmente de Alemania, España y el Japón. Fue también frente a esos
acontecimientos que el Surrealismo naciente tuvo que enfrentarse tanto en
Europa como en el país que nos ocupa.
La crisis intelectual que esto provocó en el
Occidente, no se hizo esperar en el Japón. Si a partir de 1925 se comenzaron a
publicar textos de Breton, Éluard y Aragon en una revista titulada Bungei-tambi, lo
cierto es que la poca información que poseían los poetas japoneses acerca de
las fuentes del Surrealismo, los hizo confundir las metas últimas de ese
movimiento. Existe además otro obstáculo que facilitó esa falta de comprensión:
la ausencia de una tradición romántica en la cultura japonesa. El Romanticismo
(sobre todo el alemán), como es sabido, marcó al Surrealismo de una manera
indeleble brindándole muchas de sus características más conocidas. A pesar de
ello el intento de incorporar una tendencia surrealista a la poesía japonesa
continuó. En 1927 aparece por primera vez una antología de la poesía
surrealista titulada Fukuiku Taru Kafu Yo (en francés: Flagrant
Chauffeur). En 1928 el poeta Junzaburu Nishiwaki publicó un ensayo sobre
“El Arte Poético Surrealista”, donde toma sus distancias con respecto al exceso
de tradición romántica dentro del Surrealismo, al expresar que “la tradición
ofusca el poder del pensamiento” (2) al mismo tiempo que acercándose al
pensamiento de Breton dice:
La poesía se
hace posible sólo a través de la antinomía entre la realidad y la no-realidad.
La surrealidad sólo es posible mediante la dialéctica hegeliana.
Es indispensable
reconocer la realidad ordinaria para establecer la surrealidad. En efecto la
surrealidad sólo es posible en contraste con la realidad. No creo que exista la
surrealidad independientemente…
A su vez el poeta/pintor Shuzo Takiguchi publicó
durante esa misma época un importante ensayo sobre “El Movimiento Surrealista
en Francia”. Entre 1925 y 1940 numerosas publicaciones se sucedieron dando a
conocer los manifiestos de Breton hasta que, en 1940, bajo el peso de la
represión policíaca decretada por el estado, el grupo se disolvió.
A partir de 1930 el movimiento surrealista
japonés se orienta más hacia el dominio plástico. (3) El pintor Ichiro
Fukuzawa, quien en Paris se vió influído por Chagall, Chirico y Max Ernst,
introduce a estos pintores en el Japón además de Tanguy, Arp, Miró y Picabia,
en una exposición que habría de tener fuerte repercusión. Entre 1938 y 1941 se
producen en torno a estas exposiciones una serie de sucesos que habrían de
consolidar la influencia surrealista en el Japon al mismo tiempo que sellaría
su destino.
1) El llamado “affaire” Kobé donde su club
de poetas surrealistas aliados a los comunistas, organizaron varios actos entre
los cuales la presentación del film de Man Ray y Robert, Desnos L’Etoile
de mer. Al proclamarse en contra de la invasión japonesa a la China,
la policía intervino arrestando a casi todos sus manifestantes.
2) El “affaire” de la revista
semiclandestina Rien el 8 de diciembre de 1940, cuya posición
francamente pro-comunista los llevó a ser condenados a la cárcel y después a
ser enviados a los campos de batalla.
3) El “affaire” Hiroshima en el cual varios
grupos revolucionarios, entre ellos los surrealistas, alegaron frente al juez
que “practicaban el Surrealismo como un medio de participar en la revolución
proletaria y comunista…”
Estos tres “affaires” marcaron la disolución
oficial del grupo, aunque una serie de pintores como Noburu Kitawi, Shuzo
Takiguchi, Tetsumi Kudo, Shuntaro Tanigawa entre otros, continuaron
expresándose dentro del Surrealismo.
