Después de participar en la Resistencia de Valdossola se convirtió en
redactor del “Politecnico”, y desde el 1948 hasta el 1953 trabajó en Olivetti,
donde continuó colaborando como redactor hasta los años 1960.
El poeta escribió para revistas y periódicos, entre ellos Officina, Quaderni
rossi, il manifesto y Corriere della Sera. En 1985 recibió el premio
Montale-Guggenheim de poesía. Murió en Milán en noviembre del 1994. La
producción de Fortini incluye no ficción, poesía, ficción, guiones,
traducciones al verso y prosa del francés y el alemán.
Su obra poética está recogida en Fortini Fortini, Tutte le poesie (Oscar
Mondadori, 2014); una antología de escritos de no ficción se encuentra en Saggi
ed epigrammi (Mondadori, 2003). Las ediciones de Quodlibet incluyeron I cani
del Sinai (2002, 2020), Un giorno o l’altro (2006), Lezioni sulla traduzione (2011), Dieci Inverni 1947-1957 (2018), Foglio di via e altri versi (edición crítica y comentada, 2018), así como el catálogo razonado de la
producción pictórica y gráfica Disegno Incisioni Dipinti (2001). Fortini ha
traducido a Flaubert, Eluard, Doblin, Gide, Brecht, Proust, Goethe, Einstein,
Queneau, Kafka.
La poesía de este autor es caracterizada de una descripción espacial que
abunda de realidades, Fortini no es un autor típico italiano de la época, su
poesía es universal y atraviesa el pasado, el presente y a veces regresa de
nuevo al pasado, logrando imágenes que hacen vivir a través de su experiencia.
Es cierto que no estamos en presencia de una poesía de apasionamientos y sí de
palabras contenidas, medidas, pensadas, con una gradual tendencia al diálogo.
Fortini conoce el arte de humanizar sus versos. Muchas veces obra el milagro de
acercar el lenguaje del “Yo” a un tú, donde todo funciona en torno a ese diálogo,
que en otras ocasiones se pierde para ganar el tono íntimo. Su punto de vista
es el del hombre moderno que se pone delante de la historia, de los
sentimientos, de los deseos, de la muerte, regalando con sus versos
experiencias con altos niveles de realidad que trascienden la vida privada.
La poesía de este poeta busca un significado no solo individual sino
público, con un lenguaje sencillo, lleno de valores, rico de alegorías,
metáforas, parábolas, vocablos de origen bíblico, que a veces constituyen sus
herramientas expresivas.
LA PARTIDA
Te reconozco, mordisco antiguo, volverás
muchas veces y luego la última:
Recogí mi fajo de papeles,
preparé la carpeta con notas,
recordé quién no soy, quién soy,
el esquema del trabajo que no haré.
Me despedí de mi esposa que ahora respira
en el sueño siempre la vida pasada,
el dolor que apenas le he mitigado
con imperfecta, piadosa de sí misma,
ternura aterrorizada.
Escribí algunas cartas a amigos
que no me perdonan y que no perdono.
Y ahora a punto de dormir,
un dolor terrible me muerde
como hace mil años cuando yo era un niño
y lo llamaba Dios Señor, y Dios Señor es esta
aguja del mundo en mí.
Dentro de poco, cuando todavía el aire de los patios
fuma por la noche y sobre la ciudad
la brisa pone patas arriba los plátanos, bajaré por la
calle
hacia la estación de donde salen los trabajadores.
Contra el río triste y de pechos vivo de ellos
a través de la esperanza móvil que se ignora y resiste,
me iré hacia mi tren.
LA
PARTENZA
Ti
riconosco, antico morso, ritornerai
tante
volte e poi l’ultima:
Ho
raccolto il mio fascio di fogli,
preparata
la cartella con gli appunti,
ricordato
chi non sono, chi sono,
lo
schema del lavoro che non farò.
