Luis Cardoza y Aragón nace en la ciudad de Antigua Guatemala
en 1901. Se trata de la biografía de un escritor que al paso del tiempo ha cobrado
la importancia que conserva su obra poética y ensayística, bastante desconocida
para la población guatemalteca que por largo tiempo consideraba su figura asociada
a las intrincadas relaciones políticas entre izquierdas y derechas.
Cardoza desde muy joven vive en la ciudad de Guatemala
y durante sus años en la escuela secundaria tiene la experiencia y la formación
política, aprendida con su padre, [3]
la cual será fundamental para el desarrollo inicial de su literatura política. Se
ha escrito poco sobre los inicios de la poesía de Cardoza, pero ahora por investigaciones
relativamente recientes, sabemos que sus primeros textos aparecen publicados en
diarios y revistas inclusive hasta escolares, y el perfil de los poemas se encuentra
dentro de la estética modernista del momento. [4] Todo ello fue borrado por el mismo Cardoza de lo que él consideraba
sus primeros libros, dado que su participación política en las primeras décadas
del siglo era sumamente pragmática, adherida a las ideas que circulaban en Guatemala
en este momento y se oponían a las dictaduras que impedían el desarrollo político
y económico del país. [5] Hoy sabemos
que esa primera fase de aprendizaje lírico, estuvo pendiente de su compromiso político
y que aún no encontraba en el desarrollo del ensayo un campo fértil e idóneo para
discutir sus ideas políticas. De esa cuenta los poemas publicados en el Unionista
y el Estudiante, estaban dialogando con formas propias del modernismo, pero ya manejaban
la actitud y la crítica que los americanistas de la postvanguardia latinoamericana,
iban a tener en el periodo que va de 1930-45. Expresado en un poema temprano de
1920 “La canción de las razas” y publicado en el Unionista en ese momento, Cardoza
va desarrollando un ideario antiimperialista y discutiendo sus ideas sobre la identidad
cultural, tema que desarrollará a fondo en el ensayo. El primer intento ensayístico
sucede también en 1920, cuando publica “El peligro de la intervención”, donde alude
a la expansión que, como centro de poder económico, Estados Unidos estaba desarrollando
en las primeras décadas del siglo XX, y el peligro que se corría en distintos espacios
geográficos latinoamericanos con la penetración de este país. A un año y medio de
la publicación, los efectos de la intervención se suceden en Guatemala.
Quien no está en el futuro no existe: Cardoza sale para Europa
En 1921 Luis Cardoza decide salir hacia California, donde pasa unos meses,
su objetivo oficial era ir a estudiar medicina, pero terminará viajando hacia París
y otros lugares de Europa, y el impacto que este viaje le causará dejará una huella
muy fuerte en su primera poesía y siempre matizará sus escritos futuros tanto de
crítica como de poesía. Una de sus tareas iniciales en París fue la de dedicarse
a la lectura, lo que le proporcionará una veloz actualización de las nuevas corrientes
estéticas en boga en Europa, actividad que hubiera sido casi imposible viviendo
en la Guatemala dominada por Estrada Cabrera. Así nace Luna Park (1924), se trata de un libro que expresa una nueva realidad
nunca antes sentida por un sujeto de las periferias. Escrito durante su estadía
en Berlin, en un periodo entre guerras, deja constancia de este hecho histórico;
pero sobre todo se trata del primer libro de un poeta latinoamericano en suelo europeo.
Un poeta de 19 años que se enfrenta a uno de los centros más poderosos culturalmente.
El lugar a donde los modernistas llegaron buscando el Dorado. La crítica ha señalado
que precisamente el destino lleva a Cardoza en ese momento crucial, en un periodo
de postguerra, donde la guerra había derribado varios muros. Para Cardoza el joven
guatemalteco la postguerra le permitía codearse sin mayores problemas con Tristan
Tzara, André Breton, Paul Eluard, Robert Desnos y Antonin Artaud, en esas fisuras
que el caos permite y facilita. La poesía de Luna Park puede ser leída como un libro de poesía inicial y juvenil.