Fue Takiguchi quien se mantuvo militando dentro
del grupo formado en Paris, al punto de aparecer en el Dictionnaire
Abrége du Surrealisme publicado en 1938. Este poeta/pintor fue el
autor de la primera monografía que se escribiera sobre Joan Miró, manteniéndose
de paso en estrecho contacto con Marcel Duchamp a quien le dedicara uno de sus
libros-objetos: To and From Rrose Sélavy, Paroles de Marcel Duchamp. En
1930 tradujo Le Surrealisme et la Peinture de Breton y en 1936
publica el libro de Éluard y Breton, L’Immaculée Conception, una
de las obras fundamentales del Surrealismo.
Es dentro de ese contexto donde se desenvuelve
la vida y la obra de Kitasono Katue. Pero antes habría que hacer una segunda
distinción: la importancia que adquirió el Zen para el pensamiento surrealista.
En una entrevista que André Breton le concediera a José María Valverde para
el Correo Literario de Madrid en 1950, el poeta menciona
el ying-yang del pensamiento chino y el Zen como uno de los
aportes principales para que el surrealismo sea lo que será. La
mención del Zen en cuanto a Breton se refiere, está relacionada con su idea de
lograr el acto surrealista por excelencia que consiste en superar las viejas
antinomias que impiden el “cambio de vida” inserto en su ideal utópico. Por su
parte alrededor del Zen se han desarrollado numerosas corrientes de pensamiento
occidental: desde su identificación con el nihilismo dadaísta, hasta sus puntos
de contacto con la filosofía de Heidegger. La convergencia del Budismo Zen con
ciertas corrientes del misticismo cristiano, sobre todo con el Maestro
Eckhardt, han sido bien estudiadas, sin olvidar, desde luego, la influencia que
ejerciera en la vanguardia musical con John Cage a la cabeza. Breton fue lector
atento del místico renano a quien Taisetsu Suzuki, que Breton conocía, le
dedicara más de un estudio, convirtiéndose en un instrumento indispensable para
la creación de esos puntos de contacto. Pero ha sido sobre todo el aspecto
aparentemente absurdo e irracional del pensamiento Zen, con el humor subyacente
de sus Koans, lo que ha calado en la poesía surrealista y en las primeras
etapas de la obra de Kitasono. Por su parte Joan Miró y André Masson (los dos
pintores surrealistas más cercanos al pensamiento oriental) reflejaron en
muchas de sus obras la influencia de los maestros calígrafos allegados al Zen.
Los nexos entre el Surrealismo y el Zen aunque no asimilados del todo,
ofrecieron nuevas posibilidades de explorar una serie de ejercicios mentales
dirigidos hacia el conocimiento surrealista de la realidad. Muchos de los
llamados juegos surrealistas, como los Cadáveres Exquisitos, contienen
un elemento Zen que no puede ser ignorado.
¿Fue Kitasono Katue en ese sentido un surrealista? Karl Young en su
introducción a la antología del poeta Oceans beyond monotonous space,
(4) señala algunos puntos de contacto, sobre todo en sus obras de la primera
etapa. Para Young el conjunto de su obra refleja una semejanza con Renga,
forma poética que requiere colaboración entre varios autores, cuyas raíces se
encuentran en maestros Zen como Matsuo Basho (1644-1694). Octavio Paz cuya
cercanía al Surrealismo es bien conocida, practicó esa técnica. Para Young, sin
embargo, lo que atrajo a los grupos surrealistas japoneses hacia el Surrealismo
fue “su yuxtaposición de ideas e imágenes incongruentes”. Ese principio que se
encontraba en la base misma de la poética surrealista concebida por Breton,
parte de Pierre Reverdy y su definición de la imagen como el producto de una
relación entre dos realidades opuestas. El collage que Max Ernst inventara es
el resultado de esas aproximaciones. Pero Kitasone marcha por otros caminos.
Después de sus poemas experimentales como Electrical Annuciation (1925)
donde recurre a una descomposición del lenguaje que continúa la línea
establecida por los dadaístas, sus Human Dismantlement Poems (1926)
parecen sufrir una implosión de su mirada hacia unas estructuras verbales
cercanas al Zen por una parte y por la otra al humor negro surrealista:
CABEZA
En el reverso
del rostro
insertar unos
lentes azules
atisbar cada dia
tranquilidad
BOCA
Ondas sonoras
mordisqueando
lamiendo medias
rojas
con un óvalo
triangular, una línea recta
en la fauce del
apetito, una cloaca
fluye, aplasta,
fermenta, hace surgir el humo
un neumático
raído
un destupidor
para besar
Por ahí penetra Katue dentro de una poesía que
no habrá de abandonar enteramente hasta su última etapa dedicada a la poesía
visual, aunque con intervalos de experimentos concretos como en su poema MAGIA (1934).
