quinta-feira, 15 de outubro de 2020

ALFONSO PEÑA conversa con FABIO HERRERA | Tras las huellas de los imagineros…

 

Fabio Herrera

ALFONSO PEÑA

Desde hace tiempo venimos conversando sobre el tema de escribir un texto colectivo, o tener una conversa profunda, bien matizada sobre el intenso intercambio creativo / amistoso que hemos desarrollado desde el momento en que coincidimos. Si recurriéramos a un caleidoscopio podríamos ver las imágenes que van desfilando delante de nuestros ojos.  Vayamos a 1988, son los tiempos efervescentes de la revista Andrómeda, que tenía gran presencia en el ámbito latinoamericano, en ese número (26) te invitamos a participar, dimos a conocer una obra tuya en la portada que sin ser desconocida no tenía la intensidad ni la divulgación que adquiere a partir de esa publicación, el óleo se llama “El ser” y está relacionado con el arte ancestral, lo primigenio, las máscaras ritualistas, la magia, el color, el diseño… Esa imagen se convirtió en algo redivivo y era estimulante verla en tus ediciones de xilografía y serigrafía, tarjetas postales, carteles, medios impresos… etc… Ese fue el inicio de la pirotecnia que felizmente (alineación de los astros), tuvimos desde un inicio… El año de 1991 fue muy intenso, planeamos un proyecto muy ambicioso con vos y el equipo de Andrómeda. Trabajamos con la colección de tus serigrafías inéditas que vos editabas en tu taller; era una propuesta con serigrafías de mediano y gran formato, donde la figuración y la abstracción mantenían una fluidez muy preciosista y con tu sello particular. Decidimos catalogar la propuesta en un precioso volumen muy bien editado, proyecto gráfico de Félix Arburola y la propuesta fotográfica de Ana Muñoz. Las jornadas de trabajo en tu taller fueron memorables entre asados y rones tropicales. La noche de apertura en el Espacio Andrómeda contó con una gran asistencia de público y fue amenizada por una banda de calypso limonense…

Concuerdo que esa “puesta en escena” nos infundió gran vitalidad, proyección y una pasión desbordada por lo que serán nuestras futuras ediciones gráficas, y las singularidades en la edición de libros con grabados, carpetas de obra gráfica, y un sinfín de aportes…

 

FABIO HERRERA

En Centroamérica en los años ochenta hubo grandes dificultades políticas, económicas, sociales; sin embargo, en el país tuvimos la fortuna de tener un clima de paz, y vivir como artistas con ilusiones y un escenario plausible para la creación. A pesar de las crisis que siempre nos han afectado, la poesía, la pintura y otras artes tuvieron un buen desarrollo. Quizá, por los mismos aspectos, las artes gráficas, curiosamente se vieron favorecidas, y fueron lideradas por la mano y la producción fastuosa del Maestro Francisco Amighetti, con el que trabajé en su taller como asistente durante tres años en esa década y entonces comprendí muchísimos temas sobre el fondo y la forma de esta manifestación. La xilografía era la disciplina artística que predominaba en el país desde inicios del siglo XX, era nuestra expresión genuina y en algún momento pensé que quizá la serigrafía sería una técnica apropiada por los cambios que se avecinaban. Mario Maffioli me acompañó a la Ciudad de México en un viaje de investigación sobre el tema. Permanecimos una buena temporada. Curiosamente en las investigaciones pude constatar que en México la serigrafía era utilizada por varios artistas, pero sin tener una exigencia, ni una vigencia para un país tan enorme, con una densidad de población tan fuerte. Obviamente se usaba para fines industriales y por lo tanto me dediqué al estudio de esta técnica desde esa perspectiva, asunto que me interesaba para integrar esta técnica en el país y de ese modo fundar mi taller para producir mis creaciones y colaborar con el desarrollo del arte gráfico. No obstante, también rumiaba la idea de devolverle a Paco Amighetti los conocimientos que él con generosidad me había transmitido. Otro asunto importante era hacer ediciones gráficas con algunos de mis colegas, principalmente con los del Grupo Bocaracá. De ese modo fundé un taller de gráfica, con énfasis en la serigrafía y ahí comenzamos. El libro y la expo Serigrafías de Fabio Herrera, de 1991, fue un momento coyuntural muy importante; con todo el despliegue que se dio creo que los coleccionistas y los interesados en esos aspectos se percataron que había una técnica nueva en el país, que tenía atributos muy especiales como lo son los recursos gráficos, la belleza de los terminados, el color vibrante y muchas cosas más… Habría que agregar que esa propuesta abrió sendas y puertas para que posteriormente se dieran desdoblamientos muy interesantes…

