LA CREACIÓN POÉTICA & SUS ESPEJOS
WZ | Creo en una poesía tan cargada
de conceptos como de sentimientos; en la escritura como sitio de certezas en movimiento
o la música del corazón cartografiada. Tengo poemas como “Después del Cine” que
surgen de un asunto concreto: mis compañeros de la facultad y yo, después de asistir
a un Festival de Bergman en el extinto MAAC CINE, optábamos por discutir posiciones
de cámara bebiendo vino hasta que amanecía; después realizábamos una tarea en la
que ninguno de nosotros alcanza la nota deseada. Otros como “Odilon Redon, el escape
de todo o el secreto confeccionado” son relecturas en tercera persona sobre obras
de arte que terminan siendo referencias de idilios personales. Lo importante aquí
es que el poema tenga una motivación insoslayable, una fuerza que lo obligue a existir
cambiando mi realidad por su ambición expresiva.
FM | ¿Tienes una esperanza de
vida ideal? ¿Cuál? ¿De qué modo tu creación hace parte de ella? ¿ideal?
WZ | Pienso en la ambigüedad de
esa palabra, por un lado, alude al mundo de las ideas, mi encuentro con el platonismo
y, por otro, a la idoneidad, de lo que debo ser. Sobre ambos conceptos debe ponerse
en pie mi esperanza, irremediablemente necia y absurda, a pesar de todo, orgullosa
en su convicción poética, pienso en Whitman cuando digo todo esto, de oficio en
oficio, “sobreviviendo a la adversidad”, mientras resplandecía en poemas para sí
mismo; siempre en anhelo de encontrar una clave en los colores del cielo, en el
rostro de la gente, en el sonido de la libertad sobre las rieles del tren o el césped
como animal mítico recorriendo algún deseo silencioso. Escribir… posar la mirada
en un color y seguir escribiendo sin compromisos académicos o monetarios. No es
nihilismo. No es mediocridad o infantilismo. Me gusta trabajar, me gusta estudiar,
me gusta colaborar con la academia, me gusta el conocimiento, pero no me gusta el
modelo de autoexplotación en el que se ha sumido el mundo (desde las empresas multinacionales
hasta los centros educativos). Ser una pieza 24/7, vivir en una competencia y evaluación
constante, donde se abarca mucho y se aprieta poco, no puede ser conveniente para
ningún ser vivo por donde quiera que se lo vea.
FM | ¿Cómo percibes las diferencias
entre lo que pretendías crear y lo que realmente creas? ¿Te molesta este abismo
sutil de vez en cuando? Si se ha reducido (o incluso desaparecido) con el tiempo,
¿a qué atribuyes tal evidencia?
WZ | Comencé a leer por el deseo
de vivir más de lo que la vida me ofrecía. La literatura, poli sensorial y polifónica
me sacaba del enorme aburrimiento en los suburbios de la ciudad, teniendo muy pocas
opciones culturales en los noventa, dos pequeñas librerías, mucha telebasura, una
realidad provinciana. Descubrir la poesía fue lo más bello que me paso y luego comenzar
a escribir fue un asunto natural y mágico. Cuando tenía 19 años leía la forma en
que Breton, Tzara, Eluard, García Lorca, Cernuda, Elliot, Maiakovski, Marinetti,
comenzaron sus carreras, lo cual, me provoco muchas emociones y me propuse a mí
mismo estar a la vanguardia, hacer el performance, pase lo que pase y contra toda
crítica, recibiendo burlas y comentarios favorables por igual. Por otro lado, siempre
he visto la poesía como algo más allá de la literatura. Hubo un tiempo en que improvisaba
poemas con los objetos que observaba mientras caminaba por la calle, grababa el
ditirambo y lo renviaba y esa era la satisfacción más grande; por otro lado, aseguraba
que los árboles alrededor del parque de La ferroviaria (Guayaquil) eran letras que
formaban palabras de un poema pronunciado por la brisa. Cabe destacar que, fui coeditor
de una cartonera, donde cosíamos libros piratas y vendíamos stickers con poemas,
también, que hubo un tiempo en que hacia un performance con la bailarina Mayerly
Torres fingiendo un secuestro en pleno recital. Otro en que a pesar de la madrugada
viajábamos por Manabí en el festival de Horacio Idrovo para leer en voz alta nuestros
mejores versos de pueblo en pueblo. Y en todos esos momentos fui feliz. “Todas las
hojas son del viento” (Spinetta dixit) porque en todos esos experimentos viví muchas
vidas y la poesía. Por ejemplo, en esta conversación, he nombrado varios autores,
injustamente olvidados, que alguien consultara hoy al referenciarnos. Entonces aparecen
varios fantasmas mientras el lector avanza que están vivos en esta conversación,
se reinventaron, en nosotros y en la persona invisible que nos lee. Héctor Hernández
recordaba que la poesía es más como un coro inter dimensional donde todos los poetas,
de todos los tiempos, cantan, una misma canción por obra y gracia de la física cuántica.
