Introducción
Antes de la entrevista les cuento de los
antecedentes que sirven para entender el tema aquí presentado.
Entrevistas
a traductores que son poetas
Hace unos cinco años inicié una serie de
entrevistas a poetas que traducen a otros poetas (2). Uno de ellos, el amado Alfredo
Fressia, quien no se encuentra físicamente entre nosotros/as, y a Julio Marzán,
quien traduce al inglés y estudia la difícil poesía afrocaribeña de Luis Palés Matos.
Sin embargo, al juntar fotografía y poesía se entenderá por traducción una acción
creativa que se atreve a trasladar la palabra más allá de la palabra. Toma licencia
para cruzar fronteras entre disciplinas distintas y, sin recibir la licencia oficial
de los puristas, arriesga préstamos de un lenguaje a otro. El término traducción
se mira con elasticidad y de modo parecido a como lo presentan Antonio Benítez Rojo,
Modesta Di Paola, Helga Zambrano, Efraín Krsital, entre otros. A veces un poema
se llevará al plano musical o visual y se le analizará según prácticas aplicadas
a otro género. Ello serviría para entender algunos poemas que poseen un aire de
otredad. Es decir, nos hacen percibir casi de inmediato un lenguaje en otro. Por
citar un ejemplo, el poema afrocubano “Sensemayá” de Nicolás Guillén que ha sido
animado y musicalizado. La pintura y luego la fotografía dialogan con la poesía
o la traducen. Ni qué decir del cine unido a la fotografía. Entendido en el sentido
más vasto poesía o lo poético se revelará como una intrínseca mirada y perspectiva
presente, en principio, en todo lenguaje artístico.
Entrevista
a fotógrafos/as que son poetas
En 2018, estando en una librería de España,
di con el libro Poética fotográfica de Llorenç Raich Muñoz (LRM iniciales
de su nombre). Para ese entonces, yo me explicaba “lo poético” como percepción y
mirada traducida en la fotografía desde un punto de vista fenomenológico y según
algunas ideas sobre la percepción (Merleau-Ponty y Gastón Bachelard). LRM parte
de la teoría y lenguaje del poema a la fotografía (la metáfora, el símbolo, etc).
Después de leer este libro tuve el impulso de escribirle al autor para elogiar su
visión y tratamiento a sus investigaciones y teoría sobre lo poético en la fotografía.
A raíz de ese intercambio por correo electrónico, LRM me hace llegar Fotografía
y motivo poético. En este alcanzamos a conocer los gustos de LRM por la poesía
mística de San Juan de la Cruz, de Miguel Molinos, sobre ensayos de Minor White,
poesía y pensamiento de José Ángel Valente y María Zambrano, entre los principales.
Estos le permitieron construir un puente no solo teórico sino con pensamiento y
sensibilidad hacia la percepción poética en la foto, el cómo “leer” su poeticidad
en la imagen. Luego sale Fotografía como poesía y me parece que su más reciente,
en coautoría con Luis González Palma, se titula Sobre la imagen poética.
Casi cerca de un año después
entramos al primer periodo de la pandemia en 2019 y mi interés por la fotografía
deja de ser el de mera lectora para seguir como fotógrafa amateur explorando el
mundo de la luz y la sombra. Y, un día, consecuencia natural de esa transición y
periodo histórico, arriesgué cambiar las entrevistas sobre traducción a poetas que
son fotógrafas.
La entrevista “Carmen Amato:
Poeta Cazadora de Imágenes” salió en febrero de este año y puede leerse en www.viceversa-mag.com/carmen-amato-poeta-cazadora-de-imagenes/. Amato desde las
primeras líneas afirma: “Mi poesía está muy ligada a lo visual”. Luego añade: “[…]
Creo que tiendo a buscar la poesía fotográfica y la fotografía poética”. Con esa
entrevista confirmé mi intuición sobre la poesía de Amato. En ambas disciplinas,
la autora nos entrega “silencio(s)” que, conociendo su poesía, revelan su manera
de ser (algo reservada, callada) y de estar en el mundo:
Entre la imagen fotográfica que logro capturar con
la cámara y la imagen poética que ésta a veces me provoca, hay un puente simbólico que se llama “revelación”. La
“revelación” literal que se da en el cuarto oscuro (anteriormente, ahora más que
revelación es “aparición”) y la “revelación” poética en el poema, sería el vínculo
entre lo que llamaríamos fotografía documental (foto periodismo) y foto poesía que
maneja imágenes poéticas.
