Director desde la adolescencia, participa en 1965 en el Primer Festival de
Teatro de Nancy con su grupo El Juglar. Tenía 19 años y logra ya algo imposible
para aquella época: sin haberse presentado nunca en Buenos Aires se proyecta internacionalmente
directamente desde Córdoba a Europa. Posteriormente viajan a Polonia donde el grupo
comparte la Mención de Honor con Alemania Oriental en Varsovia y obtiene el Primer
Premio en Cracovia. A su regreso a Argentina se encuentra con la indiferencia del
mundo teatral porteño frente a sus logros en Europa. Carlos responde creando en
Córdoba el Primer Festival Nacional de Teatro, de cuya organización es excluido
en el año 1967, al comienzo de la represión política en su país. Este hecho lo determina
a abandonar su país natal.
Esta entrevista tuvo lugar en ocasión del Festival Pirandello que
se realiza en todas las salas y espacios del Ateneo de Caracas y cuya organización
está a su cargo. Según Carlos Giménez la idea “fundamental para organizar el Festival
viene de la necesidad de relacionar al teatro como un hecho social dentro de la
comunidad en la cual se inserta”, en este caso la importante colonia de inmigrantes
italianos, involucrar a la empresa privada en el quehacer cultural, llevar la cultura
al alcance de todos los estratos sociales, hechos de los cuales el teatro venezolano
ha vivido un poco al margen. Consecuentemente con esta idea, el Ateneo de Caracas
proyecta organizar anualmente festivales dedicados a otras figuras importantes del
teatro universal.
VMI & AMFR Si tuvieras que construir tu
biografía mínima, ¿cuáles aspectos de tu vida escogerías?
CG Mi llegada a Venezuela en noviembre
de 1969. Porque eso define mucho, no sólo los aspectos profesionales de mi vida,
sino también los aspectos personales, es decir qué es lo que iba a hacer con mi
vida y mi profesión.
Después como ese acontecimiento divide mi vida en dos, yendo hacia atrás,
a mis experiencias en Argentina, es importante el momento cuando egreso de la escuela
en el año 1964 y me voy a Europa. Ahí tomo contacto con un mundo totalmente desconocido
y hay un deslumbramiento que significa que por lo menos yo, no voy a quedarme encerrado
en los parámetros ni de la ciudad ni del país donde nací. Me doy cuenta que hay
un desfase entre lo que yo quiero y lo que mi entorno, mi hábitat, me da.
Además en 1965 arrancan simultáneamente todos los movimientos que van a tener
enorme repercusión en el mundo teatral, como es Nancy, como es Grotowsky, como es
Eugenio Barba, es Jacques Lang, es Els Joglars de Barcelona y La Comuna de Portugal.
En Polonia presentamos una pieza que ganó uno de los premios del Instituto Internacional
de Teatro (ITI-Unesco), llamado “El Otro Judas” de Abelardo Castillo, uno de los
más eminentes intelectuales argentinos de aquella época y el director de “El Escarabajo
de Oro”. Con esa pieza que yo dirigí ganamos la Mención de Honor con Alemania Oriental
en Varsovia y en Cracovia ganamos el Primer Premio.
VMI & AMFR ¿Qué importancia tuvo en tu
carrera profesional este éxito en Europa?
CG Decisiva. Ese momento y posteriormente
la fría recepción que tuvimos en Argentina al presentar la misma obra, determinaron
que debía abandonar mi país.
VMI & AMFR ¿Y viniste directamente para
Venezuela?
VMI & AMFR ¿Cuándo se funda Rajatabla?
CG El 28 de febrero de 1971, con
el estreno de “Tu país está feliz”. En este momento manifestamos nuestro deseo de
formar un grupo con un elenco estable, un productor estable, una sala propia a largo
plazo, que permitiera una evolución de nuestra estética y un repertorio muy sui
generis que respondiera a las necesidades del grupo. Fueron todas expectativas que
fueron superadas por la realidad del trabajo. En ese momento pasan cosas importantes
como por ejemplo el Festival Internacional de Teatro de Caracas.
