WÁLTER ESPINOZA | César Moro pintor independiente

En la Historia de la pintura peruana del siglo XX se conoce a un grupo de pintores con el nombre de "Los Independientes", significan ellos la "defensa por la libertad creativa?"

A diferencia de Sabogal, que "imponía" a sus alumnos los temas y su idea de lo que es pintura, César Moro pintó siempre lo que él quería. Esta actitud “disconforme” [01] nos permite apreciar en su obra plástica diversos lenguajes y diversas maneras de ver y sentir, para comprender la libertad absoluta de su pintura.

En 1932 Sabogal asume la dirección de la Escuela de Bellas Artes de Lima, su cercanía con Mariátegui a mediados de los años 20 lo motiva a representar en su pintura los diversos paisajes y personajes de los Andes Peruanos. Ese mismo año, el Poeta César Vallejo publica “El Tungsteno”, la efervescencia por el tema andino es notoria en esos años.

En 1933 un aprista asesina al Presidente Luis M. Sánchez Cerro, caudillo que se levantó contra la oligarquía que representaba Leguía. Sánchez Cerro había sido elegido presidente en elecciones democráticas, ganando a Víctor Raúl Haya de la Torre. Al igual que Mariátegui, Sánchez Cerro había vivido en la Italia Fascista y socialista de Benito Mussolini y el culto a la raza también era una constante en su política anticomunista (APRA), anticapitalista y antiimperialista norteamericana (1931-1933), fue proclamado por los pueblos del sur del Perú como segundo Libertador de la Patria. [02]

En todos estos años de personajes relacionados con el nacionalismo, una de las figuras totalmente lejos de todo patriotismo fácil y sobretodo verdaderamente “independiente” fue el pintor César Moro. Este “artista total” tenía entre sus metas estudiar Danza contemporánea cuando llegó a París en 1925. Pintor antes que poeta, César Moro nació en Lima el 19 de agosto de 1903, hermano menor de Carlos Quispez Asín, gran pintor que participó en 1937 de la primera Exposición de “Los Independientes”. Cuando tenía 12 años, su hermano su hermano Carlos llevaba clases de pintura en la Quinta Heeren con el pintor Teófilo Castillo (1857-1922), posteriormente Carlos llevaría clases en la Academia Concha, ubicado en el antiguo Mercado central de Lima, [03] desde esa edad ya estaba relacionado con un pintor y con la pintura, su mejor amigo y confidente siempre fue su hermano Carlos, con quien incluso discutía sobre pintura en muchas de las cartas que intercambiaron. Cuando Moro tenía 16 años, Carlos ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Lima. Cuando tenía 18 años su hermano Carlos Viajó becado por el gobierno peruano a España junto al músico Alfonso de Silva. En Madrid Carlos estudiaría en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde conocería a Salvador Dalí. Moro desde Lima le enviaba a su hermano sus primeros trabajos. [04]

En marzo de 1922 pensaba “entrar a la Academia de Bellas Artes de Lima” [05] pero finalmente viaja  a Europa. Ese año ilustra algunos poemas, [06] “Tal vez ilustre un libro de Pablo Abril. Me daría a conocer  y la ilustración de versos me gusta. Aunque esto de darse a conocer de todos modos es una tontería porque aquí ya tú sabes lo que son…”

Llega a Francia en 1925 y participa en dos exposiciones colectivas: en Marzo de 1926 expone en el Cabinet Maldoror de Bruselas y en Marzo de 1927 en la Associatión París Amerique Latine. [07]

De esa exposición es el siguiente comentario realizado por un crítico francés, Francis de Miomandre: “Es todo el Perú que canta en las acuarelas y pinturas del delicioso César Moro, el bello Perú colonial de los virreyes y de la “Carrosse du saint sacrement”, el Perú de los cholos y de las coquetas tapadas y de esa manta negra que hace un contraste tan fresco con su falda rosa y también el Perú más antiguo de reyes vestidos de plumas, el Perú de los indios del interior, llorando su decadencia a los sones de la desgarradora quena. Es este joven artista como un surtidor irresistible de frescura, que surge hoy ese Perú, entre los andamios rígidos de una concepción nueva, sobria  y estricta, nacida de su culto por Picasso: una geometría florida”. [08]

Sería también necesario leer lo que el crítico Carlos Raygada escribió en el diario El Comercio en agosto de 1925, después de su partida: “César Moro es un caso excepcional de liberación, jamás hace lo que se debe hacer, él pinta siempre lo que él quiere, lo que él imagina, lo que él siente. Por eso es personal, casi inimitablemente personal. El joven artista no pertenece a ninguna escuela conocida ni es tampoco dibujante académico que es de lo que más lejos está”.

