Viaje imaginario se llama la pintura digital que hace tres semanas me envió Susana Wald desde México. Venía encriptada en un correo electrónico, cariñoso y severo como ella, un obsequio y entrada a su obra. Las dos palabras juntas, obsequio y entrada resumen el fondo documental que la artista y Ludwig Zeller han legado a la Universidad de Talca, Chile.
Se trata de los
papeles que Susana y Ludwig, especialmente ella, fueron empacando y llevando consigo
desde el experimento conocido como La Casa
de la Luna, Chile, 1968, hasta fundar Oasis Publications en Canadá, en 1974.
Ambos, ella fundamentalmente, continuarán registrando y archivando por las décadas
siguientes hasta su nueva mudanza intelectual al Callejón de la Luna, Oaxaca, México donde fundan El Vaso Comunicante, en 1994. En San Andrés
de Huayapam siguieron reuniendo abundante material creativo hasta la muerte de Ludwig
Zeller, ocurrida hace un año.
Mudanza de papeles,
bitácoras, invitaciones, afiches, fotografías y cartas. El cruce de continentes
entre América y Europa tiene su rastro en este fondo documental asociado al desarrollo
del surrealismo y sus vasos comunicantes, donde se escuchan las voces de Edouard
Jaguer y del grupo Phases, de Eugenio Granell, de Phillip West. Ponemos atención
en las rendijas de este archivo, como sugiere Foucault, para oír los susurros de
un intrincado mapa surrealista: la voz apagada de Enrique Gómez Correa, de Aldo
Pellegrini, de Magritte e incluso del propio Bretón. Importado desde México, este
fantástico archivo de arte pesa más de setecientos kilos. Y fue abierto en Talca
para ser democratizado.
Siendo fiel al
postulado surrealista de los vasos comunicantes y el azar objetivo, el grupo de
documentos retorna a la ciudad del grupo Mandrágora. Ha viajado a la mitad continental
de Chile donde Susana en 2014 había instalado un mural: Amanecer de Mandrágora, en el edificio sede del poder político local.
La serie llegó en octubre de 2019 en medio de una revolución, cuando el país ardía por los cuatros costados. Viajó por aire este impresionante cargamento importado gracias a la gestión del surrealista talquino Guillermo García. Son cuadernos escritos por la pausada letra y prolija voz de Susana. Abro una caja: desde las bitácoras se deja leer la rutina de los artistas atrapados por un presente continúo donde el sueño y la vida se intercalan con igual importancia. Aparecen los procesos cotidianos de trabajo y vacío, los sueños, la mente de la archivera del surrealismo, Susana Wald, queda abierta en este fondo compuesto por series y subseries, documentos que son padres, hijos, madres e hijas de una misma historia por la que se puede subir, pero también bajar en plena oscuridad, con linterna. Este año editamos con Guillermo García un primer libro sobre este archivo. El catálogo de arte titulado En busca de lo inasible, [1] que publica algunas claves para la primera exposición de la obra de Susana Wald en Chile programada para octubre de 2021 en Santiago y en Talca.
El libro, curatoría
de Macarena Bravo Cox, es una primera entrada al archivo: series artísticas, cerámicas,
huevos, collages y mirages. Su visión de los femenino, su propia bitácora de vida
junto a Ludwig como una inicial lectura a este fondo que se integra a los archivos
de arte del Centro de Documentación Patrimonial del Instituto de Estudios Humanísticos
de la universidad de Talca.
ARCHIVO DE ARTE | Susana Wald:
nacida en Hungría en 1937, sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial y de Stalin,
emigra en 1949 junto a su familia a Buenos Aires. En 1957, cruza la cordillera desde
Argentina a Chile para radicarse en Santiago, donde se encuentra con Ludwig Zeller.
Juntos, sin tiempo que perder, se dedicarán a la difusión del surrealismo a través
de su propia obra, poemas visuales, sincronías, pero sobre todo en colaboración
con los demás, irán produciendo cientos de libros y trabajos creativos cuyas pistas
se encuentran en el archivo adquirido por la Universidad de Talca para el fortalecimiento
de las humanidades, las artes y la cultura.
