FM | El surrealismo en Grecia fue uno de los menos ortodoxos en
el sentido de movimiento colectivo. Sin grupos, sin manifiestos, incluso sin revistas,
nada ha impedido que Grecia haya dado al mundo algunas relevantes voces surrealistas
en la poesía. Aunque desde Francia conozcamos unos grandes poetas surrealistas,
es con los viajes por el mundo, los desplazamientos continentales, que el Surrealismo
alcanza su más alta expresión poética. ¿Cómo el tema es percibido en Grecia?
STELIOS
KARAYANIS | En la década de los 30, Kavafis no
era conocido y predominaba la escuela simbolista del poeta nacional Kostis Palamas,
cuyas influencias, como la de Angelos Sikelianos, encontramos en las primeras poesías
de Yorgos Seferis y de Yanis Ritsos. Kavafis murió el año 1933 y su fama creció
con el paso del tiempo y a causa de su aceptación como grande poeta por los poetas
de la generación del 30, y sobre todo por Yorgos Seferis que esudió su obra. En
aquella época los poetas eran divididos en grupos literarios y políticos de derecha
e izquierda y publicaban sus poemas en dos revistas literarias, Las Nuevas Letras, dirigida por Andreas Karandonis,
amigo de Seferis, y La Revista del Arte,
dirigida por los compañeros de Yanis Ritsos.
Andreas Empiricos, hijo de una familia
muy rica, que estudiaba en Paris la Psicoanálisis, que ejerció después de los 40
en Atenas, partidario del surrealismo y amigo de los poetas franceses del movimiento
y de André Breton, junto con el poeta Nicolas Calas, que vivía entre Nueva York
y Paris, han introducido el nuevo movimiento en Grecia. La primera impresión del
público literario fue casi negativa. Circula hasta hoy un chiste donde una mama
dice: ¡Venga hijo mío y te leeré poemas surrealistas
de Nikos Engonopoulos para que duermas! Sin revistas y publicando en las Nuevas
Letras sus poemas, los surrealistas se reunieron debajo del grupo de Empiricos y
Engonópoulos que se consideraban, junto con el poeta Nicolas Calas, los líderes
del nuevo movimiento.
Elytis y Nikos Gatsos en sus primeras
poesías aceptaron el surrealismo, Seferis guiado por la estella de Paul Valéry y
preocupado mucho por la crisis de la identidad griega después de la derrota nacional
en la Asia Menor en 1922, y la pérdida de su casa y propiedad en Esmyrna, veía muy
sospechoso los excesos del surrealismo y reaccionando los criticó duramente en sus
ensayos. Después de la segunda guerra mundial y la guerra civil griega, los poetas
discutían mucho en estas dos revistas en torno a la esencia de la poesía y no quedaba
espacio para el surrealismo en una época que predominaba la poesía social y comprometida.
Elytis en su imagery siguió siendo un
poeta surrealista moderado y la influencia de Empiricos y de Engonópoulos pasó a
algunos poetas de los 50 que, como Dimitris Papaditsas, Ektor Kaknavatos y Nanos
Valaoritis, que vivía en Paris y Estados Unidos, siguieron defendiendo el movimiento
y dándonos poemas surrealistas muy importantes. La década de los 70 los jóvenes
poetas descubrieron la Beat Poetry y los
poetas de mi generación, de los 80, cultivaron una poesía casi intimista con elementos
surrealistas en el decorum. Diríamos que
el movimiento surrealista ha dado sus frutos hasta la década de los 60 y después
sobrevive con escasos elementos surrealistas en poetas que buscaban lo fantástico
y lo absurdo en relación con los métodos de la escritura automática. Hoy el surrealismo
es ya un movimiento tocado sólo por los profesores universitarios en sus cursos
y una historia literaria ya marcada por sus éxitos y sus fracasos.
FM | A un siglo de depuración del surrealismo, registrado su rechazo
a ser confundido con una escuela o apenas más un ismo, es imposible descartar la
propiedad estética de cualquier obra de creación. ¿Cuál es tu entendimiento de un
ideal estético del surrealismo?
FM | Victor Ivanovici, al publicar su antología Poetas surrealistas griegos (Chile, 2003)
ha dejado fuera la presencia femenina en Grecia, cuyo más alto ejemplo encontramos
en Matsi Chatzilazarou (1914-1987). Por supuesto, inaceptable ausencia. Ahora, ¿esa
falta de reconocimiento es un caso aislado o la mujer ha sido demonizada en la lírica
griega?
