EL PRIMER PONTÍFICE POETA DOMINICANO | Si bien lo sagrado entremezclando el paganismo al cristianismo está presente en el modernismo latinoamericano, y lo encontramos en Rubén Darío el poeta mayor del movimiento con sus famosas Letanías a Nuestro Señor Don Quijote y su no menos celebrado Responso a Verlaine. Sin embargo, todo eso con nombres católicos y con un tono solemne, resulta en el fondo más bien pagano. Si buscamos encontraremos en abundancia expresiones místicas de verdad en San Juan de la Cruz y en Santa Teresa de Jesús, por ejemplo; sacramentales en obras tan famosas como El Paraíso Perdido de Milton o La Divina Comedia de Dante y mesianismos en cantidad desparramados en la poesía universal; vamos a ser más modestos y nos concentraremos en lo dominicano durante el siglo pasado, particularmente en Domingo Moreno Jimenes, en algunos antecedentes del postumismo y en el movimiento mismo.
En Góndolas (1912 y 1913) de Vigil Díaz encontramos los iniciales atisbos de esa sacralización pagana. El primer poema del libro es una introducción para explicar el contenido de los ocho restantes: En el propileo. En el vestíbulo del templo, como dando una sensación de que su libro era una especie de catedral pagana:
“Si eres bárbaro, político o guerrero, aviéntate también, pues debes tener hediondo el velludo cuerpo y corrompida el alma; en Esparta y Roma adoraban a Marte, en Athenas le odiaban por grosero y brutal!!... mas, si eres capaz de ofrendar a la Emperatriz Inmortal, blancas palomas y ánforas de perfumes, cálzate las azules sandalias y arrodíllate en el peristilo: –voy a oficiar!!...Arrodíllate, que abierto está el áureo tabernáculo que guarda en sus pánidas (sic) entrañas, la helénica oblación espiritual.”
Para magnificar lo que decimos, su gran amigo Ricardo Sánchez Lustrino, con el título de Vigil Díaz (incluido como epílogo de la segunda edición deGóndolas de 1913, hace justamente un siglo), lo elogia, en contraste con el artículo utilizado como prólogo de la autoría de Gustavo Mejía Ricart, que acusa a Vigil de plagio. Entre otras cosas, leemos allí, que este poeta era:
“Genial, suave como un perfume de rosas. Musidor, panderetero como un alegre Pierrot enamorado de las noches plenas de luz y romanticismo. Poeta, verdadero. Poeta en la vida y en el símbolo. Su jardín es todo de lirios y rojos claveles. Es rarísima y complicada orquídea, crecida a fuerza de estufa, en el crudo invierno podrido de esta época de asco y martirio...
Nada serio en la forma, ríe, ríe de la vida a quien goza contrariando con su desdén apolíneo. Ruiseñor de lo armónico y pontífice en la palabra musical.”
Resaltemos lo de pontífice, porque con un poco de suerte a Vigil lo hubieran llamado así.Y él, que era de un temperamento sarcástico, lo hubiera llevado con mucho orgullo porque era una manera de llamar a los grandes. Más tarde, en septiembre de 1920 en la revista La Cuna de América, Lorenzo Despradel tildó a Tristán Tzara de pontífice del dadaísmo.”
De modo que los pontificados en 1921 estaban en el candelero literario del país en forma de un elogio pomposo y romántico.
De modo que aunque la salida de Ricardo Sánchez Lustrino no hizo fortuna, Vigil Díaz fue el primer poeta dominicano a quien se le endilgó un Pontíficado; nada y nada menos que de la palabra musical.
LO RELIGIOSO EN DOMINGO MORENO JIMENES | En cuanto a Domingo Moreno Jimenes, el fundador del movimiento Postumista, el antecedente más lejano nos los ofrece su nieta Bárbara Moreno García, que como tuvo acceso a secretos familiares, en la Cronología Sucinta, anexo No.5de su obra El recorrido poético de Domingo Moreno Jimenes, impresora Datadruck, Nersingen, Alemania, 2001, página 347, revela:
“1903. Él decía con convicción que cuando fuese grande sería sacerdote, y esto lo afirmaba con tal insistencia que su madre le hizo una sotana que el pequeño Domingo usaba cada día, preparando además una mesa con todos los objetos necesarios para celebrar una ‘misa’ a la que asistían todos sus amiguitos.”
No ponemos en duda esta aseveración sorprendente, porque, a pesar de su temperamento hosco y retraído, revela condiciones innatas de líder para concitar solidaridades de seguidores en su entorno, como ocurriría catorce años después.
De cualquier modo, contrario a Vigil, en Moreno hay un antecedente de vocación sacerdotal, y quizás por eso hizo fortuna lo de Pontífice cuando, del mismo modo que Sánchez Lustrino con Vigil, fuera llamado así por Enrique Apolinar Henríquez en 1921.
¿Hay en los poemas de sus dos primeros libros Promesas y Vuelos y Duelos revelaciones que nos remitan al sacerdote infantil o al futuro Pontífice del Postumismo?
Aunque en Obras Poéticas de Domingo Moreno Jimenes (Del gemido a la fragua), editora Taller, 1975), aparecen muchos de los poemas que componen estos dos volúmenes, del primero faltaron 61 de 106, y del segundo 34 de 79. En total 63, la mayoría descriptivos y románticos.
Sin embargo, en uno de los omitidos, titulado precisamente Desnudez Bíblica, dedicado a Osvaldo Bazil (página 97 de Promesa) su relación con Jesús y su fe religiosa aparece, cuando señala:
¡Oh dulce Jesús dame tu benigna paciencia!
¡Oh santo Jesús, dame tu paciencia extrahumana!
Que si tienes corderos, también tiene corderos
Esta pastora tierna, esta pastora santa
Que va tras de mis ansias con esa mansedumbre
Que dan los ideales miríficos del alma!
Empero, conociendo esa precoz vocación religiosa, en los 185 poemas que componen estos dos volúmenes no encontramos ningún tropezamos con ningún otro rasgo lírico sacerdote de la infancia.
En cuanto a su apostolado poético del que tanto se habla, en la página 82d eese mismo libro, hay una señal, como una luminosa bengala en medio de la noche lírica amorosa, dedicado a un poeta muy popular en esos años y muy querido en todos los tiempos, que ya se destacaba como autor de Los Humildes yaparece con un título de desamparo tremendo, a pesar de estar metido entre dos admirativas:
¡SOLO!
A Federico Bermúdez
Aquí en la soledad es que se aprende
a conocer la ciencia no aprendida
de juzgarlo con sabio tino todo
pues en la calma solo se medita.
Aquí en la soledad, donde el vil fuego
no llega, y cuando llega ya es ceniza,
de esas luchas estériles del hombre
que a nada traen y nada significan!
Aquí en la soledad, todo entregado
a mi amada sublime, la Poesía,
amada que no miente y que no engaña,
de la que no cosecharé perfidias…
Aquí en la soledad, con ella siempre
ligada a mis anhelos de idealista,
toman ya para mí un aspecto nuevo,
los hombres, los fantasmas y la vida!...
