En las figuras descarnadas de
Fabio Rincones están presentes sus temas de reflexión: el horror, el espanto,
los abismos del alma, el vacío, la soledad, el miedo, el terror, la muerte…
Aunque muchas se aferran a la calma, algunas reflejan el terrible sufrimiento
carnal. Son obras repletas de detalles realistas que evocan dolor y
sufrimiento. Angustia y desconsuelo compartido en lucubraciones cosmogónicas. A
través de esta breve entrevista Fabio nos acerca a su más sensible humanidad o
inhumanidad. Rincones posee un sutil pensamiento corrosivo, con una mirada
irónica que pareciera mostrar, como dijera E.M. Cioran ‘la felicidad del
malvado’. Quizá para hacernos comprender, desde la visión más oscura y
siniestra del arte, lo que las palabras ‘torturador’ o ‘creador’ significan. [FF]
FF
| Fabio,
¿cuál es su interés por el hombre, el ser y la forma humana?
FR
| Es
una cuestión natural, supongo. Esa
cuestión de mantener la relación con el hombre, con la forma humana, y no con
una divinidad. Recurro a ciertos elementos fantásticos y abstracciones que van
interiorizándose y exteriorizándose en mí. Para mí los hombres son formas.
Desde el arte los individuos forman estructuras y fluyen en el cuerpo, en el
espacio. Trabajo con figuras femeninas y masculinas manteniendo esa relación:
hombre-ser-espacio.
FF
| ¿Por
qué ese interés suyo por la composición de estructuras que fluyen en el cuerpo
o en el espacio?
FR
| En
principio porque el material muchas veces define el trabajo. Lo que uno tiene
alrededor, el cómo manipula la materia, el material, la forma, el lugar, el
espacio. A falta de ciertos materiales uno se las ingenia también, ¿no? Porque
la idea es cómo no dejar de hacer algo, no dejar de hacer arte, no dejar de
expresar. Por eso nos damos cuenta de lo que hay, que es bastante. Hay mucho
con qué trabajar, mucho con qué expresarse y desarrollarse.
FF
| Veo
en muchas de sus esculturas decapitaciones, desgarramientos, desprendimientos, estiramientos
de piel, cuerpos desangrados, fluidos,
crujidos y rasgaduras. Obras repletas de detalles realistas que evocan
sufrimientos, posiciones anatómicamente imposibles y figuras
salidas de su realidad interior ¿Cuál es su interés por
el tema de la muerte?
FR
| Es
la figura humana tomándola como base en relación a esas formas. Lo de la muerte
es simplemente un nombre para un cambio. La muerte es un cambio continuo, es
movimiento, transformación. Pero también es la permanencia del estado de las cosas.
El mismo entorno va cambiando en una especie de simbiosis orgánica. A lo mejor
ese cambio puede ser un tanto lúgubre, oscuro, siniestro… pero no deja de
conmoverme y sorprenderme.
FF
| ¿Cuál es su interés por lo angustioso y
tormentoso? ¿Se considera usted un torturador?
FR
| Soy
un creador.
FF
| Háblame
del aspecto técnico. Trabajas con yeso, cemento, cera, barnices, resinas… ¿Qué
materias, materiales o herramientas utiliza para el trabajo?
FR
| Una
parte de la obra es tallada, trabajada en yeso. Otra es trabajada en arcilla
‘secada al aire’, arcilla polimérica, sintética. Es como el barro, pero al
secarse queda sólida. Mis herramientas son pequeñas gubias, buriles, agujas,
destornilladores, punzones, bisturís…
FF
| Otra
cosa que llama la atención son los tamaños o volúmenes de sus piezas. Son obras
de pequeños o medianos formatos. Muy nimias, nunca grandes, espaciosas, colosales…
FR
| El
espacio limita, el espacio es un inconveniente. Vivo en un pequeño apartamento
con mi madre, por lo que tengo que trabajar en formatos muy modestos. Así que
me he limitado a moldear o esculpir desde lo más nimio. Me gusta que la gente
se meta en los cambios de escala, que se meta en mis pequeños personajes,
escudriñen en la perfección o imperfección de mis piezas. Soy meticuloso, los
detalles más pequeños e insignificantes me importan. A mí me gustaría causar un
impacto en la gente con grandes formatos, pero creo que con los pequeños
también lo logro.
FF
| Háblame
de los títulos de tus piezas, son un tanto insólitos, raros, extraños…
FR
| Los
títulos son códigos, códigos muy básicos del latín. Muchas veces la gente los
interpreta. Si no los interpretan nombran las piezas a su antojo, a la mejor
manera en la que ellos se sienten bien. La propia obra se comunica con ellos.