Sería lo que nos da la imagen, lo que aparece de
pronto ante nuestros ojos o mente, más allá de lo que tenemos enfrente.
El
puente de las casualidades:
lo teórico, la práctica y la exposición “Fotolibros
que son poesía y viceversa” del
26 de agosto al 6 de noviembre en Centro de las Artes (CEART) en San Luis Potosí
Celeste Alba Iris.
Creadora.
Nace en Ciudad Victoria, Tamaulipas (1968). Actualmente reside en San Luis Potosí.
Estudió fotografía en el CEART (SLP), y cursó especialidad con línea de conocimiento
en Arte (UASLP). Ha creado distintos proyectos de autor entre los que destaca la
plataforma Miradas al Fotolibro. Obtuvo
el premio de fotografía Manuel Ramos 2017 convocado por SECULT. Ha realizado múltiples
exposiciones colectivas e individuales. Su interés se centra en la exploración y
el trasvase entre literatura y artes visuales. Sus temas recurrentes son la identidad
y la memoria. Tiene publicados cuatro poemarios, dos fotolibros y una compilación
de narrativa.
Esta entrevista con Celeste Alba Iris (CAI) comienza
cuando todavía no nos conocíamos en persona. Y cobra impulso con mi asistencia a
la inauguración de “Fotolibros que son poesía y viceversa” en CEART, en agosto
26 de 2022. Anteriormente, Celeste dirigió Miradas al fotolibro, talleres
y charlas solamente virtuales por las restricciones que impuso la pandemia. CAI
me contactó por Fb y no pasó mucho tiempo sin que me invitara a participar en Miradas
al fotolibro. Varios años después, estamos compartiendo en esta zona minera
y de desiertos, en la antigua cárcel de San Luis Potosí convertida en escuela de
artes, museos, entre ellos el de Leonora Carrington, y salas de conferencias. En
la muestra verán unos carteles en tamaño gigante con fotos de Llorenç Raich Muñoz
y de Guadalupe Arriegue, y al pie o margen de sus fotografías van leyendo, a modo
de guía, citas de ambos que nos preparan a entender el recorrido. Leemos:
Poesía celular
Las quince autorías de esta muestra no deberían sentirse, necesariamente,
como seres poetas. No habría que encarcelar la definición en un sentido único. Hay
proyectos que son poesía pura, en otros, se configura la poética del oficio y en
algún otro se percibe la poética de lo visual, además de quien adapta recursos poéticos
para documentar la realidad. Al margen de sus singularidades, todas las obras testimonian
un concebir en el que la poética de la poesía encuentra un aliado para que el yo
más íntimo, como el más social, se manifieste para compartir relatos que parten
de vivencias. La fotografía concebida como poesía y en un libro confinada figura
una prisión celular; cada autoría, como cada imagen, necesita ser ais
lada para que, tras su encierro, proporcione un soñar, entendido como anhelo
o como la ensoñación que tras el ver ofrece el mirar; ese mirar encelado a oscuras
de la luz de la poesía, resplandor que nos propicia vislumbrar nuestras ocultas
cercas.
Llorenç Raich Muñoz Barcelona, julio de 2022.
Fotolibros que son poesía y viceversa
[…] Quince libros seleccionados presentan en esta sala un interludio entre
el texto y la imagen: desplegándose de manera instalativa, haciendo de este recinto
una biblioteca. Así, la poesía emerge in situ, emplazada, en un repertorio de propuestas
que, en tanto colección, no pretenden dar cuenta de un recorte excepcional o generalista
de nada, sino: multiplicar.