VMI & AMFR ¿Ya en ese momento Rajatabla
era parte del Ateneo?
CG Rajatabla casi siempre dependió
del Ateneo de una manera más o menos informal, pero a partir de los éxitos obtenidos
con nuestras presentaciones – “Tu país está feliz”, “Don Mendo” – y finalmente con
el primer espectáculo que se monta con el nombre de Rajatabla que es “Venezuela
tuya”, de Luis Britto García, pasamos a ser el elenco estable del Ateneo de Caracas.
VMI & AMFR ¿Qué importancia se le da en
Venezuela al Festival Internacional de Teatro de Caracas?
CG Yo personalmente creo que es
de importancia vital, porque consolida todo un aspecto y una filosofía de vida frente
al teatro. Sin embargo, es un hecho relativamente incomprendido en todo el contexto
venezolano, por la inversión que esto significa. Es verdad que sería muy beneficioso
para el país si el Estado invirtiera ese dinero en otras prioridades importantes,
como por ejemplo crear una Escuela Nacional de Teatro, una Compañía Nacional de
Teatro, pero nosotros sabemos que esto no sucede. Nuestro país es el imperio de
los hechos consumados, de la cultura de facto. Yo creo por otra parte, que el Festival
proyecta y genera una relación internacional del teatro venezolano, le abre nuevas
estructuras, eleva el nivel de reflexión, potencia y califica la labor de nuestros
creadores y genera toda una apertura que incorpora a una gigantesca clase a la actividad
teatral, especialmente a la gente joven.
VMI & AMFR Recordamos que en 1979 sufriste
un grave accidente. ¿Qué significó para ti?
CG Fue otro de los hechos fundamentales
de mi vida. Porque a través del accidente y a través de la respuesta y de la solidaridad
que obtuve, la adhesión afectiva de la gente, establecí una relación importante
con el país.
VMI & AMFR Este año vas a dirigir “Chuo
Gil” en los Estados Unidos, ¿cómo te preparas para esta nueva experiencia?
CG Con gran entusiasmo, pues esto
significa entrar al teatro profesional de Estados Unidos, a través de un elenco
muy importante, dentro de un esquema de trabajo diferente y un equipo de producción
enorme y un sistema casi mecánico de producción. Es entrar a un estado de la profesión
que, tal vez, es menos humano, pero es muy interesante para transitarlo
VMI & AMFR ¿Cuáles crees que son los valores
más importantes de tu propuesta teatral?
CG En primer lugar que cada vez le tengo más terror a las fórmulas. Me es difícil
racionalizar mi método de trabajo, puedo utilizar 4 o 5 conceptos de Stanislavsky,
introducir elementos de la técnica de Brechtiana, pero yo no soy pedagogo, no soy
un maestro.
VMI & AMFR ¿Hay sin embargo fórmulas concretas que rechazas?
VMI & AMFR ¿Por qué has decidido volver a
montar “Tu país está feliz”?
CG Porque mi propuesta estética no va disociada de mi propuesta ideológica.
Yo quiero volver a montar no sólo esa obra sino los 20 espectáculos que hice aquí.
Llevar a cabo una especie de buceo vivo para ver qué ocurrió con todo lo realizado.
La reflexión a lo lejos permite ver las cosas con un sentido mucho más profundo
y a mí personalmente me permite descubrir qué territorio oculto puedo transitar
para hacer una nueva recreación. A mí se me ha acusado de ser reiterativo y es verdad,
soy una especie de maniqueísta que se encerró en una serie de códigos personales
y hasta que no los termine de agotar no voy a estar libre, son como mis fantasmas
que yo asumo hasta liberarme de ellos.
