LAUREANO
ALBÁN
La creatividad como
transfiguración
Lo que vos querrás
saber sobre la creación, yo lo conozco. Ahora, secretos sexuales no todos los conozco.
Secretos científicos, casi ninguno. Secretos de la creación todos los que querrás.
Bueno, mi experiencia es que la creación no sale, la creación es. ¿Cómo
te explicara? Esta columna, esta casa, no es, está siendo constantemente creada,
o sea, solamente la infinita creación mantiene la infinita realidad. ¿Me entiendes?
La gente cree que la creación es un estado de excepción. No. La creación permanente
es el estado eterno de todas las cosas, es lo único que hace girar al mundo. Ahora,
¿cómo opera eso? Opera a través de la transfiguración constante. La creación es
un estado de transfiguración: conocimientos previos se convierten en conocimientos
nuevos. Lo que se transfigura son las relaciones de la materia, del espacio, del
significado, obviamente, y de la capacidad de la simbolización…
Espérate un momentito, esto es interesante, la pregunta ¿qué se transfigura?
Es que te voy a explicar, hay una cosa muy bonita que es esa relación que hay entre
lo que llaman fondo y forma. Es decir, no existe fondo sin forma, se sabe ya, pero
como la forma es lo que manifiesta lo que llamamos fondo, que es una entelequia,
una abstracción, verdad, entonces siempre toda creación es una configuración nueva
de la forma que conlleva una manifestación nueva del fondo, de un fondo nuevo. Entonces,
si vos cambiás, por ejemplo, si vos tenés una represa que tiene unas turbinas para
1000 kilogramos de agua por segundo y metés dos turbinas más, tenés 1500 kilogramos
por segundo. Es otra realidad, otra fuerza que manejar, creás otra realidad. Entonces,
todo, todo, todo cambio que se haga a la forma configura un cambio a los significados
que hay detrás de la forma. Entonces, la creación es la toma de elementos preexistentes
para crear una realidad nueva.
La creación poética
¿Cómo funciona en literatura?
Pues en literatura funciona muy sencillo. En literatura lo que hace el escritor
es en un momento determinado utilizar un código específico de la cultura, de la
palabra literaria... Al tomar un sistema de códigos de la cultura que tienen un
significado y una potencialidad de variaciones de significado... Estoy muy abstracto,
qué majadero que estoy yo... Y para combinar los elementos en una nueva creación.
Ahora, la creación conlleva una riqueza interior... A nivel conceptual, a nivel
intuitivo y a nivel estético. Sí, lo que hace el hombre al crear es continuar la
creación de la naturaleza, de Dios, de la evolución, de lo que se llame... incrementarla
y focalizarla dentro de una creación cultural. Es dejarse llevar por el poema, sin
perder control sobre el poema.
El poema que vos hacés, también te hace. Eso me decía Luis Rosales. Si yo
digo, por ejemplo… te miro a vos y te digo, así de pronto: “eres como la esfinge
que del silencio surge, que entre cabellos y sueños aparece"; eso, de alguna
manera, me está descubriendo algo tuyo a mí… Bueno, otra cosa, que la creación son
imágenes, verdad, imágenes interconectadas, organizadas, musicales, pictóricas,
plásticas o literarias, pero son imágenes. Nada que pueda ser concebido lo puede
ser sin ser una imagen.
Mirá, yo pienso, claro, que son cosas escandalosas lo que yo digo a veces,
verdad, que el ser humano crea a partir de la nada, porque... Por ejemplo, los tibetanos
dicen, el budismo tibetano, que el alma del hombre es la nada, por eso el ser humano
es inmortal e indestructible. Ahora, cuando nada y todo son lo mismo, porque donde
nada existe todo puede existir.
Yo creo que el creador es el que está, el que no pertenece en el fondo a
ninguna religión, a ninguna ideología, a ninguna tendencia, porque tiene el valor
de vivir en el abismo. Pero el abismo le da mucho miedo a la gente, porque la gente
necesita como una barandilla en que apoyarse, una muleta. Vivir en el abismo es
saber que detrás de nosotros no hay nada más que nosotros mismos, o sea, lo que
nosotros levantemos. Incluso la memoria, pues se olvida completamente entre una
vida y otra. Y somos el borde de nuestra memoria siempre. A partir de esa nada podemos
crear el todo. Pues cómo se puede crear algo si no hay espacio para hacerlo ahí.
