quarta-feira, 15 de janeiro de 2025

LUIS PEREIRA SEVERO | Gabriel Di Leone – Poéticas de serranías y marítima

 


Gabriel Di Leone (1951-2021) fue un poeta minuano-maldonauta: nacido en el departamento de Lavalleja, cuya ciudad capital es Minas, y radicado la mayor parte de su vida en el este del país, en Maldonado, Uruguay. Su obra édita comprende tres libros de poesía: La edad de la indecencia (civiles iletrados, 2018), Incendio Intencional (Mención de Honor poesía inédita IMM 1996, civiles iletrados, 1997) y 27 de Möebius y la Capitana (Mención de Honor poesía édita MEC 1995, Eladio Linacero Editor, 1994). [1] Publicó además El Rescate de la Bataraza, relato infantil galponero para mayores (2014), y Pa’ Voltear al Gigante (2015), relato breve, en ambos casos para la editorial Trópico Sur Editor. Participó como antologador y antologado en La Ballena de Papel – Antología de Poesía de Maldonado 1985-2017 (civiles iletrados, 2017).

Formado literariamente en el taller literario que en la ciudad de Maldonado orientó a partir de 1988 la escritora Helena Corbellini, fue profesor de literatura y director de patrimonio de la Intendencia local.

Su obra poética, alejada de los ensimismamientos literarios o de la técnica oficiada con destreza pero desatendida del nervio poético, recorre los paisajes humanos y la historicidad del Uruguay del entre siglos, atenta a los desencuentros y a las pérdidas propias de un momento histórico, quizás como todos, pletórico de angustias y escaso de disfrutes. La obra de Gabriel toma distancia de toda opacidad o elogio a la dificultad y construye un canal de proximidad con el lector, eludiendo el exceso de juegos verbales endogámicos, aliviada la mochila de decálogos y catecismos.

Sus primeros textos fueron publicados en la revista Asterisco, del taller que ya mencionamos.

Entre su primer libro 27 de Möebius y la Capitana, y el último, La edad de la indecencia, se desarrolla la construcción de un mundo poético poblado de verosimilitudes, desenfado, una poética que por momentos no elude la solemnidad de quién canta a la patria, y en otros coquetea con el humor o pone en duda el lugar prestigioso del poeta.

Poeta del interior, este no es un dato menor, no porque exista en verdad una literatura del interior como cuerpo o práctica creativa, sino porqué determinó, en Di Leone como en otros autores, la invisibilidad y aun la condición de escritor tardío del Pájaro como lo llamábamos sus amigos. Y esto teniendo en cuenta que Uruguay, como otros países de América Latina, concentra los circuitos y recursos de la producción cultural en la capital del país, Montevideo, lo que determina entre otras cosas la invisibilidad de las poéticas desarrolladas desde otros lares.

El itinerario poético de Di Leone puede ser enmarcado en lo que el argentino Sergio Raimondi ha denominado Poesía civil (así se titula uno de los libros de Raimondi), con mayor apego a la gestualidad lírica, no tan rotundamente rupturista y menos cerebral. Rastros de lo que Mario Benedetti denominó Poetas comunicantes: los recorridos previos de Raúl González Tuñón o Julio Huasi, o aún de Haroldo Conti, se hacen presente en la literatura de Gabriel. Y por supuesto la actitud paródica de Nicanor Parra o de su amigo también maldonauta el poeta Gonzalo Fonseca. Poesía cívica en tiempos de cosa inane, y contra la desmemoria que todo lo arrasa y olvida. Territorios hasta ahora no visibles obtienen existencia en esta literatura. La poesía de Gabriel contribuye a fundar un paisaje literario.


Maldonado, el territorio que habitó el poeta, es locación de uno de los principales balnearios de América Latina, Punta del Este. Durante los tres meses del verano el antiguo pueblo de pescadores, que asistió en su hora al crecimiento explosivo de la construcción y la especulación inmobiliaria, se transforma en sede de la frivolidad y el jet-set porteño (de la vecina Buenos Aires). En su primer libro, 27 de Möebius y la capitana, ya asomaba la geografía del poeta, la circunstancia marítima y el Maldonado-Punta del Este de las agudas contradicciones. Uno de los textos más representativos de ese costado de su producción es Frente estacionario:

 

No es nada tocayo

es decir mañana

estarás ahí

con una historia en el lomo

(…)

tómalo con calma muchacho

take it easy boy

(…)

ella no bailará sobre la mesa

ese blues descalza

(…)

mala temporada para ti, tocayo

(…)

te apuesto a que

en marzo

seguimos aquí.