STELIOS
KARAYANIS | Mi amigo Victor Ivanovici, el eminente profesor de la literatura española de
la Universidad Aristóteles de Tesalónica, rumano de origen y traductor magnífico
de obras básicas de Octavio Paz, y de otros autores españoles y latinoamericanos,
supongo que había olvidado el caso de Matsi Chatzilazarou. Seguramente no la pasó
por lo alto. Esto, sin embargo, no reduce el valor de su trabajo. La poeta fue amiga
del padre del surrealismo griego, de Andreas Empiricos y vivió con él en Paris.
Aquí hemos conocido la década de los 80, algunos de sus poemas, cuando empezó el
diálogo en torno al surrealismo griego en las revistas literarias. Ya la recuerdan
pocos. El diálogo en torno al surrealismo empezó con los textos de O. Elytis, Andreas
Empiricos y los poetas surrealistas la década del 30. Seferis y Ritsos no aceptaron
el movimiento y en sus obras aparecen pocos poemas con elementos surrealistas. El
primero, influenciado por T. S. Eliot y Paul Valéry, en sus ensayos criticó duramente
el surrealismo. Pocas poetas surrealistas aparecieron a partir de la generación
del 70 y en su mayoría no tenían ningún impacto en las nuestras letras, al contrario,
con la Beat Poetry. Elementos surrealistas
aparecen en varios poetas a partir de los 70 y esto muestra que el impacto del movimiento
en la poesía de estas décadas fue indirecto y algunas veces muy fecundo. Por ejemplo,
en mis primeros poemarios publicados los primeros años del 80 se notan frases surrealistas,
influencias por Paul Éluard y Luis Aragón. El absurdo de la vida cotidiana se relaciona
con la temática del surrealismo y sobre todo con sus formas e imágenes visuales.
Estas imágenes en poetas grandes como Elytis, Empiricos, Engonópoulos y Gatsos son
espléndidas. Podríamos decir pues que una grande parte de las obras de estos poetas
sería muy diferente y pobre en su decorum
sin la utilización de los recursos y de los automatismos del surrealismo.
FM | Las clásicas expulsiones de surrealistas llevadas a cabo en
la formación original parisina fueron de naturaleza conductual. La mala calidad
de una obra jamás fue un aspecto que llegó a juicio. Incluso hoy, aunque las expulsiones
ya no son un hecho corriente, surrealistas cuando comentan a sus pares, lo hacen
considerando simpatías y adhesiones, lo que acentúa la existencia de una cofradía.
¿Hasta qué punto ese club de amigos distorsiona el entendimiento que se podría tener
de la más relevante revolución cultural del siglo XX?
STELIOS
KARAYANIS | El surrealismo mundial ya tiene su valor, su historia
literaria, y ni expulsión o discusión entre rivales poetas o grupos literarios puede
menospreciar la alta poesía surrealista, puesto que su valor es diacrónico. El surrealismo
ha renovado la poesía del siglo XX y por supuesto la teoría literaria. La mala poesía
no sobrevive, surrealista o no. El valor del primero poemario de Orientaciones de O. Elytis sigue siendo el
mismo hoy, y no tiene ninguna relación con la otorgación del premio Nobel al griego
poeta. Ritsos lo dijo después de la otorgación del premio, es un honor para el premio Nobel esta otorgación. La alta poesía no se esconde, y las discusiones
de los grupos literarios me dejan sordomudo.
FM | Las revistas surrealistas –antes impresas, hoy también virtuales
y con una larga recuperación de los inicios de esta actividad en ediciones facsiladas
y en formato pdf–, forman un acervo incomparable frente a cualquier otro movimiento,
escuela o vanguardia a lo largo de los siglos. Defiendo que las más valiosas son
aquellas que jamás refutaron otras perspectivas de vida y obra, ajenas y/o complementarias
del surrealismo. Tales revistas son, a mi ver, el espacio entrañable de una contra
ortodoxia, pleno ejercicio de generosidad y compartición de mundos dispersos. Sin
embargo, todavía se mantiene, declarado o no, inmenso rechazo del surrealismo justamente
por su principio ortodoxo. ¿Cómo separar aquí la cizaña y el trigo?
STELIOS
KARAYANIS | Ya lo he dicho. En Grecia y en cada país que se introdujo
el surrealismo, ha renovado tanto la poesía como la pintura y la teoría literaria.
La poesía de mi amigo Dimitris Papaditsas, poeta surrealista del 50 y médico, gana
en profundidad puesto que debajo de sus versos surrealistas subyacen el existencialismo,
las ideas de la religión ortodoxa y las influencias por la poesía del grande Friedrich
Höelderlin, sobre todo en su poema Patmos.