No sé. El arte, la creación está entre lo posible y lo imposible. O sería lo posible
de lo imposible.
Yo creo que la creación es muy fácil. Nada más que hay que, de alguna manera,
qué sé yo, como una descontextualización cultural... Fácil y difícil. Yo no sé si
viste una oración que escribí. Es una oración que dice que me he dado cuenta de
que no hay cosas fáciles ni difíciles, sino cosas posibles e imposibles. Todo depende
de la providencia, si coincide con vos en el momento adecuado es posible, si no
coincide es imposible... es decir, entre la providencia y el deseo.
Yo he llegado a un momento de mi vida en que lo que llamamos creación, llamémoslo
así, es el estado del universo, es el estado de todo, es la constitución mía, es
la constitución tuya, es lo que constituye las cosas. La creación no es un fenómeno
para mí, en este momento... en este proceso de mi vida, no es un fenómeno ajeno,
ni siquiera supletorio ni excepcional ni nada, de la realidad, no, es que mi realidad
existe para la creación. Tal vez se oye un poquillo raro, pero la única realidad
que existe es la creación. Sí, no hay otra realidad más que la creada y la que se
está creando constantemente. O sea, no es que yo crea que cuando hago un poema estoy
creando ahí. Sí, estoy creando, pero estoy creando algo que de alguna manera es
substancial al universo.
El proceso de realización
del poema
En el caso mío yo opero
así: vos me decís a mí una palabra. Decime una palabra cualquiera.
Abrigo.
Bueno, me decís abrigo. Entonces yo inmediatamente sé que abrigo está en
un campo semántico entre el frío y el calor, eso lo sabe mi mente racional, mi mente
humana, digámoslo así, verdad. Entonces, ya me llegó una imagen sobre el abrigo:
“al abrigo de todas las estrellas hoy me desnudo para ti”, y ya eso me da una pauta.
Entonces, ya va a resultar un abrigo, posiblemente un poema, por lo que yo sospecho,
erótico-cósmico sobre lo que es el abrigo. “Al abrigo de todas las estrellas hoy
me desnudo para ti”, ves, “porque tú eres ese trozo de sol que le falta a mi vida
cuando se está quemando noche a noche entre sombras”, y ahí sigo. Pero vos te das
cuenta que, si yo hubiera seguido la secuencia racional, hubiera hecho tal vez otra
cosa, pero entro por una secuencia inesperada. Entonces, para mí, la creación es
muy inesperada siempre. Yo no pensé un segundo la imagen original, que después se
puede proliferar. Estar al abrigo de todas las estrellas, eso es una loquera. No
estoy al abrigo de un abrazo, al abrigo de una cobija. Eso es lo bonito, llevar
una, como dice por ahí Peggy von Mayer [1] creo, hasta las últimas consecuencias de interrelación entre todas las cosas.
¡Qué sé yo, eso a mí me fascina! Es una diversión que se paga caro, porque se paga
con la vida, verdad, se cambia la vida por eso. Pero, es decir, yo creo así, obsesivamente
quiero escribir un poema, entonces, me voy a la práctica, perdóname, oíste, yo,
“y esta flor que aún no está entre mis manos la tejerá el silencio cuando yo…”
¿Qué no es compulsivo? ¿Qué no es obsesivo? Mirá, si vos cogés el motor
de un vehículo de explosión, un motor de explosión perdón, no un vehículo de explosión,
un vehículo de explosión es de esos que ponen en Rambo para que estallen llenos
de dinamita. Un motor de explosión, ¿qué es?: 6 cilindros obsesivamente trabajando
organizados para mover el carro. ¿Qué es tu cuerpo? Una obsesión por vencer los
microbios, las bacterias, sentir, tocar, ver, oír, caminar, moverse… ¡Una obsesión
por estar vivo! Y, mientras tu cuerpo esté obsesionado en estar vivo, estarás viva.