 

Lo efímero y la peculiar manera de medir el paso de las estaciones en una zona del país pautadas por la llegada de “las hijas de los cazadores blancos / sus nalgas dorándose al sol”, cada verano, y Marzo como la señal que separa la vida local, de los maldonautas, entre temporada y temporada.

El poeta registra también, desde una mirada patrimonial, el cambio del paisaje, depredación (o progreso) producto de la acción turística en el medio:

 

(…) hay un ombú

en La Pastora

con ojos tristes

como billetes de dólar

(…)

 

La construcción poética en Di Leone se muestra detallista, cuidadosa respecto del componente melódico y rítmico en la estructura del verso: no se trata de la arbitrariedad o de meramente el juego floral, sea este visual o sonoro. Cada corte, salto de línea, pausa, se justifica en la respiración del poema, a modo de partitura que indica el cómo leer.

 

(…)

pongamos al actor vociferante

encima

de su propio ataúd

que se le diga en medio

de la función

que debe

ocuparlo en silencio

(…)

 

De la actitud desenfadada y burlesca del poeta puede dar testimonio el poema Llanto por la felicidad de Pablo Goncalvez, [2] también incluido en Incendio intencional.

 

(…)

jugaste mal

 

ahora todos

podemos aullar en tribuna/les

encanta a los de la TV

 

cumple tu rol hasta

el final

no llores

:somos tu público

pagamos

tenemos derecho

a ser

exigentes.

(…)

 

La textura oral del poema está presente en la construcción poética de Di Leone. Un buen ejemplo es el poema

 

todo es especta

 

madonna

culo

madonna

a la cama con ONETTI

(…)

 

donde todo el texto es puesto al servicio de su puesta en voz (hay que decir que Gabriel era un buen performer al llevar sus textos al escenario del recital), sin renunciar a su efectividad en la hoja del libro o en la pantalla del computador.

En el mismo libro, el poema Seguridades donde el protagonista es un albañil, parece dialogar con el Parra de Canciones rusas:

 

(…)

a veces pero siempre

no

siempre no

salva el

se cae

miren

  se cae

   se cae

      se

     cae.

(…)

 

Pero Di Leone no es solo el poeta cívico o el del humor: en tiempos en que la poesía romántica está bajo sospecha (merecida), y que suele ser tarea ingrata intentar revisitar el género, en el mismo libro incluye uno de sus textos más recordados y citados por sus lectores, una pequeña pieza de la mejor literatura:

 

atardece gorriti

isla de tigres verdes

en líquido metálico

anaranjado

:en la arena gruesa de la 24

es un escándalo tu ausencia.

 

Poeta del interior, en su literatura encontraremos además del paisaje habitado y atravesado por la circunstancia, lo urbano, lo del campo y lo oceánico a la vez, como una única región -¿quizás el este uruguayo?- a la que habitar desde la poesía.

 

(…)

(hay otra ciudad

al extremo del viaje

:eso es todo)

 

La presencia del campo es nítida en este poema, de La edad de la indecencia en el que a modo de registro autobiográfico recrea una cacería en la sierra minuana:

 

(…)

:las liebres corrían a morir saltaban

a causa de los impactos.

Luego volvíamos caminando a la casa

bordeando los pozos de la vieja mina

 

(no te acerques)

las escopetas dobladas bajo el brazo

colgando las tibias ensangrentadas

presas por las patas las orejas o metidas

en una bolsa de arpillera.

 

Los hombres fumaban y hablaban

más alto y llegados a la casa

se demoraban a beber

sentados en el patio

un vaso de vineta;

las armas en ángulo junto

a la pared de piedra

 

(el viento

del atardecer

en el pelaje de las quietas

haciendo suaves hoyos)

el interior

de los cañones era

como las galerías de la mina abandonada

sólo negro silencio

(…)

 

Poeta que tuvo la mala experiencia de haber sido prisionero político de la dictadura cívico-militar instaurada en 1973, la prisión está presente en la poesía de Di Leone, pero nunca desde la revictimización, o desde el panfleto. Un buen ejemplo es este fragmento del poema Gesta de cantar, incluido en la La edad…:

 

(…)

la diferencia entre atado y suelto

dice el tipo

es infinita te lo digo

yo que estuve atado con alambres

más dice

suelto suelto nunca anduve

a no ser cuando era niño

pero muy niño

 

(la milonga es un cielo accesible

: busca una simple escalera

de octosílabos)

(…)

 

Varios compañeros de viaje asoman en la poesía de Di Leone. Algunos cómplices de vida, otros de literatura, como si fuera posible distinguir.