NOTA
El telón se bajó muy pronto para
Carlos. Murió el 27 de marzo de 1993. En su corta vida dirigió más de 60 obras de
teatro, tuvo inmensos éxitos como “Bolívar”, “Martí, la palabra”, “Tu país está
feliz”, “Señor Presidente”, “El Coronel no tiene quien le escriba”, “El Campo”,
“La muerte de García Lorca”, “La Honesta persona de Sechuán”, “Casas Muertas”… que
le depararon gran cantidad de premios en Venezuela y en el extranjero. Con Rajatabla
recorrió el mundo entero con sus espectáculos, fue invitado a los principales festivales
de teatro del mundo y creo muchas de las instituciones más importantes de Venezuela:
el Festival Internacional de Teatro de Caracas, el Instituto Universitario de Teatro
(IUDET), el Taller Nacional de Teatro, el Teatro Nacional Juvenil de Venezuela,
etc, etc, etc. Dirigió el Festival Internacional de Teatro de Caracas hasta 1992.
Gracias a Carlos, María Teresa Castillo y todo su equipo, en Venezuela no tuvimos
necesidad de ir a Nueva York, Londres o París, y tener dinero, para ver el mejor
teatro del mundo: el mejor teatro venía a nosotros, a nuestra casa, lo podíamos
ver pagando una entrada económica y en el café Rajatabla nos encontrábamos con Lindsay
Kamp, Kantor, Griselda Gámbaro, Manuel Puig, The Berliner Ensemble, Eva Bergmann,
Els Joglars, Nuria Espert... Y nos sentábamos a sus mesas y hablábamos, y nos entendíamos
aunque no sabíamos una palabra de alemán, polaco o sueco, porque en teatro el sentimiento
es el idioma universal. Y para ese idioma no se necesitan palabras. Sólo corazón.
Carlos, entre otras de sus virtudes, fue un director que siempre apostó por la dramaturgia
venezolana y latinoamericana. Aunque dirigió clásicos, lo de Carlos fue siempre
estar abriendo caminos, para sí y para otros, para otras, siempre abriendo caminos
con una generosidad que no tenía límites. Cuando la dictadura acabó en Argentina,
Carlos fue llamado desde su ciudad natal y le ofrecieron un cargo importante, muy
bien remunerado: Carlos viajó y ayudó a formar el Festival Internacional de Teatro
de Córdoba y después regresó a Venezuela. A su país. El país que él había elegido
como suyo. En Córdoba, una sala de teatro lleva su nombre. En Caracas no. Pero su
obra fue tan inmensa que Carlos está siempre presente: él sigue estando en todo
el teatro venezolano así hayan pasado 17 años de su muerte. Carlos no se olvida
nunca, aunque ninguna sala lo recuerde. Su vacío, todavía, no lo ha llenado nadie.
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VIVIANA MARCELA IRIART (Argentina, 1958). Periodista, narradora, guionista y dramaturga. Fue coeditora
de las revistas Intermedio y Primera Fila (1984-86, Venezuela) y editora
de la revista subterránea de cultura Machu Picchu (1978, Argentina). Autora
de libros como Una cierta Mirada (novela) y Puerta Abierta al Mar
(teatro).
ANA MARÍA FERNÁNDEZ DE RODRÍGUEZ (Argentina). Escritora. Coeditora de las revistas Intermedio, Primera
Fila, Actual y de la editorial Angria, Caracas. Entrevista originalmente
publicada en Intermedio (Caracas, 1984).
El autor del espectáculo Tu país está
feliz, mencionado al final de la entrevista, es el brasileño Antonio Miranda.
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Agulha Revista de Cultura
UMA AGULHA NA MESA O MUNDO NO PRATO
Número 185 | novembro de 2021
Curadoria: Floriano Martins (Brasil, 1957)
Artista convidado: Luis Scafati (Argentina, 1947)
editor geral | FLORIANO MARTINS | floriano.agulha@gmail.com
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