CARMEN AMATO
Al final de esta entrevista
aparecen las referencias a otras dos entrevistas realizadas a Carmen Amato. Iniciamos
el diálogo con la poeta, activista cultural y feminista de Aguas Calientes pero
juarense desde los cuatro años. Al decir que es feminista, nos quedamos cortos.
Los poemas relacionados al feminicidio no caen en la teorización ni en la mera protesta.
Es puro dolor humano que, por desgracia, tiene género.
MM | En un artículo publicado por internet,
Juaritos Literario (21 de junio por Nohemí
Damián de Paz), veo que te presentan como “Una poeta fotógrafa”. Recuerdo una famosa
fotografía tuya donde se ve a una joven mexicana saltando al otro lado de la frontera.
Esa fotografía me llevaría a pensar que también haces foto periodismo. ¿Qué opinas
tú de ambas relaciones foto-poesía y foto-periodismo?
CA | Madeline, primeramente, te agradezco que
te tomes este tiempo para conversar conmigo y conocerme un poco más. Muchas gracias
por la distinción que me haces.
Ahora responderé concretamente tu primera
pregunta. Para mí la fotografía se realiza con el verbo ver, al igual que la poesía,
muchas veces mis ojos van registrando todo antes que mi cerebro lo elabore. Observo
mucho el paisaje y la naturaleza, la gente, las multitudes, la arquitectura, todo
lo que me interesa lo miro casi al punto de la contemplación.
He llegado a pensar de mí que más que productora de imágenes, que sería lo más
acorde con la tecnología y el tiempo actual, soy una cazadora de imágenes, y en ese sentido creo que sí hago “fotoperiodismo”,
a veces solo para mí, soy consciente que mucha de mi fotografía es documental.
La otra parte, la de la fotografía-poesía,
se produce cuando en eso que ya registré visualmente, de manera inevitable encuentro
elementos poéticos o empiezo a darle un significado poético a las imágenes visuales
y a veces me llevan a escribir algún poema.
Entre la imagen fotográfica que logro capturar
con la cámara y la imagen poética que ésta a veces me provoca, hay un puente simbólico que se llama “revelación”. La “revelación”
literal que se da en el cuarto oscuro (anteriormente, ahora más que revelación es
“aparición”) y la “revelación” poética en el poema, sería el vínculo entre lo que
llamaríamos fotografía documental (foto periodismo) y foto poesía que maneja imágenes
poéticas.
Sería lo que nos da la imagen, lo que aparece
de pronto ante nuestros ojos o mente, más allá de lo que tenemos enfrente.
MM | En varios de tus poemarios, Hoy
somos del silencio (1992) y El silencio que se hiela en la blancura
de las hojas (1997) y El silencio de lo que cae (2000), observo la palabra “silencio” como una
especie de leit motif u obsesión en tu creación. ¿Cómo percibes tú el silencio en
la poesía y en la fotografía; ¿cómo lo abordas tú?
CA | Fue sin darme cuenta que empecé a escribir
del o con el silencio, quizá fue cuando inicié mi trabajo en talleres poéticos tratando
de verbalizar mis emociones y silencios: el primer librito que hice se llamó Pregúntale al silencio, eran pequeños versos
sobre la muerte de mi madre. El silencio en la poesía quizá tiene que ver con la
imposibilidad de hablar con o de las personas, a veces porque no se prestan, a veces
porque ya no están. Una imposibilidad a veces recurrente.
En la fotografía, para mí, generalmente
está presente el silencio, porque como acto solitario, el silencio se percibe en
la soledad de los espacios, en todo caso sería un diálogo silencioso con la naturaleza,
la ciudad, el aire, y quizá las imágenes captadas sean las respuestas del medio
ante la cámara.
MM | Estás en la frontera del norte de México,
Juárez para ser más específicos, y te lleva a rendirle tributo y darle voz cada
vez que puedes a la mujer. ¿Cómo lo haces desde tu trinchera como gestora cultural,
poeta y fotógrafa? Cítanos de tu obra para poder seguirte los pasos. Regálanos,
una selección de poemas para ver de lo que hablamos.
CA | He publicado 9 libros de poesía, estos
incluyen un libro con los poemas de la maestra
Dolores Castro y fotografías mías, titulado: Soy todo lo que vuela. Éste fue editado por la Universidad Autónoma
de Aguascalientes (UAA) en 2011, y una agenda atemporal titulada ASFALTURAS. Que
reúne 40 fotografías mías acompañadas de 40 poemas de poetas latinoamericanos. Entre
estos libros algunos de los más importantes son: Gestación de la luz (Chihuahua Arde Editoras 2006); Estación Tempe (Izote Press, 2010) y Bitácora de la lluvia (Universidad Autónoma
de Chihuahua, 2015). Como gestora cultural he organizado muchísimos eventos, lecturas,
talleres, presentaciones de libros y otras actividades culturales. Los que sobresalen
es la organización de 9 Encuentros Internacionales de Poetas en Ciudad Juárez entre
1998 y 2015. En los dos últimos años impartí talleres de Autobiografía y Poesía,
en diversos espacios y con diferentes instancias culturales, y algunos también de
forma independiente. Especialmente importantes resultaron los talleres llevados
a cabo en el Centro de Rehabilitación Social (Ce.Re.So.) en Ciudad Juárez.