Mientras Ezra Pound aparece en el horizonte, y
con él una forma de visualizar la poesía que los surrealistas no habían
adoptado. Si el discurso de estos se inclinaba hacia la adopción de un lenguaje
que en el fondo no rompía con su estructura tradicional, Pound hizo lo
contrario. Desde ese punto de vista tanto el poeta de los Cantos como
Joyce, Gertrude Stein o e. e. cummings fueron más lejos. En el caso de Pound
las angularidades cubistas parecieron adaptarse mejor a la manera de expresarse
que Kitasono utilizó en sus poemas. Sus poemas “Cónicos” son un ejemplo de
ello. Sea como fuere, Pound se entusiasmó por la poesía de Kitasone, dándola a
conocer. Es en este punto donde el poeta japonés adquiere su propia libertad
expresiva tomando a su vez un punto de vista crítico con respecto al
surrealismo ortodoxo al mismo tiempo que comienza a explorar otras vías de
comunicación que lo llevarían, a la larga, a sus experimentos visuales. A pesar
de ello todavía en 1934 escribió en inglés su Opera Poetica como
homenaje a Paul Éluard quien aún militaba dentro de las filas del surrealismo.
Es curioso que Kitasono haya escogido al que fue quizás el más clásico de todos
los surrealistas, sobre todo después de haber escrito en sus poemas “cónicos”
cosas como estas:
EL
BASTON O ESPEJUELOS DEL NINO QUE DISMINUIA BOTONES DE CRISTAL
Danza. O manía
del globo ocular del niño hecho de metal ligero. Llevo ahora conmigo el
libro Laibnitii opera philosophica, monto un paracaídas de cristal y en un
espacio que de pronto se torna transparente: me topo con una ciudad puramente
blanca, una ciudad cubista, y caigo verticalmente.
EL
ACROBATA OCEANICO
“Trae un
periscopio para que atisbes”. Y después de mirar, “Qué aburrido”. “No está
bien”. Abro un libro negro de notas y escribo de paso “Plerumque gratae
princpibus vices”. Cerdos mueren de repente.”
Dentro de lo absurdo de los escenarios aparece
una estructura cubista (afín con una mirada Zen), cercana a los poemas en prosa
titulados Le Cornet á Des de Max Jacob. Desconozco si Katue
tenía conocimiento de la obra del poeta amigo de los cubistas, pero el mismo
humor y su forma de expresarlo los acerca. La configuración cubista le permitió
a este poeta elaborar una poesía alejada del discurso lírico que caracterizó
las obras de un Éluard o Aragon. Al mismo tiempo, le preparó el camino hacia la
“plasticidad” del poema que terminó convirtiéndose en poesía visual. En ese
proceso el uso de la cámara de fotografiar le sirvió como un instrumento
idóneo, así como ocurriera con otros artistas allegados al Surrealismo:
Yamamoto Kansuke es un buen ejemplo de ello.
Hacia mediados de la década de los treinta
aparece la revista Vou, la cual le sirvió como una plataforma para
ir expresando sus ideas. Su relación con Pound continuó madurando a pesar de las
distancias y las dificultades de comunicación. El papel que ambos jugaron en la
formación de sus respectivas ideas ha sido subrayado por Karl Young en la
introducción a los poemas de Kitasone. El “Imaginismo” de Pound, por ejemplo,
le sirvió para desarrollar su concepto de ideoplástica, concepto
que se remonta hasta la famosa fórmula de Horacio: Ut Pictura Poesis y
que el pintor surrealista de origen rumano, Víctor Brauner, desarrolló durante
esa misma década bajo el rótulo de pictopoesía. Esa
idea, esencial para entender la estética surrealista, puede ser el vínculo que
une la poesía visual de Kitasone con el desarrollo que ulteriormente quería
darle André Breton a su movimiento. Young refiriéndose al “Imaginismo” de Pound
indica cómo al romper con la orden tradicional de la línea poética,
descubrieron “momentos sorpresivos de percepción”. Me parece que si
contrastamos la imaginación peculiar que surge del Zen, con aquella del
Surrealismo, añadiéndole la versión personal que Kitasone le fue brindando a su
poesía, llegamos a esos “momentos sorpresivos de percepción”.
