AC | Yo lo conocí a los pocos días
de llegar al Perú, en la Alianza Francesa porque era uno de los pocos lugares a
donde iba para ver revistas, cosas de actualidad. Yo daba clases en la Alianza
Francesa y él iba para ver las novedades. Las novedades de los libros los
veíamos más en la librería que estaba en la plaza San Martín, pero él se
mantenía en contacto con los de Francia. Eso fue en noviembre del 48 y después
del primer feriado, que me acuerdo muy bien la fecha, era 8 de diciembre. Es un
feriado de la Inmaculada, él había estudiado en el colegio de la Inmaculada de
donde lo habían botado muchas veces. En aquel tiempo vivía todavía… como
acababa de volver no había encontrado trabajo, no había encontrado departamento
y vivía en uno pequeño que tenía su mamá y que estaba al frente de la
Inmaculada también. Me llamó a la pensión donde estaba en Miraflores y me
preguntó -todavía nos hablamos de usted- si quería bajar a la playa, porque
había una playa en Miraflores que estaba cerca de donde yo vivía, entonces me
fue a buscar a mi pensión. Nunca llegamos a la playa porque inmediatamente me
empezó a hablar del sol, los rayos del sol, etc, y en ese momento el sol me
mandó una piedra, todavía tengo la cicatriz, porque para bajar a la playa de
Miraflores había un caminito casi encubierto, había un enrejado y ese enrejado
tenía huecos y me cayó una piedra, tuve la sensación que era el sol el que me
lo mandaba…
Piedra de los soles
Y que era una especie de
bautismo sangriento del Perú al mismo tiempo. Tuvimos que volver a subir porque
yo estaba lleno de sangre. Ese día nos entregamos también, primer día de
nuestra amistad, al principio hubo algo más… (risas) cuando la gente jodía con
política y no sé qué, él a partir de cierto momento adoptó el principio de
interrumpir la conversación gritando “yo soy nacionalista japonés, viva nuestra
padre el Mikado”
WE
| Cuándo usted conoció a Moro, ¿sabía que él
había participado en el movimiento surrealistas?
AC | Lo supe al conocerlo. Yo no
sabía. Yo crecí en la ocupación alemana. Los surrealistas habían huido todos de
Europa, estaban en la mayoría en América o se habían convertido al comunismo y
entonces eran lacayos de Stalin, y nosotros, mi generación, los autores que
discutíamos eran Gide, Valery y Claudel. Del surrealismo no sabíamos nada
porque no había nada, entonces después de la liberación es cuando se volvió a
hablar un poco del surrealismo. Yo antes no había nacido, antes de la guerra
era una criatura de modo que no podía haber oído hablar del surrealismo,
durante esos años tampoco porque la trilogía más importante para nosotros era
Claudel, Gide y Valery que eran totalmente diferentes. Los tres habían
colaborado en la N.R.F. y la N.R.F. seguía proponiendo textos de buena
literatura, el director Drieu la Rochelle se suicidó después de la guerra,
Drieu la Rochelle había sido amigo de los surrealistas. Todo el mundo en los
años veinte, bueno la gente que sentía o reflexionaba estaba harta de la
democracia de tipo parlamentario…
WE
| ¿Qué pensaba sobre la política peruana?
AC | En el último período se ve por
las cartas que mandó a Westphalen, que han sido publicados, ya no quería oír
nada de política, ¿tiene ese librito que publicó Westphalen? Algún ejemplar
encontrarás en alguna parte, tienes que encontrarlo.
WE
| ¿Vida de poeta?
AC | Sí, algún ejemplar encontrarás
en alguna parte. Tienes que leer estas cartas en que uno ve cómo Moro se va
separando y hasta lo quiere… como Moro era muy arbitrario con sus amigos, un
autoritario, lo quiere convencer a Westphalen y Westphalen no lo sigue bastante
rápido como él quisiera, hay una carta que cité el otro día en que dice: “he
visto tantos canallas que luchaban por las masas y en realidad luchaban por su
propio confort” y cuando yo lo conocí no quería oír hablar de política y me
dijo “hemos tenido un presidente que hubiera podido ser, que era una gente de
bien, el único”, es Bustamante y Rivero pero Bustamante y Rivero es normal que
haya caído porque no era un presidente para el Perú sino que era un presidente
para Suiza y cuando la gente jodía con política y no sé qué, él a partir de
cierto momento adoptó el principio de interrumpir la conversación gritando “yo
soy nacionalista japonés, viva nuestra padre el Mikado” para dejar a la gente
desconcertada. Recuerda que no hace mucho el Perú tuvo su Mikado (risas), de
modo que los poetas son profetas.
NOTA
Originalmente publicada en
la revista Martin # 7 y 8, Lima,
2003.
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EDIÇÃO COMEMORATIVA |
CENTENÁRIO DO SURREALISMO 1919-2019
Artista convidada: Leila
Ferraz (Brasil, 1944)
Agulha Revista de Cultura
20 ANOS O MUNDO CONOSCO
Número 131 | Abril de 2019
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
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