Ho
salutato mia moglie che ora respira
nel
sonno sempre la vita passata,
il
dolore che appena le ho assopito
con
imperfetta, di sé pietosa, atterrita tenerezza.
Ho
scritto alcune lettere ad amici
che
non mi perdonano e che non perdono.
E
ora sul punto di dormire,
un
dolore terribile mi morde
come
mille anni fa quando ero bambino
e
lo chiamavo Iddio, e Iddio è questo
ago
del mondo in me.
Fra
poco, quando dai cortili l’aria
fuma
ancora di notte e sulla città
la
brezza capovolge i platani, scenderò per la via
verso
la stazione dove escono gli operai.
Contro
il loro fiume triste, di petti vivo,
attraverso
la mobile speranza che si ignora e resiste,
andrò
verso il mio treno.
En primer lugar, su escritura va claramente en contra de cualquier
concepción órfica y sacerdotal del arte. La poética de Fortini no usa comunicaciones
místicas con el Absoluto ni con el inconsciente; sus versos no son una alusión
asintótica a la “Nada” ni un flujo imparable, ni una transcripción vitalista
completamente plena. El surrealismo y el hermetismo, aunque evitados
(especialmente el primero, en la versión más politizada de Éluard), son
finalmente rechazados en sus versos. Para afirmar su posición contra la
disolución fantástica de la realidad, contra la larga tradición del simbolismo
europeo y contra las tesis de Hugo Friedrich, Fortini reitera que las técnicas
expresivas y las herramientas retóricas tienen siempre una génesis social e
históricamente determinada, diciendo: “el lenguaje poético […] no es una
primera lengua”, pero es una segunda o tercera lengua respecto al código
cotidiano o respecto al código de toda la cultura”; por lo tanto, las teorías “sobre
la poesía como lenguaje de los dioses o verbo original” son sólo “mentiras”[12].
Como consecuencia, Fortini es ajeno al culto a los orígenes, tan propio de
tanta poesía lírica moderna.
LAS PLANTITAS …
Las plantitas vienen a mi encuentro y me dicen:
“Tú, lo sabemos, no puedes hacer nada por nosotras.
Pero si quieres entraremos en tu habitación,
las ramas y raíces entre los papeles tendrán salvación “.
Dije que sí a esa demanda
y el rebaño de hojas está ahora aquí mirándome.
Con los bosques descansaré y con las hierbas extenuadas,
vencidos innumerables ejércitos que me defienden.
LE
PICCOLE PIANTE …
Le
piccole piante mi vengono incontro e mi dicono:
“Tu,
lo sappiamo, nulla puoi fare per noi.
Ma
se vorrai entreremo nella tua stanza,
rami
e radici fra le carte avranno scampo”.
Ho
detto di sì a quella domanda
e
il gregge di foglie ora è qui che mi guarda.
Con
le foreste riposerò e le erbe sfinite,
vinte
innumerabili armate che mi difendono.
El poema “Las plantitas”, como otros poemas del autor, alterna elegía y
profecía, estasis y transformación. Aspirando a un futuro apocalíptico, reduce
el aquí y ahora al “pasado” y la “nulidad”. La confianza en la continuidad se
ve radicalmente perturbada por una trágica percepción utópica de ruptura.
ESTOY EN LA HABITACIÓN …
Estoy en la habitación donde todo está en orden
donde todo es septiembre.
En el alféizar se agitan, advertidas
de los cambios celestes, las hormigas.
Ninguna melodía esconda aquí
una severidad modesta
la única que no desentona.
¡Asonancias! Tus razones
cuando la noche no se mueve
desde el fondo de la madera las oigo.
El gusano que roía ya no está
pero se pueden imaginar los chirridos.
Ustedes, en los sistemas extraños que las desesperaciones
elevan dentro de la espesura ardua del mundo
y ahora en la habitación tranquila
del antepasado que soy o me convierto,
inmóviles indefensas
arañas delgadas cuelgan.
SONO
NELLA STANZA …
Sono
nella stanza dove tutto è ordinato
dove
tutto è settembre.