Un breve poema de Preguntale al silencio:
Estás en el aire
que mueve los árboles,
estás en la luz,
estás en la tarde,
en el jardín, la casa,
estás en todo
como si estuvieras,
aunque todo grite
que ya no estás.
Te comparto otro poema que más que todo es una reflexión fotográfica:
Todo pudo haberse
ido por la coladera
pero lo salvó
el instante.
Lo que siempre
está, pasa de largo
si no lo fija el ojo, la mirada:
ese “push pin” que pone en el pizarrón
de la permanencia
el instante fugaz
como una mariposa,
que aunque efímera,
queda impregnada
en la retina del tiempo
-espectador de la vida-
y pasa de la invisibilidad
a la permanencia.
Todo pudo haberse
ido por la coladera
de la prisa, pero
lo capturó el ojo
de la cámara y
lo mantendrá cautivo
hasta la decoloración
o el olvido.
UNA LETANIA DE MUJERES
I
Yo no quería,
no podía escribir
acerca de ellas.
Quién puede reflexionar sobre el dolor
cuando el dolor agobia.
Yo no quería hablar de ellas
su muerte estaba adentro
enquistada,
extendiéndose entre el silencio
y la impotencia.
Yo no quería tocar la llaga
miraba desde lejos
el velorio
en el que yo también era difunta.
Yo no quería.
me hastiaba tanta muerte dentro
y fuera,
pero esta tarde cada nombre en la lista
de las muertas, fue una gota de aceite
hirviendo entre mis venas,
se aceleró mi ritmo, subieron a los ojos
la rabia y la impotencia
cuando pronuncié cada uno
de los nombres de esa lista
cuyo registro otras mujeres levantaron
como estandartes
en la memoria colectiva.
281 nombres, más las cruces
de esas mujeres muertas
que carecen de nombre
y de rostro.
II
Aquí está su letanía, oídla.
Adriana,
Aída, y Alejandra,
Alicia, Alma, Amalia, Amelia,
Amparo, Ana, Apolonia, Araceli, Argelia,
Bárbara, Bertha, Blanca, Brenda, Brisa, Carolina,
Cecilia, Celia Cynthia, Clara, Claudia, Cristina,
Dalia, Deisy, Domitila, Donna, Dora,
Elba, Elena, Elsa, Elizabeth, Elodia,
Elsa, Elva, Elvira, Emilia, Eréndira,
Erika, Esmeralda, Estefanía, Eugenia
Fabiola, Fátima, Francisca, Flor, Gabriela,
Gladys, Gloria, Graciela, Guadalupe,
Guillermina, Hester, Hilda, Ignacia, Inés, Irene,
Irma, Jacqueline, Jessica, Juana Julieta, Julia,
Karina, Laura, Leticia, Liliana, Lilia,
Linda, Lorenza, Lourdes, Luz, Lucila,
Manuela, Marcela, Margarita,
María Agustina, María de Jesús, María
de la luz, María de los Ángeles, María
del Rosario, María Elena, María Estela,
María Eugenia, María Inés, María Irma.
María Isabel, María, Isela, María, María,
María Luisa, María Rosa, María Sagrario,
María Maura, María Santos, María
Saturnina, María Teresa, María Victoria,
Maribel, Maritza, Martha, Mayra,
Mercedes, Mireya, Miriam,
Nancy, Nora, Norma, Olga Alicia,
Otilia, Paloma Patricia,Paula,
Paulina, Perla, Petra, Raquel, Reina,
Rocío, Rosa Margarita, Rosalba, Rosario,
Sandra, Silvia, Sofía Soledad, Sonia, Susana,
Teresa, Teresita, Teodora,
Tomasa, Vanesa, Verónica, Victoria,
Violeta, Virginia, Viridiana,
Yolanda, Zenaida, Zulema,
Y setenta más sin nombre,
Y setenta más sin rostro,
Pero setenta veces siete más viva su muerte,
brillando por su ausencia.
7
Sus nombres como estrellas
brillan en la noche
de la injusticia humana,
sus nombres, como flores
pudren el aire de la justicia
escamoteada.
Sus nombres son fuego ardiendo
en la memoria de los años,
Las cruces con sus nombres
son malas notas en la conducta del gobierno,
son tachas (X) en lo que de humanidad
le queda al mundo.
Que esta letanía de nombres
sea el NUEVO grito que se escuche
en cada celebración de independencia
por los siglos de los siglos
hasta que algún día
se haga Justicia
LXII
Impunidad exponencial
Marisela dijo
- a mi hija
la mataron tres veces-
el marido asesino,
cuando escapó de la justicia,
y cuando lo absolvieron los jueces.