[6] Lleno de referencias a la rapidez,
la velocidad, el regocijo de vivir una vida menos conservadora, más impactante que
la que vivía en Guatemala, desata en Cardoza la imaginación poética y el deseo,
a él que venía de lidiar con pactos políticos en espacios represivos, se encuentra
impactado por lo que ve, toca y observa con el ojo del migrante admirado: “El sol,/pastilla
de perfume,/Quemábase en las torres de San Sulpicio” (Luna Park). El concepto del tiempo, de la forma en que está viviendo
ese periodo de su vida, pleno de aprendizajes y situaciones nunca vistas por sus
ojos lo harán escribir líneas donde podemos explicarnos su fascinación por las nuevas
corrientes del pensamiento y la literatura con las que se encuentra a esa edad en
Europa: “Espiritualidad de la materia:/Parecen nuestros cuerpos/Proyección de nuestras
sombras,/Asomada el alma/ Al espectáculo del mundo,/Ha sentido en su fiebre mi fiebre,/
Y he oído el profundo/Latido de su corazón,/ Como si fuese a estallar” (Luna Park).
Dos años más tarde aparece su segundo libro, Maelstrom: films telescopiados (1926), en
el título se advierte el impacto del poeta ante la nueva posibilidad de la imagen
visual. Ya que para los vanguardistas históricos como Cardoza, el cine cambia la
forma de ver la realidad. Los recursos de esta nueva sensibilidad van a establecer
diálogos críticos con la literatura, con la poesía en su caso. Este libro posee
una característica que marca la obra subsiguiente de Cardoza, inicia un trabajo
arduo del poema en prosa, en el cual él es uno de los grandes maestros de la vanguardia
histórica con este segundo libro. La fiebre del vanguardismo cardoziano, matizado
por las diferentes tendencias, en un momento en que el poeta guatemalteco está abierto
a lo nuevo, moderno y a veces grotesco que las vanguardias latinoamericanas lograron
en suelo europeo, escribe dentro de este libro varios poemas paradigmas del poema
en prosa centroamericano, uno de ellos posee una desacralización del fervor guatemalteco
católico. Cardoza lo titula: “Natividad de nuestro señor el Clown”. En este texto
el poeta logra una de las búsquedas inevitables de la vanguardia histórica, la de
la originalidad, creando imágenes insólitas, visionarias articuladas por la estética
del surrealismo y mediadas lingüisticamente por otros ismos cuyo impacto se encuentra
más en el retrabajo de la imagen visionaria. Aquí un ejemplo: “Desperté. Me despertaron.
Me despertó el Creador. Me orienté: marioneta en decorados despreciables. Sentí
mi imaginación hervir levantando dulcemente mis parietales” (Maelstrom). La sensación de embriaguez se
convierte en atmósfera de los poemas de este libro. Y los contenidos de este periodo
poético de Cardoza nos permiten decir que trabajó a fondo dentro de distintas vertientes
vanguardistas, impactado por la velocidad, los cambios en el tiempo, la rapidez
con que también corría la imaginación en un momento en que la realidad iba siendo
transformada enfrente de estos escritores que tenían la experiencia de las ruinas
de la guerra, y encontraban cambios también insólitos, solo comprendidos por la
rapidez con que avanzaba la modernidad en ese momento en Europa. Dedicado a poetas-padres
como Jules Laforgue y Góngora, Cardoza hace lujo de metáforas y figuras literarias
de insólita belleza en su tremendez vanguardista, así dice en el poema dedicado
a Góngora: “Como un laberinto de espejos poblado de sirenas,/ como un gran caracol
marino,/ como un gigante con temor de niño/ como una guillotina que cortase rosas,/
como un caleidoscopio de ternuras (Maelstrom).
Sin perder de vista, sino encontrándose en un periodo de definiciones identitarias,
pero desde un espacio íntimo, Cardoza dirá de sí mismo lo siguiente: “Soy esa lluvia
añil, lunar, herida/cuando la tierra falta no sé en dónde,/en la sin fin caída al
otro lado/estando un poco aquí todavía” (Maelstrom).
Cuando tu deseo de conocer obedece a razones poéticas
Esta experiencia europea dejará huella en el interés que le despierta el
arte. De 1927 es el libro de crítica que le dedica a Carlos Mérida. Es el momento
en que se vuelca hacia lo latinoamericano, pensando en Guatemala, y se da cuenta
que México es la vanguardia de América. En 1929 va a la Habana y conoce a García
Lorca y a Porfirio Barba Jacob. Es el momento en que Lorca va a Nueva York. Cardoza
también conocerá esta ciudad en 1930, para tener la experiencia moderna, la cual
se produce durante la depresión, es otro de sus papeles en el consulado guatemalteco.