Cuando tu cuerpo ya no pueda cumplir esa obsesión, porque falla una unidad del sistema,
estarás muerta. Es decir, yo no conozco nada más que obsesiones. A mí, cuando me
dicen que soy un obsesionado, yo digo muchas gracias. Es como de Perogrullo, no
hay nada más que obsesiones.
Lo que pasa es que a la gente como que le da miedo el riesgo. Costa Rica,
como dicen que tiene una prudente mediocridad, los costarricenses... Un día estuve
con un astrólogo tico, un amigo mío, que sabe de astrología, pero es muy tico, como
que no quiere afirmar nada, como que “no, es que parece que Saturno”... En cambio,
tengo una astróloga española que más bien peca de lo otro, verdad, de énfasis. No,
es decir, la obsesión de esta braza es estarse quemando, está hecha así incluso
químicamente con las cochinadas que le ponen. Detrás de mí hay una obsesión por
crear. Yo me atormento mucho. Julieta no comprende eso, me regaña todo el tiempo,
porque ella como piscis lo que quiere es estar bien, a los piscis les gusta estar
bien, estar tranquilos y esa es su tendencia maravillosa y peligrosa. Yo, como capricornio,
mi obsesión es hacer lo que yo creo que es mi destino, esa es la torta, verdad.
Entonces claro, los capricornio a veces no vemos matices pequeños, placeres pequeños,
por estar viendo esa obsesión.
Una obra creada transpersonalmente
Yo creo que somos una
multitud. Yo sí creo en la teoría transpersonal, que yo sé que ya es anti-psicológica,
anti-psiquiátrica, verdad, como le llaman. Somos una muchedumbre. Yo prefiero decir
la obra que a través mío se ha dado, que decir mi obra. Me parece incómodo decir
mi obra. Lo que pasa es que es un poco aparatoso decir la obra que a través mío
se ha dado, un poco enredado. Pero yo no creo que yo escriba solo los poemas, si
valen algo, como alguna gente cree, y son poemas buenos, como alguna gente cree,
y yo creo a veces, con entusiasmo, soy tan ingenuo que a veces lo creo, es porque
es transpersonal, no soy yo solamente. ¡Imposible! Porque salen cosas que yo no
estoy pensando para nada, que no estoy pensando en este estado de conciencia. Yo
creo que la poesía cada vez utiliza más el supraconsciente, verdad. El ser humano
cada vez va a utilizar más el supraconsciente. ¿Qué es el supraconsciente? Bueno,
es un poco el Dios interno, verdad, la personalidad interna, la nada absoluta que
es el todo, donde todo está. No se sabe, es un misterio. No es racional. No se puede
racionalizar.
¿Sabés lo que es un supernumerario? Sería un factor que numera el detalle…
bueno, no entremos con la matemática. Digamos que lo que se hace, por ejemplo, yo
en Enciclopedia de las maravillas,
¿qué es lo que hago?, lo que hago es esto: coger un tema y hacer accesible cierta
dosis de creación y luz a través de ese tema, pues obviamente entrando en los mundos
emotivos y afiliativos humanos, imaginativos humanos. Porque yo no creo que nosotros
seamos humanos, nosotros estamos en la cultura humana y estamos en un cuerpo antropoidal
que es el físico, pero no somos humanos en el sentido de que no somos ontológicamente
humanos. Somos coyunturalmente humanos, eso sí lo creo. Claro, mientras funcionamos
como humanos coyunturalmente utilizamos lenguajes, el metalenguaje literario o el
que sea, que sean asequibles por nuestra mente, por nuestra naturaleza humana y
por las personas humanas que nos rodean. Nosotros somos bichos cósmicos. Esa es
una sensación muy fuerte... Y, además, lo que hacemos es divinizar todo lo que tocamos,
hasta divinizar las cosas malas que hacemos, pueden ser divinamente malas.
