Pero las grandes editoriales seguían esquivas
cuando una extraña enfermedad la puso al borde de la muerte: Lupus. Beatriz recibió
la extremaunción y cuando todo el mundo esperaba la muerte de la poeta, la poeta
revivió. Nadie sabe que diálogo tuvo en ese encuentro cara a cara con la muerte,
pero la poeta se alejó para siempre de los círculos literarios, dejó de publicar,
de participar en concursos, pero nunca dejó de escribir.
La estrella en ascenso se convirtió en guerrera
solitaria. Pasó muchos años luchando contra el lupus, trabajando en lugares infames,
sufriendo por la falta de dinero que impedía que tuviera un mejor tratamiento; viviendo
en apartamentos alquilados y la mayor parte en oscuras habitaciones de pensiones.
Pasó por muchas universidades, derecho, letras, filosofía, sicología, de cada una
aprendió lo que quería y no se quedó en ninguna. La enfermedad iba siempre con ella
quitándole casi todo, desde el cabello a la vista, desde la posibilidad de tener
a hijos a caminar, de tomar sol (enemigo mortal) a comer lo quería, pero ella nunca
se dio por vencida. Y siempre le dio un chance al amor aunque con el amor le pasaba
lo mismo que con el dinero: cuando creía que era bueno, resultaba ser falso. Sin
embargo, Beatriz amó y fue amada. Vivió intensamente en medio de la guerra por salvar
su vida que era su día a día.
Después de una década Beatriz le ganó al Lupus
y se curó de una enfermedad considerada crónica. Beatriz ganó y quedó entera, sin
rastros ni secuelas de la enfermedad, quizá porque esa no había sido su primera
batalla ni su primer encuentro con la muerte. La muerte la acompañaba desde la adolescencia
cuando era su invitada permanente, su sombra amante que no la abandonaba por más
desplantes que le hiciera la poeta. La muerte queriendo arrastrarla con ella a los
15, a los 16, a los 18 años… La muerte.
Y la poeta siguió escribiendo con una genialidad
tal que, cuando hace unos años atrás decidió volver a publicar, en Europa y Estados
Unidos la comparan con Sylvia Plath, Goethe, Alejandra Pizarnik, Novalis.
En su país la ignora y a ella no le importa, sigue
alejada de los círculos literarios.
Ojalá que con Beatriz Iriart no pase lo mismo
que con Alejandra Pizarnki, que sufrió la indiferencia de las grandes editoriales
y tuvo que trabajar duramente para subsistir. Alejandra muerta se convirtió en un
gran negocio editorial: produce grandes dividendos.
Ojalá que las editoriales no hagan lo mismo con
Beatriz Iriart porque van a salir perdiendo: la poeta tiene pensado vivir por lo
menos 200 años. Publicando, claro.
VMI | Este año te cambiaste
tu apellido, dejaste el “López Osornio” con el que se te conocía y adoptaste el
“Iriart”, ¿por qué?
BI | Es un homenaje tardío a mi mamá
a la cual le debo el haberme introducido en el mundo del arte y la cultura, tomada
de su mano como si fuera un juego, cuando apenas comenzaba a caminar.
VMI | ¿Cuándo comenzaste a
escribir?
BI | En la primaria. Escribía composiciones
que siempre ganaban felicitaciones y premios por parte de las maestras y la escuela.
Mi primera poesía la escribí un día que mamá, yo tenía unos 10 años, me dijo que
me portaba tan mal como Pepita La Pistolera. No sabía quién era ese personaje pero
escribí mi primer poema que llevaba ese nombre.
VMI | ¿Tu madre lo leyó?
BI | No recuerdo, creo que no, y
el “poema” se perdió. A partir de ese momento, sin ser conciente de ello, escribir
poemas se convirtió en parte de mi cotidianeidad.
VMI | ¿Hay poemas tuyos que
leemos hoy que escribiste siendo niña?