El poeta, surrealista en la forma y metafísico en la temática de sus poemas, un
día del año 1981 cuando había salido mi primer poemario con una obra surrealista
en su portada, en su despacio me dijo. Seguro
que escribes bien y tienes futuro. Ya veo que has aprendido, pronto, como yo, la
lección del surrealismo. Pero esto no basta. Si el poema que leemos no nos hace
mejores en algo, ¿en que nos sirve, entonces, la poesía? No podemos
pues rechazar el surrealismo porque nos ha dado herramientas y métodos para trabajar.
Pero no podemos aceptar sus excesos que, sin embargo, se notan, incluso en algunos
de mis poemas. Quédate sólo con mis poemas que te conmueven. Los otros son ejercicios
que han fallado. Los
tontos no pueden separar la cizaña y el trigo. Lo dijo O. Elytis, acusando los enemigos del surrealismo
griego. ¿Hay surrealismo en la Guernica de
Pablo Picaso? Sí señor…, pero hay también la inmersa agonía del hombre que está mudo delante
de la tragedia humana. El surrealismo pues, como el marxismo o el existencialismo,
es una herramienta del pensamiento humano, válida para todas las épocas. El surrealismo
ha liberado mi fantasía del joven poeta y el marxismo, creo, que me ha hecho más
hombre.
STELIOS
KARAYANIS | Aquí se hablaba de la revolución surrealista, del
movimiento surrealista en la poesía y la pintura, de los manifiestos del surrealismo,
de su impacto al cine, de Luis Buñuel por ejemplo, pero el término civilización surrealista no apareció
nunca. Me parece más justo hablar de cultura surrealista.
FM | Es común evocar en el surrealismo su potencia imaginativa
y su carácter experimental, en rigor aspectos complementarios. Sin embargo, en la
incuestionable imposibilidad de una renovación perenne en el ambiente de la creación
artística, en muchos casos, lo que se verifica en el surrealismo son una repetición
de recursos, modos de ser y trucos de lenguaje. ¿Cómo lidiar con esas oscilaciones
tan comunes a cualquier territorio creativo?
STELIOS
KARAYANIS | Ya he hablado sobre este tema. Lo negativo del surrealismo
es esto, sus trucos del lenguaje y generalmente sus excesos. La fantasía humana
tiene sus límites y sus peligros. Y en Juan Ramón Jiménez, que he estudiado su obra
en mi tesis doctoral, hay una repetición de recursos estilísticos y algunos de sus
poemas están cargados con muchos adornos como ocurre en el primer Elytis. Pero sus
poemas póstumos son más esenciales, no vemos ningún truco, y lo que les preocupa
los dos poetas, es el tema de la muerte donde no caben los adornos. Sus póstumas
poesías se hacen más profundas con el paso del tiempo y la memento morti en la ventana. Podría rechazar una grande parte de poemas
en el fabuloso Trilce de César Valliejo,
puesto que me molestan hoy sus adornos. Pero su fantasía es increíble y sus mejores
poemas no son surrealistas pero comprometidos con los valores humanos. Tenemos que
aceptarlo todos. El surrealismo ha liberado la fantasía del moderno poeta, pese
a sus excesos, y ¡el marxismo le quemó la casa!
FM | Aldo Pellegrini es uno de los raros estudiosos del surrealismo
que trató específicamente de su ambiente poético. En una bibliografía surrealista,
la tónica refuerza la relevancia de la imagen plástica. Tal adjetivo siempre me
pareció una falla crítica, porque la esencia renovadora, ya a principios del siglo
XX, se refiere a la imagen en sí y sus múltiples perspectivas. ¿Esta es una de las
innumerables adulteraciones de los principios surrealistas o incluso entre ellos
poco se percibió la inexistencia de una distinción –excepto meramente técnica– entre
imagen plástica y poética?
STELIOS
KARAYANIS | La noción de imagen plástica no me dice nada, no
cabe en la poesía. La imagen poética se hace imagen visual, para recordar y el teórico
español Carlos Bosuoño, y se ve su fuerza en poetas líricos como O. Elytis. La fuerza
de las imágenes visuales de Elytis es enorme, y en su mayoría son imágenes surrealistas.
Elytis el más grande lírico de la poesía moderna de Grecia, estudió bien la lección
del surrealismo francés. Nikos Gatsos lo mismo. En textos de Andreas Empiricos y
de Nikos Engonópoulos las imágenes surrealistas van, algunas veces, junto con el
recuro estilístico de la ironía y sus sinestesias diríamos que son surrealistas.