La limitación permite un encausamiento y la definición. Si yo uso un instrumento
de cualquier tipo, si estamos hablando piano obviamente no puedo tocar violín con
el piano. No, es que es imposible, no podés más que comunicar a través de un instrumento.
Ese es el famoso dilema de la orquesta sinfónica, verdad, que son todos los instrumentos
juntos, es el más grande de todos los instrumentos musicales que existen, una orquesta,
y el director es el que está ejecutando. En Enciclopedia, por ejemplo, habría algo parecido, es
una sinfonía de muchísimos instrumentos. Vos tenés ahí, por ejemplo, poemas que
son muy eróticos, poemas que son religiosos, poemas que son sociales como el de
El Barro, pero a la vez es metafísico, muy afiliativo. Entonces, tal vez Enciclopedia puede ser una gran sinfonía de muchísimas
voces. Poli... ¿Muchas voces cómo se dice? Polifónico. Entonces, es un ejercicio muy polifónico de la poesía, la Enciclopedia. A mí me parece un buen descubrimiento
para dedicarle el resto de la vida.
Todo gira alrededor
de la creación: del yo interior al no yo
El problema mío es
que yo nunca pude escoger. A mí no se me dio la oportunidad de escoger. Es como
una persona que está en el centro de un río muy caudaloso y bajan grandes tornadas
de agua con gran fuerza. ¿Qué puede hacer? Nadar o flotar, pero es un acuanauta,
no puede hacer nada más que ser acuanauta. Yo he estado siempre ahí metido, nunca
he podido escoger. Ya a mi edad, imagínate, casi 60 años, ¿qué voy a poder escoger
nada? Si fracaso como poeta es toda mi vida la que fracasa; si triunfo, pues triunfo
como poeta, es toda mi vida la que triunfa. No puedo hacer nada. O sea, cómo te
explicara, crear no ha sido una escogencia a nivel de lo que yo recuerdo, ha sido
un estado...
Se crea porque es un problema de crecimiento. O sea, uno, desde que uno
nace, se está expandiendo y está ocupando espacios. Del yo interior al no yo, que
es todo lo demás, uno está ocupando espacios incorporándolos al yo. Y la creación
es una de las formas más intensas de expandir el yo, de ir llenando espacios, universos.
O sea, yo escribo no para un público determinado, no para una época determinada,
volitivamente, sino que escribo, creo aquello que yo... Es que es una cosa como
tonta que discute la gente. Usted no puede crear más que lo que puede crear. Es
como el juego de naipes adivinatorios, tirás el tarot y salen las cartas que tienen
que salir y no salen otras.
Obviamente, me he dado cuenta de que en la poesía mía lo que hay es una
enorme vorágine. Hay una poesía en que todo está en movimiento gigantesco, las cosas
pequeñas, las grandes, las medianas. Ahora, yo comencé con temas muy universales,
como todos los poetas jóvenes, y acabé hablando o del pezón de la amada o de la
hoja de hierba, porque ahí estaba lo más grande, lo más significativo. Acabé no,
estoy ahí en eso ahora. Eso es Enciclopedia, yo creo que está claro.
Entonces, ¿cuáles grandes temas habría? En el estudio que hacen de la Enciclopedia, sobre todo Fred y Peggy, hablan bastante
sobre eso, sobre que es una poesía en que las cosas se hacen y se deshacen constantemente.
O sea, que si yo te digo por ejemplo “el arcángel de la voz en mi garganta se ha
quedado mudo para cantar este beso que te doy”, yo no sé si es un juego de palabras
o qué, pero lo que es obvio es que hay un oxímoron, y toda la poesía mía trabaja
con el oxímoron, algo que descubrió Fred Fornoff [2] en el estudio que hizo. Y lo que Peggy
ha descubierto, entre otras cosas, es que es una poesía en la cual, a través de
niveles de sugerencia, todas las cosas están relacionadas con todas las cosas.
Y entonces, la poesía... Un día le decía a una joven que estuvo por aquí,
que una enciclopedia que define cosas en poesía es una paradoja de sí misma, porque
la poesía no define nada, porque define destruyendo las definiciones. Es complicado,
o sea, echando el ácido del milagro en las definiciones de lo convenido.