Cuadrado blanco
dentro
cuadrado blanco
dentro
cuadrado negro
dentro
cuadrado negro
……
Blanco
dentro
blanco
dentro
negro
En otro poema donde la voz de Getrude Stein se
hace escuchar:
Un
cuadrado negro
es
un
cuadrado negro
…
Un
cuadrado blanco
es
un
cuadrado blanco
…
Estos poemas que forman parte de su libro Garasu
no kuchihige (El bigote de cristal), publicado en 1956, emplea una
amplia gama de colores además del blanco y el negro. La intensa concentración
de estos poemas, y la calidad diamantina de los mismos, nos hace recordar que
también dentro del Surrealismo algunos poetas se expresaron de la misma manera.
Pienso en un René Char o en Clement Magloire Saint-Aude el poeta haitiano que
Breton saludara como uno de los grandes exponentes de la más reciente poesía
surrealista. Pero (y aquí de nuevo Kitasone toma rumbo propio) sus referencias
musicales (como al compositor Oliver Messiaen) no pueden ser desestimadas.
Existe en esos poemas suyos una materia musical escondida que podemos encontrar
en las aparentemente simples estructuras de Antón Von Webern, en el Schoenberg
del Pierrot Lunar o en las versiones que Pierre Boulez hiciera
de la poesía de René Char y de Stéphane Mallarmé. En el siguiente poema podemos
apreciar la condensación verbal de Kitasone tan cercana a las intensas notas
musicales de los compositores mencionados:
EL
VIOLIN DILUIDO
antes
allí
como en el
cilindro
del viento
rasgado
no era
antes
allí
semejante a la
voz
con la forma
de un caracol
descubierto
no era
rosado
y heliotropo y
fragancia
de sándalo
desvaneciéndose
en la brumosa
distancia
también
pirámide de
soledad
prisma de ojos
de lechos de cristal de océanos de sombra
de árboles
de seda
de limones
cansancio
de púrpura
y entonces
una vez más
ciudad de arena
desaparecida
La cercanía de estos poemas con el
abstraccionismo de tendencia concreta es obvia. Tanto los pintores que
continuaron por esa vía de expresión como los poetas concretos que surgieron en
el Brasil durante la década de los cincuenta, le deben a la música como a la
arquitectura el andamiaje de sus creaciones. El siguiente poema de Kitasone, de
su libro Azul (1979), forma parte de esa corriente:
POEMA
OPTICO
Sobre
un
cuadrado
de
agua
cuadrado azul
de
viento
azul
den
tro
cuadrado
negro
cuadrado
negro
del árbol
den
tro
cuadrado azul
de
agua azul
con
cuadrado
negro
adentro
En 1966 Kitasone llegó a un punto de saturación
con el lenguaje. El uso de la cámara de fotografiar le proporcionó ver la
realidad bajo otra óptica: aquella según la cual “ser es ser percibido” de
acuerdo con la conocida afirmación que hiciera el filósofo George Berkeley
(1685-1753). Las “sorpresivas” percepciones que Kitasone descubriera con su
cámara le hizo cambiar el rumbo de su poesía, haciéndole renegar de las bases
fundamentales en las cuales se había asentado. En sus “Notas sobre la poesía
plástica” (1966) declaró entonces:
Las palabras son
los símbolos más inciertos inventados por los hombres como vía de comunicación.
Aún más: Zen, la filosofía y la religión etc. las han convertido en basura
inservible. Es pura estupidez que los poemas, los productos de los poetas,
pertenecen a instituciones anticuadas como el Zen y la filosofía.