Durante varios años el taller funcionó de un modo ágil en Tibás, donde estaba mi apartamento; logramos trabajar una serie muy significativa de ediciones, carpetas de obra gráfica, etc… No obstante, nos dábamos cuenta de algunos inconvenientes muy marcados como era el espacio pequeño, el tránsito de personas… De pronto se dio un hecho coyuntural muy importante, creo que en 1995 vos me invitaste a participar de las ediciones del Taller de la imaginación, que era el espacio de producción gráfica de Andrómeda con sus diversas propuestas gráfico-poéticas. Eso nos agradó y llamó la atención y observamos algunas de las ediciones que circulaban por el mundo cultural costarricense. Me parece que influyó la amistad creativa para lograr mucho trabajo profesional de gran calidad…

 

ALFONSO PEÑA

Todo lo que remarcás es verídico y puntual. Desde un inicio las ediciones del Taller de la imaginación, se destacaron con el aporte y la producción de trabajos de Gerardo González, Otto Apuy, Álvaro Bracci, Florencia Urbina, Rafa Fernández, Hernán Arévalo, entre otros… Incluso no nos detuvimos solo con la serigrafía, una que otra vez se experimentó con técnicas mixtas y otras fusiones… Cada creador aportaba conocimientos y con eso el taller era bastante interactivo… En los primeros meses las ediciones eran bastante individuales y aisladas, sin embargo, cuando vos te integraste trabajamos un primer proyecto de más aliento. De ese modo emerge tu serie de serigrafías que llamamos Nuevas abstracciones de Fabio Herrera. Configuraban una colección de serigrafías con temas gestuales y mensajes musicales y poéticos, todavía rememoro algunos títulos: Bichos, Mola, Tríptico, etc… No obstante, hubo una propuesta que fue muy importante y rupturista, fue la edición de serigrafías para el volumen trilingüe Maderas de Fabio Herrera. Considero que hay todo un trasfondo en estas ediciones que a los lectores de Agulha revista de cultura les interesará conocer: se trató de una transformación alquímica de la materia, de tus diálogos con la naturaleza, de hacer complicidades entre la xilografía y la serigrafía…

 

FABIO HERRERA

Sobre mi participación en El taller de la imaginación considero que fue muy simpático el momento cuando llegué a hacer mi propuesta, más cuando ya había un avance considerable con el paso de importantes artistas que habían lanzado sus proyectos gráficos… Como vos apuntás la mayoría de las ediciones eran individuales y aisladas y no conformaban un “corpus” que englobara una colección de obra gráfica, esto no significa que aquellos trabajos no tuvieran destellos de calidad, todo lo contrario…


Me encontré con un depósito de saldos de tarros de pintura de todos los colores, retazos de papel con formatos irregulares, tiras alargadas y oblongas, también una suma de materiales muy interesantes que todavía no se habían utilizado. Recuerdo que el Maestro impresor era Junior Reyes, y desde el primer instante tuvimos mucha sintonía y comunicación y de un modo rápido comenzamos a idear la forma de plantear nuestro proyecto. La abstracción fue brotando sobre el papel en blanco, sumado a una alta dosis de libertad creativa, una armonía para lograr terminados más que interesantes. Esas ediciones son muy novedosas, con recursos y símbolos gestuales que llaman la atención de los espectadores y ni que decir de los momentos mágicos cuando al final de la tarde vos llegabas y entre los tres veíamos el producto de la faena del día. Esos formatos irregulares están muy bien logrados y es una etapa inolvidable…