COMIENZAN LAS SACRALIDADES POSTUMISTAS | Como hasta ahora hemos podido hablar del joven y romántico medio modernista Domingo Moreno Jimenes, que al final de Vuelos y Duelos confiesa haber leído a Prosas Profanas de Rubén Darío junto al río Soco en el Seibo, todo ha cambiado para bien suyo y de nuestra poesía a partir del viaje en 1918 a Sabaneta (hoy Santiago Rodríguez, de donde era oriunda su madre), a ocupar la dirección de la Escuela Primaria (por lo que dijo Carlos Sánchez i Sánchez en una carta a Bartolomé Galíndez incluida en el folleto Del Movimiento Postumista de 1922 que allí fue donde nació lo que luego sería conocido en la historia como el postumismo). Sin embargo, lo que nos concita es otra cosa. Es lo sagrado.
¿Dónde, cómo y cuando se inician las sacralidades entre los postumistas?
Ninguno de los escritores que han estudiado el fenómeno ha señalado documentalmente quién y cuándo llamó Colina Sacra al promontorio fuera de las murallas al norte de la ciudad colonial, que luego sería Villa Francisca la gran barriada de Santo Domingo, que conservó el nombre que tenía la hacienda propiedad del novelista Manuel de Jesús Galván el autor de Enriquillo, la novela más famosa internacionalmente de nuestro país. La cual fue vendida por sus herederos y urbanizada a partir de 1915 por Juan Alejandro Ibarra. Manuel Rueda atribuye el nombre a Vigil Díaz sin indicar de dónde lo sacó. Si eso es misterioso, tenemos algunas cosas claras que hemos averiguado: Sabemos que alrededor de 1918 Moreno Jimenes y María Teresa Valencia, su madrina y madre de crianza (que le inspiró el poema Mi vieja se muere en 1923), con quien convivía, al faltarle protección tras la caída del abuelo del poeta, el expresidente Juan Isidro Jimenes Pereira, y deciden salir del llano, como llamaban a la ciudad colonial, por haber tenido ella que vender su casa solariega de la 19 de Marzo. Villa Francisca se estaba poblando entonces y tenía calles señalizadas.
Por esos tiempos también, había ido a vivir allí el seibano Rafael Augusto Zorrilla, hombre práctico, y al parecer valiente, porque de guerrillero en las montoneras lo tildó Félix María Pérez, al llamarlo desertor de las columnas de Concho Primo. Dos años después Andrés Avelino vendría desde Santiago donde había hecho el bachillerato, a continuar estudios universitarios y fue contactado por Francisco Ulises Domínguez, figura clave del postumismo, viejo amigo de infancia y vecino de Moreno Jimenes en la calle Misericordia (hoy José Gabriel García), mi compañero de estudios de Derecho y mi amigo personal, quien en una conversación sobre el postumismo me contó que vio a este raro individuo vestido de verde como una cotorra llamando la atención, en un tiempo el que todo el mundo se conocía en el país como en toda aldea, mientras recitaba unos versos donde le asombró escuchar: Parece un trasatlántico de noche el malecón. Habló con él y cuando mencionó a Moreno Jimenes, con quien estudiaba pedagogía para el grado de Maestro de Segunda Enseñanza, Avelino se interesó y fueron a la Colina Sacra.
Ahora bien, en la tesis del entonces estudiante Víctor Ramón Ávila Suero para optar por la Licenciatura en Filosofía en la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo de 1973, aún inédita, con el tema El Postumismo razones estéticas y filosóficas de su origen, aparece una entrevista que le hiciera a Andrés Avelino (Pág. 159), donde leemos la siguiente declaración:
“Yo estaba en ese momento viviendo allá abajo (frente al parque Duarte) y Moreno Jimenes y Zorrilla residían en Villa Francisca, en la calle paralela a la actual Ave. Mella, o para más precisión, Zorrilla vivía en la Benito González esquina Jacinto de la Concha. Yo tenía 20 años. Zorrilla quería llevarme a vivir para su casa.
Yo le decía que no, que no me quería ir, que quería quedarme en mi cuchitril, solo, pero él insistía. Era verdad que yo no estaba tan bien para vivir solo, aunque yo comía en un hotel y lo único que hacía en mi cuchitril era dormir. Un día se apareció Zorrilla en un coche, y cargó con mis libros y mis cosas y se los llevó a su casa. Cuando yo llegué me encontré desalojado y me tuve que ir donde Zorrilla. Eso ocurría en realidad en un momento en que yo me encontraba en un estado económico malo y Zorrilla quería resolvérmelo de esa manera. Zorrilla era un hombre muy bueno, muy afectuoso; bueno, me llevó para su casa! Entonces, resulta que Moreno, Zorrilla y yo estábamos en la Benito González, cerca los tres.”
Más adelante aclararía Avelino, cómo surgió el nombre del movimiento contestando una pregunta del estudiante sobre su origen. He aquí su respuesta que nos parece oportuna y real:
“Tuvimos una serie de noches conversando sobre cómo debía ser el nombre, y una mañana, frente adonde vivía Moreno, estábamos él y yo hablando –ya lo habíamos estado la velada anterior– sobre cómo debía ser el nombre, y a mí se me ocurrió que debía ser postumismo. Se lo dije a Moreno, y él con su manera propia de ser, repitió: ¡Postumismo! ¡Postumismo! Le gustó el nombre. Entonces yo le expliqué por qué creía que debía ser Postumismo: debía ser Postumismo porque nuestro arte debía ser un arte de comprensión póstuma.
Nuestro arte debía triunfar después de nosotros muertos. Porque según yo, primero, y Moreno y Zorrilla que lo aceptaron después, nuestro arte era muy avanzado, –pretensión de muchachos de veinte años– y no debía triunfar sino después de nosotros muertos. Por eso era un arte de realización y de comprensión póstuma. Por eso debía llamarse Postumismo el Movimiento. Bueno, Moreno lo aceptó en seguida, pero Zorrilla era muy discutidor, era un crítico y tuvimos que discutir muchísimo con él que no lo aceptó en seguida, pero no fueron grandes discusiones porque Zorilla convino en que debía ser Postumismo y así hicimos la publicación en la revista La Cuna de América.”
Aunque tanto Avelino como Moreno se equivocaban a veces en eso de fechas, realmente Avelino llegó a la ciudad en 1920; posiblemente a fines de julio o principios de agosto, porque fecha un poema que aparecería en El Día Estético (No. 8 y 9), relatando un encuentro el 21 de septiembre de 1920 en el cual hablaron los tres de versolibrismo, de panedismo y pancalismo, los ismos puertorriqueños de Luis Lloréns Torres.
Como es sabido, Moreno incluye en Psalmos (este título de su tercer libro ya tiene connotación bíblica) muchos de los poemas que originaron elpostumismo de acuerdo con las declaraciones de Rafael Augusto Zorrilla y del propio Avelino, y son los publicados en Letras la revista de Horacio Blanco Bombona desde 1917 hasta 1921 cuando los yankees la cerraron por aparecer en la portada el retrato de Cayo Báez, el campesino mártir, torturado en los campos de Salcedo por la soldadesca invasora en complicidad con criollos sadomasoquistas, como se narra en Silvana, una página de la Intervención (Imprenta F. J. Carías, Moca, 1929) del escritor salcedense Juan A. Osorio Gómez.