Una biblioteca es una suerte de claustro, es decir de encierro que abre a
la vez libertades de viajar por otros mundos. Que un expresidio se torne biblioteca
no es algo menor. Dar la palabra, la mirada, implica una apertura, cada celda que
se expande, es ahora un universo. Pues todo cabe y existe para ser puesto en un
libro, o en una celda de poesía, hecha de imágenes y textos, que se nuclea con otras
y arma un museo vivo, colectivo y de una intimidad que quita el aliento.
Guadalupe Arriegue
Buenos Aires, 1 de agosto de 2022
Angélica Mercado Anzaldov
y Juan Carlos Rodríguez Ogarrio.
Con semejante entrada al
mundo poético de la fotografía, decidí saludar a LRM. Le decía que qué casualidad
tan grata el verlo allí, figurativamente hablando. A lo que me responde: “Casualidad:
Celeste Alba, Miradas al fotolibro, San Luis de Potosí... bueno, quizá no
tanto, al fin, pertenecemos a un grupo tribal que en afinidad se reparte por el
mundo sobre la superficie de un pañuelo”.
Los más de 15 autores/as
mexicanos que están en las salas o antiguas celdas de prisión son: Lorenzo Armendáriz, Brito Montaña, Guillermo Arias, Mauricio Alejo, Zaida Kersten, Nirvana Paz, Patricia Lagarde y Luis Palacios
Kaim, Quetzal León, Gerardo Landa, Rodrigo Jardón,
Viviana Martínez Carlos. Pedro Serrano, Celeste Alba Iris, Aída López Castro y Karina
Meza, Juan Carlos Rodríguez Ogarrio y Angélica Mercado Anzaldov. Algunos premiados
internacionalmente y con una amplia trayectoria. Los fotolibros e instalaciones
se clasifican según el carácter predominante en la totalidad de las fotos presentadas:
documental, de archivo, de archivo e intervención, poemarios, conceptuales y colectivos
como Inside Remoto. Con temas variados incluyendo el del desplazamiento y
emigración, los orígenes, la familia, la identidad indeigena mexicana, la naturaleza
y el paisaje, la pandemia, la enfermedad, la experiencia humana y cotidiana, la
experimentación con la luz y grafías, la frontera mexicana y viajar pero para encontrar
la huella como veremos en Andar Para Existir un viaje al corazón del pueblo gitano de Lorenzo Armendáriz. Son categorías aproximadas que no descartan hibridación
e intenciones distintas, aunque no a nivel estilístico. Es decir, tenemos la oportunidad
de leer poemas y ver lo que aportan a la fotografía poética y viceversa. La metáfora
y el simbolismo son algunas de las maneras poéticas de presentar tan diversas obras.
El libro objeto participa de los deslindes en la producción y manifestación concreta
como libro; y el video/animación forman parte de la instalación. Algunas fotografías
son intervenidas digitalmente, y el dibujo, la pintura, la palabra traducida se
cruza con la imagen fotográfica. El poeta mexicano Pedro Serrano y Celeste Alba
Iris son los dos fotógraf@s que más se acercan tradicionalmente a la promesa del
título. También Patricia Lagarde y Luis Palacios Kaim con el Tratado de las condiciones
del pájaro solitario del libro homónimo del místico San Juan de la Cruz. Varios
trabajos poéticos conceptuales van del drama humano (donde Zaida Kersten usa en
Uterus su propia sangre menstruada, interviniendo la foto y el libro de manera
creativa) al minimalismo y abstracción, del sol y de las plumas de pájaros, de Quetzal
León. León es uno de los autores que compartió con la audiencia el día de la inauguración,
así como autores y autoras de obras colectivas como Inside Remoto y Nosotras.
Felicitaciones a los artistas
y sobre todo a la concepción del proyecto original y posiblemente único en México
que realizó Celeste Alba Iris. No dudamos del carácter histórico que constituye
Miradas al fotolibro.