Cuando se alcanzaba la suficiente información y las suficientes impresiones con plastas, manchas planas de color, imitando superficies, y jugando en distintas series con diversos conceptos nos dimos a la tarea de hallar nuevas posibilidades de texturas y de materialidad, de documentación, y la intención de perpetuar algunas superficies rústicas y primitivas que estaban en los ríos, en los deshechos, en la orilla de las playas y de esta manera ante una gran diversidad de materia orgánica, fundamentalmente maderas, me dediqué a hacer unas impresiones en xilografía y a raíz de ahí tuve la idea de imprimirlas en serigrafía para facilitar y dar una nueva calidad de impresión y de edición con una nueva modalidad de la abstracción y que de alguna manera documentara una gráfica excelente a partir de la materia de los deshechos…

Al principio lo que era solo la pata de una mesa vieja, o una tabla que no tenía ninguna importancia comenzó a convertirse en un paisaje, los cachos de un animal, o de pronto aparecía un ser extraño, o figuras totalmente fantásticas, también había flores y objetos de forma escultural… Y de ese modo empezamos a enriquecer una nueva iconografía de impresiones limpias y puras a una sola tinta (negro), sobre un papel blanco muy pulcro, nítido, y de esa manera se conformó una colección importante de imágenes y que está configurado en el volumen Maderas de Fabio Herrera (1998). El volumen es una bella pieza de arte que contó con una edición numerada y por supuesto la Carpeta de las Maderas, además, presentaba una introducción de la historiadora cubana Clara Vila Santo Domingo, bajo el sello vanguardista Ediciones Andrómeda / Taller de la imaginación.

 

ALFONSO PEÑA

En nuestro abordaje podemos vislumbrar la eficacia de los diversos proyectos que organizamos y llevamos con buen rumbo. Incluso se pueden mencionar otras ejecuciones como Piel Planetaria, Tauromaquia, Amighetti in memoriam, El surco de la gubia, para la expo de grabadores costarricenses/ brasileños, entre otros… Podemos oscilar entre las diversas fuentes y notaremos tu conexión y colaboración con poetas, narradores, muchas veces logrando en las propuestas una gran conexión con diálogos artísticos de altísima calidad,  y sin embargo, deseo hacer referencia a la edición Antología del Surrealismo en Nuestra América del poeta Floriano Martins. Este es un documento poético gráfico que con el paso de los años se ha convertido en un referente, en una pieza esencial del Surrealismo Latinoamericano…

Un día de tantos Floriano me escribió que si nos interesaba editar el libro, le contesté que por supuesto, que era una alegría y asumíamos la responsabilidad. Con nuestro equipo editor planeamos la edición de la antología junto a tu colección de retratos surrealistas. Vayamos al origen de los retratos en serigrafía de los vates del inconsciente. Será muy provechoso escuchar tus palabras sobre el mapa de trabajo, la estructuración de las ediciones, y el terminado final que son vitales, vigorosos, con perfiles psicológicos muy hechiceros … La colección se ha difundido profusamente tanto en el libro impreso, como en revistas, sitios surrealistas, blogs, páginas de los artistas, internet, etc... La colección de los retratos tuvo una brillante participación en la expo surrealista Las llaves del deseo, Museo Municipal de Cartago, 2016, y se puede observar completa en el catálogo de la expo: http://agorart.org/las_llaves_del_deseo/es/fabio_herrera.html.