Naturalmente, lo de postumismo se prestaba, y se prestó a muchas burlas, porque lo póstumo para un católico dominicano es una referencia luctuosa a cementerios, cruces, trajes negros. Algo íntimamente ligado a rituales religiosos.
Volviendo a nuestro tema, tanto lo de Colina Sacra, como el título de Psalmos y el nombre de postumismo daban pie a la sacramentalización del movimiento.
SACRALIDADES EN EL POSTUMISMO INICIAL | Es un hecho histórico: el postumismo fue proclamado en la segunda quincena del mes de marzo de 1921 en un número especial de la revista La Cuna de América, compareciendo a la proclama Domingo Moreno Jimenes, Vigil Díaz, Andrés Avelino, Rafael Augusto Zorrilla, Francisco Ulises Domínguez, Esteban Polanco Billini y Ramón Lora, con versos suyos; Ángel Rafael Lamarche, Luis Yépez como ensayistas críticos y Zorrilla, fundador, relatando el origen real del movimiento.
Curiosamente, los detalles sacramentales no vienen de los poetas sino de prosistas ajenos al grupo fundador. Fue el cónsul venezolano en el país, el modernista Luis Yépez, que tenía más de cinco años ejerciendo su cargo, por lo que era persona bien informada del ambiente cultural aldeano de aquellos años en un artículo titulado Consideraciones sobre el “Postumismo, y Ángel Rafael Lamarche, inquieto intelectual, que había formado parte del primer grupo llamado Los Nuevos en la década anterior, con el escueto El Postumismo, los que inicialmente hicieron hincapié en lo sagrado. Yépez, que está en contra del movimiento, declaró:
“El sistema o procedimiento usado por el gran artista es el mismo que todos los demás utilizan; está al alcance de todos; pero el gran artista ha puesto en la licencia, en la elipsis, en el tropo, en la metáfora o en la metonimia, sincera y sencillamente, la sal, el vino y el aceite de toda la gracia de su facultad creadora.”
Es el narrador Ángel Rafael Lamarche quien da la tónica de lo sagrado con mayor énfasis, llevándolo claramente al ritual católico y creando así un antecedente.
“Sea ello lo que fuere, ese vigoroso vuelo del espíritu exento en absoluto del convencionalismo; del interés egoísta; del afán precoz, bañándose en luz y derramando luz sobre la vida, es la suspirada norma que debieran seguir con entusiasmo todos los hombres, en la seguridad de que al cabo, de acuerdo con el incentivo nazareno se tornaran sus dichas “una por ciento.
Indudablemente que son escasos los que dejen la muelle complacencia de lo hecho y lo aceptado, para lanzarse al espinoso camino de Amargura, a deshacerse las túnicas en las zarzas; a recibir la afrenta del Centurión-Mediocridad; y a sentir en muchas ocasiones ¡cuántas! el beso maldito de Judas Iscariote.”
“Pero ello no importa, si por ley ineludible han de ser torturados y sacrificados los redentores, no es menos cierto que ha de llegársele su rubia mañana pascual en que asciendan resplandeciente de Verdad y se manifiesten al que dudó para decirle: “bienaventurados los que no vieron el resplandor del triunfo y sin embargo creyeron.
No creáis, por otra parte, que cada uno de estos convencidos, obedecen a una consigna de malabarismo estético; porque el ideal es sinceridad y es libertad, cada cual cede a sus impulsos íntimos, dentro del credo: Moreno Jimenes, el primero en recibir el agua de la iniciación, es entroncamiento de visiones en Avelino; serenidad en Zorrilla o angustia en Polanco (hablo de los que he tenido ocasión de apreciar su labor) no es extravagancias ni rarezas quirománticas –aunque se le quiera tachar así– es simplemente, repitiéndome, expresión clara, de sinceridad espiritual.
¿Desmayarán?... Quien es sincero no conoce de desmayos ni tiene vergonzosas retiradas.
Seguirán por la estepa “bajo el odio del viento y de la lluvia”, locos para los más, inoportunamente raros para los menos, pero siempre henchidos de satisfacción y de fe!
(Las cursivas son nuestras).”
El propio Rafael Augusto Zorrilla en su Origen del Postumismo utiliza términos religiosos:
“Posteriormente comulgaron con nuestro credo los jóvenes poetas Ricardo M. Lora, y Esteban Polanco Billini y F. U. Domínguez. Estos denodados espíritus de innegable disposición para la lírica, han aportado su concurso intelectual a la obra del Postumismo.”
Retengamos ese “comulgaron con nuestro credo”, porque veintiún años después, el Benjamín del Postumismo, como lo llamó Moreno, escribió un libro con un título donde aparece el bendito credo.
Moreno Jimenes oportunamente incluyó como apéndice de Psalmos dos entrevistas que le habían hecho a principios de 1921, aunque se publicaron después de proclamado el movimiento. Una la hizo el citado Enrique Apolinar Henríquez que en el título llamaba a Moreno Jimenes de esta manera: En la Colina Sacra. Conversación sobre el Postumismo con el pontífice máximo de esta nueva escuela literaria. Siendo ese el origen del famoso pontificado de Moreno. Lo que dijimos sobre Vigil, no hizo fortuna. Esta, quizás por venir de uno de los Henríquez, apellido respetado en el medio, si la hizo. Pero no existió nunca dentro del movimiento un cargo con este nombre para sus miembros, aunque creara celos y recelos. Es algo que queremos señalar claramente: Nunca Moreno se auto proclamó Pontífice.
En cuanto al otro que en el cuerpo de la entrevista se menciona que uno de sus acólitos intervino, es sin dudas que fue Avelino, declarando: “No queremos romper lanzas en imposición ni en defensa de nuestro credo.”
Esto del credo no es invención de Moreno sino de los dos que luego se opondrían a cualquier forma de sacralización.
En el No. 4-5 del Día Estético, de 1929, al pie de la columna Aspas de noticias aparece un detalle revelador de cómo funcionaba el movimiento. Fijémonos bien a iniciativa de quién precisamente:
“A iniciativa del líder postumista Rafael Augusto Zorrilla fue ampliada la dirección del movimiento que estuvo constituida por D. Moreno Jimenes, presidente; Andrés Avelino, secretario y el propio Rafael Augusto Zorrilla, vocal. Ahora la dirección actual es D. Moreno Jimenes, director; Rafael Andrés Brenes, Jesús María Troncoso, Andrés Avelino, Francisco Ulises Domínguez, Luis Valdez, Pedro Landestoy Garrido, Manuel Llanes y Rafael Augusto Zorrilla, vocales. La anterior duró en sus funciones ocho años y nueve meses.”
En ningún momento la expresión Sumo Pontífice aparece en la jefatura o en la directiva de los postumistas. No había un cargo. Eso era exclusivo para Moreno.