El narrador Haroldo Conti desaparecido por la dictadura argentina en 1976 es uno de los homenajeados:

 

(…)

:es Conti en ONDA

por la Banda Oriental

muy al sur de tu viento

de respuestas

(…)

nunca dijo adiós

:no le gustaba decir adiós

   decía

algo como hasta luego

 

dijo hasta luego

pero no ha aparecido

 

cántate una, Bob,

de galgos y buses plateados

nocturnas navajas

en gargantas de ciudades

soñolientas

una que diga como el Conti

hasta luego repite

por favor

aquello de

vernos de nuevo

 

Otro es el poeta Gustavo Lerena (1954-1998), fernandino, autor de un único libro, La vida y otros contratos. Di Leone lo homenajea en uno de los textos más logrados de su último libro publicado, recobrando además el espacio que habitaron poeta y homenajeado, tan huérfanos y a la vez tan poblados:

 

En el río de cerveza que

pasa por el Carlitos

el arroyo de ron del boliche

marginal, polvo y sobre

          resina

el descuido de las cosas,

(…)

no está

   falta

sin aviso no está

 

(en el atardecer minucioso

de las cosas

a la orilla del río de ron

en las mesas desaprensivas de Campanario

(…)

en la marea de las cosas

su minuciosa ausencia

(…)

:último bolero en Maldonado

en el pucho del siglo

–cinco quilómetros al norte

    de la calle 30–

(…)

:no somos ya no somos

jóvenes aquiles

:no se nos invita

a escoger entre

el heroísmo y el olvido

:aquí

   los bulldozers se encargan

de la nostalgia

(…)

simplemente somos menos

al atardecer cuando el río

de ron fluye

   manso por venas

recónditas

:último bolero: Maldonado mata

   y olvida.

 

El poeta, fallecido el 25 de agosto de 2021, dejó varios cuadernos .doc disgregados entre su computadora y archivos que conversaron sus amigos. En uno de los borradores, Navegando hacia Ithaka, Puntas de Pan de Azúcar, vuelve sobre las grandes preguntas, y sobre el universo de la infancia del escritor. Poesía de nombres propios, que asume la localía de lo pequeño, dibuja en algún sentido un balance o mensaje en una botella para quienes seguiremos encontrando en su poesía señales para emprender el día:

 

En el umbral de la tapera

respetuosos

desfilan los ausentes:

(…)

(No hay donde volver

desde que Heráclito

cantó lo del río

: no quiero preguntar por nadie

no quiero ni al caballo de Vallejo

diciendo que muy bien

que todo está muy bien)

 


Conviven en la poética de Di Leone el territorio de serranía –las delgadas sierras del paisaje suavemente ondulado de Uruguay–, y los escenarios marítimos y habitados por las ciudades costeras y sus manchas de migración, precariedad, la búsqueda del pan de cada día y las contradicciones desnudas.

“Ningún sitio más privilegiado para la contemplación de la ruina”, las “ruinas palpables del último terremoto y la estafa”, dijo alguna vez José Emilio Pacheco. Es que en estos años de entre siglos, en los que la historia no ha acabado, y tampoco las guerras –ahora tornadas en conteo de víctimas colaterales y competencias de desinformación–, nada mejor como escenario para el ejercicio de esa contemplación que los conglomerados urbanos. Y más aun cuando se trata de una muestra del cosmopolitismo turístico que produce un balneario como Punta del Este. Desde allí obreros de la construcción, mucamas y especuladores pueden ser tomadas casi al mismo tiempo por el lente de la cámara, o por el registro del poeta.

El paisaje en Di Leone es también eso: una recorrida en bus turístico por el Punta del Este de la fama rápida, de lo efímero, pero sostenido por la vida y muerte de seres humanos ordinarios, aun vulgares, que en sus vidas y amores sostienen el espectáculo. O en palabras de un viejo amigo que supo poblar esas arenas: lo que Raúl Forlán Lamarque llamaba la carnavalización mediática, donde las cadenas y agencias nos cuentan cómo es de verdad el mundo y sus guerras de baja intensidad, donde conviven indiferenciados en los escaparates oferta de comida rápida con la cuidada búsqueda de lo sublime. El poeta es precisamente cronista de esa ruina, y establece como residencia el instante del derrumbe.