NOTAS
Esta entrevista es parte del trabajo realizado por Jeanette
Amit para su tesis de licenciatura en psicología en el año 2000, con el objetivo
de indagar la forma en que las personas creativas dentro de algún ámbito de las
artes o las letras se explican su proceso de trabajo particular y, de manera más
general, el quehacer artístico. La versión que aquí se publica fue editada y resumida
a partir de la transcripción de la conversación con el poeta Laureano Albán.
1. Peggy von Mayer, profesora jubilada de la Facultad
de Letras de la Universidad de Costa Rica.
2. Frederick H. Fornoff. Traductor al inglés de gran parte de la obra de Laureano Albán, en particular
de la Enciclopedia de las maravillas.
JEANETTE AMIT (Israel, 1972). Poeta, ensayista. Creció como costarricense. Licenciada en Psicología, Máster en Literatura Latinoamericana, Doctora en Estudios de la sociedad y la cultura. Ha trabajado como docente universitaria y editora académica. Autora de tres poemarios: Testigos del vértigo (1997), Asedios de la luz (premiado por la Editorial de la Universidad de Costa Rica, 2001) y La lucidez del cuerpo (2008). Además de variados artículos académicos, también es autora del texto didáctico del Programa de Humanidades de la Universidad Estatal a Distancia titulado Lenguaje y Realidad Social (2014, 2022).
CELINA PORTELLA (Brasil, 1977). Artista plástica invitada de esta edición de Agulha Revista de Cultura. Fue nominada a premios, como la Beca ICCO/SP-Arte 2016; EFG Bank & Art-Nexus Acquisition Award, en SP-Arte 2015 y Pipa Award 2013 y 2017. Fue premiada en Salón Acme/Casa Wabi Residence en Oaxaca, México (2020); en la XX Bienal Internacional de Artes Visuales de Santa Cruz, en Bolivia (2016), y también en el II Concurso de Videoarte Fundaj, en Recife (2008). Obtuvo la beca del Programa de Fomento a la Creación, Experimentación e Investigación Artística SEC+Faperj, en 2016; por el 1er Programa de Fomento de la Cultura Carioca en las Artes Visuales, en 2013; por la Beca de Apoyo a la Investigación y Creación Artística, de la Secretaría de Estado de Cultura, en 2012, y por la beca del Centro de Arte y Tecnología de la EAV Parque Lage, en Río de Janeiro, en 2010. Participó de residencias artísticas en Bag Factory Artists ‘Studios, en Johannesburgo, Sudáfrica; en el Centre International d'Accueil et d'Échanges des Récollets, en París; en LABMIS, en el Museo de Imagen y Sonido, en São Paulo; en Galeria Kiosko, en Santa Cruz de La Sierra, Bolivia, entre otros. Desarrolló proyectos y expuso en varias instituciones y galerías de Brasil y del exterior, entre las que se encuentran: Sesc São Paulo, Centro Cultural Banco do Brasil, EAV Parque Lage, Caixa Cultural, Centro Municipal de Arte Hélio Oiticica, MAC Santiago de Chile, Uj Art Galería, Galería Cremallera, Galería Kiosko, A Gentil Carioca. De las participaciones en exposiciones colectivas, se destacan Histórias da Dança no MASP, São Paulo, 2020; Salón Acme 08 | Ciudad de México, 2020; Crestas Trienal de Artes, en Sesc Sorocaba, 2017; III Muestra del Programa de Exposiciones del Centro Cultural São Paulo, 2012 y “Nova arte nova”, en el Centro Cultural Banco do Brasil en Río de Janeiro y São Paulo, 2009. Como bailarina y co-creadora, trabajó con las coreógrafas Lia Rodrigues y Joao Saldanha. Celina es de Río de Janeiro y actualmente vive en São Paulo. Estudió Diseño en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro y se graduó en Bellas Artes en la Université Paris VIII.
Agulha Revista de Cultura
Número 236 | agosto de 2023
Artista convidada: Celina Portella (Brasil, 1977)
editora | ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com
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