Yo lo repito, prefiero la teoría poética de Ezra Pound formulada en su ABC de la literatura, cuando habla en torno
al decorum y la imageri del poema moderno. Los excesos del surrealismo griego tienen
que ver con temas de adorno y no sólo. Cae muchas veces en frases nefastas. Después
de los excesos de la poesía simbolista del 20, aparecieron y aquí los surrealistas
cometiéndose en los mismos errores. Una poesía cargada con adornos estaba en contra
de la estética seferiana que se basaba en la frase emblemática del premio Nobel
griego: Quisiera hablar con palabras simples porque el
poema lo hemos cargado con tantos adornos y por eso ha caído a causa de su peso.
Menos retórico que Elytis y Ritsos, Seferis ha ganado la partida, eliminando cada
adorno en sus versos. Eso se nota, sobre todo, en sus últimos Tres secretos poemas que en su mayoría son
poemas minimalistas. Elytis ganó con su increíble e impresionante lirismo, donde
las imágenes visuales surrealistas son equilibradas y siempre geniales.
FM | Más recientemente he descubierto la poesía de Costas Reúsis
(1970). ¿Cuál es la situación actual del Surrealismo en Grecia?
STELIOS
KARAYANIS | Este poeta griego que casi no he leído,
conozco que vive en Chipre y que apareció como poeta recientemente. Algún traductor
español ha traducido poemas suyos. Me extraña que no te refieres a poetas representativos
del 70 y 80, pero lo entiendo. Ya he visto en páginas virtuales de América Latina
poetas griegos plenamente desconocidos aquí. Como son plenamente desconocidos aquí
los poetas de tu país, lo mismo ocurre y con nosotros que los he puesto, unos meses
antes, en mi Antología de la Poesía Neohelénica,
que publicó la Academia Peruana de la Lengua
con la ayuda del poeta y su presidente Marco Martos. Como podrás ver se incluyen
en la dicha antología, que te he enviado, poetas del 70 y 80, pero cada uno con
un sólo poema. Aquí Reúsis pertenece en la nómina de los novísimos poetas que aparecieron
en las revistas virtuales. Son algunas decenas, casi una centena. Me parece que
escribe bien.
STELIOS
KARAYANIS | Esta pregunta es, de verdad la que
esperaba para discutir un poco. Octavio Paz, que lo he traducido, se ha traducido
mal en Grecia –dejo afuera las espléndidas traducciones de sus ensayos de Victor
Ivanovich–. El premio Nobel mexicano no es tan grande como el nuestro Elytis, por ejemplo, y no es seguramente en la poesía
ni Vallejo, ni Borges, ni Ritsos, ni Neruda. Ya conozco bien toda su obra. Diría
que es mejor ensayista como alguien diría que Borges es mejor cuentista que poeta.
Pero no es esto el tema. Eliminando los temas no surrealistas de su poesía y las
imágenes del paisaje mexicano en su obra o su existencialismo y su metafísica orientalista,
el resultado sería una destrucción. No tiene siempre éxito el surrealismo en sus
versos. ¿Y qué diríamos de las grandes comprometidas
poesías de Neuda, de Valliejo, de Juan Gelman, o de la genial inventio en la poesía y prosa de Jorge Luis
Borges que no es surrealista? ¿O de la misma de
Kavafis, de Ritsos y de Elytis? A partir de Federico García Lorca, la imagery,
siempre recurro, hablando teoricamente, en el ABC de la literatura de Ezra Pound, la imagery surrealista, digo, de la poesía hispanohablante, gana terreno.
Aquí incluye su obra el mexicano, pero no tiene razón. Seguramente el genial Freud
y el surrealismo se sirven en el mismo plato, y ¡son muy sabrosos! Pero hemos pasado
por lo alto el maldito Carlos Marx que ha ejercido tantas
influencias a los poetas comprometidos de todo el mundo, como Gelman, Neruda, Brecht,
Ritsos, Mayacovsky, Éluard, Aragón etc. He traducido los poetas peruanos y los cubanos
que se incluyen en dos antologías bilingües de 1.300 páginas y más, cada una, y
apenas he encontrado poetas claramente surrealistas. Seguro que se notan con la
primera mirada influencias por el surrealismo en poetas como Neruda, Vallejo o José
Lezama Lima. Pero no son poetas
surrealistas, los dos primeros. A partir del manifiesto surrealista, los poetas
y los artistas que aceptaron las teorías de André Breton, eran izquerdistas, trotzkistas
y anarquistas. En nuestros días se habla mucho de la agotada poesía social y comprometida.
Pero los que hablan son los nuestros colegas universitarios tan aburridos como los
poetas del agua dulce que hablan en tertulias aburridas
del agotamiento de la poesía comprometida. Estos diletantes defienden una poesía
esteticista, casi nefasta, y entonces, tengo yo razón cuando hablo de una poesía
de baja calidad que se publica y sale como las lechugas cada día en las revistas
virtuales.