BI | Sí. “Decreto” es un poema que
escribí a los 11 o 12 años.
VMI | ¿Se lo diste a leer
a alguien?
BI | No, recién al final de mi adolescencia
comienzo a mostrar mis poemas cuando me relacionó con el movimiento de cultura underground,
en cuyas revistas me publican por primera vez a los 19 años más o menos.
VMI | ¿Cuándo publicaste tu
primer libro y cómo se llamaba?
BI | “Perspectivas” y lo publiqué
en forma independiente en 1977. Era un libro pequeño, muy sobrio, que fue muy bien
recibido por el medio. Me convirtieron en una poeta de culto en mi ciudad, porque
decían que mi poesía no se parecía a la de nadie. Pero a pesar de ese buen recibimiento,
las editoriales siempre fueron esquivas hasta el día de hoy: tengo tres libros publicados
y los tres son ediciones independientes.
BI | No. Cuando era niña leía la
poesía obligatoria en la escuela, pero si bien era una gran lectora de leyendas
y cuentos, no lo era de poesía. Admiro a dos o tres poetas, pero no siento que me
hayan influenciado y nunca quise escribir como ellos: Julio Cortázar, más conocido
como escritor que como poeta, de quien amo todo; Sylvia Plath y Alejandra Pizarnik.
VMI | Es curioso porque en
el prólogo de tu último libro, “La Muerte Quiere...”, la profesora chileno-estadounidense
Sonia M. Martin te compara con ambas poetas.
BI | Sí, a mí me llamó mucho la atención
cuando lo leí, porque nunca sentí que mi poesía se pareciera a la de ellas… ¡ellas
son sublimes! Así que recibí esa apreciación de la profesora Martin con mucho agradecimiento,
y como una gran distinción a la que tengo que hacerle honor.
VMI | Las poesías que escribiste
en tu adolescencia tienen una profundidad que sólo te da haber vivido mucho. ¿De
dónde sacabas tú esa profundidad?
BI | Los sacaba de la vida, de la
vida que nunca me mostró su cara más bella. Mi niñez y juventud fueron una pesadilla
de la cual todavía no puedo despertar.
VMI | ¿Por qué?
BI | Mi vida fue muy difícil desde
niña, había mucho amor por parte de mi madre pero poca alegría, aunque suene contradictorio.
A los 10 años yo ya era una anciana. Escribir poesía fue una manera de transmutar
ese dolor. Y si mi poesía de hoy es tan dolorosa como la de entonces, es porque
mi dolor fue y es tan leal que por decreto de vida no me abandona
VMI | ¿Escribes porque tu
vida es dura?
BI | No. Yo creo que el camino ya
estaba marcado. Escribo porque simplemente la poesía surge, nace, jamás me pongo
a pensar porqué.
VMI | ¿No recibiste la influencia
de los años ´70 cuando se endiosaba a los poetas de vida trágica, los suicidas?
BI | No, para nada. Yo leía a Cortázar,
y él no sólo estaba vivo sino que estaba lejos de ser un “poeta maldito”. Y cuando
me relacioné con el movimiento de cultura underground encontré que allí había un
canto a la vida, no a la muerte.
VMI | Llama la atención que
tu poesía no refleja nada de tu vida.
BI | No, mi poesía es independiente
de mi vida, no me preguntés por qué porque no lo sé. Cuando escribo yo me siento
un puente entre la vida y la muerte.
VMI | ¿Sientes que la poesía
te salvó de tanto dolor?
BI | Sí, ahora siento que me salvó
y me salva del dolor, antes no.
VMI |¿Por qué te alejaste
de los círculos literarios?
BI | Abandoné todo porque me sentía
como esos caballos que están muy bien cuidados pero encerrados y yo necesitaba salir
a campo abierto. Sentí que necesitaba estar sola y busqué la compañía de otros poetas
solos, en el sentido de no pertenencia a ningún grupo literario, como yo.