En la otra entrevista que le hiciera el poeta Quiterio Berroa Canelo, publicada en la revista L..., el 5 de junio de 1921con el título de Edición Postumista, se declara:
“Ahora estábamos en presencia de Moreno Jimenes, el pontífice máximo de la naciente escuela literaria.”
Naturalmente, el nombre se prestaba para que los enemigos, que aparecieron en tropel, se burlaran de ellos. Diódoro Danilo (Juan A. Vicioso) famoso cronista social, fue de los primeros cuando el 18 de abril de en el Listín Diario, a poco de aparecer la proclama, escribió:
“Póstumo, en buen castellano significa publicado después de la muerte del autor, lo que nos hace creer, que esos jóvenes del Postumismo vienen publicando lo que ellos escribieron cuando estaban vivos, luego están muertos y si están muertos, a menos que no sea con la anuencia de un medium, les será completamente imposible expresar sus ideas póstumas; luego éste es el primer disparate de la escuela sabia.
Ni un solo momento pensamos que esto pueda introducir en el arte del buen decir la más leve modificación, nada de esto.
El Postumismo es una escuela de gente muerta, decimos gente muerte, por dos motivos: primero, por ser una escuela Postumista y segundo por ser su iniciador o iniciadores, jóvenes muertos, que no pueden iniciar nada.”
Como dijimos, a pesar de que Avelino ni Zorrilla eran mesianistas, lo sagrado aparece en ambos. En el famoso Manifiesto de Andrés de 1921, leemos:
“E–Seremos humanamente eternistas; con un solo Dios, nuevo, subpanteísta, que a cada quien permita buscar su religión en sí mismo. Para nuestra ruta no olvidaremos el Corán y la Divina Comedia, la Biblia y El Quijote.
“R–Un clamoreo de clarines y tambores modifica la belleza del momento. Son los iconoclastas de los viejos moldes que vociferan su último psalmo en el templo de la vida.”
Curiosamente, es nada menos que Vigil Díaz en un artículo donde comenta el Diepalismo, uno de los movimientos de vanguardia puertorriqueños, reproducido en su libro Del Sena al Ozama (1922) con el título de Postumismo y Diapalismo, quien llega a los más altos colmos de la sacralidad, hasta entonces:
“En la “Colina Sacra”, ese calvario del albaicín democrático y libertario de Villa Francisca, cima rebelde desde la cual el mago pontífice Moreno Jimenes, pretende como el sacerdote de Hotentocia, pasar a cuchillo la vieja estirpe goda del verso y la prosa castellana, he asistido a la más formidable audacia, al bautizo de la “Capilla Hortensia” especie de acrópolis Olímpica desde la cual el Júpiter tronante y sus demás corifeos fulminan a golpe de rayos líricos y rimbombantes descargas de críticas eléctricas a las divinidades mayores, que en acrobacia funambulesca, rumian en el llano capitolino, aristocrático y autocrático, sus viejos y desvaídos floripondios lírico-mentales.”
“Después de la consagración pontificia, mientras la basílica lírica resplandecía congestionada por la luminaria mental de las representaciones de la última y penúltima generación intelectual de nuestra república literaria liliputiense, un asistente al solio, impregnado de los encantos esotéricos de la sacerdotisaHortensia, promulgó los sagrados evangelios de Moreno Jimenes, evangelios que han de regir el presente y el futuro apolónico; las tablas de los valores que él considera el más definitivo, novedoso y panclástico ariete del pensar y del sentir humano; el manifiesto real y definitivo, el plano básico en el cual se apoyan los pioneers of the postumismo, para seguir colocando sus piedras miliares, y tender sus puentes de armoniosas quimeras.”
Más adelante, concluyendo su artículo, señala:
“–He aquí los evangelios de fuego recogidos de los labios indignados del heraldo vicariante; y si tales evangelios son sinceros, ya que la sinceridad, después del amor, es la única manifestación humana digna de encimarse al constante rebullir del barro traidor; si siguen sembrando sin observar de cual lado sopla el siroco africano, maligno y pestilente, haciendo como las nubes, que al cargarse, derraman sobre los surcos propicios la lluvia prolífica; si retiran las moscas que caen en sus redomas esenciales, para que no dañen sus perfumes.”
INTERMEDIO | EVOLUCIÓN SACRO-MESIÁNICA DEL MOVIMIENTO POSTUMISTA | EL MESIANISMO ENTRE LOS PROPIOS POSTUMISTAS | En el folleto intitulado Del Movimiento Postumista editado para celebrar el primer año de la proclama, en su ensayo Apuntes Postumistas Rafael Augusto Zorrilla se declara en contra del misticismo y el mesianismo. Esta será una tónica constante suya, hasta que cayó en la mascarada de 1934, como veremos luego:
“Reaccionemos de lo alegórico, de lo místico y teologal que han hecho del romanticismo un caso psicopatológico.”
Sin embargo, era tal la afición por lo religioso, que se le escapan algunos detalles:
“Nuestro Silva, en un solo poema, hizo andar a la poesía interminables lustros. La gravedad y el ansia de infinito que en ella se siente impulsan los espíritus por los verdaderos derroteros de la religiosidad artística.”
“Con la viabilidad de la belleza de los griegos y con el polvo y la sombra de esa belleza psicológica del Cristianismo, hagamos una belleza subconsciente perpendicular al plano subjetivo del alma moderna.”
Llegando, al final de su ensayo, a declarar un interiorismo tajante, tan claro y diáfano que no sé cómo Bruno Rosario Candelier y sus Interioristas no lo tomaron como uno de sus dogmas:
“Con el trascendentalismo de Emerson, las investigaciones ultra metafísicas de Maeterlink, el imperativo de los mundos interiores de Carlyle y el animismo de Jesús, hagamos las bases filosóficas del arte del futuro.”
Naturalmente, nadie le hizo caso y en el Postumismo, lo de Zorrilla es diferente totalmente a Avelino y a Moreno.
Sin embargo, el tono comenzó a variar en el propio Moreno Jimenes cuando apareció el primer número del Día Estético, la revista más importante del movimiento (hubo dos antes, X y La Voz), en el mes de septiembre u octubre (hay un suelto del 16 de octubre de 1928 en el Listín Diario comentando su aparición), en lo que se puede considerar su editorial, encontramos estas declaraciones polémicas del llamado Sumo Pontífice del postumismo:
Diálogos entre el Hombre y la Tierra:
“Me dijeron que la ciencia nació de la observación llevada hasta sus más infinitas derivaciones. ¿Por qué entonces suponer que el Arte engendró la Filosofía y no la Filosofía al Arte, como desde Plotino a nuestros días me dieron a entender los sabios?”
Más adelante inquiere:
“¿Qué es la ciencia en tu concepto, dime? Acaso, las disertaciones difusas de tantos instruidos de las colmenas de ideas que andan y corren, te han podido embotar la noción de conocimiento? Entonces, según tú, el arte sugiere y la ciencia crea. Justo. Entonces muchos sabios son artistas de la palabra y muchos soñadores sabios.”