Sin embargo, esto cambia, pues entra al poder en Guatemala, Jorge Ubico y Cardoza
renuncia al cargo, en 1932 vuelve a Europa y termina el libro iniciado, Pequeña sinfonía del nuevo mundo, que se
publicará dieciséis años después por diversas razones. La crítica piensa que en
este libro Cardoza expresa un decidido impulso renovador y una nueva intensidad
lírica mantenida a lo largo de todo el libro de 150 páginas. [8]
Si no eres sino el eco de tu sombra sin cuerpo: el perfil filosófico-existencial
de su poesía
En 1931 Cardoza escribe Cuatro recuerdos
de infancia, poemas dedicados a su ciudad natal, Antigua Guatemala, donde ya
se percibe el sentimiento de nostalgia que revisitará en otros poemas en relación
con el significado que la tierra propia tendrá para él, y la relación embrionaria
que Cardoza sostendrá de allí en adelante con las preocupaciones sobre la identidad
cultural asociadas con Guatemala: “…/lunar, mental, intacta,/ tan igual a ti misma
en mi recuerdo/ más que tú misma” (Poesía
de Luis Cardoza y Aragón)
A fines de 1932 se instala definitivamente en México. En
este lugar Cardoza encontrará una nueva casa, y se dará cuenta que vive la modernidad,
y que no hay que ir tan lejos para vivirla. De toda esa experiencia enriquecedora
es central su encuentro con los muralistas que críticamente le ofrecerá la escritura
de otro libro: La nube y el reloj (1940).
Durante estos primeros doce años, Cardoza se dedicará a la crítica de arte, pero escribirá El sonámbulo (1937) y Poesías (1948). Consolidando los aprendizajes de la época vanguardista, Cardoza desarrolla lo que la crítica ha llamado valiosas exploraciones, atrevidos sondajes y ha logrado anticiparse a otros poetas latinoamericanos del periodo. Y aunque ha dejado atrás las experimentaciones de la vanguardia histórica inicial y formativa, su poesía de los años 30 y 40 se transformará en un laboratorio de reflexión filosófica y existencial. La soledad parece ser uno de los elementos que Cardoza explota en este periodo: “Solo de soledad y solitario y solo,/como el loco en el centro de su locura,/yo digo lo que tú me has dicho/con la ahogada voz del mar/en mis oídos de ceniza que canta”. (Poesia de Luis Cardoza y Aragón)
¿Cómo llegar si nunca me he marchado?: Cardoza vuelve a Guatemala
En 1944 Cardoza vuelve a Guatemala, ha caído Ubico, otro de los dictadores,
desde México, acompañado por Guillermo Toriello, Cardoza es llevado a la frontera
para que vuelva a Guatemala. Han pasado 24 años. En un nuevo periodo de aprendizaje
porque los aires que dejó atrás han cambiado. En este periodo funda la Revista de
Guatemala, y participa organizando y realizando actividades políticas. Lo nombran
embajador en la Unión Soviética, Suecia y Noruega, y produce durante ese periodo
su libro: Retorno al futuro: Moscú 1946 que
se publica en 1948. Más tarde saldrá para Chile y Colombia como embajador, será
una época de desgaste político que afecta su producción poética. En 1951 regresa
a Guatemala, pero poco antes de que caiga Arbenz deberá salir hacia México y comenzar
allí de cero.
De 1950, o sea los últimos años antes de salir para México
exiliado una vez más, escribe uno de los poemas cumbre de su literatura, el homenaje
que le hace a su compatriota, Rafael Landívar. Creemos que aquí retoma las estrategias
de las vanguardias tempranas, acude a estrategias poéticas logrando frases novedosas,
pero ya sacadas de su imaginería más localizada geográficamente en Latinoamérica,
y específicamente en Guatemala, de hecho, hace uso del recurso dialógico para entablar
una conversación con el Padre Landívar, estirpe que reconoce para sí mismo. Dice
en el inicio del poema de la siguiente manera: “Bienvenido, campana de la torre
más alta,/mira tu sueño muerto, suspira Santa Marta./ Y él le pregunta a Luis el
Antigüeño con voz de hiedra y Pensativo río:/ ¿Por qué tan triste nuestra dulce
patria?/ Por qué siempre su muerte prematura,/ grata y absurda, ardiente virgen
viuda,/ amarga quemadura, plomo y ala?/ Tierra de nuestros muertos, madre sacra,/
tierra de nuestros hijos, levadura,/ tú, sonámbula náufraga, decantas/ en sueño
y alma tu cabal cicuta”. (Poesía de Luis Cardoza
y Aragón).