Sorprendería este reconocimiento pero es Emilio Adolfo Westphalen quien escribió: “Los que conocimos a Carlos Raygada hemos sido testigo de su espíritu abierto y sensible y de la manera entusiasta y generosa como entendía su papel de crítico – actitud tan alejada de lo observable en los últimos tiempos – críticos que se arrogan papel de árbiter y magíster y dictan lo que se debe pintar o escribir”. [01]

Lo que aclara Raygada al final de su texto, hace de César Moro una de las experiencias plásticas más “Independientes” de la pintura peruana, incluso más independiente  que muchos de los académicos “independientes” de 1937.

Al escribir a su hermano Carlos en 1922 aclara: “Seguramente me quieren convencer que soy todo menos un artista, eso se lo harán creer a su madre. Ayer me dijo un individuo que vio por casualidad un dibujo mío, supongo que esto quiere decir algo, ¿Tendrá algún simbolismo? ¿Dibujos decorativos, no? Este animal no sabe que cualquier dibujo por más malo que sea no es más que producto de las emociones del artista. Para mí son como interrogaciones, como protesta contra la vida”. [10]

Es necesario aclarar que cuando César Moro viaja a Europa ya era conocido en el pequeño ambiente cultural limeño como ilustrador de Poemas ( Revista Variedades, Mayo y agosto de 1922) y de carátulas de algunos libros.

A finales de 1933, después de vivir 8 años en Europa, de haber participado en el primer grupo Surrealista y de haber publicado en la Revista “El Surrealismo al servicio de la Revolución” entre 1930 y 1933, regresa a lima…

NOTAS

01. “No encuentro adjetivo que lo califique mejor que: disconforme. Disconformidad total,, sin arrebatos ni arrepentimientos, disconformidad con lo sabido, con lo trillado, lo establecido e igualmente con las pintarrajeadas novedades de tantos rimbombantes innovadores, que nada tienen que expresar, menos aún que renovar – con las convenciones vigentes y con esas otras convenciones que los revolucionarios de mala laya, apenas triunfan, instauran – con todo los academicismos, los de ayer, los de hoy, los de mañana…”

Coyné André, “César Moro”, Pag. 11, 2da edición 2003, corregida y aumentada, Ensueño Indescifrable Editores

02. Ugarte, Pedro “Sánchez Cerro, papeles y recuerdos de un presidente del Perú” Tomo I, Editorial Universitaria, 1969

03. Bernuy, Jorge “Carlos Quispez Asín Mas, Muestra antológica” Julio 2006

04. “110 cartas y una sola angustia, cartas de Alfonso de Silva a Carlos Raygada”, Editorial Juan Mejía Baca, 1975.

“Así es que en el nuevo domicilio nos estamos vengando y la manía decorativa ha llegado a un grado verdaderamente alarmante.”Nuestros” cuartos están en un tercer piso. Hay un dormitorio con 2 camas, un lavabo, y nuestros baúles. Por una cortina se comunica con un gabinete, en el centro del cual hay una mesa escritorio. En la pared que da frente al dormitorio están adosados algunos trabajos de Carlos y Alfredo Quispez Asín”

05. Carlos de Lima nada puedo contarte porque sigue tan pobre diabla como antes de que te fueras, como odio este ambiente! A pesar de que sé lo que pasan ustedes en Madrid y que no hay el ambiente artístico que nos imaginábamos, me iría encantado. Estoy en la incertidumbre de entrar  o no a la Academia de Bellas Artes.

06. El 5 de mayo de 1923 ilustró en el Número 741 de la Revista Variedades un poema de Pablo Abril de Vivero  (firmó como Alfredo Quispez Asín) y el 5 de agosto ilustra un poema de Magda Portal donde firmó como Euxenio de Miravell. Diseño también en 1922 la caratula de “Atalaya” de Federico Bolaños, firma ya como César Moro. En 1924 ilustra la caratula de “Ideario de Acción” de José Vasconcelos.

07. Entrevista grabada a André Coyné, 1998, Inédita.

08. Revista Variedades, número 976, Lima 13 de Noviembre de 1926.

09. Revista Amaru, número 9, Lima, Marzo de 1969.

10. Carta Inédita del 4 de Marzo de 1922.