Sul
davanzale si agitano, avvisate
dei
mutamenti celesti, le formiche.
Nessuna
melodia nasconda qui
una
severità modesta
la
sola che non disconviene.
Assonanze!
Le vostre ragioni
quando
la notte è senza movimento
dal
fondo dei legni le odo.
Ma
il tarlo che rodeva non c’è più
ma
immaginari i cigolii.
Voi
nei sistemi strani che le disperazioni
levano
dentro il folto arduo del mondo
e
ora nella stanza calma
dell’antenato
che sono o divengo
immobili
indifesi
ragni
esili pendete.
NO ES VERDAD QUE NO FUIMOS FELICES
No es verdad que no fuimos felices.
lo has sido cada vez
que un ojo miraba fijamente con determinación
de negar o comprender.
Si entrabas a una ciudad desconocida
o donde estaba el mar.
Si un gesto recordara el buen uso del amor.
Penetrabas en las iglesias, contra los frescos
tu corazón como se aceleraba. Y recuerda esto:
lloró de esperanza cuando quiso abrazarte
el extranjero perseguido.
O cuando estabas leyendo
de los vencidos que se escaparon
de las manos de los poderosos?
Y en el trabajo también
por respiraciones imperceptibles,
entre la ira y el polvo, si pensabas en otras mentes.
Que sin saber somos felices en ellos,
otra alegría
ahora o cuando sea consumiendo, más tiempo
para durar más
habrán construido con nosotros instantes.
NON
È VERO CHE NON SIAMO STATI FELICI
Non
è vero che non siamo stati felici.
Lo
sei stato ogni volta
che
un occhio fissava deciso
a
negare o ad imprendere.
Se
entravi in una città ancora ignota
o
dove il mare sta.
Se
un gesto ricordava il buon uso dell’amore.
Penetravi
le chiese, contro gli affreschi
il
cuore come ti correva via. E rammentalo:
piangeva
di speranza quando ha voluto abbracciarti
lo
straniero perseguitato.
O
quando leggevi
dello
sconfitto sfuggito di mano ai potenti?
E
sul lavoro anche, per
impercettibili
respiri,
tra
ira e polvere, se pensavi altre menti.
Che
senza sapere di noi in esse felici, altra gioia
ora
o quando che sia consumando, altro tempo
a
più durare
avranno
con noi costruito di attimi.
Se nota en el poema anterior la doble negación: “no es verdad que no fuimos
felices”. A menudo Fortini usa también el plural: nosotros, ustedes, ellos…estos
elementos distintivos pueden interpretarse como una necesidad de diálogo con su
alrededor.
A LOS AMIGOS
Se está haciendo tarde. Los veo de verdad
iguales a mí en el vicio de la pasión,
con los abrigos, los papeles, las luces
de la saliva, el cabello ya quebradizo,
con las palabras y los guiños, excitados
y deprimidos, consumidos y lactantes, roncos
por la conversación ininterrumpida,
como bajan este valle gris,
como la hierba golpeada presionan
donde ya se pierde el camino y la luz.
Las voces que escucho son tan distantes como los hilos
del viento frío entre las piedras y cables…
Cada palabra que me llega es un adiós.
Y aflojo el paso y los sigo en mi corazón,
uno aquí, uno allá, por la trayectoria.
AGLI
AMICI
Si
fa tardi. Vi vedo, veramente
eguali
a me nel vizio di passione,
con
i cappotti, le carte, le luci
delle
salive, i capelli già fragili,
con
le parole e gli ammicchi, eccitati
e
depressi, sciupati e infanti, rauchi
per
la conversazione ininterrotta,
come
scendete questa valle grigia,
come
la tramortita erba premete
dove
la via si perde ormai e la luce.
Le
voci odo lontane come i fili
del
tramontano tra le pietre e i cavi…
Ogni
parola che mi giunge è addio.
E
allento il passo e voi seguo nel cuore,
uno
qua, uno là, per la discesa.