FM | Al visitar el templo de Zoroastro,
Ítalo Calvino descubre que el fuego real es el fuego oculto. ¿Cómo alimentas el
fuego de la creación en tu escritura? ¿Podríamos hablar de la existencia de algún
rito?
WZ | Hay un verso de Jorge Carrera
Andrade que siempre me persigue “La tarde lanza su última edición de golondrinas”,
lo tengo presente porque tiene todo lo que yo amo en la poesía, no importa donde
vayas, en qué país estés, se reinventa y se precisa (la imagen del ocaso, el drama
de la luz como una hoja de papel sometida a los designios, las golondrinas, que
son cualquier pájaro del mundo viajando con nuestros anhelos y deseos, quizás formando
palabras por capricho) para mí es un verso efectivo y eterno, y lo puedo ver ocasionalmente
cuando salgo de mi trabajo, me emociona saber que exista algo así, me da fe en la
escritura. Cuando Raúl Zurita escribe “porque tu cuerpo es tu patria, aunque no
te guste” no solo hay una crítica a los individuos alienados por la estética de
redes, sino una declaración de independencia ante la estética misma. Es la aceptación
y el amor del que debe levantarse en su fealdad, en su tercermundismo y pobreza
iridiscentes, para pelear contra la muerte, porque al final el deseo de vivir es
la máxima expresión de la belleza.
FM | ¿Crees que hay un exceso
de ideas en el mundo y que hay una especie de mal uso de esas ideas? ¿Es necesario
minar constantemente nuevas ideas o lo que falta en el mundo es orden y perseverancia
en las ideas existentes?
WZ | El sueño de la Ilustración
francesa fue el de otorgar a todos, todo el conocimiento del mundo. Mucha gente
valiosa murió en este proceso. Grandes riquezas se invirtieron en libros y tecnología,
naciones padecieron y pasaron enormes calamidades. Ejércitos enteros fueron diezmados
y renovados para que hoy las ideas recorran al mundo, pero ¿qué es lo que ha hecho
la gente con este regalo? Existe una terrible tendencia al olvido, la memoria es
un asunto externo, hoy en día los realitys shows y la interacción en redes, el inmediatismo,
generan la ilusión permanente, como si se tratase de una relación horizontal, entre
nosotros y el mercado, pero no, no es así de ninguna manera, más bien se trata de
una relación asimétrica, supervisando la vida de muchas personas como si de productos
se tratase. Por ejemplo, antes de la pandemia, exigían a la gente apagar sus teléfonos
celulares para comenzar un evento, ahora resulta imposible exigir que alguien apague
el suyo para empezar una conferencia, de hecho, la necesidad de fotografiarla o
registrarla está por encima del contenido de la misma ¿cómo llegamos al punto en
que es más importante registrar la conferencia en video que oírla o disfrutarla?
es un asunto muy grave y debe denunciarse.
FM | ¿Cómo has contribuido a mejorar
el mundo?
WZ | Como docente creo en la educación
como pilar fundamental para una sociedad justa, igualitaria y fraterna. He tratado
de trasmitir todo mi entusiasmo, conocimiento y pasión por la literatura y el arte
a través de talleres, cursos, festivales, revistas, exposiciones y encuentros para
jóvenes y adolescentes de mi ciudad. Cada lugar en el que he dado clases o he compartido
mi conocimiento he dejado un proyecto lector o una publicación artesanal o digital
circulando, algo que permita conocer y disfrutar la literatura como yo la he vivido.
FM | ¿Existe una realidad hispanoamericana
o el conjunto de sus 19 países aún no ha descubierto sus verdaderas perspectivas
culturales para la acción conjunta? ¿Cómo cree que debería funcionar esa América
tan deseada y a veces imposible?
WZ | Lamentablemente los gobiernos
de Hispanoamérica no terminan de entender que solo la unión determinara la mejora
de sus pueblos. La corrupción en los gobiernos, la decepción general por el sistema
político y el fracaso de los medios en integrar a la sociedad de una forma proactiva,
suman reces audiovisuales al índice de la pobreza, donde se naturaliza el sufrimiento
y la desigualdad. Pero nosotros llevamos culpa en esto, padecemos una variante del
síndrome de Estocolmo con nuestros explotadores del primer mundo, hemos sido cómplices
del desorden “Entonces la noche fue triste, pero bien travesti y nosotros abusábamos
del alcohol y les chupábamos las barbas todos seducidos”. Ernesto Carrión en su
poema De la nueva España, recuerda que desde nuestros génesis, fuimos seducidos
y traicionados, y que ese engaño, querámoslo o no, está presente, como una cicatriz
en todos los actos de la cultura Latinoamérica, una mancha que llevamos en la historia
y que se manifiesta cuando llegamos a los aeropuertos del primer mundo (donde atravesar
implica un salto, un borrar / borrarse que en su intento siempre será descomposición
de lo anterior, de su negatividad ante el paisaje nacional).