Después deja caer esta frase dogmática:
“Realismo de buena ley es el que no se mengua con el tiempo” y al final: “¿Y cuándo llegaremos al auge de todos los problemas? Cuando la Tierra nueva sea propicia para la conversión del Arte en ciencia o, mejor dicho, cuando el hombre tome por Ciencia lo que por equivocación tomó por Arte.”
En uno de los libros más importantes de Moreno de 1931, con un título tan significativo que pudo traerle problemas con la incipiente dictadura: Días sin lumbre, aparecen poemas conocidos y muy antologados como La apoteosis del ogro, La Niña Pola y El Haitiano, y uno intitulado Fiel, que data de 1917, que trae esta confesión casi mesiánica:
Yo soy como las montañas, como las cumbres;
comulgo con las estrellas; al infinito
jamás mirar me ha espantado; si fuera planta
yo sería de esas plantas que vencen siglos.
¡Y mi trotón velludo piafa
hasta en la sacristía del preámbulo!
Si Vigil habló en 1912 del Propíleo, Moreno 5 años después se refiere a la sacristía del preámbulo. El aura sagrada flotaba en el aire.
En 1931 se publicó El último breviario de Moreno Jimenes, obra crítica de Rafael Andrés Brenes, en la cual comenta una respuesta airada de Moreno respondiendo en defensa de sus discípulos frente a unos elogios desaforados de Rafael Emilio Sanabia en los cuales anulaba a sus seguidores en una serie bajo el título de Al Margen de Decrecer, en el Listín Diario los días 30 de octubre, 6 y 13 de noviembre de1927:
“Yo admiro y juzgo sinceramente al Poeta Moreno Jiménez (sic) fuera de su apostolado postumista, muy lejos de la "Colina Sacra" y de tantas otras distracciones juveniles.
“Es indudablemente un poeta perfecto. Tan perfecto y castizo como lo fuera Gutierre de Cetina o Lope de Vega.”
Esta fue la Declaración de Moreno Jimenes en el libro El movimiento postumista inter-planetario de 1932, fechado el 1ro. de noviembre de 1927, como parte de la polémica:
“Permite que yo pueda vivir sin pan si es necesario; sin un pequeño grumo de cima, ¡oh padre!, si te parece conveniente. Permite que yo no me anche nunca por el mal ajeno. Permite que la ausencia sagrada de mi hijo me parezca rocío, sus lágrimas, besos y sus súplicas, manitas alzados al cielo de los hombres que nunca han sufrido doblez, ni máculas ni tristes realidades.
Permite siempre que yo pueda decir como ahora digo: hermano, te equivocaste: el Postumismo no es el camino de la imitación sino de la originalidad. Yo no soy más que hijo de mi padre, y no puedo ser nada ni crear nada. Lo que en mí existe hoy, existía pero ¡ay! de un modo distinto. Así las creaciones de mis hermanos y de mis amigos, son otra cosa aún después de mi creación y de mi alejamiento.
Sé que te resistirás a creerlo, pero oye: en nuestro arte "es más fácil ser original que no serlo". Y por último: después de nosotros, será un crimen decir,el arte de la poesia: habrá que decir por todos los siglos de los siglos, amén: la ciencia de la poesía, ¿oyes? La ciencia de la poesía, porque sus leyes las abarcará el espíritu, desconociéndolas por siempre el hombre. Y la ciencia, hermano, no es patrimonio de un solo hombre, sino de todos los hombres, y de todas las piedras y de todos los astros y de todas las moléculas de los infinitos mundos.”
Es asombroso que alrededor de 1927 o 1932 Moreno utilice expresiones mesiánicas, como si él se considerara hijo directo de Dios igual que Jesús, en: ¡oh padre! y Yo no soy más que hijo de mi padre, y no puedo ser nada ni crear nada. Claro está, todavía era el Sumo Pontífice del Postumismo y como tal podía darse esos lujos sacros y hablar de los siglos de los siglos, amén.
Al final del libro, con el título de Eco, Brenes concluye:
“Y le señalamos la trascendencia que para él y para los otros postumistas tenían sus palabras. El Maestro iba a sentarse a la mesa con sus discípulos; “Comed; este es mi cuerpo; Bebed, es mi sangre del nuevo pacto.”
(Nov. 7 de 1927).
Que si había dudas de que se parecía a Jesús, ahora es nada más y nada menos que el mismo Cristo, el Maestro en la última cena y el misterio de la Misa.
En el Número 12 del Día Estético aparece el Breve Comentario alrededor del poeta Domingo Moreno Jiménez de Julio Vega Batlle, que ya ha colaborado con poemas en dicha revista, por lo que se le puede considerar afiliado o miembro del movimiento:
“Como otro Mesías portador de una nueva y maravillosa Buena Nueva, ha llegado, por fin, a la tierra del arte y de la ciencia, este por tanto tiempo esperado,Apóstol de la Poesía!
“Como el Belenita de la Historia, éste también está lleno de Bondades y de Rebeldías. A su paso triunfal van cayendo, hecho pedazos, los ídolos falsos que la ignorancia o las pasiones encumbraron.
La fábula del Olimpo clausura su reinado. Las musas casquivanas han arrojado al fuego sus pomposos atavíos, y desnudas y asombradas se asoman al dintel de la Eternidad para verle pasar. Y él va pasando, lento y rápido, complejo y simple, entre murmullos de protesta y silencios admirativos!
De pueblo en pueblo, por las calles abigarradas y por los barrios tranquilos y dormidos, en ideal Peregrinación, va su Figura y va su canto, que repele y atrae, caminando rápido, la frente hacia el Cielo, hacia la tierra colgantes los brazos, perdida la mirada en un éxtasis eterno de creación y transformación!
Desde antes de nacer, ya el Eco le había presentido. Y siempre ha sido Poeta, en todos los instantes de su Vida. Vive en la Poesía y está en ella…” “Fue por luces y regresa lleno de sombras luminosas. Como la ya casi esfumada figura de Cristo, va de puerta en puerta donde el pan ácimo de sus maravillosas creaciones, a cambio de mendrugos de dolor que va guardando en el fondo de su alma!”
“Nació la Buena Ciencia– en el 1918, y ya es Escuela en todo el Continente.
Tres elementos la componen. El Dogma: la Sensibilidad-Emotiva y la Expresión-Sugerente.”
Concluyendo:
“De una Ciencia perfectible quiso hacerse un arte perfecto, y el resultado fue siempre una triste mutilación de alas y un imperdonable sacrificio de Pensamientos.
El maestro ha llegado. La Buena Nueva se expande con la rapidez del viento. La Campiña, adormecida y mustia, reverdece esplendores ocultos y frescuras perdidas. Tendamos a su paso alfombras de admiración y elevemos al Cielo las Palmas de la Gratitud.”
Estas ocurrencias continúan comparando a Moreno con Jesús en estas expresiones: Como otro Mesías portador de una nueva y maravillosa Buena Nueva, ha llegado, por fin, a la tierra del arte y de la ciencia, éste por tanto tiempo esperado, Apóstol de la Poesía!
Ya este lenguaje y esta mística estaban provocando reacciones diversas, y la más clara y definitiva fue la reunión para darle un Golpe de Estado al Pontífice del Postumismo.