Después de ese cambio radical de dirección la
única salida posible para Kitasono era renunciar al lenguaje escrito a favor de
lo visual. En cierto sentido no hizo otra cosa sino volver a las fuentes de un
lenguaje anterior, que se servía de signos o de imágenes para comunicarse, como
los Mutus Liber de los alquimistas. Su atanor en
este caso fue la cámara de fotografiar. En la conclusión del mismo texto arriba
citado, expresó entonces lo siguiente:
Crearé mi poesía
a través del lente de mi cámara, con pedazos de papel, cartones, cristales etc.
Este es el nacimiento de una nueva poesía.
El Surrealismo como un movimiento específico que
aparece en el campo del arte y la poesía moderna, lejos de cerrarse en cánones
fijos, encuentra su apertura en los poetas “herejes” del mismo. Es posible que
lo que Breton pedía para que su movimiento continuase teniendo relevancia
consistía precisamente en la práctica de la herejía, término que significa
“escoger”. ¿Acaso las inclinaciones ideológicas de su madurez no marcharon por
ese mismo camino? Breton que en el fondo siempre fue amante de los pensadores
herejes, pidió en un momento “el ocultamiento” del Surrealismo. La última
exposición internacional que él dirigiera (en la galería L’Oeil, Paris,
diciembre 1965), se hizo bajo el slogan caro a Charles Fourier, de L’
Ecart Absolu. Me parece que, al adoptar esa misma actitud, Kitasono
Katue le abrió paradójicamente nuevos horizontes, con su propio Ecart
Absolu, al surrealismo que lo atrajera en su primera juventud.
NOTAS
1. Adam Biro et René Passeron Dictionnaire
Général Du Surrealisme et ses Environs,Presses Universitaires de France,
Fribourg, Suisse, 1982.
2. Juan W. Bahk: Surrealismo y Budismo
Zen, Convergencias y Divergencias, Editorial Verbum, España, 1997.
3. Ver Jean-Louis Bedouin Vingt Ans
de Surrealisme (1939-1959) Denoel Paris, 1961.
4. Oceans Beyond the Monotonous
Space: Selected poems of Kitasono Katue, (1902-1978), Traducidos por
John Solt, Introducción por Karl Young, Editado por Karl Young y John Solt. Highmoon
Books, Hollywood, California, 2007.
CARLOS M. LUIS | (1932-2013) Escritor, crítico de arte e curador cubano atuante na cena artística de seu país, tanto na ilha quanto no exílio. Durante as décadas de 1940 e 1950, Luis foi uma figura notável do mundo da arte cubana, colaborando com contemporâneos como Jorge Camacho. Seus trabalhos posteriores no exílio são caracterizados por pinturas abstratas, muitas vezes incorporando texto em suas peças. Deixou Cuba em 1962 e se estabeleceu em Nova York, onde trabalhou na editora Doubleday e fundou a revista Exilio, com artistas e escritores cubanos Julián Orbón, Alfredo Lozano, Jesse Fernández e Eugenio Florit. Em 1974, mudou-se para Miami, onde fundou o Museu Cubano de Artes e Cultura, sendo seu diretor até o fechamento do museu em 1999. Luis é autor de um livro sobre cultura e arte cubana, El oficio de la mirada (1998), e escreveu extensivamente sobre surrealismo.
NELSON DE PAULA (Brasil, 1950) | Poeta, ensayista, cuentista y artista visual. En su obra integral pretende ser un traficante de sueños, y atravesar las fronteras de las dimensiones, con lo ilegal debajo del brazo. Ha publicado alrededor de 60 libros de poesía y arte visual. Entre otros destacamos: O Plasma, Vozes do Aquém, Projeto para uma Revolução Fundamentalista, A Hóstia de Isis, Sete pulos na encruzilhada. Como artista plástico, participó en Bienales, expos individuales y colectivas en Brasil y el resto del mundo. Fue miembro del Grupo Surrealista de São Paulo. Participó en la Exposición Surrealista “Las llaves del deseo”, Costa Rica, Cartago, 2016. Colaborador de la revista Matérika (Costa Rica). Reside en São Paulo.
Agulha Revista de Cultura
Série SURREALISMO SURREALISTAS # 12
Número 211 | junho de 2022
Artista convidado: Nelson de Paula (Brasil, 1950)
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
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