La poeta Eunice Odio nunca fue amiga de escribir
su propia biografía (aunque indirectamente lo hizo en su gran correspondencia).
Consideraba que lo importante de un(a) artista es su obra, y que lo otro está
de más. En un nivel fundamental tiene razón, pero hay otros niveles en los que
lo vivido (y no solo lo escrito) también cuenta y, en este sentido, es válido
que el investigador (biógrafo, historiador, crítico, novelista) sí ponga
atención a la vida del autor, siquiera para esclarecer la cronología de los
textos y atisbar algo de su sentido, estructura y cambio.
Por otra parte, a veces los esquivos artistas que cubren su pasado lo
hacen, no solo por motivos estéticos, sino para tapar viejos asuntos que, con
el tiempo, los incomodan, como un pasado político hoy innoble o algún crimen de
amor.
Eunice fue experta en escabullir su cronología
personal. Para empezar, quizá por coquetería, se quitaba la edad, por lo que
durante mucho tiempo sus lectores y estudiosos consideraron 1922 su año de
nacimiento, hasta que la escritora y estudiosa Alicia Miranda Hevia estableció,
con documento en mano, que había sido 1919.
Algo parecido ocurre con su fecha de muerte. El
año es claro: 1974, el mes no. Entre sus estudiosas (desde Rima de Vallbona
hasta Peggy Von Mayer), se señala como fecha de muerte el 23 de marzo de 1974,
y así aparece consignado en la cronología “oficial” de sus obras completas. Yo
mismo asumí tal fecha en un artículo publicado en Ancora el
pasado 31 de marzo, guiado por dicha cronología. Sin embargo, luego me entró la
duda cuando leí un ensayo de Alfonso Chase, recogido en su libro Los herederos
de la promesa, dedicado a Eunice. Ahí cuenta cómo, el 23 de mayo recibió una
llamada de México por la que se le comunicaba el deceso de la poeta y, al día
siguiente, se hizo pública la noticia en Costa Rica.
Su muerte. Esta fecha en mayo y no en marzo se ha visto
confirmada por la investigación de Tania Pleitez, una académica y escritora
salvadoreña residente en Barcelona que se encuentra trabajando en una biografía
literaria de Eunice Odio, y quien, en comunicación personal, me cuenta que el
acta de defunción de Eunice tiene el 23 de mayo como fecha de registro. Claro,
esta no fue su fecha de fallecimiento, pues hay que tener en cuenta que el
cadáver de Eunice fue encontrado en su casa entre 8 y 10 días después de
muerta. Tal vez hubo un lapsus al mencionar el mes, y se leyó marzo cuando era
mayo, pues en ambas fechas el día es el mismo: el 23.
Ni qué decir de las supuestas causas de la
muerte de Eunice, pues hay para varios gustos: suicidio por veneno, accidente
doméstico (resbalón en la tina), congestión alcohólica, congestión visceral' Su
paranoica amiga Elena Garro, en su correspondencia con la estudiosa chilena
Gabriela Mora, sugiere temerosamente que pudo haber sido asesinato. No en
balde, su sentido de persecución (real o imaginario) se acrecentó tras la
muerte de su amiga.
Otro tanto podría decirse de la fecha de nacionalización de Eunice como mexicana, que suele ubicarse en 1962. Sin embargo, Mario Esquivel Tovar, y con él Pleitez, señalan de forma plausible el año de 1972, ya casi para morir. Pleitez me contó recientemente que una de las razones por las que Eunice se casó con el pintor Rodolfo Zanabria (con zeta) en 1966 fue justamente para obtener la nacionalidad mexicana (que no obtendría hasta varios años después). En su acta de matrimonio, señala Pleitez, la nacionalidad de Eunice se consigna como costarricense, pues ya había perdido la guatemalteca por vivir tanto tiempo en el extranjero.
Estas fechas (de nacimiento, de muerte, de
nacionalización, de segundo matrimonio) y otras más, podrían parecer
secundarias a la hora de leer y estudiar a Eunice Odio, pero no lo son del
todo, y conforme pase más tiempo y se hagan otros estudios de su obra, se
vuelven más importantes. Un concreto botón de muestra: ¿celebraremos el
centenario del nacimiento de Eunice, nuestra poeta mayor, en 6 años o en 9?
¿1919 o 1922?
Su mitología personal. Un recuento biográfico lo más fidedigno posible
es una forma paradójica de superar la mitología personal (asentada en el rumor,
en el chisme, en el traicionero recuerdo, en las verdades a medias) que todavía
rodea a Eunice Odio pues, una vez establecido, ayuda a dar contexto a buena parte
de la interpretación de su obra y de su vida. De los autores admirados, también
queremos saber sus biografías. Es algo muy normal en la vida de un lector. Algo
parecido ha pasado con Yolanda Oreamuno: privilegiar su leyenda y no su
historia, aunque en su caso su literatura se ha impuesto mejor por sus
temáticas actuales (feminismo, violencia intrafamiliar, machismo, etc.) y sus
técnicas narrativas. No así con Eunice, cuya poesía, con ser alta y profunda,
es más escurridiza. También con ella mi asombro es mayor.
La cronología de Eunice es un laberinto de dudas
y certezas que solo la investigación paciente puede ir resolviendo. Hay que
andar con mucho cuidado en este terreno, pues todavía, pese a lo hecho, se
camina en zona pantanosa.
*****
Organização a cargo de Floriano
Martins © 2016 ARC Edições
Artista convidado | Francisco
Zuñiga (Costa Rica, 1912-1998)
Agradecimentos especiais
a Alfonso Peña y Rima de Vallbona
Imagens © Acervo Resto do Mundo
Esta edição integra o
projeto de séries especiais da Agulha Revista de Cultura, assim
estruturado:
1 PRIMEIRA ANTOLOGIA ARC FASE I
(1999-2009)
2 VIAGENS DO SURREALISMO, I
3 O RIO DA MEMÓRIA, I
4 VANGUARDAS NO SÉCULO XX
5 VOZES POÉTICAS
6 PROJETO EDITORIAL BANDA
HISPÂNICA
7 VIAGENS DO SURREALISMO, II
8 O RIO DA MEMÓRIA, II
9 SEGUNDA ANTOLOGIA ARC FASE I
(1999-2009)
10 AGULHA HISPÂNICA (2010-2011)
A Agulha Revista de
Cultura teve em sua primeira fase a coordenação editorial de Floriano
Martins e Claudio Willer, tendo sido hospedada no portal Jornal de Poesia. No
biênio 2010-2011 restringiu seu ambiente ao mundo de língua espanhola, sob o
título de Agulha Hispânica, sob a coordenação editorial apenas de Floriano
Martins. Desde 2012 retoma seu projeto original, desta vez sob a coordenação
editorial de Floriano Martins e Márcio Simões.
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