con dos boquetes en los ojos
y las manos temblorosas que se le
deshacen en lo alto en un reloj
detenido hace muchos años
Y una luna de luto en las aguas
de Venecia que recuerda
a aquel abstraído transeúnte
poseedor de la esfera de las palabras.
Sujeto en el movimiento del universo que explora el vacío,
Mallarmé hostiga, fatiga, no dice, maltrata, hiere, indaga hasta lo hondo de la
entraña que lo penetra, entonces invade, corrompe la forma, se mueve en la forma
como si él fuera la forma misma, hasta hacerse partitura interpretándose en el cosmos,
generando cifras con las cuales informa a la tribu a través de la página que recibe
y dispone tipográficamente los fragmentos obtenidos en jornadas agotadoras, en donde
lo dice todo, empero, para su lector atónito, es como si no le dijera nada, o como
si lo dicho se hallara del otro lado de la página, en el caos.
Así se revela Mallarmé,
luz de destello y claridad que encandilan, abismo descrito en la caída mientras
se explora el agujero por el cual se precipita. Creer descifrarlo es descubrirse
en el vacío donde lo que puede ser interpretado, ya no lo es, donde todo se pertenece,
y la oración desaparece en agujeros suspensivos, en una escritura de huellas que
por primera vez se relatan.
|
|
Así Mallarmé imprime su alfabeto en la página como si esta fuese el vacío donde sucede, donde se deletrea el universo. Lo que le permite a su escritura comportarse como luz que no cesa en la oscuridad, o como un bisturí que elimina toda callosidad.
Con Mallarmé nos es
permitido asistir al diálogo de galaxias que se rozan creando un murmullo que reclama
un nuevo y antiguo alfabeto. Con él no participamos del divertimiento de los vocablos,
con él presenciamos el origen de los vocablos, la dicción de una danza donde sucede
el eco jocundo de la tribu. Él posee la esfera donde verificar cada palabra, la
columna vertebral por donde se conduce el sonido hasta el impacto de la voz en la
realidad, en la otredad.
En Mallarmé se realiza
el conocimiento, el pensamiento. En su escritura, pensar es abolir toda distancia
entre nombrar y aprehender.
Al interpretar la escritura
silábica del universo, Mallarmé no busca un retrato de sí mismo, no es un espejo
donde quiere reflejarse. Su escritura nos hostiga la urgencia de aprehender a leer
cada acto, y en él el universo, del cual, nos insinúa, somos un verso en constante
formación. Su escritura nos dice que existe un poema cuya lectura es el mayor acto
de creación. Con él, como con ese poema, no es posible identificarse, él es de
estirpe original, con él solo es posible
confrontarse.
Mallarmé no es oscuro,
no es críptico, lo que nos encandila es su visión y para revelar el alfabeto donde
se encadena su escritura, debemos tener conciencia de la escisión mítica que nos
niega. Mallarmé penetra su decir con la misma vehemencia que una sílaba penetra
un agujero suspensivo en forma de página, en forma de universo. Sin ser didáctico
él enseña a ver, a indagar hasta la empuñadura de los sentidos cuando quieren dilucidar.
Con él la poesía deja de ser útil o inútil, con él asistimos al origen de la poesía,
él nos indica que el acto revelador de narciso fue el de no precisar de su reflejo.
Vastas extensiones
de silencio permiten a Mallarmé disponer en la página abismos donde explora significados
estériles y fragmentos de una soberbia sin límite, que consiguen incrustarse en
el sonido indescifrado del universo.
La escritura de Mallarmé
no es familiar. Él no confunde la memoria con una colección de recuerdos, su formación
del mundo se realiza en el instante efímero y eterno cuando las palabras prenden
en la página, abriéndose para su lectura. Lectura ardua y sin concesiones.
Para leer a Mallarmé
es necesario desaprender a leer.
En Mallarmé se encuentran
las formas y maneras que nos permiten hablar de una poética en Occidente. Su escritura
la ejerce en el vacío donde todo converge sin detenerse, donde la memoria crea sus
atributos. Su obra se la toma o se la deja. Otro no es el diálogo o la distancia
que nos ofrece. El magma donde se cuece,
nutre de luz y de penumbra los instintos de la estirpe que pernocta en las fisuras
e interregnos donde se acumula la realidad.
La obra de Mallarmé
se realiza en una escritura llena de universo, donde el silencio y la memoria se
hacen y deshacen. Escritura como fin y origen en las cifras que consumen la página.
Empero, Mallarmé vuelve
y juega.
OMAR CASTILLO (Colombia, 1958). Poeta, ensyista y narrador. Algunos de sus libros publicados son: Obra poética 2011-1980 (2011), Huella estampida (2012), y En la escritura de otros, ensayos sobre poesía hispanoamericana (2014). Contacto: ocastillojg@hotmail.com. Página ilustrada com obras de Francisco Maringelli (Brasil), artista convidado desta edição.
***
ÍNDICE # 101
EDITORIAL | A persistência do mistério
AARÓN ALMEIDA HOLMQUIST | Paisaje y exilio en David Cortés Cabán
ALFONSO PEÑA | Bob Danco y la historia del mono azul
ESTER FRIDMAN | Liberdades, prisões, ilusões
HAROLD ALVARADO TENORIO 1882-1915 El Modernismo en Colombia
HILDEBRANDO PÉREZ GRANDE | Cien años de soledad y moi
JOSÉ ÁNGEL LEYVA | Jordi Virallonga, el alma de los cinco sentidos
LEDA RITA CINTRA | Brasil ilustrado
MARIA LÚCIA DAL FARRA | Cartas para quem? Leitura de Cartas a Sandra, de Vergílio Ferreira
http://arcagulharevistadecultura.blogspot.com.br/2017/08/maria-lucia-dal-farra-cartas-para-quem.html
OMAR CASTILLO | Mallarmeanas al timbal
SUSANA WALD | Reencuentro con Edouard Jaguer, impulsor del movimiento Phases
ARTISTA CONVIDADO | FRANCISCO MARINGELLI | Por ele mesmo
***
Agulha
Revista de Cultura
Número
101 | Agosto de 2017
editor
geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor
assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
logo
& design | FLORIANO MARTINS
revisão
de textos & difusão | FLORIANO MARTINS | MÁRCIO SIMÕES
equipe
de tradução
ALLAN VIDIGAL | ECLAIR ANTONIO ALMEIDA FILHO | FEDERICO RIVERO SCARANI | MILENE MORAES
ALLAN VIDIGAL | ECLAIR ANTONIO ALMEIDA FILHO | FEDERICO RIVERO SCARANI | MILENE MORAES
os
artigos assinados não refletem necessariamente o pensamento da revista
os
editores não se responsabilizam pela devolução de material não solicitado
todos os direitos reservados © triunfo produções ltda.
CNPJ 02.081.443/0001-80
todos os direitos reservados © triunfo produções ltda.
CNPJ 02.081.443/0001-80
Nenhum comentário:
Postar um comentário