quarta-feira, 15 de janeiro de 2025

FLORIANO MARTINS | La luz por detrás de la cortina y la poesía de Mario Meléndez

 


Mario Meléndez (Chile, 1971) es una de esas voces codiciadas por la poesía a través de los tiempos. Posee –o quizá sería más exacto decir que está poseído por– una especie de varita que convierte cada palabra que pronuncia en una vibración metafórica que realza el mundo que lo rodea. Su poesía siembra con frutos del más alto valor estético una magia singular, aunque sin perder la conexión subterránea con la relevante tradición poética de su país, una de las más innovadoras del continente americano. También cabe destacar el importante papel que Mario Meléndez desempeña dentro de la Fundación Vicente Huidobro, que incluye la dirección de la revista Altazor. Nuestra conversación aborda un poco de cada uno de los valiosos temas de su biografía.

 

FM | ¿Cuándo te llama la atención el poema y te invita a escribirlo? ¿Tradición familiar, amigos de la calle o del colegio, fruto del azar, etc.?

 

MM | Yo creo que esa pregunta está relacionada, en lo personal, con la lectura. Con la tradición a la que uno tiene acceso y que de alguna manera gatilla un impulso, una disposición. Hay autores cuyas poéticas ensanchan universos y algo queda temblando, como diría Huidobro, después de leerlos. Ese temblor puede ser una señal. O una suerte de posta para que uno se acerque a ese proceso creativo, que decantará finalmente (y es lo esperable) en una impronta, donde se necesitará de esa base para despegar. Pero también está el contacto con otras disciplinas, con otros universos que van ensanchando el radio de acción y generan otras formas de diálogo, que por supuesto, nos ofrecen mayores posibilidades a la hora de abordar a esa esquiva página en blanco o encantadora de serpientes, como yo le llamo. Un cuadro, una fotografía, una película, una pieza musical etc., el diálogo con diversas corrientes del pensamiento siempre ha derivado en una suerte de cantera de la cual se ha nutrido y se sigue nutriendo la poesía. Tomando un solo ejemplo, cuánto han sido determinantes a través de los siglos las sagradas escrituras para resignificarlas o interpelarlas.

 

FM | ¿Las lecturas (¿sólo poesía?) son determinantes, únicas, en común con otro tipo de experiencia?

 

MM | Sobre lo mismo, el diálogo con todos aquellos autores que nos han precedido es algo primordial, el conocimiento de la tradición, desde ese primer poema épico y portentoso que es el Gilgamesh, derivando en otras épicas, como son La Ilíada o La Odisea, los poetas latinos, la poesía de oriente y de ahí en adelante todo lo que asoma en el horizonte creativo para nutrir y darle forma a nuestra propia escritura. Era Cioran quien decía: Lo que hace a los malos poetas más malos aún es que sólo leen a poetas. Cuanto provecho sacarían de un libro de botánica o de geología. Sólo hay enriquecimiento cuando se frecuentan disciplinas alejadas de la propia. Por eso yo coincido con Huidobro en su carácter interdisciplinario, en su preocupación por conocer otras realidades. Ese Huidobro que llega a un París en guerra, en 1916, y entra en contacto con esa vanguardia prodigiosa precedida por Picasso, Gris, Apollinaire, Tzara, Arp, Desnos, Delaunay, Jacob, Breton, Ernst, Man Ray, Duchamp y tantos otros que forjaron las bases de nuevas formas de ver e interpretar la realidad.

 

FM | Ya desde su juventud puedes contar con una fortuna crítica constante, también a nivel internacional. ¿Cuál consideras que es el motivo más destacado de este interés por tu poesía?

 

MM | Yo entiendo la escritura no adscrita a un proceso ritual. A ciertas estéticas que no tienen grandes cambios formales ni de fondo, pero sin duda su peso específico las hace ser superlativas (cito a Juarroz o Teillier, por ejemplo). Mi apuesta va hacia el constante diálogo con otras tradiciones y autores. Y creo que ahí está su absolución o su condena. Si bien en mis comienzos el peso de la tradición latinoamericana (Vallejo, Huidobro, Neruda, Borges, Paz etc.), fue insoslayable, lentamente comienzo a derivar hacia otras coordenadas, donde finalmente Lewis Carroll se convierte en un faro gravitante. El concepto del nonsense o carencia de sentido, que derivará más tarde en el dadaísmo o el absurdo, con todos sus grandes adalides como Tzara, Ionesco, Beckett, Vian etc., es lo que más me atrajo. El poema como algo insólito, impredecible. La creación de realidades que solo tienen validez en la lógica del texto. Por lo tanto, ese proceso de constante búsqueda, de poemarios tan distantes los unos de los otros pero que dialogan en su raíz es, a lo mejor, el motivo de ese supuesto interés que tú señalas. Me quedo tal vez con esa lección de humildad que mencionaba Gonzalo Rojas, de no saber lo que es llegar, por un lado, eso es lo que te hace grande, y por otro, no ser la medida de nada sino más bien, parte de un coro de voces. O de manera más precisa, como aseguraba el célebre antipoeta, el mejor poema es el que aun no escribo y no escribiré jamás.