FM | ¿Qué sueles leer fuera del
español? No me refiero sólo a la literatura, porque aquí me interesa evocar tu entorno
de lectura. ¿O crees que leer poetas es el único material imprescindible para tu
creación?
WZ | Leo de todo, noticias internacionales,
locales, comunitarias, documentos científicos, me encanta la arqueología y la astronomía,
el estudio de los pueblos y su cultura, me gusta el conocimiento, creo que es la
mejor razón para estar vivos: conocer.
FM | ¿Crees en la existencia de
la sociedad?
WZ | Creo que nos acercamos a
un punto de inflexión en el que todas las instituciones que sostienen lo real sufrirán
una crisis luego de la cual deberán renovarse o desaparecer. Resulta inevitable
un cambio en la concepción de la escuela, la iglesia, la familia, el género, la
sexualidad, la policía y las leyes; porque es enorme la decepción de la gente frente
al estado, así como enorme la tristeza y la pobreza post pandemia. Pensar que las
fórmulas de antes proporcionaran soluciones en la actualidad es un error. Las evidencias
científicas han sido mostradas, las voces más respetadas han pronunciado sus recomendaciones
y ¿Qué han hecho los gobiernos frente a esto? La gente sabe que si no hay una motivación
que resulte favorable para los grandes grupos económicos nada se mueve, entonces
queda implícito el chantaje en todas las acciones del estado.
Necesitamos repensar
nuestros objetivos como grupo humano y recordar que dependemos de los otros y de
la naturaleza.
FM | ¿Quién eres de todos modos?
WZ | Parafraseando a Rubén Darío:
Alguien que ha soñado día y noche con los ojos abiertos. Alguien que se ha jugado
todo por la poesía. Alguien que pide disculpas, si ha causado alguna molestia, a
lo lejos.
FM | ¿Qué
te parece la idea de incluir un poema propio, comentando algo que motivó su
creación?
LUZ VERDE
(Salida de emergencia)
Amanece
en todas partes y el domingo se nos quema.
Cantamos
soñando con romper.
Rompemos
soñando con cantar.
Pero
amigos:
nos
hundimos y flotamos en la excelencia del desorden,
nos
abrevamos mutuamente
como
un manjar de ejecuciones vacunándose
al
infinito de las estrellas volátiles
esperando
que,
así como estas luces raras mueven nuestros cuerpos desde el cielo
así
los mejores dones nos guarden del olvido.
Porque
lejos.
Más
lejos.
Tras
las haciendas negras de los ciempiés masoquistas…
Tras
las torres azules de hielo empresarial termodinámico...
Tras
las estepas de plomo y soldadores jubilados…
Tras
el reloj caníbal de los relojes pobres del mundo…
Todavía
hay quien pregunta por los benefactores de la muerte
(su
dirección, sus cuentas bancarias,
su
clientela nueva en cicatrices de luciérnagas).
Todavía
hay papeles cortantes como la rabia misma repujando
la
hipocresía cobre de la tarde mediática,
vagando
de sueño en sueño
hasta
volvernos a encontrar
en
el filo de un cuchillo
con
las maletas ardiendo.
Todavía
hay colecciones de huesos fugaces,
galerías
de fantasmas sin nombre
en
posiciones metálico fetal
esperando
presupuestos
para la próxima reapertura de los nuevos museos,
de
batallas de personajes rojos y preguntas pixeladas.
Murmurando
entre las sienes
noticias
que vienen y van:
Mi incienso se mezcla con el de los demás.
Marguerité Yourcenar
WLADIMIR ZAMBRANO (Guayaquil, Ecuador, 1984). Poeta, artistas plástico y docente. Licenciado en comunicación social; especializado en proyectos de lectura y bibliotecas escolares; Master en gestión educativa. Su primera tentativa poética Diario del Crepúsculo recibió el premio nacional de poesía David Ledesma Vásquez en el 2009, desde entonces ha publicado los libros Interior de ciudad (Dadaif, Guayaquil 2011), La restauración (Casca huesos editores, Lima 2013) y Carta de los muertos para uso de los vivos (Fondo de animal editores, Guayaquil 2020).
CONEXÃO
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Fortaleza CE Brasil 2022
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