Aquí los enlaces o ligas
para conocer más de Miradas al fotolibro y de la exhibición de CEART en San
Luis Potosí. Aconsejas que los poemas se lean conjuntamente con las fotos que se
encuentran al entrar a la página de Celeste Alba Iris: https://celestealbairis.com/
| https://celestealbairis.com/fotlibros/
Para la exhibición ver:
Texto de salas centrales: https://drive.google.com/drive/folders/10z0cxKBxPsibxGNivp1QTsdP6CQcDHK8?usp=sharing
Fichas de los autores: https://drive.google.com/drive/folders/1fwtPlysBvjJhaxS8ZhBh3vBwtfeXrhF5?usp=sharing
Página de nuestra plataforma: www.miradasalfotolibro.com
Sin más preámbulos, la entrevista.
Error y fortuna del extravío:
Del poemario al fotolibro
Entonces
dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz.
Genésis 1:3
En
el principio era el Verbo
Juan 1:1
Madeline Millán (MM) | Cuando nos interrogamos
acerca del nacimiento o génesis del universo y/ de la creación de la especie humana
esa pregunta acerca de “¿qué vino primero, el verbo o la imagen?” nos acerca a los
mitos de la creación. Tomemos como ejemplo más conocido entre nosotros lo que dicen
estas dos citas bíblicas, no por razones religiosas sino porque nos impulsan a iniciar
el diálogo. Para que haya la luz (la cual posibilita la imagen al ojo) debe existir
primero un verbo que ordene esa decisión de crear una imagen o un pensamiento articulado
por la palabra. ¿Qué piensas sobre estas citas bíblicas para iniciar este diálogo?
Celeste Alba Iris (CAI) | Alguna vez pensé
haber “encontrado la luz en las palabras”. Sin embargo, ahora entiendo a la poesía
como: un término amplio, vago en el sentido de lo errante, de su continuo andar
de una parte a otra sin tener lugar fijo, porque el domicilio propio de la poesía
es el mundo y sus continuas reconfiguraciones.
El arte llegó a mí por la literatura, y la foto a través de la poesía. Ahora
sé que siempre anduve el mismo sendero.
MM | Si seguimos el hilo de la pregunta anterior, creo que
también podemos ir a tu página biográfica porque esta pregunta ahora concierne no
tanto a la idea sobre la creación sino sobre tu creación. ¿Qué vino primero en tu
camino? ¿Fue primero la poesía o la fotografía? O, ¿estuvo siempre la poesía –que
no el poema escrito– desde el principio de tu obra?
CAI | Esta pregunta me recuerda unas líneas que escribí hace
algún tiempo pensando en mi abordaje de la imagen fotográfica: Sucede que uno cuenta
los pasos, nunca la andanza y evoluciones de la mirada, creemos que sólo avanzamos
moviendo los pies. En mi experiencia, fue con mi ingreso al área formativa en artes
visuales del Centro de las Artes de San Luis Potosí que empecé a tomar fotografías,
antes de esta fecha las imágenes se me imponían, eran ellas las que me capturaban
a mí. Así, la foto llegó con la primavera, a manera de error y de fortuna: Lo he
contado en otras ocasiones, del 2 al 6 de marzo de 2015 asistí a un curso de fotografía
para iniciados, el tema era auto-representación, yo en realidad creí que iba a un
taller de poesía. Mi mudanza a una nueva ciudad me mantenía en un extravío constante.
Sin embargo, en esas pérdidas encontré otra manera de estar presente y aquí: la
foto como arte visual.
MM | En el presente o últimos años, tu trayectoria creativa
incluye tu labor como gestora y mentora de espacio para la fotografía y el quehacer
de fotógraf@s no solo de México sino de aquellos países de habla hispana. Gracias
a ti también logro entender cómo participar en los talleres ¿Cómo surge Miradas
al fotolibro?