 


FM | Pienso en la belleza que invita a la reflexión de los títulos de tus libros: Vuelo subterráneo, El circo de papel, La muerte tiene los días contados, Esperando a Perec, Jardín de escombros, El mago de la soledad y Apuntes para una leyenda. ¿Cómo se estructuran estos libros –cada uno como una obra cohesiva o simplemente una selección de poemas tal como están escritos–?

 

MM | Creo que a partir de ese tercer poemario que es La muerte tiene los días contados, hay una búsqueda por la unidad temática. Toda mi obra posterior lleva esa impronta (Esperando a Perec, Jardín de escombros, Partitura para aves de mal agüero). Es difícil generar una unidad con retazos, poemas sueltos o con textos de índole variada, como una especie (y perdón por la expresión tan poco afortunada) de popurrí poético o creativo. Yo sintonizo más bien con el gran autor irlandés W. B. Yeats, quien planteaba que cada poema, por su ubicación, está obligado a dialogar con las páginas precedentes y de cierta forma anunciar las venideras. Incluso en aquellos libros que son antológicos como El mago de la soledad o Lengua de Nadie, subyace la visión de conjunto o de unidad, ya sea lineal o temática.

 

FM | Eres parte de una de las tradiciones poéticas más densas y refrescantes del continente. No es frecuente que un creador pueda contar con antepasados como Gabriela Mistral, Huidobro, de Rokha, Neruda, del Valle, Díaz-Casanueva, Parra, Rojas, entre muchos otros. ¿Cómo identificas su presencia en tu vida? (Nótese que no me refiero sólo a la creación poética).

 

MM | Por buena o mala fortuna, he sido parte (como bien dices) de una de las tradiciones más gravitantes de la lengua castellana en el siglo XX. Y eso para el poeta que recién comienza conlleva una enorme responsabilidad. O te dedicas seriamente a esto o mejor abandonas. Ahora, yendo específicamente a tu pregunta, creo que tiene que ver con asumir una responsabilidad, tal vez una ética de la estética, como aconsejaba el escritor Volodia Teitelboim. Esa ética de Rulfo, de Rimbaud, y de algunos otros, tan recomendable para aquellos escritores torrenciales. Cuando tienes la certeza de que lo que estás haciendo no es mejor que lo precedente (cito a Rulfo) es mejor callarse. El callamiento, del cual hablaba Rojas, para volver a la lectura y encontrar necesariamente ahí nuevas posibilidades.

 

FM | ¿Qué importancia tiene la presencia femenina en esta extensa y constantemente renovada tradición poética de su país?

 

MM | Tiene una presencia esencial y enriquecedora. El redescubrimiento de voces señeras como Teresa Wilms Montt, María Monvel o Stella Díaz Varín, al peso específico de ciertas obras como las de Soledad Fariña, Carmen Berenguer, Cecilia Vicuña, Elvira Hernández, Teresa Calderón, Rosabetty Muñoz, Isabel Gómez, Bárbara Délano, Malú Urriola, Maribel Mora Curriao, Alejandra del Río, Damsi Figueroa etc., han resignificado y revitalizado el panorama poético chileno, otorgándole una nueva forma de temple y conocimiento, que lleva implícito, sin duda, en la matriz, su carácter reivindicatorio y de identidad.

 


FM | Tus viajes incluyen residencias en México e Italia, en ambos casos con relevantes actuaciones, como la dirección de la serie “Poetas Latinoamericanos” y la organización de antologías sobre poesía chilena y latinoamericana en México, además de dirigir dos colecciones de poesía latinoamericana para una editorial en Italia. Esta destacada experiencia culmina, a su regreso a Chile, con el cargo de editor general de la Fundación Vicente Huidobro. Me gustaría que nos contaras un poco sobre tu interés por publicar a los demás.

 

MM | Yo entiendo al artista, y en este caso al poeta, como una especie de vector, y también de pararrayos. Pero para ello debe estar implícito su carácter social y colectivo.

Difundir el trabajo de otros por el valor o afinidad que reconocemos en sus obras y no necesariamente porque sean nuestros amigos, creo que alude a esa premisa. Algo que puede resultar extraño en estos tiempos de mezquindades y egolatrías, donde el tráfico de influencias, el intercambio de favores o el juicio vencido por la gratitud, pesan más que el valor intrínseco de una obra. Pero siento que también existe cierta complicidad para que esto ocurra, expresada en el hecho de no reconocer al otro cuando no pertenece a un grupo determinado y, por el contrario, con qué descarada exageración se promueve al que se es más cercano.

 

FM | La culminación de esta identificación con el mundo editorial es, sin duda, la creación de la revista Altazor, que permite la más amplia difusión de la poesía de todo el mundo. De alguna manera esto me recuerda a por los menos dos antecedentes nobles, las revistas Hora de Poesía (España) y Poesía Sempre (Brasil), pero sin hacer comparaciones, sobre todo porque Altazor tiene hoy ese cómplice notable que es Internet. Hablemos de Altazor: su origen, planes, logros, destino.