Referencias
Cardoza
y Aragón, Luis. Poesía de Luis Cardoza y Aragón,
Edición de Enrique Noriega. Guatemala: Editorial Cultura, 2015.
___.
Poesías completas y algunas prosas. México:
Fondo de Cultura Económica, 1977.
Rodríguez
Cascante, Francisco. “Del panlatinismo a las vanguardias: los ideologemas de la
modernidad en Luis Cardoza y Aragón”. Revista
Comunicación. Vol. 13, año 25, No.1, enero-julio, 2004.
Prado
Galán, Gilberto. Luis Cardoza y Aragón. Las
ramas de su árbol. México: Fondo de Cultura Económica, 1997.
NOTAS
1. Entendemos por
vanguardia histórica el periodo artístico en Latinoamérica que va de 1909 a 1930,
donde se encuentra el periodo más experimental de esta época.
2. La postvanguardia
se periodiza en Latinoamérica a partir de 1930, pero las fechas de caducación legales,
varían según sea el lugar donde la modernidad arribó completamente, o donde nunca
lo hizo, o donde llegó y se truncó. Para este tema ver Néstor García Canclini. Culturas híbridas.
3. El padre del
futuro autor, Gregorio Cardoza, era un decidido opositor al régimen dictatorial
y un seguro colaborador de El Unionista, órgano del Partido Unionista, medio que
afrontaba al dictador y que fue “uno de los artífices del derrocamiento” del régimen
de Manuel Estrada Cabrera. Francisco Rodríguez.
Del panlatinismo a las vanguardias: los idelogemas de la modernidad en Luis Cardoza
y Aragón”. Revista Comunicación. Vol.13, año 25, No.1, enero-julio 2004.
4. Los textos poéticos
son los siguientes: “Una lágrima”, aparecido en la Revista Antigua, semanal de variedades,
el 15 de agosto de 1919, número 15; “La canción de las razas”, publicada en El Unionista
el sábado 19 de junio de 1920, número 118; “La sonrisa de la agonía”, “Las leyendas
de las estrellas”, “Iglesia solitaria” y “El calvario de Jesús”, aparecidos en El
Unionista, el lunes 6 de diciembre de 1920, en una página literaria dedicada a Rafael
Arévalo Martínez; “La página blanca”, publicado en El Unionista el primero de enero
de 1921, número 278; “María Antonieta” aparecido en El Unionista, jueves 10 de febrero
de 1921. P Francisco Rodríguez. Del panlatinismo a las vanguardias:
los idelogemas de la modernidad en Luis Cardoza y Aragón”. Revista Comunicación.
Vol.13, año 25, No.1, enero-julio 2004.
5. Este texto de Cardoza es uno de los primeros de carácter
ensayístico, publicado en 1920. “El peligro de la intervención”. En: El Instituto,
año 1, número 5, sábado 15 de mayo de 1920. Semanario independiente, órgano de la
Liga Unionista de Institutos de la República. Asimismo, aparece el único cuento
escrito por Cardoza y Aragón y dedicado a Asturias: “Hombre sandwich”, que dio a
conocer el periódico guatemalteco El Imparcial, el 31 de octubre de 1925. Francisco
Rodríguez. Del panlatinismo a las vanguardias: los idelogemas de la modernidad en
Luis Cardoza y Aragón”. Revista Comunicación. Vol.13, año 25, No.1, enero-julio
2004.
6. Cardoza explica que no le quiso hacer correcciones o
alteraciones a este libro, porque para él se trataba de una escritura adolescente
y juvenil y si lo corregía hubiera perdido el encanto del asombro que sintió al
momento de escribirlo y publicarlo. De esto dijo que el libro lo “escribió un muchacho
que aún no desprecio”. Luis Cardoza y Aragón. Poesías completas y algunas prosas. México: Fondo de Cultura Económica,
1977.
7. Gilberto Prado Galán. Luis Cardoza y Aragón. Las ramas
de su árbol. México: Fondo de Cultura Económica, 1997, 15.
8. Poesías completas
y algunas prosas.
Para los lectores que quieran leer poemas de este poeta en portugués, sugerimos visitar el proyecto “Atlas Lírico da América Hispânica”, de la revista Acrobata:
Número 34 | julho de 2023
Artista convidada: Aby Ruiz (Puerto Rico, 1971)
editora | ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com
ARC Edições © 2023
∞ contatos
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ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com
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