Talca en mapudungun
significa trueno, la ciudad del trueno y del relámpago, al borde del Río Maule,
río de las nieblas, confín del imperio Inca. La ciudad de La Mandrágora, volcánica
y feudal. Talca la árida y atribulada, tal como la describió Pablo de Rokha, se
ha hecho posible reunir un fondo que comienza a ser clasificado, preservado, estudiado
y digitalizado. Desde acá esperamos estimular nuevo conocimiento, convocar a seminarios
y acciones de arte, editar libros, reconstruir, posiblemente, una buena parte de
la historia del surrealismo latinoamericano a partir de los papeles de Susana y
de Ludwig, pero sobre todo reconociendo en Susana a la médium, a la archivera, a
la arconte y gestora de información documental cuya capacidad para clasificar y
preservar un movimiento, que a su modo sigue en la vanguardia, en la frontera, sorprende
por su fuerza eruptiva. Talca está a los pies del volcán Descabezado Grande. Activo
como el movimiento. Explosivo, a decir de Enrique Gómez Correa.
Nos llena de alegría contarle al mundo que somos los custodios de este archivo de obra, de procesos conscientes e inconscientes, organizado por una mujer, o mejor dicho, por la fuerza creadora de lo femenino. Y no es casualidad, porque lo femenino siempre fue esencial para el movimiento surrealista; distinto de la mujer, deseada, citada, dibujada, escrita en la producción visual y en la estética del movimiento, lo femenino, para Susana Wald, constituye el gran motor creador. A la universidad, esperamos, vendrán muchos investigadores atentos. Vendrán a celebrar los 100 del surrealismo en 2024. Este archivo de obra, con sus series y subseries permitirán conexiones fortuitas entre literatura y estética.
LAS MEMORIAS | Los archivos
de arte, como el que se esboza acá, constituyen grandes imaginarios que se encarnan
en objetos. Desde estos objetos es posible deducir sentimientos. Estos sentimientos son archivables a manera de
escritos, imágenes, sonidos, producciones de arte. Son un medio de acumulación histórica,
como también forma de memoria almacenada y recuperada. [2] Las memorias de Susana Wald son una guía,
dentro de otras guías, debido a que sabemos que fue ella quien se encargó de registrar
y organizar. Ahora corresponde a la Universidad su puesta en valor, así como estimular
su intervención y acceso igualitario, además de su correcta valoración en el tiempo.
Creemos que la
memoria no desaparece con la muerte del protagonista o con su olvido, por ello nos
sumamos acá a una concepción moderna en el campo de los archivos de arte. Creemos
que este repositorio de documentos debe transitar a la producción artística, esperando
que incluso el propio archivo llegue a leerse como una obra de arte. Las disquisiciones
sobre este tema podrían dar lugar a innumerables debates entre archiveros, eso lo
sabemos.
Es común en algunos
artistas la documentación de su obra como un acto deliberado para su conservación.
Pero el caso de Susana Wald es único. En Andy Warhol se produce también esta suerte
de archivo, como en la obra de Susana y Ludwig. El deseo de Warhol de ordenar en
cajas su producción mientras reubicaba su estudio se podría asimilar al caso de
los chilenos, en su mudanza marcada por tres grandes cambios de domicilio: Chile-Canadá-México.
Sirva como una suerte de inventario, o cápsula del tiempo, como las que Warhol acumulaba
junto a su cama hasta que se llenaban. Ahí recién las cerraba con fecha y hora y
las ponía en su archivo. [3] Sin embargo,
en el archivo de arte de Ludwig y Susana esto va más allá de la mera construcción
de una cápsula del tiempo. Constituye, creemos, un acto deliberado de registro y
memoria, del que nos hacemos cargo, y nos honramos en custodiar para abrir al mundo.
NOTAS
1. Wald, Susana. “En busca de lo inasible”. García, Guillermo;
Bravo, Eduardo, editores. Centro de Documentación Patrimonial del Instituto de Estudios
Humanísticos de la Universidad de Talca. Chile, 2020.
2. Santelices, Carolina. Guzmán, Cecilia. Construcción de archivos
de arte. Universidad de Playa Ancha, Facultad de Ciencias Sociales, Valparaíso,
Chile. 2010.
3. “Llevé algunas cajas de cápsulas del tiempo a la oficina. Son
divertidas, cuando las revisas hay cosas a las que no quieres renunciar”. (Andy
Warhol, “The Warhol Diaries”. Entrada del martes 30 de septiembre de 1986, p.762).
En Santelices, Guzmán, 2010.
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Agulha Revista de Cultura
UMA AGULHA NO MUNDO INTEIRO
Número 160 | novembro de 2020
Artista convidada: Susana Wald (Hungria, 1937)
Fotógrafa convidada: Dulce Ángel Vargas (México,
1981)
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
editor assistente | MÁRCIO SIMÕES | mxsimoes@hotmail.com
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