Casi sin pretenderlo, Miradas al Fotolibro se convirtió en la primera
plataforma virtual especializada en fotolibro en México, me aventuraría a decir
que es la única en su tipo. Su propuesta de presentación, acervo y exposición de
obras, conferencias magistrales y conversatorios sin costo, disponibles públicamente
ha marcado un esfuerzo sin precedente. Miradas al fotolibro no tiene una
fuente de financiamiento permanente ni depende de ninguna institución pública o
privada, cada actividad se gestiona de manera individual estableciendo alianzas
con individuos y organizaciones interesados en participar y colaborar con el proyecto.
Para este 2022, obtuvo nuevamente el apoyo del Programa de Apoyo a la Docencia,
Investigación y Difusión de las Artes de CENART, y seguimos contando con el respaldo
de otras instituciones como el Centro de las Artes de San Luis Potosí, la Coordinación
Académica en Artes de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y el Programa de
Interacción Cultural y Social de FONCA que nos han ayudado a que el proyecto que
sea posible.
MM | ¿Has pensado en abrir ese espacio de Miradas al fotolibro
e invertir la mirada, no desde la foto sino al revés, desde la palabra a la foto?
Pienso en todos aquellos textos que hablan de la fotografía a través de la historia
narrada, pero también de la poesía que mantiene viva una tradición entre poesía
y pintura, luego poesía y fotografía y, finalmente, fotografía y cine (la imagen
en movimiento). Pienso en, por ejemplo, poetas como María Teresa Andruetto y su
libro Pavese/Kodak de Argentina, además de Carmen Amatto en México.
CAI | Han sido limitadas las revisiones, al menos en México,
de los cruces de poesía y fotografía, así que sobre eso va la expedición de MF Fotolibros
que son Poesía y Viceversa. La búsqueda consistió en reunir poemarios con escrituras
híbridas, es decir libros en los que haya una fusión coparticipe entre la poesía
y la imagen visual... o al revés. Tuve la fortuna de ser acompañada y asistida en
el proceso curatorial por autores de la talla de Guadalupe Arriegue de Argentina
y Llorenç Raich Muñoz de España, en esta que es la primera muestra en México de
autores y obras de fotolibros que guardan a su manera una estrecha relación con
lo poético sin importar el tema que aborden.
Este encuentro al que asistes ahora Madeline es el tercero organizado y durará
del 26 de agosto al 6 de noviembre y abrió, como sabes, con la inauguración de la
que ha sido nuestra primera exposición presencial, ya que al ser un proyecto que
emergió en 2020, las anteriores fueron virtuales. En lo personal me apasiona el
proyecto y lo que hago porque yo llegué a la foto con mi bagaje literario y casi
por naturaleza propia, comencé a crear fotolibros, particularmente fotopoemarios.
He buscado, con mi trabajo de gestoría artística, aportar un paso en el camino
a recorrer, una visión activa, y particularmente en esta área hay mucho por explorar
desde la teoría, la crítica, inclusive desde la creación; sobre las relaciones de
inter y multidisciplina de lo poético fotográfico.
MM | ¿Existe tal hermandad entre poesía y fotografía o hay
resistencia, purismo, dudas de carácter epistemológico que riñan por mantener la
pureza de un género a otro?
CAI | Por supuesto que hay cuestionamientos, confrontación:
¿Acaso las buenas hermanas no antagonizan entre sí? Desde la llegada de la
fotografía en el siglo XIX, los poetas se han preguntado sobre las posibilidades
de esta otrora advenediza al arte, llamada fotografía. Sin embargo, hemos aprendido
que cuando ambas se aproximan, pueden conjugarse y potenciar así, una creación plural.
En este momento hay autores como Llorenç Raich Muñoz que afirman: “La poesía fotográfica no se excluye ni
es excluyente y, en su convivencia, contribuye a crear el corpus de la fructífera
diversidad fotográfica”.