Ellos -el público, los espectadores-,
terminan por colocar el nombre con el que más se relacionan, con el que
más se identifican. No me gusta limitar a la gente, así que los títulos aportados
por ellos mismos son una inspiración. Por los que me gusta dejarlos a la
iluminación de la gente como un código abierto.
FF
| Su
obra tiende a lo onírico y surreal. ¿Cuál es su relación, desde la plástica o la poesía, con el
surrealismo propiamente dicho?
FR
| Me
gusta mucho Baudelaire. Por ejemplo, esta obra mía titulada ‘Ícaro’, tiene que
ver con un poema de Baudelaire: ‘El
lamento del Ícaro’. Es un Ícaro devastado. Lúgubre y devastado. El cual
también tiene mucho de misterio. Antes de trabajar con la realidad que me
precedía, comencé a trabajar con el misterio, lo de adentro, lo interno.
Comencé a trabajar con los sueños, pesadillas, pensamientos, sentimientos, en
fin… me gusta mucho el surrealismo.
FF
| ¿Le
interesa el mundo del comic, diseño y publicidad? ¿Existe alguna vinculación directa
con ello?
FR
| Ese
es otro medio. Mis obras no son ‘coleccionables’, no me interesa que se vean
como figuras de plástico decorativas o juguetes repetitivos como los de ‘Batman
o Robin’, porque son esculturas. Esculturas polímeras, artísticas, obras
plásticas (no de plástico); en sentido estricto. Comprendo tu pregunta Franklin
y sé, evidentemente, cuál es el problema: la escala. Ese es el peligro de
trabajar en pequeño formato. Mucha gente lo relaciona con lo otro por el
problema de la escala. El pequeño formato, en ese sentido, es un inconveniente.
FF
| ¿Cómo
formas o das forma a una imagen figurativa o abstracta? Por ejemplo, ¿cómo
construyes, destruyes o reconstruyes un rostro?
FR
| Un
rostro es una entidad. A veces no es destruirlo nada más, pues se queda en
formación. No es una cuestión de destruir, es una cuestión de transformación,
deformación, reformación latente, que se da así mismo desde su propia
ambigüedad, desde su propia perspectiva.
FF
| Hábleme
de sus dibujos. ¿Cómo es su relación con el dibujo y la pintura?
FR
| La
escultura es espontánea. El dibujo también es espontáneo. Para las esculturas
hago ilustraciones previas. En ese sentido el dibujo es fundamental. A veces me
llego hasta el dibujo y paso a la pintura. Soy dibujante, pintor y escultor.
Quiero englobar un conjunto de cosas, dar forma desde un punto de vista
profesional a todas estas disciplinas. Pero también quiero formalizarlo todo
con rigurosidad, más que con espontaneidad. Soy fundamentalmente un escultor. Soy
escultor. El dibujo es un apoyo de la pintura y la escultura, pero a veces cambia la visión de
uno como artista ¿no?
FF
| Una
última pregunta Fabio, ¿cómo es, en definitiva, la comunicación entre la obra y
tú?
FR
| En
principio surge una idea, pero a veces creo que esa idea ya está concebida. A
medida que voy trabajando con el material, ella misma se muestra. ¡No sé cómo
explicarlo! Es como si ya estuviera, si ya la conociera, previo a la
realización. Yo simplemente soy una herramienta, un vehículo que da forma a
algo que ya estaba hecho. Mis ideas o, mejor dicho, mis sentimientos a través
de mis obras, prolongan ese misterio, esa búsqueda constante del hombre que ya
estaba inserto en mí.
Franklin
Fernández (Caracas, Venezuela, 1973). Poeta, artista plástico y promotor
cultural. Ha publicado los libros La
Imagen Doble (entrevistas a artistas plásticos y poetas hispanoamericanos,
2006); Simples (poemario, 2006); La Escritura y tú (aforismos, 2010); Breves (aforismos, 2000). Ha trabajado
como Especialista en Gestión Cultural (Artes Plásticas), en el Ministerio del
Poder Popular para la Cultura, Estado Anzoátegui. Actualmente se desempeña como
Operario de la Imprenta Regional del Estado (Fundación Editorial El Perro y La
Rana) y como Presidente Ad Honorem
del Ateneo “Miguel Otero Silva” de Barcelona. Contacto: brossamadoz@gmail.com.
Página ilustrada con obras de Fabio Rincones (Venezuela), artista invitado de
esta edición de ARC.
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