VMI | ¿No te afectó perder
la temprana “celebridad”?
BI | Mirá, los años me enseñaron
que este es el juego que me tocó en suerte.
VMI | ¿No te molesta que las
editoriales de tu país no te publiquen?
BI | No. Simplemente aguardo. Sé
que el día llegará cuando Céfiro me entregue el beso fugaz del reconocimiento.
BI | No.
VMI | ¿No te interesa publicar?
BI | No. Creo en el destino y creo
en el día en que mis poemas hallaran la luz en muchas partes… tal vez yo ya no esté,
pero sé que eso va a pasar.
VMI | ¿No te importa que no
vayas a estar?
BI | No. Porque yo no escribo para
disfrutar ni para que me reconozcan. Yo escribo porque no puedo dejar de hacerlo.
Sé que está predestinado que mi poesía se conozca, el cuándo no tiene importancia.
VMI | ¿No crees que a veces
al destino hay que ayudarlo?
BI | No.
VMI | ¿Te consuela el reconocimiento
en el extranjero por la indiferencia que recibes en Argentina?
BI | Fagocito, celebro y agradezco
a los dioses que mi poesía haya cruzado fronteras.
VMI | ¿Vives de tu poesía?
BI | No. Trabajo desde los 14 años,
porque aunque mi mamá trabaja más de doce horas diarias, el dinero que ganaba no
era suficiente para pagar el alquiler de la casa y criarnos a mis dos hermanas y
a mí. Conseguir dinero para vivir siempre fue una tarea muy ardua, fui desde vendedora
de comercio hasta empleada pública, secretaria de un fiscal de estado y de una clínica,
pasando a ser cuidadora de enfermos terminales. La poesía nunca me ha dado para
vivir pero estoy viva porque escribo.
VMI | ¿Trabajabas y estudiabas
al mismo tiempo?
BI | No. Cursé un año y tuve que
abandonar. Terminar la secundaria fue una materia pendiente en mi vida, me sentía
muy mal porque la sociedad era muy cruel, me marginaba, pero a los 30 años, estudiando
de noche y teniendo dos empleos, me gradué con honores. Y el mayor honor fue haberme
graduado a pesar de que me enfermé de lupus y estuve a punto de morir varias veces.
VMI | ¿Te sigue costando conseguir
“el pan tuyo de cada día”?
BI | (Risas) Sí. Vivo muy
pero muy austeramente. Me jubilé por la enfermedad antes de los 40 y mi jubilación
es mínima. Pero me acostumbré. La falta de dinero no impide que disfrute cada día
plenamente como si fuera millonaria.
VMI | ¿Qué esperas ahora de
la vida?
BI | Sigo atenta a los mandatos de
Tánatos, Gnomos, Sílfides, Anubis, Salamandras, Dríade y Ondinas que marcan el sendero
que transito.
VMI | Beatriz, muchas gracias
por la entrevista. Espero que pronto te descubra una gran editorial y tengas el
éxito, y el dinero, que te mereces.
BI | Muchas gracias, que así sea.
UTOPÍAS DE LA VEREDA OPUESTA
A la memoria de Julio Cortázar
Brevemente el recuerdo
rebozó la mirada lejana
desde el asiento
del metro
de París a Buenos Aires.
Con destino fijo a tierra
de nibelungos y Fafner.
Con cronopios, famas
y alguna que otra ESPERANZA.
ADMISIÓN
En el centro del abismo
abrazada a la locura
y dentro de paredes blancas.
He admitido
que la soledad destruya
los últimos sueños
las únicas esperanzas.
CONTRASTE
La luna era brillante
y ella opaca
y oscura.
Deslumbrante espectáculo
el del astro brillante
y la opaca
y oscura muerte
que nos unía.
BACH AL AMANECER
La muerte y su amigo son
dos palomas.