Hay en estos poemas, al menos yo lo siento así, una inquietante desazón,
como una lucidez de la insuficiencia de la imagen del mundo que el poeta
contempla y nos comunica en sus entregas. No estamos ante una poesía de
complacencias ni de cánticos, de relatos hermosos, sino ante hechos hirientes,
a veces tocados de una desesperanza que suponemos imposible de redimir. Se
puede decir que el poeta alcanza una sabiduría diferente de la tradicional, una
sabiduría capaz de enseñar las diferencias y los alcances de esta poética en su
diálogo con la realidad, que nos abre a un conocimiento que se encuentra con
una cierta rebelión de la palabra, que puede conducir a nuevos espacios y
esperanzas.
SABIDURÍA
Había una mujer
que solo yo amaba
como en los sueños
se ama a sí mismo
y de bien y de mal
la llené
como los hombres
hacen consigo mismos.
Ella era la que yo
había querido
que me llamara por
mi nombre:
y lo decía, cuando
la perdí.
Pero tal vez ese
no era mi nombre.
Y yendo por otras
estaciones y otros pensamientos
buscando otras
cosas más allá de su rostro;
pero cuanto más me
canso de nuevos caminos
siempre más claro
conozco su rostro.
Quizás sea cierto,
y lo han escrito los más sabios:
más allá del amor
todavía hay amor.
Se pierde la flor
y luego se ve el fruto:
Nosotros nos
perdemos y se ve el amor.
SAGGEZZA
C’era
una donna che sola ho amata
come
nei sogni si ama se stessi
e
di bene e di male l’ho colmata
come
gli uomini fanno con se stessi.
Essa
era quella che avevo voluta
per
essere chiamato col mio nome:
e
lo diceva, quando l’ho perduta.
Ma
forse quello non era il mio nome.
E
vo per altre stagioni e pensieri
altro
cercando al di là del suo viso;
ma
più mi stanco per nuovi sentieri
sempre
più chiaro conosco il suo viso.
Forse
è vero, e i più savi l’hanno scritto:
oltre
l’amore c’è ancora l’amore.
Si
perde il fiore e poi si vede il frutto:
noi
ci perdiamo e si vede l’amore.
Es evidente como incluso la poesía aparentemente más privada llama a la
vida una parte de la conciencia colectiva, alude al valor no individual del
lenguaje, produce significado.
Como se puede notar en la poesía siguiente es fundamental el movimiento de
la doble y del contraste, pero también el trabajo sobre el plural:” Y si
miramos las dos caras diferentes, las nuestras”.
Y AHORA EN LA CASA
Y ahora en la casa pienso cómo es su cara,
el giro de su mejilla, su voz,
si a veces canta sola para ella misma
y como nada, si llora, la consuela.
Pero ella no sabe cuánto mi mente calla
entre sus sienes de cerrada persona,
ni entre cuantas figuras pasan
sólo ella lleva las horas futuras.
Y si miramos las dos caras diferentes,
las nuestras, una justicia surge de los miedos:
no está en sí misma por muerte segura
una vida que espera en una vida.
Ahora digo estas palabras por ella
que desciende con su destino infinito
en el sueño que la calma,
alma mía por muchos años secreta.
E ORA NELLA CASA
E
ora nella casa penso com’è il suo viso,
la
svolta della guancia, la sua voce
se
qualche volta per sé canta sola
e
come nulla, se pianga, la consola.
Ma
non sa quanto la mia mente tace
fra
le sue tempie di chiusa persona,
né
che fra quante passano figure
porta
lei sola le ore future.
E
se guardiamo i due volti diversi,
i
nostri, una giustizia esce dalle paure:
non
è in se stessa per morte finita
una
vita che spera in una vita.
Queste
parole ora dico per lei
che
scende con la sua sorte infinita
nel
sonno che la quieta,
anima
mia da tanti anni segreta.