NOTAS

1. Eladio Linacero Editor fue un efímero proyecto editorial radicado en Maldonado. Di Leone formó parte del mismo.

2. Asesino serial uruguayo, hijo de diplomático proveniente de un barrio privilegiado, condenado en 1992 como responsable de tres femicidios.




LUIS PEREIRA SEVERO (Uruguay, 1946). Autor entre otros de Otros poemas sucios, manual de castellano estándar, (Yaugurú, 2022) (Tercer Premio Nacional de Literatura, categoría Poesía Édita, MEC 2023), Poemas para ser leídos en una pantalla de 5’’, Intendencia de Montevideo, 2019 (Primera mención Onetti 2019); Poemas para mi novia extranjera, milonga rioplatense, VOX, Bahía Blanca, 2015, civiles iletrados, 2018, (Premio Nacional de Letras poesía édita 2017), Pabellón Patrio, serie de relatos íntimos (Yaugurú, 2009); Manual para seducir poetisas (civiles iletrados, 2004); Retrato de mujer azul (civiles iletrados, 1998); Poemas de acción y mujeres delgadísimas (Ediciones de Uno, 1992). Integra las antologías La noche amarilla. 33 + 1 voces de la poesía uruguaya actual, Círculo de poesía, 2020, (https://circulodepoesia.com/2020/03/33-1-voces-de-la-poesia-uruguaya-actual-luis-pereira-severo), La confabulación de las arañas (Detodoslosmares, Córdoba, Argentina, 2018), y Nada es igual después de la poesía, cincuenta poetas uruguayos del medio siglo, 1955-2005 (Centro de Difusión del Libro, MEC, 2005). En 2022 formó parte de Calandrios, plaqueta de poesía con manuscritos en borrador editada por Yaugurú. En 2020 participó de las antologías 1956. When I ́m Sixty Four (Yaugurú), Confines, antología en tiempos de riesgo (Pixel, La Plata, Argentina), y Festín Mutante (www.festinmutante.com.ar). En 2018 integró la publicación colectiva Los hijos de Putin, Cartonerita niñabonita, Zaragoza, España. Magíster en Políticas Culturales (CURE-UDELAR) y Especialista en Gestión Cultural, (FCS-UDELAR). Fue parte del proyecto editorial civiles iletrados, (civilesiletrados.blogspot.com).




TARŌ OKAMOTO (Japão, 1911-1996). Filho do cartunista Ippei Okamoto e da escritora Kanoko Okamoto. Estudou na Sorbonne nos anos 1930 e criou muitas obras de arte, após a II Guerra Mundial. Foi um artista e escritor prolífico até sua morte. Entre os artistas com os quais Okamoto se associou durante a sua estadia em Paris estiveram André Breton e Kurt Seligmann, este último uma autoridade surrealista em magia e que conheceu os pais de Okamoto durante uma viagem ao Japão, em 1936. Okamoto também se associou com Pablo Picasso, Man Ray, Robert Capa e sua parceira, Gerda Tarō, que adotou o primeiro nome de Okamoto como seu próprio sobrenome. Em 1964, Tarō Okamoto publicou um livro intitulado Shinpi Nihon (Mistérios no Japão). Seu interesse em mistérios japoneses foi provocado por uma visita feita ao Museu Nacional de Tóquio. Depois de ficar intrigado com a cerâmica Jōmon que encontrou lá, ele viajou por todo o Japão para investigar o que entendia como o mistério que se encontra sob a cultura japonesa e, em seguida, publicou Nihon Sai hakkenGeijutsu Fudoki (Redescoberta do JapãoTopografia de Arte). Tarō Okamoto é o artista convidado desta edição de Agulha Revista de Cultura, e sua presença entre nós se deu graças à generosidade do bailarino e tradutor Daniel Aleixo. Sugerimos visitar o Museu de Arte Tarō Okamoto: https://taro-okamoto.or.jp.

 


Agulha Revista de Cultura

Número 259 | janeiro de 2025

Artista convidado: Tarō Okamoto  (Japão, 1911-1996)

Editores:

Floriano Martins | floriano.agulha@gmail.com

Elys Regina Zils | elysre@gmail.com

ARC Edições © 2025


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