 

MM | Revista Altazor de la FVH nace con la finalidad de difundir lo mejor de la poesía latinoamericana y universal. Pero también ser un punto de encuentro de los nuevos creadores en las diversas lenguas.

Cuenta a la fecha con 15 destacados autores extranjeros y 5 chilenos que tienen una sección permanente en la revista. 15 traductores en diez idiomas. Poemas, artículos, ensayos, entrevistas de premios Nobel, Cervantes, Reina Sofía, Pulitzer. Antologías de poetas provenientes de países europeos, asiáticos, africanos, Hispanoamérica y Estados Unidos.

También dispone de un notable acervo literario cedido por importantes instituciones, universidades, editoriales, revistas y festivales provenientes de diversas partes del mundo.

Cuenta, además, con diversas secciones y es utilizada en varias universidades de Latinoamérica y Europa como material de estudio.

El lanzamiento oficial en la web y redes sociales tuvo lugar el 01 de julio de 2019. Desde su creación, la revista ha superado los tres millones de visitas, más de 6.000 posts publicados y lectores de más de cien países han interactuado en sus páginas, por lo cual nos sentimos muy honrados y agradecidos

 


FM | ¿Olvidamos algo?

 

MM | Quisiera mencionar que he impartido talleres literarios durante más de dos décadas y lo que puedo señalar al amparo de esta experiencia es que el proceso creativo está supeditado a múltiples factores. Uno de ellos y quizás el más fundamental tiene que ver con la lectura. Sin lectura no hay escritura. Conocer la tradición es un medio y no un fin, pero un medio necesario, fundamental. La lectura nos da una visión de campo, nos permite acercarnos a distintos imaginarios y ampliar nuestro radio de acción. Nos da mayores elementos de juicio, nos templa, nos determina. Cuando se ha escrito tanto y tan notable, cómo podemos nosotros proponer algo donde parece que se hubiera dicho todo. Ese es el tema de fondo, si no somos capaces de expresar ese algo por lo cual seamos identificados, al final no valdrá la pena el esfuerzo. Escribir esas pocas palabras verdaderas a las que se refería Machado, pero finalmente nuestras.




FLORIANO MARTINS (Brasil, 1957). Poeta, ensaísta, tradutor e editor da Agulha Revista de Cultura. Seus estudos sobre Surrealismo lhe levaram à publicação, dentre outros livros, de três volumes intitulados A bússola do acaso – trilogia do surrealismo (2024). Tradutor de poetas como Pablo Antonio Cuadra, Enrique Molina, César Moro, dentre outros, está por publicar uma antologia história, intitulada Esfinge insone – 100 poetas surrealistas, sendo também autor de uma vasta obra poética, cujo título mais recente é Detrás de las puertas que todavía no encontramos (2024).




TARŌ OKAMOTO (Japão, 1911-1996). Filho do cartunista Ippei Okamoto e da escritora Kanoko Okamoto. Estudou na Sorbonne nos anos 1930 e criou muitas obras de arte, após a II Guerra Mundial. Foi um artista e escritor prolífico até sua morte. Entre os artistas com os quais Okamoto se associou durante a sua estadia em Paris estiveram André Breton e Kurt Seligmann, este último uma autoridade surrealista em magia e que conheceu os pais de Okamoto durante uma viagem ao Japão, em 1936. Okamoto também se associou com Pablo Picasso, Man Ray, Robert Capa e sua parceira, Gerda Tarō, que adotou o primeiro nome de Okamoto como seu próprio sobrenome. Em 1964, Tarō Okamoto publicou um livro intitulado Shinpi Nihon (Mistérios no Japão). Seu interesse em mistérios japoneses foi provocado por uma visita feita ao Museu Nacional de Tóquio. Depois de ficar intrigado com a cerâmica Jōmon que encontrou lá, ele viajou por todo o Japão para investigar o que entendia como o mistério que se encontra sob a cultura japonesa e, em seguida, publicou Nihon Sai hakkenGeijutsu Fudoki (Redescoberta do JapãoTopografia de Arte). Tarō Okamoto é o artista convidado desta edição de Agulha Revista de Cultura, e sua presença entre nós se deu graças à generosidade do bailarino e tradutor Daniel Aleixo. Sugerimos visitar o Museu de Arte Tarō Okamoto: https://taro-okamoto.or.jp.



Agulha Revista de Cultura

Número 259 | janeiro de 2025

Artista convidado: Tarō Okamoto  (Japão, 1911-1996)

Editores:

Floriano Martins | floriano.agulha@gmail.com

Elys Regina Zils | elysre@gmail.com

ARC Edições © 2025


∞ contatos

https://www.instagram.com/agulharevistadecultura/

http://arcagulharevistadecultura.blogspot.com/

FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com

ELYS REGINA ZILS | elysre@gmail.com

 





  

 

Nenhum comentário:

Postar um comentário