EL GOLPE DE ESTADO AL SUMO PONTÍFICE | Hoy parece una bufonada, pero realmente ocurrió. Y está bien documentada. A Domingo Moreno Jimenes le dieron un golpe de estado institucional como Sumo Pontífice del Postumismo. A pesar de que ese título no existía realmente, dada la sensibilidad por las sacralidades sobre todo por las referencias al catolicismo en eso depontífice máximo (aún en el más acérrimo opositor a ellas, según su confesión), el asunto tuvo consecuencias y provocó reacciones en Moreno Jimenes.
Fue invitado y se le dijo que cubrirían sus gastos, ya que iba precisamente desde la Colina Sacra de Santiago en Los Pepines, sobre la barranca del Yaque, pero reaccionó enviando el 9 de diciembre de 1934 una comunicación con el título de Hijos míos, dadme la espalda, que ya es hora, que entre otras cosas dice:
“No me siento dispuesto a recibir limitación de tiempo y de espacio; por eso renuncio al derecho de elegir y de ser elegido. Verdad que vivo en el presente, y vivo como ya quisieran para sí vivir muchos; pero las luces de mis sueños se proyectan hacia el porvenir!”
“Mi ideal ya traspasó la esfera de las vanas palabras...” "Pero os dejo en libertad de modelaros, limitados o eternos, como querráis, según el imperativo de vuestra naturaleza sensorial. Verdad que este estuario de Santo Domingo es la sagrada tierra de mi infancia; no me negaré que mi adolescencia y mi juventud me tapizan la vida de imborrables recuerdos; pero toda la Isla Hispaniola es mi Ciudad Estética, y tengo como escenario al Mundo y como religión a América.”
“No quiero deciros quien soy: leed mi obra e interpretad mi vida, la obra de mi vida o mejor, a la vida de mi obra, quiero transportaros en estos instantes.
Y dejadme como una piedra inmóvil en el cruce de todos los caminos.” "No os detengáis a contemplarme; seguid. Demasiada debilidad la mía si yo quisiera retrotraeros a la necesaria esterilidad de mi existencia, siempre. Dadme la espalda como yo se la di a mi Madre y ya se preparan a dármela mis hijos. Buscad, otra orientación, pero no salgáis de mis brazos. Así me dáis un gusto infinito, como yo os idée: mudables!”
La defensa de Moreno fue hecha por Rafael Andrés Brenes. He aquí algunas de sus expresiones:
“Para no borrar de vuestras mentes el recuerdo de las palabras y las notas, y de vuestros corazones las emociones que su articulación o vibración produjeran, quiero solo agregaros que en esta cena espiritual, en donde el Maestro nos dio su cuerpo y su sangre, simbólicamente, hace falta un Judas que convierta el Maestro en Apóstol y al Apóstol en Cristo, para que el postumismo, como una religión artística, se derrame sobre el viento del invierno.”
Siendo Brenes el discípulo preferido de Moreno, reafirma su credo de que es el Mesías mismo, acusa a Zorrilla de Judas y ya no es sino el Apóstol convertido en Cristo, que es como una religión artística.
La reacción de Zorrilla en un artículo publicado en la revista Bahoruco el catorce de septiembre de 1935, con el título de Vade Retro Verba, entre otras cosas declara la razón principal del cisma y de quitarle a Moreno el alto rango religioso que era lo que más podía dolerle, aunque proclamando al postumismo por encima del cristianismo:
“El Postumismo no tendrá jamás, como su hermano menor el Cristianismo, un Divino-Maestro. Humano y eterno como es, da su cadencia rítmica en la homóloga homogeneidad del espíritu; por eso carece de tiempo para los ídolos y de espacio para el barro con que se amasan los caudillos.
La noción de pasado y de futuro no llega al subconsciente humano; la cultural del espíritu no tiene historia. Para la acción creadora sólo hay presente.
El Postumismo es acción y no reacción; del eco de la acción emerge la reacción.”
Pedro Troncoso Sánchez emitió sus opiniones en una carta del dieciocho de octubre dirigida a Zorrilla:
“En la selección de estos signos de expresión, el Logos Postumista desecha la palabra y adopta el símbolo, desestima el intelecto, que reproduce fríamente su objeto, y pone en libre labor a la intuición artística, que se identifica en ígnea compenetración Reverencia al Hijo, pero su devoción es el Espíritu Santo.”
“Yo veo en el Postumismo un síntoma dominicano de una creciente inquietud universal, de idéntica intención, que se manifiesta ya de modo violento en la Filosofía, la Religión y el Arte y que también insinúa sugeridoramente en la Ciencia.”
LA REBELIÓN DE MORENO JIMENES | Sea porque a Moreno le llegara muy hondo lo del Golpe de Estado como Sumo Pontífice, sobre todo porque no había sido elegido, sino que era un título de esos que se dan honoríficamente y sin ceremonia alguna. Él era el Sumo Pontífice por derecho propio, por ser el creador por excelencia. Y punto. Dicho en honor a la verdad y sin desmedro de Zorrilla, quien fue siempre el mecenas del grupo y su gran anfitrión.
Pero gracias a lo ocurrido nadie podía impedir que Moreno, libre de las ataduras capitaleñas, con seguidores fieles como Rafael Andrés Brenes y los Troncoso Sánchez, viviendo en el interior del país, caminando por todas las regiones y los pueblos del Norte, Sur y Este, rodeándose en todas partes de jóvenes escritores como el grupo Hermanos Deligne en Macorís que tenía en sus filas a figuras que luego se desatacarían en las letras y el periodismo como Freddy Prestol Castillo, Francisco Comarazamy, Andrés Francisco Requena y Francisco Domínguez Charro; en La Vega con Los Nuevos encabezados por Rubén Suro, que llegaría a ser su amigo y compadre; Luis Mac Despradel, Mario Concepción, Darío Suro y Van Elder Espinal; en la Colina Sacra de Santiago tuvo el apoyo de Juan Isidro Jimenes Grullón, Julio Vega Batlle, José Bretón, Octavio Guzmán Carretero, Pedro María Cruz, Diógenes Paulino Isalguez; en Monte Cristi, Chery Jimenes Rivera y su hermana Selene, Diódoro Daúl y María Serena, y un largo etcétera; en el Seibo a los que citaremos más adelante; de modo que, al año siguiente y fortalecido con el éxito del Poema de la hija reintegrada (1934), que se considera su mejor obra y el mayor logro postumista, ocurre lo que ya era imposible ocultar. En San Pedro de Macorís el solar de Deligne y la patria de chica de Federico Bermúdez se decñaró el once de septiembre de 1935 según la reseña del periódico La Opinión, con el titular de El programa radiofónico dedicado al alto poeta Moreno Jimenes, que en resumen señala que en la emisora HI1J de San Pedro de Macorís fue entrevistado por el locutor Miguel Zaglul (hermano de Antonio el psiquiatra), quien leyó una semblanza en verso de Moreno de la autoría de Manuel del Cabral; participando las profesoras Ana Victoria Daguado y Justina S. de Vega; el postumista seibano Sergio Beras que leyó un trabajo alusivo al Arte como Religión del Espíritu; y anunciado por Francisco Comarazamy que dijo algunas palabras de presentación y de la nueva ofensiva estética que tenía por finalidad proclamar al Arte como Religión Universal.