Estamos en la fase de la plena
decadencia de la poesía de nuestros días, aunque hay algunas excepciones de poetas
brillantes que nos guardan al filo del abismo como diría Seferis. Sin Freud, sin
Marx, sin surrealismo, ¿qué sería hoy la poesía de un siglo entero como el siglo XX? Históricamente
hablando, el surrealismo es la grande revolución del siglo XX en las letras mundiales,
y aquí Paz, tiene razón. Pero hasta aquí. Sin el marxismo y la psicoanálisis, sin
el existencialismo, ¿qué sería la poesía? ¿Una apotecia de imágenes surrealistas? Siempre cuando paso a valorar un poema,
recuerdo la primera página del Discourse de
la Methode de René Descartes. Si mi mente no acepta algo como verdad o como
belleza o placer hay problema. Los años de mi doctorado en Granada había leído en
castellano los poemas de René Char. Recuerdo que me decía Yanis Ritsos: Tienes que leer este poeta, lo he leido pues,
como El Otoño de Patriarca, del grande
Marques, y pues, nada, excepto algunas páginas. Y el grande René, el genial Descartes
me sussuraba ya y a mí me aburre. Los
excesos del surrealismo firmaron su derrota desde el principio. Pero nos queda su
búsqueda de lo innovador y no sólo en lo formal. Personalmente creo que después
de Auschwitz, la poesía o será comprometida con los valores
humanos o no será poesía… En la pintura moderna que conozco bien, el surrealismo,
pese a sus excesos, es más interesante. La pintura surrealista de nuestro Nikos
Engonopoulos es más fuerte y brillante que su poesía. Y el surrealismo de Nikos
Gatsos sin sus elementos de la canción popular griega sería totalmente un fracaso.
Pero la síntesis final del surrealismo con la tradición del canto popular griego
en su único poemario, en Amorgos, es una
maravilla. Entonces tenemos que ver todos estos positivos elementos del revolucionario
surrealismo sin olvidar sus trucos del lenguaje.
FLORIANO MARTINS | Poeta, editor, ensaísta, artista plástico e tradutor. Criou em 1999 a Agulha Revista de Cultura. Coordenou (2005-2010) a coleção “Ponte Velha” de autores portugueses da Escrituras Editora (São Paulo), e dirigiu a coleção “O amor pelas palavras” (2017-2021), parceria, de circulação exclusiva pela Amazon, entre ARC Edições e Editora Cintra. A partir de 2022 a coleção, embora mantendo seu nome, passa a ser coproduzida por ARC Edições e a revista Acrobata, destinada então à veiculação gratuita de livros em formato pdf. Curador dos projetos Atlas Lírico da América Hispânica, da revista Acrobata, e Conexão Hispânica, da Agulha Revista de Cultura.
EMILIO BOLINCHES | (Uruguai, 1960). Em 1973 iniciou seus estudos de desenho com o aquarelista Esteban R. Garino por três anos. Em 1980 fundou o “Taller 2”, o primeiro workshop privado de formação em Design Gráfico que dirigiu durante nove anos e que entregou ao Designer Gráfico Osvaldo Ruso, que continuou até ao final dos anos 1990. Entre 1982 e 1987 integrou e partilhou o atelier do pintor Carlos Prunell onde deu aulas juntamente com ele. Trabalha como professor de desenho na escola secundária desde 1982 e há dez anos. Desde 1976, expôs o seu trabalho em mais de 400 exposições coletivas e 23 individuais, duas das quais nos EUA. Foi destacado e premiado nos mais importantes Salões de Arte dos anos 80 a nível Oficial e Privado, em Montevidéu e interior do País em treze oportunidades. Aos 22 anos, sua obra passa a fazer parte do Patrimônio Artístico Nacional. Suas obras estão em Museus Nacionais e Coleções Particulares em mais de trinta países (a partir de 2010, uma obra da Série “Céus Mágicos” está registrada no Palácio do Governo Chinês). Atualmente desenvolve suas Oficinas de Artes Plásticas no Centro Cultural Carlos Brussa, SUA Sociedade Uruguaia de Atores. Realiza Workshops para Empresas, com uma proposta vinculativa entre as Artes Plásticas e o Cotidiano, assim como palestras de integração às Artes, para incorporação à Nossa Dieta Diária.
Agulha Revista de Cultura
Série SURREALISMO SURREALISTAS # 16
Número 215 | agosto de 2022
Artista convidado: Emilio Bolinches (Uruguai, 1960)
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
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