segunda-feira, 28 de dezembro de 2020

CONEXÃO HISPÂNICA | Circe Maia

IGNACIO URANGA | Circe Maia: la palabra que descubre

 


Circe Maia nació en Montevideo, Uruguay, en 1932. Publicó un primer libro de poemas a los 10 años (Plumitas). En 1957 publicó En el Tiempo, en 1963 Presencia Diaria, y en 1970 El Puente. En 1972, cuando su última hija apenas tenía 4 días, los militares irrumpieron de madrugada en su casa llevándose a su esposo, quien estuvo dos años preso en varios cuarteles del país y, finalmente, en la paradójica cárcel de Libertad.

A partir de este episodio surge la escritura en prosa de Un viaje a Salto (1987). Este libro es uno de los testimonios de historias personales durante la dictadura militar en Uruguay, y fue traducido al inglés por Stephanie Stewart y publicado en formato bilingüe en el año 2004 (A Trip to Salto. Swan Isle Press, Chicago). En 1976 es destituida por la dictadura de su cargo en Secundaria. En 1981 publica un cuarto libro: Dos Voces. En 1986 publica Destrucciones, un libro en prosa. En 1990 publica Superficies, en 1999 De lo Visible, y en el 2001, su último libro hasta ahora: Breve Sol. Es Profesora de literatura inglesa, literatura francesa, y ha incursionado en el griego moderno, el alemán, y el chino. En 1999 fue seleccionada junto a otros poetas sudamericanos para traducir a Shakespeare (en su caso le correspondió Measure for Measure), y tiene poemas traducidos de William C. Williams, Dylan Thomas, Ezra Pound y Robin Fulton, entre otros. De los poetas griegos, ha traducido a Yannis Ritsos, Odyseas Elyttis, Constantino Kavafis y Rois Papanjélou. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, italiano, portugués y sueco. En 1996 se publicó una antología de poemas en sueco (Lund, Suecia), con traducciones a cargo de Orjan Axelson. El escritor Brian Cole publicó una selección de más de 70 poemas, bajo el título Yesterday a Eucalyptus (Brindin Press, 2001), que fuera seleccionado como “Poetry Book Society Recommended Traslation”.

Circe Maia nació en Montevideo, Uruguay, en 1932. Publicó un primer libro de poemas a los 10 años (Plumitas). En 1957 publicó En el Tiempo, en 1963 Presencia Diaria, y en 1970 El Puente. En 1972, cuando su última hija apenas tenía 4 días, los militares irrumpieron de madrugada en su casa llevándose a su esposo, quien estuvo dos años preso en varios cuarteles del país y, finalmente, en la paradójica cárcel de Libertad.

A partir de este episodio surge la escritura en prosa de Un viaje a Salto (1987). Este libro es uno de los testimonios de historias personales durante la dictadura militar en Uruguay, y fue traducido al inglés por Stephanie Stewart y publicado en formato bilingüe en el año 2004 (A Trip to Salto. Swan Isle Press, Chicago). En 1976 es destituida por la dictadura de su cargo en Secundaria. En 1981 publica un cuarto libro: Dos Voces. En 1986 publica Destrucciones, un libro en prosa. En 1990 publica Superficies, en 1999 De lo Visible, y en el 2001, su último libro hasta ahora: Breve Sol. Es Profesora de literatura inglesa, literatura francesa, y ha incursionado en el griego moderno, el alemán, y el chino. En 1999 fue seleccionada junto a otros poetas sudamericanos para traducir a Shakespeare (en su caso le correspondió Measure for Measure), y tiene poemas traducidos de William C. Williams, Dylan Thomas, Ezra Pound y Robin Fulton, entre otros. De los poetas griegos, ha traducido a Yannis Ritsos, Odyseas Elyttis, Constantino Kavafis y Rois Papanjélou. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, italiano, portugués y sueco. En 1996 se publicó una antología de poemas en sueco (Lund, Suecia), con traducciones a cargo de Orjan Axelson. El escritor Brian Cole publicó una selección de más de 70 poemas, bajo el título Yesterday a Eucalyptus (Brindin Press, 2001), que fuera seleccionado como “Poetry Book Society Recommended Traslation”.

Su obra es recogida en antologías uruguayas: Antología de la poesía uruguaya contemporánea (1966) de Luis Bordoli, 36 años de poesía uruguaya (1967) de Alejandro Paternain, Antología crítica de la poesía uruguaya (1900-1985) (1990), de Roberto Apratto, Mujeres. Las mejores poetas uruguayas del siglo XX (1993), cuya selección estuviera a cargo del poeta Washington Benavides. También la incluyen antologías latinoamericanas: Giovani Poeti Sudamericani, edición bilingüe (Giulio Einaudi, Turín, 1972), Poesía femenina latinoamericana, edición bilingue inglés-español (Mary Crow, Pittdburgh, Pensylvania, 1987), y Poesía Sempre. Año 1 N° 1 (poesía brasileña e hispanoamericana, Río de Janeiro, Fundación Biblioteca Nacional-Ministerio de Cultura, 1993). En el 2002, algunos poemas traducidos por Brian Cole fueron incluidos en el Volumen 24 de Comparative Criticism (Edited by E.S.Schaffer. Cambridge University Press 2002). Fue invitada a diversas cumbres y encuentros de poetas en España (Madrid, 1991; Salamanca, 2005), Grecia, Suecia (Malmö, 1996), Perú, Argentina y Brasil (Río de Janeiro, 1993).