Fortini percibía la poesía como una prueba del “yo interior” frente a la
historia más que como una actividad reservada a un círculo de profesionales. En
el poema siguiente “Canción de los últimos partisanos” sus versos son un canto
coral. Este poema fue publicado en 1946 en “Foglio di via” (Foglio di via), la
primera colección de versos de Franco Fortini. No hay héroes ni estampas, sino
cabezas (v. 2), baba (v. 4), uñas (v. 6), dientes (v. 8), fragmentos macabros
de un expresionismo anti-retórico que quiere restaurar la dimensión trágica de
la ferocidad nazi-fascista que anula toda esencia humana. Después de haber
adherido, inicialmente, a un tipo de poética caracterizada de versos
herméticos, el estilo de Fortini experimentó un cambio profundo, debido a la
experiencia adquirida durante la lucha de liberación junto a los partisanos
(partigiani). El lenguaje se vuelve franco, duro, pero muy penetrante.
CANCIÓN DE LOS ÚLTIMOS PARTISANOS
En el estribo del puente
las cabezas de los ahorcados
en el agua de la fuente
la baba de los ahorcados.
En la quiebra del mercado
las uñas de los fusilados.
Sobre la hierba seca del césped
los dientes de los fusilados.
Morder el aire, morder las piedras
nuestra carne ya no es la de los hombres.
Morder el aire, morder las piedras
nuestro corazón ya no es el de los hombres
pero lo leemos en los ojos de los muertos.
Y sobre la tierra haremos la libertad
pero han apretado los puños de los muertos
la Justicia que se hará.
CANTO
DEGLI ULTIMI PARTIGIANI
Sulla spalletta del ponte
Le teste degli impiccati
Nell’acqua della fonte
La bava degli impiccati.
Sul lastrico del mercato
Le unghie dei fucilati
Sull’erba secca del prato
I denti dei fucilati.
Mordere l’aria mordere i sassi
La nostra carne non è più d’uomini
Mordere l’aria mordere i sassi
Il nostro cuore non è più d’uomini.
Ma noi s’è letta negli occhi dei morti
E sulla terra faremo libertà
Ma l’hanno stretta i pugni dei morti
La giustizia che si farà.
Como se puede observar, el poema anterior tiene una estructura particular
como el efecto de un martillo que golpea los sentidos, es como un canto de
guerra, que repite ciertos pasajes. Si miramos con atención, de hecho, vemos
que las dos primeras estrofas, de cuatro líneas cada una, están estructuradas
de tal manera que el primer y el tercer verso (en rima en italiano) hacen
referencia a un lugar, mientras que el segundo y el cuarto terminan con la
misma palabra. La escena se va reconstruyendo así con detalles que, si bien no
pretenden ser una descripción fiel de los hechos, también inspiran miedo por la
crudeza de las imágenes. La elección de las palabras subraya el aspecto de
crueldad que tiene el hecho. Así, la palabra quiebra (v. 5), que es ambivalente
(el revestimiento de la acera, pero también la condición de pobreza absoluta,
como en la expresión quedar reducido a la quiebra), expresa fuertemente no sólo
estar tendido en el suelo, expresa también el hecho de estar en la más total
abyección; la hierba del prado está seca (v. 7), como para demostrar la aridez
y la insensibilidad del corazón de los hombres que realizaron el gesto. Con las
repeticiones de versos enteros se hacen aún más evidente la tendencia a expresar
la tragedia y la pesadilla de la escena, en la que los hombres son al mismo
tiempo testigos y víctimas. Sin embargo, no todo está perdido: el poema termina
con un verso de esperanza y la libertad es central en la imagen que se retoma
en los últimos versos. Leyendo este poema, es como si el poeta estuviera
tomando una foto instantánea, las imágenes creadas sugieren que no es la acción
lo que cuenta (y que ya pasó) sino el efecto que la mortífera furia
nazi-fascista dejó tras su paso.