Moreno, antes de recitar unos versos pronunció estas palabras:
“En el Moderno Apocalipsis están los gérmenes del Arte como Religión Universal. Es un canto al Hombre de América en el año 2000. Y buena es la Meca de Gastón Deligne para proclamar al Arte como Religión Universal.”
Concluyendo su Acta No. 1, así:
“América es un campo virgen, y bueno es ahora, mientras comienza a liquidarse en Europa la Civilización Occidental, erigir, desde esta predestinada Isla del Caribe, al Arte como la segura y definitiva Religión del espíritu. Si todavía en el mundo algunos hombres no han despertado, nosotros no tenemos la culpa. Sabemos que en el ángulo donde se encuentren al culminar periclitados el materialismo y el espiritualismo, nacerá una nueva aurora de Humanidad que, conectando el Arte con los procesos psíquicos del Hombre, erigirá su función libertadora, como la segura y definitiva Religión del Espíritu. Y estemos alertas, porque el que tenga al Arte como Religión, vivirá dos veces.”
EL ACTO APOTEÓTICO EN LA COLINA DE ASOMANTE | Para concluir el periplo en el Este durante 1935, hubo un acto en El Seibo en el que participaron Carlos Rafael Goico Morales, Manuel A. Goico Castro, Francisco E. Beras, León Beras Morales, Manuel de Js. Pérez Morel, Héctor Barón Goico, y Manuel de Js. Goico en la Colina de Asomante lo llamó Maestro, y entre otras cosas, dijo:
“Moreno Jimenes ha concebido el Arte como cauce para llegar a Dios, y por eso lo ha proclamado como Religión Universal: ya lo afirmó lapidariamente en un arranque pindárico de taumaturgo y liróforo creador del Postumismo: “el que tenga el Arte como Religión vivirá dos veces.”
Moreno Proclamó el Arte como Religión y leyó las Actas 5ª y 6ª;Francisco E. Beras hizo la imprecación; Dolores Gloria Bobadilla hizo una expresión estética; hubo un cuestionario libre al Maestro; y hablaron los demás.
Estos hechos reseñados por la prensa nacional, motivaron el 19 de octubre de ese año a Enrique Jiménez embajador en Colombia escribirle una carta a Moreno (a pesar de que antes había atacado el movimiento), para decirle:
“Yo celebro y aplaudo tu divina visión al proclamar el Arte como Religión Universal.”
DETALLES DE MORENO SOBRE LA RELIGIÓN UNIVERSAL | En la tesis de Ávila Suero citada, en la entrevista inédita a Moreno Jimenes, entre las preguntas que le hizo hay una clave: “¿Por qué Ud. define el arte como Religión Universal? ¿Cómo Ud. entiende eso?”
“Como vínculo sustancial entre Dios y el hombre. Yo creo que ese es el mejor vínculo, porque siempre he tenido la poesía como un sacerdocio. Yo lo he dejado todo por la poesía. Para mí no ha habido comodidad ni nada. Lo único que me duele es no haber podido educar a mis hijos, pero lo he hecho por mi ideal. El ideal central de mi vida ha sido la poesía.”
Para muchos de nosotros que somos medio agnósticos, la proclama de Moreno parecía más radical; pero él realmente no fue ateo. Al final de la entrevista citada anteriormente declara su cristianismo de esta forma:
“Cristo siempre me ha inspirado. Yo siempre a Cristo he amado y admirado. Es una influencia, no de una religión positiva, sino una religión que nace de mi creencia en que hay un Dios, un ser superior.”
LAS REINAS DEL ARTE Y EL ARTE COMO RELIGIÓN UNIVERSAL | Moreno Jimenes elegía las Reinas del arte. En una edición del Día Estético con el título de Una Nueva Cosmogonía Americana (1936), se inserta un artículo del Pedro Troncoso Sánchez amigo de Moreno y los postumistas, miembro de una familia que lo distinguió siempre, y hermano de su mecenas, que entre otras cosas, dijo:
Y LA OCTAVA REINA HABLÓ…
“El poeta contempló la muerte y su dolor le llevó a buscar la vida; pero la vida no le satisfizo. Entonces erró desgravitado con la esperanza de descubrir del Arte, e interrogó a siete reinas que, una a una, encontró a su incierto paso, y las siete callaron, pero su silencio contenía aliento de creación. Más tarde encontró una octava reina, una que había recogido los siete alientos de las otras siete reinas y los había unido para que el logos increado pudiera expresarse, y hubo entonces estremecimientos de creación y la octava reina habló:
“El Arte es la expresión más grande del hombre, lo infinito. Permitid que recoja su óleo santo para saludaros… Mi misión es reafirmar el verdadero sentido de la vida y humanizar los cauces de la civilización.”
El poeta cayó de hinojos y sintió su frente humedecida por el aceite consagrador y advirtió que su ser gravitaba ya.
Desde entonces no reconoce otra substancia que la del mundo en que su existencia encontró apoyo firme. El Arte puro, y en el agiganta su alma hasta perder de vista todo lo extenso y temporal, hasta encontrar la Vida en la muerte y el Ser en el no ser.
Si religión es aquello que religa al hombre a la esencia absoluta de las cosas, y si el Arte ha hecho vislumbrar al poeta la plenitud de lo Infinito, es el Arte entonces su única religión; es, tal vez, la religión por excelencia. Por eso su faena es ahora un sacerdocio y su palabra poética, de honda procedencia, es una doctrina místico-filosófica que remueve viejos sillares para que la virgen tierra americana germine en una nueva forma superior del vivir la integración del tiempo y la eternidad.”
Aunque Moreno publicó libros con títulos que sugieren una continuación de su mesianismo como La Religión de América, etc., pero advertimos en lo dicho por Pedro Tronco Sánchez que la idea del Arte como Religión ya era un hecho aceptado y explicado, de modo que no sorprende lo que preparaban los seibanos dos años después de aparecido este libro.
LOS POSTUMISTAS SEIBANOS PREPARARON LA APOTEOSIS DEL ARTE COMO RELIGIÓN UNIVERSAL | La gran proclama oficial iba a ser en El Seibo sujeta al siguiente programa que aparece inserto en la segunda edición del Anodismo al Postumismo de 1938, que voy a copiar completa:
ORDEN A SEGUIR EN LA FIESTA DEL ÁGAPE MÍSTICO DE LOS POSTUMISTAS, A CELEBRARSE EN LA COLINA DE ASOMANTE, CIUDAD DEL SEYBO, EN AMÉRICA, EL DÍA 9 DE ABRIL DE 1938.