Ella
-su madre-
buscando justicia
sostuvo sus tres muertes,
hasta que se convirtió
en la cuarta.
Muerte tan absurda y dolorosa
como a quien se le condena
a cuatro cadenas perpetuas
y no le alcanza la vida para pagarlas.
8
Así a Marisela y a Rocío
no les alcanza la muerte
para morir tantas veces.
La justicia tal vez será
La quinta ……
LXIII
Ironía legislativa
Ahora los jueces
serán sometidos
a juicio político
y requieren protección
a Derechos Humanos
y asilo al país vecino,
Claman justicia.
Ahora si
que en la casa del herrero…
CA | Poetizar es una forma de ser. Una vez leí
que la realidad es como es, no es poética ni no poética en sí, nosotros tendemos
a poetizar los hechos y las acciones. Es una manera de ver y de decir. Creo que
toda poetización hace contacto con tu interior, con el hecho que te impacta y cómo
te impacta y con tu lenguaje o manera de expresión. A veces la palabra poetizar
suena a romanticismo y enamoramiento, y hay situaciones que para nada son románticas
ni fuentes de amor, pero eso no impide que te aproximes con tus recursos a hablar
de ellas. Personalmente, me puedo aproximar desde la poesía a los feminicidios,
pero más pocas veces desde la fotografía, es duro mirarlo y no dejo de hacerlo porque
tampoco me gusta cerrar los ojos, pero aunque no son imágenes que particularmente
busco también a veces se me aparecen.
MM | ¿Qué
otros mexicanos y mexicanas son poetas y fotógrafos que, según tu criterio, debamos
conocer, ver y leer?
CA | Puedo mencionar a Celeste Alba Iris, poeta
norteña radicada ahora en San Luis Potosí.
Madeline Millan (Porto Rico, 1959). Poeta, narradora e tradutora. Leciona no Departamento de Línguas e Literaturas Modernas do Fashion Institute of Technology/SUNY. Publicou os seguintes livros: Para no morir por segunda vez (2002), De toros y estrellas (2004), 365 esquinas (2009), Leche/Milk (Prêmio Nacional de Poesia, PEN Internacional de Porto Rico, 2009), Día Cero (2010), y Contracantos: Del aire a la rosa (diálogo com 22 pinturas inspiradas no Canto V, Divina Comédia de Dante, menção ao PR International PEN). Que el mar no me falte é sua antologia poética pessoal (Editorial Isla Negra, Porto Rico-República Dominicana, 2019). Seus poemas foram traduzidos para o inglês, francês, árabe, português e italiano. Durante uma década dirigiu as leituras de poesia bilíngues realizadas no lendário e agora extinto Cornelia Street Café. A partir deste período, edita e publica uma antologia internacional bilíngue intitulada Cornelia Nights/Noches de Cornelia (2008). Em relação à sua tese de doutorado em cinema e literatura, criou a primeira revista latino-americana de cinema eletrônico. Durante seu ano sabático (2015) escreveu um roteiro intitulado Alwalida, dirigido pelo diretor catalão Manuel Polls: https://vimeo.com/221172365 (Código: Madeline). Em 2017 foi bolsista da Fundação Valparaíso, em Mojácar/Espanha, para iniciar os desenhos de uma narrativa poética para crianças, Secreto escondido en un caracol. Atualmente dirige com Pilar Blanco, a “Casa Pilar”, uma residência para artistas e escritores em Chapala, México.
Nossa artista convidada nesta edição da Agulha Revista de Cultura é a fotógrafa francesa Agnès Geoffray. Uma valiosa leitura crítica de Eva Wittocx situa sua obra como um ideal equilíbrio entre realidade e ficção, entre situações cotidianas e impensáveis. Suas fotografias, instalações e vídeos combinam o desconhecido com o aterrorizante, como nos contos de fadas populares. Um fascínio pelos vestígios visíveis e invisíveis de desordem, ou mesmo desastre, em situações e eventos cotidianos está subjacente aos textos, fotografias, vídeos e apresentações de slides em STUK. Em fotografias quase inteiramente brancas, composições horríveis inspiradas em imagens da mídia, ou composições com as quais estamos familiarizados da iconografia tradicional, escapam aos olhos do público. Outra importante voz crítica, a da curadora belga Katerina Gregos, destaca que todas as fotografias de Geoffray podem ser vistas como lugares latentes de devir e equivalentes espaciais que representam nossos medos infantis ou nossos piores pesadelos adultos. Mas, além de seu impacto visual sinistro e imersivo, as fotografias de Geoffray acabam abrindo um espaço para a imaginação e para a ficção e, nesse espaço, as possibilidades de interpretação são ilimitadas. Agradecemos à fotógrafa sua imediata aceitação de participar da presente edição.
Agulha Revista de Cultura
Número 216 | setembro de 2022
Artista convidada: Agnès Geoffray (França, 1973)
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
concepção editorial, logo, design, revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS
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