 


FABIO HERRERA

Un volumen de más de 200 páginas de poesía surrealista latinoamericana, eso es la antología Un nuevo continente de nuestro amigo Floriano Martins. No tengo que pensar mucho para confesar que este fue uno de los proyectos más vivaces y emocionantes de mi vida. Siempre he sido un admirador de los poetas y su poesía, de ese modo he participado en muchos poemarios en la parte gráfica, en las portadas, etc… Un día de tantos vos me visitaste en mi taller y después de un cafecito me diste la noticia de que me traías una invitación para crear la serie de retratos de los poetas surrealistas… Eso me pareció algo magnífico, maravilloso… Planeamos el modo de trabajo y nos organizamos en llevar adelante un proyecto tan importante, de tanta responsabilidad, nada menos que crear alrededor de 33 retratos a dos tintas y en tiempo prudencial… El trabajo de investigación fue muy agudo por medio de la lectura de la poética de cada creador, tratar de ahondarme en sus metáforas, su sensibilidad individual, lo mismo me entregaste una gran cantidad de material de apoyo gráfico, fotografías de los poetas, etc… Reitero que el trabajo sobre los rostros, los perfiles de los poetas, desde diversos planos poéticos, psicológicos, fue algo laborioso, fue un ejercitarse y abordar campos no muy convencionales… La verdad que era un reto enorme, pero lo llevamos adelante y llegó el momento que estábamos preparados para la impresión en serigrafía. El proceso requería para cada retrato un día de estudio de la imagen, otro día para diseñar las “artes”, y un tercer día de impresión a dos tintas (sepia y negro) en mediano formato y una edición limitada de ejemplares… Y de esta manera día a día, semana a semana, mes a mes, fueron emergiendo aquellos rostros y perfiles que poco a poco pertenecían a mi mundo de imágenes circundantes, de lo cotidiano, quizá de repetir sus versos y observar las imágenes… Hasta que llegamos a la finalización y la emoción que experimenté fue indescriptible al observar los retratos en el cuidado volumen antológico con su estupendo diseño gráfico.

En este momento con el libro en la mano me sumerjo en un viaje interior y veo todo lo que ha acontecido con nostalgia y simultáneamente con alegría de saber todo lo que provocó y desencadenó este gran proyecto… Muchas veces los retratos llegan a mí, de un momento a otro, a cualquier hora veo las imágenes de Roberto Piva, Olga Orozco, Juan Calzadilla, Téofilo Cid y César Moro, que se aproximan y me saludan efusivamente… ¡Viva la poesía!

 

ALFONSO PEÑA

Hay un pasaje que es prácticamente desconocido o inédito, se trata de las conversaciones que se sucedían en el taller con algunos de los personajes que asistían a la producción y edición de sus obras, esos eran episodios particulares, extraordinarios, llenos de anécdotas, encuentros imprevistos, y más de una vez ahí se iniciaba un proyecto, una utopía… Cómo no recordar los diálogos con Harold Fonseca y sus retratos verbales del Grupo Ocho, o sus disertaciones sobre la poeta Eunice Odio, o las prologadas conversas con Felo García sobre tácticas futboleras, arquitectura espontánea y su pasión y conocimiento de la abstracción… Recuerdo que Mario Maffioli influyó con su curiosidad y pesquisas en acercar a la mítica artista Carmen Santos, que tenía un extenso período de estar alejada de los tinglados artísticos… Carmen se integró al taller y trabajó una valiosa colección de obras abstractas que conforman su universo personal y creativo. En más de una ocasión en diálogos fugaces te has referido a Carmen Santos y su legado… Cabe afirmar que ésta es una oportunidad propicia para que tu testimonio quede registrado…

 

FABIO HERRERA

¡A Carmen la valoro como una niña traviesa! Carmen Santos, pintora de otra dimensión, rayaba, trazaba, plasmaba con fuego y con la fuerza de la Madre Tierra, era la creatividad encarnada. El espacio como terreno fértil lo reducía al mínimo, ya fuera la ausencia de la luz o la luz misma en su plenitud sin caer en el abuso del adorno o la distracción; ella iba al grano, era directa en su manera de hablar y sabía comunicarse con el elemento que tuviera a mano. Era ella misma, su mente, su instinto y su cuerpo juntos y valientes como guerreros que solo podían ganar la batalla, jamás perder…