Ajenas al dolor
desconocen
que los jinetes nos azotan
que hemos regresado
al Dédalo de lobreguez
donde enfrentamos a la
niebla
para no danzar con la
agonía
para no dormir con lo
ilógico.
YO ESTUVE EN AUSCHWITZ
A la memoria de Primo Levi (1919-1987)
27 de enero del 2006
Yo estuve en Auschwitz.
Yo parí hijos
de amargura, dolor y espanto.
Yo anduve descalza
en el fango de un campo con flores segadas
al igual que las semillas frescas
de nuestros rebaños.
Y hoy a los 61 años
de la liberación del campo:
Soy una sombra
una mujer sin rostro.
La desolación y el hambre.
Yo...
yo estuve en Auschwitz.
NÚMEROS
A la memoria de Itsjok
Katzenelson
No preguntes, no esperes
respuesta
ante las “bestias” somos una cosa
una carga
que odian y justifican.
La barraca está gélida
como el invierno allí afuera.
Sólo el recuerdo del terruño
es cálido y es bueno para dormitar
con ese sabor añejo.
No hay salida
en estos campos.
Pero podés esperar
una “selección”
metamorfosearte en pájaro
o sencillamente aguardar
un disparo
de “ocasión”.
ANSIAS
A las y los sobrevivientes
del Holocausto
Te he soñado tanto
en estos días
de potaje y pan.
Te he soñado tanto
con la escarcha y la hambruna
con las cadenas lacerando
los tobillos
con el terror
instalado en la barraca.
Te he soñado tanto
LIBERTAD.
VIVIANA MARCELA IRIART (Argentina, 1958). Narradora, dramaturga, periodista. Fundadora y directora de la editorial web Escritoras Unidas & Cía. Editoras y del blog cultural Escritoras Unidas & Cía. Novelas publicadas: Lejos de Casa, Una cierta mirada, La Casa Lila, Historias de Crisi y su sicoanalista Berlia. Obras de teatro publicadas: Puerta Abierta al Mar, Gente a Vista, Esquina con Malvones. Periodismo: Entrevistas, Otras Entrevistas, ¡Bravo, Carlos Giménez! En inglés: Interviews. En portugués: Porta Aberta ao Mar; Julio Cortázar: reportagem e carta. Fue condenada al exilio por la dictadura argentina por ser pacifista. En 1978 fue editora de la revista de cultura underground Machu Picchu.
JAROSLAV ŠERÝCH (República Tcheca, 1928-2014). Estudou na Escola Superior da Indústria da Arte em Jablonec nad Nisou, na Escola de Artes Aplicadas de Turnov e na Academia de Belas Artes de Praga. Dedicou-se à gráfica livre, pintura, mosaicos, criação de livros, ilustrações, bibliofilia e também criou placas de cobre em relevo. Na década de 1960, ele aderiu à abstração expressiva. Logo que a deixou, voltou a acreditar na nitidez da forma e do enredo da obra. Trabalha atualmente com uma metáfora artística cujo ponto de partida reside em uma ampla gama de imagens firmemente apoiadas na liberdade criativa. Em seus desenhos, pinturas e obra gráfica, compõe imagens simbólicas baseadas nos princípios da ética cristã, cuja ideia é a superfície combinada da humildade humana, da empatia e da crença na persistência da esperança. Do ponto de vista do método criativo, é a soma da linha sensível do desenho, da morfologia dinâmica e da cor enfatizada. As obras apresentam uma estilização figurativa descontraída, de forma alongada, e possuem uma estrutura visual distinta.
Agulha Revista de Cultura
Número 251 | maio de 2024
Artista convidado: Jaroslav Šerých (República Tcheca, 1928-2014)
Editores:
Floriano Martins | floriano.agulha@gmail.com
Elys Regina Zils | elysre@gmail.com
ARC Edições © 2024
∞ contatos
https://www.instagram.com/agulharevistadecultura/
http://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/
FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com
Nenhum comentário:
Postar um comentário