MM | Tu proyecto Rapsodia antes del olvido, presentado
para la beca de residencia en Casa Pilar (en Chapala, México), explica que:
“La poesía se extiende más allá́ del poema (o aquello que tradicionalmente se ha
llamado poema y que refiere a un texto literario), es ruptura creadora que transgrede
el lenguaje convencional, abriendo con todo su potencial expresivo el campo de lo
simbólico”. ¿Nos puedes mostrar esta idea de ruptura creadora con fotografías y
poemas tuyos?
CAI | Más que hablar de Rapsodia que es en realidad
un proyecto en una etapa muy temprana, preferiría mostrar algunos fragmentos de
mis dos fotolibros: Cartografía de una herida (2019) y Yo es otra
(2022), este último presente en la exposición de CEART en estos momentos.
Cartografía de una herida es el resultado de un
proyecto que inicié en el año 2016 luego de mi llegada a San Luis Potosí y tienen
que ver un poco con este desmembramiento que viví al dejar mi estado natal. Así
inicié ese proceso interdisciplinar que se materializó en el año de 2019 y se presentó
dentro del Festival Red Foto México organizado por el Centro de la imagen.
Cartografía de una herida, es una obra relacionada con las lesiones y su
metamorfosis a través de la memoria, el cuerpo y el espacio habitado, es un fotolibro
pero es ante todo un poemario, una publicación de autor en 60 páginas, dividido
en tres diferentes capítulos.
Estos dos libros como son líricos y auto-referenciales. Menciona José Luis
Brea que no hay territorio de la autobiografía fuera de lo colectivo, de la comunidad.
Toda la pregnancia de una vida propia se gesta en efecto en los cruces con el otro.
Como ves, mientras construyo mi identidad, soy la imagen que habito. Así, foto o
texto escrito son alternativas para abordar desde mi práctica artística trayectos
interiores, personales y ajenos. La fotografía o la palabra como instrumento poético
para expresar lo invisible y lo inefable.
A continuación una selección de poemas de Celeste Alba Iris. Los poemas que
pueden verse en:
https://celestealbairis.com/fotlibros/
MANERAS DE SUMERGIRNOS
Las aguas tienen distintas maneras de sumergirnos
en sus humedades
Uno puede ahogarse en su propia saliva
inundar la piel de sudores
destilarse en lágrimas
Por eso
guarda esa foto sin naufragio
sin caracoles que cuenten de otra orilla
aquella antes de hacer olas
LA TUMBA ENCARNADA QUE HABITO
I
Comencé a desenredar mi cabello frente al espejo.
Después del baño tengo este ritual.
Esta vez lo interrumpo para buscar mi mirada entre
los cabellos húmedos que siguen al frente.
Ahí estoy. Esa soy yo.
Mis edades, mi delineado permanente, el orificio
izquierdo de la nariz más pequeño que el derecho.
Busco mi cámara.
La sostengo.
Un solo tiro de gracia.
II
El abuelo tenía grandes
bolsas pendientes del párpado inferior de sus ojos
Colgajos dobles triples
En la cara de la tía del
tío
gravitaban también racimos
blandos bajo la mirada
Yo comencé a columpiar
en sus curvas el temor a heredar esos signos en el rostro
Frente al espejo cuarenta
años después
¿Quién es aquella a quien
miras?