Cuando Carmen apareció en El taller de la imaginación fue una alegría y me llamó la atención que durante su pasaje de varios meses realizó algunas obras en pequeños formatos, con sus texturas características y sus composiciones equilibradas… Carmen no ocupaba mucha ornamentación para crear un dibujo, una pintura, un objeto artístico… De súbito frente a la mesa de impresión sacó de su cartera unos materiales que traía y se puso a crear… Su trabajo gráfico es bastante sui géneris, porque a la par de realizaciones muy simples, hay otras propuestas más entretejidas y abstractas… Con plastas, tintas metálicas y otros elementos y rudimentos utilizados con mucha propiedad. Estoy convencido de que este período creativo de nuestra querida artista fue a manera de despedida, esas pinturas y la gráfica estoy seguro que constituyen sus trabajos postreros… ¡Y lo mejor fue que ella disfrutó a plenitud sus últimas composiciones!

 


ALFONSO PEÑA

En relación a la figura de Carmen Santos, hay mucha tela que pintar y seguir pintando hasta el infinito. Tu semblanza de su huella por el taller es muy poética y sentida. Ciertamente el bagaje humano, poético, de Carmen era muy amplio y generoso. Ella era certera y valiente en sus exposiciones verbales, muy aguda, a veces eso hería a sus interlocutores y vos sabes que muchas veces no se lo perdonaron. Sin embargo, ella era una artista singular, bien plantada, con una filosofía muy clara. En el taller tuvimos largas charlas sobre muchos temas, anécdotas muy especiales y te confieso que aprendimos de ella en abundancia. Ella era una artista que le gustaba trabajar colectivamente, en sus telas que estuvo trabajando nos invitó a participar, de ese modo con Junior Reyes en muchas ocasiones efectuamos trazos, manchas y nos enseñó a elaborar sus texturas personales… Su escuela quedó esparcida en los diversos ámbitos donde ella acudió y ejerció su maestría, siempre con una sonrisa, la sonrisa de no tomarse nada en serio… ¡Esa era su receta!

¿Nos queda algo en el tintero?

 

FABIO HERRERA

Considero que este documento hacía mucha falta, era necesario dar a conocer aunque sea de una manera fragmentaria el trabajo que se llevó a cabo en El taller de la imaginación, en mi nombre y en el de mi producción gráfica te agradezco a vos, a los impresores Junior Reyes y Alex Valerín su disponibilidad, y profesionalismo en la producción de mis obras; lo mismo prolongo la felicitación y el reconocimiento para Agulha Revista de Cultura, dirigida por el poeta Floriano Martns por ser el vehículo preciso y directo donde se divulga el arte y la creación latinoamericana y de otras latitudes, ¡Salud!

Seguro que el guiño amistoso y de reconocimiento se lo brindamos al artista Paco Amighetti. En un trabajo colectivo de alto voltaje editamos la serie Tauromaquia, Amighetti in memoriam, conformada con creaciones de Rudy Espinoza, Alberto Murillo, Hernán Arévalo y Fabio Herrera. Al constatar que ustedes trabajaban esa temática los invitamos a participar. La idea surgió de Rudy y Alberto y la acogimos; fueron unas jornadas muy especiales tener con nosotros a figuras prominentes del grabado costarricense y curiosamente los cuatro muy cercanos al maestro y su mundo creativo. Como era de prever el terminado de la carpeta fue de gran factura y fue recibido con mucho entusiasmo por los amantes del grabado. A muchos amigos de diversas nacionalidades que se ocupan de estos menesteres les llama la atención de la calidad y la vigencia del grabado en Costa Rica… A diferencia del resto de Centroamérica, que no tiene esa intensidad, pareciera que esta es tierra de grabadores desde los tiempos prehispánicos…

 

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Agulha Revista de Cultura

UMA AGULHA NO MUNDO INTEIRO

Número 159 | outubro de 2020

Artista convidada: Mariana Palova (México, 1990)

editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com

editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com

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revisão de textos & difusão | FLORIANO MARTINS | MÁRCIO SIMÕES

ARC Edições © 2020

 


 

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