IU | ¿Cómo empezó este viaje de ida hacia la escritura? (Porque es un viaje de ida la escritura, ¿no?)

 

CM | En realidad, yo vería a la escritura como un viaje de vuelta, más bien, de regreso desde lo que se ha vivido y lo que se ha leído. Pero tal vez te refieras a ese otro viaje –interminable, sólo de ida– que se hace en busca de una perfección inalcanzable.

En mi caso, el viaje empezó muy tempranamente. Como la mayoría de los niños, descubrí la poesía en los juegos y en las canciones. A veces el lenguaje se mostraba como algo para ser disfrutado intensamente. Por siglos, en las canciones infantiles se podían oír viejos romances españoles –que creo que desgraciadamente ya no se cantan. Era una tentación inventar otros, aunque sin cantarlos, decirlos, nomás y era ya un poema. Mi padre se tomó el trabajo de reunirlos y publicarlos como un librito, cuando yo cursaba el último año escolar. Creo que fue un error, salir demasiado temprano para ese viaje que decías.

 

IU | Decís que la escritura es un “viaje de vuelta”. ¿Un modo de regresar al juego de la infancia? ¿Se puede volver?

 

CM | No, lamentablemente no podemos regresar en ese sentido. Yo te decía de la escritura como “regreso”, en el sentido de que es siempre posterior, es una “respuesta” al acto previo de leer a otros poetas y de vivir alguna experiencia vital que parece incitarte a escribir.

 

IU | “A veces el lenguaje se mostraba como algo para ser disfrutado intensamente” ¿Cómo es hoy?

 

CM | Hoy sentimos también lo mismo: la sensación de un intenso disfrute al leer algunos textos que nos conmueven, textos en los que el lenguaje parece adquirir una temperatura, una densidad especial.

 

IU | Te leo y veo en tus textos pensamiento filosófico adensado a partir de situaciones cotidianas, con un lenguaje sencillo: ¿lo cotidiano es el punto de partida para escribir un poema?

 

CM | Sí, pero lo cotidiano mirado desde un ángulo especial, es decir, liberado de sus automatismos, de su sometimiento a las “tareas del momento”, diríamos. La mirada del poeta requiere cierto distanciamiento.

 

IU | Dije “veo”, pero también escucho tus poemas, y encuentro un trabajo muy cuidado en el plano sonoro: ¿qué lugar ocupan en la mirada y el oído?

 

CM | Tienes razón en lo que dices sobre la mirada y el oído, ambos igualmente importantes. A veces el poema se inicia por un ritmo especial y unas pocas palabras, a veces el tema es justamente esa difícil relación entre ambos.

 

IU | “El lenguaje no cubre sino descubre” ¿El lenguaje en sí cubriría y el poeta vendría a quitar el velo? ¿O hay en esas palabras tuyas cierta, digamos, “aura” de la aletheia griega?

 

CM | Me gusta eso que has escrito sobre la conexión con el concepto de verdad entre los griegos. Un develar algo que está oculto, pero tal vez eso sea demasiado pretencioso... Por lo menos podemos decir que a eso tendemos, que eso tratamos de hacer, aunque rara vez se logre.

 

IU | El registro que usás en tus poemas es sencillo, sin embargo la sintaxis está complejizada: ¿el la sintaxis donde se logra la opacidad?

 

CM | Lo que yo trato de lograr es la transparencia, no la opacidad. Si esta aparece, es muy a mi pesar y tal vez la sintaxis tenga algo que ver, pero no lo había notado.

 

IU | ¿Uno decide escribir?

 

CM | Creo que no es una decisión, sino más bien un acto que responde a esa necesidad de “respuesta” de la que te hablaba antes.

 

IU | Cuando no se escribe: ¿qué se hace?, ¿se traduce?

 

CM | Sí, se escucha otras voces, a veces en otros idiomas, y casi siempre existe la tentación de hacer esa especie de “recreación “, que es el trabajo del traductor. En esta tarea hay muchas frustraciones, pero también pequeñas alegrías..., como siempre digo.

 

IU | Cuando terminás un poema ¿te deja conforme o siempre queda un margen de insatisfacción?

 

CM | No siempre. Después de escribirlos quedan en reposo por algún tiempo. Los releo entonces con ojos fríos, elimino o tacho algún adjetivo innecesario y luego quedan así nomás, solitos, frente a los ojos del lector. Es él, el lector, el que va completarlos finalmente, incorporándolos o rechazándolos.

 

IU | “El lenguaje parece adquirir una temperatura, una densidad especial” ¿En la filosofía hay también esa intensidad? ¿No hay mucho de poesía en la filosofía?

 

CM | Según los autores. Hay mucho de poesía en los presocráticos, o en Nietzsche, pero no veo ningún trazo de ella en la moderna filosofía anglosajona, en los neo-positivistas, por ejemplo.

 

IU | ¿Qué estás escribiendo ahora?

 

CM | Ahora escribo pequeñas piezas de teatro, a veces propias, a veces adaptaciones para nuestras limitadas posibilidades.

 


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§ Conexão Hispânica §

Curadoria & design: Floriano Martins

ARC Edições | Agulha Revista de Cultura

Fortaleza CE Brasil 2021



 

  

 

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