La imagen inversa pronuncia
todas las edades transitadas
Reminiscencias cuelgan
azarosas
archivo muerto
colección de insomnios
inventario de madrugadas
bultos de lágrimas
Sí
le dije al cirujano
Puede usted rebanarme
en tajos finos
Seré su muñeca de trapo
Corte y suture la tumba
encarnada que habito
pespuntes y nudos ciegos
en las fronteras
A este lienzo de cruces
hinchadas
encendamos veladoras
LA CASA DE MI AUSENCIA
Ando como equilibrista
en las baldosas
Busco el camino
la salida
de este calendario laberinto
Tengo la casa de mi ausencia
los días en pausa
un guardadito de horas disueltas
antes/luego de cerrar/abrir la puerta
Entre ceja
oreja y madre
las puertas de la vacilación
Mañanas en ayunas
estuarios muy angostos
Y un saldo al corte
de maquillaje corrido
a rasgadura queloide
Estas otras imágenes corresponden
al fotolibro Yo es otra. Breve ensayo sobre rostridad:
No recuerdo la primera vez que me vi en otras lunas
fuera de los ojos de mi madre
Tengo en la memoria a un gato
esponjándose con temor ante su propio reflejo
No soy el gato
ni aquella imagen al otro lado de la mirada de mamá
Yo es otra
Madeline Millan (Porto Rico, 1959). Poeta, narradora e tradutora. Leciona no Departamento de Línguas e Literaturas Modernas do Fashion Institute of Technology/SUNY. Publicou os seguintes livros: Para no morir por segunda vez (2002), De toros y estrellas (2004), 365 esquinas (2009), Leche/Milk (Prêmio Nacional de Poesia, PEN Internacional de Porto Rico, 2009), Día Cero (2010), y Contracantos: Del aire a la rosa (diálogo com 22 pinturas inspiradas no Canto V, Divina Comédia de Dante, menção ao PR International PEN). Que el mar no me falte é sua antologia poética pessoal (Editorial Isla Negra, Porto Rico-República Dominicana, 2019). Seus poemas foram traduzidos para o inglês, francês, árabe, português e italiano. Durante uma década dirigiu as leituras de poesia bilíngues realizadas no lendário e agora extinto Cornelia Street Café. A partir deste período, edita e publica uma antologia internacional bilíngue intitulada Cornelia Nights/Noches de Cornelia (2008). Em relação à sua tese de doutorado em cinema e literatura, criou a primeira revista latino-americana de cinema eletrônico. Durante seu ano sabático (2015) escreveu um roteiro intitulado Alwalida, dirigido pelo diretor catalão Manuel Polls: https://vimeo.com/221172365 (Código: Madeline). Em 2017 foi bolsista da Fundação Valparaíso, em Mojácar/Espanha, para iniciar os desenhos de uma narrativa poética para crianças, Secreto escondido en un caracol. Atualmente dirige com Pilar Blanco, a “Casa Pilar”, uma residência para artistas e escritores em Chapala, México.
Nossa artista convidada nesta edição da Agulha Revista de Cultura é a fotógrafa francesa Agnès Geoffray. Uma valiosa leitura crítica de Eva Wittocx situa sua obra como um ideal equilíbrio entre realidade e ficção, entre situações cotidianas e impensáveis. Suas fotografias, instalações e vídeos combinam o desconhecido com o aterrorizante, como nos contos de fadas populares. Um fascínio pelos vestígios visíveis e invisíveis de desordem, ou mesmo desastre, em situações e eventos cotidianos está subjacente aos textos, fotografias, vídeos e apresentações de slides em STUK. Em fotografias quase inteiramente brancas, composições horríveis inspiradas em imagens da mídia, ou composições com as quais estamos familiarizados da iconografia tradicional, escapam aos olhos do público. Outra importante voz crítica, a da curadora belga Katerina Gregos, destaca que todas as fotografias de Geoffray podem ser vistas como lugares latentes de devir e equivalentes espaciais que representam nossos medos infantis ou nossos piores pesadelos adultos. Mas, além de seu impacto visual sinistro e imersivo, as fotografias de Geoffray acabam abrindo um espaço para a imaginação e para a ficção e, nesse espaço, as possibilidades de interpretação são ilimitadas. Agradecemos à fotógrafa sua imediata aceitação de participar da presente edição.
Agulha Revista de Cultura
Número 216 | setembro de 2022
Artista convidada: Agnès Geoffray (França, 1973)
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
concepção editorial, logo, design, revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS
ARC Edições © 2022
∞ contatos
Rua Poeta Sidney Neto 143 Fortaleza CE 60811-480 BRASIL
https://www.instagram.com/floriano.agulha/
https://www.linkedin.com/in/floriano-martins-23b8b611b/
Nenhum comentário:
Postar um comentário