Como se puede observar leyendo esta selección de poemas, Fortini toca temas
muy variados y hace de la contradicción de términos su punto fuerte. Su obra
encuentra fuerza con la colisión de elementos diferentes, a menudo antitéticos
y necesarios para construir figuras resumidas. Este autor no es un autor que
parece hablar desde la eternidad del tiempo, sino un escritor mezclado con
todas las esperanzas, tragedias, cansancios y tensiones del siglo XX. Sus
textos poéticos, sus preocupaciones, sus elecciones y sus antipatías siguen
conquistando, a lo largo de generaciones, nuevos oídos que comprenden, otras
mentes que escuchan, evalúan, interpretan y traducen, aceptan y rechazan. No se puede decir que su poesía habla a todo
el mundo, sus escritos siempre han postulado la existencia de un lector
dispuesto a llenar los vacíos y a ser desafiado. Su lenguaje puede describirse
como “un clasicismo estrecho, cortado, drenado, por tanto, esqueleto o fantasma
del mismo. El contenido cortado de Fortini tiende a convertirse en una persuasión
o insinuación. De ahí una poesía a menudo hostil, que incluye entre sus
protagonistas la verdad y la esperanza, pero también la negación y la
violencia. La corrección continua, el conflicto (interno y externo) sin
descanso son su verdadera firma, que encuentra salida estilística en los “peros”
y “no” de su poesía.
Escribe me digo a mí mismo, odia
quien con dulzura conduce a la nada
los hombres y mujeres que contigo se acompañan
y creen de no saber. Entre los de los enemigos
escribe tu nombre también. La tormenta
desapareció enfáticamente. La naturaleza
para imitar batallas es demasiado débil. La poesía
nada cambia. Nada es seguro, pero escribe.
Scrivi
mi dico, odia
chi
con dolcezza guida al niente
gli
uomini e le donne che con te si accompagnano
e
credono di non sapere. Fra quelli dei nemici
scrivi
anche il tuo nome. Il temporale
è
sparito con enfasi. La natura
per
imitare le battaglie è troppo debole. La poesia
non
muta nulla. Nulla è sicuro, ma scrivi.
NOTA
Las traducciones
son todas de Yuleisy Cruz Lezcano.
YULEISY CRUZ LEZCANO (Cuba, 1973). La poeta emigró en Italia a la edad de 18 años, estudió en la Universidad de Bolonia y consiguió el título en “Ciencias enfermeristicas y obstetricia” consiguió, además, un segundo título en “Ciencias biológicas”. Trabaja en la salud pública. En su tiempo libre ama dedicarse a la escritura de poemas, poesías, relatos, a la pintura y a la escultura. Ha publicado 16 libros de poesías en Italia, dos de los cuales han sido bilingües, y un libro de narrativa. De su obra se destacan los libros: Demamah: il signore del deserto – Demamah: el señor del desierto, 2019; Inventario delle cose perdute, 2018; Tristano e Isotta. La storia si ripete, 2018. Asimismo, su obra ha sido traducida en distintos idiomas y compilada en diversas antologías y revistas italianas e internacionales. Actualmente, es colaboradora de la revista literaria sudamericana Taller Igitur y es miembro de honor del Festival Internacional de la Poesía de Tozeur en Túnez.
TRIANA VIDAL (México, 1992). Artista plástica multidisciplinaria con experiencia en producción en barro, manejo de pastas, vidriados y control de quemas, modelado y manejo de torno alfarero. Tarotista por tradición familiar, su trabajo figurativo tiene bases en los arquetipos junguianos y en la exploración de los elementos presentes en el inconsciente colectivo. Su formación comenzó en el taller “Tres Piedras” en Monterrey Nuevo León y actualmente radica en la ciudad de Cuernavaca donde se dedica a la producción de su obra. Triana Vidal es la artista invitada de esta edición de Agulha Revista de Cultura.
Agulha Revista de Cultura
Número 256 | outubro de 2024
Artista convidada: Triana Vidal (México, 1992)
Editores:
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