1º.- Presentes o en potencia todos los postumistas de la República, a las cinco de la tarde recibirán al Maestro, al Pontífice Magno del Postumismo, Domingo Moreno Jiménez, cuando éste llegue al pie de Asomante, donde hace tres años, el Maestro proclamó el Arte como religión Universal. 2º.- Una mujer elevada, LILIA BOBADILLA, leerá la ELEGÍA BLANCA, del Maestro, para que con el pan ácimo y el vino seco se purifiquen. Ese pan y este vino, así purificados, sublimarán, aún más, las almas, para así poder escuchar la voz del Pontífice. 3º.- Otra mujer, LINDA JACOBO, quebrará en mil pedazos la quijada de Asno y repartirá al mundo el beso de Adán. 4º.- Mientras el silencioso y místico ágape se realiza, el Maestro, transfigurado, verbidifundirá su mensaje al mundo. En ese mensaje el Maestro pautará objetivamente, su concepción del Arte como Religión Universal, sentará las bases del credo salvador y trazará caminos iluminados y puros. Mientras tanto los pájaros en el bosque ejecutarán melodías, y las nubes del cielo cubrirán de cintas el paisaje. 5º.- Acto ratificativo de la proclamación del Arte como Religión Universal. Algunos postumistas que quieran dejarán el goce del silencio y hablarán al Maestro. 6º.- Dispersión de los pétalos. El Maestro empinando su diestra sobre los espíritus, con sosegada impulsión arrojará blancos pétalos de rosas a todos los rumbos, como expresión simbólica de las rutas que franqueará la nueva verdad de su credo. 7º.- La noche llega. Santa Cruz del Seibo, Abril 6 de 1938. LOS HERALDOS Lic. Fco. Elpidio Beras - Lic. Carlos Rafael Goico - Manuel de Jesús Goico Castro
AMBICIÓN ANTILLANA DE MORENO | En una nota en la segunda edición del Diario de la Aldea de 1940, puso este epígrafe ilustrativo de su ambición antillana:
¿Qué haces hombre, que no fijas la vista en las tierras de tus tres islas? El triángulo de la religión universal necesita tres nombres, tres montañas, tres mundos. Sobre el nuevo faro que iluminará en el horizonte de los océanos.
Ese llamado a las Antillas hispanas fue siempre su preocupación. El año siguiente viajó a Puerto Rico; no pudo ir a Cuba, pero en Borinquen tampoco fue recibida esta proclama, pero si la integración, ya que Luis Hernández Aquino su anfitrión enarbolaba el integralismo, el sueño de José Martí, Federico Henríquez y Carvajal y Eugenio María de Hostos.
EL BENJAMÍN DEL POSTUMISMO | El llamado por Moreno Jimenes Benjamín del postumismo fue Rafael Núñez Rufino, que en 1942 publicó un libro de poemas prologado por él, con un título que reivindica la religiosidad artística, y aquel credo del que hablaron Avelino y Zorrilla aunque contra ellos, porque evidentemente su nuevo credo era el del Arte como Religión Universal, aunque no lo expresa así, sino que sencillamente su libro lleva el título de Voces para otro credo, publicado en Editorial El Diario.
Si uno busca, encuentra; en un poema titulado Contemplación, Núñez Rufino concluye:
Si Dios es justo, no lo sé:
Dios está en la órbita de sí mismo
haciendo una obra de arte…
EL MENSAJE DE LA VIDA DE MORENO JIMENES | En pleno mesianismo, Domingo Moreno Jimenes, envía en Una nueva cosmogonía americana un Mensaje de la vida:
Ofrece tu obra a la juventud
y sin esperar nada del Presente.
Bendice la Maldedicencia que te roe:
Santifica la Envida que te enturbia la alberca.
Cree más en tu alma-fuerza que en brazo-sentido…
Mejor que seas un aire leve de Eternidad
porque así no podrás ser muerto ni por la muerte.
CONCLUSIONES | Desde el momento en que aparecía escrita la proclama Moreno se encargaría de difundir, tanto él como sus discípulos, lo que llamaría Julio Vega Batlle, como los cristianos convencidos: La Buena Nueva.
De ese modo, lo que había comenzado en una Colina Sacra, con el nombre también luctuoso de Postumismo, poco a poco se fue convirtiendo, de un movimiento literario vanguardista en uno mesiánico, que concluyó primero convirtiendo el Arte literario en ciencia y luego el Arte en religión universal. Aunque Moreno no reniega del cristianismo tuvo sus momentos de dudas y en el fondo sustituyó la poesía o el Arte por todo lo demás. No es curioso que al final de la vida activa intelectual, en el último grupo al que perteneció fue llamado: La Cámara de los Doce, coincidiendo con el número de participantes de laÚltima Cena.
Vimos también algunas curiosidades, como las de los intelectuales entre los que estaba uno que llegó a ser vicepresidente de la República, que no lo llamaron simplemente Pontífice, sino Pontífice Magno, quizás porque el pontificado máximo se había ido con el seibano Zorrilla dos años antes, y lo más curioso es que, con todo y lo celoso que era Trujillo con los elogios a otros, y mucho más si su nombre no se mencionara, estos distinguidos señores, que llegaron a ser grandes personalidades del foro y de la cultura, no fueron molestados, a pesar de que el programa se difundió por la radio, por la prensa y fue publicado nada menos que en libros.
La última obra publicada por Moreno fue Santa Berta y otros poemas (1959) y en el titulado Exaltación Atlántica no solo exalta sino que glorifica a la declamadora Berta Singerman después de escucharla en San Cristóbal siendo Director del Instituto de Poesía Osvaldo Bazil, y con ello, la Religión del Artecanoniza aquella artista como la primera santa, constituyendo un acto de un auténtico Pontífice sin olvidar a Cristo ni Abraham, cuando le dice:
¡Oh Berta!
¡Santa Berta!
llega sin que te sientan,
y desennuda los puños de nuestras manos.
¡Oh Berta!
Santa de todos los santuarios del espíritu:
Crea una religión nueva,
Con Cristo y Abraham, delante.
Los tiempos habían preconizado tu llegada…
De modo que el niño que oficia misa en su financia, ha ido pasando por tantas cosas hasta ser declarado catorce años después Pontífice del primer movimiento literario dominicano, y no solo eso, sino que, restituido el título, consagrado de nuevo en Asomante, termina asumiendo realmente su legado ysantifica a Berta Singerman, aquella extraordinaria decidora de versos. Sin duda alguna, la argentina, al quedar consagrada para la historia como Santa, es, por los siglos de los siglos, amén: Patrona de la Religión del Arte.
Conferencia pronunciada en Santiago de los Caballeros el 18 de mayo 2013
Manuel Mora Serrano (República Dominicana, 1933). Trabalha junto à Secretaria Nacional de Cultura como conferencista e debatedor em diversos lugares do país e no exterior. Atualmente mantém contrato com este órgão para conclusão de várias obras de pesquisa, dentre elas uma História da Literatura Dominicana e Americana. Jornalista, narrador, poeta e ensaísta. Esteve no Ceará em 2008 participando de um encontro ibero-americano de produtores culturais que serviu de base para a criação conceitual da Bienal. Contato: luisero2004@yahoo.com. Página ilustrada con obras de Nelson de Paula (Brasil), artista invitado de esta edición de ARC.
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